Introducción: Los mexicas también llamados en la historiografía tradicional como aztecas. El pueblo mexica ha sido una cultura muy importante sobre todo para el pueblo mesoamericano que se fundó en México-Tenochtitlán se caracteriza por sus obras arquitectónicas basadas en un sistema métrico propio, su escritura en forma de pictogramas, su vestimenta, sus dioses y sobre todo por sus cultivos altamente simbólicos. Los mexicas fueron el último pueblo mesoamericano que condensó una rica y complejahtradición religiosa, política, cosmológica, astronómica, filosófica y artística aprendida y desarrollada por los pueblos de Mesoamérica a lo largo de muchos siglos. una de las grandes aportaciones culturales fue el desarrollo de la medicina, el uso de la medicina, el progreso con la astronomía, fabricaron con algodón la vestimenta, se reflejan por parte de los mexicas el alto desarrollo tecnológico y agrícola. Los filósofos mexicas ha sido trascendental para los seres humanos pues esta no se encierran en la cárcel de sus razonamientos, sino que utilizan éstos como peldaños para recuperar la conciencia de Dios. El supremo ideal del hombre y de la mujer náhuatl es ser dueños de un rostro, dueños de un corazón. En la mujer, además, se añade otro rasgo: en su corazón y en su rostro debe brillar la femineidad. Según ellos mismos expresan, su ideal de educación es la acción de dar sabiduría a los rostros y la acción de enderezar los corazones Por las fuentes indígenas sabemos de un sistema de educación universal y obligatorio. En el Códice Florentino se indica que entre los ritos que se practicaban al nacer un niño nahuatl estaba la consagración a una escuela determinada. La imagen del sabio azteca es muy parecida, por no decir idéntica, a la de los antiguos filósofos del mundo clásico. En el Códice Matritense, en que se conservan textos de los informantes de Sahagún, le describen: La verdad es tan sutil e inapresable que salta las definiciones racionales. Tan sólo podemos referirnos a ella con símbolos, con metáforas. El símbolo y el arte, la poesía, es lo que llaman flor y canto, el único modo de decir palabras verdaderas en esta tierra. Estos símbolos, estos cantos, descienden del cielo, de la inspiración.
Vida: Los mexicas como el resto de los pueblos nahuas y, en suma, como todos los demás pobladores de la cuenca, enriquecieron con su propia experiencia la antigua cosmovisión mesoamericana. En el territorio mesoamericano existen dos estaciones: la de lluvias y la de secas. A partir de esta división anual y tomando como arquetipo el cultivo del maíz de temporal, los antiguos concibieron el gran ciclo de la vida y de la muerte. Imaginaron una gran montaña sagrada, Tlalocan, en cuyo interior estaba el gran recipiente de las riquezas de la vegetación: las nubes y las lluvias, el dañino granizo, los truenos y los rayos, las aguas de los ríos, las del mar que circundaba la tierra y todas las formas vegetales. Tlalocan era, paradójicamente, uno de los ámbitos de la muerte. La cosmovisión que ahora se describe perteneció a uno de estos pueblos llegados tardíamente a la región de los lagos. Como otros que se establecieron en el territorio después de la caída de Teotihuacan, los mexicas hablaban la lengua náhuatl. Ocuparon unos islotes del lago de Texcoco y dieron a sus poblaciones los nombres de México-Tenochtitlan y México-Tlatelolco. La fundación de estos sitios fue hacia el año 1345. Cuando arribaron eran pobres cazadores, recolectores y pescadores lacustres que habían vivido de sus oficios acuáticos desde tiempos antiguos en lugares distantes. Las formas vegetales estaban en Tlalocan como esencia de las especies. Eran los "corazones" o "semillas" invisibles de las plantas. En el momento adecuado, los dioses de la lluvia liberaban las aguas; las "semillas" y las fuerzas del crecimiento vegetal; la tierra se cubría entonces de verdor. Las "semillas" invisibles se unían a las depositadas por los agricultores bajo la tierra; después, junto a las fuerzas del crecimiento y a las aguas, producían la germinación y la erección de las plantas del maíz. Al concluir su tiempo de dominio los dioses de la lluvia cerraban el gran recipiente de Tlalocan. Los agricultores hacían el resto: sus ritos de acción de gracias devolvían las "semillas" invisibles al depósito de la montaña para que quedaran guardadas en el mundo subterráneo de la muerte, listas para volver a la vida, a la superficie terrestre, en el próximo período anual. Después, los agricultores rozaban sus milpas, y cuando el humo se elevaba de los rastrojos y las hierbas, creían devolver a los dioses, en nubes, el agua que había humedecido la tierra. Vida y muerte no eran los puntos extremos de una línea recta. Eran los puntos opuestos de un círculo. Cada uno era antecedente del otro: no podía haber vida
sin muerte previa; no podía haber muerte sin vida previa. El culto a la muerte tenía, por tanto, un profundo sentido agrícola. Los mitos acontecen en el tiempo primordial, cuando los dioses estaban en proceso de dar a los seres del mundo sus formas definitivas. En los mitos se habla de las aventuras de los dioses (algunas de ellas sumamente crueles). Porque el relato mítico es una forma sintética de explicación de cómo cada ser mundano fue formado; y en los mitos los personajes son divinos porque los seres del mundo fueron creados a partir de los dioses. Los antiguos nahuas suponían que los dioses se habían convertido en los seres que poblarían el mundo. Por ello algunos dioses tenían apariencia o atributos vegetales o animales, pues eran los antecedentes y las esencias de las criaturas. También por ello muchos de los héroes son animales que hablan. No sólo el hombre, sino los astros, los animales, las plantas y las rocas estaban hechos de sustancia divina. Cómo se convirtieron los dioses en seres mundanos. Cuando se encontraban en plena aventura, uno de ellos murió en sacrificio y se convirtió en el Sol. Al salir por vez primera, transformó con sus rayos a los demás dioses. Los mitos dicen que pidió la muerte de sus compañeros divinos, y que todos ellos fueron sacrificados. Lo anterior debe interpretarse como la captura de la sustancia divina, que queda envuelta en una materia pesada, mortal; o sea que cada especie del mundo está compuesta por dos partes: una interior, divina, llamada "corazón" o "semilla" que constituye su esencia; otra, exterior, dura, pesada, que está sujeta a los ciclos de la vida y de la muerte. Por ello los seres individuales mueren, pero sus características esenciales, las de su especie, perduran sobre la tierra en sus descendientes; la "semilla" va pasando de padres a hijos. Cada especie, es en el fondo, un dios capturado. Entonces, ¿todos los dioses estaban capturados por la materia pesada? No precisamente. Los dioses estaban libres de materia mortal en el otro mundo. Con anterioridad se dijo que varios dioses podían fundirse entre sí para formar dioses mayores. Es una de las extrañas propiedades de los dioses mesoamericanos. Otra de sus propiedades era la inversa; un dios podía dividirse en dioses menores, repartiendo entre ellos sus atributos. Los dioses también eran capaces de reproducirse con todos sus atributos para habitar, al mismo tiempo, en distintos lugares: el cielo, la tierra o el inframundo. Y esto era lo que había ocurrido con los creadores de los seres mundanos: el viento que recorría el mundo tenía su "corazón" divino de viento; pero aparte existía en el otro mundo, el dios Viento. ¿Y cómo era la sustancia de los dioses? Era una combinación de dos elementos: uno frío, acuático, oscuro, femenino; otro caliente, seco, luminoso, masculino. En cada dios la proporción era diferente. Por ello las cosas del mundo eran así: todas
combinadas; pero unas más frías, acuáticas, oscuras, femeninas, y otras más calientes, secas, luminosas, masculinas. El número 5, que corresponde a la unión de los cuatro rumbos más el centro, era el de la estabilidad. Con él había quedado firme y ordenado el mundo: en él había nacido la verdadera humanidad. En efecto, el 5 fue la base de uno de los mitos fundamentales. Creían los nahuas que los dioses habían encomendado a un dios norteño que se convirtiera en gobernante del mundo, en Sol.
Muerte: El sentido de vida es una búsqueda de una definición, un destino y una misión, que tiene sentido en cualquier circunstancia y que todo ser humano tiene la capacidad de encontrarlo, para él, la vida presenta dos niveles de sentido: el sentido último y el sentido del momento. El sentido del momento depende del sentido último, es el quehacer cotidiano que lleva al sentido último. 14 En ésta cultura la manera de morir era el indicativo del destino que de deparaba al alma, la cual transitaría en lugares determinados según los dioses. tonátiuh ilhuícac, era el lugar donde habitaba el sol, y su casa era grande como el espacio en el que se mueve, desde la aurora hasta el crepúsculo. En las creencias de los mexicas, ya se contemplaba una continuación después de la muerte, en donde el alma tenía que seguir una misión y el cuerpo debía retornar a al lugar que le otorgó la oportunidad de vivir en la tierra. Al morir se aseguraba la vida sobre la tierra y se contribuía al equilibrio en el universo, para ellos, la vida y la muerte forman un círculo siendo el antecedente uno del otro, formando un culto o prácticas religiosas, en donde encontraban un claro sentido último de vida. el sol se consideraba un guerrero que liberaba cada día una batalla, para los mexicas, perder la vida en la guerra era la mejor forma de morir y éste era su cielo. A este lugar también iban las mujeres muertas en parto, puesto que se consideraba que habían perdido la vida librando una batalla. A las guerreras, se les enterraba en el patio del palacio, para que acompañaran al sol desde el cenit hasta su ocultamiento por el poniente. Su muerte provocaba tristeza y también alegría ya que gracias a su valentía, el sol las llevaba como compañeras. los mexicas creían que éstos privilegiados acompañantes del Sol, a los cuatro años de haber muerto se convertían o reencarnaban en inmortales aves preciosas y se alimentaban con el néctar de las flores en los jardines del Tonatiuhichan
(Casa del Sol), y que podían descender a la tierra. TLALOCAN, (el paraíso terrenal de los aztecas) Tlalocan, es el espacio de los tlaloques o ayudantes de Tlaloc, el dios de la lluvia, es un lugar, lleno de alegrías, sin penas, en donde nunca faltaban las mazorcas de maíz, las calabazas, chiles verdes, jitomates, frijoles y flores, lleno de vegetación, animales e insectos pequeños parecido a un paraíso terrenal. 15 Iban quienes morían por alguna situación relacionada con el agua, como los ahogados, o los que padecieron una enfermedad de acumulación de líquidos, o quienes morían al ser alcanzados por un rayo o víctimas de la lepra, o hidrópicos o sarnosos, o a causa de cualquier enfermedad de las que se consideraban relacionadas con las divinidades del agua. A éste mundo, llegaban todas aquellas personas que habían muerto de manera diferente a las dos descritas anteriormente, por ejemplo los que fallecían por muerte común o por causa de un accidente, lo que indicaba que no habían sido elegidos de una manera especial por los dioses. El Mictlán, era un lugar oscuro, denso, bajo, en donde las almas deben realizar pruebas para poder resurgir, éste lugar funge como matriz regeneradora, que para llegar a ella se debe cruzar un camino compuesto por nueve casas o dimensiones, que corresponden a los estratos del inframundo. “Era además un lugar que presentaba difíciles pruebas a lo largo de las nueve dimensiones que durante cuatro años había que pasar, antes de ser recibidos por la diosa Mictecacíhuatl y el dios Mictlantecuhtli, los señores de la tierra de los muertos (la otra cara “Omecihuatl, y " Ometecuhtli señores de la dualidad) y terminara la disolución total de su ser”. la primera de las dimensiones es llamada Apanohuaia o Itzcuintlan, la segunda es Tepectli Monamictlan, la tercera Iztepetl, una cuarta casa es la Izteecayan, la quinta casa llamada Paniecatacoyan, la casa Timiminaloayan, la séptima casa Teocoyocuallosa, la octava Izmictlan Apochcalolca, y la novena casa Chicunamictlan. Las nueve dimensiones: 1. Apanohuaia o Itzcuintlan: En esta zona del Mictlan hay un río caudaloso (símbolo de las pasiones humanas) de agua negra, y para pasar esta prueba se requería de la ayuda de Xólotl (perro), el difunto reconocía al perro que había sido sacrificado por sus familiares. 2. Tepectli Monamictlan: Lugar donde Las almas deben pasar entre dos cerros, que chocan repetidamente entre sí, y desde donde el fallecido debe despojarse de toda su ropa. 3. Iztepetl: El alma debe caminar por ocho cerros de obsidiana, azotados eternamente por la nieve. 4. Izteecayan: Lugar en el que sopla el viento de navajas. El alma debe seguir su camino por la región en donde aúlla un viento muy helado. 5. Paniecatacoyan: Lugar donde los cuerpos flotan como banderas. 6. Timiminaloayan: El lugar donde flechan. 7. Teocoyocualloa: Lugar donde las fieras se alimentan de los corazones. 8. Izmictlan Apochcalolca: El camino de niebla que
enceguece. Se debe caminar por un paso estrecho y entre piedras. 17 9. Chicunamictlan: Aquí las almas encontraban el descanso anhelado. Es el interior de la tierra. El Chicunamictlan, es donde se pasa por la “muerte segunda”. Y el alma puede descansar ingresando a la naturaleza nuevamente. A continuación refiero un poema en náhuatl y su significado, en donde se expresa claramente que en el significado de la muerte había un sentido último que brindaba esperanza y ofrecía la posibilidad de acompañar al sol en su diario nacimiento y trascender. Mictlantecuhtli era un devorador insaciable de carne y sangre humanas. Destruía y construía por lo que era un dios completo de dos caras que se complementaba en un eterno ciclo de vida y muerte.”
Existencia: Los pueblos prehispánicos consideraban la luminosidad y el calor de el sol como equivalencia de la vida; de ahí que en sus mitos de la creación del universo, la presencia y destrucción de este astro revelara la inestabilidad de la vida y la necesaria participación de los hombres en el mantenimiento del sol como deidad suprema. El sol equivale al guerrero victorioso que derrota o hace huir a sus contrarios, la luna y las estrellas, despeja las sombras y la oscuridad y brinda la luz y el calor que iluminan el universo. Sus rayos penetran en la tierra fecundándola, lo que permite el crecimiento de las plantas y, así, el desarrollo de la vida en general. Respecto a las ideas mesoamericanas sobre la creación de la humanidad y para explicar la presencia en éste mundo, recurrieron a la elaboración de mitos, en los cuales plantearon haber sido creados por los dioses que guiaban el destino de la humanidad. “Los mitos acontecen en el tiempo primordial, cuando los dioses estaban en proceso de dar a los seres del mundo sus formas definitivas. En los mitos se habla de las aventuras de los dioses (algunas de ellas sumamente crueles). Porque el relato mítico es una forma sintética de explicación de cómo cada ser mundano fue formado; y en los mitos los personajes son divinos porque los seres del mundo fueron creados a partir de los dioses. Los antiguos nahuas suponían que los dioses se habían convertido en los seres que poblarían el mundo. Por ello algunos dioses tenían apariencia o atributos vegetales o animales, pues eran los antecedentes y las esencias de las criaturas. También por ello muchos de los héroes son animales que hablan. No sólo el hombre, sino los astros, los animales, las plantas y las rocas estaban hechos de la sustancia divina. Cómo se convirtieron los dioses en seres mundanos. Cuando se encontraban en plena aventura, uno de ellos murió en sacrificio y se convirtió en el Sol. Al salir por vez primera, transformó con sus rayos a los demás dioses. Los mitos dicen que
pidió la muerte de sus compañeros divinos, y que todos ellos fueron sacrificados. Lo anterior debe interpretarse como la captura de la sustancia divina, que queda envuelta en una materia pesada, mortal; o sea que cada especie del mundo está compuesta por dos partes: una interior, divina, llamada "corazón" o "semilla" que constituye su esencia; otra, exterior, dura, pesada, que está sujeta a los ciclos de la vida y 11 de la muerte. Por ello los seres individuales mueren, pero sus características esenciales, las de su especie, perduran sobre la tierra en sus descendientes; la "semilla" va pasando de padres a hijos. Cada especie, es en el fondo, un dios capturado. Por ello las cosas del mundo eran así: todas combinadas; pero unas más frías, acuáticas, oscuras, femeninas, y otras más calientes, secas, luminosas masculinas para los mexicas, Ometecuhtli, era el "Señor de la dualidad" y Omecihuatl "Señora de la dualidad", los dioses de la creación y de la vida, en ésta cultura se unían los opuestos como el cielo y la tierra, lo material y lo espiritual, el fuego y el agua, lo masculino y lo femenino, lo positivo y lo negativo. “En los mitos del mundo mexica, Quetzalcóatl, "la serpiente emplumada", desempeña un papel fundamental en la creación del universo y del hombre. Según algunos relatos, fue uno de los hijos de la pareja creadora, quien junto con Tezcatlipoca, creó la tierra del cuerpo desgajado de la diosa Cipactli-Tlaltecuhtli. También penetró en el inframundo, dominio de Mictlantecuhtli, el señor de los muertos, y obtuvo con gran dificultad, después de adquirir la apariencia de perro (Xólotl), los huesos de la humanidad antigua, con los que realizó un ritual de autosacrificio y los mezcló con su sangre, para conformar a la que poblaría el universo, iluminado con el Quinto Sol.” La creación del ser humano se dice que, después de haber levantado el cielo, se consultaron los dioses y dijeron: el cielo ha sido construido, ¿pero quiénes, oh, dioses, habitarán la tierra? Luego fue Quetzalcóatl al inframundo; llegó al señor de los muertos y dijo: “he venido por los huesos preciosos que tú guardas”. Aquél le contestó: “¿Qué harás tú con ellos, Quetzalcóatl?” Otra vez dijo éste: Los dioses tratan de hacer con ellos quien habite sobre la tierra. Pronto subió Quetzalcóatl a la tierra. Luego que cogío los huesos preciosos, estaban juntos en un lado los huesos de varón, y también juntos, de otro lado, los huesos de mujer, los molió la diosa Cihuacóatl-Quilaztrli, que los echó en una vasija preciosa. Sobre él, sangró Quetzalcóatl, se dice que después nacieron los hombres, puesto que los dioses habían hecho el sacrificio de su sangre sobre ellos. La concepción cosmogónica mesoamericana interpretaba que la materia se componía en 2 partes: una externa y material, y otra interna que se componía a su vez de otras 2 fuerzas: una luminosa, caliente y seca, y otra oscura, fría y húmeda. El cosmos también presentaba esta dualidad: la parte luminosa era el sol (de característica masculina/paterna, productora de lluvia fecunda) y la parte oscura
con el inframundo (femenina/materna receptora de la lluvia fecundadora y sitio de la concepción humana y natural). Los dioses aztecas (teotl) estaban integrados de forma variada, estos son los astros y los elementos de la naturaleza como el sol, las constelaciones, la tierra, la lluvia, el viento, el fuego, el maíz, etc.; otras veces son los patrones de las actividades humanas, como el dios de los mercaderes, de la sabiduría, de los guerreros, del canto, de los mantenimientos, etc. Los atributos de unos dioses eran asumidos por otros con frecuencia, y a veces eran representados en formas variadas. Estas fuerzas abarcaban todo lo habitado en el planeta y de su equilibrio dependían el orden micro y macro cósmico, que no debía ser alterado. Educación: La educación de los aztecas se enfocaba en la enseñanza de los rituales religiosos, la formación de guerreros, formar el carácter del individuo y un sentimiento de pertenecer a la colectividad, así como el respeto y temor a los dioses, reverenciar a los ancianos, la obediencia a los padres, y una disciplina rígida en la que se inculcaban valores como el cumplimiento del deber. Los habitantes de la cultura mexica o azteca practicaban el tlatxtli su variante del juego de pelota mesoamericano, con una pelota de goma dura dentro de una pista alargada hundida o con paredes alrededor. La ciudad de Tenochtitlan tenía dos. Antes de los catorce años, la educación y los idiomas dependía de los padres, supervisada por las autoridades del calpulli o distrito metropolitano. A menudo iban a los templos locales, para evaluar su progreso.
La educación en el hogar estaba basada parcialmente en una colección de dichos, llamada huehuetlatolli (los dichos de los ancianos), las cuales representaban los ideales de los aztecas. Incluía discursos por diferentes circunstancias, como los nacimientos de los niños y los funerales.
Los chicos y las chicas tenían que ir a las escuelas a los 15 años. Probablemente los aztecas fueron una de las primeras sociedades a requerir educación universal para hombres y mujeres de todas las clases sociales. Había dos instituciones educativas:
El Telpotxcalli (Casa de los Jóvenes). Los telpotxcalli enseñaba historia, religión, artes militares, comercio y artesanía. Algunos estudiantes del tepotxcalli eran seleccionados como guerreros, sin embargo, la mayoría retornaba a casa.
El Calmécac. Los CALMECAC, enfocados en la educación de los futuros sacerdotes, profesores (tlatimini) doctores y dibujantes de códices (tlacuilo). También estudiaban los rituales religiosos, la historia antigua y contemporánea, geometría, poesía y artes militares.
La educación azteca era de tipo espartano: ducha fría por la mañana, trabajo duro y castigo corporal. Hay información contradictoria sobre la exclusividad de los CALMECAC. Hay registros que indican que las familias podían seleccionar la escuela; hay otros que dicen que eran escuelas exclusivas de los pilli.
Religión: Los mexicas originalmente eran una de las tribus nahuas y cuando llegaron al valle de México, traían sus propias creencias y divinidades. La más importante de sus divinidades era Huitzilopochtli o Mexitli, nombre que, según Laurette Séjourné, en el lenguaje esotérico náhuatl, se puede traducir como el alma del guerrero que viene del paraíso. La imagen de esta deidad, llamada el dios de la guerra, fue llevada en la larga peregrinación de los mexicas hasta que echaron los cimientos de la ciudad de Tenochtitlan que vino a ser la capital del imperio. Aunque el supremo dios creador y señor del universo se llamado Ometecuhtli. Al llegar al valle de México o valle del Anáhuac, los mexicas trataron de incorporar la cultura y los dioses de las civilizaciones más avanzadas que ya estaban establecidas, así como los de civilizaciones más antiguas como la tolteca; así, incluyeron a Tláloc, Tezcatlipoca y a Quetzalcoatl, divinidad de gran veneración, llamada el dios del aire, de quien creían que había residido en la tierra para enseñar a los hombres el cultivo de los campos, el laboreo de los metales y la ciencia del gobierno. Suponían que este dios era completamente pacífico y que se tapaba los oídos cuando se hablaba de guerra. Los mexicanos decían que
Quetzalcoatl era de alta estatura, que tenia cutis blanco, cabellos negros y barba larga, y que al alejarse de la tierra había prometido volver. Conforme los mexicas comenzaron a conquistar a otros pueblos, fueron aceptando nuevos dioses y enlazando sus historias con las de los dioses que ya tenían. La religión de los aztecas al igual que la de los demás pueblos de américa era politeísta; poseían cientos de dioses, siendo algunos de sus dioses principales Huitzilopochtli (dios del sol y de la guerra), Coyolxauqui (diosa de la luna), Tláloc (dios de la lluvia), y Quetzalcóatl (dios de la sabiduría), se destaca que a este último dios, se le atribuía la invención de la escritura, el calendario y era benévolo, siendo la única deidad importante del panteón azteca que no exigía sacrificios humanos, a diferencia de los otros dioses que según la religión azteca, necesitaban de los corazones y la sangre humana para alimentarse, siendo el motivo por el cual hacían sacrificios humanos, principalmente al dios del sol Huitzilopochtli, a quien le sacrificaban principalmente prisioneros de guerra capturados en las llamadas guerras floridas. Además de esto se les hacían sacrificios de animales y se les ofrecían alimentos como maíz, y otras plantas, y se “incensaban” sus imágenes con copal.
Organización social: La sociedad de la cultura azteca experimentó profundas modificaciones a lo largo de su corta historia al transformarse poco a poco el igualitarismo de los primeros tiempos, consecuencia de la orientación militar y los grupos de parentesco, en la estructura social descrita por los soldados españoles. Nobleza. El grupo social con mayores privilegios eran los pipiltin (nobles) constituido por las familias de los gobernantes, sacerdotes, la clase militar - como los guerreros Jaguares y Águilas - y los jerarcas de los calpulli. Existían personas comunes macehualtin que por su valentía, coraje y servicios a la cultura azteca tenían privilegios Los nobles poseían tierras, sirvientes y eran educados para ser los futuros funcionarios del imperio. Un privilegio de ellos era el consumo de chocolate (xocoatl) Pueblo. Debajo de la nobleza azteca se hallaban los hombres comunes macehualtin que podían ser los artesanos, los comerciantes, y los campesinos. Sin embargo los grandes comerciantes Pochtecas eran personas muy respetadas y con muchos privilegios como tierras y un tribunal de justicia comercial, además cumplieron labores de espionaje en otros territorios, por ende, su importancia para el imperio azteca. Los esclavos llamados tlacotin ocuparon la jerarquía inferior de la sociedad azteca. La mayoría eran esclavos debio a las guerras, otros por cometer delitos graves y una pequeña parte debido a las deudas que no pudieron cancelar cayeron en esa condición de servidumbre. La sociedad mexica comenzó a estratificarse conforme su poder e influencia política y militar se hacia cada vez mas fuerte, como consecuencia la pirámide social se fue diferenciando de forma clara, por un lado estaban las clases altas que gobernaban y tenían privilegios que las clases bajas no tenían. 1. 2. 3. 4.
Huey Tlatoani: supremo gobernante. Cihuacóatl: Consejero principal. Tlatocan: consejo de los 4 funcionarios. Pochtecas: Comerciantes, diplomáticos y espías; funcionarios, jueces, recaudadores de impuestos. 5. Macehuales: Campesinos, artesanos, constructores, artistas, danzantes, guerreros. 6. Tamemes: Cargadores y esclavos. Organización Política Se organizaban en torno al tlatoani, quien designaba a los demás estratos de la sociedad, eran un Estado militarizado con un sistema militar bien definido, la ciudad se dividía en barrios llamados Calpullis, que conformaban una federación de calpullis.
Organización política: El estado mexica tenía un gobierno militarista oligárquico, es decir, una elite dominaba las riquezas del estado con el apoyo del ejército. Los cargos y funciones que desempeñaba cada individuo en la pirámide política eran los siguientes: Tlatoani: en este personaje se concentraba la vida religiosa, política y el mando sobre los ejércitos tenochcas.
El tlatocan: eran los encargados de dar consejo en temas delicados al gobernante, estaba integrado por de la nobleza que desempeñaban además funciones judiciales y istrativas.
El cihuacóatl: daba al tlatoani ayuda en las actividades istrativas como lo eran la recaudación y la justicia. Este actor político tenía una importancia relevante, ya que además de ser el jefe de los sacerdotes, éste tomaba de forma temporal el lugar del tlatoani cuando éste se ausentaba al partir hacia el mando de los ejércitos aliados. Estaba encabezada por el huey tlahtoani que regia y istraba la vida religiosa, militar y la justicia de todas los territorios que conformaban el estado mexica ayudado en estas funciones por el tlatocan y el cihuacoatl el primero resolvía los litigios civiles y en tiempos de guerra el asesoramiento militar o las negociaciones de paz, el ultimo ayudaba al jefe supremo a la istración de la justicia y la riqueza del imperio además de suplir al soberano en tiempos de guerra cuando este tomaba el mando de los ejércitos aliados tomando así el cihuacoatl el mando del ejercito tenochca. Toda esta organización política se complementaba con otros cargos subordinados a los anteriormente mencionados como son los Calpixques dedicados a cobrar los tributos de los pueblos sometidos, los jefes militares del ejército del estado mexica, el tesorero general etc. La Alianza azteca libró varias guerras de conquista y se expandió rápidamente después de su formación. En su apogeo, controlaba la mayor parte de la región central de México actual, así como algunos territorios más distantes en Mesoamérica y terminó siendo conocido como el Imperio Azteca. El poder que impusieron los aztecas ha sido explicado por los especialistas como de
"preeminencia" o "indirecto", ya que los gobernantes de las ciudades conquistadas por lo general se mantenían en el poder, pero acordaban pagar impuestos a los aztecas y proporcionar apoyo militar al soberano azteca cuando lo requiriese. La organización política de los aztecas estuvo a cargo de diferentes funcionarios en el imperio azteca que aseguraban el poder del emperador azteca y la sujeción de los pueblos conquistados.
¿Qué es flor y canto? Difrasismo náhuatl que literalmente significa “flor y canto”. Metafóricamente equivale a los conceptos de poesía, arte y símbolo. Los tlamatinime, sabios o filósofos , en su afán de encontrar fundamento y raíz, se preguntaron acerca de la “verdad de los hombres” y de la posibilidad de decir “palabras verdaderas” en la tierra. La respuesta la encontramos en varios poemas, pero de manera magistral en el diálogo de “La flor y el canto” y en las reflexiones de Nezahualcóyotl. Estas líneas quieren ser un punto de reunión en el que se encuentren algunas de las palabras más bellas de la literatura nativa mesoamericana, en particular de la poesía náhuatl. Así como de la herencia literaria hispanoamericana que nos deja la experiencia de la convivencia con nativos mesoamericanos, esto, por medio de un cuento de Gabriel García Márquez: “Un hombre muy viejo con unas alas enormes” que resume muy bien la experiencia de los choques culturales. Hoy en día es importante abrirse a lo diverso puesto que en la diversidad se hallan versos y palabras que pueden sanar más allá del cuerpo y sus males, la palabra sana el “alma” que muchas veces herida va en detrimento de la salud. La elección ha sido tomada de forma arbitraria porque la riqueza lingüística de los nativos mexicanos y la tradición literaria hispanoamericana son vastas y no se podría elegir una sola de ellas. Es un hecho conocido que la poesía náhuatl goza de una gran difusión en el contexto mexicano actual, las interpretaciones y explicaciones que se han hecho de ella responden a cuidadosos estudios de lingüistas, antropólogos, historiadores, etc., por lo cual se considera oportuno dejar pasar aquí, con las palabras irables, un poco de bienestar a quien participe de esta lectura. Se propone a continuación un breve pero completo análisis sobre la importancia de la palabra (sobre todo oral) para los nativos, quienes plasmaban en sus cantos, versos y poesías, toda la experiencia y emociones agraciadas de su fúlgida cosmovisión. A través de cuatro poesías el lector tendrá la posibilidad de sumergirse en su melodiosa rima, de identificar experiencia de vida, de adoptar por medio de la apacible aceptación y reflexión las enseñanzas de antiguos mexicanos que supieron figurar las inquietudes de las personas, aquéllas que nos forjan como sujetos. Además de la descripción de un cuento contemporáneo que por medio de alusiones metafóricas como las encontradas en la poesía náhuatl nos habla sobre encuentros. Por medio de la palabra, se exhorta al lector a encontrar en sí mismo la cura a los males que le aquejen. Pero, ¿qué tan importante es la poesía, la metáfora, el
canto, la palabra melodiosa para las culturas originarias mesoamericanas? lengua escrita en náhuatl no había sido cardinal sino en los últimos tiempos puesto que se sabe que la escritura pictográfica e ideográfica ocupaba un lugar primario en los rituales religiosos, en los acontecimientos sociales, en la sucesión de gobernantes, por lo que la tradición de la trasmisión oral era promovida sobre la escrita. Lo anterior no tiene nada de malo, más responde a una percepción distinta de la vida. El universo simbólico representado en la tradición oral-escrita de la poesía en lengua nativa nos habla sobre el orgullo étnico que abate las barreras del pensamiento común; muchas veces interpretar la poesía nativa en otra lengua (como el castellano) puede ser una tarea difícil. Esto porque de acuerdo a estudiosos del tema, el orden morfosintáctico; es decir, el orden de las palabras en la cadena de oraciones, puede ser muy diferente. El náhuatl por ejemplo, posee un alto y complejo sistema semántico cargado de alusiones, lo cual nos habla de su cosmovisión, posee un número importante de arcaísmos lingüísticos inexistentes en otro idioma lo que los hace casi intraducibles en alguna lengua moderna. Esto nos remonta a su discurso ceremonial milenario con el cual representaban sus “oraciones-rezos”, que más bien eran cantos- poesía. El discurso que es representado en la poesía náhuatl deja entrever el sentido axiológico del hombre que es un ser en concordancia con su “espíritu” más sagrado. “In xochitl in cuícatl” simboliza la esencia de la poesía indígena, aquélla que va encaminada hacia la observación de la naturaleza, tanto la circundante foresta como la naturaleza humana con todos los bemoles de las emociones que nos regala la vida. “La flor-y-el-canto” consistía en un diálogo con el propio corazón, con lo divino, con el mundo y con el pueblo, y tenía mucha importancia en la sociedad de los nahuas. Los poetas eran príncipes o sacerdotes que representaban el sentimiento de la colectividad. Los cantos e historias se aprendían de memoria, pero existían grandes carteles (algunos de los cuales se conservan en códices europeos) con diseños y signos fonéticos que el sacerdote indicaba con el dedo mientras entonaba el poema correspondiente. Esta actividad se llamaba “cantar pinturas”. Al cantor se le llama cuicamatini. La poesía en náhuatl tiene y ha tenido un importante desarrollo a lo largo de muchos siglos, aún se pueden encontrar libros en los cuales se rescatan las formas de expresarse de los habitantes las antiguas civilizaciones que hablaban esta lengua; y en las comunidades de nahua-hablantes se pueden rescatar muy
variadas formas de este importante arte. El náhuatl es aún hablado en muchas regiones de México inclusive por personas que tienen mínimo o con el español, por lo tanto conservan muy buena parte de su cultura. Conclusión: Podemos concluir con lo anterior visto que la cultura mexica a pesar de no ser una cultura tan desarrollada a comparación con la maya y tener varios grandes errores, esta cultura ha sido trascendental para nuestro desarrollo, pues esta cultura nos presenta una infinidad de conocimientos y un mejor desarrollo cultural. Los mexicas fundaron la cuidad de Tenochtitlán, la cual fue edificada sobre agua, eran unos grandes "arquitectos" ya que sabían cómo hacer construcciones monumentales. Además de su grande pensamiento que ayudan a progresar y entender los porque de muchos cuestionamientos que se han tenido a lo largo del tiempo. La sociedad mexica sufrió profundas modificaciones a lo largo de su corta historia y esto nos ha ayudado a aprender y entender porque sucedieron estos hechos, los mexicas fueron la ultima cultura mesoamericana en aparecer y tuvieron su cultura basada en las demás culturas mesoamericana que existieron antes de ellos. Tenían poemas muy hermosos y la mayoría estaba basados en la vida y la naturaleza un ejemplo de estos "La flor y el canto" los filósofos consideran que a raíz de esto se preguntan acerca de la verdad del hombre y de las palabras verdaderas. Demostrando la reflexión con la que basaban su vida diaria La forma de vida en México incluye muchos aspectos de los pueblos prehispánicos y del período colonial. Otros aspectos importantes de su cultura, son los valores, la unidad familiar, el respeto, el trabajo duro y la solidaridad de la comunidad. Esta cultura ayudo a ver la magnífica cultura azteca, como se tomaban su tiempo para crear y diseñar cada detalle, como en las armas que cada aspecto es tenido en cuenta como el filo, o la aerodinámica, o las balas de cañón quita almas, cada rama no es solo un simple objeto es también el significado que hay detrás de este, podemos ver diferentes interpretaciones sobre estos objetos relativo al dios o al animal en el que fue inspirado, recogiendo esas características que destacan esos animales y plasmarla en los objetos, como una forma que ésas características lo acompañen, como transmisión de fuerza y alma del animal o del dios , como el caso del guerrero águila o jaguar que se visten de ese animal para
ganar la fuerza y demostrar por medio de su traje que tiene todo el poder de un jaguar, les d en la batalla esa fuerza adicional que conquisto toda la zona.
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