Benemérita Universidad Autónoma de Puebla Facultad de Filosofía y letras Lic. En Lingüística y literatura hispánica Taller de texto escrito II Docente a cargo: Profr. Berenize Isásmendi Alumno: Rosas Santos Diana Karen
Manipulación de masas por medio de la escritura política En nuestras sociedades, sólo unas pocas instituciones sociales, entre las que se encuentran los medios de comunicación, tienen la capacidad de comunicar a la mayoría de la población su discurso sobre la realidad. Por tanto, es conveniente analizar y entender cómo funciona está práctica social en la actualidad. En este ensayo nos enfocaremos en la manipulación de masas por medio de la escritura, tomando en cuenta las distintas técnicas que se utilizan y las facetas que la manipulación presenta. Para empezar, la práctica de la escritura ha sido desde siempre uno de los medios predilectos en cuestión de la manipulación con respecto a los temas políticoeconómicos de cualquier país y época por la facilidad de su transmisión. Tenemos, además, que la escritura es más conveniente para estos fines puesto que los destinatarios no cuestionan su veracidad por considerarse uno de los medios de comunicación más serios. Por último, se tiene que la escritura de un texto puede ser capaz de crear un lazo de pertenencia hacía determinado estrato social o cierta ideología política, y así, lograr que las masas obren de acuerdo a los intereses políticos de la institución que emite el documento. Las dos caras de la moneda La escritura es un arma de doble filo, no la utilizamos solo para comunicar sino para realizar acciones, o para ser más precisos, para que otros realicen las acciones que nosotros queremos. Utilizamos a la escritura como método de persuasión “pues el lenguaje nunca es inocente: las palabras tienen una memoria segunda que se prolonga misteriosamente en medio de las significaciones nuevas”(Barthes 24).
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Según Barthes “La escritura, siendo la forma espectacularmente comprometida de la palabra, contiene a la vez por una preciosa ambigüedad, el ser y el parecer del poder, lo que es y lo que se quiere que se crea de él” (24). Los politólogos de cualquier país saben que no hay nada tan importante como el apoyo de las mayorías, están conscientes de que necesitan que las masas crean en los líderes de su nación, que relacionen el bienestar de su presente con la gloria de su pasado o con lo trágico del mismo, según sea el caso. Para lograr esto, normalmente se juega con la historia, dicen que la historia la escriben los vencedores, y no se equivocan. Somos el resultado de lo que se nos ha hecho creer por generaciones, si no nos hubieran dado un pasado con tintes heroicos sentiríamos que nuestro presente no tiene la suficiente solidez. Necesitamos tener algo con lo que podamos sentirnos identificados para poder, posteriormente, defender nuestras raíces. Las instituciones sociales tienen que utilizar distintas técnicas para lograr la atención de las masas y su correcta manipulación, ejemplo de ello lo encontramos en los documentos oficiales y en la prensa. Algunos de los procedimientos que se utilizan de manera más frecuente son:
En varias ocasiones modifica el sentido de una palabra para que el
mensaje se inserte de manera adecuada en el receptor. En muchos documentos se evitan o se utilizan en una determinada dirección palabras consideradas peligrosas; en esta clasificación tenemos las palabras que son utilizadas con el fin de legitimar las acciones que el estado ha ejercido sobre algunos ciudadanos, las que se utilizan para reforzar ciertos
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estereotipos de la sociedad y, las que son utilizadas para elevar y reconocer las acciones sociales. La mayoría de comunicadores organizan y transmiten sus mensajes con base a clichés, muchos de los cuales han pasado a formar parte de nuestro imaginario puesto que son palabras o frases internalizadas desde la infancia y que permiten un alto grado de identificación en la audiencia. “Suele recurrirse a construcciones que permitan justificar ciertas interpretaciones y las acciones correspondientes. Los añadidos que se suelen hacer sobre alguien o sobre algún hecho posicionan de antemano a la audiencia” (Rubido 45).
Pero la técnica de mayor uso es dar opiniones diferentes según las
circunstancias, hablamos de la adecuación de los discursos del emisor en función de las ideas del receptor. Por ejemplo, algunos políticos se manifiestan según el auditorio al que se dirigen. Lo mismo ocurre con periodistas que adecuan sus discursos al cambio político que se vive en determinado momento. Hasta el momento se ha hablado de una manipulación para los fines prácticos de ciertos sectores, pero también se da la manipulación para el progreso, por decirlo de alguna forma. Hay organizaciones o personas que, a través de sus escritos, buscan fomentar la importancia de educar en el sentido crítico, potenciar la participación ciudadana, la necesidad de transformar la información en conocimiento y, en último lugar, la importancia de que la educación en medios lleve a superar los estereotipos que tenemos sobre muchas cosas.
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Citando a Barthes “Las escrituras políticas, donde las excusas del lenguaje son a su vez intimidación y glorificación: efectivamente, el poder o el combate son los que producen los tipos más puros de escritura” (28). La escritura es también un medio de protesta y, a través de ella, los sectores menos favorecidos de la población pueden encontrar una guía para informarse correctamente y formarse un pensamiento crítico que los impulse a buscar una mejor calidad de vida basándose en la correcta asimilación de su entorno. En definitiva, la información debería conducir a un proceso de formación de las personas que las lleve a la transformación de su realidad. A una dinámica de informaciónformación-transformación está lejos de ser la propuesta por los medios y de muchas prácticas educativas. Más bien, constatamos que la mayoría de la información que consumimos y de la formación que recibimos va dirigida a perpetuar el aparente desorden social. Fomentar la participación y educar en el sentido crítico supone asumir un modelo comunicativo en el que el diálogo sea un elemento clave, que ayude a superar los esquemas de pasividad a los que acaba habituando la recepción mediática cuando es consumido acríticamente. Si estos escritos se nos dan indiscriminadamente a caudales con el objetivo de convertirse en un aparato represor, ¿seremos capaces de marcar diferencia y buscar un pensamiento crítico con respecto a lo que se nos brinda?
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Bibliografía Barthes, Roland. El grado cero de la escritura: seguido de nuevos ensayos críticos. México: Siglo XXI. 2006 Rubido, Sagrario, et al. Medios de comunicación y manipulación: propuestas para una comunicación democrática. UNED. 2001