Sigamos siempre “la ley de bondad amorosa” al hablar ―Ha abierto la boca con sabiduría, y la ley de bondad amorosa está en su lengua.‖ (PRO. 31:26) EN LA antigüedad, el rey Lemuel recibió un importante mensaje donde su madre mencionaba las características de una buena esposa. Entre ellas sobresalen las siguientes: ―Ha abierto la boca con sabiduría, y la ley de bondad amorosa está en su lengua‖ (Pro. 31:1, 10, 26). Claro, no solo es deseable que hablen con bondad amorosa las mujeres sabias, sino cualquier persona que quiera agradar a Jehová (léase Proverbios 19:22). Ciertamente, debería actuar así todo cristiano que se precie de serlo. 2 Pero ¿qué es la bondad amorosa, y a quiénes debemos demostrarla? ¿Cómo logramos que ―la ley de bondad amorosa‖ gobierne nuestra lengua? ¿Cómo contribuye esta cualidad a que mejore la comunicación en la familia y en la congregación? ¿Qué es la bondad amorosa? 3 Como indica su propio nombre, la bondad amorosa combina las características de la bondad y del amor. Es bondad, pues nos lleva a interesarnos por los demás y a ayudarlos con acciones y palabras consideradas. Y es amorosa, pues esa preocupación por su bienestar se debe a que los queremos. Ahora bien, el término bíblico original se refiere a algo más que a la bondad que brota del amor. Implica, además, la voluntad de apegarse lealmente a una persona y perseverar hasta lograr lo que se quiere para ella. 4 Hay otro aspecto en el que la bondad amorosa se distingue de la bondad en sentido amplio, también llamada en la Biblia ―bondad humana‖. Este último tipo de bondad puede expresarse a todas las personas, incluso a los extraños. Así, leemos que los habitantes de la isla de Malta trataron con bondad humana al apóstol Pablo y a otros 275 náufragos, aunque eran completos desconocidos (Hech. 27:37– 28:2). Sin embargo, la bondad amorosa implica la adhesión y lealtad que existe entre quienes ya han entablado una relación. Por ejemplo, es la cualidad que les demostraron los quenitas a ―todos los hijos de Israel al tiempo que subían de Egipto‖ (1 Sam. 15:6). La importancia de meditar y orar 5 No es fácil demostrar bondad amorosa al hablar, como bien reconoció el discípulo Santiago: ―La lengua, nadie de la humanidad puede domarla. Cosa ingobernable y perjudicial, está llena de veneno mortífero‖ (Sant. 3:8). ¿Qué nos ayudará a refrenar este órgano tan difícil de controlar? Encontramos la clave en estas palabras que dirigió Jesús a los guías religiosos de su tiempo: ―De la abundancia del corazón habla la boca‖ (Mat. 12:34). Por consiguiente, si queremos que la bondad amorosa nos guíe al hablar, tenemos que tenerla primero dentro del corazón. Veamos cómo la meditación y la oración nos ayudan a implantarla en nuestro interior. 6 Un pasaje bíblico señala que Jehová es ―abundante en bondad amorosa‖ (Éxo. 34:6). Y uno de los salmos dice que su ―bondad amorosa [...] ha llenado la tierra‖ (Sal. 119:64). Además, en las Escrituras hay muchos relatos que ilustran cómo demostró Dios esta cualidad con sus siervos. Si sacamos tiempo para meditar en sus tratos, o acciones, crecerán en nosotros la gratitud y el deseo de imitar su ejemplo (léase Salmo 77:12). 7 Pensemos, por ejemplo, en la ocasión en que Jehová libró a Lot —el sobrino de Abrahán— y a su familia. Al acercarse la destrucción de Sodoma, los ángeles que habían ido a avisarle lo apremiaron a dejar su hogar y salir huyendo junto con los suyos. El relato bíblico señala: ―Cuando siguió demorándose, entonces, por la compasión de Jehová para con él, los [ángeles] asieron la mano de él y la mano de su esposa y las manos de sus dos hijas y procedieron a sacarlo y a situarlo fuera de la ciudad‖. Al reflexionar sobre este episodio, ¿no es cierto que nos conmueve la bondad amorosa que demostró Dios al salvarlo? (Gén. 19:16, 19.) 8 Pensemos también en David, quien cantó así: ―[Jehová] está perdonando todo tu error, [...] está sanando todas tus dolencias‖. ¡Cuánto apreció este rey de Israel que Dios le perdonara su pecado con Bat-seba! Por eso lo exaltó diciendo: ―Así como los cielos son más altos que la tierra, su bondad amorosa es superior para con los que le temen‖ (Sal. 103:3, 11). Al meditar en pasajes como estos, se nos llena el corazón de gratitud por la bondad amorosa de Jehová y
nos sentimos movidos a alabarle y darle gracias. Y cuanto más agradecidos estamos, más deseos tenemos de imitarlo (Efe. 5:1). 9 Estos y otros ejemplos de las Escrituras indican que el Dios verdadero concede su bondad amorosa —o, lo que es lo mismo, su amor leal— a quienes gozan de su aprobación. Pero ¿qué hace con quienes no disfrutan de su amistad? ¿Los trata con crueldad? No, ni mucho menos. ―Él es bondadoso para con los ingratos e inicuos‖, y por eso ―hace salir su sol sobre inicuos y buenos y hace llover sobre justos e injustos‖ (Luc. 6:35; Mat. 5:45). Antes de abrazar la verdad, nos beneficiábamos de la bondad que Jehová demuestra a todos los seres humanos. Pero cuando nos hicimos siervos suyos, llegamos a disfrutar de su amor leal, su infalible bondad amorosa (léase Isaías 54:10). ¡Qué agradecidos estamos! Y este sentimiento es un gran incentivo para seguir reflejando esta cualidad divina en nuestras conversaciones y demás actividades cotidianas. 10 La oración es una ayuda extraordinaria para cultivar la bondad amorosa. Recordemos que la bondad y el amor —elementos esenciales de esta cualidad— forman parte del fruto del espíritu santo (Gál. 5:22). Por eso, si nos sometemos a la influencia de esta fuerza divina, la bondad amorosa echará raíces en nuestro corazón. ¿Cómo obtenemos el espíritu santo? La forma más directa es pidiéndoselo a Jehová (Luc. 11:13). ¡Qué necesario es que le solicitemos vez tras vez su fuerza activa y que nos dejemos guiar por ella! Como vemos, la meditación y la oración son imprescindibles para que la ley de bondad amorosa dirija siempre nuestra lengua. Hable con bondad amorosa a su cónyuge 11 Pablo exhorta a los varones casados: ―Continúen amando a sus esposas, tal como el Cristo también amó a la congregación y se entregó por ella‖ (Efe. 5:25). El apóstol también les recuerda lo que dijo Jehová a Adán y Eva: ―El hombre dejará a su padre y a su madre y se adherirá a su esposa, y los dos llegarán a ser una sola carne‖ (Efe. 5:31). Es obvio que Dios espera que el marido trate siempre a su mujer con bondad amorosa y le demuestre adhesión y lealtad. Si el amor leal guía su lengua, no hablará despectivamente de ella ni divulgará sus errores. Por el contrario, se complacerá en alabar sus virtudes (Pro. 31:28). Y aunque se produzcan desacuerdos, la bondad amorosa lo llevará a evitar comentarios humillantes. 12 La buena esposa también aplica la ley de bondad amorosa en todo lo que dice, y no se deja llevar por el espíritu del mundo. Demuestra ―profundo respeto a su esposo‖ hablando bien de él en público, y así contribuye a que la gente lo estime aún más (Efe. 5:33). Como no quiere que los hijos le pierdan el respeto a su padre, no critica sus decisiones ni sus opiniones delante de ellos. Más bien, trata esos asuntos con él en privado. Bien dice la Biblia que ―la mujer verdaderamente sabia ha edificado su casa‖ (Pro. 14:1). En efecto, logra que su hogar sea un oasis de paz para toda la familia. 13 Ciertamente, aun en la intimidad del hogar, es esencial que los cónyuges se dirijan el uno al otro con respeto. Como indicó Pablo, deben abandonar la ―ira, cólera, maldad, habla injuriosa y habla obscena‖. También tienen que ―[vestirse] de los tiernos cariños de la compasión, la bondad, la humildad mental, la apacibilidad y la gran paciencia‖. Y, sobre todo, han de ―[vestirse] de amor, porque es un vínculo perfecto de unión‖ (Col. 3:8, 12-14). Si los hijos ven que sus padres se hablan siempre con amabilidad y cariño, no solo serán más felices, sino que muy probablemente copiarán su ejemplo. 14 El salmista imploró a Jehová: ―Sirva tu bondad amorosa, por favor, para consolarme‖ (Sal. 119:76). Una manera muy destacada como nuestro Padre celestial nos conforta es dándonos ánimo y guía (Sal. 119:105). Los cabezas de familia hacen bien en seguir su ejemplo. ¿Cómo pueden animar con sus palabras a los suyos? Dándoles la dirección y el estímulo que necesitan. Para ello disponen de una magnífica oportunidad: la Noche de Adoración en Familia, en la cual pueden descubrir juntos auténticos tesoros espirituales (Pro. 24:4). Amor leal a nuestros hermanos 15 ―Que tu bondad amorosa y tu apego a la verdad mismos me salvaguarden constantemente‖, oró el rey David (Sal. 40:11). ¿Cómo pueden los ancianos y otros cristianos maduros imitar el tierno cuidado de Jehová? Recordándoles a los demás de la
congregación lo que enseñan las Escrituras. Esa es sin duda una manera bondadosa de usar la lengua (Pro. 17:17). 16 ¿Qué deberíamos hacer si vemos a otro cristiano tomando un rumbo contrario a los principios bíblicos? ¿No debería movernos la bondad amorosa a hablar con él a fin de que se corrija? (Sal. 141:5.) Si nos enteramos de que un hermano ha cometido un pecado grave, el amor leal nos impulsará a animarlo a que ―llame [...] a los ancianos de la congregación‖ para que ―oren sobre él, untándolo con aceite en el nombre de Jehová‖ (Sant. 5:14). Pero si vemos que no habla con ellos, no sería una muestra de bondad y amor de nuestra parte quedarnos callados. Por otro lado, entre nosotros hay quienes se sienten mal por la soledad, la baja autoestima, el desánimo o graves decepciones. Es innegable que otra excelente manera de demostrar que la ley de bondad amorosa gobierna nuestra lengua es ―habl[ando] confortadoramente a las almas abatidas‖ (1 Tes. 5:14). 17 ¿Cómo deberíamos reaccionar cuando alguien acusa a uno o más testigos de Jehová basándose en rumores difundidos por nuestros enemigos? En vez de poner en duda la fidelidad de los hermanos, haremos bien en terminar la conversación o, si la persona es razonable, preguntarle qué base tiene para hacer esos comentarios. Por otro lado, en el caso de que los enemigos del pueblo de Dios quieran saber la localización de algún hermano para hacerle daño, el amor leal dicta que no se la indiquemos (Pro. 18:24). Quien muestra “bondad amorosa hallará vida” 18 El amor leal debe notarse en todas nuestras relaciones con los hermanos. La ley de bondad amorosa no debería apartarse de nuestra lengua nunca, ni siquiera en las circunstancias más difíciles. Recordemos que a Jehová le dolió ver que la bondad amorosa de los israelitas se había hecho tan efímera ―como el rocío que se va temprano‖ (Ose. 6:4, 6). En cambio, siempre le ha complacido que sus siervos reflejen esta cualidad en todo momento, y de hecho, los bendice por ello. ¿Cómo? 19 Proverbios 21:21 promete: ―El que sigue tras la justicia y la bondad amorosa hallará vida, justicia y gloria‖. Como vemos, entre las bendiciones que recibirá la persona bondadosa está la dicha de vivir, no solo por unos pocos años, sino por toda la eternidad. En efecto, Jehová la ayudará a alcanzar ―la vida que realmente lo es‖ (1 Tim. 6:12, 19). En vista de lo anterior, es vital que todos nos tratemos con ―bondad amorosa y misericordias‖ (Zac. 7:9). [Nota] En La Atalaya del 15 de mayo de 2002, páginas 12 y 13, 18 y 19, se explica más detalladamente las diferencias entre la bondad amorosa y las cualidades de la lealtad, el amor y la bondad. ¿Cómo lo explicaría? • ¿Qué es la bondad amorosa? • ¿De qué manera conseguiremos que la ley de bondad amorosa controle nuestra lengua? • ¿Cómo pueden los cónyuges demostrar con sus palabras la cualidad del amor leal? • ¿Qué indicará si estamos aplicando la ley de bondad amorosa al hablar con los hermanos? [Preguntas del estudio] 1, 2. a) ¿Qué cualidad debemos cultivar los siervos de Jehová? b) ¿Qué examinaremos en este artículo? 3, 4. a) ¿Qué es la bondad amorosa? b) ¿Qué diferencias hay entre la bondad amorosa y la bondad en general (o bondad humana)? 5. ¿Qué nos ayudará a controlar la lengua? 6. ¿Por qué deberíamos meditar sobre las muestras de bondad amorosa que ha dado Jehová? 7, 8. a) ¿Qué muestra de bondad amorosa tuvo Jehová con Lot y su familia? b) ¿Cómo se sintió David al experimentar la bondad amorosa de Dios? 9. ¿Qué gran incentivo tenemos los siervos de Jehová para demostrar bondad amorosa a diario? 10. Si queremos caracterizarnos por la bondad amorosa, ¿por qué es esencial que oremos? 11. a) ¿Cómo sabemos que Jehová desea que el marido trate con bondad amorosa a su mujer? b) ¿Cómo ayuda la ley de bondad amorosa a que el esposo controle su lengua?
12. ¿Cómo muestra la esposa que sigue la ley de bondad amorosa en todo lo que dice? 13. ¿Dónde debemos aplicar con más empeño la ley de bondad amorosa, y cómo podemos hacerlo? 14. ¿Cómo pueden los padres animar con sus palabras a su familia? 15. ¿Cómo pueden los ancianos y otros cristianos maduros proteger a los demás de la congregación con sus palabras? 16, 17. ¿De qué otras formas podemos aplicar la ley de bondad amorosa al hablar? 18, 19. ¿Por qué debemos aplicar la ley de bondad amorosa al hablar con los hermanos? [Ilustración de la página 23] David exaltó la bondad amorosa de Jehová [Ilustración de la página 24] ¿Celebramos semanalmente la Noche de Adoración en Familia? W10 15/08 pág. 21 Beneficiémonos de la bondad amorosa de Jehová ―¿Quién es sabio? [...] [Se] mostrará atento para con los actos de bondad amorosa de Jehová.‖ (SALMO 107:43.) HACE unos cuatro mil años, Lot, sobrino de Abrahán, dijo refiriéndose a Jehová: ―Estás engrandeciendo tu bondad amorosa‖ (Génesis 19:19). Esta es la primera vez que aparece en la Biblia la expresión ―bondad amorosa‖. También hablaron de esta cualidad divina Jacob, Noemí, David y otros siervos de Dios (Génesis 32:10; Rut 1:8; 2 Samuel 2:6). De hecho, las expresiones ―bondad amorosa‖ y ―bondades amorosas‖ aparecen unas doscientas cincuenta veces en la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras. Pues bien, ¿qué es la bondad amorosa de Jehová? ¿A quién la mostró en el pasado, y cómo nos beneficiamos de ella en la actualidad? 2 En las Escrituras, ―bondad amorosa‖ traduce un vocablo hebreo tan rico en significado, que la mayoría de los idiomas no son capaces de expresar con exactitud su sentido pleno con una única palabra. De ahí que ―amor‖, ―misericordia‖ y ―fidelidad‖ no transmitan todos sus matices. En cambio, la traducción ―bondad amorosa‖ es más abarcadora y comunica gran parte del sentido del vocablo hebreo. La Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras (con referencias) da acertadamente como otra traducción ―amor leal‖ (Éxodo 15:13; Salmo 5:7, nota). No es lo mismo que el amor y la lealtad 3 La bondad amorosa, o amor leal, está íntimamente relacionada con el amor y la lealtad, pese a lo cual difiere de estas cualidades en algunos aspectos importantes. Veamos la diferencia entre la bondad amorosa y el amor. Este último es un sentimiento que puede expresarse hacia cosas o conceptos. La Biblia habla del que ―ama el vino y el aceite‖ y del que ―ama la sabiduría‖ (Proverbios 21:17; 29:3). En cambio, la bondad amorosa se dirige a las personas, no a los conceptos ni a los objetos inanimados. Por ejemplo, cuando Éxodo 20:6 dice que Jehová ―ejerce bondad amorosa para con la milésima generación‖, se refiere a personas. 4 El término hebreo vertido ―bondad amorosa‖ también es más abarcador que la palabra lealtad. En algunos idiomas, el vocablo correspondiente a lealtad suele emplearse para designar la relación de un subordinado respecto a su superior. Pero como señala una investigadora, en el contexto bíblico ―es más frecuente que la bondad amorosa se refiera a la relación inversa: el poderoso es leal al débil, al necesitado‖. Por tanto, el rey David podía hacer esta petición a Jehová: ―De veras haz brillar tu rostro sobre tu siervo. Sálvame en tu bondad amorosa‖ (Salmo 31:16). A Jehová (el poderoso) se le pide que muestre bondad amorosa, o amor leal, al necesitado (David). Puesto que el necesitado no tiene ninguna autoridad sobre el poderoso, este manifiesta bondad amorosa por voluntad propia, no por obligación. 5 ―¿Quién es sabio? —preguntó el salmista—. [...] [Se] mostrará atento para con los actos de bondad amorosa de Jehová.‖ (Salmo 107:43.) La bondad amorosa de Dios puede liberar y conservar con vida a Sus siervos (Salmo 6:4; 119:88, 159). Es una protección, y contribuye al alivio de los problemas (Salmo 31:16, 21; 40:11; 143:12). Gracias a esta cualidad, es posible recobrarse del pecado
(Salmo 25:7). Mediante el examen de algunos relatos y de ciertos textos bíblicos, veremos: 1) que Jehová expresa su bondad amorosa mediante actos concretos y 2) cómo son objeto de dicha bondad sus siervos fieles. Una expresión de la bondad amorosa: la liberación 6 La mejor manera de determinar el alcance de la bondad amorosa de Jehová tal vez sea examinar relatos bíblicos en los que se resalta esta cualidad. En Génesis 14:1-16 se narra que Lot, sobrino de Abrahán, fue llevado cautivo por fuerzas enemigas, pero Abrahán lo rescató. La vida de Lot volvió a verse amenazada cuando Jehová decidió destruir la perversa ciudad de Sodoma, donde residían él y su familia (Génesis 18:20-22; 19:12, 13). 7 Inmediatamente antes de la destrucción de la ciudad, los ángeles de Jehová acompañaron a Lot y su familia fuera de ella. Entonces, Lot dijo: ―Tu siervo ha hallado favor a tus ojos de modo que estás engrandeciendo tu bondad amorosa, la cual has ejercido conmigo para conservar viva mi alma‖ (Génesis 19:16, 19). Con estas palabras reconoció que Jehová había demostrado extraordinaria bondad amorosa al rescatarlo. En este caso, Dios manifestó dicha cualidad mediante la liberación de este hombre justo y la conservación de su vida (2 Pedro 2:7). La bondad amorosa de Jehová y la guía que él proporciona 8 En el capítulo 24 de Génesis leemos un pasaje en el que se pone de relieve otra expresión de la bondad amorosa, o amor leal, de Dios. Allí se relata que Abrahán encargó a su siervo que fuera al país de sus parientes con objeto de hallar una esposa para su hijo Isaac (versículos 2-4). Era una tarea difícil, pero Abrahán aseguró al servidor que el ángel de Jehová lo guiaría (versículo 7). Por fin el siervo llegó a un pozo situado a las afueras de ―la ciudad de Nacor‖ (bien Harán o un lugar cercano), justo cuando se acercaban unas mujeres para sacar agua (versículos 10, 11). Cuando las vio aproximarse, se dio cuenta de que había llegado el momento crucial de su misión. Ahora bien, ¿cómo sabría cuál era la mujer adecuada? 9 Consciente de que necesitaba la ayuda divina, el servidor hizo esta oración: ―Jehová, el Dios de mi amo Abrahán, haz que suceda, por favor, ante mí en este día, y ejecuta bondad amorosa para con mi amo Abrahán‖ (versículo 12). ¿Cómo expresaría Jehová su bondad amorosa? El servidor pidió una señal inequívoca que le permitiera reconocer a la joven que Dios había escogido (versículos 13, 14). Una de ellas hizo exactamente lo que él había solicitado a Jehová. Parecía como si la joven hubiese escuchado su oración (versículos 15-20). Atónito, el servidor ―se quedó mirándola con fijeza, irado‖. No obstante, aún había que determinar algunos detalles fundamentales. ¿Era pariente de Abrahán esta hermosa mujer? ¿Estaba soltera todavía? De modo que el servidor guardó ―silencio para saber si Jehová había dado éxito a su viaje o no‖ (versículos 16, 21). 10 Poco después, la joven se identificó como ―la hija de Betuel el hijo de Milcá, que ella le dio a luz a Nacor [el hermano de Abrahán]‖ (Génesis 11:26; 24:24). En ese momento, el siervo se dio cuenta de que Jehová había contestado su oración. Conmovido, se postró y dijo: ―Bendito sea Jehová el Dios de mi amo Abrahán, que no ha abandonado su bondad amorosa y su confiabilidad para con mi amo. Estando yo en camino, Jehová me ha guiado a la casa de los hermanos de mi amo‖ (versículo 27). Al guiar al servidor, Dios mostró bondad amorosa al amo de este, Abrahán. La bondad amorosa de Dios alivia y protege 11 Repasemos a continuación el capítulo 39 de Génesis, el cual tiene como protagonista a José, un bisnieto de Abrahán que fue vendido como esclavo y llevado a Egipto. No obstante, ―Jehová resultó estar con José‖ (versículos 1, 2). De hecho, hasta su amo egipcio, Potifar, llegó a la conclusión de que Jehová lo respaldaba (versículo 3). Sin embargo, José se enfrentó a pruebas muy graves. Se le acusó falsamente de agresión sexual contra la esposa de Potifar, por lo que se le encarceló (versículos 7-20). Fue en ―el hoyo carcelario‖ donde ―con grilletes afligieron sus pies, en hierros entró su alma‖ (Génesis 40:15; Salmo 105:18). 12 ¿Qué ocurrió durante esa prueba especialmente dura? ―Jehová continuó con José y siguió extendiéndole bondad amorosa.‖ (Versículo 21a.) Un acto concreto de bondad amorosa dio inicio a una
serie de sucesos que a la larga lo aliviaron de sus sufrimientos. Jehová le otorgó ―hallar favor a los ojos del oficial principal de la casa de encierro‖ (versículo 21b). Como consecuencia, este funcionario le dio un puesto de responsabilidad (versículo 22). Luego, José conoció al hombre que con el tiempo hablaría de él a Faraón, el rey de Egipto (Génesis 40:1-4, 9-15; 41:9-14). Este, a su vez, lo nombró segundo gobernante del país, lo que resultó en que llevara a cabo una labor salvadora cuando el hambre azotó la tierra egipcia (Génesis 41:3755). Los sufrimientos de José comenzaron cuando tenía 17 años, y duraron más de doce (Génesis 37:2, 4; 41:46). Pero durante todo ese período de angustia y aflicción, Jehová Dios le manifestó bondad amorosa protegiéndolo del desastre total y conservándolo con vida para que desempeñara una función privilegiada en el propósito divino. La bondad amorosa de Dios nunca falla 13 Jehová expresó su bondad amorosa a los israelitas como pueblo en repetidas ocasiones. El Salmo 136 dice que, en su bondad amorosa, les concedió liberación (versículos 10-15), guía (versículo 16) y protección (versículos 17-20). También mostró esta cualidad a algunos individuos en particular. Nosotros manifestamos bondad amorosa a otras personas cuando realizamos acciones voluntarias a fin de satisfacer una necesidad fundamental. Una obra de consulta bíblica hace este comentario sobre la bondad amorosa: ―Es un acto que conserva y fomenta la vida. Es una intervención en favor de quien sufre infortunio o angustia‖. Un especialista señala que es ―amor traducido en acciones‖. 14 Los relatos de Génesis que hemos repasado indican que Jehová nunca deja de mostrar bondad amorosa a quienes lo aman. Lot, Abrahán y José vivieron en circunstancias diferentes e hicieron frente a pruebas distintas. Eran hombres imperfectos, pero también eran siervos aprobados de Jehová, y necesitaban Su ayuda. Nos reconforta el que nuestro amoroso Padre celestial demostrara bondad amorosa a esas personas. 15 Lot tomó algunas decisiones imprudentes que le acarrearon dificultades (Génesis 13:12, 13; 14:11, 12). Pero también manifestó cualidades encomiables. Cuando dos ángeles de Dios llegaron a Sodoma, los acogió con hospitalidad (Génesis 19:1-3). Con fe advirtió a sus yernos que era inminente la destrucción de la ciudad (Génesis 19:14). En 2 Pedro 2:7-9 encontramos la opinión de Dios sobre este hombre: ―[Jehová] libró al justo Lot, a quien angustiaba sumamente la entrega de la gente desafiadora de ley a la conducta relajada — porque aquel hombre justo, por lo que veía y oía mientras moraba entre ellos de día en día, atormentaba su alma justa a causa de los hechos desaforados de ellos—, Jehová sabe librar de la prueba a personas de devoción piadosa‖. En efecto, Lot era un hombre justo y, como se deduce de las palabras del apóstol, era una persona de devoción piadosa. Igual que él, nosotros disfrutamos de la bondad amorosa de Dios al efectuar ―actos santos de conducta y hechos de devoción piadosa‖ (2 Pedro 3:11, 12). 16 El relato del capítulo 24 de Génesis no deja lugar a dudas sobre la relación de Abrahán con Dios. El primer versículo dice que este ―había bendecido a Abrahán en todo‖. El siervo de aquel patriarca llamaba a Jehová ―el Dios de mi amo Abrahán‖ (versículos 12, 27). Y el discípulo Santiago menciona que Abrahán fue ―declarado justo‖ y ―vino a ser llamado ‗amigo de Jehová‘‖ (Santiago 2:21-23). Muy parecido es el caso de José. En todo el capítulo 39 de Génesis se hace hincapié en la estrecha relación entre él y Jehová (versículos 2, 3, 21, 23). Además, el discípulo Esteban afirmó sobre José: ―Dios estaba con él‖ (Hechos 7:9). 17 Todas estas personas de las que acabamos de hablar y que fueron objeto de la bondad amorosa de Jehová Dios tenían una buena relación con él y cumplieron Su propósito de diversas maneras. Se enfrentaron a obstáculos que no habrían podido superar por sí solos. Había varios factores en juego: la vida de Lot, la continuación del linaje de Abrahán y el papel que José iba a desempeñar en el futuro. Solo Jehová podía satisfacer las necesidades de estos hombres piadosos, y lo hizo interviniendo con hechos de bondad amorosa. Para experimentar por siempre esta cualidad de Jehová Dios, nosotros también debemos tener una relación estrecha con él, además de seguir cumpliendo su voluntad (Esdras 7:28; Salmo 18:50).
Dios favorece a sus siervos 18 La bondad amorosa de Jehová ―ha llenado la tierra‖, y nosotros estamos muy agradecidos por esta cualidad divina (Salmo 119:64). Respondemos de todo corazón a esta frase que repite el salmista: ―Oh, dense gracias a Jehová por su bondad amorosa, y por sus maravillosas obras para con los hijos de los hombres‖ (Salmo 107:8, 15, 21, 31). Nos alegramos de que Dios tenga bondad amorosa con sus siervos aprobados, bien a nivel individual o colectivo. El profeta Daniel llamó en oración a Jehová ―el Dios verdadero, el Grande e Inspirador de temor, que guarda el pacto y la bondad amorosa a los que lo aman y a los que guardan sus mandamientos‖ (Daniel 9:4). El rey David pidió en oración: ―Continúa tu bondad amorosa a los que te conocen‖ (Salmo 36:10). Nos llena de gratitud el hecho de que Dios exprese bondad amorosa a sus siervos (1 Reyes 8:23; 1 Crónicas 17:13). 19 Verdaderamente, los siervos de Jehová somos muy favorecidos. Además de beneficiarnos del amor que Dios tiene a la humanidad en general, gozamos de bendiciones especiales como resultado de la bondad amorosa, o el amor leal, de nuestro Padre celestial (Juan 3:16). Nos beneficiamos de esta inestimable cualidad de Jehová sobre todo en momentos de necesidad (Salmo 36:7). Ahora bien, ¿cómo podemos imitar la bondad amorosa de Jehová Dios? ¿Tenemos cada uno de nosotros esta sobresaliente virtud? Estas y otras preguntas relacionadas se analizarán en el próximo artículo. ¿Recuerda? • ¿De qué otra manera se traduce en la Biblia ―bondad amorosa‖? • ¿En qué se diferencia la bondad amorosa del amor y de la lealtad? • ¿Cómo demostró Jehová bondad amorosa a Lot, Abrahán y José? • ¿Qué nos garantizan las expresiones de bondad amorosa de Jehová? [Preguntas del estudio] 1. ¿Cuándo se utilizó por primera vez en la Biblia la expresión ―bondad amorosa‖, y qué preguntas analizaremos respecto a esta cualidad? 2. ¿Por qué es tan difícil definir el término hebreo traducido ―bondad amorosa‖, y cuál es otra traducción acertada de ese vocablo? 3. ¿En qué difiere la bondad amorosa del amor? 4. ¿En qué difiere la bondad amorosa de la lealtad? 5. a) ¿Qué características de la bondad amorosa de Dios se resaltan en Su Palabra? b) ¿Qué expresiones de la bondad amorosa de Jehová analizaremos? 6, 7. a) ¿Cómo engrandeció Jehová su bondad amorosa en el caso de Lot? b) ¿Cuándo mencionó Lot la bondad amorosa de Jehová? 8, 9. a) ¿Cuál fue la misión del siervo de Abrahán? b) ¿Por qué oró a Dios el servidor pidiéndole su bondad amorosa, y qué sucedió mientras lo hacía? 10. ¿Por qué llegó el servidor de Abrahán a la conclusión de que Jehová había mostrado bondad amorosa a su amo? 11, 12. a) ¿Qué pruebas estaba atravesando José cuando experimentó la bondad amorosa de Jehová? b) ¿Cómo expresó Dios su bondad amorosa en el caso de José? 13. a) ¿Qué expresiones de la bondad amorosa de Jehová encontramos en el Salmo 136? b) ¿Qué es, en realidad, la bondad amorosa? 14, 15. ¿Por qué estamos seguros de que Lot era un siervo aprobado de Dios? 16. ¿En qué términos favorables se expresa la Biblia tocante a Abrahán y José? 17. ¿Qué aprendemos de los ejemplos de Lot, Abrahán y José? 18. ¿Qué indican varios textos bíblicos sobre la bondad amorosa de Jehová? 19. ¿Qué preguntas se analizarán en el próximo artículo? [Ilustración de la página 13] ¿Sabe cómo mostró Dios bondad amorosa a Lot? [Ilustraciones de la página 15] En su bondad amorosa, Jehová guió al siervo de Abrahán [Ilustraciones de la página 16]
Jehová expresó bondad amorosa protegiendo a José W02 15/5 pág. 12