Fic Castle 691337

Tres son multitud Capítulo 1 El sol había despuntado ya hace una hora y el frío mañanero del invierno neoyorquino castigaba a los viandantes. Castle estaba haciendo un zumo de naranja mientras ojeaba la prensa del día. Otra vez la dichosa lista de los solteros más cotizados lo había colocado en el 9º lugar. -¿Has visto ya la prensa querido?-comentó Martha mientras cruzaba el salón hacia la nevera con una toalla en el pelo-parece que cada vez eres menos encantador… -Bueno madre, la verdad es que sigo teniendo miles de mujeres preciosas que se derriten por mí, además mientras no me enrollen más con Beckett, me da igual el lugar que ocupe. La bronca que me echó la última vez habría aterrorizado al mismísimo Ivan el terrible. Alexis, ¿quieres un zumito natural?-gritó hacia la escalera-es muy sano… Alexis bajó con su uniforme del instituto puesto y muy nerviosa. Estaba temblando y se dirigió corriendo hacia su padre. -Papá, hoy es el concurso de ciencias y mi proyecto ha desaparecido-las lágrimas le brotaban mientras su labio inferior dejaba ver su nerviosismo con un leve temblor-¿Cómo va a desaparecer tu proyecto?, vamos cariño a esas cosas no les salen patas y se van….Lo tendrás guardado en un sitio y lo has olvidado. Por cierto, ¿Qué era? -No papá-empezó Alexis mientras se sentaba en una silla con la mirada perdida -¿cómo lo voy a perder? En realidad no es un proyecto, aún…era un hígado de ternera que iba a diseccionar en el insti a primera hora en el laboratorio para presentarlo luego al concurso. -¡Upss!- exclamó Martha mientras escupía en el fregadero el trago de leche que tenía en la boca- creo que yo sé donde está… -Gracias a Dios abuela, ¿donde lo has puesto? - dijo Alexis mientras saltaba de la silla y se secaba las lágrimas-. -En…en la basura.- la cara de Alexis se ensombreció al instante- ví una bolsa llena de sangre en la encimera que olía bastante mal y me pareció algo raro y como tu padre no sabía nada, lo tiré. -¡Pero papá! Siempre metes la pata…¿Cómo no me has preguntado a mí?¿Acaso yo no vivo en esta casa?-otra vez rompió a llorar-. -Lo siento mucho cariño-dijo Castle mientras abrazaba a su hija-supongo que la abuela podrá llevarte ahora a comprar otra cosa repugnante de esas antes de que empiece el instituto ¿verdad mamá?-miró amenazadoramente a Martha-. -Claro cariño, vámonos ya y pasamos a comprarlo ¿vale? Y perdóname cielo, la próxima vez seré más sensata y te preguntaré a ti también.-dijo para consolar a Alexis mientras ésta se secaba las lágrimas y sonreía-. -Bueno quizás incluso gane, todavía estoy a tiempo-dijo Alexis mientras se echaba al hombro su mochila. -Claro cariño-dijo Castle en el mismo momento en que sonaba su móvil-Castle. Buenos días inspectora Beckett, ¡que buen humor!¿A qué se debe?-arqueó la ceja y sonrióEntiendo. Vale ahora voy para allá-colgó y miró a su hija y a su madre-Parece que le gusta no aparecer como mi novia en la lista del New York Ledger. Con la cantidad de

mujeres que lo desearían… Bueno me voy a la comisaría, han encontrado un fiambre en la quinta con la 42, suerte con tu proyecto cariño. -Adiós-exclamaron Alexis y Martha a la vez- y atrapa al malo-añadió Alexis-. -Siempre lo hago-dijo Castle mientras cerraba la puerta y se dirigía al ascensor-. Al llegar a la oficina, agradeció muchísimo la calefacción del edificio, en la calle el frío era impasible. Miró la silla de Beckett pero ella no estaba ahí. -Buenos días Castle, parece que no te ha afectado mucho el segundo noveno puesto-dijo Ryan acercándose por detrás-. -Sin embargo Beckett está encantada por no salir de nuevo-dijo Espósito con una sonrisa-. -Ya veo, no es de mi club de fans por lo que se ve,¿donde está?-Bueno es de uno de tus clubs de fans-dijo Ryan- del club que sólo te valoran como pelmazo-rió junto a Espósito-. -¿A si? ¿Y cual es el otro club graciosillo?-. -Pues el de las señoras mayores que se quieren acostar contigo-dijo Ryan riendo aun más igual que Espósito-la presidenta es la madre de Espósito-. -Ja-ja, que gracioso-dijo Espósito a quien se le había cortado la risa rápidamente-al que le gustan las señoras mayores y arrugadas es a ti… -Jaja, es verdad Ryan,-rió Castle- oye donde está Beckett-todavía no me lo habéis dicho… -Está en la máquina del café haciéndose uno-dijo Espósito mientras le daba una colleja a Ryan y este se dolía-. -¿Haciéndose un café? Pero si siempre se lo preparo yo…-Castle puso cara de pena y se dirigió hacia la habitación donde estaba la cafetera-. Beckett se encontraba junto a la cafetera tratando de hacer el café cuando Castle entró en la habitación y la asustó. -Buenos día inspectora Beckett-dijo Castle aun riendo-. -Pues si que eran buenos hasta que has llegado tu idiota-bufó Beckett enfadada-esta máquina está rota, llevo 10 minutos intentado hacer un café. -Las mujeres y las máquinas…-bromeó Castle en tono de aburrimiento-A ver déjame ami.-Tocó varios botones y al instante el café empezó a salir de la máquina-¿Ves por que siempre te lo preparo yo? -Pues espero que ligar se te dé tan bien como hacer café porque con un noveno puesto no vas a ligar tan fácilmente como antes…-ahora era Beckett la que bromeaba y mostraba una gran sonrisa-. -Yo no creo eso, una impresionante rubia me ha reconocido justo antes de entrar en comisaría y me ha pedido que la llame esta noche-sacó un trocito de papel del bolsillo y lo mostró como si fuera un trofeo-. -¡Que mala suerte! Hoy estaremos ocupados hasta tarde-dijo Beckett mientras salía de la habitación y maldecía a esa mujer en su interior-. -Bueno, ya la llamaré mañana. Por cierto, ¿Qué tenemos?-dijo mientras seguía a Beckett-. -No lo sé, vamos a verlo. Ryan, Espósito-los llamó-vamos a ver que nos tiene preparado Lannie. Capítulo 2 Después de aparcar el coche vieron a Lannie agachada en un callejón sin salida examinando el cadáver.

-Un callejón sin salida, que típico-Castle estaba bromeando una vez más- ¿es que a los asesinos de esta ciudad se les han acabado las buenas ideas sobre como cometer un asesinato? Me apuesto lo que sea a que estaba comprando droga. -¿Qué tenemos Lannie?-dijo Beckett rodeando el cuerpo de la victima-. -Varón blanco de unos 30 años, ha muerto de dos disparos por la espalda entre las 12:20 y las 1:00 de la madrugada-lannie estaba agachada en cuclillas al lado del cuerpoEl cuerpo no ha sido movido. Todo parece indicar a que no estaba solo y que estaban esperando a algo o alguien-lannie sacó de un bolsillo una bolsita transparente con 3 colillas-. -¿y cómo sabemos que no se ha fumado el los 3 cigarros? Quizás este tipo tenía un problema con los cigarrillos, quien sabe…-Castle se había acercado a Lannie y miraba la bolsita con gesto divertido-. -Quizás el tipo si que tenía un problema con el tabaco pero me extraña mucho que se fumara 3 cigarros en poco más de media hora…-beckett se acercó a Castle-apostaría a que al menos uno no se lo fumó el o incluso puede que ninguno, quizás estaban ya ahí cuando llegó la víctima. -Cuando tenga los resultados de adn te avisaré-dijo Lannie guardándose de nuevo la bolsita-bueno me llevo el cuerpo, ahora os toca a vosotros hacer vuestro trabajo. Por cierto Castle, mi amiga Sarah ha leído el periódico y me ha pedido que te de esto-sacó un trozo de papel de su pantalón y se lo dio a Castle. Bueno, en cuanto sepa algo os aviso ¿vale?-Castle miró el papelito, sonrió y se lo guardó. -Ryan -Si jefa. -En la acera que está allí en frente hay una cámara de video, ve a ver si podemos sacar una copia de la grabación.- -Espósito se acerco a Beckett-. -Yo voy a ir a comisaría con Lannie y en cuanto sepa la identidad de este tío buscaré todo la información. -Está bien Espósito-Beckett se giró hacia Castle-. -Castle, ¿Qué te ha dado Lannie? -Nada importante-Castle estaba visiblemente contento-bueno ¿y a nosotros que nos toca? -Hablemos con el que encontró el cuerpo-beckett echó a andar hacia el coche- ¿no estarás jugando a las citas secretas con las amiguitas de Lannie no? -Bueno, si es así no creo que a ti te deba importar…¿estás celosa?-una gran sonrisa se dibujo en la cara de Castle-. -A lo mejor me importa más de lo que crees…-Beckett guiñó un ojo a Castle-. -Wow,wow, espera…¿te importa?-Castle se había parado en seco y miraba a Beckett con cara de asombro mientras ella reía-. -Claro que no-se dio la vuelta y volvió a caminar hacia el coche maldiciendo en sus pensamientos el encanto de Castle. ¿es que el universo no podía parar de intentar robarle a Castle? Castle era suyo y tarde o temprano se lo iba a tener que decir-. Capítulo 3 El tipo estaba nervioso, era un basurero del Bronx. -Verán agentes,-Castle rió-. -Agente-corrigió Beckett-. -Bueno está bien, lo que quiera que sean. Yo estaba haciendo mi ronda, a eso de las 6 y media de la mañana, y cuando vengo a recoger la basura de este contenedor me he pegado

un susto de aupa, el tío ese estaba ahí tirado en un charco de sangre. He llamado a la policía, les he dado mis datos y me he pirado, estas cosas no me gustan. -Ni a usted ni a nadie señor…-Castle le miraba como estudiándole-. -Wesley. -¿Vio algo sospechoso alrededor del cadáver?-preguntó Beckett-. -No señora, a penas lo ví, llamé a la policía y me fui, ya le he dicho que no me gusta saber nada de estas cosas-el hombre parecía relajarse-. -Muchas gracias señor Wesley, si nos hace falta preguntarle algo lo llamaremos-dijo Beckett-. -Ya les he dicho todo lo que se, pero bueno, si necesitan saber algo del sistema de basura llámenme. -Sería un tema muy interesante para hablar, hasta ahora señor Wesley.-dijos Castle, y se fueron-. Cuando llegaron a comisaría, fueron al depósito a ver a Lannie. Ésta, estaba mirando algo al microscopio. -¿Qué nos puede decir Lannie?-dijo Beckett-. -Pues que no sabemos si el tipo estaba sólo, porque los tres cigarros tienen su adn. La buena noticia es que sabemos quien es: Evans Wattson. -¿Y sobre el cuerpo nos puedes decir algo?-susurró Castle al oído de Lannie acercándose por la espalda-. -Pues-comenzó a decir Lannie mientras ponía un dedo en los labios de Castle y empujaba para atrás para quitárselo de encima-sabemos que le dispararon mientras se alejaba andando, el tiro se hizo a una distancia mínima de 4 metros… -¿Eso quiere decir que el asesino se pensó si matarlo o no?-dijo Beckett-. -O eso, o que el asesino no quería que supiera que lo iba a matar…-apuntó Castle-. -Bueno vamos a ver que tienen Ryan y Espósito-dijo Beckett- llámanos si descubres algo nuevo Lannie. -Descuida kate-dijo la forense-. -Adiós Lannie, por cierto, estás hoy muy….sexy...-dijo Castle mientras le guiñaba un ojo a Lannie-. -¿Castle por qué tienes que ir ligando por donde quiera que pasas? ¡Me pones enferma!comentó Beckett una vez habían salido del depósito-. -Jaja, solo le he dicho que estaba guapa hoy, ¿Qué tiene de malo? ¿Otra vez estás celosa kate?-Castle tenía una amplia sonrisa dibujada en su cara-. -Pues mira, si que estoy celosa… -JA, lo sabía-rió Castle-. -Si, celosa de ella ya que no tiene que aguantar tus tonterías todo el día. -Bueno-dijo Castle-por lo menos son celos, llevo tanto tiempo intentando conseguir ponerte celosa que… Beckett se paró y miró a Castle con cara de pícara. -¿A sí?-quiso saber Beckett-. -Jaja ¡pues claro que no¡-Castle se reía mucho-has caído en la trampa inspectora-y comenzó a andar rápidamente hacia la mesa de Beckett. Kate se quedó inmóvil pensado un momento… Dios, como podía caerle tan mal Castle y a la vez estar tan profundamente enamorada de el. Era de locos, no sabía si era como uno de esos amores de adolescentes, una relación amor-odio tan típica en los jóvenes…Sólo sabía que no podría conformarse toda la vida con ser amigos, o compañeros de trabajos o lo que sea. Tenía que decírselo. La última vez

que lo intentó, Gina estaba ahí para fastidiarlo todo, pero ahora no iba a ser igual. Castle podría rechazarla, pero de una vez por todas le iba a demostrar sus sentimientos hacia el…si no compartiesen su vida, no sería por el miedo de desnudar sus sentimientos. Estaba decidido, debía encontrar el momento para hablar con Castle y demostrarle con un beso todo lo que no se atrevía a decir con palabras. Capítulo 4 Ryan salía de la sala donde estaban los padres de la víctima.Castle se acercó a Ryan mientras Beckett venía andando desde donde se había parado a pensar. -¿Qué sabemos Ryan?-preguntó Castle cuando Beckett se llegó hasta donde estaban los dos hombres-. -Son una familia humilde, tenían dos hijos, el mayor es la víctima, el menor es Adam Wattson. Actualmente Adam está en la universidad de Boston estudiando Publicidad.Castle y Beckett escuchaban atentos-. El padre, John Wattson, tiene una pequeña tienda de ultramarinos en la 25 con Lexintong, su esposa Margarett trabaja con el. -De acuerdo Ryan-dijo Beckett-veamos que nos cuentan-y ella y Castle entraron en la habitación. En el sofá, se encontraba el matrimonio Wattson. La madre lloraba desconsolada mientras el padre le decía palabras de consuelo y le besaba la frente. Beckett sintió como el corazón se le encogía en el pecho al ver a la madre de la víctima llorando tan amargamente. Beckett y castle tomaron asiento en sendos sillones en frente del matrimonio. -Soy la inspectora Beckett de la policía de Nueva York, el es Richard castle.-Beckett no podía evitar mirar las lágrimas de la madre sin que se le saltaran a ella misma, asi que tomó aire y continuó-¿Tienen alguna idea de por que han asesinado a su hijo? -Evans era un buen chico, siempre ha sido muy inteligente y ha tenido muchos amigos-era la señora Wattson la que hablaba-fue a la universidad e incluso acabó una carrera pero no encontraba trabajo. Estaba saliendo con una chica de park avenue. Es la subdirectora de una sucursal bancaria. Se querían mucho. Hubo un silencio que sólo se veía interrumpido por el llanto de la destrozada madre. -Siento mucho lo que tengo que decir-el señor Wattson comenzó a hablar apretándole las manos a su mujer-pero nuestro hijo no es la persona perfecta que cree mi mujer- la señora Wattson levantó la vista hacia su marido rápidamente, su expresión era de desconcierto-. -¿Pero que dices John?-la madre estaba totalmente sorprendida, Beckett y Castle, también-. -Evans era drogadicto, terminó el instituto a duras penas, para entonces, ya estaba enganchado. El confiaba mucho en mí y me lo contó tremendamente avergonzado. Su madre tenía una increíble imagen de el y no quería desilusionarla. Quería desintoxicarse y me pidió ayuda. Fingimos que estaba en la universidad y todo el tiempo estuvo en un centro de desintoxicación-la madre de la víctima no podía creerlo,no podía ni hablar pero las manos le temblaban. Castle miraba a John sin poder creer la falsa que le había hecho creer a su propia mujer-. El dinero de las matrículas era lo que valía el centro. Evans y yo pusimos mucho esfuerzo y tras unos años, consiguió limpiarse. Pero todo no acaba ahíotra vez la madre de la víctima rompió a llorar-me contó que debía mucho dinero a un camello muy peligroso, le debía cincuenta mil dólares, pero no aceptó mi ayuda. Dijo que yo le había ayudado demasiado ya, que el solo sabría como salir de ese problema. Conoció a Evelyn, su novia, y consiguió un trabajo. Yo confié en que podría rehacer su vida y salir del agujero en que estaba. La última vez que hablé con el fue hace cinco días.

Me dijo que iba a solucionar el problema de una vez por todas y que agradecía mucho toda la ayuda que le había prestado. Se despidió y desde entonces no hemos vuelto a tener noticias. La madre de Evans no podía parar de llorar y el señor Wattson le suplicaba perdón. Entonces, el también rompió a llorar amargamente. Beckett no podía ni hablar, se sentía fatal. -¿Puede decirnos algo sobre el camello? Cualquier detalle puede ser útil, la zona donde traficaba, su mote, cualquier cosa.-el señor Wattson seguía llorando-.Señor Wattsonllamó Castle, y Wattson lo miró-¿sabe algo?-el señor Wattson negó con la cabeza-. -¿Pueden decirnos el nombre y dirección de la señorita Evelyn?-era Beckett quien hablaba-. -Claro-el señor Wattson tomó un papel y un boli que le tendió Castle y escribió la información-. -Les prometo que haremos todo lo que esté en nuestras manos señores Wattson, les llamaremos en cuanto descubramos algo-dijo la inspectora Beckett y salió del cuarto seguida de Castle-. -¿Que opinas Beckett?- dijo Castle justo al salir del cuarto-. -Pues, que si encontramos al camello, encontraremos al asesino, aunque sin ninguna pista, va a ser difícil. No me extrañaría que Evans se enfrentara al camello por que no tenía el dinero, o que algo saliera mal en el pago, no lo sé... -No hombre, yo me refería al padre…me parece fatal la mentira en que vivía la madre por su culpa.-Castle miro al cielo y suspiró-No me gustaría por nada ser esa madre, perder a su hijo y además enterarte de esto…es horrible. Beckett lo miró con una mirada muy tierna. -Pues por lo menos, ayudémosle a encontrar al asesino de su hijo-se acercó al oido de castle y le susurró-eres un buen padre-y le besó en la mejilla. Capítulo 5 Beckett llamó a Ryan y a Espósito. Ambos aparecieron riendo y bromeando mientras se comían unas rosquillas. -Se acabó el recreo chicos, tengo trabajo para ustedes-dijo la inspectora a los dos policias- tenéis que traerme una lista de todos los camellos de la ciudad, los más peligrosos y los que estén fichados por delitos mayores, asi que venga, andando. Preguntad por el camello de Evans Wattson a ver si encontráis algo-se volvió hacia Castle- nosotros vamos a hablar con la tal-miró el papelito con el nombre y la direcciónEvelyn Stewart. Se bajaron del coche en un edificio bastante lujoso. El frío arreciaba y Castle se frotó las manos para entrar en calor. -Wow, vaya edificio, esta tiene que ser directora del banco por lo menos.¿Tú puedes pagarte algo así Beckett? -¿Si la tal Evelyn tiene tanto dinero, por qué no ayudó a Evans?-se preguntó Beckett mientras entraban en el edificio y se dirigían hacia el ascensor-. -Quizás no sabía que tenía problemas, quizás creía que era el perfecto chico que pensaba su madre-argumentó Castle al tiempo que se abrió el ascensor y ambos entraron-.

-Dios que frío…te importa si me pego un poquitín, es que me afecta mucho la temperatura-Castle se acerco bastante a Beckett y aunque era una situación bastante embarazosa para ella, le encantaba tener tan cerca de Castle-¿tu no tienes frío?Beckett hizo un mohín con la cara pero aceptó el o entre sus cuerpos de muy buena gana, claro que Castle no podía saberlo-. Castle se sentía muy bien tan cerca de Beckett, escuchando su respiración…sintió como los pelos se le erizaban. De pronto, sin pensarlo, deslizó su dedo índice por la mano de Beckett. Ella suspiro, y le miró a los ojos. Los ojos de Castle podían hacerle perder la cabeza, y su mirada le hablaba con las palabras que sus labios no pronunciaban. Beckett cerró los ojos y dejó que sus sentidos se complacieran con la caricia de Castle en su mano. Tenía muchas emociones guardadas dentro de su corazón y no podía seguir escondiéndolas más tiempo. Ellos dos no disfrutaban nunca de momentos tan privados, asi que si tenía que decirle lo que sentía, esta era su mejor oportunidad. El miedo ante un rechazo de Castle la paralizó, pero su corazón valiente la empujó a hacer de una vez por todas lo que lleva tanto tiempo anhelando. De pronto, interrumpió la caricia y le tomó la mano. -Castle -Si…-los ojos de Castle la invitaban dulcemente a continuar hablando y eso le dio fuerzas-. -Llevo mucho tiempo queriendo decirte algo, y no me resulta fácil…Llevamos tanto tiempo juntos, y hemos pasado tan buenos momentos que no creo que pueda olvidarte nunca. Castle, me gustas mucho y…-antes de que Beckett pudiera seguir, Castle colocó sus manos a ambos lados de la cara de la inspectora, cerró los ojos y se acerco muy lentamente, saboreando sus labios incluso antes de besarlos, respirando el aroma de su cuello, maldiciendo la distancia que separaba sus bocas…Beckett cerró también los ojos y justo cuando se iban a besar…!CLIN¡ Se abrieron las puertas del ascensor y una pareja de ancianos aparecieron en la puerta. Castle no se podía creer como la oportunidad se acababa de desvanecer en el aire, el y Beckett se separaron bruscamente maldiciendo la oportunidad perdida y saludando a los ancianos mientras salían. Cuando estuvieron a salvo de miradas ajenas, Castle cogió las manos de la inspectora y se fundieron en un beso que descargó los sentimientos que ambos llevaban tanto tiempo ocultando. El universo se paró, y ni Demming, ni Sorenson, ni Gina ni nadie en el mundo podría ensombrecer ese instante. Cuando al fin se separaron sus labios, ambos se miraron si saber que decir. En realidad ya se lo habían dicho todo. El le apartó el pelo de la cara y la besó de nuevo. Esta vez de forma fugaz. Después del beso, se miraron, sonrieron y juntos se precipitaron al pasillo en busca del apartamento 345. Beckett llamó y ambos esperaron hasta que una mujer morena muy guapa les abrió la puerta con los ojos inundados en lágrimas. -Soy la inspectora Beckett de la policía de Nueva York y el es Richard Castle, nos gustaría hablar un rato con usted señorita Stewart. -Sí, claro, pasen por favor. Beckett y Castle entraron al apartamento y enseguida vieron que era un apartamento muy amplio, lujoso y que había numerosas fotos de Evans y Evelyn. Evelyn les invitó a tomar asiento. -Me acabo de enterar, estoy destrozada-empezó Evelyn- hace un par de días el despido del banco y ahora esto. -¿La han despedido señorita Evelyn?-se interesó Castle-¿Por qué? -Hace un par de días tres personas enmascaradas entraron en la sucursal del banco donde trabajo. Iban armados-Castle escuchaba atónito-dos de ellos tomaron rehenes y el otro

accedió a la caja fuerte con mi tarjeta de -. Uno de los atracadores era mujer, se le notaba por la voz, y otro no hablaba. El atracador que parecía ser el líder, al ver que no sabía abrir la caja le pidió ayuda al hombre que no hablaba pero este parecía muy confuso, parecía no estar completamente de acuerdo con el robo. El líder de los ladrones como veía que su cómplice no estaba muy de acuerdo con el robo, lo obligó a ayudarle disparándole a un rehén en el pecho y el hombre quedó muy mal herido. Murió más tarde en la ambulancia, después de acabar el atraco-Beckett estaba realmente sorprendida-. El atracador que no hablaba accedió a cooperar y abrió la caja fuerte con una tarjeta. Después me enteré que esa tarjeta era la mía. -¿Y la relacionan a usted con el crimen señorita Stewart?-preguntó Beckett-. -No, mis superiores saben que soy muy buena trabajadora y que me esfuerzo mucho a diariopara alcanzar los objetivos marcados e incluso tengo muy buenas recomendaciones. Además no hay ninguna prueba en mi contra. Yo no necesito ese dinero para nada. Pero la tarjeta de es lo que a jugado en mi contra. Pensé que se me había olvidado en algún sitio en casa y no la encontraba, entonces el día del atraco no la llevé al trabajo. Me han despedido por mi falta de profesionalidad debido a la tarjeta. Lo raro es que solo yo tenía a la tarjeta, y Evans, claro…él podía haberla cogido de mi bolso en cualquier momento, pero no puedo creer que haya sido el. Creo más razonable pensar que me la hayan robado en el metro o algo, no lo sé. Evans es un hombre encantador, además no le hacía falta dinero…El tenía un trabajo no muy bien remunerado pero tenía grandes proyecciones de futuro y mientras, yo nos mantenía a los dos. Vivíamos bien y felices. No quiero pensar que haya sido el quien robó la tarjeta de -Beckett y Castle estaban alucinando debido a la historia que les acababa de contar la señorita Stewart- pero ahora lo han asesinado y yo ya no sé que creer… -Entiendo señorita Evans-dijo Beckett-¿sabe que su novio debía una importante cantidad de dinero a un camello que lo extorsionaba? -Sabía que estuvo enganchado a la droga en el instituto pero ahora estaba limpio, ¿no?-sus ojos mostraban un gran desconcierto-¿debía dinero? O dios mío, ¿Cuánto? -Cincuenta mil dólares-contestó Castle-¿hay algo más que quiera contarnos? -En la sucursal robaron una cantidad bastante mayor, casi un millón de dólares. Y ahora que lo dice, ayer, cuando llegué a casa fui a abrir la puerta y escuché a Evans discutiendo con alguien. No me enteré de que discutían pero el tipo lo amenazó de muerte. Salió hecho una furia del apartamento. Le pregunté a Evans quien era, y me contestó que era William Tyler, un viejo amigo. Evans parecía muy preocupado y no quiso hablar más del tema…¡Esto es horrible!-la mujer rompió a llorar amargamente de nuevo-. -Bueno señorita Stewart, la llamaremos en cuanto sepamos algo-se despidió Beckett, después ella y Castle se fueron del apartamento-. Al bajar, de nuevo tomaron el ascensor. Para los dos, ese lugar sería mágico a partir de ahora. Castle se volvió a colocar junto a Beckett pero tenía una gran duda. ¿Acaso ese beso significaba que estaban juntos? ¿O sólo era una forma de decir que se gustaban mutuamente? Antes, el había acariciado la mano de Becket pero ahora, tendría que ser ella la que diera el paso, así el podría saber si ella realmente pretendía tener algo juntos. Beckett, pareció escuchar los pensamientos de Castle, y le dedicó una sonrisa y le acarició la mano pero nada más. Castle, le devolvió la sonrisa y ambos salieron del ascensor en dirección al coche. Como los dos estaban hambrientos, decidieron pasar por un burguer antes de ir a la comisaría. Capítulo 6

Al llegar a comisaría, Ryan los esperaba. -Hey Beckett, no me preguntes como pero ha habido suerte, después de toda la mañana buscando camellos e interrogándolos, hemos dado con este tipo, Howar Webbs. Este tío es el camello de Evans. Nos lo ha confesado. Espósito está con el en la sala de interrogatorio. Os está esperando-. -Buen trabajo Ryan, vamos Castle. Ah, una cosa más, busca todo acerca de William Tyler-. -Ok jefa. -¡Hey!Buen trabajo campeón-le dijo Castle a Ryan al pasar por su lado-si tienes tanta suerte siempre, tendrás que comprarme tu los billetes de la lotería. -Ja-ja-ja, que gracioso Castle, no es suerte es trabajo-bromeó Ryan-algunos tenemos que trabajar para vivir. Entraron en el cuarto de interrogatorios mientras el detective Ryan se dirigía a su ordenador en busca de la información que se le había pedido. Espósito estaba sentado frente a un tipo que por su aspecto se veía que no tenía muchos escrúpulos. -Buen trabajo Espósito, déjanos para que podamos hablar con el-Espósito se levantó de la silla para salir-. -Gracias jefa-. Beckett se sentó frente al detenido. -¿Mataste a Evans?-Beckett tenía una mirada furiosa-. -Pero ¿de que vas tronca? Yo no le he hecho nada a ese tio...Me debía dinero, me pagó y me fui. Ya está, fin del asunto. ¿Qué más quiere que te diga? Se lo he contado todo al mulatito ese… -A ver pringado, estás metido en un lío del que no podrás salir. Tu suerte se ha acabado.Beckett estaba muy enfadada-si nos ayudas puede que consiga un pacto con el fiscal para que te rebaje la pena, si no, te esperan de 30 a 50 años por posesión, tráfico, extorsión y puede que hasta asesinato. -Vale, vale tronca.-el hombre estaba muy nervioso-Anoche estuve con el en la quinta con la cuarenta y dos. Habíamos quedado para que me diera mi dinero, el tío me debía cincuenta mil pavos. -¿Fue solo?-pregunto Castle?-. -No, estaba con otro tío, un tal Gabble. Yo lo conocía de antes, había hecho negocios con el hace un par de años. -¿Cual era su nombre?-Beckett pensaba que tenía información muy importante ante sus narices-No lo se tronca, nunca me lo han dicho. -¿Te dió el dinero?-pregunto Castle-Ya lo creo tronco, el tío me sacudió toda la pasta en billetes de cien, y el otro tío, Gabble, debía tener más de doscientos mil pavos en una mochila… -Y después ¿Qué?-preguntó Beckett-. -Después me fui y no los volví a ver, eso es todo. Ya está. Quiero irme ya. -Y yo ser el marido de Angelina Jolie-respondió Castle con una sonrisa mientras Beckett salía de la habitación-Ryan, ¿has encontrado a William Tyler?- preguntó Beckett mientras se agachaba para ver la pantalla del ordenador de Ryan-. -A el no, es como si no existiera-dijo con sorpresa- pero sus padres si que existenescribió la dirección en un papel y se lo pasó a Beckett- suerte. -Bien Ryan, vamos Castle, a ver que pueden contarnos los padres de un fantasma-.

-Estupendo, siempre me ha molado el rollo del espiritismo-dijo bromeando, y se puso en marcha detrás de Beckett, Castle se moría de ganas de entrar en otro ascensor…-. Esta vez, la dirección que buscaban resultó ser una casita muy coqueta en un barrio tranquilo a las afueras de la ciudad. Beckett y Castle se bajaron del coche y se encaminaron a la puerta. -Bonito jardín, me pregunto quién lo cuidará, el señor Tyler, la señora Tyler…-Castle bromeaba como de costumbre- . Beckett llamó a la puerta. La señora Tyler les abrió. -Soy la inspectora Beckett de la policía de Nueva York, el es Richard Castle. Queremos hablar de su hijo William. -¿Le ha pasado algo o ha hecho algo?-dijo la mujer que evidente preocupación-¿está bien?-. -No sabemos donde está, esperamos que nos ayude con eso, ¿podemos pasar?-era Beckett la que hablaba-. La mujer les invitó a pasar con rostro triste. Una vez las tres personas tomaron asiento, Beckett empezó a hablar. -¿Desde cuando no ve a su hijo? -Desde que cumplió los 18-respondió la mujer, Beckett y Castle se sorprendieron-¿Cómo no va a ver a su hijo desde hace tantos años señora Tyler?-se interesó Castle-Bueno verá, el no es mi hijo biológico-a Castle se le escapó una mueca de sorpresa y Beckett lo corrigió rápidamente con un leve codazo-. Lo adoptamos cuando tenía cinco años, yo soy estéril, y tanto mi marido como yo deseábamos fervientemente ser padres. Will nunca fue un brillante alumno, pero era buen chico aunque algo travieso. En el instituto empezó a sacar malas notas y terminó por engancharse a la cocaína.-Beckett escuchaba atenta-. Dejó de estudiar y teníamos constantes broncas con el. Cuando cumplió los 18 años, volvió a ponerse el nombre que tenía antes de que lo adoptáramos y se fue de casa-. -Claro-dijeron Beckett y Castle a la vez- por eso no encontramos a William Tyler-terminó Castle-. -Señora Tyler,¿sabe usted el nombre de su hijo?-preguntó Beckett-. -Pues claro, se llama Ian Gabble- Castle dio un brinco en el asiento-. -Es el mismo hombre del que nos habló Webbs. Una última pregunta señora Tyler, ¿Conoce uste a Evans Wattson?-dijo Castle-. -Si, ese chico estuvo en la clase de Will hasta los 17 años, eran muy amigos, he incluso venía a casa a menudo. ¿Ha hecho algo malo Will? -No lo sabemos aún señora Tyler, pero le llamaremos en cuanto sepamos algo-dijo Beckett mientras se levantaban ella y Castle-Nos tenemos que ir señora Tyler. -Está bien inspectora, llámenme cuando sepan algo-los despidió desde la puerta la señora Tyler. Ya había anochecido, y los dos se dirigieron al coche. -Me parece que Gabble buscó a Evans para cometer el atraco, pero, ¿Cómo sabía que Evans tenía a la tarjeta de Stewart?-argumentó Beckett-Fácil,-respondió Castle- antes de cometer un atraco tienes que vigilar el lugar y a los trabajadores. Para robar un banco hay que estudiar la situación. Quizás un día vió a Evans salir del banco junto a su pareja Evelyn, y como Gabble conocía a Evans de su etapa del instituto y conocía sus problemas con las drogas, pensó que le podría ser útil y le propuso un trato. Evans le ayudaba a cometer el atraco, y Gabble a cambio le conseguía droga o le

ayudaba a resolver alguna cuenta pendiente. Eso explica por qué el otro atracador no quería hablar, Evans temía que Evelyn lo reconociera por la voz. -Y eso también explica que no estuviera completamente de acuerdo con el atraco, y además no quiso que nadie saliera herido. ¿Sabes? No siempre me parecen correctas tus teorías Rick pero ésta tiene bastante sentido-dijo Beckett de forma divertida-¿Me has llamado Rick?-Si, me gusta, acabo de decidir que me gusta llamarte así. -Por cierto,-dijo Castle-esta noche estaré solo en casa, Martha y Alexis van a cenar juntas ya que mi madre le debe una disculpa a Alexis. -¿A si?-preguntó Beckett-¿Por qué? -Bueno, digamos que debido a un proyecto de ciencias que no salió bien, el caso es que estaré solo, ¿te apetece que vallamos a cenar a algún sitio?-Castle rezó para no recibir un no por respuesta-. -¿Es una cita?-preguntó Beckett-. -Si, bueno, espero que sea nuestra primera…bueno…no sé…-contestó un poco ruborizado Castle-Vale-sonrió Beckett-suena bien. La cena transcurrió de forma amena. Beckett no se había imaginado lo divertido que era Castle ni lo bien que la hacía sentir. Cuando acabaron, Beckett para devolver la invitación que le había hecho Castle, le invitó a tomar una copa en su apartamento. Castle aceptó encantado. Al llegar al apartamento de Beckett, Castle se sentó en el sofá para esperar a Beckett mientras ésta servía el vino. Cuando la inspectora le dió la copa a Castle, se sentaron juntos y comenzaron a contrastar toda la información que habían recogido hasta ese momento sobre el caso. De vez en cuando, se dedicaban una mirada que hablaba de cosas que nada tenían que ver con el caso. Beckett sentía un embrujo al mirar en los ojos del escritor y no podía creer que por fin hubiese reunido el valor suficiente para sincerarse con Castle. Se alegraba mucho de lo que había sucedido ese día y se preguntaba cómo afectaría su relación con Castle a su vida diaria. Los dos se morían de ganas de besar al otro, pero no se atrevían. Beckett recordó el beso que había soñado tanto tiempo y que por fin se había realizado y deseó tener otra vez los labios de Castle pegado a los suyos. -¿Crees que mañana atraparemos al asesino de Evans?-preguntó Castle -. -Eso creo,-dijo Beckett- pero estoy muy cansada para pensar en trabajo. Tengo ganas de irme a la cama… -Entiendo, ha sido un día muy largo-dijo Castle mientras apuraba el último trago de su copa-quizás sea hora de que me valla a casa a dormir…Imagino que Martha y Alexis ya estarán de vuelta a casa. -Pues coge el teléfono y llama a tu casa-dijo Beckett-. -¿Para qué iba a llamar a casa si voy para allá? -Hoy no quiero que te vallas Rick… Entonces Beckett se lanzó a su cuello y buscó los labios de Castle decidida a no dejarlo escapar de allí. El beso fue ardiente. Cuando al fin se separaron, Castle le cogió la mano y sonrió. Capítulo 7 El día comenzó a iluminar la habitación de la inspectora Beckett inundando toda la estancia con cálidos rayos de sol. Fuera, el día estaba frío como de costumbre. A los pies de la cama, las sábanas empezaron a moverse lentamente debido al movimiento de los pies de Beckett. Los pies de la inspectora comenzaron a tantear la superficie de la cama

esperando encontrar un indicador que le avisara de que Castle no se había ido ya del apartamento. Buscó impaciente aunque lentamente con sus pies intentando encontrar los pies de Castle, pero el no estaba ahí. No podía ser. ¿si se había ido significaba que no sentía lo mismo que ella, o que no había pasado una noche divertida, o que simplemente tenía prisa por algo? La mente de la inspectora comenzó a divagar en sus teorías, pero se detuvo un momento y pensó, quizás no estaba en la cama pero podría estar en el apartamento. Beckett se incorporó en la cama y observó que efectivamente Castle no estaba ahí. -¿Castle?-llamó con la esperanza de que al menos estuviera aún en el apartamento-. -Estoy aquí. Beckett suspiró aliviada. No se había ido dejándola sola. Entonces se apresuró a levantarse y vestirse y salió al salón al encuentro de Castle. Pero tampoco estaba ahí. -¿Castle?-llamó de nuevo-Estoy en la cocina. Espero que te gusten los gofres inspectora. Beckett entró en la cocina. -¿Crees que si no me gustaran tendría una máquina para hacer gofres?-el tono burlón de Beckett pretendía ridiculizar un poquito al escritor. -No lo sé, quizás es un regalo que no te gustó, algo que compraste pensado que servían para otra cosa o incluso puede ser el arma homicida de un crimen demasiado dulce que resolvieras antes de mi molesta llegada- ahora era Castle el que estaba en disposición de humillar a Beckett-. -¿Tu no te cansas nunca de tus ridículas teorías verdad?-dijo Beckett abriendo la nevera¿Nata?-preguntó mostrándole a Castle como se servía una buena ración de nata en un gofre-. -Por favor-dijo Castle-. Una vez terminaron de desayunar, ambos se encaminaron a comisaría con la intención de resolver el caso los más rápidamente posible. Cuando salieron del ascensor, fueron en busca de Ryan y Espósito para darles algunas instrucciones. Los dos detectives se asombraron cuando los vieron llegar juntos. ¿Eso significaba que habían pasado la noche juntos? Ryan y Espósito se miraron un tanto desconcertados. -Ryan, busca en el ordenador la dirección de Ian Gabble a ver si hay suerte. Si la encuentras, tu y Espóstio preparad un equipo de asalto, vamos a entrar en su casa y puede estar armado. Se le acusa de robo de banco a mano armada y asesinato. Este tío es muy peligroso, mató a un rehén en el atraco y puede que también a la victima así que tened cuidado. Yo voy a hablar con el jefe para que apruebe la redada ahora vengo. Una vez terminaron de exponerle todo el caso a Montgomery, fueron en busca de Ryan y Espósito para ver si estaba todo listo a ya que el jefe les había dado luz verde a la operación. -¿Ha habido suerte?-preguntó Castle a Espósito con un brillo en los ojos que delataba su emoción-. -El numero 12 de Canal Street-dijo mirando a Castle mientras chocaban sus dedos en un gesto de complicidad que ambos hacían mientras mostraba una sonrisa-. -Si, vamos a pillar a ese tío-dijo Ryan-. -De acuerdo- dijo Beckett-en marcha. -Espera, espera, espera- los tres policias miraron a Castle- voy a por mi chaleco especial de escritor-dijo con una sonrisa que suplicaba a Beckett dejarle formar parte de la redada y no acabar observando la escena desde el coche patrulla como siempre-.

-Vamos rápido, esto no es un juego-dijo Beckett aceptando la solicitud que indirectamente le había hecho el escritor-. Al cabo de quince minutos el operativo estaba completamente montado alrededor de la dirección donde vivía el sospechoso. Acordonaron la zona y prohibieron el paso a los peatones ya que los delincuentes eran muy peligrosos. . Los otros policias que había pedido Beckett tomaron posiciones en la escalerilla de emergencia de incendios y en los tejados de los edificios contiguos. Beckett, Ryan, Espósito y Castle se bajaron y entraron en el apartamento de los delincuentes dando Espósito una gran patada a la puerta. Entraron con las pistolas al frente y encontraron a los dos sospechosos metiendo el dinero en mochilas para llevárselo. Eran un hombre y una mujer. Ambos habían sido alertados de la llegada de la policía por las sirenas pero no les dio tiempo a escapar. -Creo que os hemos pillado con las manos en la masa-bromeó Castle una vez que acabó el forcejeo entre el sospechoso y Espósito. Beckett se dirigió hacia las mochilas y comprobó que estaban repletas de billetes de cien-. -Ian Gabble queda detenido por atraco a mano armada y homicidio involuntario. Tendrá suerte si no le cae también un cargo por asesinato. Llevadlos a comisaría, tenemos que interrogarlos antes de encerrarlos-dijo Beckett mientras Castle la seguía fuera del apartamento-. Capítulo 8 Beckett entró en la sala de interrogatorios seguida de Castle y tomó asiento. -Señora Mcguillis está usted detenida por el robo al banco-empezó Beckett con la mirada encendida dirigiéndose a la mujer cómplice de Gabble en el atraco- además, sino me cuenta que pasó con Evans, le imputaré también el cargo de asesinato del señor Immelman, el rehén al que Gabble disparó en el banco. La mujer permanecía callada. -Verás señora Mcguillis creo que no me está entendiendo-dijo de nuevo Beckett al ver que la detenida se negaba a hablar- Gabble nos ha contado que usted mató a Evans así que le va a caer cadena perpetua por todos los cargos de los que está acusada, ¿piensa seguir sin contarnos la verdad?- Castle se quedó extrañado por el farol que Beckett se acababa de tirar ya que todavía no habían interrogado a Gabble-Yo no lo maté. Fue Ian. Yo no hice nada. -¿Espera que nos lo creamos así sin más?-dijo Castle-Conocía a Ian del instituto, igual que a Evans. Mi madre está muy mal y necesita ayuda, no tiene casa y además parece una enfermedad del corazón-Beckett y Castle escuchabannecesita ser operada o moriría y ninguna de las dos no podemos costear ese tipo de operación. Yo no tengo trabajo, sólo una adicción a la cocaína que me llevará a la tumba. Mi madre luchó mucho por mí en mi infancia, intentó darme estudios y un hogar pero yo conocí a Ian y cometí el mayor error de mi vida y caí en la droga, luego dejé los estudios y en fin, ustedes se pueden imaginar. Ian me propuso el plan de atracar el banco y decidí implicarme para salvar la vida de mi madre. -Muy sentimental pero no esperará que la dejen libre por eso ¿no?-dijo Castle-Continúe, cuéntenos que pasó con Evans-dijo Beckett-. -Un día estudiando el golpe, vimos salir a Evans del banco con una trabajadora y Gabble pensó que podíamos utilizarle-Castle le dio una pequeña patadita a Beckett por debajo de la mesa a lo que Beckett no respondió- Un día le planteamos el plan a Evans y aceptó a regañadientes ya que no quería engañar a su novia pero dijo que para poder empezar una

nueva vida con ella necesitaba 50.000 dólares así que aceptó. En el banco las cosas no salieron como se esperaba y Gabble disparó a un rehén para obligar a Evans a cooperar. Después del atraco Evans quería entregarse por que se sentía culpable. -No había actuado correctamente…-dijo Castle-. -Amenazó con delatarnos y entregarse y Gabble incluso fue a buscarlo al apartamento de su novia para convencerlo de que no lo hiciera. Le dijo que el lo acompañaría a pagar su deuda ya que conocía al camello al que le debía la pasta así el camello no tomaría represalias por tardar tanto en pagar su deuda. Aquella noche Evans y Ian fueron a pagar al camello y después de pagarle, Gabble le mató. -¿Por qué?-pregunto Beckett-. -El tío dijo que no podía soportar que despidieran a su novia después de todo lo que había luchado por el puesto en el banco y de todo lo que estaba haciendo por el, así que decidió que iría a entregarse al día siguiente. Si no se lo hubiera contado a Gabble no estaría muerto. Cuando Evans se dio la vuelta y empezó a andar de camino a casa, Ian le disparó. -Eso es todo lo que queríamos saber-dijo Beckett levantándose de golpe-. Castle y Beckett salieron de la sala de interrogatorio hacia la oficina de Montgomery para contarle todo y cerrar el caso. Al salir del despacho de Montgomery, Beckett se dirigió hacia su mesa para hacer el papeleo necesario. -Atracos a mano armada, camellos extorsionadores…-Castle miraba a Beckett con una mirada burlona- vas a tener mucho trabajo esta noche inspectora… -Ja-ja, ni hablar-dijo Beckett acercando su cara a la de Castle tanto que sus labios quedaron separados a tan solo unos centímetros- ¿o es que tu solo participas en lo emocionante y divertido? Esta noche, en mi casa, a las 8. te espero para hacer todo el papeleo. -Será un placer-dijo Castle mientras recorría el espacio que le faltaba para besar a Beckett pero justo cuando la fue a besar, ésta se apartó y Castle se dio de bruces contra la mesa de Beckett. Beckett empezó a reir-Te espero en mi casa después-dijo sin parar de reir-allí estaremos a salvo de miradas indiscretas-dijo señalando con la mirada a Ryan y Espósito-. Castle se volvió a tiempo para ver como los dos detectives disimulaban y cuando se volvió para mirar de nuevo a Beckett, ésta, ya no estaba.