Aportes C e le l eb r ac i ó n p ar a l a
Homilía y guión para la Santa Misa 1 Domingo de Adviento Ciclo C. Color: Morado
29 de noviembre de 2015 Año XIX - Nº 1110
Aportes para la homilía ¡Levanten la cabeza, que ya llega nuestra liberación! Jer 33, 14-16; Sal 24, 4-5. 8-10; 1Tes 3,12 – 4, 2; Lc 21, 25-28. 34-36 Adviento comprende cuatro semanas de preparación a las fiestas navideñas. Comenzamos hoy la primera semana del ciclo “C” de la liturgia. En ellas veremos en Jesús el cumplimiento de las antiguas promesas de un Mesías Salvador y reavivaremos la esperanza en la manifestación definitiva del Reino de Dios, aportando esfuerzos a la construcción del mundo nuevo que Dios quiere para nosotros. Los males de este mundo reavivan en nosotros la esperanza en Dios, que establecerá entre los hombres el derecho y la justicia, el amor y la paz. Un día estaremos de pie ante Jesús y, a su luz, serán juzgadas nuestras obras, un juicio que se basa en el amor, a la luz del Evangelio. Entendamos pues, que ser cristiano es precisamente amasar y amoldar todo nuestro ser y quehacer dentro de los criterios del evangelio, a imagen y semejanza de Jesús, rechazando cualquier otro modelo que ofrezca el mundo. Jesús sabe muy bien que no es fácil, por eso permanece a nuestro lado con su gracia. Hay cristianos sólo por tradición y costumbre, por sentimiento y por cumplimiento, quizá porque eso es lo único que aprendieron. Nuestro pequeño catecismo de
primeras nociones rezaba: Soy cristiano por gracia de Dios. ¡Gran verdad!, pero no toda, porque a la hora de dar razones de nuestra fe, como pedía Pedro en su carta, a veces no sabemos decir más que somos cristianos porque nos bautizaron. Y esto, ¿a qué viene? A que a veces leemos el Evangelio (también a nuestros niños) sólo como historia sagrada y no estudiando y ahondando en sus páginas, donde el mismo Jesús nos habla y enseña hoy, aquí y ahora a vivir por él, con él y en él, asegurándonos que él es el único que nos salva de todo aquello que nos aleja del amor. Por eso Jesús insiste en que vivamos vigilantes, sin dejarnos manejar por las demasiadas preocupaciones de este mundo pasajero. El Verbo, segunda persona de la Trinidad, asume nuestra naturaleza, nos enseña y ayuda a ser plenamente hombres, y a liberarnos de cuanto impide concretar el proyecto del Padre. Pero también nos llama y envía a liberar las tinieblas de la mente, cuando estamos atrapados por las mentiras, nos llama a romper las cadenas que tuercen la voluntad de los que, en vez de construir la paz y el bien, siembran cizañas de maldad y muerte. Seguros de que para Dios todo lo bueno es posible, pongamos en acción cuanto Jesús nos enseña, haciendo reali(Continúa en la p. 4). Aportes - 1
Guión para la Santa Misa 1) Introducción Hermanos: Reunidos en el nombre del Señor, comenzamos el tiempo de Adviento, en el cual agradecemos al señor por su primera venida en la Navidad, nos preparamos para su segunda venida en la plenitud de los tiempos y nos dispone para su venida constante en el día a día. Alcemos la cabeza, porque en Cristo llega nuestra liberación. Juntos cantemos…
2) saludo de bienvenida En este primer domingo de Adviento, el mensaje del profeta nos exhorta a aguardar al Mesías, porque Dios siempre cumple sus promesas.
acciones liberadoras de Dios a través de un descendiente de David. Salmo (Sal 24, 4-5. 8-10): El Salmo 24 habla de Dios, siempre atento a nuestras necesidades, recto y bondadoso, que enseña sus caminos al humilde y se deja ver por quien le tiene respeto. Segunda lectura (1Tes 3,12—4, 2): Pablo exhorta a los cristianos de Tesalónica a vivir en armonía y caridad, aguardando el día en que Jesús vuelva con todos sus santos. Evangelio (Lc 21, 25-28. 34-36): En medio de un discurso que posiblemente inspire temor, el Maestro Divino nos anima, nos alienta a la esperanza.
Que el Señor que viene a salvarnos, 5) Oraciones de los fieles esté con todos ustedes. Hermanos, elevemos nuestra oración al Padre Dios, confiados en 3) Acto penitencial que siempre cumple sus promesas El Señor llega para liberarnos de y no desoye el clamor del necesitado. las tinieblas y de la esclavitud del Digamos: pecado, reconozcamos nuestras faltas. Esperamos en ti, Señor.
* Tú, el Mesías esperado, Señor 4 Por la Iglesia, que espera la ten piedad. venida de Cristo, su Esposo; para que * Tú, el que viene a liberarnos mientras aguarda aquel día glorioso, del pecado y del odio, Cristo ten pueda llevar a cabo en el mundo la piedad. misión de anunciarlo. Oremos. * Tú, el Señor de la historia que nos 4 Por nuestra patria; para que, expecllama a la conversión, Señor ten tante por prontas mejoras, tenga como piedad. prioridad la atención a los más olvidados de la sociedad. Oremos. Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone 4 Por los estudiantes que finalizarán nuestros pecados y nos lleve a la pronto el año de estudios; para que vida eterna. Amén. todo lo aprendido durante este año pueda ser de provecho y puesto al 4) Lecturas servicio de la sociedad. Oremos. Primera lectura (Jer 33, 14-16): Siglos antes de Jesús, en tiempos 4 Por los hermanos que sufren, especialmente por aquellos que han perdido difíciles, Jeremías anunciaba las todo tipo de esperanza; para que el
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consuelo les llegue pronto a través de 7) Comunión las manos solidarias de todos. Oremos. El Señor corrobora su compromiso de estar con nosotros dándose en 4 Por nosotros, aquí reunidos, para que comunión. Que nosotros nos comno perdamos la confianza en Aquel prometamos a ser más hermanos, que nos pide levantar la cabeza, ya que se acerca nuestra liberación. testigos de la liberación que nos trae Jesús. Cantemos… Oremos.
Mira con bondad, Padre Dios, 8) Bendición final y envío las oraciones de tu pueblo, que Monición: Si comprometimos aguarda de tus manos la liberaesfuerzos por el Reinado de Dios ción, manifiesta en tu Hijo Jesús. Él y su justicia, proclamemos con que vive y reina por los siglos de los Pablo: ¡Todo lo podemos en Cristo que siglos. Amén. nos da fuerzas! y contagiemos a todos nuestro entusiasmo. 6) Presentación de las ofrendas Bendición final Al presentar el pan y el vino, digaEnvío: Con la esperanza de que el mos al Señor que cuente con nosotros para construir juntos el Reino y Mesías nos acompaña en el día a día, hacerlo visible, especialmente para podemos ir en paz. aquellos que han perdido la esperanza en PARA VIVIR EL ADVIENTO un mundo mejor. Cantemos…
¿Cómo preparar Adviento y Navidad? Equipo de redacción de EL DOMINGO
Este libro aporta una serie de ideas para dar mayor relieve tanto a la celebración litúrgica como a la espiritualidad y pastoral de las celebraciones de Adviento y Navidad.
El Señor viene Cantos para celebraciones de Adviento y Navidad
La obra presenta un repertorio de canciones para Adviento y Navidad, adecuados a los distintos momentos y celebraciones que estos tiempos litúrgicos plantean.
El Evangelio del Domingo 2 Comentario para meditar Víctor Manuel Fernández
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Comentarios bíblicos dominicales - Ciclo C Mateo Bautista
Este comentario homiléticose apoya en la riqueza exegética, la tradición eclesial y la hermenéutica actual para motivar a que cada día seamos mejores y auténticos discípulos misioneros. Aportes - 3
(Viene de la p. 1).
dad lo que él nos enseña. De esta manera también nos alejaremos de los posibles pesimismos que pueden embargarnos ante las visiones negativas que tienden a absolutizarlo todo en la oscuridad. Señor Jesús, tú nos llamas a trabajar en tu viña y nos prometes buen salario al fin de la jornada. Danos entusiasmo y esperanza confiada en la victoria final, porque ya has vencido al mundo. Danos también perseverancia y capacidad de sacrificio ante las dificultades. Vivimos en un mundo que busca la paz, pero a punta de fusiles y cañones; quiere la verdad pero se maneja con errores y mentiras; se desvive por gozar en
el amor y se amarga en el individualismo egoísta; alaba la paciencia, la humildad, lo natural y sencillo pero se aferra a la soberbia, la violencia y la vanidades. ¿Quién nos entiende?, sólo tú, Señor, que cargaste con nuestros dolores y tristezas, también nuestros pecados, hasta redimirlos en la cruz, y nos acompañas y alientas a acabar con todo el mal, a romper cadenas de recelos y enemistades, a quitar lo que frena el bien común, congregando a todos a tu alrededor: Un solo rebaño de vuelta al paraíso. Renueva nuestra fe y la esperanza en tus promesas. Ayúdanos a trabajar en la construcción de tu reino de verdad y justicia, de amor y paz, de felicidad sin fin. Tú, que vives y reinas por siempre, ¡amén!
LA VIDA ES UN CAMINO Recuerden siempre esto: la vida es un camino. Es un camino. Un camino para encontrar a Jesús. Al final, y siempre. Un camino donde no encontramos a Jesús, no es un camino cristiano. Es propio del cristiano encontrar siempre a Jesús, mirarle, dejarse mirar por Jesús, porque Jesús nos mira con amor, nos ama mucho, nos quiere mucho y nos mira siempre. Encontrar a Jesús es también dejarte mirar por él. “Pero, Padre, tú sabes -alguno de ustedes podría decirme-, tú sabes que este camino, para mí, es un camino difícil, porque yo soy muy pecador, he cometido muchos pecados... ¿cómo puedo encontrar a Jesús?”. Pero tú sabes que las personas a las que Jesús mayormente buscaba eran los más pecadores; y le reñían por esto, y la gente -las personas que se creían justas- decía: pero éste, éste no es un verdadero profeta, ¡mira la buena compañía que tiene! Estaba con los pecadores... Y él decía: He venido por quienes tienen necesidad de salud, necesidad de curación, y Jesús cura nuestros pecados. En el camino, nosotros -todos pecadores, todos, todos somos pecadores-incluso cuando nos equivocamos, cuando cometemos un pecado, cuando pecamos, Jesús viene y nos perdona. Este perdón que recibimos en la Confesión es un encuentro con Jesús. Siempre encontramos a Jesús. Papa Francisco (Homilía, 1/12/2013)
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