Trabajo Práctico. La India joya de la Corona Imperial.1815-1915.
La India era considerada por los británicos la joya del imperio, no sin motivo, era la posesión británica más rica. El manejo de aquellos territorios se hizo primero de la mano de la llamada “Compañía de las Indias Orientales”, dicha empresa obtuvo el 31 de diciembre del año 1600, un permiso otorgado por la reina Isabel I de Inglaterra que se traducía en la concesión del privilegio y monopolio del comercio con las Indias durante un tiempo determinado de 15 años. Su sede se encontraba en Londres y tuvo que enfrentarse al comienzo con la influencia que os holandeses ejercían en la India. El primer punto de comercio en la India se estableció en el puerto de Surat en 1608, a los dos años siguientes la Compañía construyó su primera fábrica en la Bahía de Bengala, los importantes beneficios que consiguió la empresa en esos primeros años, hicieron que el rey Jacobo I se planteara conceder el permiso a otras empresas, sin embargo en 1609 renovó la carta real y concedió la exclusividad del comercio a la Compañía durante un tiempo indefinido. Los comerciantes se vieron envueltos en enfrentamientos con los holandeses y los portugueses por el control en la zona del Océano Índico, que culminó con la victoria sobre los portugueses en la Batalla de Swally (1612), lo cual facilitó que la compañía británica se ganara el favor del emperador mogol, quien les permitió comerciar con todos los puertos de su imperio en 1615.La Compañía rápidamente eclipsó a los portugueses que habían establecido sus bases en Goa y Bombay, posteriormente cedida a los británicos, y ya en 1647 contaban con 23 fábricas y 90 empleados en la India. Ganaron raudamente la confianza del emperador Mogol que en el año 1634 les amplió su hospitalidad y les permitió a los británicos comerciar con la región de Bengala, los negocios se centraban en el algodón, la seda, el índigo y el té, además iniciaron algunas incursiones en el negocio de las especias, hasta entonces monopolizado por los holandeses, estableciendo un punto de comercio
en Cantón, China, para comerciar con té y plata, en 1711. Tan importante resulto esta posesión que en 1876, el primer ministro Benjamín Disraeli hizo que se nombrara a la Reina Victoria I, emperatriz de la India.
En 1670 el rey Carlos II le concedió el derecho de capitanear ejércitos y formar alianzas, declarar la guerra o establecer la paz y ejercer jurisdicción tanto civil como criminal en las zonas que operaba. La Compañía tenía como principales militares a los “Casacas Rojas”, al sufrir constantes ataques de los nativos y de otros competidores comerciales, desarrollando un importante despliegue de fuerza militar. Se considera que en 1689 era casi un Estado dentro de la India continental, que istraba en forma independiente las zonas de Bombay, Madrás y Bengala y poseía una fuerza militar verdaderamente intimidatoria. Hubo además una serie de hechos que coadyuvaron a que el dominio británico fuera aún mucho mayor. La Guerra de los Siete Años marcó el inicio del fin de la presencia colonial sa en la India, lo que permitió consolidar el monopolio comercial de la zona. Ya a finales del siglo XIX el control de la Compañía, se extendía por la mayor parte de la India, Birmania, Singapur y Hong Kong, una quinta parte de la población mundial estaba bajo su autoridad, ocupó Filipinas y conquistó Java. Sin embargo, esta supremacía llego a su fin cuando la Compañía tuvo que enfrentar la “Revuelta de los Cipayos”, en 1857 y como consecuencia la India se convirtió formalmente en una colonia británica, pasando las posesiones de la empresa a manos de la Corona.
El parlamento creó entonces un Ministerio del Estado de India, se nombró al Virrey que se estableció en Calcuta y asumió la istración asistido por un consejo ejecutivo y otro legislativo, acompañados de gobernadores provinciales y oficiales distritales. Londres respetó los tratados con los regentes locales anteriores a la rebelión y aproximadamente el 40% del territorio permaneció bajo el control de más de 500 príncipes de diferentes etnias y religiones. Estos Estados eran conocidos con la categoría de “feudales o nativos”. Y tenían un estilo de vida fabulosamente ostentoso. Sin embargo, constituían una minoría dentro del inmenso territorio que contaba en 1864 con una población de alrededor de 136 millones de habitantes, que aumentaría de forma veloz para 1904. Esta gran masa de población estaba sumida en la miseria, con altas tasas de analfabetismo y formas de vida de subsistencia. Sin embargo, por debajo del servicio blanco se formó un nuevo grupo educado en los centros británicos (en los años veinte), del cual surgirían líderes nacionalistas. Bajo la dominación de
Londres, la sociedad de la India cambió de manera notable, en vísperas de la Primera Guerra Mundial, el autor sostiene que la India había crecido materialmente, se habían extendido un sinnúmero de millas de ferrocarriles, líneas telegráficas, hospitales, fabricas, puertos y universidades. Si bien en la alta cúpula social permaneció la nobleza, en lo político era débil. Debajo de ella emergió una clase media urbana, en principio pequeña teniendo en cuenta que más abajo estaba el 80% de la población del país, pero que asumió un papel central en la promoción de los cambios en el orden colonial. De ella salieron los ideólogos y políticos que promovieron la gestación de la futura república. La trama social era más compleja porque el dominio británico trastornó los modos de producción, las relaciones económicas y en especial afectó la extendida vida aldeana tradicional. Los agricultores más poderosos se desplazaron hacia actividades comerciales más rentables; mientras la mayoría que se quedó en el campo entró en un deterioro económico pronunciado. De todas las comunidades rurales, los que retrocedieron más fueron los musulmanes de la región de Bengala y del Punjab, las zonas que alimentarían los grupos más radicales. Hacia 1860, trabajaban con los ingleses unos dos millones de súbditos indios .El 95% de ellos eran hindúes. Los hijos de esos funcionarios se siguieron perfeccionando en la educación occidental británica y se fueron constituyendo en clase media. Este era un sector social educado, moderno, orientado hacia las instituciones tipo europeas, pero manteniendo sus tradiciones religiosas intactas. En 1885 se reunió un primer Congreso Nacional Indio, autorizado por ingleses, el cual serviría para que Londres conociera las opiniones de los sectores ilustrados nativos. Este contó con graduados de la Universidad de Calcuta y en sus primeras reuniones prevalecieron los profesionales de la alta sociedad. El nacionalismo hindú denunció la sangría de los recursos del país. La mayor parte de los ingresos de la colonia eran sustraídos por Gran Bretaña como: los intereses del capital invertido, los beneficios garantizados a las empresas de ferrocarril, los altos sueldos, pensiones de los funcionarios ingleses y los elevados costos militares del mantenimiento imperial. El Congreso se manifestó contra la ruina de la artesanía local debido a la competencia de la producción fabril inglesa especialmente, los
textiles. Además requirió mayor inclusión de los indios en los más altos niveles de la istración. En 1909, el gobierno británico se inclinó a favor de una política conciliadora con la aprobación de la ley Morley-Minto que concedió a los indios una mayor presencia en los organismos legislativos. Los nativos, designados por el gobierno central, podrían ocupar bancas en el consejo legislativo imperial. En el caso de los consejos provinciales, la mayoría de sus serían elegidos, pero las decisiones de los gobernadores no requerían la aprobación de estos consejos. En este contexto, se dio el surgimiento de líderes nacionalistas, el más importante fue Mohandas Karamchand Gandhi, que al haber trabajado para el servicio británico sufrió el desprecio y la discriminación de que era objeto por su origen, y de regreso a su país en 1915, se puso a la cabeza de un movimiento para lograr la independencia de la India. A partir de este año, Gandhi fue prácticamente el jefe del movimiento nacionalista. Su bandera, al principio la simple "autonomía", que toma su base de la "autonomía económica" a la que se llega mediante la "no colaboración" y después con la "desobediencia civil", pasa a ser en fin el símbolo de la "independencia nacional. No obstante, este sentido de pertenencia a un nacionalismo indio, había un sector de la sociedad ocupado sobre todo por aquellos que habían podido ascender a puestos de relativa responsabilidad, y que pasaban a pertenecer a la clase media y que no querían la caída del poder de la Corona Británica en sus territorios porque ello implicaría la pérdida de su modo de vida. Tanto este sector como los británicos, como sostiene el autor, no deseaban que ese día llegara.
Bibliografía Hobsbawn Eric, La era del capital (1848-1875), ed. Crítica, Bs As, año 2003 La formación del imperialismo británico en la india del siglo XIX, Eduardo Alberto Miranda Paniagua. Universidad de California.
Adisson, Capitulo 22 “Los Imperios Modernos y el Imperialismo”.