UNIVERSIDAD DE CONCEPCIÓN DEPARTAMENTO DE ARTES PLASTICAS
Lo residual fuera de si La memoria de los lugares
Nombre: Francisca Espinoza Sen Asignatura: Arte Contemporáneo I Docente: Bárbara Lama Andrade Fecha: 01.04.2016
Introducción
¿Cuál es la esencia de los lugares? Desde que punto podemos decir que una obra nos remite a un espacio determinado y personal, en la exposición colectiva “La memoria de los lugares” lo vemos posible, como nos situamos dentro de un paisaje al cual los artistas Rosa Valdivia, Francisco Bruna y Eduardo Cruces, nos quieren aludir. ‘La memoria de los lugares reúne trabajos recientes, donde operaciones comunes son la recolección y reconversión de ciertos residuos recogidos desde la naturaleza, la ciudad o sus bordes, y donde lo pictórico o lo gráfico permanecen.’ Carolina Lara B. Curadora En este ensayo analizaremos específicamente la obra de Francisco Bruna, de la cual nos interesa como lo residual es un concepto paralelo a lo pictórico, a los paisajes en que se enfoca el artista, a la inclinación por los materiales encontrados y al relato que se genera. Como metodología para comprender la obra nos remitiremos a libros acordes al asunto en cuestión para definir los conceptos claves de la obra y cuáles son sus relaciones.
Desde el año 2006, Francisco Bruna, produce a partir de su interés por la pintura, lo pictórico, generando una línea de trabajos ligadas a la visualidad de un modelo real y tomando como referente la basura. Este interés por la basura y los residuos crea un vínculo con la recolección y registro de los objetos mismos, como objetos a los cuales nos encontramos cotidianamente y los catalogamos como un hallazgo. A partir de esto surge la relación paralela entre lo residual y lo pictórico. Así definimos el concepto de lo residual como el resto de un todo, en este caso de la basura, las imágenes y los escombros, y este primero relacionado al concepto de la fotografía, debido al interés personal del artista, la cual nos lleva a una forma de representación, mientras que los escombros los consideramos como algo propio de la calle y como hallazgos arqueológicos, lo que nos conduce a la idea de una presentación generando una dualidad entre ambos. Cuando Francisco Bruna expropia los vestigios de una ruina y los dispone o exhibe en una vitrina palpable, que no está restringida, ¿Qué sucede con el objeto en sí? ¿Pierde su significado? Para dialogar en cuanto a estas interrogantes, buscamos construir una definición del concepto de presentación como un ejercicio de memoria. A partir del planteamiento de Paul Ardenne, explica que: “El arte se convierte en práctica activa en tanto que reactiva (…) (…) Presentar la obra no es ofrecerle al público un objeto muerto. Un gesto semejante equivale más bien a poner en marcha y a accionar un mecanismo simbólico cuyos carburantes serían, por una parte el momento, por otra el lugar.”
Entonces cuando Bruna dispone de estos hallazgos arqueológicos en una exposición, logra re-activar el lugar nuevamente, reflexiona respecto de lo que significaba habitar en un determinado lugar, de la misma manera que re-activamos un espacio des-habitado cuando lo habitamos, tomando esto en consideración podemos relacionar el trabajo de Eduardo Cruces con el de Bruna, de manera que Cruces reconvierte sus lugares de interés, que son la ruina de la historia minera de Lota y las cuencas carboníferas de Chile, y las re-activa al momento de presentar una monotipia de estos paisajes, valorizando su visualidad y textura. También estos objetos tienen una naturaleza basada en los espacios o contexto donde serán exhibidos, es decir que son site-especific o sitio especifico. Bruna reflexiona respecto de la basura como elemento determinante en la construcción de una identidad cultural, vinculada con la periferia, y los paisajes con los cuales interactúa su obra, los espacios expositivos. La mirada por consecuencia responde a ideologías e intereses definidos. “Las miradas sobre el paisaje – y el mismo paisaje- reflejan una determinada forma de organizar y experimentar el orden visual de los objetos geográficos del territorio. Así, el paisaje contribuye a naturalizar y normalizar las relaciones sociales y el orden territorial establecido”. (Nogué, 2009; 12).
Como decíamos al principio, se comienza por investigar pictóricamente el tema residual pero ahora a partir de la recolección de distintos envoltorios o residuos encontrados en sus bolsillos. Su interés por lo pictórico lo conduce a plantearse la pregunta de si esta inclinación es más por el modelo realista que ha trabajado o si es más por el vínculo de la pintura con la mancha y la textura. Entonces logra una síntesis entre ambos, insertando la pintura sobre elementos encontrados, la cual posee una carga simbólica que está directamente relacionada a la rememoración de un lugar, su vestigio y ruina.
Conclusión
Podemos concluir los intereses específicos que Francisco Bruna nos propone en su obra y su exposición, abarcando con relevancia la idea de la presentación de un hallazgo arquitectónico y del interés como visualidad de la mancha sobre los elementos encontrados. También comprendemos como conceptos relevantes el sito específico y el relato de una memoria con un paisaje. Considero sustancial la idea de realizar un recorrido, investigar, explorar y habitar un lugar que no conocemos para luego sacar un residuo de este, expropiarlo y situarlo dentro de un contexto expositivo, de presentarlo como obra y re-activar el contexto del cual fue retirado.
Bibliografía
Ardenne, P. (2002). Un arte contextual. Murcia: Cendeac. Nogué, J. (2009). La construcción social del paisaje. Madrid: Biblioteca Nueva Alain R. (2007): Breve tratado del paisaje. Madrid: Biblioteca Nueva Concepcion Cultural (2016): “tres artistas de concepción exponen en la memoria de los lugares”