INFANCIA La nueva ley de educación promueve la escolarización de la primera infancia desde los 45 días hasta los 5 años de edad. PRESERVAR EL TIEMPO DE INFANCIA Autor: Inés Dussel, Myriam southwell La infancia más temprana debe ser cuidada, atendida, preservada y toda la sociedad tiene la responsabilidad de ello. También los organismos públicos tienen la responsabilidad para consolidar medidas institucionales para concretar esas formas de cuidado. En nuestro país a mitad del siglo XIX, la educadora Juana P. Manso colaboradora de Sarmiento, proponía la creación de jardines de infantes. Juana Manso sostuvo la necesidad de la enseñanza preescolar, informaba a las maestras sobre esos procesos, recomendaba canciones y ejercicios adecuados, traducía canciones para ronda e introducía gimnasia y juegos. Años después, Sara Eccleston una de las maestras norteamericanas traídas por Sarmiento, creo escuelas oficiales y de profesorado especializado. En este tiempo se fueron consolidando algunos estereotipos referidos a cuestiones de género. La conducta y apariencia esperables de las “señoritas” la mirada prejuiciosa de que esa es una tarea de mujeres, trae como consecuencia la escasez de maestros varones. Algo que siempre es motivo de debate en la educación de los más chicos es la relación entre juego y aprendizaje. Hay dos fenómenos en el sistema educativo: hay una mirada descalificadora del jugar, un desprecio por lo que eso enseña. Otro fenómeno es que el espacio de juego está cada vez mas atravesado por personajes ligados al consumo de mercado y cuesta hacer una inventiva para una imaginación menos “guionada” por estas figuras de consumo masivo. En cada siglo o en cada sociedad determinada la infancia cambia, ya que, el infante demuestra distintas capacidades. En nuestro siglo decimos que los niños son sujetos de derechos: todos tienen el derecho al cuidado, la protección, la alimentación y la mejor educación que seamos capaces de darle. Son niños: la responsabilidad primaria por ese cuidado esta en nosotros los adultos. Lo que queremos enseñarles tiene que ayudarlos a ir ganando autonomía. Educarlos tomados de la mano, no tan sueltos como para dejarlos en el desamparo ni tan pegados para que puedan ir marcando su propio camino.
LA NIÑEZ CONTEMPORÁNEA APORTES PARA REPENSAR A LOS SUJETOS DE LA ESCUELA Cada época imprimió características peculiares a los sujetos. La escuela tuvo mucho que ver con la delimitación de la infancia, tanto por el discurso psicológico que estableció una manera taxativa que debía esperarse de los niños. También tuvo mucho que ver la producción de una infancia “correcta” y “aceptable” en términos morales y políticos. Los textos escolares nos permiten ver los esfuerzos estatales por construir un “buen niño” patriota ejemplo de ciudadano, que no deben juntarse con niños que no tienen sentimientos religiosos, que no tienen lenguaje decente y pulcro, los que mienten, los muy presumidos, los que no son buenos con sus padres y hermanos etc. Pero hay que destacar que esa forma de entender la infancia fue desplegada y que siempre hubo distintas experiencias de la infancia. Pablo Pineau hace una descripción de algunos modos de ser infantes a través de la historieta Mafalda, en ese grupo de amigos cada personaje tiene distintas características e intereses que nos permiten ver que hay modos distintos de experimentar la niñez. La pluralidad de la infancia es un elemento a destacar en contra de una visión escolar que tendió a encerrar las experiencias infantiles. Pero además hay que destacar que en el último tiempo se suceden discursos severos sobre la infancia: la infancia en peligro, la infancia cartonera, la infancia inexistente. Todas figuras que aparecen investidas en una falta de futuro y una falta de presente difícil de asimilar para la institución escolar. Infancias plurales que hay que ver en sus posibilidades, buscar vincularnos con las distintas maneras de ser infantes hoy sin sentir que una amenaza se cierra sobre nosotros y sobre la niñez. ¿Qué pedagogías necesita la infancia? ¿Qué políticas educativas son necesaria para atender sus necesidades ¿ son preguntas que nos debemos tomar en serio, para que la escuela sea una experiencia relevante para la niñez de hoy, para ampliar sus márgenes de acción, sus recursos culturales y sus posibilidades de imaginarse como adultos plenos con proyectos y con futuro.