La actitud religiosa. La religión como respuesta. I.
La actitud religiosa, determinada por lo sagrado.
1. Búsqueda del sentido último La religión, en cuanto vivencia de algo trascendente, no es la manifestación misma, sino la respuesta de alguien a dicha manifestación. Los fenomenólogos definen la religión como “la experiencia vivida por el hombre de un ser trascendente fuera de su alcance…” Para el hombre religioso, la vida sólo tiene sentido si es vivida como aceptación de un requerimiento hecho desde lo alto: el hombre no es agente de la historia, sino colaborador de un agente superior. De este sentimiento derivan dos actitudes: 1) Desprendimiento de lo terreno 2) Sometimiento agradecido a una potencia suprema La experiencia religiosa, determinada por lo sagrado, comporta una doble experiencia: 1) Experiencia de sentido último 2) Experiencia de encuentro personal con Dios. A. EXPERIENCIA DE SENTIDO ÚLTIMO Las formas de a la realidad son múltiples y complejas: 1) Experiencia científica: conocimiento empírico, a través de los sentidos. 2) Razón dialéctica: conocimiento por un ejercicio de racionalización. 3) Experiencia de sentido: interpreta simbólicamente los contenidos de las experiencias anteriores. Es cierto que la experiencia de sentido debe contar con las dos primeras, pero así y todo se vale por sí misma. La experiencia de sentido respeta la realidad (no pretende controlarla), y de ahí su función desveladora: más que demostrar, abre horizontes, sugiera nuevas realidades. El vehículo de esta experiencia es el símbolo y tiene sentido dentro de un contexto cultural especial. La experiencia de sentido último tiene tres elementos constitutivos: 1) Iluminación: porque permite al hombre sentirse enriquecido con el descubrimiento de su fundamento y su meta última 2) Trascendimiento: porque impulsa al hombre a adentrarse en otra realidad superior que lo perfecciona 3) Participación: porque el hombre se hace con la realidad sugerida. B. LA EXPERIENCIA RELIGIOSA La experiencia religiosa es una experiencia de sentido centrada en lo sagrado. No es una experiencia de lo inmediato, sino una profundización en la experiencia inmediata. La experiencia religiosa tiene tres elementos determinantes: 1) Insobornable y terrible: imprevisible; beneficios y desastres que rebasan el poder humano. 2) Delimitación y forma: Dios da forma al sustrato salvaje convirtiéndolo en cosmos. 3) Enviado: mediador que revela el camino de la salvación y que hace de la religión un mensaje de liberación.
En toda experiencia religiosa intervienen los tres principios (material, formal y final) captados por la consciencia, de los que derivan sus tres características: 1) Inmediatez: en esta experiencia no se da un o directo como en la percepción; toma la forma de encuentro personal con lo sagrado, pero a través de realidades mediadoras. 2) Globalidad: la experiencia no es puntual, sino que abarca a la persona por entero. 3) Transformación: en la experiencia religiosa el sujeto se des-centra (sale de sí) y adopta una postura de aceptación de una realidad superior. La experiencia religiosa suscita una clase especial de aceptación, que es la aceptación respetuosa: - Una experiencia religiosa suscita una actitud religiosa/religión, que se caracteriza por la búsqueda el sentido último y, luego, la aceptación dócil del término encontrado. - La docilidad ante semejante descubrimiento brota del sentimiento de salvación: se trata de una fuerza superior que obliga al sometimiento porque hay que contar con ella para salvarse. 2. La religión como encuentro personal con Dios A. LA ALTERIDAD, BASE DEL ENCUENTRO La A. F. contemporánea ve la alteridad y comunicabilidad como dimensiones constitutivas de la persona, que es una estructura abierta no sólo al mundo, sino principalmente a los otros hombres. El personalismo filosófico hace hincapié en la relación con otros: el hombre se hace persona en la relación vital del yo con el tú. El yo depende del tú a tal punto que la relación hombre-mundo pasa por el encuentro personal con otros. B. ESTRUCTURA DEL ENCUENTRO PERSONAL El encuentro es una modalidad de relación entre personas, que se distingue por la respectividad, reciprocidad e intimidad. Estos principios radican en una estructura peculiar, cuyos elementos son: 1) Inviolabilidad: se basa en el respeto al otro reconocido como otro yo. 2) Dignidad: es el reconocimiento de la supremacía de la persona, puesto que en la dignidad intrínseca a ella radica su grandeza. 3) Interioridad: fruto de la auto posesión y autodominio y consiste en la auto transparencia de espíritu. La persona sabe que sabe y se constituye en consciencia de sí que se ve reflejada en otras consciencias de sí. 4) Liberad: capacidad de optar por el bien y el valor que nos perfecciona, supone la acogida de lo ilimitado sin restricciones, y es la disposición de uno mismo a hacerse disponible al otro. C. EL ENCUENTRO PERSONAL CON DIOS Punto de partida sólo puede hablarse de desprendimiento y completa donación en la perspectiva de un valor absoluto que atrae por encima de toda posesión finita. El encuentro con Dios comporta ciertas dificultades, a saber: 1) La absoluta trascendencia del misterio: la trascendencia (“la verdad no se reduce a la suma de nuestras verdades, ni el bien a los valores que hemos instaurado”) comienza a ser considerada como Dios cuando es vista como ser personal: reconocer la trascendencia como ser personal es descubrirla como raíz y sentido de la propia existencia. 2) La posible objetivación del sujeto religioso: la objetivación del misterio supondría la absorción objetivante del ser humano. Sin embargo, esta reducción no es posible, ya que lo sagrado es siempre lo otro e inobjetivable. 3) La ausencia de dialogo personal en algunas de las religiones: esta dificultad tiene su origen en la historia de ciertas religiones que no reconocen el encuentro personal con el Absoluto.
Superadas estas dificultades, la actitud religiosa queda definida como el encuentro personal con el Misterio. Esta experiencia tiene dos características fundamentales: 1) Inobjetividad conceptiva: en la actitud religiosa el sujeto no ejerce dominio intelectivo sobre el objeto (como sucede con el saber científico-filosófico), pues lo reconoce como ser que desborda su finitud y centro y razón de su existencia. Lo que tipifica la actitud religiosa no es la referencia intelectual, sino el sentirse concernido personalmente por el misterio y obligado a responder confiadamente. Pero no debe identificarse el misterio con lo irracional e inaccesible al conocimiento humano: para que haya comportamiento religioso, lo sagrado debe articularse de modo que pueda incidir en la vida del hombre como ser racional. 2) Interpelación personal: se desprende de lo último dicho: en el encuentro con lo sagrado, la presencia de lo divino aparece como un tú que reúne todas las características del encuentro personal. La actitud religiosa se fundamenta en la dualidad yo-tu propia del hombre y su carácter dialógico se debe a la síntesis de una respectividad afectante y una alteridad absoluta e inobjetivable, ante la cual el hombre experimente su pequeñez: reconocimiento, sumisión y entrega son ingredientes de este encuentro. 3. Definición de la actitud religiosa La actitud religiosa/religión es un hecho humano que consiste en la aceptación del hombre de una realidad suprema que confiere sentido último al mundo, al hombre y a la historia. A. COMPONENTES DEL HECHO RELIGIOSO 1) Hecho humano específico: la religión es una actividad exclusivamente humana, pero es irreducible a cualquier otro hecho humano porque consiste en asumir la existencia en perspectiva de trascendencia. 2) Realidad suprema: es el determinante de la actitud religiosa. Se trata de un Ser trascendente de triple superioridad: a) ontológica (ser más); b) axiológica (mayor valor); y c) personal (super-persona). De esta superioridad su carácter de Misterio. 3) Función salvífica: semejante realidad suprema confiere sentido último, porque en ella el hombre alcanza su plenitud y se siente liberado. B. RASGOS Y CARACTERES DEL HECHO RELIGIOSO 1) Por parte del hombre, los caracteres principales son: - Dinámico comporta actividad constante - Emocional afecta al hombre en su psiquismo integral - Óntico y místico se inscribe en el núcleo del ser humano - Doctrinal contiene verdades imprescindibles - Colectivo y eclesial se ejerce en unión con los demás - Inmanente y trascendente se dirige a lo totalmente otro 2) Por parte del misterio, la religión se presente como la irrupción de una potencia extraña en la propia vida, que insta a ser plenamente con la asistencia del algo superior.
II.
Origen cronológico y antropológico de la Religión.
1. Origen cronológico Mientras que la etnología y la prehistoria se preguntan si hubo una fase primitiva arreligiosa, la antropología filosófica responden al problema del hombre religioso por naturaleza. Parece comprobado que desde que el hombre existe hay indicios de creencias sobrenaturales. Existe religión siempre que se registran vestigios humanos. Se trata de una constante consustancial a la naturaleza humana.
A. INDICIOS 1) Ritos funerarios: el tratamiento de cadáveres demuestra veneración y creencia en una vida futura. Este signo aparece en el 300.000 a.C con el homo pekinense. Esta práctica se hace más frecuente y sofisticada en la medida que nos acercamos al homo sapiens. 2) Arte y creencia: desde el paleolítico superior encontramos manifestaciones artísticas que apunten a un orden de tipo superior. No hay opinión unánime sobre los significados. 3) Lugares de culto: Han sido localizados determinados lugares que revisten características de santuarios. Un ejemplo es la cueva de Juyo (14.000 años atrás) B. CUADRO CRONOLÓGICO 1) Pitecántropos: - Homo pekinense (300.000 a.C) indicios de religión. - Homo soloense (80.000 a.C) hipótesis de culto. 2) Homo Sapiens: - Hombre de Neanderthal (60.000 a.C) certeza de culto. 3) Homo Sapiens-Sapiens: - Hombre de Cromañón (30.000 a.C) religiosidad indiscutible. Conclusión la ciencia prehistórica y etnológica demuestran que los hombres del paleolítico superior y medio eran ya religiosos. 2. Origen antropológico-religioso de la religión “Origen antropológico de la religión” capacidad del hombre de relacionarse con una realidad superior con consciencia de dependencia. Esta consciencia de dependencia y obligación debe cumplir con cuatro requisitos antropológicos para adquirir el carácter religioso: 1) Dependencia de un ser personal: la realidad de la que se depende, además de ser trascendente, debe tener una verdadera personalidad. 2) Relación plenificadora: esta dependencia no debe ser alienante, sino hacer más al hombre y favorecer su realización como persona. 3) Experiencia de encuentro: porque la realidad superior no es lejana o vengativa, ni tampoco la mera causa última, sino donde el hombre halla la perfección. 4) Consciencia de participación: se trata de la propia participación en la vida divina por donación gratuita de Dios, que concede al hombre la trascendencia. La religión es la respuesta del hombre al requerimiento amoroso de Dios, que lo hace sentirse hijo suyo.
III.
Categorías religiosas y formas afines
1. Categorías y prácticas religiosas: Aquellos conceptos que expresan unos hechos típicamente religiosos sin entrar en sus connotaciones teológicas, espirituales o éticas. Son 5 estas manifestaciones externas de la actitud religiosa: 1) Fe y oración: LA FE: es el reconocimiento y aceptación de una realidad trascendente que dota de sentido al hombre. No por excluir evidencia se reduce a un mero presentimiento. Abre dos caminos que culminan en la salvación: (1) el apoderamiento, en cuanto el hombre encuentra su lugar en Dios; (2) el comportamiento, porque el hombre ordena su existencia a una totalidad logada mediante ritos, costumbres y una conducta moral. LA ORACIÓN: consecuencia de la fe. El que cree implora favores al que todo lo puede.
2) Fiesta y culto: LAS FIESTAS: días especiales en las que el hombre rompe su monotonía para dedicarse a Dios. Es una forma de recupera y repetir el tiempo, de renovarlo. En las fiestas se rememoran y actualizan las gestas divinas de los orígenes. EL CULTO: se reserva para días festivos y consta de un conjunto de actos sociales cuya finalidad es exteriorizar la vivencia religiosa. El culto obedece a una normativa que emana de la comunidad que lo realiza y debe estar exento de pragmatismo que lo conviertan en una práctica rutinaria para obtener favores mundanos. 3) Sacrificio: Consiste en la introducción de algo profano en el área de lo sagrado con el fin de fortalecer el vínculo hombre-Dios, estableciendo una comunicación entre lo sagrado y lo profano por medio de una víctima. 4) Culpa y Pecado Significa el rechazo consciente de la voluntad divina por parte del hombre en el cumplimiento de sus obligaciones. La dialéctica transgresión-perdón es una constante en todas las religiones. 5) Muerte e inmortalidad Esta idea predomina en todas las religiones como nota esencial. LA MUERTE: es un hecho biológico que no ite vuelta atrás. LA INMORTALIDAD: aunque no es interpretada de igual manera en todos los credos, siempre es considerada un don de Dios (participación en esa vida otra del Ser superior) 2. Formas afines a la religión: Guardan algún parentesco con las formas religiosas. Son 3 las formas más significativas: 1) Magia Conjunto de prácticas por las que se intenta conseguir favores y bienes inalcanzables por medios ordinarios. La magia reconoce el orden de lo sobrenatural, pero recurre a la intervención del hombre para apropiarse de fuerzas del Ser supremo. Tenemos distintos tipos según sus fines: magia positiva-activa si es para obtener favores, positiva-pasiva si es para evitar males; magia blanca si se usa para obtener beneficios para sí, y magia negra si se usa para hacer daño a otros. La diferencia fundamental entre magia y religión es que en tanto que la primera denota poder desproporcionado, por un falso concepto del mundo y sus leyes, la segunda, consciente de la limitación humana, opta por la sumisión y el acatamiento. 2) Hechicería Parte de una concepción de naturaleza que excluye todo poder sobrenatural. Es apropiación de poderes naturales ocultos con fines maléficos, y en ese sentido se asemeja a la magia negra. Algunos hechiceros están poseídos por el demonio y otros no. Los medios empleados varían según la cultura y son trasmitidos generacionalmente. 3) Superstición Atribuye poderes extraordinarios a ciertos ritos sin relación con la divinidad. Valiéndose de objetos/ritos el supersticioso cree superar la angustia y el temor que suscitan las fuerzas incontrolables. Aquí están las oraciones milagreras, la adivinación del futuro, el uso de talismanes, etc… todas ellas prácticas que responden a una falsa concepción del mundo que diviniza la naturaleza y le atribuye facultades sobrenaturales.
IV.
Recapitulación
La religión es un hecho exclusivo del hombre que procede del psiquismo superior (inteligencia y voluntad), pero tiene connotaciones que la diferencian de cualquier otro hecho humano.
La religión o actitud religiosa es la manera de asumir la existencia en perspectiva de trascendencia, reconociendo y aceptando una realidad suprema (misterio) de la que el hombre se sabe dependiente y en la que encuentra la solución y el sentido de su existencia. La estructura del hecho religioso integra: (1) el misterio, realidad por excelencia, (2) el hombre en su circunstancia histórica y (3) las hierofanías, que serían las mediadoras entre el hombre y el misterio.
V.
Religión y Religiones
1. Esquemas y clases de religión. A. CRITERIO DE CLASIFICACIÓN FENOMENOLOGICO: esto es, según el modo de relacionarse con el Absoluto desde el mundo en el que se viven. Tenemos tres diferenciaciones según este criterio: 1) Religión profética y sapiensal: Porfética la realidad última se adquiere mediante la palabra de Dios que se da a los profetas para comunicarla. Sapiensal reflexionando sobre la realidad, el hombre descubre el sentido último de la vida y la historia. 2) Religiones politeísta, henoteísta y monoteísta: Politeísta dioses distintos que se corresponden, en general, con fuerzas naturales. Henoteísta confiere primacía a una de estas divinidades por sobre las demás. Monoteísta sólo reconoce a un Dios único, trascendente y personal, creador y salvador. 3) Religiones mística y personalista: Mística Dios lo es todo para el hombre, y el individuo desaparece sacrificándose al Absoluto, en cuya unión es absorbido por completo. Personalista reconoce la supremacía de Dios, pero mantiene intactas la originalidad y las posibilidades del hombre, que se relaciona con Dios sin perder su individualidad. B. CRITERIO DE CLASIFICACIÓN SOCIOLÓGICO: es decir, según la estructura social. Encontramos dos diferenciaciones en este esquema: 1) Religiones tribal y universal: Tribal comunidad natural, tribu o pueblo en la que el individuo alcanza la salvación por el hecho de su pertenencia a un grupo determinado. Universal rompe esquema espacio-temporal y trasciende naciones y culturas: se refiere al hombre en cuanto hombre sin restricciones. 2) Religiones primitiva, arcaica, histórica, moderna y posmoderna Primitiva tiene su fundamento en el mito como forma de expresión de la realidad. Además del ser supremo, aparecen otras figuras divinas intermediarias, que polarizan el interés y los actos de culto. Arcaica profesa ya un culto verdadero en el que intervienen sacrificios y sacerdotes. En ocasiones se confiere carácter divino a la realeza gobernante. Histórica aquella que es conocida por métodos históricos y ya no métodos arqueológicos. Tiene ya un concepto claro de la trascendencia del Absoluto. Moderna parte de una concepción secularista de la vida, rechaza el dualismo Dios-mundo y niega a las Iglesias el monopolio de lo sagrado. Posmoderna se caracteriza por un retorno a lo sagrado; es una vuelta a lo místico donde dominan las prácticas rituales, la fe milagrera, las manifestaciones populares, etc…
2. Razón del pluralismo religioso: religión y religiones Para ZUBIRI, en el origen de esta diversidad intervienen factores de dos clases: en primer lugar aludo a los (1) cuerpos sociales, y a la vez, se refiere a los (2) ciclos y tipos de vida de cada religión. Pero la verdadera causa es la divinidad misma, puesto que la religión es comunicación entre hombres y dioses como realidades últimas que les prefijan su destino. Por eso un determinado concepto de Dios comporta un modo especial de comunión y escatología. Ahora bien, para Zubiri, esto no significa que Dios sea diferente y plural en sí mismo, sino que los hombres de un cuerpo social específico y con un tipo de vida determinado se forjan una idea específica de Dios, de la que deriva su modo de relación, esto es, su religión. VELASCO plantea la misma cuestión en cuatro niveles diferentes: 1) Práctica de la religión: el hombre entra en o con la divinidad a través de formas concretas que confieren a cada religión una fisonomía definida. Estas formas, prácticas o mediaciones dependen de las circunstancias socioculturales de cada pueblo. 2) Teología del propio credo: aquí se acentúa la conciencia de la absoluta trascendencia, relativizando las mediaciones que lo dan a conocer. Las religiones no se comprenden en sí mismas, sino por el credo que profesan; este es el criterio de diferenciación. 3) Filosofía de la religión: con un criterio único de racionalidad, se juzgan los distintos sistemas de acuerdo a su compatibilidad con la razón. De esta manera se perciben las diferencias entre las religiones, a la vez que se determinan sus virtudes y deficiencias. 4) Fenomenología y ciencia comparada de las religiones: permiten detectar los rasgos comunes de las religiones, reuniéndolas bajo una misma categoría general. Con este criterio se determina la esencia de la religión: la relación del hombre con el misterio. Esta actitud es fundamental, mientras que las mediaciones racionales, las instituciones sociales y las manifestaciones históricas son secundarias. No se pretende emitir juicios de valor sobre las distintas religiones (¿?): no es extraño que quien de verdad busca a Dios sienta como suyo lo que encuentra el otro. La diferencia estriba en la medida en que cada religión ha conseguido acercarse al misteiro del Dios verdadero. HEGEL propuso una noción de religión que permite identificar el cristianismo como religión absoluta en la que culminan todas las demás. ZUBIRI, al comparar el cristianismo con las otras formas de religiosidad, hace de la verdad cristiana el trazado de la verdad de todas las demás: el cristianismo no es sólo verdadera religión, sino la verdad definitiva.