=========================================================
Jeremias 32 =============================== Según Jeremías 32:9, el profeta pagó ―siete siclos y diez piezas de plata‖ por un campo. Quizás fuera simplemente una fórmula legal que significaba diecisiete siclos de plata (BJ, DK, Val, etc.), o posiblemente quería decir siete siclos de oro y diez siclos de plata.
-----------------------------------------------------------------------------------------------Jeremias 32:10-15. ¿Cuál era la razón de hacer dos escrituras de la misma transacción? La escritura abierta servía de fuente de consulta; la sellada era una copia para comprobar la exactitud de la primera si fuese necesario. Jeremías siguió los trámites legales pertinentes incluso cuando hizo tratos comerciales con un pariente y consiervo, lo que es un buen ejemplo para nosotros.
-----------------------------------------------------------------------------------------------Sí, aunque Jeremías estaba tratando con un compañero de adoración, que además era pariente suyo, siguió ciertos procedimientos legales razonables. Se hicieron dos registros escritos: uno que se dejó abierto para consulta rápida y el segundo que se selló para respaldar el primero en caso de que surgiera alguna duda sobre su exactitud. Todo ello se efectuó, según dice el Jeremias 32:13, ―ante los ojos de ellos‖. De modo que fue un trato comercial público, legal, ante testigos. Está claro, entonces, que los verdaderos adoradores tienen precedentes bíblicos para confirmar y documentar de ese modo sus tratos comerciales.
-----------------------------------------------------------------------------------------------En el ocaso del reinado de Sedequías, cuando los babilonios sitiaron Jerusalén, Jeremías dijo que Jehová es Aquel ―cuyos ojos están abiertos sobre todos los caminos de los hijos de los hombres, a fin de dar a cada uno conforme a sus caminos y conforme al fruto de sus tratos‖ (Jer. 32:19). Estas palabras indican que el profeta entendió cuál es la postura de Jehová en materia de justicia: el Altísimo observa lo que hace cada uno de sus siervos y escucha sus sinceras súplicas, y, a su vez, sus siervos ven más y más testimonios de que Él da ―a cada uno conforme a sus caminos y conforme al fruto de sus tratos‖.
En la antigua tierra de Canaán se sacrificaban niños a Mólek. Se dice que un horno ardía dentro de una enorme imagen de este dios falso. La gente echaba a niños vivos en los brazos extendidos de la imagen, y los niños caían a través de ellos en el fuego que había abajo. Hasta algunos israelitas practicaron esa adoración falsa. Dios dice que ellos hicieron ‗que sus hijos y sus hijas pasaran por el fuego a Mólek, cosa que Él no les mandó, ni subió a Su corazón el hacer esta cosa detestable‘. (Jeremías 32:35.) ¿De qué beneficio fue Mólek a sus adoradores? ¿Dónde están aquellas naciones cananeas y la adoración de Mólek hoy día? Todo aquello ha desaparecido. Era adoración falsa, adoración que no se fundaba en verdades, sino en mentiras.
------------------------------------------------------------------------------------------------
Si alguna vez se pusiera en tela de juicio la autenticidad de la escritura no sellada, se podría abrir la escritura sellada y compararla con la que no estaba sellada. La entera transacción era pública, efectuada ―ante los ojos de todos los judíos que estaban sentados en el Patio de la Guardia.‖ Ambas escrituras se colocaban después en un recipiente para custodia. (Jer. 32:6-14) Así, años más tarde, habría estado disponible prueba de que todo se había manejado apropiadamente.
=========================================================
Jeremias 33 =============================== Fijémonos ahora en la invitación que el Oidor de la oración extendió mediante Jeremías en el décimo año de Sedequías: ―Llámame, y yo te responderé y prontamente te informaré de cosas grandes e incomprensibles que no has conocido‖ (Jer. 33:3). Si el rey y la nación renegada llamaban a Dios, él les revelaría cosas ―incomprensibles‖ para ellos: la destrucción de Jerusalén y su reconstrucción tras yacer setenta años desolada.
-----------------------------------------------------------------------------------------------No obstante, antes de la caída de Jerusalén, Jehová había dicho que no sería Egipto, sino él, quien daría paz verdadera a Israel. Su promesa, formulada mediante Jeremías, fue: ―Los sanaré y les revelaré una abundancia de paz y verdad. Y de veras traeré de vuelta a los cautivos de Judá y a los cautivos de Israel, y ciertamente los edificaré tal como en el comienzo‖. (Jeremías 33:6, 7.) La promesa de Jehová comenzó a verificarse en 539 a.E.C. con la conquista de Babilonia y la liberación de los israelitas desterrados.
------------------------------------------------------------------------------------------------
¿Imitamos a Dios cuando alguien nos ofende con palabras y acciones irreflexivas? Tocante a los antiguos judíos, Jehová dijo que ‗purificaría‘ a quienes perdonara (léase Jeremías 33:8). Él es capaz de purificar en el sentido de que olvida el error de los que se arrepienten; hace como reza el dicho: borrón y cuenta nueva. Por supuesto, el que la persona obtenga el perdón de Dios no significa que se la limpie de la imperfección heredada y quede perfecta, sin pecado. Con todo, hay algo que podemos aprender de lo que Dios dijo sobre purificar a los hombres. Nosotros debemos esforzarnos por borrar el error de nuestro ofensor, lo que equivale, por decirlo así, a purificar el concepto que albergamos de él en el corazón.
En Jeremías 33:14-16 se registra una profecía mesiánica de carácter similar, en donde se aplica idéntica expresión a Jerusalén, al decir: ―Y esto es lo que se le llamará: Jehová Es Nuestra Justicia‖. En ambos casos la expresión muestra que el nombre de Dios, Jehová, colocado tanto sobre su rey prometido como sobre su capital escogida, es una garantía de su justicia. Por otra parte, el derecho y la justicia que emanan o se expresan de estas fuentes son el resultado de la devoción completa a Jehová y a su voluntad divina, y traen consigo su bendición y guía.
-----------------------------------------------------------------------------------------------―Si ustedes pudieran romper mi pacto del día y mi pacto de la noche, aun para que el día y la noche no ocurran a su tiempo, igualmente podría romperse mi propio pacto con David mi siervo, de modo que él no llegara a tener un hijo que reinara sobre su trono‖. (Jeremías 33:20, 21.) 3 Esas palabras dan prueba indirecta de que tanto nuestro planeta, la Tierra, como el Sol y la Luna permanecerán para siempre. (Eclesiastés 1:4.) Nuestra Tierra siempre estará ocupada por residentes humanos, para que ellos disfruten de las bellezas del día y de la noche bajo el Dios que cumple con sus pactos, el Creador del hombre.
-----------------------------------------------------------------------------------------------Jeremias 33:23, 24. ¿Cuáles son ―las dos familias‖ que se mencionan en estos versículos? Una es la familia real de David, y la otra, la familia de sacerdotes que descendieron de Aarón. Con la destrucción de Jerusalén y su templo, daba la impresión de que Jehová había rechazado a las dos familias y de que ya no tendría un reino sobre la Tierra ni que reviviría su adoración. =========================================================
Jeremias 34 =============================== Pero los hebreos sí usaban especias y ungüentos fragantes como parte de los entierros. (Juan 19:40) Por consiguiente, después de mencionar sustancias fragantes de esa índole que se usaron en el entierro de Asa, el relato dice que ―le hicieron una quema funeral extraordinariamente grande.‖ Note, ―le‖ hicieron a él una quema, no ―lo‖ quemaron a él. El versículo mismo, entonces, indica que lo que se quemó fueron las especias aromáticas, que despedían un olor fragante. Esas ―quemas‖ solo se mencionan en el caso de reyes. Al predecir la muerte pacífica del rey Sedequías, Jeremías dijo: ―Como con las quemas para tus padres, los reyes anteriores . . . harán una quema para ti.‖ (Jer. 34:5)
En Jeremías 34:7, el profeta describe aquella época así: ―Cuando las fuerzas militares del rey de Babilonia estaban peleando contra Jerusalén y contra todas las ciudades de Judá que quedaban, contra Lakís y contra Azeqá; porque estas, las ciudades fortificadas, eran las que quedaban entre las ciudades de Judá‖. El escritor de una de las cartas de Lakís parece describir lo mismo: ―Observamos las señales [de fuego] de Lakish [...] porque no vemos Azeqah‖. Muchos estudiosos creen que estas palabras indican que Azeqah (Azeqá) había caído ante los babilonios y que Lakís sería la siguiente en caer. Un detalle interesante de este texto es la referencia a ―señales [de fuego]‖. Jeremías 6:1 también menciona dicho medio de comunicación.
-----------------------------------------------------------------------------------------------A pesar de que la situación internacional era tan amenazadora para Jerusalén, aquél era el proceder obediente que debería seguir el pueblo de Jeremías. Sin embargo, antes del fin de aquel año de liberación, aquellos dueños de esclavos quebrantaron su pacto solemne y obligaron a sus anteriores siervos y siervas a volver a la esclavitud. Aquella acción desagradó a Jehová, el guardador de pactos, y le suministró otra razón para castigarlos.—Jer.
34:8-16.
------------------------------------------------------------------------------------------------
En Jeremías 34:7, el profeta describe aquella época así: ―Cuando las fuerzas militares del rey de Babilonia estaban peleando contra Jerusalén y contra todas las ciudades de Judá que quedaban, contra Lakís y contra Azeqá; porque estas, las ciudades fortificadas, eran las que quedaban entre las ciudades de Judá‖. El escritor de una de las cartas de Lakís parece describir lo mismo: ―Observamos las señales [de fuego] de Lakish [...] porque no vemos Azeqah‖. Muchos estudiosos creen que estas palabras indican que Azeqah (Azeqá) había caído ante los babilonios y que Lakís sería la siguiente en caer. Un detalle interesante de este texto es la referencia a ―señales [de fuego]‖. Jeremías 6:1 también menciona dicho medio de comunicación.
-----------------------------------------------------------------------------------------------El pueblo especial de Dios tenía que ser fiel para recibir el cumplimiento completo de la promesa divina, y no lo fue. Es cierto que hubo israelitas que tuvieron una fe sobresaliente (Hebreos 11:32–12:1). No obstante, en muchas ocasiones la nación se volvió a dioses paganos con la esperanza de conseguir beneficios materiales (Jeremías 34:8-16)
------------------------------------------------------------------------------------------------
El rey no hizo ningún esfuerzo por detener a los príncipes y a la gente de traspasar el pacto que habían hecho de liberar a los esclavos hebreos. El sabía que el modo de obrar de ellos era incorrecto, pero, evidentemente por temor de desagradar a personas prominentes, dejó pasar aquella iniquidad sin detenerla. En consecuencia, el desastre le sobrevendría con certeza a Jerusalén, ya que Jehová no salvaría a un pueblo corrupto. (Jeremías 34:8-22)