La Economia Primaria Exportadora[1] 4q3n3k

Economía en la Historia Alumnos: PEREYRA, Cristian. Matricula Nº 75719 DIAZ, Walter. Matricula Nº 70345 MONZON, Patricia. Matricula Nº GARCIA, Mónica. Matricula Nº 8670 NIVEYRO, Gustavo. Matricula Nº 75316

Carreras: Licenciatura en Comercio Internacional Contador Público Nacional Licenciatura en Comercialización

Año: 2012

INTRODUCCION

La mitad del siglo XIX, en torno al año 1860 comienza una nueva etapa en el desarrollo económico argentino. Dos factores tuvieron gran importancia: 1-La expansión e integración creciente de la economía mundial. 2-Gran extensión de tierras fértiles escasamente pobladas, en la zona pampeana que se convirtió en un centro natural de atracción de los intereses europeos. La revolución tecnológica de Europa de fines del siglo XVIII y la industrialización de los países más avanzado, determinaron la apertura de posibilidades de desarrollo de los territorios aptos para la producción agropecuaria en clima templado Este periodo fue llamado como economía primaria exportadora, primaria porque la explotación agropecuaria en esta etapa es el sector más importante de la producción nacional, y exportadora porque la comercialización de productos agropecuarios es quien impulsa el crecimiento de este periodo. Este modelo agro exportador tiene como características -Economía basada en los productos del campo: carne y cereales. -La unidad productiva es La Estancia. -Una gran concentración de la propiedad territorial. -Una gran dependencia de la economía argentina respecto del mercado internacional. -La extranjerización de la economía argentina. -Inversiones extranjeras en grandes obras públicas. -El tendido del ferrocarril centralizado en el puerto de buenos aires. Durante este periodo la expansión de las exportaciones agropecuarias, el arribo de numerosos contingentes migratorios y la radicación de capitales extranjeros transformaron en pocas décadas la estructura económica y social del país. Este proceso se cierra con la crisis económica mundial del año 1930.

LA REVOLUCION INDUSTRIAL Y LA INTEGRACION DE LA ECONOMIA MUNDIAL. El conjunto de innovaciones técnicas que comienzan a surgir a fines del siglo XVIII, llamada Revolución Industrial, abrieron una frontera ilimitada al desarrollo económico. El avance tecnológico se materializó en una serie de innovaciones y de mejoras en la organización permitieron aumentar el rendimiento del trabajo. El aumento de la cantidad de bienes disponibles por este aumento en la productividad, hizo posible que se destinara de manera creciente mano de obra a la producción de maquinarias, equipos y otros bienes para la inversión. El progreso técnico revoluciona las condiciones del desarrollo económico, al permitir la expansión ilimitada del mercado dentro y fuera de las fronteras nacionales y crear los incentivos para la inversión privada. La ampliación del mercado mundial a fines del siglo XVIII aumento las oportunidades de inversión en las actividades destinadas a la exportación, creando posibilidades de expansión mas allá de lo que hubiera sido únicamente con el crecimiento del mercado interior. El progreso técnico y la consecuente expansión del ingreso produjeron una transformación en las estructuras productivas. Cuando el nivel de ingreso es mayor la composición de la demanda cambia creciendo en importancia los productos manufacturados y los servicios y decreciendo proporcionalmente la de los alimentos y los productos básicos para la vida. Esto hace que se oriente mayor cantidad de mano de obra y capital hacia estos sectores en expansión. Los consumidores gastan menos en alimentos a medida que aumenta sus ingresos y a su vez los progresos técnicos en las actividades rurales permiten emplear cada vez menos mano de obra para la producción. El progreso técnico en el ámbito de los transportes y las comunicaciones hizo viable la integración de los espacios, constituyendo la columna vertebral de la integración de las economías y de los mercados nacionales. Este carácter integrador del progreso técnico no se limitó al ámbito nacional, sino que se extiende al ámbito internacional. La revolución producida en los barcos de navegación de ultramar logro una reducción radical en los costos permitiendo transportar mayores cantidades con menores fletes y no solo los productos tradicionales, sino que también incorporar otros. La integración de la economía mundial se realizo por tres vías principales: 1- El movimiento internacional de capitales: entre 1.874 y 1.914, las inversiones extranjeras ascendieron a 44 mil millones de dólares. Básicamente fueron reinversiones de utilidades e intereses producidas por las inversiones extranjeras ya

existentes en el los países. De este importe el 38% se encontraba invertido en América del Norte, Oceanía y la Argentina, el 34$ en África, Asia, resto de América Latina y un 27% en Europa. En el caso de la Argentina un tercio de estas inversiones eran prestamos al gobierno. A principios del siglo XIX en varios países de América Latina comenzaron la colocación de la deuda pública en la City de Londres. Al final de la década la mayor parte de esos bonos se encontraban en default, siendo el caso mas importante el incumplimiento de la Argentina de su deuda con la Casa Baring de Londres de 1.890. Gracias a la apertura de los mercados europeos a la producción de alimentos y materias primas del exterior más la mejora en los medios de navegación, se abrieron las economías de aquellos países ajenos a la revolución tecnológica, llamados de la periferia, produciendo grandes posibilidades de inversión en las actividades destinadas a producir para los mercados industrializados. 2- Migraciones: Las migraciones de población provenientes de Europa, constituye un episodio fundamental de la integración de la economía internacional. La causa económica de estos movimientos migratorios respondieron a factores de expulsión en algunos países de origen como factores de atracción, debido a una favorable diferencia de salarios y mayor posibilidad de movilidad social. El principal país de destino fue Estados Unidos, y otros países americanos como Argentina que recibió 6,4 millones de europeos. La inmigración permitió a aquellos países de grandes recursos naturales y escasa densidad de población incorporarse a la economía mundial. 3- Expansión del comercio mundial: la diversificación de las estructuras económicas europeas, el desarrollo del ferrocarril, la revolución tecnológica en los navíos de navegación de ultramar y el desarrollo de técnicas de conservación de productos perecederos provocaron un crecimiento vertiginoso de las exportaciones de los productos agropecuarios y minerales. Entre 1870 y 1929 el volumen físico de las exportaciones mundiales crecieron casi cinco veces. Estos tres factores crearon una interdependencia creciente entre los distintos países y en la economía mundial en su conjunto debido a la multiplicación del flujo de pagos internacionales, remisión de utilidades y de fondos por los inmigrantes a sus países de origen. Como los pagos bilaterales entre pares de países generalmente no se equilibraban, la convertibilidad de monedas y su vinculación con un patrón único de valor, el oro, facilitaron las transacciones y la cancelación de los pagos internacionales. La etapa de la economía primaria exportadora en la Argentina está íntimamente ligada al protagonismo de Gran Bretaña en la época. Fue un exportador de capitales y fuente de las

corrientes migratorias, sus inversiones se orientaron en gran medida hacia países subdesarrollados. A partir de las últimas décadas del siglo XIX números países fueron incorporados a la globalización en calidad de productores y exportadores de materias primas y alimentos. El impulso integrador surgió de los países industrializados de Europa y de Inglaterra en primer lugar. Las economías industriales siguieron tres líneas de acción. Primero buscaron fuentes de abastecimiento de alimentos y materias primas mas económicas q las producidas por ellos. Segundo buscaron ampliar sus mercados para la colocación de sus productos industriales, penetrando en los países de producción primara. Tercero, canalizaron sus capitales hacia estos países buscando mayores rendimientos. La mitad de las inversiones existentes en los países de producción primaria consistían en papeles públicos de los gobiernos o en obligaciones de empresas de transporte y servicios públicos. Predominaba el intercambio entre países productores y exportadores primarios e importadores de productos manufacturados con los países importadores de productos primarios y exportadores de manufactura. La importación de alimentos y materia prima a precios más baratos hizo que pierda importancia el sector primario dentro de sus economías y la mano de obra se traslado aceleradamente hacia actividades industriales y de servicios. Y el sector industrial recibió nuevos estímulos debido a la creciente demanda de productos manufacturados de los países de producción primaria. La integración del mercado mundial permitió una transformación estructural y un ritmo de desarrollo más intenso. La Argentina constituye un caso de integración a la economía mundial de un espacio abierto. Es decir con grandes recursos naturales y escasa población. En la actualidad el llamado mundo subdesarrollado está compuesto básicamente por el mismo conjunto de países que hacia la mitad del siglo XIX se incorporaron a la economía mundial como productores y exportadores de productos primarios. La aceleración del progreso técnico revelo cuan distintas eran en verdad las aptitudes de las sociedades para asimilar las transformaciones desencadenadas por la ciencia la tecnología. Estas asimetrías se reflejaron en la aparición de una brecha, creciente en el tiempo, entre los niveles de vida de los avanzados y los rezagados. La esperanza de vida reflejaba esta brecha: 55 años para Europa y 35 para el resto del mundo periférico. Estas diferencias sustentaron los nuevos instrumentos y mecanismos de la dominación del sistema global. Uno de los más eficaces fue la racionalización de las reglas de juego del

sistema. La teoría económica clásica, elaborada por los grandes economistas británicos fue una interpretación funcional a los intereses de la potencia tecnológica e industrialmente más avanzada. Los países que pudieron comportarse conforme a sus propios intereses rechazaron la visión céntrica y diseñaron políticas de acuerdo a su propio proceso de información. La Argentina, en virtud de sus realidades internas, se subordino al pensamiento céntrico y por ello al subdesarrollo. Argentina, Nación independiente desde principios del siglo XIX, con 60 millones de hectáreas de zona pampeana aptas para la producción ganadera y agrícola de zona templada. Fue uno de los principales centros de atracción del flujo migratorio europeo y del movimiento internacional de capitales. Durante los tres siglos de las economías regionales de subsistencia tuvo el carácter de inútil para la actividad económica de la época, durante la etapa de transición apenas fue testigo de un desarrollo insipiente de la producción ganadera, se convirtió en asiento de una economía en crecimiento integrada en el mercado mundial. La Argentina llego a ocupar un lugar un lugar destacado en el comercio mundial. Algunos productos como maíz, trigo, lino, carnes y lanas las exportaciones argentinas llegaron a representar la mayor parte de las exportaciones mundiales. Esta integración de la economía argentina en el mercado mundial sienta las bases de la etapa de la economía primaria exportadora.

EL PODER ECONOMICO Y EL SISTEMA POLITICO

La revolución industrial convirtió la pradera pampeana en un espacio atractivo para el orden mundial, la avalancha de innovaciones en la industria, la producción primaria y los transportes plantearon nuevas condiciones para el desarrollo económico. Este desarrollo consistió en la capacidad de una sociedad de asimilar el conocimiento disponible. A partir de la revolución industrial el desarrollo requería vincular los cambios en la composición y volumen de la demanda determinados por el aumento de la población y del ingreso por habitante. La densidad nacional resume el conjunto de circunstancias que habilitan a una sociedad a movilizar el talento de sus , arbitrar sus conflictos, aprovechar sus recursos y establecer con el resto del mundo relaciones compatibles con su propio desarrollo. La revolución industrial genero una fuente intangible de acumulación de poder: la ciencia y la tecnología y sus aplicaciones a la producción y la organización social. La posición de dominio o subordinación en el sistema internacional dependieron de la capacidad de cada sociedad para generar y aplicar el conocimiento dentro de su propio espacio y organización social.

En la Argentina, la estratificación social y la concentración de la riqueza heredadas del régimen colonial no generaron un escenario propicio a la formación de una densidad nacional consistente con la fundación de un capitalismo argentino abierto al mundo y capas de un desarrollo autosustentado. Durante esta etapa, convergieron dos procesos que resultarían decisivos para bloquear la formación de un capitalismo argentino: a la propiedad de la tierra: La ley de Enfitesius de 1826 del gobierno de Rivadavia, distribuyo grandes extensiones de tierra bajo el régimen de arrendamiento entre pocos beneficiarios quienes Lugo se convirtieron en propietarios. La ocupación territorial en Argentina culmino con la llamada conquista del desierto. La ley 947 autorizo a emitir un empréstito internacional garantizado por tierras, de este modo fueron entregados diez millones de hectáreas entre las tierras recién conquistadas. En 1982 se realizo un remate de tierras en la embajada de Londres y París donde se distribuyeron otros seis millones de hectáreas. En 1884 la tierras pampeanas ya tenían dueño, el país ya no disponía de tierra agrícola que ofrecer a los inmigrantes europeos que comenzaban a llegar. Estos hechos dificultaron el a la propiedad de la tierra de los trabajadores rurales que se incorporaban a la economía agropecuaria de la región pampeana. Esto dio origen a su característica institucional básica, la explotación por parte de arrendatarios y grandes latifundios. El elevado grado de concentración de la propiedad territorial impidió que la producción agropecuaria se apoyara en una clase de productores medios y disminuyeron las posibilidades de crecimiento de la producción rural, reduciendo la capacidad del campo de absorber las corrientes migratorias del exterior. La capacidad de capitalización del sector se vio limitada, tanto por la falta de interés de los arrendatarios de realizar inversiones en tierras que no eran de ellos como a la inclinación de los grandes propietarios de destinar los ingresos al despilfarro en lujos fuera del país. Predominio de la inversión extranjera en las cadenas de agregación de valor de la producción primaria. La marcha de la actividad productiva. Los principales inversores fueron los británicos, en bonos del estado y los ferrocarriles principalmente, también lo hicieron Francia y Alemania. A comienzos del siglo XIX comenzaron a llegar capitales estadounidenses. Estas inversiones se dirigieron principalmente a los bonos estatales y a los frigoríficos, cuya mejor tecnología les permitió ocupar mayores porciones de un mercado dominado por el capital británico. Del total de las inversiones extranjeras, mas del 70% se destinaba para proporcionar capital básico de infraestructura en transportes y servicios públicos y a través de la absorción de títulos del gobierno. Predominaban en la industria frigorífica, el acopio interno de granos, su comercialización internacional y el ferrocarril.

Mientras la propiedad de la tierra se encontraba mayoritariamente en manos de residentes argentinos, el resto de la red era en mayor parte propiedad de empresas extranjeras. La principales compañías británicas de los Ferrocarriles del Sud y del Oeste y el Central Argentino, controlaban casi el 50% de toda la red, en la industria frigorífica las empresas estadounidenses controlaban el 51% del sector y las británicas el 20%. El comercio internacional de granos estaba controlado por un grupo de firmas multinacionales las cuales realizaban las tres cuartas partes de las exportaciones de trigo y maíz y el 90% las de lino. De este modo alrededor del 50% de las ganancias de la cadena de agregación de valor a partir de la producción agropecuaria quedaba en empresas extranjeras. La unidad política consolidad en 1880 continuo en la en la organización de los aparatos de gobierno, istración, justicia y seguridad. Es ese periodo se estableció el orden Jurídico e institucional del país adoptándose los códigos del derecho civil y comercial y promulgándose la Ley 1420 de educación laica, gratuita y obligatoria