Giro copernicano (aparece en “Crítica a la razón pura” [1787]) En su filosofía, Kant trata de explicar el cambio radical que establece en la concepción del conocimiento de una forma similar a la revolución copernicana mediante la cual Copérnico explicó la necesidad de poner el Sol en el centro y la Tierra girando a su alrededor, cambiando la anterior tesis según la cual la Tierra era el centro del Universo y el Sol y los demás astros giraban en torno a ella. Anteriormente a Kant se suponía que en la experiencia del conocimiento el sujeto que conoce (cognoscente) es pasivo y que el objeto que se conoce influye en el sujeto provocando en él una representación fiel. Es decir, nuestro conocimiento se rige por los propios objetos. Esto prestaba a la confusión, pues era imposible un acuerdo sobre que eran los objetos en realidad. Kant considera que es necesaria una revolución copernicana en la filosofía, cambiar la relación anterior y modificar la realidad conocida. Esto es así pues tenemos experiencia de los objetos gracias a unas condiciones a priori que se encuentran en nosotros y están antes que la experiencia, provocando que ordenemos los datos de la experiencia sensible que son a posteriori. No podemos pues conocer el Noúmeno, la realidad en sí, tal y como seria independientemente de nuestra experiencia, solo podemos conocer Fenómenos, la realidad que sí depende de la experiencia y que está estructurada en base a las formas de la sensibilidad y las categorías del entendimiento.
Imperativo Para Kant, el ser humano actúa moralmente guiado por la buena voluntad y esta es buena cuando obra por deber el cual viene dado por la razón a través del imperativo categórico. El imperativo categórico es una ley práctica que ordena una determinada conducta con independencia de la acción y sus efectos, es universal (válida para todo ser racional) y a priori (anterior a la experiencia). Conocer si se actúa en base a ella es ver si la máxima que guía nuestras acciones podría valer como ley universal (para todo ser racional). Una de sus formulaciones es: “Actúa de tal manera que siempre tomes a la humanidad, tanto en su persona como en la de cualquier otro, como fin, nunca como puro medio”. La dignidad del hombre es la de un ser que es un fin en sí mismo.
Contrato social Es una hipótesis que pretende explicar la necesidad que sintieron los hombres de realizar un pacto por el cual pasaron de un estado de naturaleza a un estado civil que facilitara la convivencia. Para Kant, este estado de naturaleza es un estado de libertad ciega y semisalvaje, carente de leyes y orden, donde impera la ley del más fuerte. Adentrarse en el 1
estado civil se convirtió en una obligación moral, allí se encontraría la paz, la moral y la justicia. Este estado civil, según Kant, es la unión de un conjunto de personas bajo leyes jurídicas. El Estado implica existencia de leyes obligatorias y de un poder instituido que las respalde. Solo un estado civil que contenga los tres poderes: legislativo, ejecutivo y judicial, podrá alcanzar la paz. Los de ese estado, de esa sociedad, se denominan ciudadanos.
Ilusión trascendental (aparece en “Crítica a la razón pura” [1787]) Denomino así a la tendencia de la razón humana a buscar el fundamento último de los fenómenos y a unificar todos sus conocimientos. La razón busca juicios cada vez más generales, mediante la “ilusión trascendental” la razón intenta ir más allá de la experiencia sensible en busca de lo incondicionado que abarque y explique todo. Las ideas de la metafísica tradicional (alma, mundo y Dios) son consideradas como la totalidad. Al traspasar los límites de la experiencia, pues no podemos conocer los objetos a los que se refieren estas ideas, la metafísica no puede ser una ciencia. Esta crítica a la metafísica no significa que niegue la liberta, la inmortalidad del alma y la existencia de dios. Lo único que hace es mostrar que no son susceptibles de conocimiento. Tendrán validez en el ámbito de la razón práctica o de la moral.
Racionalismo- Empirismo Ambas son posturas epistemológicas relativas al conocimiento. El racionalismo da más importancia a la razón en el proceso del conocimiento mientras que el empirismo le da más importancia a los sentidos. Los empiristas postulan que todos los conocimientos parten de la experiencia o los sentidos, por ello defienden que no existen las ideas innatas. Para ellos, la verdad no es universal ya que depende de la experiencia. Kant al igual que los empiristas postula que el conocimiento comienza en los sentidos pero por el contrario opina que si existen las ideas innatas porque ahí habitan las intuiciones del tiempo y espacio. El empirismo cree en las emociones no en las normas morales las cuales Kant cree universales mientras que para los empiristas son subjetivas.
Libertad Es la capacidad de los seres humanos para determinarse a obrar según leyes de otra índole que las naturales, es decir, según las leyes que son dadas por su propia razón; libertad equivale a autonomía de la voluntad. La razón teórica no puede demostrar la existencia de la libertad, pues solo es capaz de alcanzar el mundo de los fenómenos, mundo sometido a la 2
causalidad donde todo ocurre por necesidad natural. Desde la perspectiva de la razón práctica cabe la defensa de la existencia de la libertad. Si las personas están determinadas por causas naturales, es decir, carecen de libertad, no podemos atribuirles responsabilidad, y es imposible la conducta moral. Kant distingue dos dimensiones de la libertad, una libertad externa o jurídica y otra interna o moral, y a su vez dos usos de ésta, un uso público y un uso privado de la razón. El uso privado de la razón se desarrolla dentro del trabajo, es este sentido no es posible realizar ninguna acción que vaya en contra de la orden recibida, no cabe opinar, solo obedecer. En el uso público de la razón, es libre, autónoma y moral, puede manifestarse públicamente su opinión sobre la orden recibida y cumplida anteriormente.
Comparación con otros autores (Kant) Kant coincide con Hobbes en la visión pesimista del ser humano ya que ambos defienden que lo que prima en la sociedad es la ley del más fuerte “el hombre es un lobo para el hombre”. Sin embargo, difieren en el papel del ciudadano, ya que Hobbes propone que los ciudadanos se conviertan en súbditos y Kant, por el contrario, postula que estos tienen que tener derechos. Otro de los autores con los que se puede relacionar Kant es con Rosseau, coincidiendo con este en que la soberanía debe residir en el pueblo pero a su vez difiriendo en la naturaleza de los humanos, ya que Rosseau postula que los humanos son buenos por naturaleza pero la sociedad los corrompe y Kant dice que la naturaleza del ser es salvaje, enfrentados unos a otros si no existe el estado civil. Difiere con Hume pues este postula que el conocimiento pertenece únicamente a la experiencia mientras que Kant defendía la existencia de principios universales independientes de la experiencia. Sin embargo, ambos autores coincidían en el postulado de que el conocimiento no existe más allá del a experiencia (fenómenos), es decir, en que el conocimiento tiene límites. Kant coincidió con Descartes al postular que la razón en la única fuente de conocimiento y al defender que existen ideas innatas en los individuos. A su vez, Kant afirmó la existencia de la substancia (Dios, alma, mundo) postulando que no es posible conocerla científicamente mientras que Descartes afirmó que es posible conocerla mediante el pensamiento. Kant a su vez se vio influenciado por Platón ya que las “ideas” de Platón guardan semejanza con las ideas puras (Dios, alma, mundo) de Kant. 3
A diferencia de Aristóteles, que afirma que el individuo es un ser social por naturaleza, Kant dice que la sociabilidad es un pacto denominado contrato social. Marx se verá influenciado por Kant, llegando a tomar conceptos como imperativo categórico para describir el hombre como fin último, prohibiendo tratar a este como un mero medio.
Actualidad de Kant A pesar de que Kant desarrollo su pensamiento hace muchos años, su filosofía sigue vigente en la actualidad y esto lo podemos observar en los siguientes casos: Relativismo frente a universalismo Pensemos en los debates que existen en nuestra sociedad en torno a temas morales como el aborto o la eutanasia. Estamos asistiendo, en muchas ocasiones, a argumentaciones que defienden o atacan las que el propio Kant ofreció en las obras que abordan la moral. Todavía existe hoy la confrontación entre aquellos que consideran que existen unas leyes, unos principios, que son inviolables, que no están sujetos al paso del tiempo ni a los condicionantes geográficos, y quienes consideran que el ser humano es la medida de todas las cosas y, por tanto, todo es susceptible de ser alterado. En el fondo de esta argumentación estarían las consideraciones kantianas de que existe un principio legal en la moral que sería universal. Estos planteamientos son, hoy en día, atacados en beneficio de un relativismo que no ejercería ningún distingo entre las leyes o los principios morales y que la utilidad de los mismos residiría única y exclusivamente en el beneficio inmediato que tendría para una determinada sociedad en un determinado momento. El eterno debate entre el relativismo y los que defienden algún tipo de legislación universal, como son los artículos de la Declaración Universal de Derechos Humanos, tiene en Kant una clara referencia.
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El diálogo entre culturas Desde otro punto de vista, se asiste a los seculares conflictos en Oriente Próximo y Oriente Medio entre culturas diferentes. La moral kantiana supone una superación de los conflictos morales derivados de las diferentes costumbres tanto en cuanto eleva, por encima de ellas, la razón como suprema fuente de la moralidad. La ley es ley porque emana de la razón. Habría un espacio en el que solventar las disputas que estaría más allá de las diferencias culturales, políticas o religiosas, una razón que exige a la máxima de nuestras acciones universalidad, para poder ser susceptible de moralidad. No hacer lo que no quiero que me hagan podría ser un buen inicio para intentar encontrar un modo de solucionar problemas ajenos a las violencias a las que se asiste. La globalización y las diferencias También deberíamos preguntarnos si ante un momento histórico regido por el igualitarismo como al que estamos asistiendo, un igualitarismo que unifica las formas de ocio, las formas de consumo, una globalización que elimina las diferencias y que lleva a lo que otros han llamado pensamiento único, no habría que releer y replantearse la autonomía que Kant anuncia en su imperativo categórico como algo necesario para poder encontrar nuestro propio espacio. Atreverse a pensar sigue siendo hoy algo necesario en unas sociedades en las que las normas son teledirigidas desde una televisión que realiza funciones de igualador moral. La moral Seguimos buscando una caracterización de las costumbres lo moral que nos permita saber cuándo acertamos o cuándo nos equivocamos. La proliferación de programas de radio o de televisión donde los individuos acuden para someter al juicio del público sus acciones nos hacen pensar que la pregunta esencial de la razón práctica, ¿qué debo hacer?, sigue delante de nosotros con la misma fuerza. El ser humano como fin También parece necesaria la advertencia clara y rotunda que hace Kant en cuanto a no usar al ser humano como medio, sino como fin. Las modernas formas de explotación sexual o comercial del menor, de la mujer, del otro, no son más que eso, no tomar al otro como un fin, sino como un medio. Igual que tomamos al homosexual, al inmigrante, al otro, como medio cada vez que nos reímos de él, que lo explotamos o le ignoramos, cuando se golpea a un compañero en el 5
Instituto y se graba en el móvil también se le usa como medio, cuando se insulta y se veja a un compañero, también; pero no nos engañemos, Kant deja clara otra cosa, quien así actúa, también se está deshumanizando porque se está tomando a él mismo como un medio, no como un fin. No olvidemos que tomarnos como un fin significa respetarnos, a los demás y a nosotros mismos. Quizás el mundo fuera muy diferente si hubiéramos tomado esas palabras de Kant más en serio. Nunca usar la humanidad como un medio sino como un fin en sí mismo.
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