INMUNOMODULADORES EN EL CANCER
Las terapias convencionales para el tratamiento del cáncer parecen haber llegado a una meseta de eficacia. Si bien el avance conseguido en los últimos años en los aspectos terapéuticos de algunos tumores ha sido significativo, en otros casos los índices de respuestas objetivas son muy bajos. Es por ello que se abren nuevas alternativas tal es el caso de la inmunomodeladores los cuales pueden cambiar la forma en que las defensas del cuerpo interactúan con las células cancerosas. Por lo general, dichos inmunomoduladores se obtienen por síntesis química o como resultado del procesamiento de cultivos de células o tejidos y se istran a los pacientes a fin de reforzar la capacidad del cuerpo para combatir la enfermedad, dirigir hacia las células enfermas la potencia que tiene el sistema inmunológico para combatir enfermedades y fortalecer el sistema inmunológico debilitado. Las estrategias actuales para ejercer la inmunoterapia contra tumores utilizan mecanismos como: activación de macrófagos a partir de estimulantes inespecíficos de la defensa del huésped, como BCG y levamisol, citocinas con efecto en la expansión de células T citotóxicas como la IL-2, tratamientos con células LAK y TIL con efecto de reducción de masas tumorales, anticuerpos monoclonales, anticuerpos monoclonales quiméricos y humanizados, anticuerpos unidos a toxinas, enzimas o radioisótopos para formar inmunotoxinas con potencial citotóxico, vacunas de ADN, vacunas idiotípicas, vectores para la expresión de antígenos heterólogos, como vectores virales y terapia génica basada en la introducción de genes para la producción de citocinas o moléculas coestimuladoras en las células tumorales Los modificadores de la respuesta biológica incluyen tratamientos con citocinas, como los interferones (IFN), que son los modificadores que más se conocen y utilizan. El interferón es un modulador del sistema inmunológico, con diversas acciones incluyendo la activación de la respuesta inmune innata mediada por células NK y macrófagos y la regulación de la presentación antigénica, de la maduración de las células dendríticas y de los procesos de proliferación celular y de apoptosis. En pacientes con cáncer renal metastásico su tasa de respuestas oscila entre el 10 y el 20%. Los tratamientos de linfomas cutáneos de células T (LCCT) tienen agentes biológicos eficaces como: interferones alfa y gamma recombinantes, IL-12 e IL- 2 recombinantes, bexaroteno. Las interleucinas son citocinas naturales. La interlucina-2, la más estudiada para el tratamiento del cáncer, es un modificador de la respuesta biológica que actúa como regulador de la respuesta inmunitaria. Está indicada como bioterapia en el tratamiento del carcinoma renal metastásico y en el melanoma maligno avanzado, así como en la leucemia aguda mieloblástica en recaída y en el trasplante de médula ósea.
Esta citocina estimula el crecimiento y la actividad de muchas células del sistema inmunológico, como en el caso de los linfocitos citotóxicos que pueden destruir a las células cancerosas. Los beneficios de las interleucinas solas o en combinación con medicamentos siguen estudiándose para tratar diversos cánceres como: los de pulmón, cerebro, próstata, cervicouterino, colorrectal, leucemias y linfomas Se propone que un fragmento aislado de IL-2 puede aumentar la respuesta a la quimioterapia, una vez que se haya demostrado su capacidad de promover la absorción de más del 300% de la cifra normal de quimioterápicos. La elevada toxicidad de este tratamiento, que precisa vigilancia en una unidad de cuidados intensivos, especialmente por los cuadros de hipotensión, indujo a desarrollar esquemas más tolerables, incluyendo infusiones continuas, que parecen tener una eficacia similar con menor toxicidad. La falta de regulación de diversos componentes inmunitarios (sobreexpresión de citocinas y moléculas de adhesión, formación de inmunocomplejos patógenos) favorece la depresión de la función inmunitaria. El uso inadecuado de dichos tratamientos se relaciona con diversas complicaciones. La utilización de inmunomoduladores, IL-2 e interferón- α, produce un discreto efecto natural, con una importante tocividad, independiente del beneficio obtenido. Bajas dosis de IL-2 pueden reducir los efectos secundarios y mantener la actividad antitumoral. Deben evitarse las reacciones cruzadas que generen respuestas autoinmunitarias, así como la aparición de alergias e infecciones sistémicas relacionadas con la activación de respuestas de hipersensibilidad para el caso de alergias, y con la interferencia de mecanismos de respuesta como actividad de NK, activación de complemento, liberación de TNF y otras citocinas inflamatorias para el caso de las infecciones sistémicas. Es por tanto que los tratamientos con inmunomoduladores constituyen una alternativa promisoria y eficaz en el manejo del cáncer, es una de las alternativas con más futuro para el control de la enfermedad neoplásica.
Jean Carlos Martínez Valverde
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