Trabajo Del Mio Cid 613z68

ÍNDICE

Índice

1) Introducción 2) Autor 3) De la obra 3.1) Género 3.2) Especie 3.2) Escuela Literaria 3.4) Tema 3.5) Argumeto 3.6) Época 3.7) Lugar 3.8) Personajes 3.8.1) Protagonistas 3.8.2) Secundarios 3.9) Resumen 3.9.1) Cantar I 3.9.2) Cantar II 3.9.3) Cantar III 3.10) Conclusiones 3.11) Valores y Antivalores 3.12) Aplicación a la Realidad 4) Bibliografía

INTRODUCCIÓN

1) Introducción El presente trabajo que se dará a continuación fue elaborado por un grupo de estudiantes que cursan el 4to Grado de Secundaria de la Institución Educativa “Sor Querubina de San Pedro” con el fin de relatar al público en general la ilustre y tradicional obra llamada “Cantar del Mio Cid” y su importancia dentro de la historia literaria, puesto que podemos afirmar que es el primer monumento escrito de la época medieval española. Asimismo, se dará a conocer las distintas teorías que se han dado a través del tiempo acerca del posible autor de esta obra que hasta el momento figura como “Anónimo”. Este cantar de gesta relata hazañas heróicas inspiradas en los últimos años de la vida del caballero castellano Rodrigo Díaz “el Campeador”. Por otro lado, el fondo histórico del cantar concuerda con la historia averiguada del Cid; así, tuvieron realidad su enemistad con el conde García Ordoñez y la trisión de este en cabra. La historicidad del Cantar es altamente cercana a la realidad. Podemos darnos cuenta que, el autor del poema se muestra mucho más minucioso aún en la verdad geográfica donde ocurren los hechos contrastando vivamente con las “chansons” de gesta sas. El realismo de los sucesos y descripciones no se ve menoscabado por algunos episodios ficticios, como la aparición del ángel Gabriel al Cid; cuando caminando hacia el destierro está a punto de abandonar el territorio castellano. El carácter realista de la obra se ve comprobado en el tratamiento humano de los personajes: así, el Cid es un héroe humanizado; sus hazañas entran en lo extraordinario, pero siempre se hallan dentro la escala de las fuerzas humanas. Sus pasiones concuerdan con las de la naturaleza y cuando estallan lo hacen con una energía viril y equilibrada.

AUTOR

2) Autor Existen diversas teorías acerca del “Mio Cid” ya que este es anónimo. Una de estas nos habla acerca del la fiel teoría neo tradicionalista del historiador Ramón Menéndez Pidal que vincula el origen estamental del autor del Cantar de Mio Cid al mundo de la juglaría. La versión definitiva del cantar sería el resultado de la actividad refundidora de dos poetas juglares. La primera versión, muy próxima a los hechos que narra, sería fruto de un juglar de San Esteban de Gormaz; los hechos narrados en el primer cantar serían los más históricos. Un segundo juglar, de tierra de Medinaceli, ya más alejado de los sucesos históricos, introduce adiciones novelescas. Colin Smith, defendió en 1983que Per Abbat fue el autor del Cantaraunque en 1994 el profesor británico reconoció que probablemente Per Abbat solo fuera el copista.Para esta teoría, se suele recurrir a la interpretación literal el explicit con que acaba el manuscrito. Una nueva teoría apunta que el 'Cantar de Mío Cid' fue escrito por un árabe Estatua del Cid en Burgos. El escritor podría ser Abu-l-Walid al-Waqqaši.La escritora vallisoletana Dolores Oliver Pérez argumenta esta teoría en su libro 'El Cantar de Mío Cid: génesis y autoría árabe'.Asegura que el poema fue escrito en 1095, no en 1207. El escritor árabe pudo pertenecer a la corte del Cid. Para saber quién era el autor de la obra, la escritora señala a Abu-al-Walid al-Waqqaši, "descrito como uno de los hombres más inteligentes y con más amplios conocimientos de la época.

DE LA OBRA

3) De la Obra 3.1)

Género Literario: Épico

3.2)

Especie Literaria:Cantar de Gesta

3.3)

Escuela literaria: El Medioevo

3.4)

Tema:Las hazañas del Mío Cid

3.5)

Argumento: Esta obra relata las hazañas del Cid Campeador, las cuales se dividen en 3 cantares: el primero, el “Destierro del Cid”, expresa la furia del rey Alfonso hacia el Cid desterrándolo de Castilla por habladurías de envidiosos pero el Cid siempre fiel a su señor, busca recobrar su confianza enviándole presentes por cada batalla ganada; el segundo, “Bodas de las Hijas del Cid”, nos habla de cómo el Cid logra apoderarse de la ciudad de Valencia y al conquistarla, el rey lo perdona permitiéndole llevar a su familia e instalarse en dicha ciudad. La fortuna del Cid motiva a los infantes de Carrión a pedir casamiento a las hijas del Cid. El rey solicita al Cid que acepte la propuesta de los infantes y este, a pesar que no confía en ellos, acepta. En el tercer cantar, “La Afrenta de Corpes”, nos manifiesta la cobardía de los infantes representado en diversos hechos, como la cortedad que demostraron ante el león, seguido por su ausencia en la batalla y como hecho final, el cruel golpazo de los infantes dado a las hijas del Cid en el robledo de Corpes. Al enterarse el Cid de ello, pide justicia y hay una Corte que finaliza con el duelo entre los infantes y los representantes del Cid donde estos salen victoriosos. El Cantar y la obra finalizan con las bodas de las hijas del Cid y los infantes de Navarra y Aragón.

3.6)

Época:Medieval española

3.7)

Lugar:España

3.8)

Personajes: 3.8.1) Principales: 

Rodrigo Díaz de Vivar el Cid Campeador:El cid es el personaje principal de este cantar, fiel vasallo del rey Alfonso. Fue expulsado de Vivar, casado con Jimena y teniendo dos hijas, Doña Sol y Doña Elvira. Él ha demostrado valentía ante muchos retos que se le presentan y mucha fidelidad al rey.



El Rey Alfonso VI de Castilla: Es el rey Castilla, solía confiar en el Cid pero se dejó llevar por las falsas habladurías de los envidiosos. Fue quien desterró al Cid, luego este lo perdona y lo invita a volver.



Doña Jimena: Es la esposa del Cid, lo apoya en todo. Es una person muy devota y obligada a estar separada de su marido durante cinco años.



Diego y Fernando Gonzales: Son los infantes de Carrión, y fueron los que pidieron la mano de las hijas del Cid al rey y este la concede, luego son los que las agreden cruelmente por venganza al Cid.



Doña Elvira y Doña Sol: Son las hijas del Cid, son obligadas a casarse con Don Diego y Don Fernando, ya que estos las engañaron y maltrataron por vengarse del Cid se repite el hecho de casarlas pero esta vez con los hijos del rey; Navarra y Aragón.

3.8.2) Secundarios: 

Alvar Fañes: Pariente cercano del Cid. Se destierra junto con Rodrigo y le brina todo su apoyo y era el mensaje del rey.



Conde García Ordoñez: Es el jefe del bando contrario al del Cid. Mantiene una gran enemistad con él y ayudó al destierro de Rodrigo, quien lo apreso por tres días.



Martín Antolinez: El burgalés cumplidos, es un rico, que se destierra voluntariamente junto con el Cid. Tambíen, es quien lucha con el Cid para vengar y vencer a los Infantes.



Raquel y Vidas: Son dos judíos quienes prestan dinero al Cid a cambio de guardar las presuntas arcas llenas de oro esmerado ignorando que era una estafa.



Pedro Bermúdez: Fue el sobrino del Cid , se dice que era mudo y fue también quien vengo a las hijas del Cid (sus primas).



Muño Gustioz: Fue uno de los caballeros que ayudo a vengar a las hijas del Cid y llegan con la buena noticia a Valencia para el Cid.

RESUMEN

CANTAR I

3.9.1) Cantar I El rey Alfonso envía al mío Cid a cobrar sus parias a los reyes de Sevilla y Córdova. El rey de Sevilla, Almutamiz, tenía una enemistad con el rey de Granada, Almudáfar, quien en ese momento se encontraba con tres ricos hombres: el conde García Ordoñez, Fortún Sánchez y Lope Sánchez. El Cid al enterarse que irían contra el rey de Sevilla, les envió cartas de ruego para que no lo hagan debido a las deudas que tenía el rey de Sevilla con su señor, el rey Don Alfonso, pero estas fueron en vano ya que los hombres destruyeron todo, hasta el castillo de Cabra. Mientras el Cid reunía a moros y cristianos, lucharonlogrando así expulsar a los tres ricos hombres antes habiéndolos apresado por tres días para que sus hombres recojan los bienes y riquezas que quedaron, y también darle al Almutamiz todo lo que fuese suyo y más. El Cid regreso en busca de Don Alfonso con regalos y parias dados por el rey de Sevilla. Por esto, muchos tuvieron envidia y buscaron enemistarlo con el rey logrando que lo destierre. El Cid comunicó a sus vasallos deseoso de saber quiénes irían con él y quienes se quedarían pero afortunadamente ellos fueron con él. Entonces, salieron de Vivar dirigiéndose a Burgos. Una vez en Burgos, salían las personas a verlos pero nadie les daba posada ni hablaba con el Cid por miedo al rey ya que quien lo hacía perdería los haberes e incluso los ojos de la cara y además, los cuerpos y las almas. El Cid se enteró de esto y decidió salir del pueblo de Burgos pasando por Santa María y luego por el Arlazon hasta llegar a un arenal donde acamparía con sus hombres. Al día siguiente, apareció Martin Antolinez, el burgués cumplidor, para proveer al Cid y a los suyos de pan y vino sabiendo que se enfrentaría a la ira del rey, pero parecía no importarle. El campeador y el burgués cumplidor hablan sobre la venta de arcos con dos judíos, Raquel y Vidas. Es así que Antolinez vuelve a Burgos en su búsqueda. Cuando los encontró, les pidió hablar explicándoles el negocio.El Cid tenía dos arcas llenas de oro esmerado y quería que las guarden en un lugar que no sea descubierto por un año a cambio de dejar su riqueza a salvo. Los judíos aceptaron y les dieron a cambio seiscientos marcos. Cabalgaron ocultos junto a Martin Antolinez y llegaron con el Cid,quien les dijo, que si las arcas eran abiertas antes de un año, ellos no tendrían ninguna ganancia. Ellos aceptaron, se llevaron las arcas y las escondieron. El Cid va a la Catedral y le da gracias a Dios. Luego, se despide de su familia: su esposa, doña Jimena, y sus dos hijas. El campeador le da al Abad Sancho 150 marcos para su familia, y si en caso faltara, cada marco que gaste en su regreso,el Cid daría cuatro.Además,le prometió a doña Jimena que regresaría para casar a sus hijas. Un día antes de partir, llegan ciento quince castellanos queriendo unirse en apoyo del Cid. Doña Jimena hace una oración pidiéndole a Dios que lo guardase del mal. A la mañana siguiente, parten y acampan en la frontera de Castilla donde el Cid tuvo un sueño en el

cual sele aparece el arcángel Gabriel y le dice que siga su camino, así lo hizo el Cid y los suyos.

Se marchan a descansar hacia la sierra de Miedes, al lado diestro de Atienza, tierra apoderada por los moros. Aquel día, el Cid ordenó revisar a los suyos llegando a contarse más de trescientas lanzas, cada una con sus pendones, sin contar a los infantes. A la mañana siguiente, dejan atrás el territorio de Don Alfonso ideando un plan consistente en hacer su recorrido por la noche con el fin de que nadie supiera hacia donde se dirigían. Una vez que llegaron a su destino, esperaron a que amaneciera para dividirse en dos grupos: uno que iría en la vanguardia y saquearía Hita y Guadalajara, y otro que culminaría con Castejón comandado por Minaya, quien tendría a su disposición doscientos hombres. Por otro lado, el Cid estaría al frente del grupo que marcharía en la retaguardia invadiendo sólo al pueblo moro de Castejón del cual ganó con todo el oro y la plata, mientras poco a poco llegaban los de la vanguardia con todas las ganancias, entre éstas habían: ovejas, vacas, ropa y más cosas sin tasa. Cuando el Cid vio el botín de Minaya, le ofreció la quinta parte de ambas pero él la rechazo puesto que no se creía merecedor de ello. El Cid envió a sus quiñoneros a repartir el botín a sus hombres llevándose cien marcos de plata y los peones la mitad, quedándose el Cid con la quinta parte, la cual vende a los moros por tres mil marcos de plata. Pensó entonces el cid, y se dio cuenta que ni él ni sus mesadas podrían vivir en tan pequeño castillo. Además, Castejón estaba muy cerca del rey Alfonso y con su señor no quería luchar. Entonces, dejó el castillo a cien moros y moras para no crear enemistad y bendiciéndolos decide marchar. Entre Ariza y Cetina el cid decide albergar. Toma de esas grandes ganancias y se va. Pasan los días, y en Redondo Otero ordenó acampar. Por aquellos lugares va la noticia que Cid campeador había acampado ahí, los moros tenían un gran miedo por ello muchos pueblos ya parias le daban. Decide entonces el Cid tomar Alcocer con el plan de una falsa huida. Luego de esto, pocos fueron los moros que quedaron con vida y matándolos nada ganaría.De esta manera, el Cid campeador tuvo compasión y la vida les perdonó dejándolos como esclavos. El rey moro de Valencia quiso recuperar Alcocer. Por ello, envió un ejército a luchar contra el Cid con la orden de prenderlo vivo y llevárselo. En el camino, el ejército iba reuniendo más soldados de los pueblos que rodeaban a Alcocer manteniendo al Cid rodeado por tres semanas. Empezaba ya la cuarta semana, y el Cid con sus guerreros celebran un consejo mediante el cual propuso retirarse, pues las fuerzas de sus oponentes eran muy grandescomo para luchar contra ellas. No muy convencido de su decisión, pide otra opinión. Minaya habló y propuso luchar, ya que están desterrados en Castilla y si con los moros no luchan, nada tendrá. Siguiendo lo dicho por Minaya, fueron a atacar tropas enemigas durante la batalla. El mismo Alvar Fañéz fue herido, no obstante, fue rescatado por el Cid, quien por cierto, dio el golpe de la victoria cuando su espada logró

alcanzar al emir Hariz mientras Martin Antolinez, el burgués campeador, dio un gran tajo a Galib. Con los dos jefes ya derrotados, todos los moros huyeron por una y otra parte refugiándose en distintas ciudades. El Cid sin cansarse iba marchando en su búsqueda. Luego de haber ganado el campamento enemigo, saquearon y se llevaron un gran botín entre armas, escudos, riquezas y hasta quinientos diez caballos. El Cid, siempre leal a su señor, Don Alfonso, decide enviarle con Minaya un presente de treinta caballos y a la vez mandándole a pagar mil misas en Burgos, y aquello que sobrara estaría destinado para su familia. Entre los moros de Ateca, Terrer y Calatayud compraron al Cid Alcocer por tres mil marcos de plata, la cual convinieron por escrito en una carta. A su salida de Alcocer, moros y moras comenzaron a llorar puesto que apreciaban su trato y paz. Llego entonces Minaya a Castilla dándole al rey el presente del Cid y contándole su gran hazaña. Don Alfonso se siente feliz por sus ganancias y acepta lo enviado perdonando a Minaya y a todos los vasallos del Cid dejándolos entrar y salir cuando les plazca. Sin embargo, siente que es muy perdonar al Cid, así que, de él prefiere no opinar. Luego de quince semanas esperando a Minaya decide entonces el Cid, con todos sus caballeros,emprender la marcha. Tres semanas después, aparece Alvar con más de doscientos caballeros e incontables los que iban de pie quedando todos asombrados. Le dio la noticia al Cid y a todos los demás desterrados, que podían volver y cuan alegre estaban todos. El Cid ,con los suyos, dejaron el campamento dirigiéndose a las tierras del rey de Lérida, las cuales estaban a cargo del Conde de Barcelona, quien se enfrentó al Cid pero siendo vencido queda prisionero del Cid, perdiendo así la espada Colada, que valía más de mil marcos. Una vez prisionera el Conde decide morir de hambre rechazando cuanto manjar le ofrezcan a pesar de que el Cid la condicionó ofreciéndole la libertad a cambio de que se alimentará. Es por ello que, el Cid decide liberarlo quedando así el conde maravillado.Una vez liberado, come como nunca lo había hecho y parte con los suyos.

CANTAR II

3.9.2) Cantar II El Cid se dirige a Valencia ocupada por moros que invadieron España. Después de acampar en el Puerto de Olocau dejó atrás Huesca y se dirigieron a las tierras de Montalbán. Siguieron tomando tierras gracias a su esfuerzo y coraje. Después, reúne a su gente y motiva con discursos y mensajes a todos aquellos que lo ayudaban en esta contienda. Gran pesar reunidos en consejo, al cid deben cercar, entonces toda la noche el Cid marcha con los suyos. Al amanecer, comenzaron a atacar en sus tiendas. El Cid ataca y vence a los moros, ocho de los cuales, lograron escapar posteriormente. Grandes fueron las ganancias que logro el Cid en esta batalla, tan grande fue su fama que el pueblo cristiano lo aclamaba y él tan alegre estuvo por haber conquistado las tierras de Valencia. Grandes fueron los alborozos que corrieron por el lugar cuando el Cid gano Valencia y entro a la ciudad demostrando su generosidad porque a todos les dio riquezas: tierras, casas y herdades. Luego el Cid manda a Minaya a entregarle al rey un presente. Después, el Cid da gracias a Dios y a la Virgen por sus éxitos. En el camino hacia las tierras del Oriente observó a un clérigo llamado don Gerónimo, diciendo que estaban hartos de luchar y de herir sus manos, al oír esto, el Cid le dijo a Minaya que en las tierras de Valencia tenían que fundar un obispado. Cuando Minaya llega ante el rey, le hace presente todos los triunfos del Cid y las riquezas y ganancias que consiguió al ganar la batalla; enseguida, Minaya le pide al Rey que le permita al Cid llevar a su familia a Valencia. El Rey aceptó y el gran Minaya fue en busca de Doña Jimena para liberarla igual que a sus hijas Doña Elvira y Doña Sol. Minaya se despide y empezó a cabalgar, con ellos fue el mensajero que los iba a proteger. Mientras por las tierras del Rey van, la comida les daban. El Cid estuvo alegre como jamás estuvo antes al saber que dentro de poco estará con su esposa Jimena y sus dos hijas Doña Sol y Doña Elvira. Entran todos a la ciudad y el recibimiento es apoteósico. Sobre su caballo llamado Babieca, el Cid cabalga en la ciudad emprendiendo una corrida y

se dirige hacia su mujer y sus hijas amadas; y desde ese momento, Babieca se hace famoso en España. Cuando acabó la corrida, el campeador descabalga, y se va hacia su mujer y sus hijas, al verlo, Doña Jimena se arrodilla ante él y le da las gracias ya que él las ha sacado de ese lugar. Entonces, la madre y las hijas del Cid se abrazaron con amor llorando de gozo.Todas las gentes del Cid con júbilo los miraban y en ese momento el Cid dijo, usted Doña Jimena mía, mujer querida y honrada, y sus dos hijas, que son mi corazón y alma, Valencia ha de ser nuestra casa. La madre con las dos hijas besaban las manos del Cid. Con su mujer y sus hijas del Cid van al alcázar. Cuando llegaron, las sube sobre lo más alto del lugar. Ellas miraban todo lo que les rodeaba de Valencia. El Rey de Marruecos se acercaba a Valencia. Entraron por el mar, en las barcas van mentidos, van en busca de Don Rodrigo. Tan pronto llegan las naves, comienzan a acampar en las tierras de Valencia pero el Cid también sabía de ello.El Cid después de este gran triunfo saluda a su mujer y a sus hijas desde su alcázar. Reparten el gran botín entre todos sus vasallos. Minaya lleva el nuevo presente al Rey. Llegó finalmente a Valladolid donde el Rey Alfonso estaba. Audiencia solicitaron Bermúdez y ya que el mío Cid les manda con su presente de Valencia.Minaya y Pedro Bermúdez dialogan con el Rey, quien está muy contento por los regalos pero también les dice que los infantes de Carrión quieren casarse con las hijas del Cid y pide entrevistas con este. El Cid fija el lugar de estas vistas que es en las orillas del rio Tajo. El día de las vistas llega y se ponen de acuerdo para que se realice el casamiento. El Matrimonio con los infantes de Carrión se realiza en el palacio. Minaya las entrega y les da su bendición de parte del Cid aunque este no estaba de acuerdo con las bodas. Doña Jimena agradece a Dios y el Cid por su voluntad de casarlas. La boda fue magnífica ya que duró quince días rodeados de nobles, hidalgos, gente importante del lugar y el pueblo que los aclamaba y al fin El Cid alegre como estaba pidió a la Virgen María así como el Padre santo para que la boda salga bien y la felicidad encumbre a sus hijas y esposos.

CANTAR III

3.9.3) Cantar III El Cid estaba en Valencia con los suyos y los Condes de Carrión. El Cid estaba durmiendo en un escaño cuando su león se escapó de su jaula. Al saberlo, la gente del Cid rodea el escaño donde el Cid dormía. Uno de los condes de Carrión, Fernando González, al enterarse del león, se escondió debajo del escaño del Cid. El otro, Diego González, salió por la puerta escondiéndose en un corral. El Cid despertó y cuestionó a los que estaban a su alrededor para saber qué estaban haciendo allí. Uno de los que estaban a su alrededor le contó sobre el león. El Cid se dirigió hacia el león y este al verlo, se intimidó. El Cid lo cogió por el cuello y lo metió en su jaula. El Cid preguntó por sus yernos pero estos no parecían. Finalmente, los encontraron pero estaban pálidos por el temor al león. Todos en la corte se burlaban hasta que el Cid impuso silencio, aunque los infantes de Carrión quedaron resentidos por aquello. Mientras tanto, sobre los campos de Cuarte, las tropas del rey Búcar de Marruecos acampaban ya que este quería atacar Valencia. Al Cid y a los suyos les alegra aunque a los infantes de Carrión no, ya que saben que participarán en la batalla y tienen miedo de morir pues no podrán ver Carrión. Muño Gustioz los escuchó hablando de ello así que fue a decirle al Cid, y este les dijo que se queden en Valencia mientras que él lucha por vencer al enemigo. Cuando estaban hablando de esto, el rey Búcar envió a decir al Cid que deje Valencia y se fuera en paz porque sino, se atendería a las consecuencias, pero el Cid, mandó a decirle que en tres días le dará lo que él quería. El Cid armó a los suyos pero los infantes de Carrión le pidieron la delantera, es decir, las primeras heridas. Don Fernando se adelantó para atacar aun moro llamado Alafrad, pero este se fue contra él y el infante salió huyendo. Pedro Bermúdez, al ver lo ocurrido, atacó al moro y lo mató. Después, cogió el caballo del moro y fue tras el infante y le dijo que tome el caballo y que diga que él fue quien mató al moro. Don Fernando le contó al Cid lo que supuestamente pasó y Pedro Bermúdez lo afirmó. El Cid pidió a Pedro Bermúdez que cuidase a sus yernos pero este lo rechaza. En eso, llega Minaya y el obispo Don Jerónimo quienes piden el primer puesto en la batalla y el Cid les concede el pedido. En el día de la batalla, el obispo dio una buena arrancada comenzó a luchar y a matar pero eran muchos así que el Cid lo ayudó. El Cid alcanzó a Búcar y le propuso hacer un pacto pero sin embargo, este no acepta y huye hacia el mar pero el Cid lo alcanza y lo

mata, ganado así a Tizona, su nueva espada. El Cid y los suyos regresan y les dice a sus yernos que mandará a Carrión mensajeros para contar lo valiente que han sido sus yernos. Llega Minaya hablando del valor que los yernos habían demostrado en la batalla y al Cid le place eso aunque los infantes creen que lo dice en tono burlón. Todos reciben su parte del motín, regresan a Valencia y celebran su victoria. El Cid medita sobre Marruecos ya que él sabe que le temen pero sin embargo, él sólo quiere que le paguen parias. Llegan los yernos del Cid, y comienzan a hablar con el Cid de la batalla que ganaron pero los vasallos del Cid sonríen ya que ellos saben que en la lucha no hallaron a los infantes de Carrión. Las burlas de los vasallos hacen que los hermanos acuerden irse a Carrión con sus esposas y en el camino, vengarse.Hablan con el Cid en frente de todos y le piden llevar a sus hijas a Carrión para así conocer a sus tierras. El Cid acepta y por el ajuar, les da muchos bienesperosobre todo le da a cada uno sus preciadas espadas, Colada y Tizona. Doña Elvira y Doña Sol se despiden de sus padres y finalmente, se van de Valencia junto con sus vasallos. El Cid al ver los agüeros decide mandar a Félez Muñoz a acompañarlas hasta dentro de Carrión y este acepta. El Cid le dice que en Molina han de descansar en donde encontraran a Abengalbón y que este luego les acompañe hasta Medina. Cuando llegaron a Molina, Abengalbón se llenó de alegría pero los infantes, al ver las riquezas que tenía, comenzaron a sentir envidia así que comenzaron a hablar de qué pasaría si lo mataran pero, un moro los escuchó y no dudó en decírselo a Abengalbón. Este se va ya que los infantes eran traicioneros así que ellos continuaron su camino sin reposar hasta llegar al Roblado de Corpes donde envían a los criados delante pues ellos querían estar atrás solos con sus esposas. Ellos les dicen que las van a azotar y les hacen quitarse las prendas. Doña Sol le suplica que les corten la cabeza y que no las azoten pero no les sirvió de nada ya que ellos le comenzaron a azotar y azotar pero cansados, se fueron y doña Elvira y doña Sol yacían desmayadas y ensangrentadas en el suelo. Los infantes iban alabando su cobardía, orgullosos ya que se vengaron del asunto del león. Félez Muñoz que iba adelante, tuvo un presentimiento así que se separó de los demás y se escondió a esperar a los infantes, ellos pasaron y Félez Muñoz siguió el rastro que dejaron hasta encontrar a sus primas y estas poco a poco se recobraron, él les dio agua y las subió en su caballo hasta la torre de doña Urraca en donde durmieron. Luego, fueron a San Esteban y allí se quedaron hasta que las hijas del Cid se sanaran. La noticia se sabía en todas las tierras pero cuando el Cid se enteró, mandó a buscar a sus hijas y con la advertencia de que no vuelvan sin ellas. Cuando por fin llegaron a San Esteban, Minaya fue a hablar con sus primas y a la mañana siguiente, partieron hacia Valencia. Cuando llegaron a Valencia, el Cid salió a saludar a sus hijas y les prometió que se iba a vengar de los Carrión. El Cid manda a Muño Gustioz a buscar al rey y darle un mensaje. Este lo encuentra en Sahagún y le cuenta lo sucedido con las hijas del Cid y pide las vistas a los Carrión. El rey le dice que convocará a las Cortes de Toledo, que son más importantes que las vistas. Les da siete semanas para que se prepare con sus vasallos y vayan a Toledo. Los de Carrión ruegan al rey para que los perdone la obligación de ir a la Corte ya que tienen miedo del Cid pero el rey no acepta. El conde García Ordóñez, enemigo del Cid, les iba dando consejos conforme pasaba el

tiempo y así se fueron a la Corte con sus hermanos, entre otros parientes y personas que los siguieron. De todas partes llegaban personas pero el Cid no llegaba, al quinto día de espera, finalmente llegó y en honor al rey, comenzó a caminar hacia este pidiéndole también por parte de su esposa, que le bese las manos. El Cid pasa la noche en San Servando y se celebra la Vigilia. A la mañana siguiente, el Cid pide a sus vasallos más confiables y a otros sabios de la legislación para que lo acompañen a la Corte llevando sus armas por protección. El Cid estaba con sus mejores trajes y con su barba atada a un cordón. El rey le invitó a que se sentase con él en su escaño mas el Cid lo rechazó. El rey presentó a los jueces, don Enrique y don Ramón e invitó a que empiece su demanda el Cid y que los de Carrión respondan. El Cid comenzó pidiendo sus preciadas espadas, Colada y Tizona y los de Carrión, pensando que si le daban las espadas, ya no le reclamarían nada más, le dieron al Cid las espadas. El Cid le entrego su espada Tizona a Pedro Bermúdez y Colada a Martín Antolínez. Luego, el Cid pidió todas las cosas que les dio a los Condes. Ellos dijeron que le habían dado sus espadas con el fin de que no le reclamen nada más pero sin embargo el rey aceptó el reclamo del Cid. Los de Carrión decidieron darle lo que le debían en tierras ya que se lo habían gastado todo pero, los jueces no lo aceptaron ya que ellos querían que lo entreguen todo en dinero. Los de Carrión tuvieron que reunir caballos, espadas, entre otras cosas para devolver lo que le debían al Cid. El Cid dice que el mayor rencor que tienen no se lo va olvidar a menos que rete a los de Carrión. El conde García Ordóñez se levantó y defendió a los de Carrión. El Cid le contestó, cerrando la boca a García Ordoñez. Don Fernando se levantó y comenzó a decir que ellos venían de una clase alta y que nunca debieron casarse con las hijas del Cid ya que ellos debieron casarse con hijas de un rey o un emperador. El Cid al escuchar eso, le dice a Pedro Bermúdez que si él responde, Pedro no entrará luchará. Pedro Bermúdez contesta inmediatamente a Fernando, diciendo que por el Cid él valía más ya que él era un cobarde por el asunto del león y por del moro que en realidad nunca mató pero que Pedro guardó en secreto. Pedro retó a Fernando y le dijo que cuando la lid se celebre, Fernando confesará como un traidor. Diego al escuchar eso, dijo que eran los condes más limpios y que a pesar de todo, lo que le hicieron a las hijas del Cid, siempre quedará. Martín Antolínezy al igual que Pedro, le saca en cara por lo que pasó con el león y lo reta y al igual que Pedro, nombrando también a la lid. Asur González llegó a la Corte e insulta al Cid pero Muñoz Gustioz le hizo callar retándolo y el rey al ver esto, dijo que todos los que se han retado, lidiarán las consecuencias. Llegó entonces el infante de Navarra y de Aragón para pedir a las hijas del Cid para que se conviertan en reinas de Navarra y Aragón. El Cid aceptó y el rey lo autorizó y así entonces, se levantaron e hicieron las promesas respectivas. Minaya se levantó y comenzó a hablar sobre el rencor que sentía hacia los de Carrión y así Gómez Pelaéz intenta retarlo pero el rey no lo permite. El rey dice que la lid será al día siguiente. Los de Carrión no aceptan ya que no tenían nada así que el rey les da tres semanas de plazo. El rey le promete protección al Cid ya que la lid será en Carrión. El rey le pide al Cid que haga correr a Babieca y este lo hace después de insistencia. El Cid desea regalárselo

al rey pero este no acepta ya que dice que el caballo perdería a un tan buen señor. Las tres semanas de plazo pasaron pero esperaron dos días a los de Carrión. Cuando llegaron, pidieron al rey que no se utilice ni Colada ni Tizón pero el rey no aceptó. La primera lid comienza con Pedro Bermúdez y Fernando, Pedro Bermúdez tenía mucha ventaja sobre él pero en un golpe resbala de su caballo y dijo que estaba vencido.Martín Antolinez y Diego se agarraron a lanzas pero Diego al ver que ya no tenía escapatoria por todos los golpes que Martín le había dado, se salió del mojón y así Martín ganó.Muño Gustioz y Asur Gonzalez luchaban pero en un momento, Muño le clavó en un costado a Asur y este se cayó a la tierra, todos pensando que estaba muerto. Muño quería rematar pero Gonzalo Ansúrezdijo que él está vencido, que ese combate ya acabó. El Cid regresó con los suyos a Valencia y comenzaron los tratos con Navarra y Aragón. Doña Elvira y doña Sol se casaron y tuvieron mayor honra que la anterior. La obra termina con las palabras del juglar diciendo que el Cid murió el día de Pentecostés. 3.9)

Conclusiones 

El honor del Cid prevlece durante toda la obra.



El rey, a pesar de tener en alto estima al Cid, es un hombre desconfiado.



Jimena apoyó al Cid en todas sus decisiones.



Las hijas del Cid, amaban tanto a su padre que, aceptaron la decisión de casarse.



Los vasallos del Cid fueron siempre fieles al Cid.



La cobardía de los infantes se ve reflejada en distintos hechos.



La lealtad del Cid para con el rey se ve reflejada en los regalos que la hace.



El rey destierra al Cid por habladurías de envidiosos.



El Cid era muy estratégico.



El Cid obtiene todos sus logros gracias a su esfuerzo y perseverancia.

3.10) Valores y Antivalores  Valores 

Lealtad: de parte del Cid hacia el rey Don Alfonso y de los vasallos hacia el Cid, cuando los vasallos del Cid defienden a las hijas de este.



Respeto: a pesar de la injusticia que comete el rey para con el Cid, este siempre le guarda respeto.



Religiosidad: por parte de doña Jimena y del mio Cid, eran personas muy devotas y agradecidas con Dios.



Amor: amor que siente doña Jimena y el Cid mutuamente y hacia sus hijas, es por eso que el Cid no las abandona y deja a Sancho a su cuidado.



Confianza: El Cid logra que el rey don Alfonso recupere la confianza en él, también se ve la confianza del cid hacia sus vasallos.



Heroísmo: se puede apreciar en todos los vasallas pero sobre todo Rodrigo Díaz y sus hazañas heroicas.



Valentía:Cuando el Cid se enfrenta al León.



Dignidad: Cuando el Cid cuida bastante la dignidad de sus hijas



Caballerosidad-Cuando el Cid demuestra que es noble.



Perdón: Se muestra que el rey perdona al Cid y a sus vasallos por la conquista de Valencia.



Honradez: Muestra la valentía del Cid ante una integridad en la forma de obrar.

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Justicia: Se muestra que los vasallos del Cid los retan a duelo a los infantes de Carrión y al final los vasallos logran su victoria.

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Amistad: Se muestra que la figura de este jefe moro que bien puede identificarse con cualquier jefe moro de os que convivían con los cristianos con buena amistad.

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Generosidad: Se exhibe cuando Minaya manda a traer a Castilla donde muestra su heredad a su rey Alfonso que es su señor natural y de todas sus ganancias de Minaya le obsequia cien caballos por haber ganado las extrañas tierras.

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Antivalores: 

Injusticia: La que comete don Alfonso contra el Cid.

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Mentira: Por parte de los enemigo que querían enemistar al Cid con el rey don Alfonso. Y cuando el Cid engaña a Raquel y Vidas.

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Desconfianza: Cuando el rey no confía en el Campeador y se deja influenciar por sus enemigos.

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Traición: Cuando los infantes traicionan al Cid golpeando a sus hijas.

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Cobardía: Cuando los infantes huyen del león, de la batalla y cuando golpean a las hijas del Cid.

 Rencor: Cuando los Infantes deciden vengarse del Cid abusando de las hijas del Cid.  Venganza: Cuando los infantes de Carrión se vengan del Cid.

3.11) Aplicación a la realidad En nuestra actualidad es muy común ver cómo los valores se van perdiendo día a día, sin embargo, aún existen personas que toman a los valores como una forma de vida. En primer lugar, tenemos al amor como base de todos los valores, el cual puede demostrarse de distintas maneras. Existe el amor de pareja, el cual se refleja en la obra en el amor que se tienen Cid y doña Jimena mutuamente. También, existe el amor hacia la familia y amigos, que se ve reflejado con el amor que le tiene el Cid a sus hijas y a sus vasallos. No obstante, al existir amor, debe existir el respeto y la confianza, de lo contrario, no sería un amor sincero. Por ejemplo, el respeto que demostraban los vasallos hacia el Cid y la confianza que el Cid logró recuperar poco a poco del Rey. Así como hoy en día se puede presenciar en algunas familias cómo un hijo intenta recuperar la confianza perdida de un padre. Por otro lado, podemos presenciar en la obra la injusticia que se da cuando el rey Alfonso se deja llevar por las habladurías de envidiosos y enemigos, y decide desterrar al Cid de Castilla sin antes tener pruebas de que dichas habladurías fuesen ciertas. También, en la actualidad se puede presenciar algunos hechos injustos que se llevan a cabo en diferentes ámbitos sociales, como por ejemplo, llevar preso a una persona por un delito que no ha sido correctamente investigado, o en caso contrario, dejar en libertad a personas que hayan cometido delitos y simplemente por el hecho de tener un alto nivel económico los dejan en libertad. Finalmente, se puede observar en la obra la desconfianza que tiene el rey Alfonso hacia el Cid al escuchar, como ya antes mencionado, las habladurías de los enemigos y envidiosos. Algo similar sucede actualmente en nuestra sociedad ya que en estos tiempos uno ya no puede confiar en alguien debido a que no conoce realmente qué clase de formación ha tenido la otra persona.

En conclusión, creemos que los valores se han transmitido de generación en generación, sin embargo, en estos últimos tiempos, con el avance de la tecnología se ha ido perdiendo la comunicación familiar, es decir, los jóvenes se dejan influenciar con facilidad por el medio que los rodea, como lo son las redes sociales, los programas de televisión, entre otros. Debido a esto, ignoran las enseñanzas que sus padres les brindan y son guiados por un mal camino de vida, es decir, sin valores.

4) Bibliografía 

“Parnaso Diccionario Sopena de Literatura”



“El Poema del Cid” - Alfonso M. Escudero Agustino

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“Poema del Cid” - Editorial Mercurio S.A



“Resumen del Cid” – Editorial Impacto Cultural



http://es.wikipedia.org/wiki/Cantar_de_mio_Cid#Argumento_y_estructura



http://www.wordreference.com/es/