Objetivo
Se procura delimitar un polígono cerrado que reúna las condiciones suficientes para poder ejecutar en él la totalidad de los trabajos de campaña preestablecidos por la cátedra. Demarcación del polígono
El trabajo práctico se desarrolló en un polígono cerrado de 5 lados. Se seleccionó en el terreno los puntos que constituyeron los vértices de la poligonal cerrada sobre los que se desarrollarán los trabajos prácticos. Los vértices cumplen las siguientes condiciones:
Buena visibilidad entre dos vértices consecutivos.
No se hayan obstáculos entre los vértices que impidan realizar directamente la medición de los lados.
Están en lugares poco transitados de tal manera que la estaca no perturbe el libre tránsito de los peatones y vehículos, en cuyo caso corren el riesgo de ser arrancadas.
Instrumental necesario
Estacas: son de madera y sección cuadrada cuyos lados varían entre 1’’ y 2’’. Su largo varía entre 40 y 50 cm. Se los utiliza para materializar un vértice. En su extremo inferior tienen un aguzamiento, para lograr una fácil penetración en el terreno, tarea que se ve simplificada con la ayuda de una maza. Jalones: son para señalar los puntos topográficos solo temporalmente, mientras duren las mediciones. Existen en el mercado jalones de madera y metálicos. Los de madera tienen una longitud que varía entre los 2 y 3 m. Son de sección triangular, hexagonal u octogonal. Están pintados al óleo en zonas alternativamente blancas y coloradas, o blancas y negras, de 20 a 25 cm de ancho, para hacerlos bien visibles. Están provistos en la punta de un regatón de hierro aguzado, para mejorar su penetración en el terreno. Los metálicos tienen una longitud de 1,5 m. Son de sección circular hueca, de 1,5 a 2 cm de diámetro, que posibilita su enganche con otro para ganar en altura. Vienen pintados de idéntica forma que los de madera. El jalón debe situarse en posición vertical. En suelos duros se emplean trípodes especiales para lograr esto. Para mejor visión se les suele colocar una bandera en la punta. Técnica operativa
Se recorrió la zona y se materializaron los vértices del polígono en estudio clavando las estacas en el terreno . En cada vértice se clavó un jalón para poder observarlos a
distancia. Los vértices en que no se podían clavar estacas se materializaron con un punto realizado con aerosol. Croquización Una vez levantado el polígono se realizó una croquización de la figura con los detalles más representativos. Teniendo en cuenta lo siguiente:
El norte geográfico se debe ubicar en el borde superior izquierdo del papel.
La escala a utilizar será:
Los hechos naturales y artificiales se denotan según planillas de símbolos topográficos.
La designación de los vértices se hace con letra mayúscula, comenzando con la letra A y continuando en el sentido de las agujas del reloj.
nº de pasos nº de cuadros del papel
Abalizamiento de los vértices de una poligonal El abalizamiento de los vértices se efectúa para definir su posición en el terreno y facilitar su posible reemplazo por pérdida o rotura. Puede ser realizado por dos métodos: a) Por rumbos: con la ayuda de goniómetros se determina la orientación del vértice con respecto a una alineación definida entre éste y algún detalle representativo ubicado en las proximidades del punto en cuestión. b) Por distancias: es el que se detalla a continuación. Abalizamiento de vértices por distancias Instrumental necesario Cinta de agrimensor: Consta de un fleje de metal unido en sus extremos por agarraderas que se encuentra dentro de una caja circular metálica, de la cual se extrae totalmente para su utilización. La longitud de la cinta comprendida entre las caras extremas de las agarraderas puede ser de 50 a 100 metros, tiene en ambas caras un remache circular pequeño cada 20 cm, uno un poco más grande cada metro impar y toro elíptico cada metro par. Este remache tiene una muesca en la parte superior y lleva el número de metros que hay desde el origen hasta el punto. Para usarla debemos colocarnos a la derecha de ella, o agarrarla con la mano izquierda, en sentido de avance de la medición, y de esta manera veremos el número de remaches al derecho. La cinta de agrimensor se utiliza para realizar mediciones de distancias mayores que la longitud de la misma, para distancias menores se utilizan otro tipo de cintas. Para trabajar con cintas, es necesario, como mínimo, trabajar con dos operadores. Cinta de PVC: Consta de un fleje de PVC graduado en una de sus caras. Son de longitud variable, por ejemplo: 10, 20, 30, 40, 50 y hasta 100 metros. Uno de sus extremos permanece fijo en la caja de enrolle mientras el otro extremo consta de una agarradera metálica, en el que se puede colocar la ficha por dentro. La caja de enrolle consta de una manivela que facilita el enrolle de la cinta dentro del mismo. Vale aclarar que para trabajar con este instrumento es necesario como mínimo dos operarios.
Ruletas: Consta de un fleje metálico graduado en milímetros en una sola de sus caras. Uno de sus extremos está unido al interior de una caja que la contiene, del cual no puede ser extraída. La longitud de la misma es variable, desde 1, 5, 10, 15, 30 y 50 metros. Se utilizan para realizar mediciones de mayor precisión. Técnica operativa Consiste en tomar tres medidas de referencia en puntos estables y característicos del terreno, en lo posible distribuidos de manera que formen entre sí ángulos a 120⁰ cada uno, para ser más precisa la medición del punto. En caso de escasez de elementos notables se colocarán estacas auxiliares.
Croquis Para cada vértice se realiza una monografía, donde se hace un croquis dibujando a escala y siguiendo las siguientes normas:
Orientación: se utiliza la dirección Norte- Sur en la parte superior izquierda de la hoja del papel. En la croquización se utilizan los signos topográficos correspondientes. Las longitudes entre vértices y los puntos de referencia se definen con líneas punteadas. Los puntos de referencia en el terreno deben estar claramente definidos.
Monografía del vértice A: Se encuentra a pocos metros de una acequia paralela a la Costanera. Está abalizado al vértice de un puente que cruza la acequia, a un poste de alumbrado público y a un árbol.
Monografía del vértice B: Está ubicado entre las calles Pozo de Vargas y Costanera. Abalizado a un poste de alumbrado público y a dos árboles.
Monografía del vértice C: Está ubicado en el cordón vereda de la calle Pozo de Vargas, por lo cual colocamos un clavo en lugar de estaca. Como este vértice no cuenta con varios puntos fijos para poder abalizar se realizó una marca de pintura sobre el cordón y se tomó como referencia, además un poste de alumbrado público y un árbol.
Monografía del vértice D: Está ubicado entre las calles y cercano a Pozo de Vargas. Abalizado a un poste de alumbrado público y dos árboles.
Monografía del vértice E:
Monografía del vértice F:
Medición de distancias Introducción El problema de determinar las distancias entre dos puntos topográficos es una de las tareas más importantes, su solución puede efectuarse directa o indirectamente. La medición directa de una longitud consiste en la comparación de su longitud con la unidad de medida, por sucesiva aplicación del instrumento de medir usado, recorriendo la distancia en toda su extensión. En la medición indirecta, se determinan las distancias sin recorrerlas, con la ayuda de instrumentos especiales. Objetivo Dotar al alumno de la suficiente practicidad en el manejo de instrumental para la medición de líneas en forma directa, tarea de suma importancia para su futuro profesional en tareas como mensuras, subdivisiones, loteos, etc. Clases de distancias Hay tres clases de distancias entre los puntos del terreno: Natural, Geométrica y Reducida al Horizonte. Estas tres distancias se encuentran contenidas en el plano vertical que pasa por los dos puntos considerados.
Distancia natural: es la que resulta de medir la separación existente ente los puntos A y B, teniendo en cuenta las sinuosidades del perfil que se produce al cortar la superficie terrestre por el plano vertical que pasa por ellos.
Se mide la distancia natural por la aplicación sucesiva de una unidad lineal (cinta metálica, cadena de agrimensor, alambre de invar, etc.) de modo que permanezca en la alineación de los dos puntos.
Distancia geométrica: es la línea recta que une los puntos A y B, sin tener en cuenta el relieve del terreno. La distancia geométrica suele medirse por procedimientos indirectos, deduciéndose de ella la distancia reducida.
Distancia reducida: es la proyección de las dos distancias anteriores sobre un plano horizontal. La distancia reducida se mide cuando se opera con resaltes horizontales o cuando se trabaja con taquímetros autoreductores o con estadías horizontales.
Instrumental necesario En la medición directa de longitudes se emplea el siguiente instrumental: ruleta, jalones, cinta de agrimensor, y juego de fichas. De estos instrumentos, los tres primeros ya fueron descriptos con anterioridad.
Juego de fichas: está constituido por 11 fichas y 2 arcos para su transporte. Las fichas son agujas de hierro galvanizado de 5 a 7 mm de diámetro y de 30 a 50 cm de largo, en un extremo terminan en una punta y en el otro en forma de anillo. Se utilizan para el conteo de las posiciones de la cinta en todo el largo a medir. Alineaciones a simple vista Las alineaciones son necesarias como preparación de la medición de líneas. Cuando la longitud a medir es relativamente corta, muchas veces basta con marcar los puntos extremos, midiendo la distancia que los separa sin estaquear puntos intermedios. Pero cuando la longitud de la línea es más grande, conviene generalmente, intercalar puntos intermedios alineados, es decir, ubicados en línea recta con los puntos extremos, operación que por eso se llama jalonar una alineación. La línea a jalonar está dada por los puntos A y B. El operador se coloca en el punto 0, a unos pocos metros detrás de A, mirando por el borde del jalón A hacia el jalón B. Un ayudante, situado cerca del primer punto a colocar, está provisto de un jalón; lo tiene en el brazo extendido, entre dos dedos, con la punta a poca distancia del suelo, ejecutando las señas que va recibiendo del operador. Estas señas se dan con los brazos, el izquierdo para la dirección izquierda, y el otro para la derecha, llegando así el jalón a hallarse, después de pocos tanteos, en el punto C buscado. El operador 0 efectuará con los brazos un movimiento hacia la tierra, y el ayudante clavará el jalón. De este modo se clavan los demás jalones en los demás puntos que se estimen necesarios, siguiendo para ello la regla de alinear primero los puntos lejanos. Cuando una línea A-B debe prolongarse hasta C se empezará por determinar este punto, situándose el operador en el lugar de C, cerrando un ojo y alineando con el otro los puntos A y B dados. Luego colocará un jalón frente al ojo con que observo. Otros puntos sobre el trozo de línea B-C, que fueran necesarios, se intercalan por el método ya descrito. Mediciones directas- Técnica operativa Se distinguen dos metodologías de trabajo de campaña: a) Medición en terreno llano: Para medir la longitud de una línea A-B con la cinta de agrimensor, son necesarios por lo menos dos operadores: el delantero y el zaguero; siendo en este caso el zaguero quien dirige la operación. Generalmente es el ingeniero mismo quien la dirige, pudiendo ser el delantero un peón; otras veces tanto el delantero como el zaguero son peones y el ingeniero que dirige camina al lado o detrás del zaguero vigilando la operación. Suponiendo marcado el punto de arranque A por medio de jalón, estaca, mojón u otro medio cualquiera, y jalonada la línea a medir (si fuera necesario) y en el supuesto de que empleen 11 fichas, se ejecutará la medición de la siguiente manera: El zaguero con un aro y una ficha, y el delantero con diez fichas y el aro restante. El zaguero señalará con su ficha el punto de arranque (no obstante estar éste marcado de alguna forma). Con las 10 fichas restantes y un aro en la mano y tirando la cinta con la
otra, el peón delantero marchará en dirección de la línea. Estando la cinta tendida, el zaguero hace al delantero las señas correspondientes para alinearse con el punto terminal de la línea a medir o con un jalón intermedio, imprimiendo a la cinta pequeña sacudidas en sentido vertical. Extendida y alineada la cinta y colocada por el zaguero la agarradera por adentro de la ficha de origen, gritará al delantero en voz alta "clave", a lo que éste contestará "clavada", después de colocada la ficha por fuera de la agarradera. Esta forma de medir longitudes con cinta se denomina por ello "ficha adentro-ficha afuera". El zaguero sacará entonces la ficha de arranque y ambos operadores se trasladarán en la dirección de la alineación hasta que el zaguero llegue a la segunda ficha. Estirada y alineada nuevamente la cinta, arrimará el zaguero la agarradera por dentro de la ficha, colocando el delantero la tercera ficha. Sacada la segunda ficha se continúa igual hasta que el delantero haya colocado la décima ficha que llevaba. Avanza entonces el zaguero para entregar las 10 fichas que tiene en su aro. Si la cinta es de 50 m, se habrá medido hasta ese momento un trozo de línea de 500 m, llamada "tirada" la que es apuntada por el ingeniero que dirige la operación. Con el objeto de medir la fracción de la línea que queda entre la última ficha colocada y el punto B, el delantero puede caminar más allá de este punto y extender la cinta; el ingeniero se acerca al punto terminal de la línea para leer la fracción. En otros casos conviene más que el peón delantero camine solamente hasta el punto B, al que se aplicará entonces la agarradera delantera, el ingeniero o el zaguero leerá, en la última ficha clavada sobre el reverso de la cinta, la fracción buscada. Los centímetros correspondientes al resto se pueden medir con doble decímetro o ruleta. La longitud de la línea medida será igual al número de cintadas, multiplicándose por su largo, más el número de metros y fracción leídos en el reverso de la cinta. Para considerar la presencia de posibles errores de medición, se medirá de vuelta, considerando ahora el punto B como punto de arranque y procediendo en forma análoga que para la medición de ida. De esta manera la longitud de la línea estará dada por la siguiente expresión: D= (C.10.L)+(n-1).L+R Donde: D: distancia medida C: número de cambio de fichas L: longitud de la cinta n: número de fichas que tiene el zaguero en el aro al terminar la medición contando a la última que puso el delantero R: resto b) Medición en terreno inclinado
Tratándose de mediciones en terreno inclinado, es necesario distinguir entre distancia oblicua y la reducida al horizonte. Si el terreno tiene pendiente uniforme, se puede medir la distancia inclinada, y luego el ángulo de altura, entonces la longitud topográfica será:
L AB = Otra técnica de campaña para determinar la longitud reducida al horizonte, es empleando el "Método de Resaltos Horizontales". Este procedimiento requiere la utilización de por lo menos tres operadores, dos miden pequeñas distancias (para poder estirar bien la cinta y evitar la flexión) y el tercer operador es el encargado de horizontalizar la cinta a ojo. En algunas oportunidades esta tarea se efectúa con la ayuda de un nivel. En los puntos 2 y 3 se utiliza un jalón manera de plomada, dejándolo caer por su propio peso sobre el terreno, se verifica su verticalidad y se miden las distancias parciales 1-2 y 2-3. Es conveniente en los puntos 2 y 3, provocar las lecturas en correspondencia con los metros pares de las cinta para evitar confusiones en las lecturas. En estos casos la longitud topográfica es:
Lab = Para la medición de vuelta se procede de idéntica forma. Normas y precauciones para trabajos de campo
La cinta estará en condiciones de uso, una vez controlada su longitud nominal
l0
(
es la que nos informa el fabricante para determinada fuerza tirante y temperatura ambiental). Medir sobre la línea correspondiente (la que será materializada para el caso) con una correcta alineación y evitando toda flexión de la cinta. Realizar las lecturas con sumo cuidado en las fracciones de metro y llevar un estricto control del número de cintadas y tiradas que se realice. Repítase cada medición por lo menos una vez, porque sólo así es posible protegerse contra una equivocación o error grosero.