Tema 2.1.2: Cualidades Y Defectos Es con frecuencia interesante observar la conducta y al parecer ciertas tendencias que la misma suele tener como respuesta a nuestros intentos de adaptarnos a las situaciones. Claro está que no siempre logramos ese objetivo tan preciado como es la adaptación y casi sinónimo de salud mental o al menos no de una manera útil y funcional a largo plazo. Por ratos parece que la mente nos traiciona, seguramente y en parte debido a nuestra ignorancia en algunos temas, a nuestra personalidad, algunos patrones desarrollados en nuestra infancia, a nuestra forma de percibir el mundo, entre otras cosas. En ocasiones cuando se habla del humano es casi como si se hablará de un ser superior, al menos comparándonos con las otras especies y sin lugar a dudas tenemos grandes cualidades o al menos el potencial para desarrollarlas, pero a su vez y desafortunadamente con frecuencia caemos como arrastrados por algunas formas de conducta poco irables. Las cualidades son las características que distinguen y definen a las personas, los seres vivos en general y las cosas, también pueden ser vistas como los puntos fuertes de cada persona, todo lo que le ayuda a crecer como persona. El término proviene del latín qualĭtas y permite hacer referencia a la manera de ser de alguien o algo. Una cualidad puede ser una característica natural e innata o algo adquirido con el paso del tiempo. Cuando el concepto está vinculado a los seres humanos, el concepto de cualidad está ligado al de excelencia y las características a las que se alude generalmente suelen ser positivas. Algunos ejemplos de cualidades pueden ser: Raciocinio: somos por excelencia los seres pensantes de éste mundo, lo que nos pone en una situación ventajosa dadas nuestras capacidades analíticas para evaluar factores, posibilidades, escenarios, tener capacidad de anticipación, de hacer pronósticos y con todo ello desarrollar la capacidad de una mejor respuesta ante cualquier evento. Resiliencia: es la capacidad de manejar situaciones adversas pasadas y condiciones de vida difíciles como una manera de ajustarse saludablemente a la adversidad, implicando que no necesariamente las historias tristes tienen que convertir a las personas en tristes. Humildad: Virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento. Se llama defecto a la carencia o falta de las cualidades propias y naturales de una cosa o a cualquier imperfección natural o moral también pueden ser vistos como los puntos débiles de la personalidad que disminuyen la oportunidad ser una persona con una buena salud mental.
No es la sola carencia de una cualidad o perfección o el grado limitado de poseerla, sino estas mismas negaciones cuando afectan a un sujeto, cuya naturaleza concreta requería la dicha cualidad o perfección o un grado superior en ella. Esta idea es la que etimológicamente expresa la palabra, ya se derive del verbo latino deficere, faltar, o del fallere, engañar; en ambos casos indica privación de una cualidad necesaria, cuya ausencia hace que la cosa sea deficiente, incompleta, irregular o imperfecta. Los defectos forman parte de la naturaleza humana, forman parte, de nosotros mismos. En la vida real, en nuestro vivir diario, en lo cotidiano, aquellas personas que nos tratan cada día, suelen percatarse de nuestros defectos y virtudes (antes de los defectos que siempre son considerados y las virtudes se silencian) a muy corto plazo aunque, haya personas que intenten ocultarlos ¿Por qué intentamos ocultar nuestros defectos? Quizás intentamos deslumbrar a los demás, o puede que nos de miedo que se crea, que no estamos a la altura. Los defectos están ahí, los llevamos puestos y el primer paso para quererte y aceptarte es reconocerlos y, no tratar de ocultarlos. Lo importante es mejorarlos. Lo cierto es que algunos defectos se pueden controlar y mejorar después de aceptarlos pero, hay otros que no tienen cura. Si eres desordenado, puedes intentar aprender a ser ordenado. Pero si eres egoísta es casi imposible que logres cambiar. Algunas de las tendencias indeseables son: El orgullo: arrogancia, vanidad, exceso de estimación propia, que a veces es disimulable por nacer de causas nobles y virtuosas. Muchas veces nuestra inseguridad y el ego nos llevan a la ambición por tener papeles protagónico o superiores ante los otros. Vanidad: la cual se relaciona con la arrogancia, presunción, envanecimiento, dicho de otro modo querer presumir que las que consideramos nuestras virtudes o cualidades apreciables, pero esa conducta no nos lleva más que a ser despreciables. Con frecuencia con ese tipo de conductas se busca equivocadamente destacar y tomar una posición superior a los que nos rodean, haciéndolos a ellos de menos señalando sus errores. Como dice un dicho ¨ Sé humilde y te mantendrás entero¨. Juzgamiento: si bien se puede hacer un buen juicio, acá me refiero aquellos que juzgan casi por hacerlo, sin valorar adecuadamente la situación, sin información, sin tomar en cuenta todos los elementos, sin la capacidad empática de ver las cosas desde otros puntos de vista. Como dice incluso la Biblia ¨es más fácil ver la paja en el ojo ajeno, que la viga en el propio¨. La ambición: Deseo ardiente de conseguir poder, riquezas, dignidades o fama. Sin embargo me gusta pensar que puede existir una ambición positiva, desde el punto de vista de tender direccionalidad en nuestras acciones pero sin que el fin justifique los medios y que al final nuestras acciones sean como un negocio en el que todos los involucrados ganan.