TEMA 4. DAVID COSECHÓ LO QUE SEMBRÓ Objetivo del tema Entender la ley de la siembra y la cosecha en nuestras vidas, encontrando que cada siembra tiene sus consecuencias dependiendo de nuestras propias acciones. Decidir sembrar buenas semillas en Dios y en los demás para conseguir buenas cosechas de ahora en adelante. Introducción Basados en el juego ‘Operation’, llevaremos a cada grupo un croquis de una figura humana, la cual le pediremos a los asistentes que decoren con flores y ramas que llevaremos para dicha tarea. Eso sí, les pediremos que decoren un lado de flores, y el otro de ramas secas. Mientras el grupo decora su respectivo croquis, conversaremos. Discusión Ítem #1: Leeremos Gálatas 6:7: “Siempre se cosecha lo que se siembra”. Les contaremos a los asistentes que el lado de flores representa las buenas semillas, y el lado de ramas el de las malas siembras. Ítem #2: Mencionaremos punto a punto en la vida de David y en pequeños papeles escribiremos sus siembras y semillas, las cuales pondremos en el respectivo lado del croquis. Ítem #3: En el desarrollo del tema, les pediremos a los asistentes que identifiquen las buenas siembras que han tenido en sus vidas y las escriban en un papel, para que al final las pongan en el lado de las flores. El mismo proceso lo repetiremos con las malas semillas, pero en el lado de las ramas. Tema David fue un hombre que tuvo buenas semillas, pero también malas siembras. Cada una de ellas le representó consecuencias que afectaron su vida y la de sus familiares. Examinemos primero las buenas semillas y lo que cosechó por ellas: -FUE UN HOMBRE CONFORME AL CORAZÓN DE DIOS. Una persona conforme al corazón de Dios ama lo que Dios ama y odia lo que él odia. -FUE UN HOMBRE AGRADECIDO CON DIOS, FUE UN ADORADOR 24/7. La mejor evidencia de David como adorador es el libro de los Salmos, más de 70 salmos fueron escritos por él. -AMABA LA PALABRA DE DIOS. -CONOCÍA EL PRINCIPIO DE LA SIEMBRA Y LA COSECHA. -FUE EL ESCUDERO DEL REY SAÚL. Un escudero es una persona que cubre nuestra espalda, que siempre está cuando más la necesitamos, que nos apoya en todo (1 Samuel 14:7), que a pesar de conocer nuestras debilidades no las usa en contra nuestra, pero cuando tiene que confrontarnos, lo hace aunque ponga en riesgo su posición. -RESPETÓ AL UNGIDO DEL SEÑOR. Cuando Saúl se enteró que todos querían a David, su apreció por David se convirtió en odio a tal punto que su obsesión era matarlo. Por eso David tuvo que huir, y aunque tuvo
dos oportunidades para matarlo no lo hizo porque sabía que, aunque Dios ya no estaba con Saúl, él lo había ungido como rey. -PERSEVERÓ EN HACER EL BIEN AUN SIN VER LOS RESULTADOS. -SU PRIORIDAD FUE LA PRESENCIA DE DIOS. -FUE UN HOMBRE APASIONADO POR LA CASA DE DIOS. -DAVID ES EL MEJOR CUADRO DE JESÚS, EL SIERVO REY. Aunque era el hombre más poderoso en Israel y en el palacio todos trabajaban para él, en el templo fue el siervo del sacerdote. Todo esto permitió que David cosechara muchas bendiciones: -Dios lo llamó, “UN HOMBRE CONFORME A SU CORAZÓN”. -DERROTÓ A GOLIAT y se convirtió en HÉROE NACIONAL. -Fue elegido por Dios como el REY DE ISRAEL y es una de las figuras más importantes de la historia de Israel. -CONQUISTÓ A JERUSALÉN y COMPRÓ EL MONTE DE MORIAH. Monte sobre el cual, su hijo Salomón, construyó el templo. Hasta el día de hoy ese monte es uno de los lugares más apetecidos del mundo. -RESTAURÓ LA ALABANZA Y LA ADORACIÓN en el corazón del pueblo de Israel e instituyó la música como parte de la adoración a Dios. -Fue MUY PROSPERO. -DESTRUYÓ A TODOS LOS ENEMIGOS DE ISRAEL. -Dios le prometió que SU REINO DURARÍA PARA SIEMPRE. -DEL LINAJE DE DAVID VINO EL MESÍAS. Pero David también fue un hombre que sembró malas semillas: -MUCHAS ESPOSAS. David siguió la costumbre de los paganos de esa época de tener muchas esposas. Esta mala siembra desencadenó otros pecados. -TUVO UNA RELACIÓN DE ADULTERIO CON BETSABÉ. -CONSPIRÓ LA MUERTE DE URÍAS, el esposo de Betsabé. -TUVO CONCUBINAS EN SU PALACIO (canal de Playboy en casa). -NO RESOLVIÓ UNA SITUACIÓN DE CONFLICTO EN SU FAMILIA. Cuando su hijo Amnón abusó sexualmente a su hermana Tamar, y “David se enteró de lo que había sucedido, se enojó mucho” (2 Samuel 13:21), pero NO HIZO NADA. David debería haber reconocido ante su familia que lo que Amnón había hecho era el resultado de lo que él había sembrado con su mal ejemplo pero como no hizo nada, su hijo Absalón tomó la justicia por su mano y mató a su hermano Amnón.
-JAMÁS DISCIPLINÓ A SUS HIJOS. Todo esto llevó a David a enfrentar las consecuencias de sus malas siembras: -Por causa de su pecado sexual, ENTRÓ EN SU CASA UN ESPÍRITU DE DEPRAVACIÓN Y DE INMORALIDAD SEXUAL: Su hijo mayor Amnón, violó a su hermanastra Tamar, su hijo Absalón se acostó con sus esposas, su hijo Salomón tuvo muchas esposas, incluyendo mujeres paganas que desviaron su corazón de Dios y como consecuencia Israel se dividió en dos: Israel y Judá. -LA ESPADA NO SE APARTÓ DE SU CASA. -SU PROPIA FAMILIA SE REBELÓ CONTRA ÉL. Sus dos hijos, Absalón y Adonías se rebelaron en contra de él e intentaron arrebatarle el trono. -TODA LA NACIÓN SE ENTERÓ DE LAS CONSECUENCIAS DEL PECADO DE DAVID. -SE AFECTÓ SU RELACIÓN CON DIOS Y PERDIÓ EL GOZO DE LA SALVACIÓN -SE ESTANCÓ. Dios le dijo: “Te habría dado más”. 2 Samuel 12:8 -SE ENFERMÓ Y SE DEBILITÓ FÍSICAMENTE. Para concluir el grupo -Gracia es el regalo de vida eterna que Dios nos da por medio de Jesús, pero la consecuencia que deja el pecado sigue siendo la muerte, eso significa que siempre se cosecha lo que se siembra. -EL ENEMIGO FUE DERROTADO... Pero eso NO SIGNIFICA QUE LA ley de la siembra y la cosecha YA NO OPERA. Creer eso muestra ignorancia, y nos deja en ridículo ante la gente. -La cruz NOS LIBERÓ DE LAS CONSECUENCIAS ETERNAS del pecado y NOS LIBERÓ DEL PODER QUE EL PECADO tenía sobre nosotros para que ya no vivamos nosotros, sino que VIVA CRISTO EN NOSOTROS, que ya no vivamos la vida cristiana en nuestras fuerzas sino EN EL PODER DEL ESPÍRITU SANTO, que ya no seamos esclavos del pecado sino HIJOS DE DIOS. -La gracia sana a una persona que, al igual que nosotros, no merecía ser sanada pero luego le dice: “Ya estás sano; así que deja de pecar o podría sucederte algo mucho peor”. Cierre y ministración · Orar, confesar todos nuestros pecados y arrepentirnos, renunciando a la culpabilidad. · Reconocer delante de Dios nuestras debilidades y fortalecernos en él. · Tomar decisiones de cambio no en nuestras fuerzas, sino en el poder del Espíritu Santo. · Permitir que Dios escudriñe y saque las ramas de nuestra vida. · Alabar y adorar declarando su señorío sobre nuestras vidas.