AGUA CORPORAL TOTAL: SU DISTRIBUCION Y MEDICION El agua es el constituyente más abundante en los seres vivos. Ella representa en un individuo adulto entre el 50 y el 60% de su peso corporal, el porcentaje restante, entre 40 y 50%, corresponde al tejido adiposo y a los tejidos de sostén.
AGUA CORPORAL TOTAL La mayor proporción de agua con respecto al peso se encuentra en la etapa fetal, en promedio un 90%, con un rango entre 85 y 95%. En el recien nacido a término, el agua corporal total tiene un valor medio de 75% y su rango oscila el 60 y el 85%. Con el crecimiento, debido al incremento del número de células, del tamaño de los tejidos y del contenido graso, el contenido de agua corporal total acentúa su disminución encontrándose al final del tercer mes de vida un valor promedio de 70% entre 65 y 75%.
A partir de este momento, y hasta el primer año de vida, la disminución del agua corporal total es alrededor de un 10%, alcanzando al final del año las mismas proporciones del adulto; con pequeñas fluctuaciones se mantendrá asi hasta la adolescencia, cuando por acción predominante hormonal aparece la diferencia por sexo en el contenido de agua corporal total, en promedio un 60% (55-65%) en el hombre y un valor medio de 50% (45 y 55%) en mujeres.
Ahora bien, los cambios inherentes al proceso de envejecimiento, como la desecación y la atrofia tisular, producen una disminución adicional del contenido hídrico de aproximadamente un 5%.
Podemos decir que la variación del agua corporal total en relación con el peso del cuerpo dentro de un grupo de individuos es, sobre todo, función de la cantidad de tejido graso. En sujetos delgados, la proporción de agua corporal total es alta; en sujetos obesos, por el contrario, es baja. Al parecer, la mayor proporción de grasa en la mujer es lo que hace que su contenido hídrico sea menor.
COMPARTIMIENTOS LÍQUIDOS EN EL ADULTO
El agua corporal total está distribuida principalmente en dos compartimientos, que difieren en su composición y se designan como el compartimiento del líquido intracelular y el compartimiento del líquido extracelular. La barrera límite que separa los dos compartimientos mencionados es la membrana celular.
Líquido intracelular: En el adulto, su volumen representa del 33 al 40% de su peso corporal o las dos terceras partes del agua corporal total. Para fines prácticos, al volumen del compartimiento intracelular se le asigna un valor promedio de 38.5%.
El líquido intracelular no es una fase continua ni homogénea, pues representa la suma del contenido de todas las células del cuerpo, no todas con la misma composición. Los eritrocitos, las células musculares, los hepatocitos, contienen evidentemente proteínas funcionales muy distintas, por lo cual su composición hídrica difiere. Sin embargo, los líquidos intracelulares son cualitativamente semejantes. Los cationes principales son el potasio y el magnesio, mientras que la concentración de sodio es relativamente baja. El cloro se encuentra en concentración menor en el agua intracelular y se cree que falta prácticamente en las células musculares. Del mismo modo, el bicarbonato suele hallarse en concentración mucho más baja, lo que indica un PH menor intracelular. Los aniones principales son las proteínas, los fosfatos y los sulfatos.
Aproximadamente el 75% del volumen celular corresponde al agua, pero la proporción de ella varía de un tejido a otro; es mínimo en la dentina (10%) y máxima en la sustancia gris (8.5%). Líquido extracelular: El volumen de este compartimiento representa aproximadamente del 18.5 al 27% del peso corporal del adulto, o una tercera parte del agua corporal total; para fines prácticos el valor asignado es de 20%. Se adoptará en nuestro trabajo el concepto definido y desarrollado por Moore; según él, pertenecen al compartimiento intracelular todas las células del cuerpo, a pesar de su localización, entre las cuales se incluyen células musculares, las células viscerales, las células sanguíneas y la piel. Considera como tejidos extracelulares el esqueleto, el tejido conectivo denso (vaina, fascia y tendón), el colágeno y el tejido elástico. El compartimiento del líquido extracelular se divide, a su vez, en dos grandes subcompartimientos: el compartimiento del líquido plasmático y el compartimiento del líquido intersticial.
·Líquido plasmático (plasma): El compartimiento del líquido plasmático varia muy poco de un individuo a otro; su valor e de aproximadamente 4.5% del peso corporal, aunque el valor promedio asignado es del 5%. El principal catión del plasma es el sodio y los
aniones más importantes son el cloro, el bicarbonato y las proteínas. A causa de su gran tamaño, las proteínas ocupan un volumen desproporcionado en relación con su concentración molar. La mayoría de los iones y de las proteínas están disueltos en la fase acuosa del plasma y sus actividades químicas están en función de sus concentraciones. ·Líquido intersticial: Este compartimiento tiene un valor entre el 14 y el 22.5% del peso corporal; con un valor promedio asignado del 15%. (Véase fig. 2.3) El líquido intersticial es un ultrafiltrado del plasma; por lo tanto, su composición es semejante. Se podría esperar que las concentraciones de los solutos difusibles fuese idéntica a la del plasma; esto es cierto sólo para partículas sin carga, pues la distribución de los iones a través de las paredes capilares está sujeta a las restricciones del equilibrio de Gibbs-Donnan. Como resultado del efecto anterior, la concentración de cationes es algo menor que la de aniones.
Líquido transcelular: Su volumen representa aproximadamente el 1.5% del peso corporal total. Algunos consideran que el compartimiento del líquido transcelular es una parte especializada del extracelular, otros, en cambio, prefieren designarlo como un tercer compartimiento. Comprende este compartimiento lo líquidos: cefalorraquídeo, intraoculares, auditivos, pleural, pericárdico, peritoneal, sinovial y las secreciones digestivas. Lo que distingue al líquido transcelular del extracelular es que sus distintas fracciones discontinuas se encuentran separadas del plasma sanguíneo, no sólo por el endotelio capilar sino, además, por una capa de células epiteliales que modifican en grado variable la composición de este líquido con respecto a la del extracelular. REGULACIÓN DE LOS LÍQUIDOS CORPORALES
Los líquidos corporales están regulados por la ingesta de líquido, los controles hormonales y la eliminación de líquido. Este equilibrio fisiológico se denomina homeostasis
Cuando está sano el organismo es capaz de responder a los trastornos de los líquidos y electrolitos y evitar o reparar daños. • Ingesta de líquido: Está regulada principalmente por el mecanismo de la sed el centro de control de la sed está localizado dentro del hipotálamo en el cerebro. La sed es el deseo consciente de agua y es uno de los factores principales que determinan la ingesta de líquido. Los osmorreceptores controlan continuamente la presión osmótica
sérica, y cuando aumenta la osmoralidad el hipotálamo se estimula. El hipotálamo también se estimula cuando hay una pérdida excesiva de líquidos y se produce hipovolemia, como en los vómitos copiosos o la hemorragia y la sequedad orofaríngea inician la sensación de sed.
La ingesta promedio de un adulto es de 2200 a 2700 ml La ingesta oral corresponde de 1100 a 1400 ml, los alimentos sólidos alrededor de 800 a 1000 ml, unos 300 ml diarios. Los lactantes, los s con problemas neurológicos o fisiológicos y algunos otros adultos que son incapaces de percibir o responder al mecanismo de la sed están en situación de riesgo de deshidratación. • Regulación hormonal. La hormona antidiurética (HAD) es almacenada en el lóbulo posterior de la glándula hipófisis y se libera en respuesta a cambios de la osmolaridad de la sangre. La Hormona antidiurética –HAD, actúa directamente en los túmulos renales y colectores haciéndolos más permeables al agua. Esto causa un retorno del agua a la circulación sistémica, lo cual diluye la sangre y disminuye su osmolaridad. Cuando la sangre se ha diluido lo suficiente los osmorreceptores detienen la liberación de HAD y se restaura la eliminación urinaria.
La aldosterona es liberada por la corteza suprarrenal en respuesta a un aumento de la concentración de potasio o como parte del sistema renina-angiotensina par contrarrestar la hipovolemia. Actúa en la parte distal de los túmulos renales aumentando la reabsorción (ahorro) de sodio y la secreción o excreción de potasio e hidrogeno
La renina, una enzima proteolítica segregada por los riñones, responde a la disminución de la perfusión renal del volumen extracelular. La renina actúa produciendo angiotensina I, que causa algo de vasoconstricción. Sin embargo, la angiotensina I es reducida casi inmediatamente por una enzima que la convierte en angiotensina II. La angiotensina II causa una vasoconstricción selectiva masiva de muchos vasos sanguíneos y recoloca y aumenta el flujo sanguíneo en los riñones. La angiotensina II también estimula la liberación de aldosterona cuando la concentración de sodio es baja.
REGULACIÓN DE LA ELIMINACIÓN DE LÍQUIDOS
La eliminación de líquido se produce a través de cuatro órganos que pierden agua: Los
riñones, la piel, los pulmones y el tracto gastrointestinal. • Los riñones: Son los principales órganos reguladores del equilibrio líquido. Reciben aproximadamente 180L de plasma para filtrar por día y producen de 1200 a 1500 ml de orina • La pérdida de agua por la piel está regulada por el sistema nervioso simpático que activa las glándulas sudoríparas. La pérdida de agua por la piel puede ser sensible o insensible Un promedio de 500 a 600 ml de líquido en forma sensible o insensible por día por la piel . La pérdida insensible de agua es continua y la persona no la percibe; puede aumentar significativamente con la fiebre o las quemadura . • Los pulmones espiran alrededor de 400 ml de agua por día. Esta pérdida insensible de agua puede aumentar en respuesta a cambios en la frecuencia y profundidad respiratorias. • El tracto Gastrointestinal (GI) desempeña un papel vital en la regulación del líquido. Aproximadamente de 3 a 6 L de líquido isotónico son trasladados al tracto Gl. En condiciones normales el adulto pierde en promedio solo de 100 a 200 ml por las heces. Sin embargo, en presencia de un proceso patológico, por ejemplo diarrea, el tracto Gl puede convertirse en un lugar de gran pérdida de líquido.