LA OBESIDAD 2.1.-DEFINICION La obesidad es una enfermedad Crónica que afecta a millones de personas, es definida como el exceso de grasa en el tejido adiposo bajo la piel y en el interior de ciertos órganos produciendo el aumento de la masa corporal o del tejido graso en el organismo, debido a un aumento en el consumo calórico y a una disminución de actividad física. Los expertos advierten de que sus efectos más negativos se producen porque actúa como agente que exagera y agrava a corto plazo y de forma muy evidente patologías graves como la diabetes, la hipertensión, las complicaciones cardiovasculares e incluso algunos tipos de cáncer como los gastrointestinales. DETERMINACIÓN DE LA OBESIDAD EN UNA PERSONA Antes de empezar con la determinación de la obesidad es necesario establecer la gran diferencia que existe la masa carente de grasa y la masa grasa. La masa grasa se refiere a la suma de todas las grasas del cuerpo, mientras que la masa carente de grasa incluye agua, los músculos y los huesos. El pesos corporal es la suma de ambas y cualquier cambio en uno dará como resultado la alteración del otro. Es necesario considerar el nivel de desarrollo físico del afectado (la edad), el sexo, la estatura, y el tamaño de sus huesos, ya que este podría practicar algún deporte y su peso corporal aumentaría pero no por la grasa acumulada en su organismo Hay tres niveles de obesidad: 1. Nivel 1: (LIGERA) IMC=30-34.9 2. Nivel 2:(MODERNA) IMC=35-39.9 3. Nivel 3 (EXTREMA) IMC=40 O MAS. PROBLEMAS DE LA SALUD ASOCIADOS CON LA OBESIDAD -ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES E HIPERTENSIÓN Insuficiencia Cardiaca Congestiva: Es un síndrome que se genera por la disminución del bombeo de sangre de nuestro corazón, como resultado de aquello se puede acumular liquido en las piernas, pulmones y tejidos del cuerpo.
Presión Arterial Alta: Es una de las razones del agrandamiento del corazón y aumenta al incrementarse la potencia del bombeo del corazón o al contraerse los vasos sanguíneos. Arritmia.- Las arritmias son alteraciones en el funcionamiento de la red eléctrica del corazón que modifican el ritmo cardiaco y tienen repercusión en el bombeo de este órgano, produciendo una menor eficacia. Si las arritmias provocan un ritmo cardiaco más lento son conocidas como Bradiarritmias o taquiarritmias sin son más rápidos. ENFERMEDADES RESPIRATORIAS Hipoventilación.- Es una afección que se presenta en las personas obesas, en la que llegamos a tener bajos niveles de oxígeno por la respiración deficiente y niveles más altos de dióxido de carbono en la sangre. Apnea del sueño.- Con esta enfermedad la respiración tiende a detenerse mientras los afectados se encuentran durmiendo porque sus vías respiratorias se han estrechado o bloqueado parcialmente
ETIOLOGIA DE LA OBESIDAD La obesidad es una enfermedad multifactorial de etiología diversa y en muchas ocasiones desconocida, que está influenciada por factores exógenos o ambientales y por los factores
endógenos o genéticos. En el desarrollo de la enfermedad tienen un papel importante las distintas situaciones socioculturales, ambientales, demográficas, socioeconómicas y psicológicas. Por lo tanto, se define la obesidad como una enfermedad crónica, compleja, multifactorial, que se desarrolla por una interacción entre los genes y el ambiente. Fundamentalmente, la obesidad se atribuye al excesivo aporte calórico por los alimentos respecto a la disminución del gasto energético de forma crónica a) Factores ambientales o del estilo de vida Los cambios producidos que justifican el aumento de peso en la población en los últimos años son debidos a los cambios del estilo de vida durante el proceso de modernización, las nuevas tecnologías, la reestructuración económica y el ocio pasivo, que han modificado los modelos dietéticos y de actividad física. La falta de ejercicio o sedentarismo es un factor cada vez de mayor importancia al ir ligado al desarrollo de las nuevas tecnologías, asociado a la evolución de la sociedad en busca de la comodidad y del mínimo esfuerzo físico, al ser sustituido éste por el trabajo de las máquinas o aparatos de la sociedad del bienestar b) Fructosa como factor etiológico de la obesidad Digestión, absorción y metabolismo de la fructosa La principal fuente de fructosa es la sacarosa o azúcar de mesa, que proviene en general de la caña de azúcar. Otras fuentes de fructosa son la miel de abeja y las frutas como: dátiles, higos, manzanas, uvas, fresas y moras. La fructosa se utiliza como edulcorante en alimentos preparados, o se vende granulada para uso de los consumidores, a quienes erróneamente se les ha hecho creer que por no requerir de insulina para ser metabolizada, se puede utilizar sin restricción alguna. El jarabe de maíz alto en fructosa es elaborado a partir de almidón de maíz, el cual es hidrolizado enzimáticamente hasta obtener moléculas de glucosa libre, que son posteriormente convertidas en moléculas de fructosa por medio de la enzima glucosa isomerasa. El jarabe de maíz alto en fructosa se clasifica de acuerdo con el contenido de fructosa en la mezcla. La sacarosa es hidrolizada a nivel intestinal por la enzima sacarasa en los monosacáridos constituyentes: fructosa y glucosa. La fructosa libre, consumida como tal o como producto de la hidrólisis enzimática de la sacarosa es absorbida principalmente en el duodeno y el yeyuno. Al igual que otros monosacáridos, la fructosa es absorbida por difusión facilitada a nivel de yeyuno, a través de una proteína transportadora denominada GLUT 5, en un proceso no dependiente de sodio. Durante el consumo excesivo y sostenido de fructosa, la tasa de absorción aumenta, lo que sugiere una adaptación fisiológica ante el incremento en la ingesta dietética. Una vez absorbida, la fructosa es transportada al hígado, donde es fosforilada por la enzima fructoquinasa a fructosa 1 fosfato, que se convierte en gliceraldehido 3 fosfato o dihidroxiacetona fosfato (Figura 1). Estas triosas fosfato podrán entrar en la vía glicolítica hasta formar piruvato y oxidarse posteriormente a Acetil CoA.
En el hígado el Acetil CoA proporciona carbonos para la síntesis de ácidos grasos, triglicéridos y colesterol. Es por esta razón que al consumir grandes cantidades de fructosa se estimulan las vías glicolíticas y lipogénicas en la célula hepática, lo cual se ve favorecido por el hecho de que, contrario a la glucosa, la molécula de fructosa entra a la vía glicolítica sin pasar por el punto de regulación: la reacción catalizada por la fosfofructoquinasa. Esta enzima es inhibida alostéricamente por el citrato y el ATP, regulando, por lo tanto, la subsecuente producción de triglicéridos. Como se mencionó anteriormente, la molécula de Acetil CoA provee los carbonos necesarios para la síntesis de novo de ácidos grasos de cadena larga, que posteriormente son esterificados para formar triglicéridos. En el estudio realizado por Teff y colaboradores, se observó que en aquellas mujeres jóvenes que ingirieron bebidas endulzadas con fructosa, la concentración plasmática de triglicéridos incrementó más rápidamente y alcanzó una mayor concentración, que en aquellas que recibieron bebidas endulzadas con glucosa. Según Havel, existen reportes de que durante el consumo de fructosa se incrementa la síntesis de Apo B que antecede al aumento de las VLDL, lo cual, eventualmente, podría provocar un aumento de los triglicéridos. Se sabe que cambios en las VLDL son asociados a cambios en otras lipoproteínas como las HDL y las LDL pequeñas y densas, lo que podría relacionarse con el desarrollo de aterosclerosis Por otro lado, en el estudio realizado por Kelley y Azhar, se propone que este aumento en los triglicéridos sanguíneos puede deberse al efecto sobre la acción del receptor PPRα observado en animales de laboratorio luego del consumo elevado de fructosa.
Fructosa y ganancia de peso La obesidad ha sido reconocida como una enfermedad metabólica que va más allá del desbalance entre el gasto y la ingesta de energía, y los estudios recientes han ampliado el conocimiento de la compleja interacción entre el papel regulador del adipocito, la composición de la dieta y el gasto energético. La prevalencia de la obesidad se ha incrementado de forma paralela al consumo de fructosa. Pero, existe poca información sobre el efecto de la fructosa sobre la secreción de reguladores endocrinos del balance energético como la insulina, la ghrelina y la leptina. SISTEMA NEUROLOGICO DEL CENTRO REGULADOR DEL APETITO El sistema nervioso entérico y el tracto gastro-intestinal se encuentran en comunicación con el sistema nervioso central (SNC) a través del sistema nervioso autónomo. Las aferencias hacia el SNC son transmitidas por los nervios esplácnicos y nervio vago, la mayoría de fibras llegan al núcleo del tracto solitario del bulbo raquídeo y otras hasta el hipotálamo (núcleo paraventricular y núcleo arcuato) (figura 1.8), formando los dos centros principales a nivel cerebral reguladores del apetito (Konturek SJ et al, 2004), los cuales presentan una interconexión clara entre si.
(Figura a) Esquema de la acción central y periférica de la leptina
Insulina
La insulina es secretada a nivel pancreático en respuesta a los nutrientes circulantes (glucosa y aminoácidos) y a otras hormonas incretinas. Según Woods SC et, la insulina es un regulador a largo plazo de la ingesta, del balance energético y de la adiposidad corporal. Ante una misma cantidad de glucosa, los obesos suelen presentar una secreción de insulina más elevada que los individuos con normopeso, por lo que los niveles plasmáticos de insulina serán proporcionales a la ingesta reciente y a la grasa corporal. Esta molécula tiene un efecto inhibitorio de la ingesta, y además aumenta la actividad simpática central y el gasto energético Por lo tanto, a largo plazo controla a la baja el tamaño de la ingesta y tiene un efecto anabólico a nivel periférico, incrementa la síntesis de lípidos y su almacenamiento. Un humano con una secreción baja de insulina podría tender a la hiperfagia y al consumo de dietas ricas en grasas.
Leptina
La leptina es una hormona producida sobre todo por el tejido adiposo, que regula la ingesta a corto y largo plazo. Sus niveles plasmáticos son proporcionales al tamaño de las reservas de grasas, observándose niveles elevados de leptina y resistencia a esta hormona en obesos. La leptina actúa como regulador de la ingesta a largo plazo en las situaciones de déficit energético y como señal ante una situación de ayuno. La leptina producida a nivel gástrico es liberada tras la ingesta y actuaría a corto plazo en el control del tamaño de la ingesta como otros péptidos gastrointestinales como la colecistoquinina. Los niveles de leptina son mayores en las mujeres, en obesos y ante estímulos como la glucosa o la insulina, es inhibida por la testosterona, y con el consumo de dietas ricas en grasas, ya que inducen un descenso de insulina.
Ghrelina
La ghrelina, al igual que la leptina, ha sido implicada directamente en el control a corto y largo plazo de la ingesta. Se produce en las células endocrinas gástricas, y su paso a la circulación aumenta la ingesta a corto plazo y el peso corporal. Ejerce un papel en la regulación del comportamiento alimentario en el momento de inicio de la ingesta. En los individuos obesos presentan niveles de ghrelina bajos.
c) Otros factores en la etiología de la obesidad Otros procesos o síndromes menos frecuentes, pero que también se relacionan con la obesidad, son las enfermedades endocrinas habituales como el hipotiroidismo y otras no tanto como el síndrome de Cushing.
d) Factores genéticos En las últimas décadas, el estudio de los factores genéticos relacionando diversas enfermedades ha aumentado. Con repecto a la etiología de la obesidad, existen diversos trabajos que intentan estudiar la heredabilidad de esta enfermedad. Existen dos estrategias básicas para el estudio genético de la obesidad en humanos, por una parte los estudios de asociación y por la otra los estudios de ligamiento. Los estudios de asociación son muy importantes en la identificación de los genes candidatos que tienen una pequeña contribución al desarrollo de la obesidad. Los factores genéticos pueden influir en la dislipemia de la obesidad abdominal determinando el umbral de grasa a partir del cual aparecen estas alteraciones metabólicas, o que influyan en la relación entre la distribución de grasa y los niveles lipídicos, cabe destacar los polimorfismos genéticos:
Que produzcan desequilibrios entre músculo y tejido adiposo en el transporte de glucosa (GLUT4). Que influyan en las alteraciones de la lipoprotein lipasa (LPL). Genes cuya capacidad lipogénica dependa de la actividad de factores de transcripción como ChREBP y SREBP-1. Otros como los implicados en la regulación del metabolismo intracelular de los ácidos grasos, como es el caso de la proteína quinasa dependiente de AMP (AMPK) (Ruderman NB et al, 2003), proteína que media los efectos catabólicos de la leptina y la adiponectina (Minokoshi Y et al, 2002; Yamauchi T et al, 2002), y éstas a su vez estimulan la expresión de las U (Masaki T et al, 2003). Variaciones genéticas que afecten a las hormonas estimulantes de la adipogénesis como la insulina, la hormona de crecimiento, los glucocorticoides o las hormonas tiroideas. Polimorfismos que inhiben la adipogénesis como el factor de necrosis tumoral (TNFα) o la resistina.
Por tanto, se deduce que la obesidad o el exceso ponderal de grasa es debido a causas genéticas con una predisposición poligénica que incluiría genes que interaccionarían con los cambios nutricionales y del estilo de vida. Este aspecto multifactorial es lo que dificulta la identificación de genes implicados en el desarrollo de la obesidad. SINDROME METABOLICO EL síndrome Metabólico no se trata de una única enfermedad, sino de una asociación de problemas de salud, que pueden aparecer en forma simultanea o secuencial en un mismo individuo, causados por factores genéticos y/o ambientales asociados al estilo de vida, especialmente la mala alimentación o sobreingesta calórica (que trae como consecuencia un exceso de grasa corporal, y especialmente abdominal) y la ausencia de actividad física(sedentarismo). Se lo denomina también Síndrome X, en el cual la resistencia a la insulina es el mecanismo fisiopatológico fundamental, hay 6 componentes del síndrome metabólico que son: 1. Resistencia a la captación de glucosa mediada por la insulina. 2. Intolerancia a la glucosa. 3. Hiperinsulinemia. 4. Aumento de triglicéridos en la VLDL. 5. Disminución del colesterol de las HDL. 6. Hipertensión arterial. Enfermedad cardíaca y cerebrovascular • Cardiopatía isquémica La obesidad actúa como factor de riesgo coronario a través de los factores de riesgo clásicos (hipertensión, diabetes, dislipemia) y de los no convencionales se observa en diferentes
estudios un incremento de la morbilidad y mortalidad por enfermedad coronaria en aquellos pacientes con síndrome metabólico. • Cardiomiopatía e insuficiencia cardíaca (IC) En los obesos se produce una dilatación de la cámara ventricular y una hipertrofia ventricular excéntrica que conlleva una disfunción diastólica e insuficiencia cardíaca congestiva En los obesos se producen varios cambios hemodinámicos que favorecen el desarrollo de la IC, por una parte el aumento de la precarga tras el aumento de volumen plasmático y retención de sodio, y por otra al aumento de la postcarga debido a la hipertensión arterial secundaria a la hiperactividad simpática. • Enfermedad cerebrovascular El riesgo de ictus isquémico y hemorrágico aumenta en relación al IMC y el perímetro de cintura. Los obesos (IMC>30 kg/m2 ) tienen casi el doble de riesgo de padecer un ictus que las personas normal en peso. • Arritmias cardiacas La obesidad se asocia con una elevación del riesgo de arritmias cardiacas como la fibrilación auricular (FA), así como con diversas alteraciones electrocardiográficas (Poirier P et al, 2006), llegándose a estimar en el estudio Framingham un aumento del 52% en el riesgo de FA en los sujetos obesos (Wang TJ et al, 2004). Alteraciones del sistema respiratorio • Insuficiencia respiratoria- hipoventilación y síndrome apnea del sueño La obesidad, principalmente la abdominal, se asocia con el síndrome de hipoventilaciónobesidad o síndrome de Pickwick y con la apnea del sueño (SAOS). Se producen por los cambios en la vía aérea superior debido al acúmulo graso y por la ineficiencia de los músculos respiratorios, produciéndose un descenso de la capacidad funcional y del volumen respiratorio de reserva (Poirier P et al, 2006). Se caracteriza por exceso de episodios de apnea o hipopnea durante el período del sueño y con hipersomnia diurna. Hipertensión pulmonar En el paciente obeso aparece una sobrecarga cardiaca que conlleva a un aumento de la resistencia vascular pulmonar, causando hipertensión pulmonar agravada sobre todo en las situaciones de ejercicio físico. http://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/10083/sorli.pdf;jsessionid=50F963A8DFB828A8F CBD3B3784F26F8A?sequence=1 http://www.emagister.com/s_courses/Comunidad_Emagister_51664_sindromemetabo lico.pdf http://www.avpap.org/documentos/gipuzkoa2007/obsysmetab.htm http://www.scielo.sa.cr/pdf/amc/v49n4/3543.pdf