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En el libro Los siete hábitos de las familias altamente efectivas, de Stephen R. Covey, El autor recomienda desarrollar los siguientes hábitos para mantener las prioridades claras. Hábito #1: “Sea proactivo” Si usted se irrita fácilmente y tiende a criticar, probablemente su “botón de pausa” no está funcionando bien.” Covey dice que el “botón de pausa” evita que culpemos a los demás o que nos hagamos las víctimas. La idea es tranquilizarse y reaccionar con base en nuestros principios y valores, y no con la emoción o condición. Por ejemplo, en lugar de darle un manazo al hijo menor por haberle dado un manazo a su hermana, tranquilícese y verá cómo se encuentra en la capacidad de encontrar otra consecuencia por el acto de su hijo. Hábito #2: “Comenzar con el fin” Generalmente consideramos que las familias no deberían de tener una orientación definida, como la tienen las grandes compañías; sin embargo, se pueden beneficiar al crear una misión. Covey dice que al hacerlo la visión familiar se puede convertir en una realidad. La misión de la familia puede ser una palabra, una frase, un símbolo o algo escrito en poesía o prosa. La idea es involucrar a toda la familia en este proyecto. Hábito #3: “Pongamos lo primero de primero” En un mundo donde la mayoría de los niños pasan más de 5 horas al día viendo TV y 5 minutos con sus padres, es obvio que nuestras prioridades están erradas. Covey dice que la gente debería guiarse por los propósitos, y no por las agendas o las fuerzas que los agobian. El autor sugiere organizar momentos familiares que impliquen actividades de “uno a uno”. Hábito #4: “Piense en ganar-ganar” Con el sistema de ganar-ganar la mentalidad implica pensar en “nosotros” en lugar de “yo”. El objetivo es cooperar y buscar soluciones para ambas partes para que ambos se sientan ganadores. Si se llega con la idea de que solo una parte puede ganar (ganar-perder), entonces no habrá un esfuerzo para cooperar en la solución del problema. Lo mismo ocurre si se piensa que ya se va a perder (perder-ganar), se cae en la posición de mártir y surge el resentimiento. El principio de ganar-ganar promueve lo siguiente: “Lo que es importante para otra persona, debe ser tan importante para la otra persona, como lo es para usted” Hábito #5: “Busque primero comprender, luego ser comprendido” Este hábito requiere mucho auto control, particularmente para personas muy ocupadas, porque es difícil disminuir el ritmo para considerar la perspectiva de las demás personas. Si más personas pudieran controlarse así, nuestro mundo sería ciertamente más civilizado. Hábito #6: “Utilice la sinergia” Como dice Covey, “utilizar la sinergia no es solo trabajo en equipo o cooperación. La sinergia implica trabajo creativo en equipo y en cooperación. Es crear algo nuevo que antes no estaba ahí. La sinergia proviene de una mentalidad que promueve un pensamiento de ganar-ganar, y que busca primero comprender y luego ser comprendido. En la sinergia, las diferencias se celebran. Es tener la capacidad de decir sinceramente, “El hecho de que en nuestra relación veamos la situación de manera diferente es una fortaleza, no una debilidad.” Hábito #7: “Renovación Familiar”
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Como un jardín, la familia requiere de cuidado. Covey dice que las cenas familiares son una tradición importante, así como lo son las vacaciones y feriados en familia. Compartir tiempo juntos renueva y mantiene el espíritu familiar.
Breve resumen del libro Los 7 hábitos de las personas altamente efectivas: Stephen R. Covey En el libro Los siete hábitos de las personas altamente efectivas, Stephen R. Covey propone, para la efectividad, que lo esencial son las personas, su bienestar , y sugiere, importantizar las relaciones, la solidaridad. Mi amigo José Tavárez me mandó este resumen tomado de Wikipedia. Acá lo pongo, está bastante completo. Resumen: Los Siete Hábitos de la Gente Altamente Efectiva, publicado inicialmente en 1989, en inglés (titulado originalmente The Seven Habits Of Highly Effective People), es un libro de autoayuda escrito por Stephen R. Covey. Desde su publicación inicial, se han vendido más de 15 millones de copias en treinta lenguajes. En esencia, el libro lista siete principios de acción, que, una vez establecidos como hábitos, ayudarán al lector a alcanzar un alto nivel de efectividad en los aspectos relevantes de su vida. Covey argumenta que dichos hábitos están basados en principios de caracter ético, que a diferencia de los valores, son atemporales y universales. Luego de su lanzamiento inicial, la popularidad del libro creció exponencialmente catapultando la fama de Covey y sus hábitos como paradigmas del desarrollo personal y empresarial. Seguidamente, lanzó otros libros relacionados al mismo tema, traducciones de entre los cuales se hallan: Los 7 Hábitos de las Familias Altamente Efectivas, Viviendo los 7 Hábitos, El 8vo Hábito, El Liderazgo Centrado en Principios, Meditaciones diarias para la gente altamente efectiva. Su hijo Sean Covey publicó una versión simplificada para adolescentes titulada Los 7 Hábitos de los Adolescentes Altamente Efectivos. Mucho del material y las herramientas relacionadas con la gestión de los hábitos puede encontrarse en el sitio web http://www.stephencovey.com/ aunque el material está en el idioma original, inglés.
Los 7 Hábitos El libro está dividido en tres secciones, cada una con capítulos relacionados a los 7 hábitos. El autor focaliza a los principios como esencia del proceso.
Paradigmas y Principios Una introducción a las bases de la formación de los hábitos en el individuo.
Victoria Privada
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Según Covey, el desarrollo personal trasciende tres etapas: La primera, o victoria privada, está relacionada con el cambio interno, propio, que permitirá continuar el proceso. El concepto principal de la victoria privada es el paso de los estados de dependencia a los de independencia, no como meta final, sino como un paso más hacia el desarrollo integral. Esta parte analiza los tres primeros hábitos: •
Primer hábito: Sea proactivo. Este capítulo, como se representa en el libro, trata del hábito de la proactividad , habito esencial y punto de partida en el proceso de la victoria privada. Este término fue acuñado por Victor Frankl, un prisionero que vivió en los campos de concentración. La proactividad significa tomar responsabilidad y asumir el control en toda circunstancia de la vida de una manera activa, no pasiva. El concepto opuesto es el de reactividad, o tomar una actitud pasiva y ser sujeto de las circunstancias y por ende, de los problemas. La proactividad implica iniciativa y acción, empodera al individuo. También es un concepto importante el del espacio que tiene el individuo para decidir entre el estímulo y la respuesta, en contraposición a la respuesta involuntaria e indeseable que es fruto de la reactividad. El capítulo incluye ejercicios permanentes que demuestran el estado típico de reactividad de la persona común y que facilitan la transición hacia la proactividad.
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Segundo hábito: Empiece con un fin en mente. También parte del proceso de la victoria privada, supone establecer claramente las metas a seguir en el futuro, en el corto y largo plazo. Muy importante en este apartado es la definición de la misión personal, para lo cual Covey provee ejemplos y herramientas de trabajo.
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Tercer hábito: Primero lo primero. Como corolario del proceso de victoria privada, luego de adoptar el hábito de la proactividad que permitirá asumir responsabilidad, y habiendo definido el fin que se desea alcanzar, es esencial saber cuál es el siguiente paso. Este capítulo trata sobre eso. Se sugieren herramientas y métodos de priorización.
Victoria Pública La victoria pública está relacionada con la transición de la independencia hacia la interdependencia, y el establecimiento de relaciones sólidas y duraderas con los demás. Esta parte comprende también tres hábitos relacionados con el trabajo de equipo y el liderazgo. •
Cuarto hábito: Piense en ganar/ganar. En las actividades en las que toca al individuo relacionarse con otras personas, puede pensar de cuatro formas: perder/perder -no me importa perder, si tu pierdes-, perder/ganar -perderé aunque no me guste, porque tu vas a ganar-, ganar/perder -mi objetivo es ganar y hacerte perder-, ganar/ganar (quiero ganar y que también tu ganes). Los esfuerzos deben centrarse en la forma de pensar ganar/ganar, si se desea vencer manteniendo un ritmo sostenible. También puede comprenderse como un hábito de proactividad para con los demás.
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Quinto hábito: Procure primero comprender y después ser comprendido. Según Covey, la mayor parte del aprendizaje comunicacional está referido a comunicar, en vez de escuchar. Entonces será esencial para el trabajo de equipo un hábito de escucha activa y luego de comunicacion. Se dedica un apartado al desarrollo de la escucha
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empática, proceso de escucha activa que implica una identificación con la situación de quien habla. •
Sexto hábito: Sinergice. Los equipos de trabajo se conforman por individualidades altamente heterogéneas, que mal conducidas por lo general tenderán al fracaso común. El liderazgo implica aprovechar las diferencias, en vez de tratar de minimizarlas, en resumen, aprovechar las diferencias. Como es conocido, el término sinergia significa que el todo es mayor que las partes.
Renovación En esta parte se explica el proceso de cambio, no lineal sino cíclico, a partir de las victorias anteriores, en un plan de llegar al cambio personal. •
Séptimo hábito: Afile la sierra. El autor diferencia cuatro dimensiones (física, emocional, mental y espiritual), en las cuales se debe llevar el proceso de renovación.
Covey demuestra cómo los principios de Los 7 Hábitos de las Personas Altamente Efectivas pueden usarse para crear una familia fuerte y amorosa que dure por generaciones.
LOS 7 HÁBITOS DE LAS FAMILIAS ALTAMENTE EFECTIVAS El propósito esencial para las familias altamente efectivas es básicamente poder lograr una familia duradera, para la cual debe haber un trabajo en conjunto de todos los integrantes de una familia, ya que el implantar siete hábitos que conlleve a la felicidad a un hogar no es fácil, es un reto, ya que habrá momento de dificultad, pero al aplicar los esfuerzos se pude esperar la capacidad para lograr las metas familiares, mejorar relaciones en la familia y en sociedad. La manera de obtener mejor de los siete hábitos es estar abierto al autodescubrimiento, nuestro hábitos forman nuestra carácter. Siembra un pensamiento y cosecharas una acción. Siembra una acción y cosecharas un hábito. Siembra un hábito y cosecharas un carácter. Siembra un carácter y cosecharas un destino. Un hábito es la intersección del conocimiento, habilidad, y el deseo, Para que algo en nuestras vidas se vuelva un habito debemos tener los tres componentes, constantemente expresan nuestro carácter, determinan el nivel de nuestra efectividad, primero creamos nuestros hábitos después ellos nos crean a nosotros, son solo sentido común organizado. Lo que somos comunica más elocuentemente que lo que decimos o hacemos. La verdadera independencia de carácter nos faculta de que nosotros actuemos más de los que se actúa de nosotros, nos libera de nuestra dependencias las circunstancias y de las otras personas. La interdependencia, para lograr juntos lo que la familia quiere, esto es vital para el éxito en el matrimonio y la familia, interdependencia es la actitud de nosotros, nosotros podemos cooperar, podemos juntar nuestros mejore esfuerzo para lograr el mejor de los éxitos. Hasta que no seamos independientes no podemos ser interdependientes, es decir, no podemos aprender cooperativamente con otros si no tenemos auto mandato interno, es por ello que el ser proactivo, comenzar con el fin en mente y poner lo primero y lo primero necesita del autocontrol y autodominio, es decir sobre la victoria privada, debemos dirigirnos a nosotros mismos para empezar a dirigir a los demás.
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La interdependencia es una elección que solo la gente independiente puede tomar, la persona de que se depende quiere controlarme siempre, si se discrepa con él, se enoja, entonces porque debería decirle sus debilidades, por eso es importante ser independiente, no me rindo pero no me someto. El proceso de personas en las familias se puede aplicar siguiendo el proceso de enseñanza, que nos dará ciertos beneficios: * La primera persona se tiene que prepara para enseñar, por eso aumenta notablemente su aprendizaje, la primera persona enseña, la segunda captura, entiende, evalúa, y luego enseña a la tercera persona. * La mejor manera de aprender algo es enseñarlos, cuando enseñan aumenta significativamente la probabilidad de aplicación, el aprendizaje más importante vienen del hacer, la internalización de las ideas e la aplicación de esa ideas. * Cuando enseñan mejoran significativamente la comunicación. El obstáculo número uno en la comunicación es que las persona son escuchan, no capturan con exactitud evalúan mientras están escuchando, pero si la familia estuviera capacitada para capturar exactamente antes de juzgar podría escuchar los propósitos, los puntos importantes, como cada punto se aplica y luego juzgar. * Cuando estas cosas se cumplen es fértil para las relaciones, la relación se vuelve más profunda y más sólida, porque hay mucha autenticidad, sinceridad, empatía y creatividad que se manifiesta en los procesos de comunicación, cuando hagan esto con sus propios hijos aprenderán mejor. Usen el proceso de tres personas y triplicaran el impacto, estas beneficios son la esencia de este proceso tan importante para poder crecer en familia y ser una familia del aprendizaje. Los siete hábitos y los principios. Los hábitos están basados en principios, leyes naturales. Los principios no son solo leyes naturales, si no que son evidentes en sí mismos, porque para cualquier gente informada que actué libre y sinérgicamente los sistemas de valores son los mismos, ya que los valores son universales. La humildad es la madre de todas las virtudes, apertura, aprendizaje, conciencia de realidades externas, que debemos aplicar para mejorar la naturalezas de su cultura y se convertirá en una cultura basada en principios y no en valores sociales. Los valores deben estar alineados con los principios y con leyes naturales, por eso debemos saber que es un principio y que un valor establecido y luego trabajar para alinearlos. Los principios gobiernan. Un principio es un hecho real, inevitable, el desarrollo de la mente está basado en principios no en valores sociales, debemos hacer conciencia que tratamos con realidades especialmente con principios que nos sobrepasa, no tenemos el control, los principios los tienen, controlamos nuestras acciones pero las consecuencias que surgen de esas acciones están controladas por esos principios. Los principios son leyes universales y naturales, autoevidente, auto demostrables, gobiernan todas las cosas, los valores no. Solo se tendrá éxito cuando se tienen la capacidad de cambiar junto con los tiempos, de estar preparados y resistir hacer trampa cuando queremos algo. Los paradigmas
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El paradigma es la imagen que está en la mente de la forma que son las cosas, y esto básicamente provienen de nuestro antecedentes y nuestras experiencias, todos creemos que el mundo tal como es, vemos el mundo tal como somos, nos proyectamos en el mundo exterior, en la gente con quien nos asociamos, proyectamos nuestra experiencias condicionantes, una cierto modelo, creencias sobre la realidad exterior, podemos describir a nosotros mismo como si realmente fueran así, y esto basado en nuestras percepciones, nuestro sistema de valores, mi marco de referencia, todo esto hacia afuera. La mayoría de los paradigmas de las personas son una función del espejo social, viven fuera del espejo social y de su memoria, cuando se tiene en mente de una persona va a tratarla de esa manera, y esa persona va a comportarse como la tratan. Los padres no debemos tener paradigmas del comportamiento de nuestros hijos y establecerlos como es y tratarlos de esa manera, sino que debemos ver en ello la forma de lograr que ellos puedan realizarse. La actitud y la conducta fluyen de como uno ve. En familia se debe evitar los paradigmas condicionados a una sociedad, si no debemos enfocarnos a ver a todos los integrantes como seres humanos con grandes potencialidades. Cuenta Bancaria Emocional Podemos entender que una cuenta bancaria emocional es la capacidad de producción en cuanto a relaciones humanas, interacción humana, por lo que debemos alimentar nuestra cuenta bancaria en nuestra familia, donde exista bastante confianza, y así pueda haber pequeños problemas estas pueden ser superadas, porque nuestra cuenta bancaria emocional es alta, y se puede hacer pequeños retiros. La ley de la cosecha gobierna, sembremos para cosechar. 1º HÁBITO : Ser Proactivo La proactividad es la clave para implantar los hábitos, ya que de ello fluyen los demás, la vida es productos de sus decisiones, valores y no de sus sentimientos ni de las condiciones. Se tiene la capacidad de elegir las respuestas en vez de atarnos al pasado. Es la capacidad de subordinar impulsos, ánimos, sentimientos, condiciones a los valores con base a los principios, subordinar hasta que poco a poco nuestra vida emocional que se encuentre mal logre una estabilidad, constancia en su naturaleza respecto a ser y cumplir promesas a uno mismo y a los demás, tratar con amabilidad a los demás sin capitular las convicciones. Este hábito debemos cultivar con nuestra familia, enseñar a nuestros hijos a ser proactivos, no reactivos. El asumir responsabilidades, significa que debemos anteponer los valores a los sentimientos, no ser reactivos frente a alguna circunstancia, si no poder ser proactivo y aprender a perdonar y olvidar algún resentimiento. Nadie puede hacerte sentir inferior sin tu consentimiento, Nadie puede quitarte el respeto a ti mismo, a menos que tu se lo des. No debemos construir nuestra vida emocional sobre las debilidades de los otros, si lo hacemos alimentamos su poder para complicarnos nuestra vidas. Entre lo que nos sucede el estimulo y nuestra respuesta al estímulo radica la libertad. La conducta y nuestras acciones fluyen de nuestros paradigmas, determinismo genético, psíquico, y ambiental. 2º HÁBITO : Comenzar con el fin. Es establecer que uno es el guardián el protector de su integridad, del futuro, es decir somos los programadores de nuestra vida, es decir la mejor forma de predecir su futuro es crearlo.
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Toda decisión grande o pequeña seria una función de nosotros, no solo cual es su identidad si no el propósito, que visión tenemos como familia. Dentro de la familia debemos tener un propósito como familia, propósito como matrimonio, y el ser esencial de nuestras vidas. Tener una visión clara como familia y nuestra interacción en la sociedad nos permite que cada miembro de la familia asuma el rol que le corresponde. La vida se crea dos veces, creación intelectual, de la mente y del espíritu, la segunda creación físico. La causa fundamental de la división de las familias es que no comparte una visión común, el no tener un propósito como familia, no interiorizar la razón de ser como esposos, como familia. El tener una visión clara, metas definidas como familia ayudaran a que todos los puedan tener mejor la definición de su existencia y trabajar en ello, comenzar con el fin ene mente es la decisión más importante y esto se aplica en todas las dimensiones del ser humano, cuando trabajemos en esto sentiremos libertad de poder realizar nuestra visión sin condicionamientos del espejo social. 3º HÁBITO : Poner primero lo primero. Centrarnos en lo que es lo primero de lo primero, escribir en un papel que es lo más importante y primero en nuestra vidas, analizarlo en familia. Como parte de una familia nuestra prioridad es la integridad de ella. Como personas debemos saber manejar el orden de las prioridades, es decir debemos darle la suficiente importancia que se merece el estatus de la familia dentro de nuestro requerimiento de vida diaria. Dentro de la primera estructura debemos tener en cuenta el tiempo familiar, ya que si no tenemos un tiempo para nuestra familia un día, una semana, entonces no estamos dando la prioridad a nuestra familia. En la segunda estructura debemos tener el acercamiento entre uno y otro, en cualquier momento, saber disfrutar pequeños espacios entre todos los de la familia. Cuando hacemos esto es que estamos poniendo primero lo primero, y nuestra familia y la integridad de ellos es nuestra prioridad. Las personas deberían guiarse por los propósitos, y no por las agendas o las fuerzas que los agobian. 4º HÁBITO : Pensar en ganar – ganar El habito de ganar - ganar es pensar en el beneficio mutuo, es el hábito de la regla de oro, debemos pensar que desde el momento que se decide formar una familia estamos ganado y no como muchas veces se dice, perder la libertad, y que estando juntos se puede lograr más, es decir tener un solo poder. Un buen matrimonio y una buena familia requiere de trabajo y sacrificio, ya que debemos pensar en que ganar y ganar esta enraizada con la victoria de la familia, esposos felices, hijos felices compartiendo juntos, creando sinergia. Como familia debemos pensar en beneficios mutuos, en ganar y ganar en toda circunstancia y para ello se requiere de pensar en que cualquier acción nadie pierda, y sentir la satisfacción de compartir beneficios mutuos en la familia, con los amigos y en la sociedad. 5º HÁBITO : Buscar primero Entender – Luego ser entendido
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Debemos sinergizar nuevas visiones, nuevas alturas que no conlleve a sabe entender para ser entendido. Con este hábito la familia y sus integrantes deben saber entender antes de juzgar, algo que caracterice a la familia, ya que la mayoría de personas buscan primero ser entendido. La clave para escuchar son los ojos y el corazón, ya que muchas veces no tenemos forma de comunicarnos, lo mejor es ser empático dentro de la comunicación para poder ser entendido. Escuchar empático, es importante porque a través de ello podemos lograr una comunicación efectiva con las demás personas. Muchas veces las personas percibimos el mundo a través de nuestro par de anteojos, como percibimos y vivimos la vida, nuestros antecedentes únicas y experiencias de acondicionamiento , vista que recrea el sistema de valores que tenemos, nuestras experiencias y expectativas de cómo es el mundo y como quisiéramos que sea. Debido muchas veces a estas limitaciones no sabemos entender y solo buscamos ser entendidos, primero debemos tener un entrenamiento para saber escuchar empáticamente. Saber escuchar es hacer un buen trabajo como familia. 6º HÁBITO : Crear y Vivir en la Sinergia Es la suma de los hábitos anteriores, la sinergia positiva es a aumentar las posibilidades de éxito, las sinergia positiva disminuye esto,. Sinergia significa que todo es mayor que la suma de las partes, es decir que juntos como familia podemos producir y hacer cosas mayores. Sinergizar es siempre valorar las diferencias y es una de los principales principios que deberíamos de interiorizar como familia. La fuerza de la sinergia se basa en las diferencias, pero no obstante si no hay un objetivo común, y una serie de principios comunes, identificación de los principios universales, la diferenciación puede llevarnos al caos, a una sinergia negativa, y conducir a preconceptos y prejuicios. En una familia siempre existen diferencias, pero debemos desarrollar un objetivo común, un sentido de visión común, que permita disminuir la diferenciación, se debe buscar la sinergia. Aprovechar la diferencias para desarrollarnos, respetando y aceptando. 7º HÁBITO : Renovar la familia Denominada la dimensión social emocional, la relación con nosotros mismos, tratando de reconstruir una relación importante que este rota, una relación que significa mucho pero que se ha perdido. Muchas veces podemos tener tiempo para otras acciones, y no para nuestros hijos, y esto puede significar romper la comunicación con ellos imponiendo nuestras reglas y nuestro tiempo, sin respetar el tiempo y el ánimo de los niños. Debemos saber entender y tener un deseo ferviente de entender a nuestros hijos, nuestras parejas, cultivar las relaciones, mantener vivo la comunicación, utilizando nuestra nobleza para construir una relación, reconstruir y nutrir nuestro patrimonio emocional. La renovación de la familia es importante, es decir hacer pequeñas cosas que puedan darle mayor unión y sentido, desarrollar proyectos significativos que los entusiasme, que contribuyan, que los ayude emocionalmente, y el solo hecho de participar habla de un cambio mental. Realizar actividades juntas en familia como hacer ejercicios simples, leer un libro, el hecho de trabajar con sentido de misión, vocación de servicio, actuar de acuerdo a los principios y que esto pueda convertirse en parte de la naturaleza, fortalecen la fe del otro así como la propia. Educar la conciencia hasta volverla sensitiva, abierta y muy influenciable, hasta que el sentido moral es muy intensa para detectar al instante cualquier paso equivocado, vivir de acuerdo a la conciencia para ser valeroso en los momentos difíciles.
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Una de las cosas más importantes es compartir ideas con las familias, tener una familia de aprendizaje, buscar personas que trabajan con hábitos, poder descubrir juntos sobre los retos, elegir a vivir la vida con principios correctos, la formación del carácter no se hace de la noche a la mañana. En familia debemos reflexionar sobre la misión de la familia, elegir primero lo primero, buscar ganar ganar en cualquier situación, aprender a frenarse y saber escuchar, elegir entender primero para luego ser entendido, renovarse siempre, convertir nuestra vida en hábitos. Los Siete Hábitos de los Adolescentes Altamente Efectivos, de Sean Covey . Grijalbo, 1998. Nº de páginas: 268. Resumen: Rafael Bernabeu. Indice Parte 1: Los preparativos Cap. 1: Adquirir el hábito: te hace o te deshace Cap. 2: Paradigmas y principios: lo que ves es lo que tienes Parte 2: La victoria privada Cap. 3: La cuenta de banco de las relaciones: comenzar con quien está en el espejo Cap. 4: Hábito 1. Ser proactivo Cap. 5: Hábito 2. Comenzar con la meta en mente Cap. 6: Hábito 3: Poner primero lo primero Parte 3: La victoria pública Cap. 7: La cuenta de banco de las relaciones: de lo que está hecha la vida Cap. 8: Hábito 4. Pensar en ganar - ganar Cap. 9: Hábito 5. Busca primero entender, luego ser entendido Cap. 10: Hábito 6. Sinergizar Parte 4: Renovación Cap. 11: Hábito 7. Afilar la sierra Parte 1. Los preparativos Capitulo 1. Adquirir el hábito: te hace o te deshace Los siete hábitos que propone el autor para los adolescentes son: 1) Ser proactivo: hacerte responsable de tu propia vida, 2) Comenzar con la meta en mente: definir tu misión y tus metas en la vida, 3) Poner primero lo primero: marcarse las prioridades y hacer primero lo más importante, 4) Pensar en “ganar, ganar”: tener una actitud de “todos pueden ganar”, 5) Buscar primero comprender y luego ser comprendido: escuchar sinceramente a los demás, 6) Sinergizar: trabajar en conjunto para lograr más, 7) Afilar la sierra: renovarte con regularidad. El autor explica lo que estos hábitos no son, o lo que serían malos hábitos: 1) Reaccionar a los demás sin responsabilizarse de nada, culpando los demás o enfrentándose a ellos, 2) Comenzar sin tener claras las metas, no tener planes, no pensar en futuro ni en las consecuencias de lo que haces,
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3) Dejar lo importante para mañana y hacer todo lo superfluo antes, 4) Ver la vida como una competencia perversa, no dejando que nadie tenga éxito, 5) Hablar siempre el primero y fingir que se está escuchando, hablar mucho y dar siempre tu versión de las cosas, 6) No cooperar, no llevarse bien con personas distintas, ser una isla, 7) Desgastarse, no renovarse, no superarse, no mejorar, no aprender. Qué efectos tienen estos siete hábitos, a qué ayudan a los adolescentes que los adquieren: A ejercer el control sobre sus vidas, mejorar sus relaciones con sus amigos, tomar decisiones prudentes, superar las adicciones, definir sus valores y lo que más les importa, hacer las cosas en menos tiempo, aumentar su seguridad, ser feliz, encontrar unequilibrio entre sus distintas actividades y obligaciones. El libro es una guía práctica para que la puedan consultar los adolescentes y aprender estos hábitos. Capitulo 2. Paradigmas y principios: lo que ves es lo que tienes Paradigma es la manera como vemos algo, un punto de vista, marco de referencia o creencia. Pueden ser erróneos, y en algunos casos impedirnos lograr metas valiosas que sí podríamos alcanzar con otro marco mental. El paradigma es un modo de pensar sobre uno mismo, y por tanto de ver la realidad de un modo más positivo o negativo. A menudo no sabemos lo que nos estamos perdiendo, por una visión reducida de las cosas. Hay paradigmas sobre uno mismo, sobre los otros y sobre la vida. Si tienes una idea negativa de ti mismo, puedes imponerte limitaciones que no son necesarias: si estás con personas que confían en ti y que te enseñan, puedes superar las dudas y pensar de manera positiva. La mayoría de personas con éxito cuentan que en algún momento en sus comienzos alguien creyó en ellos, aunque solo fuese una persona, que da apoyo y fortalece o nutre sus aspiraciones, da consejo, y ofrece una visión positiva de las posibilidades de quien está empezando. Sobre los demás tenemos a menudo opiniones precipitadas, incompletas, imprecisas, o erróneas. Hay que ampliar la imagen que tenemos de otras personas, para comprender todos los hechos, hay que estar abiertos mental y afectivamente a nueva información, a las ideas y los puntos de vista de otros, estando dispuestos a cambiar de punto de vista cuando sea necesario. Para cambiar nuestras vidas es necesario cambiar el modo como vemos el mundo, para luego producir otros cambios. También formamos paradigmas sobre cómo es la vida: ¿qué me impulsa, que me hace pensar, qué me obsesiona? A lo que damos más importancia es el centro de nuestra vida, formando un paradigma o visión del mundo. Qué ocupa las vidas de los adolescentes: - Están centrados en sus amigos: necesitan un buen grupo de amigos y no sentirse excluidos. Son importantes, pero los amigos no pueden ser su centro. La identidad no puede basarse por completo en tener amigos. Los amigos son un fundamento inestable, según el autor. Están centrados en las cosas que tienen: el materialismo enseña a los adolescentes que gana quien tiene más cosas, también más logros y más títulos. Son valores, pero no podemos centrar toda la vida en ellos. La confianza debe provenir del interior. - Centrados en sus novias o novios: los adolescentes tienden a centrar toda su vida en la persona que les gusta, lo cual supone que les cuesta más ser queridos por esa persona, resultan
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menos atractivos y pueden ser molestos, porque forman todas sus emociones alrededor de quien les gusta. Al entrelazar sus identidades, no consiguen desprenderse uno del otro, y aparecen los conflictos constantes. - Centrados en la escuela: la educación es vital para el adolescente, para su futuro, pero las clases no pueden ser toda su vida. La obsesión por las calificaciones les puede hacer olvidar que van a la escuela a aprender. - Centrados en los padres: son fuentes de cariño y de orientación, pero no se puede vivir para agradarles siempre, o para estar siempre con ellos. Otros posibles centros: en los deportes o pasatiempos, en sus modelos o héroes, en las personas con quienes se llevan mal, en el trabajo, en sí mismos. El autor considera que es bueno aspirar a la excelencia, pero que no se puede basar toda la existencia en esa búsqueda, en el centro de la vida que sea. Incluso alguien que se apasiona, por lo que sea, no debe basar toda su vida en eso. El autor recomienda en cambio centrarse en los principios, en la búsqueda de lo verdadero. Menciona como ejemplos la honestidad, el amor, el trabajo bien hecho, el respeto, la gratitud, la moderación, la justicia, la integridad, la lealtad, la responsabilidad, y muchos otros. Los principios son fáciles de comprender, se comprenden con el corazón y nos impiden hacer ciertas cosas y nos llevan a hacer otras. Cuando se puede vivir mintiendo, estafando o manipulando, hay que mantener la fe en los principios, y saber que vivir contra los principios siempre termina por dejarnos desprotegidos. Mientras que todos los centros vitales del adolescente son importantes, están formando un círculo alrededor de sus principios. Se puede ver su importancia por una demostración contraria: que pasa si vivo siempre robando, por ejemplo. Parte 2. La victoria privada Capitulo 3. La cuenta de banco de las relaciones: comenzar con quien está en el espejo Para ganar batallas en la arena pública (sociedad) primero hay que ganarlas internamente. El cambio se inicia en uno mismo. Los cambios no comienzan por padres, profesores o amigos: de adentro hacia fuera. Este capítulo se centra en los hábitos 1, 2 y 3. Qué es una cuenta personal, es como uno se siente consigo mismo. Hay síntomas positivos: como ser asertivo y resistir a la presión, no preocuparse de ser popular, ver la vida de manera positiva, onfiar en uno mismo, vivir impulsado por las propias metas, alegrarse de los éxitos de los demás. Se basa en tener confianza en uno mismo. Cómo se logra: cumpliendo las promesas que se hace uno a sí mismo, realizando pequeños actos de generosidad, tener amabilidad hacia uno mismo, tener honestidad, renovarse (recuperar fuerzas), aprovechar sus talentos. Los compromisos con uno mismo deben cumplirse con seriedad, es necesario tener control sobre uno mismo, empezando por promesas pequeñas y que puedan cumplirse, para luego ir buscando compromisos más difíciles de cumplir. Hacer algo por los demás nos mantiene enfocados hacia fuera, no hacia el interior, cuando estamos deprimidos. Incluye ser agradecido a los demás cuando te hacen un favor. Ser amable con uno mismo es ser menos exigente, reírse de uno mismo, no tomarse demasiado en serio, perdonarse los errores.
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Ser honesto con uno mismo (mostrarse como uno realmente es), comportarse de manera honesta, no sentirse bien cuando se ha actuado mal. Los actos honestos aumentan la cuenta personal, fortalecen. Tener tiempo para uno mismo, recuperarse y descansar, para mantener la vitalidad. También se refiere el autor a sitios donde nos sentimos bien, como un jardín o un bosque, o una habitación. Aprovechar los talentos que uno tiene: descubrirlo, desarrollarlo. Es hacer lo que a uno le gusta y utilizarlo como un medio de expresión de sí mismo. Capitulo 4. Hábito 1. Ser proactivo Es clave para todos los demás. Es tener la fuerza en la propia vida, responsabilizarse de ser feliz, está conduciendo tu propio destino. Contrapone ser proactivo a ser reactivo: lo primero es resolver problemas, lo segundo es seguir impulsos ante cualquier dificultad. Ser proactivo es tomar decisiones en base a valores, pensar antes de actuar. Estar calmado, atento y con el control de uno mismo. Una persona preactiva utiliza un lenguaje que le empodera, mientras que siendo reactivos perdemos el poder, para dárselo a otro. Cómo hablarse a sí mismo, para ser proactivo: lo lograré, podré mejorar, voy a ver qué opciones tengo, esto es lo que he elegido hacer, tiene que haber una solución, no voy a dejar que se me pegue el poco ánimo. Sentirse víctima constantemente es pensar que todos están en contra de uno, que le deben algo o que se ofenden, culpabilizan y se enfadan, siendo reactivos, no preactivos. Una persona preactiva ha aprendido a no ofenderse sin motivo, a responsabilizarse de sus decisiones, a pensar antes de actuar, a volver a intentarlo cuando no logran lo que querían, a buscar la manera de que algo suceda como quieren, a concentrarse en lo que tienen bajo su control. No se puede controlar todo lo que nos sucede, pero sí se puede controlar cómo reaccionamos ante lo que nos sucede. Se puede imaginar como un círculo interior en el que uno tiene el control de lo que le pasa, mientras que más allá no puede controlar: dedicarse a pensar en lo que está fuera de nuestra responsabilidad produce pérdida de poder sobre uno mismo y aumenta los problemas. Es necesario además saber convertir los fracasos en logros: la dificultad es una oportunidad para triunfar. Se trata de responder a los problemas, incluso cuando son graves, de manera que podamos aprender y recuperarnos. Supone aceptar las limitaciones, los reveses de la vida. Además el autor trata el modo como afrontamos el maltrato: cuando una persona es víctima de la violencia, no debe culparse nunca. Hay que esforzarse por hablar y explicar lo que ha pasado, tener iniciativa para no llevar encima la sensación de ser una víctima. Cuando un adolescente ha tenido malas experiencias en su vida, suele carecer de modelos de buen comportamiento y caer en comportamientos de riesgo, pero se puede detener ese círculo vicioso: siendo uno mismo agente de sus cambios vitales. Se pueden detener los malos hábitos. El adolescente puede superar sus aprendizajes, cuando son incapacitantes o le predisponen al riesgo, y pueden crear otro marco mental, con el que cambiar sus vidas. ¿Cómo fortalecer este hábito de ser proactivo? Tomando la iniciativa para que las cosas que se desean sucedan, pensando en soluciones y en opciones que uno tiene, actuando. Es pensar en términos de “puedo hacerlo”, con creatividad y persistencia. Hay que tener iniciativa para lograr las propias metas. Incluye la creatividad, la actitud emprendedora, el ingenio. En la proactividad se incluye la capacidad de detener el impulso de reaccionar ante los demás: evitar
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las costumbres que nos llevan a responder de inmediato. Parar, ejercer el control y pensar cómo reaccionar, permite tomar decisiones prudentes. La educación familiar ejerce una influencia sobre el modo en que reacciona un adolescente, pero no le determina por completo. Las cuatro herramientas que son necesarias para actuar humanamente son: - Autoconocimiento: tomar distancia respecto de mí mismo y observar mis pensamientos y acciones - Conciencia: escuchar mi voz interior y distinguir lo que está bien de lo que está mal - Imaginación: contemplar nuevas posibilidades - Voluntad independiente: tener el poder de elegir Capitulo 5. Hábito 2. Comenzar con la meta en mente Es desarrollar una idea clara del lugar que uno ocupa en la vida: qué quieres llegar a ser y cuales son tus valores y cuales van a ser tus metas. El primer hábito consiste en conducir uno su propia vida, el segundo en saber a dónde ir. Es pensar mas allá del momento presente, para ir en la dirección correcta. Siempre tenemos en mente planes antes de actuar, utilizando la imaginación para ello. Es importante en la adolescencia porque es un momento crítico de la vida, en el que lo que uno decide puede determinar todo lo que será más adelante. Hay que tomar decisiones en la adolescencia: - Qué estudiar - Cual será tu actitud ante la vida - Si se debe formar parte de un equipo de deporte - Qué amigos tener - Con qué pandillas ir - Cómo tener relaciones sexuales, o no tenerlas - Si vas a beber, fumar o tomar drogas - Qué valores van a dirigir tu vida - Qué relación vas a tener con tu familia - Qué vas a defender - Cómo puedes contribuir a tu comunidad Cómo se logra vivir con una meta en mente: lo más sencillo es escribir una misión personal. El adolescente tiene que escribir qué es su vida y cual es el plano por el que va a dirigirla. Un buena declaración de la misión personal sería: Ten confianza en ti mismo y los que te rodean. Pregúntate cosas. Aspira a ser independiente, sé generoso, educado y respetuoso, no pierdas de vista tus metas, no des por hechas las cosas simples de la vida, aprecia las diferencias y considéralas como ventajas, busca siempre tu independencia, recuerda que antes de cambiar a nadie tienes que cambiar tu mismo, habla con lo que haces y no con lo que dices, deja tiempo para ayudar a los demás y para quienes tienen menos suerte, lee cada día los siete hábitos. Este enunciado de la misión personal tiene que ser estable y mantenerse, pero también cambiar de manera continua. Hay muchas cosas que no pueden controlarse alrededor de un mismo, pero con una misión personal se puede mantener la estabilidad, y saber lidiar con el cambio. Con este enunciado es más fácil desarrollar o descubrir tus talentos: descubrir que uno tiene un talento, por medio de lo que uno ha hecho, es una experencia muy gratificante. Una vez que el
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adolescente puede definir su misión vital, ya puede ir a buscar sus metas, que son las partes más pequeñas y concretas de su misión. Para fijarse metas de manera realista hay que tener en cuenta cinco claves: 1. Considerar lo que va costar alcanzarlas, en tiempo y esfuerzo, y lo que tienes que dejar de hacer para lograrlo. 2. Ponerlo por escrito 3. Hacerlo, sin darle vueltas, de manera decidida. 4. Utilizar los impulsos del momento: si se sienta capaz de fijarse una meta, hacerlo, es un momento crucial que no debe dejarse pasar 5. Asegurarse: sostenerse de los demás, coger fuerzas, recibir apoyo, cuidar de sus propias fuerzas Convertir las debilidades en fortalezas: cuando tenemos menos capacidades, o más problemas, hay que saber luchar más, produciendo por voluntad una fortaleza que al principio no se tenía. Hacer de la vida algo extraordinario, aprovechar cada momento, buscar un destino que tenga valor, para uno mismo y los demás. Capitulo 6. Hábito 3: Poner primero lo primero Hacer prioridades y istrar el tiempo para hacer lo más importante lo primero. Es más que istrarse el tiempo. Es superar temores, sentirse fuerte ante la dificultad. Es hacer que las metas y misiones sean lo primero en la vida: eres el conductor, decides a dónde ir y vas a llegar, no te dejas detener por obstáculos. Hay que hacer una matriz con dos variables: lo importante y no importante, lo urgente y no urgente, para así poder priorizar. Lo urgente no nos puede hacer olvidar lo importante. El adolescente que se marca prioridades tiene en cuenta lo que es importante y no llega a sentirse en situaciones de urgencia, porque planifica y fija sus metas, realiza las tareas antes del límite, hace ejercicio, se relaciona bien y sabe descansar. Es donde debemos enseñarles a manejar sus tareas: siempre se planifica antes lo importante y así se evitan las urgencias en todo lo posible. Tiene su trabajo y sus planes bajo control, los revisa, los realiza de manera ordenada. Y deja tiempo para descansar y recuperarse. Controla su vida, está equilibrado y consigue sus metas. Los adolescentes que no manejan bien sus prioridades, tienen que aprender a hacer primero lo importante, a no distraerse con lo superfluo y a saber decir no a lo que no tiene tiempo de hacer, y a no descansar cuando tiene obligaciones. El autor recomienda tener una agenda y planificar cada semana los siete días que tiene por delante: qué es lo importante que tengo que hacer, son las grandes tareas, cuanto tiempo debo dedicarles, y luego programarse todo lo demás. Este hábito además supone superar temores y presiones de los demás: es tener carácter, ser valiente, honesto ante lo que uno quiere lograr. Se trata de lograr el hábito de la valentía y evitar quedarse en la “zona de comodidad”. Cualquier tarea importante requiere superar dificultades, aferrándose a las metas que se quieren lograr y a los valores. Es incómodo en algunos momentos por que conlleva incertidumbre, presión, cambio, posibilidad del fracaso. Pero es donde encontramos oportunidades. istrarse el tiempo requiere mucha disciplina, también superar temores.
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La característica de las personas que logran sus metas es que la fortaleza con que mantienen sus propósitos es superior al esfuerzo o el aburrimiento de algunas tareas. Son personas capaces de hacer lo que no les divierte, porque saben que alcanzarán sus metas, tienen fuerza de voluntad. Parte 3. La victoria pública Capitulo 7. La cuenta de banco de las relaciones: de lo que está hecha la vida Cómo mejorar las relaciones más importantes de una persona. Lo más importante en una relación es lo que uno es, ese el éxito privado, y ahora se trata de que sea público, o social. Hay que tener independencia para poder decir: soy responsable de mí mismo y puedo cambiar mi destino. Esto es un gran logro, no se tiene, sino que se consigue. Lo siguiente, en cuanto a los hábitos 4, 5 y 6, es aprender la interdependencia, a trabajar y cooperar con los demás, jugar en equipo, influir y tener poder en las relaciones con los demás. Es la habilidad para convivir, que determinará en muchos sentidos la vida de una persona. Del mismo modo puede haber una cuenta de banco de las relaciones: la confianza y seguridad que tienes en cada una de tus relaciones. Las buenas relaciones no se consiguen de manera rápida, sino que hay que hacer muchos aportes: buena relación familiar, elogios de los amigos, compañeros o jefes, celebraciones del éxito, sentimiento de orgullo, iración, perdón y olvido de los errores, animar a emprender más cosas, confiar en la capacidad, ánimos, cuidado de los sentimientos, compartir actividades, pequeños detalles, buenas amistades que motivan y dan confianza, el modo alegre de hablar, sinceridad, reconocimiento. Son comportamientos que mejoran las relaciones sociales. Se pueden concentrar en seis formas de fortalecer las relaciones: cumplir promesas, tener pequeños gestos de generosidad, mostrar lealtad, saber escuchar, disculparse y tener expectativas claras. El autor propone como desafío recomponer una relación dañada, haciendo pequeños “depósitos” en la misma, poco a poco hasta mejorarla. Capitulo 8. Hábito 4. Pensar en ganar - ganar Es una actitud ante la vida: puedo ganar y los demás también, y es básico para convivir bien. Se basa en creer que somos todos iguales. En las relaciones con los demás no se trata de ganarles, sino de ganar en la relación. El autor asemeja el impulso por vencer a los demás a un tótem, a una medida, en la que solo importa tener la mayor parte, de lo que sea. Aunque nos han educado para pensar en términos de competición (sobre todo en países occidentales), se deben evitar estos comportamientos: - Utilizar a otras personas para lograr los propios propósitos de manera egoísta - Intentar avanzar a su costa - Difundir rumores sobre otra persona - Insistir en salirse con la suya, sin tener en cuenta lo que sienten los demás - Tener celos o envidia cuando a alguien le sucede algo bueno La actitud contraria a ganar-perder, sería perder-ganar: es sentirse siempre pisado por los demás, verse con bajas expectativas y renunciar a las propias normas vitales. Es una actitud de dejarse avasallar, ocultar lo que uno siente, no alguna vez, sino como manera de afrontar la
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vida. La espiral descendente llega cuando adoptas la actitud de perder-perder: cuando dos personas quieren ganar a cualquier precio, suelen perder las dos, porque se ocupan sólo de que el otro fracase. Puede suceder también así en las relaciones amorosas, pasando de ganar-ganar a perderperder, debido a la dependencia emocional, que termina en una lucha por que el otro pierda el poder acumulado sobre uno mismo. La actitud de ganar y ganar es la que nos permite avanzar: es más agradable, pero no es fácil, es preocuparse por los demás, por uno mismo, y permite mayores logros, es compartir. Es una actitud que crea más posibilidades. ¿Cómo pensar de ese modo? Primero el autor considera necesaria la victoria privada, superar la inseguridad o desconfianza en uno mismo. Hay dos malos hábitos que lo impiden: la competitividad y la comparación excesivas. Capitulo 9. Hábito 5. Busca primero entender, luego ser entendido Entender a los demás y ser entendido es la necesidad más profunda del ser humano. La clave para la buena comunicación es primero entender y luego ser entendido. Ver las cosas desde el punto de vista del otro, para comprender. Hay cinco malos estilos de escuchar a los demás: - Distraerse - Fingir que se escucha - Escuchar sólo una parte de lo que dice - Escuchar sólo palabras, sin comprender - Escuchar de manera egocéntrica, pensando solo en uno mismo Cómo se escucha de verdad: hay que hacer tres cosas 1) Escuchar con los ojos, el corazón y los oídos, es tener en cuenta el lenguaje corporal, el tono, el sentimiento, el significado que ponemos en la expresión verbal, el énfasis en cada palabra. Escuchar además lo que no dicen, lo que pueden sentir pero no se atreven a decir. Esto es importante entre los adolescentes, que a menudo piden que “escuchemos lo que no dicen”. 2) Ponerse en su lugar, intentar ver el mundo como lo ven los demás y sentir lo que sienten. Las personas tenemos cada uno nuestro punto de vista y se puede tener distinta razón sobre algo, sin que sea una competición por ver quien se lleva la razón. 3) Pensar como en un espejo, reflejando lo que la otra persona dice, repitiéndolo con tus propias palabras, no imitando, sino repetir el significado, utilizando palabras distintas y con calidez afectiva y atención. Son esas frases que sabemos que facilitan la comunicación: “me parece que sientes…”, “yo lo veo así…”, “noto que te sientes…”, “lo que dices es que…”.. Sobre todo cuando es una conversación importante, hay que dedicarle el tiempo y la atención necesarios. Comunicarse bien es difícil y se trata de hacerlo con los padres, es todavía más complicado para el adolescente: tienen que hacer el esfuerzo de intentar escucharles, como a sus amigos. El adolescente se queja mucho de que no le comprenden, pero es que él también tiene que comprender a los adultos. Cuando deciden comprender, sienten más respeto y consiguen más cosas, pueden encontrar mejores soluciones y hacer lo que querían hacer con menos problemas. Para esto es bueno preguntarles mucho, por lo que les pasa a ellos, siendo amable
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y pensando desde su punto de vista. Cuando se ha escuchado a los demás, ¿cómo puedo hacerme entender? Se necesita valor para hablar de lo que uno siente, confianza en que podemos decir a los demás lo que nos pasa. La mitad del hábito es escuchar, la otra mitad ser valiente para expresarse. Hay que decirles a los demás cómo les vemos, lo que aprendemos de ellos. Hay que hablar desde el “yo”, hacia los demás, es decir, hablar de uno mismo, de lo que a uno le sucede y no tanto de lo que pensamos que les pasa a los demás. El principal obstáculo para hacerse entender es no emitir los mensajes adecuados, que deben tener en cuenta lo que le pasa al otro y centrarse en uno mismo, referirse a uno mismo. Capitulo 10. Hábito 6. Sinergizar Sinergia es trabajar dos o más personas a la vez para crear una solución mejor de lo que se puede lograr sólo. Es lograr una forma mejor de hacer algo, entre dos o más personas. Es una recompensa de los anteriores hábitos, porque consiste en ir por la vida de manera cooperativa, se llega más lejos y más rápido. Hay que celebrar las diferencias, trabajar en equipo, tener una mente abierta y encontrar formas nuevas y mejores de hacer las cosas, así se logran sinergias. La naturaleza está llena de sinergias, no es nada nuevo, pero sí que tenemos que conformar el hábito en los adolescentes. Es un proceso, resultado de las actitudes y habilidades anteriores. La diversidad no se debe solo tolerar, ni tampoco evitar, hay que celebrarla, como un modo de enriquecer la actividad. Lo distinto tienen que percibirlo como una oportunidad para la creatividad. En realidad todos aprendemos de manera distinta, tenemos talentos muy diversos que podemos aprender a conjugar, vemos el mundo de distintos modos y tenemos nuestros propios paradigmas, distintos rasgos. Todo esto nos hace diversos, y hace más complejo lograr esas sinergias. Cada persona tiene unas capacidades naturales, un modo de aprender idóneo, y esto les hace propensos a ciertos problemas, y lo que es más importante, para lograr esas sinergias, para optimizar sus capacidades, necesitamos cada uno una respuesta de los demás. Hay personas que por ejemplo necesitan que les demos más tiempo para hacer algo, otras necesitan compartir la responsabilidad, otras que les de más flexibilidad, etc…Cuando nos volvemos ignorantes, cuando hacemos grupos enfrentados, cuando tenemos prejuicios, no podemos aprovechar esa riqueza de ser diversos. La cooperación creativa es importante, es lograr despegar, desde los hábitos anteriores, para lograr un resultado mayor que la suma de las partes. Un plan de acción para lograr sinergias: definir la oportunidad o el problema, entender primero las ideas de los demás, hacerse entender por los demás, hacer una tormenta de ideas, hallar la mejor solución. El trabajo en equipo suele triunfar cuando se da entre personas compatibles, que pueden ser de los siguientes tipos: esforzado (seguros, constantes, terminan su trabajo), seguidores (siguen las buenas ideas y dan apoyo), innovador (creativos y con ideas), armonizador (unen, dan apoyo, estimulan a cooperar, crean sinergias), lúcidos (hacen el trabajo divertido, pero también más complejo). Parte 4. Renovación Capitulo 11. Hábito 7. Afilar la sierra
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Este capítulo recorre algunas de las decisiones y situaciones a las que se enfrenta un adolescente. Es la capacidad de recuperarse cuando no se están teniendo unos buenos hábitos: al formar los anteriores 6 hábitos, el adolescente puede ser capaz de renovarse. Primero tiene que comprender que todo dependerá del modo piense en sí mismo y se sienta consigo mismo, como punto de partida. A continuación se podría enfrentar a las decisiones, cambiar si no le van las cosas del todo bien: qué hacer con la educación, elegir sus mejores actividades, evitar los comportamientos de riesgo, pero sobre todo decidirse a que sea “su momento”, el punto de su vida en el que puede ponerse a trabajar de manera positiva y eficaz. Se tiene que enfrentar con hábitos renovados a las amistades, a la sexualidad, a sí mismo, a los deportes, a la naturaleza. Este último hábito es la salida hacia la realidad, de una manera más optimista y capaz de resolver los problemas que nos plantea. Contiene consejos útiles sobre cada uno de los temas anteriores. Fuente: Movilización Educativa http://www.movilizacioneducativa.net/resumen-libro.asp? idLibro=238 Imagen: Adolescentes efectivos http://chamaes.com/tienda/images/los%207%20habitos %20del%20adole