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Índice Staff Sinopsis Capítulo 1 Capítulo 2 Capítulo 3 Capítulo 4 Capítulo 5 Capítulo 6 Capítulo 7 Capítulo 8 Capítulo 9 Capítulo 10 Capítulo 11 Capítulo 12 Capítulo 13 Capítulo 14
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Staff MODERADORAS DE TRADUCCIÓN: Gaz & TsuParthenopadeus
TRADUCTORAS: Gaz TsuParthenopadeus jhuli_eli Viqijb val_mar Pachi15
Blinda PrisAlvS Mokona Celemg Nina Carter
MODERADORAS DE CORRECCIÓN: Viqijb & Gaz
CORRECTORAS: Gaz ainarag Liraz *elis*
Pachi15 AriannysG Blinda Pily
LECTURA FINAL: Gaz y Blinda
DISEÑO: Gaz
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Sinopsis A
bby Lowe se considera una de las más grandes nerds de primer año, aunque no de toda la escuela. No tiene mucha vida social, pero sueña con ser notada por uno de los más populares del último curso, que es el hermano mayor de su mejor amiga. Connor está constantemente alrededor, pero Abby sabe que solo la ve como a una hermana pequeña. Pero cuando Abby empieza a salir con uno de los mejores amigos de Connor, las cosas empiezan a cambiar. ¿Podrá Abby conseguir su sueño y estar con Connor, o siempre será considerada solo la mejor amiga de la hermana pequeña?
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Capítulo 1 Traducido por Jhuli_eli Corregido por ainarag
—¿T
e has fijado en lo corta que es esa falda? Y la camiseta de tirantes, debería llamarse sujetador —murmura Leah cuando estamos mirando desde su ventana.
—¿En qué está pensando al salir con una chica que se viste así? —Sabes que es lo que está pensando —le digo. Leah y yo espiamos a Connor y a todas sus citas. Creemos que es entretenido ver como son las chicas. Y como nosotras, normalmente, no tenemos muchas citas, nos gusta estar pendientes de las de él. —¿Cuál es el nombre de la chica de esta semana? —pregunto poniendo los ojos en blanco. —Ivy. Bien, al menos su nombre se adapta a sus acciones, está completamente colgada de él1. Es sencillamente repugnante ver cómo se restriega contra él. Pero hay que ver su rostro, está disfrutando de cada minuto. Ella es muy vulgar, si me preguntas, cuando él nunca lo es. Leah se acobarda cuando ve a Connor e Ivy sentarse en el patio trasero. Tengo que alejarme de la ventana, porque no puedo seguir viendo más. Connor Spark es el chico de mis sueños, y es increíblemente guapo. Su cara tiene muchísimos ángulos, pero todos armonizan juntos a la perfección. Tiene el cabello rubio desgreñado y está siempre sobre su cara. Constantemente está apartándoselo con las manos o alejándoselo de los ojos. Como si no fuera suficiente, su cuerpo es increíble. Tiene el cuerpo de un atleta entrenado durante todo el año, uno que está acostumbrado a los deportes de o. Es tan caliente. Leah interrumpe mis pensamientos.
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Ivy en inglés se traduce como hiedra.
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—Tierra llamando a Abby —dice ella mientras sacude su mano frente a mi rostro—. ¿En qué estabas pensando? —Nada —le digo—. Solo estaba distraída. —Leah está enterada de mi flechazo. Realmente, no pude ocultárselo. Me alienta a salir con otros chicos porque Connor y yo realmente no estamos en el mismo escalafón social. Él es guapo, atleta, popular; y yo soy inteligente, estudiosa y común. Solo soy Abby Lowe, una chica normal de undécimo grado. No soy popular o una marginada. Solo estoy ahí. Connor, a veces, se acerca a nosotras porque, bueno, Leah es su hermana, y no puede realmente evitarnos cuando estamos en su casa. Pero solo en su casa, en la escuela siempre está rodeado de sus amigos, la gente popular, y no es necesario mencionar que todas las chicas intentan llamar constantemente su atención. Tiene la reputación de ser un jugador: invariablemente, tiene una chica distinta cada semana. Lo sé, no tengo posibilidades, y realmente no me gusta la forma en la que él las trata. Todo lo que sé es que el Connor que conozco, el de casa de Leah, no es el que se ve en la escuela. No estoy segura de que me guste “el Connor de la escuela”, pero estoy enamorada del que conozco desde hace seis años. Todo esto comenzó el primer día de sexto grado. Mi familia acababa de mudarse desde Carolina del Norte y yo estaba muy nerviosa por ser no solo la chica nueva, sino también por estar empezando la secundaria. Mi mamá y yo fuimos a la oficina a registrarme y llenar los formularios necesarios. Tan pronto como me registré, la secretaria me presento a Leah, otra chica de sexto grado, quien tenía el deber de mostrarme los alrededores y acompañarme. —¿Así que acabas de mudarte? —preguntó ella cuando comenzamos a caminar hacia el salón. —Sí, vivía en Florida. Mi papá tiene un nuevo trabajo, así que hemos tenido que mudarnos. Gracias nuevamente por mostrarme los alrededores. Realmente tenía mucho miedo de perderme. —No hay problema. He vivido aquí toda mi vida. Así que, ¿qué te gusta hacer para divertirte? —Me encanta leer, y supongo que estudio mucho. En realidad, me encantan las matemáticas. Supongo que soy una especie de nerd —digo con una mueca. Leah sonrió.
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—A mí también. Las Matemáticas son mi materia favorita. Deberíamos iniciar una hermandad nerd. Me reí entre dientes. —O un entrenamiento cerebral. —Comencé a desternillarme tan fuerte que tuve que correr hacia un casillero que estaba con la puerta abierta. Oí a alguien riéndose cuando caí en la cuenta de que un chico estaba parado junto al casillero. —¿Estás bien? —me preguntó tomándome del brazo. Mi rostro se puso rojo como un tomate. Después de contestar, Leah dice—: Abby, este es mi hermano Connor. Connor, esta es Abby, acaba de mudarse desde Florida y estoy mostrándole los alrededores, vamos a las mismas clases. Connor está en séptimo grado. Saludé a Connor—: Siento haber chocado con tu casillero. Soy muy torpe. —Reí nerviosamente. Él sonrió abiertamente. —No te preocupes. Solo quería asegurarme de que estabas bien. Sentí como si mi corazón estuviera a punto de explotar porque seguía tomándome del brazo. Un chico lindo está tocando mi brazo. Mi corazón le pertenece desde aquel día.
—¡Mamá, estoy en casa! —llamo cuando cierro la puerta—. Hola, ¿hay alguien en casa? —Abby, estamos en la cocina. Ven aquí. Mi mamá y mi hermana menor, Allie, están sentadas en la mesa de la cocina almorzando. —¿Cómo te ha ido con Leah? —Me he divertido, como siempre. Se supone que me encontraré con ella después, cuando vaya a Charlie’s’s, si está bien para ti. —El comedor de
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Charlie’s es el local más popular para los adolescentes los sábados en la noche. —Bueno, realmente necesito un favor. Tengo que mostrar una casa esta tarde—noche y tu padre está trabajando. ¿Cabe la posibilidad de que puedas vigilar a Allie? Te daré una pequeña propina extra en tu paga de esta semana si puedes quedarte en casa este sábado. Leah puede venir y pasar el rato contigo. Si quieres. —Está bien, mamá. Podemos alquilar una película y pedir pizza. —Mamá es una agente inmobiliaria, siempre mostrando casas. Papá es doctor de servicios de urgencias y lo llaman constantemente. Yo ayudo vigilando a mi hermana y cambiando mis planes. Sé que mis padres me aman, pero a veces desearía que pudieran pasar más tiempo con nosotras. La mayor parte del tiempo solo somos Allie y yo. A veces es irritante, pero no puedo hacer nada al respecto. Una vez en mi dormitorio, llamo a Leah y le doy las malas noticias. —Así que, ¿quieres venir a mi casa y hacerme compañía mientras vigilo a la bestia? —Así es como llamamos a mi hermana a veces. Es solo una broma entre Leah y yo. —Claro, no puedo ir a Charlie’s’s sin ti. ¿Vendrás a recogerme o le pido a Connor que me lleve? —Leah y Connor comparten un Honda Civic, así que a fin de cuentas usamos muchísimo mi coche. —Bueno, mamá no se va hasta las seis, y para cuando pueda ir a recogerte ella ya se habrá ido. ¿Puede traerte Connor? Después podemos ir a alquilar una película. —Suena a plan. Estaré allí en breve. Comienzo a bajar las escaleras para hacerle saber a mi mamá nuestros planes cuando Allie salta sobre mí. —¿Podemos alquilar Never say never? Por favor, Abby. —Me niego y río porque ha visto la película de Justin Bieber como diez veces. —Mamá, Leah está viniendo y entonces iremos a la tienda de películas. ¿Me podrías dar algo de dinero para la película y una pizza? —Claro, déjame buscar mi bolso. Desearía poder quedarme en casa con ustedes, chicas. Pero los clientes llaman y debo ir. Tengan cuidado cuando me vaya. Estaré de regreso sobre las nueve. Mi mamá hace ese tipo de comentarios todo el tiempo, pero nunca está en casa con nosotros. Al menos mamá está por aquí a veces, aunque papá
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siempre está en el hospital. Sé que tiene un trabajo importante, pero lo extraño, y desearía que estuviera más tiempo, como la familia de Leah. Los Sparks siempre hacen viajes familiares, y comen juntos. Ríen y se abrazan mucho. Mi familia no lo hace. Sé que mis padres me aman, pero desearía que fuéramos más como los Sparks. —¡Leah está aquí! ¡Leah llegó! —grita mi hermana pequeña desde las escaleras. Debe haber estado vigilando por la ventana. Abro la puerta delantera justo cuando está saliendo del auto. —Hola, traigo mi saco de dormir. ¿Puedes llevarlo? También traje mi bolsa y mi almohada. Me acerco al coche y busco tras el asiento la bolsa de dormir de los osos amorosos que es de Leah desde que estaba en primaria. —Hola, torpe —dice Connor cuando se acerca a ayudarme con la bolsa de dormir. “Torpe” es el apodo que Connor me puso. Es solo la forma de recordarme cuán despistada soy y lo mucho que me caigo. Él es testigo de mi torpeza en muchas ocasiones, y nunca me deja olvidarme de ello. —¿Así que tienes una cita caliente hoy, perdedor? —le pregunto. Yo lo llamo con cualquier nombre insultante que se me viene a la mente. —Hoy no. Los chicos están reunidos en Charlie’s’s, solo para pasar el rato. Leah y tú podrían pasarse, si quieren. —Él siempre se ofrece a pasar tiempo con nosotras. Realmente es un gran hermano, siempre está ayudándonos. —Hoy seremos niñeras de Allie, así que nos quedaremos aquí y alquilaremos una película y comeremos pizza. Eres bienvenido a unírtenos cuando quieras. Creo que Allie quiere rentar la película de Justin Bieber. Eso suena como algo que te gustaría —sonrío. —¿Qué película alquilarán Leah y tú? ¿Algo bueno? Normalmente termino viendo películas con ustedes dos en nuestra casa los sábados en la noche, después de que los chicos vayan a casa. Así que, ¿qué película verán? —Yo acabo de terminar de leer The Shining de Stephen King, así que ese es mi voto. Sé que Leah odia las películas de miedo pero ella eligió la última vez, así que ahora es mi turno. —¿The Shining, estás bromeando? ¿Estás segura de que fue mi turno la última vez? —protesta Leah. —Sí, elegiste una de las películas de Crepúsculo, ¿no lo recuerdas? Estuviste suspirando por Edward Cullen —me burlo.
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—The Shining; realmente no sabía que te gustaran Stephen King o las películas de miedo. Me encantan —dice Connor mientras abro la puerta—. No he visto esa película desde que estaba en noveno grado. Oigan, si los chicos terminan pronto, vendré a ver la a ver la película con ustedes. —¿De verdad? ¿Quieres pasar un sábado en la noche con nosotras? Debes estar desesperado por entretenimiento. —Río. —Algunas veces quisiera no ser tan sociable. ¿Eso está bien contigo, torpe? —Asiento cuando Leah me toma del brazo y me arrastra hacia mi casa. —Las veré luego —grita Connor mientras se va. —Y tú dices que yo suspiro por Edward Cullen. ¿Qué hacías, hace un momento, cuando mi hermano te estaba hablando? Oh, ya sé, estabas suspirando. Leah ríe y rueda los ojos. Me ruborizo porque sé que está en lo correcto. Los fines de semana, Allie tiene permitido estar despierta hasta las once de la noche, pero raramente logra quedarse hasta esa hora. Después mamá la lleva hasta su cama y nosotros comenzamos con nuestra película. Para mayor efecto, apago las luces y hago palomitas de maíz. —Vamos, Abby, enciende la lámpara. Odio las películas de terror, ya sabes. Esa música es muy espeluznante. No puedo estar aquí —dice Leah, como si le doliera. —Está bien, gatita miedosa. Enciende la luz. Leah está buscando el interruptor cuando de repente golpean fuertemente la puerta. Ambas gritamos y escuchamos a alguien riendo. Espío por la ventana y veo a Connor parado frente a la puerta, abrazándose a sí mismo de tanto reírse. —¡Eso no fue gracioso! Casi nos da un paro cardíaco —lo regaño. Él intenta dejar de reírse, pero falla y comienza nuevamente. —Me hubiera gustado que hubiesen visto sus caras. Fue hilarante. —Salta cuando golpeo su brazo. —¡Connor! ¿Por qué hiciste eso? —dice Leah mientras lo golpea repetidamente en los hombros. —A veces te odio. —Abby, ¿quién está en la puerta, cariño? —dice mamá.
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—Solo es Connor, mamá. Se va ahora mismo —digo mirándolo. —Sabía que estaban viendo esa película. Pude ver la televisión por la ventana. La casa estaba a oscuras así que pensé que podía animarlas un poco. Entonces, ¿puedo pasar y ver el resto de la película o van a seguir golpeándome hasta sacarme de aquí? —pregunta Connor con arrepentimiento. Abro la puerta lo suficiente para permitirle entrar en la casa. Él camina hasta la sala y de un salto se sienta en el sofá. Connor ha estado en mi casa muchas veces junto con Leah, así que él sabe dónde está todo y se siente como en casa. Leah se sienta en el sofá reclinado y se pone cómoda, por lo cual solo puedo sentarme en el sofá. —Muévete, déjame sentarme —le digo a Connor mientras empieza la película. Connor se desliza junto a mí. Miro a Leah pero ella está cerrando los ojos así no se asusta. —¿Realmente te gustan las películas de terror? Nunca supe eso de ti — susurra. —Sí, realmente me gustan. Pero solo las veo cuando alguien está conmigo. Soy una especie de cobarde. Aunque me gusta la emoción que obtengo de las películas de terror. —Yo amo las películas de terror. Son especialmente buenas para las citas porque a las chicas les gusta que las abracen cuando están asustadas. ¿Eres de ese tipo de chica, Abby? Estoy aquí por si me necesitas —murmura Connor mientras se acerca y aprieta mi hombro por un segundo. Connor y yo siempre nos hacemos bromas, pero nunca me tomo en serio nada de lo que él dice. Soy lo totalmente opuesto a las chicas con las que él sale. —Por supuesto, soy ese tipo de chica, con el chico indicado. —Él me mira por un segundo, como si quisiera decirme algo, pero entonces regresa su atención a la película. Después de que la película termina, noto que Leah se ha dormido. Siempre hace eso cuando alquilo una película que no le gusta. Es su forma de protestar. Golpeo a Connor en el brazo para que me acompañe a mi puerta. —Bueno, parece que es hora de dormir en la casa Lowe —digo mientras abro la puerta. Me siento realmente nerviosa cuando estamos solos como ahora.
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—¿Eso significa que me sacarás de la casa de una patada? —se burla Connor. —Ya sabes cómo es. La basura debe ser sacada a la acera en algún momento —digo sonriendo, al igual que él. —Eres tan graciosa, Abby. Bien, voy a dejarte, pero solo porque me lo estás pidiendo. Gracias por permitirme venir y ver la película. Supongo que nos veremos más tarde. —Sí, ten cuidado camino a casa —le respondo. Connor se despide y camina hacia su coche. Cuando estoy a punto de cerrar la puerta, le echo un vistazo a Connor y está ahí de pie mirándome. —¿Estás bien? —le pregunto. —Sí, es solo que acabo de notar algo, eso es todo. —Él vuelve a despedirse y se sube al coche. Lo veo alejarse preguntándome si lo que notó es algo bueno o malo.
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Capítulo 2 Traducido por jhuli_eli Corregido por Gaz
—¡A
bby! Levántate. Te quedaste dormida, cariño. Necesitas apurarte o llegarás tarde a clases. —Me doy la vuelta y miro la alarma del reloj: son las 7:25.
—¡Mamá! ¿Por qué no me levantaste más temprano? Sabes que tengo que llevar a Allie a la escuela. Oh Dios mío, estoy tan atrasada. Tres atrasos significa detención y no puedo estar en detención. —Mi mamá se levanta todas las mañanas a las seis para poder leer el periódico y tener un momento a solas. Es como si no entendiera sus responsabilidades. Tomo un par de pantalones y mi camiseta favorita color naranja y cepillo mi cabello en una cola de caballo. Cuando me miro en el espejo intento imaginarme como me ven los otros chicos. Alta, cuerpo delgado con algunas curvas, una cara bonita pero no linda, y cabello largo color arena, que normalmente tengo en una cola de caballo. La mayoría de los chicos piensan en el mundo de los cerebritos cuando me ven. Apresurada, corro por el pasillo hacia el dormitorio de Allie. Está sentada sobre su cama, tratando de ponerse los zapatos. —Buenos días, cariño. ¿Lista para ir a la escuela? —Supongo. Necesitamos apurarnos, no puedo llegar tarde hoy, mi profesor de inglés está asignando parejas y si llego tarde me tocará con alguien malo. Por favor, apresúrate, Abby. —Mi hermana está en sexto grado y si obtiene el compañero equivocado, su vida estará acabada. —Déjame tomar una barra de granola y podremos salir en camino —le llamo de vuelta mientras bajo las escaleras. Entonces reviso la cocina, mi mamá está sentada en la mesa tomando café y leyendo el periódico. Me despido gritando mientras corro hacia la puerta. —Oh, Abby, tengo que mostrar una casa a las 4:30 y otra a las 6:00. Tendrás que asegurarte de que Allie haga su tarea. Además, hay comida congelada en el refrigerador para la cena, Llamaron a tu papá temprano en la mañana. Debería tener el día libre mañana y el miércoles, así podrás
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tener un poco de tiempo para ti misma. Que tengas un buen día, cariño. — Tomo dos barras de granola y mi mochila mientras salgo por la puerta de delante. No puede creerlo. Soy básicamente la mamá de Allie. Nos merecemos algo mejor que esto. Tomo la mano de Allie y cierro la puerta. Allie grita un adiós mientras corremos hacia mi carro. Mis padres me dieron un Jeep Wrangler nuevo cuando obtuve mi licencia. Creo que lo hicieron porque se sentían mal por no pasar tiempo con nosotras y esa era su forma de remendar su culpa. Corro hacia el pueblo y dejo a Allie en la escuela media. Entonces me encamino hacia la secundaria Sutherland, todo lo que puedo decir es gracias a los dioses de los espacios de aparcamiento. Me apuro hacia mi casillero, ocasionalmente tomando un paso lento cuando veo a un profesor. Mi casillero es conocido por atorarse en los peores momentos, pero hoy mis ruegos fueron escuchados y se abre en el primer intento. Tomo mis cuadernos y libros y me encamino hacia mi clase, pero me tropiezo con otra persona que también iba corriendo. Nos golpeamos tan fuerte que me siento un poco aturdida. Sacudo la cabeza para aclararme y noto que mis cuadernos y libros están por todo el pasillo. Reviso todo el alrededor y comienzo a tomar mis cosas antes de ver al lunático que me quitó el aliento. Cuando volteo y veo al lunático, sé que no hay forma de que quiera librarme de él, al menos no hoy. Todo lo que puedo hacer es mirarlo. —Abby, ¿estás bien? Lo siento mucho, ¿necesitas ayuda? Sé que te golpeé muy fuerte. —pregunta Connor con voz preocupada mientras se arrodilla junto a mí. —No, estoy bien, creo. ¿Tú estás bien? Sé que te lastimaste también —le digo mientras me froto la rodilla con la que golpee el piso. Mis hombros están también adoloridos dentro de los músculos. Él es como una pared. —Sí, puedo manejar ese golpe. No podría ser un jugador de fútbol americano si no pudiera manejar este tipo de golpes. Siento más por la sorpresa que por el impacto. —Ríe mientras nota como froto mis rodillas y hombros—. Abby, tal vez deberías ir a la enfermería. Te puedo llevar. —No, estoy bien. Lo prometo. No es nada. Probablemente solo un pequeño moratón. —Así que solo es una prueba más de que te mereces realmente el apodo de torpe. Déjame ver tu rodilla. Levántate el pantalón.
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—Connor, realmente no es necesario —le digo mientras comienza a subir mi pantalón. Gracias a los dioses que me rasuré ayer en la noche. Connor corre su mano sobre la piel de mi rodilla buscando algún daño. Siento como si mis piernas fueran a fallarme completamente. Tengo que mantenerme. No puede averiguar cuánto me gusta. Mantente firme, Abby. No pienses en él tocando tu pierna. —Sí, estás lastimada. ¿No sientes dolor? ¿Necesitas algo de hielo? Puedo correr para conseguirte algo. —Estoy bien, de verdad. Necesito ir a clases antes de que suene la campana. Ya tengo un retraso. —Reviso mi reloj mientras suena la segunda campana tardía. —Supongo que ya tienes dos ahora —dice mientras frunce el ceño—, así que no te apresures ahora. Caminaré contigo hacia tu clase y llevaré tus cosas, desde que básicamente te lancé al piso. ¿A qué clase debes ir? — Pone su brazo alrededor de mis hombros para darme soporte. Pienso que podía caminar mejor antes de que él me toque porque mis piernas nuevamente comienzan a perder fuerza. —Inglés, con la Sra. Cloudy. Espero que no me haga pasar un mal rato por llegar tarde. —No puedo creer que alguien pueda decirte algo. Eres como la estudiante perfecta. Nunca te metes en problemas y solo sacas sobresalientes. Todos te aman. —Connor me aprieta contra él—. Te preocupas demasiado. —¿No estás llegando tarde? —pregunto —Tengo entrenamiento en este periodo. El entrenador Miller lo entenderá, él confía en mí. Cuando llegamos al salón de la Sra. Cloudy, Connor abre la puerta y entra a mi salón. —¿Qué estás haciendo? —le pregunto. —Evitándote problemas —murmura Connor. Camina directo hacia la Sra. Cloudy y le explica que mi tardanza es por su culpa. La Sra. Cloudy lo mira, completamente hechizada por Connor, y al final de la historia está riendo. —Está bien, Sr. Lowe, dejaré pasar este atraso por alto por darme esta excusa tan razonable. —Miro a Connor quien está sonriendo hacia mí. Camina hacia mi escritorio y pone baja mis libros. Entonces se acerca lentamente hacia mi oído y susurra.
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—¿Viste, torpe? Te lo digo, cuidaré de ti. Cuando miro hacia su rostro, su sonrisa desaparece y me mira muy serio. —Hasta luego, Abby —dice mientras sale por la puerta. Permanezco asombrada detrás de él pensando qué significaba esa mirada.
El almuerzo siempre es una aventura. Raramente empaco mi almuerzo, lo que significa que debo hacer cola y comer la misteriosa comida de la cafetería. Miro los deditos de pollo (que se ven un poco demasiado circulares) y las delgadas patatas fritas. Realmente necesito un lugar donde almorzar. Cuando voy hacia Leah y nuestra mesa normal, me tropiezo y por mantener mi bandeja equilibrada la salsa de tomate cruza el piso y termina bajo una mesa llena de idiotas. Considero dejarla, pero realmente me encanta la salsa de tomate, y, además, la señora de la cafetería solo da una fundita de salsa de tomate por estudiante; me niego a perder la mía. Marcho hacia la mesa esperando poder tomar la funda sin avergonzarme demasiado. Rápidamente dejo mi bandeja junto a Leah y voy hacia la mesa de idiotas. Explico lo que voy a hacer cuando me agacho a tomar la funda bajo una silla. Unas manos me quitan mi paquete. Mis ojos saltan hacia nuestras manos, y mi corazón salta al ver a Connor. Él me guiña un ojo y me lo entrega. Cuando voy a tomarlo, rápidamente lo aleja de mis manos sonriendo. —Torpe, ¿qué hace tu funda de salsa de tomate bajo mi mesa? Es decir, realmente no debería sorprenderme. Apenas puedes mantener el equilibrio para caminar, mucho menos poder cargar algo y caminar al mismo tiempo. —Se ríe, yo miro hacia la mesa y me doy cuenta de que algunos de los amigos de Connor nos están mirando interrogantes. Uno de ellos pregunta quién soy, y Connor rápidamente explica que soy solo una amiga de su hermana pequeña. Cuando todos enfocan su atención en algo más, tomo mi paquete y regreso hacia Leah. Su definición de mí no debería dolerme, pero lo hace. Quisiera que me viera como alguien especial. Quiero que me vea como Abby, una chica con la que podría divertirse, pero todo lo que puede ver es a una de las amigas de su hermanita.
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Una vez sentada junto a Leah, veo a Connor darme una mirada interrogativa. Supongo que le sorprende que me alejara tan rudamente sin decirle ni una palabra. Enfoco mi atención en Leah, que ha estado hablándome desde que me senté junto a ella. Necesito olvidar a Connor. —No olvides de que tenemos práctica con los Mateatletas el Miércoles. —Mateatletas es el nombre del club de matemáticas de la escuela, del que Leah y yo somos . Yo soy a líder de este selecto grupo de cerebritos, lo que probablemente significa soy la más nerd de todos. —Me alegro de que me lo recuerdes. Necesito hablar con el Sr. McKinney sobre algunos problemas de la práctica. Debes estar emocionada por la práctica. Miles estará ahí. —Sonrío. Leah tiene una cosa por otro miembro de los Mateatletas, Miles. Es súper inteligente, lindo y dulce. Todo lo que una chica quiere en un chico—. ¿Has hablado con él hoy? —Me acompañó a clase de química esta mañana, siempre carga mis libros, como un perfecto caballero. Es tan romántico. —Su historia me hace pensar en Connor y lo buen chico que fue esta mañana. —¿Alguna vez van a salir en una cita? Llevan coqueteando por meses. —Cállate, Abby, alguien puede escucharte —susurra Leah. Miro alrededor por si alguien está prestándonos atención. Como si nuestra conversación sobre su interés por Miles fuera un gran secreto. Es obvio para cualquiera con solo verlos que se gustan el uno al otro. —Nadie está escuchando o mirándonos —digo cuando veo a algunos de los Mateatletas viniendo hacia nosotros, con Miles entre ellos. Mientras los saludo, veo a Connor y su mejor amigo Blake caminando en nuestra dirección. Entonces, una vez más, nos sentamos cerca de la puerta, de modo que somos las que están más cerca a la salida del comedor. Cuando pasan por nuestra mesa, Blake me saluda, es miembro de los Mateatletas. Connor se detiene y mira de Blake y a mí. Le susurra algo antes de caminar hacia la salida de la cafetería. Pero vuelve a mirarme, mientras yo miro mi camisa para asegurarme de no tener nada sobre mí. No, no hay manchas, y mi ropa está bien. ¿Qué estaba mirando? Leah golpea mi brazo y llama mi atención. —Abby, ¿puedes llevarme a casa hoy? Connor tiene entrenamiento, como siempre —se queja Leah.
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Siempre se queja por su falta de transporte. Podría cambiarle mi Jeep por sus padres cualquier día. —Claro. Debemos apresurarnos, debo llegar a casa antes de que el expreso llegue. Puedes quedarte en mi casa después de la escuela, si quieres. —No puedo, mamá y papá tienen planeada una salida familiar esta noche. No quieren entender que tengo otras cosas que hacer aparte de estar con ellos. Odio cuando habla así de sus padres. No entiende lo afortunada que es. Me encanta escuchar sobre las aventuras de su familia. Tal vez pueda preguntar a mi mamá y a mi papá si podemos hacer algo juntos. Tal vez solo necesito esforzarme más. —Iremos a comer y luego a los bolos. Digoron que solo la familia, o podrías venir conmigo. Connor probablemente llevaría a una chica diferente en cada salida, como siempre hace. Hablando del diablo, escuché que hoy te noqueó por accidente. Me dice algo sobre tu clase de inglés. ¿Qué diablos sucedió? ¿Realmente te chocó o solo te caíste? —me pregunta con un guiño —Los dos estábamos corriendo porque llegábamos atrasados y chocamos en el pasillo. Tengo un moretón en la rodilla y otro en mi hombro. Solo fui la chica afortunada. —La campana suena indicándonos que la hora del almuerzo terminó y que debemos ir a las dos últimas horas de clases. Leah comienza a ir en la dirección equivocada. —¿A dónde vas? Nuestra siguiente clase es de pre—cálculo. —Debo correr a mi casillero y tomar algo antes de la clase. Te veo ahí — dice mientras corre por el pasillo. Cuando camino hacia pre—cálculo, noto que Connor está sentado en su puesto al final de la clase mientras Leah y yo siempre nos sentamos en la parte delantera. Solo otra diferencia entre nosotros. Connor es buen estudiante, pero no se enfoca académicamente como yo. Hace muchas otras cosas, como deportes o ser un mujeriego. Solamente es que no puedo imaginarlo como algo más. Leah interrumpe mis pensamientos cuando se apresura hacia el salón con una gran sonrisa en su cara. —Miles me acompañó nuevamente a clases. Eso es dos veces en un día. Incluso apretó mi brazo cuando se despidió. Es un sueño —suspira. —¿Así que por eso era tan importante regresar a tu casillero? —Comienzo a sonreír y de pronto las dos estamos riendo fuertemente.
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El Sr. McKinney nos silencia con una sola mirada y comienza con su clase. Tomamos notas durante todo el periodo, y, al terminar, mi cerebro se siente exhausto. Sí, aún debo ir a Química y sobrevivir. Cuando salimos del salón, veo que Connor está parado junto a la puerta. Me despido de Leah cuando ella va hacia Inglés y yo me encamino hacia Química. Connor se pone ante mí y me sobresalto. —Oye, solo quería ver cómo estabas y asegurarme de que estabas bien, después de lo de esta mañana. He estado pensándolo durante todo el día. —Sus palabras hacen que mi corazón se acelere, incluso si no significa lo que quisiera que significara. —Ya te lo digo, estoy bien. —Río y pongo los ojos en blanco. Él ríe también. —No me dirías si tu pierna estuviera adolorida, Abby. Eres tan independiente, nunca necesitas a nadie. Todo puedes hacerlo por ti misma, excepto, tal vez, ver una película de terror, ¿verdad? Luego caigo en la cuenta de que estamos caminando juntos y todas las chicas están viéndonos. Supongo que soy solo una más de tantas. —¿Cómo puedes hacer esto? —le pregunto antes de darme cuenta. Odio cuando las personas me miran, especialmente cuando camino, porque me hace sentir más torpe de lo normal. —¿Hacer qué? —dice él mientras me mira. —Todos están mirándote, ¿no te pone nervioso o te hace sentir incómodo? —Normalmente solo los ignoro, pero algunas veces puede ser demasiado. Como el sábado, cuando fui a tu casa. Solo necesitaba estar alejado de todos. Quiero mucho a los chicos con los que salgo, pero siempre hay tantas chicas alrededor que algunas veces me enloquece, y solo necesito escapar de ello. —Él continúa mirando al piso cuando caminamos, como si estuviera avergonzado por su respuesta. —Estás mintiendo, te encanta ser el centro de la atención. Sales con muchas chicas diferentes todas las semanas —me burlo. Él asiente. —Está bien, no lo odio todo el tiempo. Me gusta saber que les gusto a las chicas, ¿a qué chico no? Yo solo quisiera… —¿Qué quisieras? —le pregunto cuando levanta la vista. Sus ojos están en mi cara, mirándome directamente a los ojos. Me olvido de todo.
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—Tengo que irme, torpe. Nos vemos luego, trata de no caerte —me llama, despidiéndose con la mano mientras se aleja. Después de la escuela, mientras estoy frente a mi auto, finalmente veo a Leah atravesar el aparcamiento corriendo. —¿Dónde has estado? Se suponía que debía están en casa cuando el bus de Allie llegara. —Lo siento, lo siento. La Sra. Cloudy me detuvo después de clases por unos segundos. Quería discutir sobre mi tarea de Moby Dick. Por qué nadie quiere leer en una clase llena de ensayos sobre ese libro me molesta. —Es un clásico —le digo con mi mejor voz de la Sra. Cloudy haciendo que Leah ría. Cuando estamos en camino, Leah pregunta: —Después de los Mateatletas el miércoles, estaba pensando en que podíamos salir en un gran grupo hacia Charlie’s’s. —¿Esa es tu excusa para poder tener una cita con Miles? Dios mío, ¿porqué no solo le pides? Es demasiado tímido para hacerlo él mismo — digo sacudiendo la cabeza. —Quiero que él me lo pida, Abby, por favor, ¿podemos ir el miércoles? Si tó lo dices en la práctica puedo asegurarte que todos irán. Por favor, por favor, por favor —ruega Leah. —Está bien —le digo mientras llegamos a la casa de los Sparks. —Te llamo más tarde. Debo apurarme a casa, a por la bestia. —Sonrío mientras ella se despide. Vivo a diez minutos de la casa de Leah, así que debo hacerlo rápidamente para poder llegar a tiempo antes de que llegue el bus de la bestia —Hola, pequeño pescadito. ¿Quien te tocó como compañero? —Allie me mira y sé que ella no consiguió a quien quería—. ¿Con quién te tocó? — pregunto nuevamente. —Toby Martin, justo el chico más molesto de la clase. Nunca se calla, y es un pretencioso. No puedo creer que tendré que trabajar con él durante un mes —suspira Allie. —Bueno, estás describiendo a la mayoría de los chicos que conozco — digo, y remato diciéndole—: Mamá no va venir a casa hasta alrededor de
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las siete o siete y media, por lo que somos tú y yo. Vamos a hacernos un refrigerio, y, después, haremos la tarea. ¿Tienes mucha? —le pregunto mientras entramos en la casa. Lo que realmente apesta es que me siento como si fuera madre a los 17.
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Capítulo 3 Traducido por Viqijb & val_mar Corregido por Liraz
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e sido parte del programa de Mateatletas desde el primer año, pero me hice cargo como líder porque soy organizada y amante de las matemáticas. Por lo general, es alguien de último año quien dirige al grupo, pero solo tenemos a dos de último año en el equipo y ninguno de ellos quería, así que como que cayó sobre mi regazo. Además, no tengo vida social, así que puedo centrarme en ello más que alguno de los otros . Hay diez en total, seis chicos y cuatro chicas. La Sra. McKinney es nuestra patrocinadora y profesora de matemáticas. Es dura durante las clases, pero con los Mateatletas casi nos deja hacer lo que sea. Por lo general, simplemente revisamos los posibles problemas y terminamos discutiendo mucho sobre las respuestas. La práctica de esta noche casi está terminada y no tengo, todavía, nada que decir acerca de Charlie’s’s. Puedo sentir a Leah mirándome, pero en realidad quiero irme a casa y pasar el rato con mi familia. Papá está libre esta noche y mamá se encargó de cocinar la cena. Echo un vistazo a Leah, y, por la mirada que me da, creo que está tratando de mandarme mensajes telepáticos sobre Charlie’s’s. Ha estado esperando esto toda la semana, y no voy a decepcionarla. —Está bien, son las 5:30, ¿alguien quiere ir por algo de cenar a Charlie’s? Pensé que sería divertido si todos llegásemos a conocernos fuera de las prácticas. ¿Qué piensan, chicos? Erin, una chica con menos vida social que yo, parece emocionada. —Suena divertido. Estoy dentro. —Yo también. Tengo hambre, de todas formas —dice Miles con una mirada en dirección a Leah. —¿Qué hay con ustedes, chicos? —Miro alrededor de la sala hacia Troy, Chris, Gracie, Corey y Jonathon.
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Un par cabecean y comienza a recoger sus cosas. Bueno, he hecho lo prometido. Leah debe estar encantada. Levanto la vista cuando alguien irrumpe en la sala. —¿Me he perdido toda la práctica, chicos? —Lo siento, Blake, estábamos terminando. Algunos vamos a Charlie’s, si quieres acompañarnos —digo con una sonrisa. Blake es muy lindo e inteligente, pero se pierde la mayor parte de nuestras prácticas por las prácticas de fútbol. No lo conozco muy bien, pero lo he visto en casa de Leah con Connor varias veces. Él y Connor son mejores amigos. —Sí, eso suena divertido. ¿Alguien necesita un aventón hasta el restaurante? —pregunta, y parece mirarme un instante más de lo necesario. Un par de personas asienten hacia Blake y empiezan a recoger sus libros y papeles. Me dirijo a empacar mi mochila y siento un golpecito en el hombro. —¿Qué hay de ti, Abby? ¿Quieres venir conmigo? —pregunta Blake, y luego se sonroja. —No, en realidad no me puedo quedar mucho tiempo. Mi mamá está cocinando la cena y tengo que estar en casa a las 6:30 para comer. Gracias, sin embargo, Blake, quizá otra vez. —Me pregunto qué hizo que me preguntara a mí en particular. Sonríe y se dirige a la puerta, hacia el estacionamiento. Para el momento en que llego a Charlie’s, los del programa de Mateatletas estaban sentados en un gran stand en la parte superior. Me doy cuenta de que Leah y Miles están sentados muy juntos, susurrando. Le sonrío cuando ella mira hacia arriba y le doy un aprobado. Me dejo caer en la cabina del final, así puedo salir fácil. Blake se desliza por mi lado y sonríe. —Lo siento, me perdí la práctica, Abby. Ustedes, chicos, deberían echarme del equipo. —Ríe nerviosamente. Esta no es su gente habitual. Normalmente sale con Connor y el grupo popular. Esto es definitivamente un cambio de escenario para él. Me doy cuenta de que Erin y Gracie están tratando de llamar su atención. Erin tiene una sonrisa realmente grande, pero veo que un pedazo de comida está atorado en sus aparatos dentales. Es simplemente tan triste. Gracie está mirando a Blake con adoración, es un poco terrorífico. Espero que Blake no se dé cuenta y huya del programa de Mateatletas. Es uno de nuestros mejores competidores. Me río disimuladamente antes de poder detenerme. Blake mira en mi dirección interrogantemente.
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—¿De qué te ríes? —murmura. —Nada que quiera que sepas. —Me encojo de hombros y me río disimuladamente otra vez. No me puedo imaginar actuando de esa manera. Me pregunto si así es como miro a Connor. Si es así, seguro que no querría hablar conmigo. Tengo que esconderlo un poco mejor que Erin y Gracie. —Vamos, Abby, ¿qué es? —Se inclina hacia mí y me da un codazo en el hombro. ¿Qué está pasando aquí? ¿Está realmente Blake coqueteando conmigo? —Bueno, pareces tener el mismo efecto que tiene Connor en las chicas —le susurro. Miro fijamente alrededor de la mesa para que se dé cuenta de qué estoy hablando. Lo veo tensarse cuando ve a Erin y Gracie sonreír estúpidamente en su dirección. La mayoría de los chicos huirían de estas chicas en particular, pero Blake les devuelve la sonrisa y empieza a contar una historia divertida sobre algo que paso hoy en la escuela. Se ve tan relajado y tranquilo. Basado en los chismes de la escuela, Blake y su novia rompieron el mes pasado. Se rumorea que él rompió con ella porque se estaba burlando de alguien. Todo lo que puedo decir es que si eso es verdad, él es un buen partido. Blake se inclina hacia mí y me susurra: —Oye, ¿te vas a unir a la conversación o te vas a quedar sentada allí cómo un golpe en el tronco? —¿Qué¿ ¿Quieres que comience a mirarte tiernamente también? Bueno, está bien, aquí va. —Dejo de hablar y miro a Blake cómo si tuviera estrellas en los ojos. No puedo contener la risa cuando me saca la lengua. —Eres una pequeña mocosa, ¿sabías eso? —bromea. —Si le hablas a todas las damas de esta manera, no es de extrañar que estén detrás de ti —le respondo con una sonrisa. Echo un vistazo a mi reloj y decido que mejor me largo si voy a llegar a casa para la cena. —Siento dejarlos tirados a todos, pero tengo que llegar a casa. Leah, ¿puedes conseguir que alguien te lleve? —Yo la llevaré a casa, si eso está bien contigo, Leah —le pregunta Miles dulcemente. —Eso sería genial, Miles. Ab, te llamaré más tarde. Ten cuidado yendo a casa —dice ella.
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Cuando estoy abriendo mi Jeep, siento un golpecito en el hombro. Miro por encima de este y me doy cuenta de que Blake me siguió hasta afuera. —¿Te vas, también? —le pregunto. —Sí, estoy cansado. El fútbol desgasta el cuerpo. Solo quería decirte adiós y gracias por invitarme a acompañarlos. —Eres parte del equipo. Bueno, detesto correr, pero mi mamá no va a mantener la cena caliente para mí. Te veo en la escuela. Adiós, Blake. —Adiós, Abby. Mientras se va caminando no puedo dejar de notar lo apuesto que es. Parece poco probable, pero Blake podría estar en realidad interesado en mí. Eso es definitivamente algo en lo que pensar. La cena familiar en mi casa fue rara. Mi mamá hizo espagueti y albóndigas, lo que era incluso más inaudito. Ella nunca cocina. Nosotros normalmente comemos cenas congeladas, cenas de caja, o comida rápida. Mientras nos sentamos para cenar, me doy cuenta de que mi papá tiene su localizador fuera y lo está mirando. —Papá, ¿esperas que suene? ¿Lo dejarías? —pregunto con el ceño fruncido. —De ninguna manera, Abby, estoy comiendo con ustedes esta noche. Es difícil siquiera ver a mis chicas, no voy a perder esta oportunidad. —Camina alrededor de la mesa y me da un abrazo—. Te amo —susurra en mi oreja. Una vez que empezamos a comer, parecemos una familia que hace esto cada noche. Allie cuenta una historia sobre su compañero Toby que nos hace reír a todos. Les hablo sobre los Mateatletas y mis planes para la semana. Parecemos tan cercanos cuando pasamos tiempo juntos, pero esos momentos son pocos y distantes entre sí. —Oye, me preguntaba si podríamos hacer algo como familia un día, ¿tal vez el domingo? La familia de Leah tiene esas noches donde van a los bolos o a ver películas. Suena divertido y difícilmente pasamos algún tiempo juntos. —Miro entre mamá y papá—. ¿Qué les parece? —Cariño, sabes que los domingos son uno de mis días más ocupados. Lo siento, pero es cuando a la gente le gusta mirar casas. Trataré de planear
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algo para nosotros. —Mamá dice que lo planeará, pero puedo decir por la mirada en su rostro que el pensamiento ha dejado su mente. —Abby, estoy de guardia esta semana, pero tal vez la próxima vez. Haremos algo, lo prometo. —¿Cuántas promesas ha roto papá? Demasiadas para que crea en él. Miro a Allie, y solo se encoje de hombros con una sonrisa. Me siento un poco mejor cuando la miro a ella, porque al menos sé que no estoy sola. Allie es mi verdadera familia. Después de la cena, termino mi tarea y entonces llamo a Leah para ver cómo fueron las cosas con Miles. Mientras espero a que alguien responda, pienso sobre mi conversación con Blake más temprano. Debo haberme desconectado un poco, porque una voz familiar está diciendo mi nombre repetidamente. —Abby, ¿estás ahí? —Por supuesto que Connor tiene que responder el teléfono. No se puede escapar de él, está en todos lados. —Lo siento, me desconecté por un segundo. ¿Cómo sabes que era yo? Connor rió. —Identificador de llamadas. ¿Puedes esperar por un segundo? Hay otra llamada en la línea. —Pulsa clic antes de que pudiera responder. Mientras espero, recojo mi colcha y me pregunto qué sería llamar a Connor en lugar de a Leah. —Perdón por eso, Ab, estoy de vuelta. ¿Qué sucede? —No mucho, solo viendo la televisión, ¿y tú? —pregunto cuando Connor se disculpa de nuevo para responder otra llamada. Después de un par de minutos y ya que aún no ha regresado, decido colgar y llamar más tarde. Debe haber sido alguien con quien necesitaba hablar, como Ivy. Regreso a mi computadora y accedo, así al menos puedo chatear con Leah desde que llamarla no funcionó. Mientras mi computadora arranca, el teléfono suena. Escucho un golpe en mi puerta mientras mi mamá asoma la cabeza y me dice que tengo una llamada de teléfono. Debe ser Leah, Connor debe haberle dicho que necesitaba hablar con ella. —Cuéntame sobre Miles —digo mientras pongo en teléfono en mi oreja riendo. —Es un chico en el equipo de los Mateatletas. Eso es todo lo que sé sobre él. —Jadeo cuanto me doy cuenta de que no es Leah sino Connor el que me llamó—. ¿Por qué preguntas? ¿Estás interesada en él, Abby? —En lugar de responder, solo estoy ahí en silencio. Sin saber exactamente qué decir.
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—Abby, ¿estás ahí? —Sí, estoy aquí —digo con confusión en mi voz. —Estaba llamándote de vuelta, ya que me colgaste. Esa persona no se callaría. Traté de volver rápido pero no lo hice a tiempo. Perdón por eso. —Está bien. —No tengo idea de qué decirle a Connor y no puedo creer que él me llamara de vuelta. Debe pensar que lo llamaba por alguna razón. Probablemente necesito arreglar esto—. Solo llamaba para hablar con Leah. Si necesitabas el teléfono, podría llamarla después. —Oh… por supuesto, quieres hablar con Leah. Espera un segundo —dice justo antes de escucharlo gritarle a ella para que contestara. —Connor, ¿pensaste que te llamé a ti? —pregunto vacilante. —Leah está aquí. Te veo luego —dice sin responder a mi pregunta. Antes de que pueda decirle algo más, la voz de Leah llena el vacío con una descripción de Miles y su paseo a casa. Continúo escuchando a mi mejor amiga, pienso en Connor y deseo haber hablado con él como un amigo.
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Capítulo 4 Traducido por Nina Carter Corregido por *elis*
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e encantan los viernes. Primero que todo, no hay clases por dos días, lo que significa que puedo relajarme. En segundo lugar, cada viernes por la noche subimos a la camioneta de los Sparks para ir a ver a Connor hacer el deporte que corresponda a la temporada. En otoño es fútbol, baloncesto en invierno y en primavera béisbol. Me uní a esta rutina de los viernes noche el año pasado, cuando Connor empezó a hacer deportes en la universidad. Los Sparks siempre van a ver a Connor y a Leah en todas las actividades de las que son partícipes. Son de gran apoyo. El juego de fútbol de esta semana es en la Universidad Forest High en unos treinta minutos, por lo que los Sparks y yo guardamos nuestro equipo usual. Mi equipo consiste en una chaqueta y un asiento del estadio. Los Sparks incluso llevan chocolate caliente algunas veces, pero eso sería más adelante, cuando la temperatura sea más baja. Por lo general, Leah y yo nos sentamos con algunos de los de los Mateatletas en los juegos de fútbol. Después de ubicarnos en las gradas, miro hacia el campo y busco automáticamente el número cuarenta y cinco. Se ve tan lindo en su uniforme. Intento no mirarlo demasiado tiempo, ya que no quiero ser obvia, pero es muy difícil no hacerlo. En realidad, no entiendo el fútbol, pero sé que algunas veces Connor hará un touchdown. Cuando hace una anotación, sacude un poco la cadera para celebrar y siempre me hace reír. Puede ser muy gracioso algunas veces, y eso solo hace que quiera estar más con él. Cuando me río, Leah me mira y pone los ojos en blanco. —Tienes que superar este enamoramiento. Sabes que él empezó a salir con Samantha Hardy, ¿verdad? Han salido tres veces hasta ahora. Eso es mucho para mi hermano. Gimo. —Tres veces. Eso es serio para Connor —digo, con tristeza—. Sé que me ve solo como la mejor amiga de su hermana menor, pero aun así puedo mirar, ¿no es así?
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Ella suspira. —Creo que necesitamos buscarte novio. ¿Quién puede ser? ¿Qué tal Kyle, de tu clase de Inglés? Es lindo y dulce. Arrugo la nariz. —Lo vi metiéndose el dedo en la nariz el otro día, y no puedo quitar esa imagen de mi cabeza. Así que de ninguna manera. —De acuerdo, déjame pensar. ¿Qué tal Blake de los Mateatletas? Es de último año, bien parecido, atlético y súper agradable. Es perfecto. Además, los vi hablando la otra noche en Charlie’s. Debo itir que Blake es ardiente y dulce. Es alto, tiene el cabello castaño y corto. Lo he evaluado un montón de veces, incluso aquella noche en Charlie’s. Tiene el cuerpo de un corredor, larguirucho pero con músculos. Tal vez Leah tenga razón, quizás sea hora de itir que Connor está fuera de mi alcance. —Blake parece perfecto. Supongo que podría coquetear con él un poco. Aunque, por favor, trata de recordar la última vez que utilicé mis habilidades para coquetear con alguien. —El año pasado intenté coquetear con un chico de mi clase de historia y pensó que lo estaba acosando. De hecho, habló con el profesor y le pidió cambiar su asiento para estar lejos de mí. Soy terrible en eso. Pienso demasiado las cosas y luego me pongo tan nerviosa que empiezo a sentirme enferma. Prefiero tomar el control e invitar a salir al chico. Puedo coquetear si no pienso en ello, pero cuando me tenso es como si tuviera vómito verbal—. Tal vez sea mejor que solo lo invite a salir. —Yo digo que vayas por él. Lo peor que puede decir es no. —Muy bien, intentaré pillarlo a solas el lunes y veré si quiere salir o algo. — El proyecto “Olvidar a Connor” empieza el lunes. Intento concentrarme en Blake en su uniforme por el resto del juego, pero Connor siempre está cerca o robando mi atención. Esto puede tomar un poco de tiempo. Por lo general, después del juego vamos a casa de Leah para pasar la noche. Es nuestro ritual semanal. Siempre vemos una película y comemos bocadillos mientras hablamos sobre cualquier cosa. Tengo el presentimiento de que Miles y Blake están en nuestra agenda. —Entonces, ¿realmente invitarás a salir a Blake? —inquiere Leah. Por lo que veo, tenía razón. —Sí. Tienes razón, tengo que superar esto que tengo por Connor.
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—Solo piensa que si ambas conseguimos novio, podríamos tener citas dobles. Eso sería tan divertido. —Leah es toda una romántica—. Entonces, ¿qué película quieres ver? Creo que me toca escoger. Si recuerdo bien, vimos EL resplandor la última vez. —¿Por qué nunca puedo escoger la película? —inquiere Connor desde la puerta. —Porque no fuiste invitado a la fiesta de pijamas —contesta Leah, negando con la cabeza. —Vamos, Leah, déjame elegir solo esta vez —suplica Connor. —Connor, tienes una televisión y reproductor de DVD en tu habitación, puedes ver lo que quieras ahí —replica ella. Connor gira para alejarse y ambas notamos una expresión triste. Miro a Leah y ella cede finalmente. —Bien, pero será mejor que no optes por algo que dé miedo. Escoge algo con un final feliz —sonríe Leah. Ver discutir a Leah y a Connor es como ver un partido de tenis. —Oye, Blake me prestó Men in Black 3, ¿qué tal? —Connor, esa no tiene un final feliz, ¿no tienes algo divertido que podamos ver? —protesta ella. —¿Qué opinas, Abby? —pregunta Connor, con una mirada. —No me voy a meter. Está en sus manos, chicos. Sin embargo, mientras más discutan, menos posibilidades hay de quedarnos despiertos durante la película. Saben que, por lo general, nos quedamos dormidos. Así que, por el amor de Dios, pongan algo. —Bien, será Men in Black 3. Gracias, Abby, por estar de acuerdo conmigo —dice Connor mientras pone la película. Lo miro y él se ríe. Todos nos ubicamos en nuestros lugares típicos. Leah está acurrucada en su cama doble, yo en mi saco de dormir en el suelo y Connor está tumbado en el piso junto a mí. Se podría pensar que estaría nerviosa al estar al lado del chico que me gusta, pero no. Supongo que he estado en este punto muchas veces y estoy acostumbrada. —Blake dijo que salió a comer con los Mateatletas. Eso debió ser interesante. Me contó sobre las dos chicas que lo miraban. Desearía haber estado ahí para molestarlo. —Connor suelta una risita.
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—Sí, Blake fue un gran éxito con todos. Probablemente esa fue la primera vez que hablé con él en serio. Parece un chico genial —contesto. Connor me dedica una mirada severa. —Abby, ¿te gusta Blake? —No, quiero decir, sí. Es decir, me agrada. Parece gentil. No lo sé. Creo que será mejor que cierre la boca —respondo al tiempo que mis mejillas se tornan rosadas. —Entonces, ¿podría gustarte? —pregunta Connor, y luego sigue mirándome cuando no respondo—. ¿Abby? Contestame. ¿Te gusta Blake? —inquiere de nuevo, ahora sonando un poco más molesto. —No lo sé, Connor. En realidad no lo conozco del todo bien. ¿Por qué te molestas tanto por esto? Es tu mejor amigo. ¿Qué está mal con que me guste Blake? —No hay nada malo en eso. Mira, lo siento. Supongo que solo me sorprendió, eso es todo. Ahora cállate y déjame ver la película. —Vuelve a mirar la televisión y deja de hablarme por completo. Le sigo mirando, pero él me ignora totalmente. Después de unos cuantos minutos de miradas rápidas por el rabillo del ojo, él por fin me da una mirada inquisitiva. —¿Por qué te portas como un idiota por esto? —le pregunto en una rabieta. —Mira, solo estoy cansado y en realidad no me importa si él te gusta o no. Si quieres, puedo hablar con él por ti —dice, poniendo los ojos en blanco. —No, gracias. No quiero que le menciones esta conversación a nadie, ¿de acuerdo? —Frunzo el ceño. Esta es absolutamente la peor conversación que puedo tener con Connor. Aunque, quizás si él ve que me gusta alguien me notará más. No hay forma de que eso funcione y, además, Blake es demasiado bueno como para ser tratado de esa manera. No quiero utilizarlo solo para conseguir la atención de Connor. Creo que tomaré esto de que me gusta Blake poco a poco.
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Cuando entro al colegio el lunes, miro hacia el frente para finalmente superar a Connor y continuar hacia delante, con la esperanza de que sea con Blake. En serio quiero un novio. Veo parejas en los pasillos del colegio y me hacen sentir sola. Probablemente no ayuda que mis padres siempre estén muy ocupados para mí. Estoy un poco atrasada, así que apresuro el paso por los pasillos manteniéndome alerta por si veo un cuerpo larguirucho con cabello castaño oscuro. De acuerdo, también busco uno rubio. Es difícil dejar las viejas costumbres. Por Dios, tengo que empezar a llegar al colegio más temprano. He visto a Blake salir de la cafetería por las mañanas, así que apuesto a que desayuna aquí. Bien, nuevo plan, si no lo veo hoy, será a la hora del desayuno mañana. Cuando doblo en la esquina para dirigirme a Inglés, me tropiezo y choco contra la pared, lo que me hace tirar mis libros al piso. Dios, soy tan graciosa. No entiendo por qué no puedo caminar sin caerme o tropezar con cosas. Solo ocurre. Esta vez, mis libros caen sobre el pie de Blake. Él se agacha y empieza a juntar mis libros y cuadernos por mí. Esto es perfecto, no pude haberlo planeado mejor. —Hola, Blake, gracias por ayudarme. —Me río. Él me mira y sonríe. —¿Esto te pasa muy a menudo? Porque puedo jurar que te caíste por las escaleras la semana pasada y te ayudé entonces también. Pongo los ojos en blanco. —Sí, al parecer no puedo estar sobre mis pies. Te vi jugar el viernes, estuviste genial. —Lo vi jugar, incluso si mi atención estaba concentrada en el número cuarenta y cinco. Imagino que podría suavizarlo con algunos cumplidos. —Gracias. Vas a los juegos con los Sparks, ¿no es así? —Cada semana. Leah es mi mejor amiga. —Sí, ustedes dos siempre están juntas. Entonces, la competición de los Mateatletas es el miércoles, ¿cierto? —inquiere, con una sonrisa. —Sí, vas a ir, ¿verdad?
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—Por supuesto, no me perdería la oportunidad de pasar un rato contigo. —Me sonrojo—. Bien, la clase me llama. Creo que te veré luego, Abby. — Blake me da un apretón a mi brazo cuando empieza a alejarse por el pasillo. —Hasta luego, Blake —digo, haciendo un gesto con mi mano. ¡Mierda! No dije nada respecto a salir. Oh, bueno, fue un buen comienzo, de todas maneras. Creo que esto quiere decir que lo veré a la hora del desayuno mañana. Él me dio un apretón en mi brazo, esa una buena señal; pero me provocó el estremecimiento como cuando Connor me toca. Supongo que podría tomar un poco de tiempo. Después de clases, recojo a Allie y nos dirigimos a casa. La mayoría de las tardes no me molesta cuidar de mi hermana, sin embargo, hay algunos días en los que quiero hacer mis propios asuntos. Cuando mi madre por fin llega a casa, voy por Leah y nos dirigimos hacia el Blue’s Fitness Club, en donde nos ejercitamos tres veces a la semana. No disfruto mucho el ejercicio, pero me niego a volverme una bola de grasa como algunos de mis familiares. Soy alta en comparación a otras chicas de mi edad, pero también me gusta comer, por lo que el ejercicio evita que suba de peso. Leah, por otro lado, tiene la genética de la familia Spark, lo que significa que puede comer cualquier cosa, sentarse en casa y no aumentar ni un kilo. A veces simplemente quiero golpearla. En el gimnasio trotamos, nadamos o vamos a clase de aerobic, dependiendo del humor de Leah. Hoy, la clase de aerobic está llena, así que vamos a la trotadora. Leah siempre ve televisión cuando corre, pero yo prefiero escuchar música y observar a la gente. Mientras miro alrededor, veo a Samantha Hardy caminando en la pista interior. La Samantha con la que Connor ha estado en tres citas. ¿Por qué tengo que verla ahora que estoy rodeada de espejos que muestran claramente nuestras diferencias de imagen? Me doy cuenta de que todos los chicos a nuestro alrededor la notan y que siguen evaluándola después de que ella nos pasa. Son tan superficiales. Samantha Hardy tenía una clase conmigo el año pasado. Ambas tomamos Español. Déjenme decir que no es la persona más inteligente, pero aun así destaca. Mis experiencias con esta chica en particular no han sido agradables. Todo comenzó cuando choqué con su escritorio. Esto no habría sido la gran cosa, pero ella tenía un jugo de fruta en una de las esquinas y se le derramó encima. Llevaba una blusa blanca y me ha odiado desde ese momento. Después de eso, ella hacía cosas para lastimarme, como mirar mi atuendo y hacer comentarios con sus amigas lo bastante fuerte para que yo las oyera. Es decir, uso mayormente jeans y camisetas mientras que ella tiende a usar ropa más femenina, como faldas y tops. Sus comentarios
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herían mis sentimientos, pero intenté fingir que no lo hacían. Gracias a Dios no está en mi clase de Español este año, no creo que pudiera fingir más. Aún no puedo creer que Connor salga con alguien así, pero actúa de una forma completamente diferente alrededor de las personas en el colegio a como lo hace cuando está con su familia. Ella debe actuar diferente alrededor de él también, quiero decir, de seguro Connor no saldría con alguien si supiera que acosa a la gente. Tengo que dejar de pensar en él. Blake es mi nueva meta. Si sigo repitiéndomelo, se hará realidad. Después de hacer ejercicio, volvemos a casa de Leah para estudiar para un examen el jueves. Leah se tumba sobre la cama con su libro, mientras que yo me siento en el piso. Nos estamos haciendo preguntas la una a la otra cuando oímos una risita en el piso de abajo. —Samantha está aquí. Está aquí todo el tiempo ahora. Apuesto a que se quedará a cenar. Oye, ¿te quedarás? Por favor, di que sí, Abby. No me dejes con mi familia y esa malcriada —suplica Leah. —Bien, me quedaré, pero ella me ha odiado desde el incidente. Tienes que prometer que me defenderás si intenta atacarme —digo, riéndome. —Si toca un pelo de tu cabeza, estará condenada. —Sonríe—. Seamos sociables entonces, ¿vamos? Una vez abajo, empiezo a reconsiderar mi decisión de quedarme a cenar. No he tenido ningún tipo de o con Samantha desde el año pasado, pero, por sus miradas hostiles, se nota que aún me odia. Leah y yo nos sentamos a la mesa y empezamos a preparar nuestros platos. —Conoces a Abby, ¿no es así, Samantha? —inquiere la señora Sparks. —Sí, tuvimos una clase juntas el año pasado. Aunque en realidad no nos hablamos mucho. —Sonríe en mi dirección. —Abby es básicamente parte de nuestra familia. Leah y Abby están pegadas. Ella está tanto aquí que probablemente deberíamos darle una habitación. —La señora Sparks se ríe. —Sí, Abby es muy divertida. Se cae y choca con las cosas, siempre es muy entretenido. No deja de hacernos reír —agrega Connor, con un guiño en mi dirección. —Muchas gracias, Connor. La próxima vez que te noquee, te golpearé tan fuerte que quedarás así. Me río. Realmente me encanta pasar el rato con los Sparks. Son tan divertidos.
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—Sí, como si eso volviera a pasar otra vez. No hagas amenazas que no podrás llevar a cabo, torpe. —Estoy tan concentrada riéndome con los Sparks que no noto que Samantha me mira como si fuera un insecto que necesita ser aplastado.
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Capítulo 5 Traducido por val_mar Corregido por Liraz
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i plan es ir a desayunar a la cafetería, sentarme con Blake, de alguna manera traer películas, y entonces preguntarle. Leah y yo practicamos en el teléfono la última noche. Funcionó con ella, pero entonces de nuevo, es mi mejor amiga. Cuando entro en la cafetería, miro alrededor esperando ver a Blake solo. Lo diviso cerca de la esquina y está justo cómo esperé. Voy a través de la línea y consigo un emparedado de salchicha y jugo, luego me dirijo en su dirección. Oh, no, alguien está sentado con él. Connor. Bien, Connor ya me ha visto y podría verme como una loca por darme vuelta y correr en este punto, así que continúo en su dirección. —Hola chicos. ¿Leah ya está en la escuela? —Nope. La conoces, nunca está aquí antes de la primera campana. — Me dejo caer en el lugar al lado de Blake. Está bien, debería seguir con mi plan en frente de Connor. No le importaría, de cualquier forma, probablemente se mofe de mí después. Bien, aquí vamos. —Blake, ¿estás listo para patear traseros en la competición de matéatelas esta semana? —He ido por el camino más fácil en esta conversación. Connor ríe. —Supongo que es donde los nerds patean traseros figurativamente, ¿cierto, Abby? —Le saco la lengua. —Sí, lo estoy planeando. Connor dice que trataría de venir y ver porque las matemáticas son casi tan emocionantes como el fútbol —dice Blake con una risa. Yo me río. —Sí, pero nosotros lanzamos problemas matemáticos a los demás dentro de una pelota. —¡Demonios! Soy una idiota. Blake y Connor me miran y
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sonríen, luego comienzan a reír. ¿Qué está mal conmigo y por qué no puedo hablar con chicos? Cuando la primera campanada suena, nos levantamos y tiramos nuestra basura. Mientras nos dirigimos hacia el pasillo principal Blake choca la mano con Connor y se va a su casillero. Empiezo a moverme en esa dirección, cuando me tropiezo y Connor agarra mi brazo y detiene mi caída. —¿Estás bien, Abby? —Sí. —Me río. La mano de Connor aún está en mi brazo y siento como que me marca, mi corazón está acelerando. —Así que, ¿cuándo comenzaste a desayunar en la escuela? Nunca te había visto ahí antes. —Llegué a la escuela un poco más temprano y estaba hambrienta. ¿Comes ahí todos los días? —Si no lo hiciera probablemente moriría de hambre. Bromeo —dice con un guiño—. Sí, Blake y yo nos encontramos usualmente sentados por ahí antes de la escuela. Bien, estoy fuera para aprender, hasta luego, Ab. — Mientras él deja de apretar mi brazo una vez más y me da una gran sonrisa. El proyecto “Olvidar a Connor” no está funcionando.
Mi casillero está atascado de nuevo. ¿Por qué me pasa esto cuando tengo prisa? Trato de jalarlo para abrirlo otra vez, y entonces me doy cuenta del problema: la correa de mi mochila está atrapada en el botón de la puerta, bloqueándola. Gruño mientras jalo con toda mi fuerza. El Sr. McKinney odia cuando sus estudiantes llegan tarde. Este será mi primer retraso, lo que significa detención. Vamos, abre, estúpida puerta. De pronto dos manos aparecen en la puerta de mi casillero, y, antes de que pueda voltearme, mi casillero está abierto. —Se supone que pones la mochila dentro del casillero. —Connor se ríe. —Gracias por el consejo, lo recordaré la siguiente vez —respondo riendo. Cierro mi casillero y nos dirigimos hacia pre—cálculo, la única clase que tenemos juntos—. ¿Cómo te va? —pregunto.
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—Muy bien. ¿Qué están planeando tú y Leah para este fin de semana? —Oh, no mucho, solo el juego del viernes. Mamá y papá ya me dijeron que tengo que podar el jardín y cuidar a Allie el sábado. ¡Qué vida tan emocionante tengo! —digo mientras ruedo mis ojos. Lo mejor, soy una perdedora. Connor ríe. Me encanta el sonido de su risa. —Escuche que salías con Samantha Hardy. —Me torturé a mí misma con esta información, todavía quiero que me diga sobre eso. —Supongo. Solo saldremos por ahí. No puedo realmente decidir si me gusta o no. ¿Qué piensas sobre ella? —pregunta. —Tuve español con ella el año pasado, y no parecía que le agradara mucho, por supuesto, porque derrame ponche de frutas sobre ella —digo con una sacudida de mi cabeza. Connor se ríe. —Bueno, mi hermana definitivamente tiene una opinión. Dice que Samantha es estirada y media. Me di cuenta la otra noche en la cena que te dio una extraña mirada. ¿Por qué esa mirada? —No lo sé. —Me encojo de hombros. —Hemos sido amigos desde séptimo grado. —Frunce el ceño—. Puedes decirme la verdad. —¿Qué importa lo que sucedió el año pasado, Connor? —Me importa a mí. Te conozco, Abby, y, si estas callada, algo tiene que haber sucedido con ella. —No me conoces tan bien —bromeo, tratando de cambiar el tema. —No ocultas secretos de mí. —Ríe. Miro a su cara sonriente y no puedo resistir. —Oh, definitivamente tengo unos pocos secretos. —Entonces le guiño. Él bufa, pero luego me sonríe mientras entramos a la clase del Sr. McKinney. No puedo creer que le guiñé, pero eso no importa, él nunca me toma en serio. Trataba de ser coqueta, y él solo se rió como si fuera disparatada.
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El sábado, después de la competición de Mateatletas, finalmente tengo mi oportunidad para hablar con Blake. La competición es en la preparatoria Johnson, a los que derrotamos por cinco puntos. El camino a casa en el autobús es muy interesante. Leah y Miles se sientan juntos, así que básicamente yo no existo en su mundo, solo Miles. La veo coquetear escandalosamente con él, mientras él tartamudea y se ruboriza. Así debe ser cómo me veo cuando intento coquetear. Soy una total perdedora. Es momento para que cambie mi estatus de perdedora. Momento para coquetear con Blake y triunfar. Busco por el autobús para ver dónde está sentado. Tiene un asiento para sí mismo, aunque está hablando con un chico senior en el asiento detrás de él. No más tiempo perdido. —¡Hola! —digo mientras brinco dentro del lugar al lado de él. —¿Qué haces? —pregunta mientras me sonríe. —Solo quería hablar contigo. Estoy muy feliz de que vinieras esta noche. No había forma de que hubiéramos ganado sin ti. Quiero decir, ese último problema era extremo. Gracias a Dios te teníamos para resolverlo. Blake se ruborizo. —Gracias, pero creo que estás dándome demasiado crédito. ¿No viniste a almorzar esta mañana? Extrañé poder hablar contigo. —¿Blake coqueteó conmigo? Bien, aquí vamos. —Llegué tarde esta mañana, pero trataré de estar ahí mañana. Realmente me gusta hablar contigo, también. ¿Tal vez podríamos salir alguna vez? —pregunto ruborizándome. —En realidad, me preguntaba si te gustaría salir el sábado, quizá ir a ver una película o algo —suelta Blake. —Sí, me encantaría. En verdad trataba de trabajar los nervios para preguntarte. —Ambos reímos nerviosamente. El resto del camino a casa, discutimos que película queremos ver y sobre dónde comer. Me lo paso tan bien hablando con lake que casi olvido a Connor. Estoy deseando que llegue el sábado. Cuando el autobús entra en la escuela y estaciona, Blake y yo nos decimos buenas noches y nos abrazamos. Miro sobre el hombro de Blake y
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veo a Leah sonriendo y dándome un pulgar hacia arriba. Connor está parado al lado de Leah mirando en mi dirección. Camino en dirección a Leah y empujo su brazo. —Tengo una cita el sábado. ¿Puedes creerlo? —susurro. —Vi el abrazo. Estoy tan emocionada por ti. Y solo pienso que el viernes lo verás jugar fútbol. Apuesto a que se ve grandioso en su uniforme. —Algunas veces Leah se emociona tanto que balbucea. Comienzo a reír porque me dael minuto a minuto de ella y Miles en el autobús. Mientras me doy la vuelta hacia mi carro, choco con Connor, que está de pie en mi camino. —Oh, hola, Connor —digo risueñamente—. Te veo después. —Aún me estremezco cuando veo o toco a Connor, pero Blake es agradable y lindo. Connor es una fantasía, Blake es la realidad. —Mira por dónde vas, Ab. Uno de estos días vas a lastimarte. —Extiende la mano y agarra mi brazo para frenarme—. ¿A dónde te diriges tan deprisa? ¿No vas a decirme todo? —No, no voy a decirte. —Sonrío—. La tarea está gritándome que vaya a casa, y debo escuchar. —Él ríe y dice algo que no puedo oír. Mientras me muevo para desbloquear la puerta de mi auto, miro de vuelta a Connor una vez más, no puedo ayudarme. Está parado en el mismo lugar viéndome. Cuando me ve mirándolo, saluda y alza las cejas hacia mí. ¿Alguna vez seré capaz de superar mi obsesión con él?
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Capítulo 6 Traducido por Viqijb & Pachi15 Corregido por Liraz
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lake me llamó anoche y hablamos por alrededor de una hora. Es tan fácil de tratar y hablar. Siento que podríamos llegar a ser muy buenos amigos. Es solo que no sé si hay una chispa con él o no. Quiero que la haya, para que pueda ponerle fin a lo de Connor, pero estoy empezando a sentir a Blake solo cómo un amigo. Entro a la cafetería el viernes por la mañana para encontrarme a Blake desayunando y noto que Connor ha robado mi asiento. Mientras camino hacia la mesa, veo a Samantha deslizarse en el asiento junto a Connor. Cuando me acerco a la mesa, Connor levanta la mirada y me sonríe. Samantha entrecierra los ojos y susurra algo que lo hace reír al oído de Connor. Me dejo caer en el asiento junto a Blake. —Oye, estoy tan feliz de que por fin sea viernes. —Yo también —dicen Blake y Connor al mismo tiempo, y entonces se echan a reír. Samantha observa mi ropa con una sonrisa burlona y dice: —¿Vas al partido de esta noche, Abby? —Por supuesto que va. Siempre va con mi familia —responde Connor por mí. —Sí, y desde el domingo estoy llena de tarea, mamá me dice que puedo pasar la noche con Leah. —Así que eso significa otra maratón de películas cuando llegue a casa, ¿cierto? —dice sonriéndome. Me di cuenta de que Samantha estaba disparándome dagas con la mirada y que Blake lucía excluido. Miro a Connor y él todavía está sonriéndome. ¿Qué era todo eso? —Entonces, ¿qué película vamos a ir a ver mañana? ¿Has decidido? — pregunto, volviéndome hacia Blake.
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—No. Estaba pensando en una película de terror. —Le veo guiñar un ojo en dirección a Connor antes de que me sonría. —Hum, quizá —digo mientras suenan las campanas. Salimos de la cafetería y nos dirigimos a clase. Saludo con la mano a Blake y empiezo a caminar hacia Inglés. Connor aparece a mi lado y me susurra: —¿Entonces ustedes dos tienen una cita el sábado? ¿Cuándo ocurrió eso? —El miércoles, después de los Mateatletas. —Me pregunto por qué no me lo dice. Eso es raro. Entonces, ¿qué película van a ir a ver, chicos? Tal vez Samantha y yo podríamos ir en una doble cita. —No, gracias. Esta es nuestra primera cita. Creo que deberíamos ir solos; además, Samantha me pone nerviosa con su constante mirada penetrante. —Sabía que había algo entre tú y Samantha. ¿Por qué te miraría así? —No lo sé. Y por el momento no importa. Es una imbécil y no sé qué es lo que ves en ella. —¿De dónde viene esto, Abby? —pregunta Connor a la defensiva. —Tú pediste la verdad la semana pasada y te la estoy dando. No quiero estar cerca de ti si estás con ella. El año pasado me torturó en Español y no tengo ningún interés en sentirme así de nuevo. De todas formas, me tengo que ir a Inglés. Nos vemos después del juego de esta noche. Mientras me alejo de Connor, pienso que mi cita con Blake podría darme la confianza que necesito para tratar con chicos, especialmente con Connor. Todo el trayecto hasta el partido de fútbol, Leah y yo hablamos de lo que voy a llevar en mi cita. Nos decidimos por una falda corta con una camiseta. Creo que a Blake le gustaría. El juego es en nuestro propio estadio, lo que significa que siempre nos sentamos en los mismos asientos. Tan pronto cómo llegamos allí, Leah encuentra a Miles y se pega a él. Me siento en silencio a su lado viendo el partido y escuchándoles a ella y a Miles coquetear con los demás. Encuentro Blake en el campo, el número veintiuno. Luce bien en los ajustados pantalones de fútbol. Mis ojos se posan sobre el jugador a su lado, el número cuarenta y cinco. Continúo dividiendo mi atención entre Blake y Connor toda la noche. Mientras miro a Connor me siento culpable por gustarme dos chicos al mismo tiempo. ¿Podría salir con Blake mientras
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todavía tenga sentimientos por Connor? ¿Son mis sentimientos por Connor reales? —¿En qué estás pensando? —pregunta Leah. —En realidad, en nada. ¿Cómo lo está haciendo el fabuloso Miles? —Es maravilloso. Creo que vamos a salir mañana por la noche. Tal vez vamos a terminar en la misma película que tú y Blake, y puedo espiarlos. — Se ríe. —O yo puedo espiarlos a ustedes —le contesto. —No puedo creerlo. Las chicas de la Manada Nerd tienen citas —dice ella, y las dos nos reímos a carcajadas.
—Connor y Samantha están diciendo buenas noches en el porche. ¿Quieres espiarlos conmigo, Abby? —No. ¿Se están besando? —No más espiar a Connor, me hace sentir náuseas. —Yo creo que sí. Realmente no me gusta Samantha. No puedo creer que estén saliendo. Ella siempre está colgada en él, lo que por lo general le vuelve loco, pero realmente debe gustarle, si permite que lo haga. —¿Estamos empezando una película o qué? —protesto, lo suficiente acerca de Samantha. —Sí, tienes que elegir algo y ponerlo en marcha. Voy a ir a buscar un poco de palomitas y refrescos. —Mientras Leah sale de la habitación, me pongo a repasar todos sus DVD en busca de uno de ver. ¿Romance o acción? Tengo ganas de una película de acción, creo. Los Vengadores suena bien. Oigo un golpe en la puerta mientras pongo la película. —Entra. —Hola, torpe.
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—Holas, perdedor. Perdón por el juego de esta noche. Odio cuando perdemos. —Sí, yo también. ¿Van a ver una película esta noche o qué? —Acabo de poner Los Vengadores, si quieres ver. Leah fue a comprar cosas de picar. —Me tiendo en el suelo tratando de encontrar un lugar cómodo. —Sí, está bien. Hazme un lugar, torpe. Comparte el piso. —Me muevo dándole un poco de espacio. —Vale, los aperitivos están aquí. Te has unido a la fiesta de pijamas, Con. No sé cuánto tiempo permanecerán abiertos mis ojos esta noche. Podría estar dormida después de los primeros diez minutos. —Creo que Miles le da a Leah una carga de adrenalina y, después de todo, ella se vuelve la Srta. Dormilona. He visto esta película varias veces, pero siempre me quedo atrapada en las escenas de acción. Estoy tan metida en la película que me toma un minuto darme cuenta de que he oído roncar a Leah. Miro hacia Connor y él también está dormido. Tengo que ir a mi saco de dormir, pero Connor está en el camino. Me muevo a su alrededor hasta que estoy justo a su lado. Sacudo su brazo con suavidad y susurro su nombre. Sus ojos se abren un poco. —Connor, es hora de irte a la cama. Tengo que ir a dormir y estás en el lugar donde pongo mi saco de dormir. ¿Podrías moverte, por favor? —Él me da una sonrisa somnolienta y estira los brazos sobre su cabeza. Me muevo para estar al lado de la puerta y darle espacio para levantarse. Cuando se levanta, tropieza y me agarra el brazo para sostenerse. Cuando levanta la cabeza, me doy cuenta de que nuestras cabezas casi se tocan. Él me mira y luego mira a mis labios. Levanta la mano y pasa sus dedos por mi mejilla. Me estremezco bajo su toque. Nos quedamos ahí congelados mirándonos. Él empieza a inclinarse hacia adelante cuando Leah cambia y empieza a roncar fuertemente. Los dos nos reímos y nos alejamos un paso. Seguimos mirándonos hasta que Connor rompe el silencio: —Buenas noches, Abby. —Al pasar a mi lado, me mira una vez más antes de salir. Apenas puedo estar de pie, y mucho menos pensar, porque creo que Connor casi me dio un beso.
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Capítulo 7 Traducido por Viqijb Corregido por Pachi15
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ntonces, ¿qué piensas, Leah? —pregunto, mientras giro en uno de los muchos atuendos que me estaba probando.
Leah vino a mi casa para ayudarme a prepararme para mi cita con Blake. Ella tiene una cita con Miles, también, pero insistió en venir a recogerla a mi casa así podía ayudarme a estar lista. —Ese es el ganador. Blake te echará un vistazo y estará babeando. — Continúo bailando frente al espejo. Los jeans son más ajustados de los que uso normalmente, y mi camiseta es de un material negro que se pega a mi piel. —Está bien, supongo que babear es bueno, siempre y cuando no lo haga sobre mí. Me río. Estoy muy nerviosa. He tenido un par de citas, pero la mayoría eran salidas grupales. Estoy muy emocionada acerca de salir con Blake, pero parece como si no pudiera olvidar el momento de la otra noche con Connor. ¿Fue real el momento, o me lo imaginé? ¿Iba Connor realmente a besarme? —Creo que deberías usar tu cabello suelto alrededor de tus hombros. Se verá sexy. Lo pasaras muy bien con Blake esta noche. —Leah interrumpe mis pensamientos. Tengo que dejar de pensar en Connor y centrarme en Blake. —¿Yo? ¿Sexy? No creo que esas dos palabras vayan juntas en una oración. Pero creo que me dejaré el cabello suelto —le digo, mientras me cepillo el cabello una vez más. Leah está de pie junto a la ventana, esperando a Miles, quien debería llegar en cualquier momento. —¡Ahí esta Miles! ¡Deséame suerte! —grita mientras corre por las escaleras y sale por la puerta. Miro por la ventana justo a tiempo para ver a Miles abrir la puerta del coche para ella. Leah le sonríe, y me siento feliz por mi amiga, porque ha encontrado a alguien que le sienta perfectamente. Sacudo la
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cabeza, pensando en todos los meses que han estado dando vueltas durante los Mateatletas. La cara de Connor parpadea en mi mente, y me doy cuenta de que quiero a alguien que vaya conmigo y me quiera mucho. Si Connor no se ha dado cuenta todavía, él se lo piede. Estoy lista para encontrar a alguien que me haga sonreír como le vi hacer a Leah. Estoy cansada de esperar a mi chico soñado. —Abby, Blake está aquí —llama mi papá desde la sala de estar. Veo a Blake salir de su coche y llegar a mi puerta. Sé que papá quiere hacer la típica presentación de la primera cita, así que le estoy dando tiempo. Mientras bajo por las escaleras, veo a Blake parado en la sala de estar y espero a ver su reacción a mi apariencia. Quiero que su cara se ilumine y me mire como si fuera la única chica en el mundo. —Hola, Blake —digo mientras bajo por las escaleras. Sus ojos vagan por mis jeans, mi camisa y finalmente se encuentran con los míos. Él sonríe. —Ten cuidado bajando por la escalera. No me gustaría empezar nuestra cita con un viaje a la sala de emergencias. —Se ríe al recordar mis muchos momentos torpes en la escuela. Ruedo los ojos, pero no puedo sofocar la risa. Cuando doy un paso en el último escalón, él toma mi mano. —Te ves muy bien. —Gracias. Tú también —le contesto. Blake luce más que bien. Está usando unos jeans y un polo verde. Puedo ver el contorno de sus músculos bajo la camisa. Luce caliente. Blake ha planeado nuestra cita, y es muy romántica. Pero parece que falta algo. Él es asombroso y lindo, pero siento como si saliera con un amigo. Nos hemos tomado de las manos varias veces hasta el momento, y ni una vez me hizo temblar. —Así que, ¿quieres palomitas de maíz o algo para beber? —Me aprieta la mano. —No, gracias. Todavía estoy llena por la cena. ¿La masacre de Texas en 3D? —Sonrío y niego con mi cabeza hacia él. —¿Qué? Fue la única película de terror que echaban aquí. Los estudios han demostrado que a las chicas les gusta acurrucarse en las películas de terror. —Sonríe y mueve las cejas hacia mí. Luego mira a alguien por encima de mi hombro y saluda con la mano.
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—Blake, hola, amigo. —Conozco esa voz: Connor. El destino debe de estar viniendo por mí, porque es como si no pudiera escapar de él, o de mis sentimientos hacia él. —¡Connor! Hola, Samantha. ¿Así que ustedes dos vienen a ver las imágenes en movimiento esta noche? —bromea Blake. —Sí, Connor quería ver una película, así que aquí estamos. ¿Qué van a ver ustedes dos? —le pregunta Samantha a Blake. Ignorándome por completo, como es usual. —Vamos a ver La masacre de Texas, Abby tiene una cosa por el terror. — Blake me guiña el ojo, cosa que me hace reír. —Sí, lo recuerdo. Vamos a ver esa película también, ¿quieren que nos sentemos juntos? Sé que ustedes dos están en una cita, así que si se quieren sentarse solos, lo entenderemos —le pregunta Connor a Blake, mirando en mi dirección, por primera vez. Le digo el otro día que queríamos estar solo, entonces, ¿qué está pensando? —Bien para mí. Cuantos más, mejor, ¿verdad, Abby? —Sí. Genial. —No puedo creer esto. ¿Cómo es posible que esté en una cita doble con mi chico de ensueño y su hostil novia? Solo quiero irme a casa. Me pregunto si Blake me llevaría a casa si fingiera estar enferma. Cuando finalmente nos sentamos, termino entre Blake y Samantha. Bueno, esto es un sueño hecho realidad, sentarme junto a la chica a la que le encanta torturarme. Blake toma mi mano tan pronto como nos sentamos y comienza a frotar su pulgar hacia atrás y adelante sobre mi muñeca. Miro fuera de nuestras manos entrelazadas, porque simplemente no se siente bien. No quiero sostener la mano de Blake, quiero sostener la de Connor. Dios mío, quiero llorar. Mientras alejo la mirada de Blake, va a parar a Samantha y Connor. Ellos están susurrando y riendo, luciendo totalmente felices. Y en ese momento, los ojos de Connor se encuentran con los míos. Solo se queda mirándome por un momento, mira mi mano atrapada en la de Blake y se da la vuelta hacia la pantalla de cine. Durante la siguiente hora y media, apenas puedo concentrarme en la película. Mis emociones están en crisis. Me entra culpa por no gustarme Blake y mis misteriosos momentos con Connor; no sé cómo sentirme. Finalmente, necesito un descanso de todo eso, incluyendo la sangre y la violencia en la pantalla, y me excuso para ir al baño. Después de darme palabras de ánimo en el espejo, salgo del baño para encontrarme a Connor apoyado contra la pared en la puerta. —¿Estás bien? —pregunta mirando mi atuendo.
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—Sí, estoy bien. Solo un poco indecisa sobre Blake. Siento como si estuviese saliendo con un amigo, no en una cita. —¿En serio? Desde mi punto de vista, estaban dando buenos frutos — cuestiona. —Sí, bueno, las apariencias engañan, ¿no? —le digo con tristeza mientras voy hacia la sala de cine. Cuando Connor y yo nos sentamos, Samantha me dispara dagas con los ojos. Miro a Blake y le sonrío. Me siento con las manos debajo de mis piernas, así no tiene la oportunidad de agarrarlas de nuevo. De camino a casa, Blake sigue haciéndome reír con sus divertidas historias. Cuando llegamos a mi casa, él es un perfecto caballero. Camina conmigo hasta la puerta, me da un beso en la mejilla y dice que me llamará mañana. Una vez en mi habitación, cierro la puerta y me recuesto contra ella con los ojos cerrados. ¿Qué voy a hacer? No puedo continuar saliendo con Blake si tengo sentimientos por Connor. Es simplemente incorrecto, y no podría hacerle eso. Se merece algo mejor que yo. Estoy determinada a que me guste Blake. Él es genial y le gusto. Voy a darle una semana, y, si no funciona, el próximo sábado le diré la verdad, o una versión de ella. Paso el domingo pensando sobre mi vida mientras termino las tareas, y ahora estoy más confundida que nunca. Hablo con Leah sobre Blake y ella está de acuerdo en que debería darle una semana. No le menciono la rareza entre Connor y yo, ella solo lo interrogaría al respecto. No estoy lista para eso, todavía. Blake llama y hablamos sobre la escuela y los Mateatletas, pero la conversación se siente torpe y forzada. ¿Por qué los chicos hacen las cosas tan confusas?
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Capítulo 8 Traducido por Blinda Corregido por AriannysG
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a escuela a veces pasa en un destello, y otros días se arrastra como si nunca fuera a terminar. He pasado los dos últimos días evitando a Connor y a Blake, con la esperanza de que la situación se aclare para mí. Todavía pienso en la otra noche con Connor, pero Blake es tan agradable que la culpa está a punto de comerme viva. Mientras camino a mi clase de historia, noto que el escritorio de Leah está vacío. ¿Dónde está? La campana suena y ella no está por ninguna parte. Después de historia, me deslizo en el cuarto de baño y la llamo. La localizo en la cama con gripe. Bien, es simplemente magnífico. Ahora encima de todo, tengo que pasar sola el día en la escuela. Tengo otros amigos, pero Leah es la que me entiende. Odio cuando no viene. Supongo que, ya que tenemos los mismos profesores, al menos puedo juntar su trabajo y llevárselo después de la escuela. Antes de dirigirme a la cafetería para el almuerzo, voy a mi taquilla para lanzar mi material dentro. Cuando abro la cerradura, alguien tropieza conmigo por atrás. —Perdóname. Estoy de pie aquí —escupo. —Lo siento, torpe, no te vi ahí. ¿Alguien está teniendo un mal día? —¡Hola, Connor! Lo siento, no pretendía molestar. Solo que, tengo mucho en la cabeza. —¿Qué pasa? ¿Estás bien? —Solo un poco confusa por algunas cosas. Me causa daño cerebral pensar en ellas. —Bien, quería hablar contigo de algo. La otra noche después del partido... No significó... no significó que estoy con Samantha, pero... sé que tú y Blake salieron... pero me pregunté si... —Oh magnífico, trata de explicarme que el "casi momento de beso" fue un accidente. Este día solo mejora y mejora.
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—Ah, eso. —Me río interrumpiéndolo—. Aún no he pensado en ello. No tiene importancia. Nada de qué preocuparse. —Fuerzo cada palabra que digo. Parece que mi corazón está siendo arrancado de mi pecho. Sabía que el "casi momento del beso" tenía que ser un error. No había forma de que a alguien como Connor pudiera gustarle alguien como yo. No soy horrible ni nada, pero, sencillamente, no estamos en la misma liga. —Oh, de acuerdo, eso es bueno de oír. Solo quería asegurarme de que estuviéramos bien. ¿Lo estamos, no? —Él parece extraño, y frunce el ceño. —Desde luego. —Me doy la vuelta y me alejo antes de que Connor pueda ver mis ojos romper a llorar.
—¡Eh! Allie, ¿quieres ir a nadar conmigo al Blue? Realmente tengo que entrenar —pregunto de camino a casa de la escuela. Sé que si pudiera nadar durante una hora, podría deshacerme de parte de la tensión de mi cuerpo. —Sí, seguro. Blake es realmente lindo. Vi cuando te recogió. —Allie, no quiero hablar de Blake. Dime sobre tu día en la escuela. —Mi hermana es tan fácil de distraer. Puede ser una verdadera mocosa a veces, pero en realidad me gusta pasar tiempo con ella. Después de ir a casa a por nuestros bañadores nos dirigimos a Blue. Cuando consigo un aparcamiento en el Club deportivo de Blue y mi hermana comienza a ponerse como una loca tratando de escaparse por la puerta. Miro a través del aparcamiento e inmediatamente veo por qué. Allí, de pie a menos de cinco espacios de aparcamiento más allá, se encuentran los dos chicos que actualmente causan estragos en mi vida. Allie salta del auto y salta sobre Connor. Lamento no poder hacerlo también. Agarro mi bolsa y camino hacia donde mi hermana entretiene a Connor y Blake. —¡Hola, chicos! ¿No tenían entrenamiento de fútbol hoy? —Nop. Día libre porque no hay partido esta semana. —Blake, esta es mi hermana, Allie.
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—Gusto en conocerte, Allie. ¿Qué hacen estas dos damas en Blue? — preguntó Blake. —Necesitaba hacer ejercicio y me apetecía nadar. Allie quería jugar en la piscina, así que me acompañó. ¿Y ustedes? —Vinimos para jugar al baloncesto —contesta Connor—. Aunque una nadada suena divertido. ¿Qué piensas, Blake? ¿Deberíamos seguir a Abby y Allie y jugar en la piscina? —Justo ahora rezo duro para que Blake diga que no, porque no creo que pueda manejar esta situación. Por favor, que diga que no. Por favor, que diga que no. —No trajimos bañadores, pero supongo que simplemente podríamos usar los pantalones cortos de gimnasia. Suena a plan —dice Blake mientras pone su brazo alrededor de mis hombros. Me alejo de él y en el acto me pongo a buscar algo en mi bolso. —Magnífico. Esto debería ser divertido —susurro. Una vez en las puertas, Allie y yo nos dirigimos a los vestuarios para cambiarnos. Para el momento en que llegamos a la piscina, Connor y Blake nos esperan. Tengo mi toalla envuelta alrededor de mi cintura esperando que poder dejarla caer rápidamente y saltar a la piscina. Realmente no tengo que comenzar a acentuar cómo luzco con un bañador por encima de todo lo demás. Dejo caer mi toalla sobre un banco cercano y comienzo a saltar a la piscina. Cuando me giro, noto que tanto Connor como Blake me miran—. ¿Qué pasa? ¿Por qué me miran así? —Todo lo que puedo pensar es que debía haber algo mal ahí, así que compruebo mi bañador para asegurarme de que cubre todas las partes que se supone. —Nada está mal. Solo es que luces bien en bañador. —Blake me guiña. Me ruborizo y me atrevo a mirar a Connor, que todavía me estudia. Encojo los hombros hacia él y nado hacia los carriles de la parte más alejada de la piscina. Noto que Allie ha hecho un amigo en el área de juegos, así que no tengo que preocuparme por ella en un ratito. —¡Oye! ¿Quién quiere una carrera? —sugiere Connor con una mirada satisfecha. Es un gran atleta y lo sabe. De algún modo soy torpe aún en la piscina, así que perderé a pesar de todo. —Seguro, pero el perdedor debería hacer algo embarazoso. Esto hará la carrera más interesante —dice Blake antes de zambullirse debajo del agua. —¿Qué piensas, Abby? ¿Qué debería hacer el perdedor? —pregunta Connor con una sonrisa. Ambos saben que voy a perder, así que soy la que estará en aprietos.
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—Digo que los ganadores tienen que comprar al perdedor un regalo. Así ella se sentirá mejor después de serhumillada por dos idiotas. —Lo tengo. El perdedor tiene que besarle los pies al ganador —propone Connor. —¡Tienes que estar de broma! No hay forma alguna de que mis labios toquen tus pies. ¡Es asqueroso! Probablemente ni siquiera te los lavas bien. ¡De ninguna manera! —rechazo. Connor y Blake enloquecieron. —Abby, solo bromeaba. Bien, al menos por ahora —dice mientras sofoca la risa—. De acuerdo, ¿qué tal que el perdedor le tenga que llevar al ganador los libros durante un día en la escuela? ¿Crees que puedes manejar esto, torpe? —Ustedes pueden llevar sus libros, voy a hacer mis ejercicios e irme —digo sobre mi hombro mientras me alejo nadando enojada. No quiero deberles nada. Esta nadada se supone que era para relajarme, no para estresarme más. —Abby, solo estábamos bromeando contigo. Sencillamente podemos hacer una carrera para divertirnos, ¿de acuerdo? —pregunta dulcemente Blake—. No te enfades con nosotros. Solo queríamos meternos contigo. — Echo un vistazo de nuevo a Blake y a Connor, ambos me miran, esperando a ver si todavía quiero competir. —Bien —suspiro—. Vamos a ver lo que dos nenazas pueden hacer —digo antes de zambullirme bajo las boyas de los carriles. —¿Nos llamó nenazas? —gruñe Connor. —¿Hay algo mal con tu oído? Puedo repetirlo si es necesario, pequeña dama. —Miro a Connor cuando añado ese último insulto. Llamar a Connor pequeña dama es ridículo, pero insultarlo es divertido. Blake se ríe con tanta fuerza que apenas puede cambiar de conducta. —¿Por qué no te acercas un poco cuando haces esos comentarios, Abby? Es fácil insultar cuando hay una piscina entera que te protege — devuelve Connor. Le gruño y nado hasta estar a un par de centímetros de él. Le sonrío dulcemente mientras sigo acercándome. Cuando estoy a una distancia alcanzable, me lanzo hacia él, empujando su cabeza debajo del agua. No estaba en forma alguna preparado para mi ataque. Lo ataca de nuevo la tos y su cara chisporrotea con un considerable sobresaltado.
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—Hombre, tú me enseñaste, Connor. Realmente me asustaron durante aproximadamente medio segundo —me río disimuladamente. Me dispara una malévola sonrisa y nada hacia las boyas de separación. —Conseguiré vengarme cuando menos te lo esperes, Ab. Así que cuídate. —Blake se apoya de nuevo contra el lateral de la piscina mirándonos con decepción en su cara. Ah, no. Blake debe haberme visto tomarle el pelo a Connor y ha adivinado mis sentimientos. Probablemente eran obvios. Definitivamente tendremos que hablar sobre esto. Justo algo más que temer. —Chicos, miren la hora. Hemos estado treinta minutos. Tengo que apresurarme y hacer algunos ejercicios. Aún tengo que echarle a Leah una mano antes de dirigirme a casa a hacer mi propia tarea. Así que si vamos a competir, hagámoslo. —Puedo hacer la tarea de Leah, Abby. —No, quiero hablar con ella y ver cómo se siente. Gracias de todos modos. Hago mis ejercicios y luego salgo de la piscina. Los chicos todavía corren mientras me seco. Espero hasta que terminan. Blake ha ganado por una longitud de un brazo. Trato de sonreírle, pero parece evitar mis ojos. —Tengo que irme, chicos. Ha sido divertido. Los veré mañana en la escuela. —Doy la vuelta para marcharme pero Connor me para. —¿Abby? —¿Si? —respondo mirándolo fijamente sobre mi hombro. —Recuerda, cuando menos te lo esperes, conseguiré mi venganza. — Sonríe con satisfacción y luego sigue haciendo ejercicios. Echo una ojeada a Connor y a Blake una vez más antes de alejarme. Mi vida es un lío.
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—Abby, ¿me ayudarías un momento, por favor? —grita mamá desde su dormitorio. Cuando entro en el cuarto de mi padre, veo a mamá de pie sobre una silla sacando cosas de su armario. —¿Qué necesitas que haga? —Solo toma lo que te doy y ponlo sobre la cama. —Sus brazos están cargados de ropa y otros artículos empujados olvidados en el altillo de su armario. —¿Qué buscas exactamente, mamá? —Ah, tu padre me llevará a comer el viernes por nuestro aniversario, así que buscaba mi vestido azul. No está colgado, pensé que tal vez lo había metido en la parte posterior del armario. —¿Así que saldrán a comer? Supongo que eso significa que tendré que cuidar a Allie el viernes. —Esto pasa todo el tiempo. Ellos hacen planes y esperan que cuide a Allie sin comprobar si yo los tengo. Apuesto a que ni siquiera sabían que no tenía partido de fútbol, solo esperan que deje mis planes por ellos. Me pregunto cuándo planifican dejar sus planes por Allie y por mí. —Sí, quería preguntártelo antes, pero lo olvidé. Puedes quedarte con ella, ¿cierto? —Está bien. El festival de otoño será este fin de semana, sería bueno ir allí y pasar el rato. Necesitaría algún dinero extra para las atracciones y la comida, si te parece bien. —Desde luego, cariño. Solo toma algo de mi monedero o pídeselo a tu padre. —¿Podrían venir con nosotras? Sería divertido si fuéramos todos juntos — pregunto, mirándola esperanzada. Cuando no responde, pregunto otra vez. De nuevo, nada. —¿Mamá, qué piensas? ¿Podríamos ir todos juntos? —Lo siento, cariño. No prestaba atención. Hay simplemente tanto polvo en este armario. ¿Me estabas preguntando algo importante? —No, nunca lo es —susurro para mí cuando dejo el cuarto. Cuando estoy tirada en la cama tratando de dormir, recuerdo los últimos dos días. ¿Cómo pasó mi vida de tan simple a tan complicada? Blake es un gran tipo, y siento que lo estoy utilizando. Tengo que decirle la verdad a Blake y dejar de ser una cobarde. Siento que no podríamos ser solo amigos,
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porque realmente disfruto estar con él. Es más, supongo que es alguien con quien podría relajarme, con quien hablar de mis problemas. Tengo a Leah, pero no puedo hablar con ella sobre Connor. Lamento no tener a nadie en quien confiar y que pueda darme algún consejo. Tal vez solamente debería ser clara con Connor y decirle cómo siento de una vez por todas. Nah, sería un desastre. Hablaría con mi mamá, pero apenas me escucha. Mientras sigo deseando, las lágrimas comienzan a deslizarse por mis mejillas. Con la esperanza de que un día mi vida tendrá sentido de nuevo.
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Capítulo 9 Traducido por Pachi15 Corregido por AriannysG
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l Festival de Sutherland de Otoño es un evento anual de tres días que se celebra en una zona de césped cerca de la plaza del pueblo. Siempre es una gran atracción para los niños pequeños y los adolescentes, a causa de las atracciones, pero también hay música, alimentos y artesanías. Algunos años mis padres insistieron que iban a ir con Allie y conmigo, pero en el último par de años he traído Allie sola o con Leah. Leah todavía está enferma, así que voy en solitario esta noche con Allie, cosa que realmente apesta. Me encantan las atracciones del parque, y esto es un gran pero, comencé a marearme hace un par de años. Usualmente Leah va con Allie, así que esto no es un problema, este año estoy esperando a que Allie esté de acuerdo con manejar sola. El festival está ocupado esta noche sobre todo por la falta de partido de fútbol. Parece que dondequiera que miro hay gente de nuestra escuela. Ojala Leah estuviera aquí conmigo. Oh, bueno, esto es importante para Allie así que voy a hacer lo mejor para ella. —Bien, aquí están tus tickets, Allie. ¿Qué vas a manejar primero? —Tú vas a manejar conmigo, ¿verdad, Abby? No quiero conducir yo sola. La mayoría de los carros están hechos para dos personas. Me veré como una completa perdedora si voy sola. —Allie, sabes que me enfermé. ¿Ninguno de tus amigos viene esta noche? —No, vienen mañana en la tarde—noche, por favor, Abby, solo una vez y si entonces te enfermas no te lo volveré a pedir de nuevo, ¿vale? —me pregunta con sus suplicantes ojos. —Bien, solo una vez —concedo mientras rezaba para que no escogiera uno que da vueltas y vueltas. —¿Qué tal El Codificador? Es probablemente el viaje más suave, o tal vez los columpios. Tú eliges.
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—Creo que elijo eso, además, el nombre no le hace un mal augurio a mi barriga. —Allie se ríe mientras cruzo los dedos y espero lo mejor. Nos dirigimos hacia el codificador y me pongo en la fila antes de darme cuenta de que un grupo de estudiantes que reconozco están frente a nosotras. Veo dos cabezas en particular que quiero evitar, una cabeza rubia peluda y una de color marrón. Debe ser su pequeño grupo de amigos. Samantha está allá arriba en algún lugar también, y es solo otra razón para evitar todo o. La línea para El Codificador ha comenzado a moverse, así que deben estar cargando la atracción. Entrego las dos entradas, para Allie y para mí, y luego nos dirigimos a un compartimiento vacío. Mientras estamos esperando que comience, solo trato de concentrarme en Allie y nuestro compartimento, sin mirar alrededor. Todo lo que no necesito es enfermarme frente a los dos chicos que me gustan y la chica que realmente me odia. Si puedo mantenerme bien en esta atracción, voy a arrastrar a Allie a otra área del festival en la que no nos puedan ver. —Está empezando —dice Allie con una gran sonrisa en su rostro—. Amo esto, mucho. —Esto no es para nada lo que yo estoy pensando. Mientras el juego empieza a ir más y más rápido, siento que mi estómago empieza a batirse un poco. Agarro la barra de seguridad con tanta fuerza que mis dedos se volvieron blancos. Mi frente comienza a sudar y me siento un poco húmeda. ¿Cuánto dura este último viaje? Se siente una eternidad. El viaje está empezando a disminuir, pero mi boca siente que el vómito está a punto de aparecer y decir hola. Tengo que salir. El hombre está liberando la barra del compartimiento junto a nosotros. —Disculpa, me voy a enfermar, ¿puedes dejarme salir? —grito para obtener su atención. Él corre y levanta la barra de seguridad. Salto de mi asiento y corro hacia la salida más cercana, sabiendo que todo el mundo está mirándome. Cuando salgo del baño, Allie está inclinada contra la pared esperándome. Y junto a ella están Blake, Connor y Samantha. —¿Estás bien, torpe? Te vimos salir fuera de El Codificador como un cohete. —Connor se ríe, pero continúa mirándome preocupado. —Eso debió ser muy humillante para ti, Abby; me refiero a enfermarse en El Codificador, ¿quién hace eso? —dice Samantha rodando los ojos con una sonrisa. Connor le da una mirada desconcertada. —Supongo que yo. Atracciones y mi estómago no se llevan muy bien, no lo han conseguido por muchos años —le digo con un encogimiento de hombros. Miro hacia Blake porque sé que debe estar confundido por la forma en que he actuado esta semana. Me mira y sonríe, lo que me hace sentir aún peor.
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Una linda pelirroja camina hacia nosotros y enlaza su brazo con el de Blake. —Hola, ¿estás listo para ir a Charlie’s, Blake? —Él mira en mi dirección, luego susurra algo en su oído. Ella aprieta el libro y luego camina hacia el resto de su grupo. —Abby, ¿puedo hablar contigo por un momento? —pregunta Blake con una mirada nerviosa. —Connor, ¿te quedarías con Allie por un minuto, por favor? —Él mira entre Blake y yo con una mirada interrogante, luego se encoge de hombros y comienza a burlarse de Allie. Blake y yo caminamos hasta el banco más cercano y nos sentamos. —¿Necesito explicarte por qué salí con Sarah? —pregunta Blake —No, te he estado evitando durante toda la semana porque no sabía qué decir. Estaba segura de que estabas molesto conmigo. —No, no estoy molesto. Solo deseo que me hubieses dicho la verdad. A ti te gusta alguien más —lo dice con sencillez. —¿Por qué dirías eso? —Abby, estaba en la piscina. Te vi con Connor. —Primero que nada, déjame decir que realmente pienso que eres genial. Eres bueno, gracioso y hermoso. Lo único que puedo decir es que en verdad lo siento mucho, y me siento como una basura por cómo te he estado tratando. —Está bien, Abby. En realidad disfruté mucho salir contigo, así que tal vez podamos seguir haciendo eso como amigos —dice Blake con una sonrisa. —¿Cómo puedes ser lindo conmigo? Soy la basura más grande de este mundo. Tienes permiso y mi aprobación para gritarme y llamarme por un montón de nombres insultantes. —Blake se ríe y niega. —¿Cuándo vas a decirle? —pregunta con una inclinación de cabeza hacia donde Connor se está riendo de algo que dice mi hermana. —No lo voy a hacer. Él no piensa en mí de esa manera. Solo haría las cosas más incómodas cuando esté en casa de Leah. Me encanta estar alrededor de los Sparks, no voy a arruinar eso —digo con una sacudida de cabeza—. Blake, sé que es tu mejor amigo pero, ¿podrías guardar esto para ti solo? — ruego.
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—No es mi secreto para decir. Él no lo escuchará de mí, pero creo que deberías decirle la verdad —responde Blake—. Bueno, tengo que volver con Sarah. Supongo que te veré después en la escuela o en los Mateatletas, ¿verdad? —Sí, y Blake, gracias por entender y ser tan genial. —Él asiente y desaparece de nuevo hacia donde Sarah le está esperando. En el interior me siento aliviada de que la situación con Blake haya terminado, pero también me siento triste porque no sentía nada por él, y él fue fantástico en todos los sentidos. Echo un vistazo a Connor y noto que me está mirando con una expresión de desconcierto. Camino de vuelta a Allie y Connor. —Gracias por quedarte con Allie —le digo a Connor, y luego a Allie—. ¿Qué juego ahora? —¿Te vas a subir conmigo a pesar de estar enferma? —pregunta Allie con entusiasmo. —No, pensé que te estaría viendo, Allie, mi estómago no puede aguantar otro juego más. Lo siento. —Genial, ahora luciré como una idiota paseando todo sola. ¡Solo vámonos a casa! —Ella pone mala cara. —En serio —le digo con una mirada hacia ella. Se ve muy triste, y no puedo soportarlo—. Bien, iré a un par de juegos más. —Me abraza y empieza a saltar. Connor todavía está parado con nosotras y luce sorprendido porque haya accedido a montarme más veces. —Abby, no vas a subir más. Estás enferma. Yo pasearé con Allie. —Agarra la mano de Allie y comienza a arrastrarla hacia El Gravatron, una atracción que da la vuelta varias veces a una gran velocidad—. Vamos, hermana mayor, no querrás perderte el observarnos —se burla Connor. —Esto es muy lindo de tu parte, pero ¿no están Samantha y los otros esperando por ti? —Está bien. Bueno, déjame correr hacia allá y decirles que los veré en Charlie’s más tarde. Estaré de vuelta, guárdame un espacio en la fila, Allie. —Él trota hacia Samantha y, por la expresión de su cara, sé que ella no es feliz. Es obvio que están discutiendo y que ella cree que yo soy la razón. Ella mira furiosa en mi dirección mientras Connor empieza a caminar de nuevo hacia nosotros. Samantha está justo detrás de sus talones diciendo cosas. Mientras más se acercan a nosotros, más claros son sus comentarios para mis oídos.
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—¿Está pasando algo entre tú y esa patética chica? —demanda Samatha. Me encojo y me aparto de la discusión con la esperanza de que no se den cuenta de lo cerca que estoy. —No, solo somos amigos. No tengo ningún interés en ella. Es la mejor amiga de mi hermana menor. Tengo que ser bueno con ella —argumenta Connor. Cada palabra que dice es cierta, pero mi corazón todavía se desmorona. —Te vi con ella antes, Connor. Preferiría que vinieras conmigo a Charlie’s ahora —insiste ella. —Estás siendo ridícula, Samantha. Quiero decir, mírala, ella ni siquiera es mi tipo. —Mis ojos se empiezan a humedecer con este nuevo conocimiento. Sabía que él estaba fuera de mi alcance, pero supongo que no me di cuenta de que yo le disgustaba. Me limpio los ojos con la esperanza depoder ocultar esto hasta que llegue a casa. Gracias a Dios, Allie se centra en la fila frente a nosotros y no presta ninguna atención. —Te veo en Charlie’s en alrededor de una hora —escucho mientras Connor viene y se para junto a mí. —¿Ya estamos listos? —pregunta él con una sonrisa para Allie y para mí. Allie asiente emocionada. ¿Cómo voy a estar alrededor de él sabiendo lo que piensa de mí? Solo mantendré mi cabeza baja y trataré de mantener una distancia de él. —¿Abby? ¿Estás bien? —dice Connor mientras usa su dedo para levantar mi barbilla y poder verme. —Sí, estoy bien. —Fuerzo una sonrisa—. Ustedes dos vayan y consigan un paseo antes de que se llene. —Él me mira fijamente un segundo más antes de irse con Allie. Una vez que están en la atracción, encuentro un lugar para sentarme y esperarles. Miro hacia ellos y se están riendo. Bueno, al menos Allie se está divirtiendo. Puedo sufrir por una media hora para mi hermana. Puedo fingir que no escuché lo que dijo Connor. Puedo hacer eso por mi hermana. Cuando el juego se acaba, Allie y Connor trotan hacia mí y me dicen que se dirigen a las Rocko—Planes, que es como la rueda de la fortuna pero los compartimientos se vuelcan. A Allie le encanta, mientras que a mí me pone enferma solo mirarlo. —Ustedes vayan y pasen un buen rato, mi estómago está todavía un poco inestable. Creo que solo voy a sentarme aquí y esperar —digo mientras sostengo mi estómago para probar la mentira.
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—Abby, ¿estás segura de que estás bien quedándote? Estaría feliz de levarlas a casa —ofrece Connor. Allie se ve preocupada de que vaya a hacer que se vaya. —No, voy a estar bien aquí sentada. Vayan y móntense. —Connor todavía parece inseguro, pero se va con Allie. Mientras se han ido, miro a las personas para quitar de mi mente lo que pasó antes. Veo parejas caminando por la mano y besándose. Quiero eso con alguien, y ahora no tengo ninguna opción en absoluto. Blake nunca fue realmente una opción gracias a Connor. Mis pensamientos son interrumpidos cuando alguien colapsa en el banco junto a mí y se tropieza con mi hombro. —Allie fue a conseguir algo de algodón de azúcar. Abby, ¿qué está pasando contigo? Te ves muy triste —pregunta Connor con una voz muy dulce. No es posible decirle la verdad, así que continúo mirando a cualquier parte menos a él. —Nada en absoluto, simplemente no me estoy sintiendo tan bien. Mira, realmente aprecio que me ayudaras con Allie. Sé que te arruinó la noche — le contesto. —¿Estás bromeando? Me salvaste. Estaba yendo a Charlie’s con amigos. Samantha estaba especialmente molesta esta noche. Me salvaste de eso —dice mientras golpeaba mi hombro de nuevo. —Bueno, se está haciendo tarde, así que voy a encontrar a Allie y llevármela. Gracias de nuevo —le digo mientras me levanto de la banca. Antes de que pueda dar dos pasos, Connor me tiene por el brazo y me giro hacia él. —Algo está mal contigo, y quiero saber qué es. Tal vez no te estás sintiendo muy bien, pero hay algo peor. Ni siquiera me miras a los ojos. ¿Acaso hice algo mal para hacerte sentir molesta? Miro a Connor y en ese momento el dolor es simplemente demasiado. —Te oí hablar con Samantha. Supongo que no me di cuenta de lo repugnante que me has encontrado, pero ahora lo sé, así que voy a permanecer fuera de su camino. —Me vuelvo a salir, pero Connor aún se aferra a mi brazo. Aprieta su mano alrededor de mi brazo cuando empiezo a alejarme. —¿Repugnante? Abby, ¿de qué estás hablando? Te encuentro lo más lejos posible de repulsiva. —Escuché lo que le dijiste a Samantha de mí —digo mientras trato de sacar mi brazo de su agarre. Tira de mí hacia él y me agarra por la cintura.
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Tengo que salir de aquí o me voy a humillar aún más por sollozar frente a él. Empujo contra su pecho mientras sigo luchando para escapar de su agarre. —Abby, por favor, escúchame. No me refería a eso. Déjame explicártelo —ruega. Coge mis manos contra su pecho. —Connor, por favor, déjame ir. Necesito encontrar a Allie. Quiero que me dejes sola —digo con una voz tan fría que suelta su agarre de mí. Mientras camino lejos de él, sé que mi corazón está completamente pisoteado.
No he dejado la casa desde que Allie y yo regresamos del Festival de Otoño. Cuando mis padres llegaron a casa el viernes, mi mamá me registró. Ella sabía, por mis ojos hinchados, que había estado llorando. Quería que hablara con ella, pero no pude, el dolor estaba aún demasiado cerca de la superficie. Ella merodeó todo el fin de semana, lo que en circunstancias normales me hubiera encantado. Hablé con Leah varias veces y ella sabía que algo estaba mal, también. Es solo que no sé cuánto decirle. Voy a tener que dejarlo y contarle, solo para sacarlo de mi pecho. Connor también ha llamado varias veces, pero he evitado esas llamadas como la peste. Es domingo por la noche y estoy sentada en mi cama leyendo, con la esperanza de que el Salem Lot de Stephen King aleje mi mente de todas esas cosas. Oigo un golpe en la puerta. —Abby, ¿puedo pasar? —pregunta mi mamá mientras asoma la cabeza por la puerta. Asiento, ella viene y se sienta en la cama a mi lado—. ¿Qué está pasando, Abby? ¿Qué pasó en el Festival de Otoño? —Tengo que hablar con alguien, y me rompo. —Es solo un chico, mamá. Le oí decir algunas cosas sobre mí —sollozo. Ella envuelve sus brazos alrededor de mí y solo me deja llorar. Nos sentamos así por un tiempo, y me doy cuenta de que ella estña frotando mi espalda tratando de consolarme.
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—Cielo, sé que duele ahora, pero muy pronto se irá, lo prometo. Dime, ¿qué dice ese chico? —le cuento toda la historia y ella simplemente me sostiene. Después de llorar por lo que parecen horas estoy tan cansada, así que mi mamá me mete en la cama y me besa la frente—. Te amo. Abby — susurra mientras sale de mi habitación.
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Capítulo 10 Traducido por Blinda y val_mar Corregido por *elis*
—A
bby, despiértate, cariño —me dice mi mamá cuando me sacude para despertarme. —¿Me dormí, mamá?
—Bueno, en cierta forma. Apagué tu despertador anoche. Decidí que necesitabas un día libre de la escuela. No solamente tú, la familia entera. —¿Qué? —Tendremos un día familiar. Recuerda que lo querías. Tu papá y yo decidimos que hoy era tan bueno como cualquier otro día. —Sigo mirando fijamente a mi mamá con la boca abierta porque esto no parece propio de ella. —Así que pensé que tal vez podríamos salir de compras a algunas tiendas y conseguirte un nuevo guardarropa de invierno. Podrías necesitar ropa nueva. También creo que una película sería divertido. ¿Qué piensas? —Suena genial, mamá. Solamente déjame mandarle un mensaje a Leah para pedirle que consiga mi tarea para mí, así no me atrasaré. —En cuanto mi mamá se marcha, me levanto y me siento mucho mejor que anoche. Todavía duele, pero hoy es soportable. Esto es justo lo que necesitaba. Mi mamá me supervisa impaciente y creo que lo hace debido a anoche. Allie y yo conseguimos algo de ropa nueva, pero lo que más me gusta es la conversación y las risas, como una familia. Me estoy probando una falda a la que mi mamá me ha forzado cuando decido que tengo que ser completamente honesta con ella. —¿Por qué no pasamos más tiempo juntos? Sé que están ocupados, pero si nos queremos deberíamos sacar tiempo para esta juntos, ¿no? — pregunto. —Cariño, sé que últimamente hemos estado ocupados, pero prometo que a partir de ahora voy a esforzarme más para estar contigo y con Allie.
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Este fin de semana, cuando te alteraste tanto, comprendí que no sé demasiado sobre tu vida. No me gustó el sentimiento y quiero que eso cambie. Ahora, quizás nunca podamos parecernos a los Sparks y sus noches familiares, pero quiero que seamos cercanos. —Ella se limpia los ojos cuando me mira—. Chicas, las quiero más que a nada, no hace falta que se lo diga. —Te queremos también, mamá. —Mi familia pasa el resto del día juntos como una familia unida de nuevo. Para el momento en que regresamos tarde a casa, siento la esperanza de que mis padres podrían tratar de involucrarse más con Allie y conmigo floreciendo dentro de mí. Podrían es la palabra clave. No quiero ser negativa, pero no puedo menos que preguntarme cuanto tiempo podemos mantener su interés antes de que nos olviden otra vez. He sido decepcionada tantas veces en el pasado que realmente va a tomar más de un día en familia resolver la cuestión de la confianza.
66 Blake y yo caminamos juntos hasta mi taquilla después de habernos encontrado corriendo después del primer período. Él está siendo tan considerado y agradable como yo; no sé si lo podré perdonar. Apenas puedo prestar atención a lo que dice porque miro para asegurarme que Connor está a una distancia segura de mí. No lo he visto aún, y es un don del cielo. Sé que mi suerte no se mantendrá todo el día. Siempre lo veo en la escuela, por lo general varias veces. Así que, desde luego, está pre— cálculo, donde estará en la misma habitación que yo. —¿Abby? —Blake agita su mano delante de mi cara—. ¿Estás bien? Parecías en la inopia durante un minuto ahí. —Lo siento, solamente estoy teniendo un momento complicado para centrarme hoy. —Realmente espero que ganemos esta noche en la competición de mates. He oído que Tucker High es duro —dice con un ceño sobre su cara. —Sí, creo que están invictos —respondo cuando veo a Connor enfilar el pasillo en nuestra dirección. Sabía que lo vería hoy, pero no comprendí que el dolor empeoraría. Pensé que había llorado hasta el punto de entumecerme, pero me equivoqué. Giro apresurada hacia los servicios más
cercanos. Tengo que alejarme de él. Sé que Blake probablemente piensa que soy una friki por alejarme a mitad de la conversación, pero no puedo enfrentar a Connor, no con mi corazón en pedazos. Me oculto dentro del cuarto de baño hasta oír el último timbre. Tomaré una detención antes que tratar con él. Apresuradamente, salgo de los servicios y al momento me siento aliviada cuando veo que el pasillo está vacío. Cuando comienzo a caminar hacia mi siguiente clase, me doy cuenta de que olvidé ir a mi taquilla en mi prisa por evitar a Connor. Justo me saltaría el ir, pero mi tarea y mi libro de historia de EE.UU están allí. Me concentro con tanta fuerza en agarrar mi material y llegar a la clase que no noto que alguien se apoya contra la pared al lado de mi taquilla. Cuando cierro de golpe la puerta de mi armario, veo los ojos de la persona que no quiero ver. —Abby, por favor, habla conmigo. Te he estado llamando desde el viernes. Te busque ayer todo el día, pero no viniste a la escuela. He estado loco de preocupación por ti. —Miro a la cara que todavía amo y al chico que posee mi corazón desde hace años, y me pregunto si realmente lo conozco. Intento girarme, pero avanza enfrente de mí. —No me voy a mover hasta que me escuches —amenaza. —Bien, supongo que tendré que encontrar otra forma de llegar a Historia —respondo mientras me giro y camino en la otra dirección. —Abby, necesito que comprendas lo que oíste. Por favor, dame la oportunidad de explicarme —suplica. —Quizás en otro momento —digo fríamente, aun cuando mi corazón sangra con cada palabra que dice. Camino sin mirar atrás.
—No puedo creer que perdiéramos —me quejo a Leah y a Miles—. ¿Qué infiernos nos pasó? —Bien, ninguno sabía la respuesta al último problema, eso es lo que pasó, Abby —dice Miles con una pequeña sonrisa.
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—Gracias por la información, listillo —le contesto. Río a mi vez, por lo que sabe que estoy solamente bromeando. —Abby, mira, ¿no están tus padres ahí? —pregunta Leah pareciendo desconcertada. Echo un vistazo en la dirección que señala y es bastante seguro que ahí están mis padres apoyándose en la puerta esperándome. —¿Mamá?,¿Papá? —los llamo mientras camino hacia la puerta—. ¿Qué están haciendo aquí? —Bien, sabíamos que tenías una competición esta noche. Pensamos que vendríamos a ver a nuestra hija brillando en acción —explica mi papá. —No estuvimos exactamente brillantes esta noche. Fuimos machacados —aclaro ceñuda. —Lo hiciste bien, cariño. No recuerdo cómo hacer la mitad de los problemas que tu equipo resolvió. Estoy realmente impresionada y orgullosa. Debe tomar mucho tiempo y esfuerzo estudiar para este tipo de competiciones —dice mi mamá hacía mí radiante. —Tu mamá y yo pensamos que podíamos salir a cenar y celebrar — sugiere mi papá. —Fuimos machacados, papá. No celebras cuando pierdes. —Sí, vamos a celebrar. Vamos a celebrar que nuestra hija es una de las estudiantes más inteligentes de High Sutherland —argumenta papá. Me ruborizo porque mis padres por lo general no hacen gran alarde de mí o de mis logros. Mi papá me agarra en un abrazo y me saca el aire. Mi mamá pone su brazo alrededor de mis hombros. —¿Estás lista, cariño? —Un segundo, tengo que agarrar mi chaqueta y mis llaves. Sigan adelante y vayan hasta el auto, los alcanzaré. Quiero decir adiós a todos adecuada y rápidamente —digo mientras salgo corriendo. Le explico a Leah que no puedo ir a Charlie’s con Miles y ella debido a mis padres y me despido con la mano de todo el equipo de Mateatletas mientras dejo la biblioteca. Comienzo a correr para alcanzar a mis padres cuando oigo a alguien decir mi nombre. Me vuelvo hacia la biblioteca y noto a Connor siguiéndome. —¿No tuvimos ya esta discusión, Connor? Realmente tengo que irme, mis padres me esperan.
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—Vine para verte esta noche. Lo hiciste genial —declara nerviosamente. —Perdimos. —Noto su mirada cansada y hay ojeras debajo de sus ojos, como si no hubiera estado durmiendo lo suficiente. No debería preocuparme por él, pero lo hago. Parece tan triste. —Pareces cansado —digo antes de que pueda pararme. —No he estado durmiendo muy bien esta semana. Abby, yo... —Mira —interrumpo—, tengo que irme. Mis padres esperan en el aparcamiento —le digo mientras corro hacia la puerta exterior. —¿Abby, estás bien? —me pregunta mamá cuando entro en el auto. Debe haberme visto hablando con Connor. Asiento luego me giro para mirar hacia fuera de la ventanilla. Durante el resto de la tarde, mamá y papá pasan el tiempo simplemente intentando conocerme y averiguando sobre las partes de mi vida que se han perdido. No sé si puedo olvidar su falta de interés, pero sus esfuerzos de esta semana me ayudan a perdonarles y me dan esperanza para seguir adelante. Después de la cena, mis padres me llevan de regreso a la escuela para conseguir mi auto. Cuando abro la puerta, veo una hoja de papel doblada bajo mi limpiaparabrisas. En cuanto la agarro, sé que es de Connor. Abby: Lo siento, y sé que lo arruiné. Por favor, dame una oportunidad para explicarme. Te extraño. Connor. Doblo la nota y la meto en mi bolsillo. En el trayecto a casa, pienso sobre Connor y toda la situación. Al menos algún punto, ya podría estar lista para escuchar pero no ahora. Aún duele demasiado estar cerca de él. Una vez que el dolor disminuya un poco, seré capaz de tratar con él en una forma lógica. Hasta entonces, yo seguiré evitándolo y él disculpándose.
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El sufrimiento el resto de la semana continúa cada vez que le echo un vistazo a Connor. Me encuentro forzándome en las pequeñas maneras que encuentro para evitarlo. Tomo diferentes rutas a clase para asegurarme de que no nos cruzamos en el pasillo. Voy a mi casillero solo antes y después de la escuela. Sin embargo, no puedo evitarlo en pre—cálculo, quiero decir, está en el mismo salón. Él sabe que lo hago, así que ha decidido intentar una nueva táctica. Se pasa al asiento junto al mío, así que era imposible ignorarlo. Puedo decirlo por las miradas que dirige en mi dirección durante la clase de matemáticas lo que mis evasivas consiguen con él. Para el viernes, parece exhausto y arruinado. Mi corazón llora ante su mirada, tan desalineada e infeliz. Aunque cada vez que lo miro siento lastima por él, puedo recordar sus crueles palabras en el Festival de Otoño, y reafirmo mi resolución para evitarlo. La situación se sale de mis manos cuando mis padres hacen un anuncio esa semana. —Tenemos algo que decirte —dice papá—. Como sabes, tu mamá y yo celebramos nuestro vigésimo aniversario de bodas un par de semanas atrás. Ambos decidimos que desde que era el gran 20 necesitábamos hacer algo grande. Vamos haciendo un viaje, solo tu mamá y yo. Vamos a Hawaii. Estaremos fuera toda la siguiente semana. Quería darte la noticia de que te quedarás con los Sparks. No puedo creer que estemos con los Sparks. Eso significa Connor por una semana. He estado evitándolo en la escuela, pero eso será imposible si estoy viviendo en la misma casa. Mis padres saben que un chico me lastimó, pero nunca les dije quién. Si les dijera que fue Connor, cambiarían sus planes. Miro hacia mamá y papá, pero lucen tan felices y emocionados sobre hacer este viaje juntos. Puedo sobrevivir una semana con Connor por ellos. Han estado luchando por nuestra familia, y haré lo mismo por ellos. —Querida, ¿no estás emocionada? Una semana completa con Leah — pregunta mi papá perplejo por mi reacción del anuncio. —Por supuesto, estoy emocionada —miento.
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—No puedo creer que te quedes con nosotros por una semana entera. Estoy tan emocionada —dice Leah mientras brinca sobre su cama. Esta es la primera vez que he estado en la casa de los Sparks desde el Festival de Otoño. —Lo sé, yo también. No puedo creer que mis padres se vayan a Hawaii en un par de días. Allie está tan animada sobre estar contigo. Piensa que va a ser una gran fiesta de pijamas. —Adoro a tu hermanita. Mamá dice que vamos a dormir en la habitación disponible del pasillo. Explicó que si te permitía dormir aquí, hablaríamos toda la noche. Estuve de acuerdo. —¿Cómo van las cosas con Miles? —De maravilla —Suspira—, es tan dulce. Entonces, ¿cuándo vas a contarme la historia completa sobre Connor y tú? Le pregunté los detalles, pero solo me gruñó. Quiero decir, me gruñó de verdad. Estuvo tan malhumorado la semana pasada que tuve que mantener mi distancia. — Ella se encoge de hombros y rueda los ojos. —Realmente no hay nada que contar. Tuvimos una discusión, eso es todo. —¿Sobre qué fue la discusión? Siempre eres tan vaga —se queja. —Él hirió mis sentimientos —digo tristemente. Aún me hace querer llorar cuando pienso en ello. Ambas nos volteamos hacia la puerta cuando escuchamos un golpe. —¿Si? —grita leah. —Leah, ¿has visto mi camiseta negra de fútbol? Sé que te gusta usarla — dice Connor mientras abre la puerta. Sus ojos se ensanchan cuando me ve sentada en la cama de Leah—. Abby, no sabía que estabas aquí. ¿Cómo has estado? —me pregunta nerviosamente. —Bien. Bueno, Leah, tengo que correr. —¿Por qué? —pregunta—. No has estado aquí por mucho. —Mi familia va a salir a comer. Trataremos de pasar algún tiempo juntos antes de que mis padres se vayan a su viaje. Te hablare más tarde. Adiós, Connor —digo mientras lo empujo al pasar por la puerta. —Abby, espera un momento por favor —susurra Connor mientras paso. Cuando lo ignoro, lo escucho seguirme por las escaleras. Sé que está justo detrás de mí mientras dejo la casa de los Sparks.
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Cuando llego a mi auto, finalmente me doy la vuelta y digo: —¿Qué quieres? —Te extraño. Solíamos salir, y ahora es como que me hubieras sacado de tu vida. Te extraño más de lo que nunca podría pensar. —¿Por qué me extrañas? Quiero decir, déjame ver si puedo recordar tus palabras. “Es la mejor amiga de mi hermana menor. Tengo que ser bueno con ella”. Entonces hiciste un punto al hacer divertido cómo me veía. ¿Por qué dirías eso a menos que lo quisieras decir? —digo mientras mis ojos comienzan a aguarse. —Por favor, solo escucha —dice Connor frenéticamente—. Samantha hacía todas esas preguntas sobre tú y yo. No sabía cómo responderlas. Entré en pánico y solo dije eso. Me encanta salir contigo. Por favor, perdóname, no puedo soportar que estés enfurecida conmigo. —No lo sé. Es solo no sé si puedo creer en ti. Tengo que irme. —Salgo de la entrada de autos y veo en mi espejo retrovisor a Connor. Todavía está parado en el mismo lugar, y la mirada de su rostro hace que parezca que le he destruido.
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Capítulo 11 Traducido por PrisAlvS Corregido por Blinda
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is padres se fueron esta mañana hacia Hawaii y mi semana con los Spark empezó. Connor no se me ha acercado desde el altercado en la entrada, aunque he estado pensando mucho en él. Parecía genuinamente molesto por la situación, quizás debería darle otra oportunidad. Me da miedo ser su amiga y preocuparme porque mis sentimientos por él regresen. Pasaré esta semana día a día y veré qué sucede. Allie y yo nos estamos quedando en el cuarto de invitados al final del pasillo, frente a la habitación de Leah. Mi ropa cuelga en el armario, junto a la de Allie. Se siente tan raro estar lejos de casa, incluso sabiendo que está al doblar la esquina. La Sra. Spark nos llama a cenar. Creo que no hay forma de aplazar lo inevitable: ver a Connor. Mientras entramos en el comedor me alegro al ver a Leah sentada en su silla habitual, sonriéndome. —Entonces, ¿cómo se siente ser un Spark por una semana? —Ríe. Pongo los ojos en blanco, a veces es muy cursi. —Gracias de nuevo por dejarnos a Allie y a mí quedarnos aquí. Realmente lo apreciamos —digo mientras Connor entra y se sienta frente a mí. Me mira por un segundo y luego aparta la mirada. Bueno, no hay momento como el presente para enmendar la distancia—. Connor, ¿cómo va el fútbol? — pregunto con una pequeña sonrisa. Él me mira momentáneamente sorprendido y luego me sonríe. —Bien, pero te extrañé en los dos últimos partidos. —Leah y sus padres parecen confundidos por la oración. —Hijo, estabas jugando, ¿cómo sabías que Abby no estaba ahí? — pregunta el Sr. Spark. —Siempre noto cuando llegáis a la cancha y luego siempre veo a Abby con ustedes. No estuvo ahí las últimas dos semanas. Extrañé que estuviera
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ahí. —Leah y sus padres continuaron miran a Connor con expresiones sorprendidas. Hora de cambiar de tema. —La última competición de matemáticas es esta semana. Me alegra que terminemos la temporada. No puedo soportar tantas matemáticas —dice Leah con un bufido. Asiento, totalmente de acuerdo. —Allie, estás algo callada. Cuéntanos sobre tu día en la escuela —pide la Sra. Spark. Sonrío y niego con la cabeza, porque en cuanto Allie empieza a hablar no hay forma de detenerla. Es tan enérgica y fácil de amar que al final de su historia todos en la mesa están riendo. Después de la cena me disculpo para irme a mi habitación temporal a terminar mi tarea. Estoy trabajando en matemáticas cuando llaman a la puerta. Leah mete su cabeza por la puerta. —Oye, ya que el miércoles es el día del profesor, Miles y yo vamos a ir al cine mañana por la noche. Creímos que podrías querer ir con nosotros. ¿Te gustaría ir? —Odiaría ser la tercera en discordia, pero no he ido al cine en mucho tiempo. ¿Está bien si voy? —Claro que sí. No te habría preguntado si no fuese así, tonta. —Leah ríe y se va de la habitación.
Justo me estoy cambiando de ropa cuando escucho el timbre sonar. Miles debe haber llegado para ir al cine. Tomo mi cartera y bajo las escaleras a tiempo para ver a Connor llegar de su entrenamiento de fútbol. Sé que me hirió, pero últimamente ha sido realmente dulce conmigo. Mi corazón todavía da un vuelco al verlo. Está sudado y sucio, pero de alguna forma sigue siendo atractivo. Intento apartar a mirada antes de que me atrape mirándolo. Me ve bajar por las escaleras y luego mira a Miles y Leah. —¿Adónde van, chicos?
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—Al cine —responde Leah sin apartar los ojos de Miles. Sonrío mientras los observo. —¿Puedo acompañarlos? —pregunta Connor mirándome. —Depende de Abby. Ella sería la que más te hablaría —replica Leah. —Entonces, Ab, ¿puedo ir? —pregunta Connor dubitativamente. Nos miramos sabiendo que si digo que sí lo estaré perdonando por completo. —Por mí está bien —digo, y le sonrío. Él suelta el aire al escuchar mi respuesta, como si hubiese esperado que dijera que no. Me sonríe y luego se apresura escaleras arriba a cambiarse. Mientras pasa a mi lado aprieta mi brazo antes de continuar su camino hacia su habitación. En cuanto llegamos al cine, me siento junto a Leah y espero a que empiece la película. Antes de poder parpadear, veo a Connor caer en el asiento junto a mí. Mi corazón da un vuelco por su cercanía. Está tan cerca que huelo su colonia. Dios, huele bien. Le miro hacia y él me contempla con una genuina expresión de felicidad. —¿Qué piensas justo ahora? —le pregunto, porque parece tan feliz en este momento que no lo puedo resistir. —Solo estoy contento de estar sentado junto a ti y escuchar tu voz. —Se ruboriza y aparta la mirada. —Creo que nunca te he visto sonrojar antes, Connor —me río. Se siente tan bien estar molestándolo—. Así que, ¿qué has hecho esta semana? — pregunto. —¿Además de extrañarte? —Me guiña un ojo—. No mucho, solo fútbol y cosas normales. Me pregunto si una cosa normal es Samantha, pero me rehúso a preguntar. Solo somos amigos y esta vez intentaré mantenerlo en mente. —Abby, ¿puedo preguntar algo? —Asiento y lo vuelvo a mirar, espero su pregunta—. ¿Qué pasó con Blake? —Solo éramos amigos, eso es todo. ¿Por qué preguntas? —No lo sé, solo me sorprendió que no te atrapara cuando tuvo la oportunidad. Empezó a salir con Sarah poco después de que salieran. ¿Estuviste bien con eso o necesito golpearlo? —Río y niego con la cabeza.
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—No, Blake y yo solo somos amigos. No hubiese funcionado entre nosotros —explico. Connor parece más confundido que nunca—. ¿Qué hay de ti? ¿Samantha y tú siguen juntos? —No, eso terminó después del festival. No era una buena persona. Debí haberos escuchado a ti y a Leah. —Siempre tengo razón, Connor. Siempre deberías escucharme. —Río cuando lo veo poner los ojos en blanco. Nos miramos mientras las luces se apagan y la película comienza. Me recorre un escalofrío al pensar que estoy sentada junto a Connor en el cine. —¿Tienes frío? —dice mientras pone su chaqueta sobre mis piernas. Me acurruco en su chaqueta sabiendo que eso no ayuda con mi enamoramiento. Su chaqueta lleva su esencia, y descanso la nariz contra el cuello para poder inhalarla por completo. Me muevo para tomar un paquete de dulces que metí en mi bolsillo, mi cartera cae al suelo y mi cambio se dispersa bajo los asientos. Leah y Miles ríen y se hacen callar al mismo tiempo. Connor y yo nos arrodillamos para tomar las monedas que encontramos. Ambos nos estiramos para agarrar la misma moneda y terminamos golpeándonos la cabeza con fuerza. —¡Ay! Eso no se sintió bien —digo masajeando el punto sobre mi ojo izquierdo en el que su cabeza se dio contra la mía. —Abby, realmente quiero… —empieza, pero es interrumpido cuando Leah me lanza una moneda que encontró en el suelo. Dejamos caer las manos y nos acomodamos en nuestros asientos. Leah nos mira interrogativa. —¿Qué sucede? —murmura. Solo me encojo de hombros y regreso a la película. Connor me vuelve a mirar y sonríe. ¿Qué demonios está sucediendo? ¿Connor acababa de insinuárseme? No lo entiendo para nada. ¿No me insultó la semana pasada? Y ahora esto. ¿Qué está pasando por su cabeza? Después de la película me aseguro de que nada más caiga de mi cartera. Cuando me dirijo hacia la salida, veo a Connor esperándome. Miles y Leah ya están caminando hacia el auto de Miles. Cuando alcanzó a Connor él me sonríe y caminamos juntos hacia el auto. Estamos tan concentrados en el otro que no vemos a Samantha observándonos y caminando hacia nosotros. —¡Connor, oye! ¿Qué haces? —Ella corre y une su brazo con el de él. Me mira de arriba abajo y luego ríe—. ¿Realmente estás aquí en una cita con ella? —pregunta con un bufido hacia mí.
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Connor me mira intranquilo y luego se aclara la garganta como si le resultara difícil salir con una respuesta. Ella es tan insultante con sus palabras y miradas, aun así él no dice nada. Eso realmente me dice mucho. Camino hacia Leah moviendo la cabeza. ¿En qué estaba pensando? Connor interesado en mí, sí, claro. Echo un vistazo hacia Connor y él sigue hablando con Samantha. Probablemente le da otra excusa sobre por qué camina conmigo o que no era una cita; ni siquiera debería estar molesta. Él no hizo nada malo, pero sigue hablando con ella. Me subo al asiento trasero y escucho a Miles y Leah hacer planes para mañana, ya que no tenemos clases. Poco después, Connor se desliza en el asiento junto a mí y me observa. Mantengo los ojos fijos en la ventana, aunque lo siento observándome. El camino hasta casa es uno de los más largos de mi vida. Nunca había entendido cuán callado podía ser el silencio hasta ahora. Tan pronto como nos detenemos frente a la casa de los Spark, salto del carro y me despido de Miles mientras camino hacia la puerta. Una vez dentro me dirijo hacia mi habitación temporal para ver a mi hermana y escapar de Connor. Mi hermana aparta la mirada del libro en cuanto entro. —¿Cómo estuvo la película? —Bien. ¿Qué hiciste esta noche? —pregunto, aunque mi mente está en el chico en su habitación al otro lado del pasillo. —Vi la televisión por un rato, luego empecé a leer mi libro de texto. Estoy un poco atrasada y tiene que leerse en dos semanas —dice Allie mirándome de forma extraña—. ¿Me estás escuchando siquiera, Abby? —¿Qué preguntaste? Perdón, mi mente estaba vagando. —Me dirijo hacia el baño para lavarme el rostro y cepillarme los dientes—. ¿Entonces, cuáles son tus planes para mañana, Allie? Todo un día sin escuela —grito. —Oh, mi amiga Kristy me invitó a ir al centro comercial un rato. Los Spark dijeron que estaba bien. —Se encoge de hombros—. Oh, por cierto, mamá y papá llamaron mientras estabas en el cine. Dijeron que lo están pasando muy bien y que han tomado muchas fotos. Hoy fueron a escalar. Dijeron por lo menos tres veces cuánto nos extrañaban y que el siguiente viaje sería familiar. —Sonríe. Sonrío al pensar en mis padres en Hawaii. Han cambiado en el último mes. Esta semana nos han llamado a diario. Solía tener días en los que creía que no les importábamos Allie y yo. Realmente están intentando hacerlo mejor, y los amo más por eso. Mi mente se siente sobrecogida y confundida por Connor y sus acciones. Agarro El Misterio de Salem’s Lot esperando perderme en sus páginas. Después de leer la primera página tres veces, me doy por vencida y cierro los ojos. Quizás todo sea más claro por la mañana.
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Capítulo 12 Traducido por TsuParthenopadeus & Gaz Corregido por Blinda
A
utomáticamente entro en pánico cuando despierto y veo el despertador. Son las 8:30, dormí demasiado. Salto de la cama y empiezo a agarrar ropa para ponerme.
—¿Qué estás haciendo, Abby? —murmura mi hermana desde su lado de la cama. —Dormimos demasiado. ¡Vamos muy tarde para la escuela! ¡Levántate! —Abby, es día de fiesta, ¿recuerdas? Sin escuela. —Escucho una leve risa aún cuando su cara está cubierta por la almohada—. Ahora cállate para poder volverme a dormir. Me pongo uos pantalones holgados y una sudadera y bajo las escaleras para desayunar. Veo una nota del Sr. y la Sra. Sparks diciendo que se han ido ya a trabajar y que tengamos un buen día. Supongo que solo estamos los adolescentes en casa. Me sirvo algo de cereal y luego me dirijo hacia la sala para tomar mi desayuno mientras veo televisión. Cuando me giro para sentarme en el sofá, noto que Connor ya está ahí tumbado. Demasiado tarde para correr, así que me siento en el reclinable de al lado. —Te has levantado más temprano de lo que pensé —dice mientras se incorpora sobre el sofá. Es tan lindo recién levantado. Su rubio cabello desgreñado está pegado en algunos lugares, y él se encuentra descalzo. Sé que los pies son normalmente feos, pero los de Connor no, incluso sus pies son sexys. Lleva camiseta y shorts. Desearía poder verme así de bien cuando me despierto. No puedo decir cómo me veo, apenas me miré en el espejo. Solo me puse ropa y me recogi mi pelo enredado en la nuca. —Sip, olvidé que era día de fiesta. Entré en pánico porque era tarde para la escuela. Allie básicamente me echó de la habitación para poder seguir durmiendo. Tú también te has levantado temprano. Creí que era la única despierta.
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—Nop. No pude dormir muy bien anoche, seguía pensando en anoche y Samantha. —Oh, eso es justo lo que quería escuchar de él. —¿Deseando no haber roto con ella? —pregunto, mientras tomo una gran cucharada de cereal. —Ese pensamiento ni siquiera cruzó por mi mente. —Se ríe—. En verdad es una persona horrible, y parece que le desagradas en serio. —Sip, el ponche de frutas tiene ese efecto en la gente. —Me fuerzo a reír. —Esta vez no creo que tenga nada que ver con el ponche de frutas — contesta Connor. —Bueno, ni siquiera le hablo, así que realmente necesita retirarse. Además, ¿qué con todos esos pequeños insultos a todas horas? Me defendería, pero no creo que ayude. Creo que lo vería como un pequeño desafío por mi parte. Supongo que es mejor simplemente alejarse. —Connor diría algo si fuera mi amigo de verdad, pero no puedo descifrarlo últimamente. —No me refiero a eso, Abby —corrige Connor—. Creo que tiene otra razón para odiarte. —¿Cómo qué? Es una de las chicas más bonitas de la escuela, mientras que yo soy la señorita Plain Jane2. Es popular y sale con chicos guapos, mientras que yo soy probablemente la más sosa de toda la escuela. Sip, en realidad soy alguien de quien estar celosa. —Connor comienza a reír y me pone los ojos en blanco. —¿En serio no tienes ni idea? Eres inteligente y divertida y… —Se detiene y traga como si las palabras estuvieran atrapadas en su garganta. —Dejaste fuera la parte donde apenas puedo caminar. Esa es probablemente mi cualidad más atractiva. —Sonrío hacia él, quien aún parece nervioso por alguna fuerza invisible—. ¿Estás bien? Parece que apenas puedes respirar. ¿Necesitas agua o algo? —Algo —dice incómodamente. Escucho pasos y me giro para ver a Leah entrando en la habitación, no del todo despierta. Se arrastra hacia el sofá y se sienta. —Así que, ¿qué van a hacer hoy, chicos? —murmura contra el cojín del sofá.
Plain Jane: programa de televisión en el transforman a chicas “promedio” en bellezas para que puedan conseguir al chico de sus sueños. 2
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—No tengo ningún plan, en realidad, aparte de hacer la colada. Mi camisa de los Mateatletas está sucia y la necesito para mañana, así que decidí que voy a lavar algo de mi ropa y de la de Allie, además de leer y ver televisión. ¿Qué hay de ustedes, chicos? —Miro a Connor y Leah. —Miles me invitó a un picnic. Es tan romántico algunas veces —suspira. —Yo tengo entrenamiento de fútbol en 30 minutos, además de eso, en realidad, no tengo ningún plan, probablemente solo andar de vago por casa —dice echando un vistazo a su reloj—. Creo que debería prepararme y salir, la práctica empieza pronto. Las veo después —añade mientras se levanta y camina hacia las escaleras. Cuando deja la habitación, mira sobre su hombro hacia mí con una sonrisa, como si acabara de descubrir algo, y le sonrío a mi vez porque no puedo evitar despedirme de él.
Después de que Leah y Allie dejaran la casa, me paseo cuarto por cuarto, sin rumbo fijo. Miro en las estanterías de los Spark, donde están las fotos familiares. Leah y Connor a su paso por primaria y secundaria, es como una línea del tiempo en fotos. Mientras veo foto a foto, sé que necesito escapar durante el día. No puedo pasar todo el día aquí, en casa de Connor. Tomo las llaves de mi auto y me dirijo hacia mi Jeep en el camino de entrada antes de darme cuenta de que no me he puesto los zapatos. Corro de vuelta, me pongo zapatos y agarro mi chaqueta y mi bolso. De camino a la puerta, escribo una nota que dice que volveré más tarde. Me siento frente al volante preguntándome adónde puedo ir, y alzo la vista: el cielo está despejado y azul. Desearía que mis sentimientos por Connor fueran claros. Saliendo del camino de entrada, me dirijo al pueblo. Le echo un vistazo a Charlie’s y decido que un batido es justo lo que necesito, así que estaciono y entro al comedor preguntándome por qué estoy aquí sola. Sin enfocarme en ninguno de los presentes, voy hacia uno de los reservados del fondo. Mi mente está tan preocupada que no veo que algunos del equipo de fútbol están comiendo en el reservado enfrente del mío. La camarera toma mi orden y continúo mirando el lugar. En un segundo, Blake se lanza al asiento frente a mí.
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—Hola, Abby, ¿estás bien? Te quedaste en blanco. —Miro a Blake y me pregunto desde cuándo toda mi vida se ha convertido en lo que un chico piense de mí. —Más o menos, tengo un enamoramiento con Connor —le suelto. —Sip, como que descubrí eso hace semanas —dice. —No sé qué hacer al respecto. Ha sido un imbécil conmigo últimamente, tal vez no lo conozco de verdad. Creí que lo había perdonado, pero es como si no pudiera entrar en razón. —Yo te perdoné por ignorarme. ¿Cuál es el punto de guardar rencores? ¿Te hace sentir mejor, Abby? —Estoy triste. No quiero estar enojada con él, pero parece que no puedo evitarlo. —¿Se lo has dicho? —Algo, me asusta decirle la verdad. Lo que hizo aún me duele porque significa mucho para mí. Creo que prefiero conservar su amistad que lidiar con su rechazo. —Abby, ¿dónde está la chica que saltó en el asiento del autobús y me invitó a salir? Deja de asustarte. Toma la oportunidad, y, si te rechaza, al menos lo sabrás y podrás seguir adelante. —Sip, suena como un buen consejo, desearía poder ser tan valiente. —La chica del autobús era así de valiente. Solamente ve a por ello —dice Blake mientras sale del reservado y camina hacia sus amigos. Miro alrededor del restaurante por primera vez, y veo que algunos jugadores de fútbol están comiendo. Busco una cabeza rubia greñuda comiendo cerca. Le echo un vistazo a la puerta justo cuando Connor entra y camina hacia Blake y sus amigos. Lo miro mientras se sienta y se ríe con ellos. Debe sentir que lo observo porque se gira y me mira directamente. Sonrío y salgo de mi cabina, para dirigirme en su dirección. Me encuentra a medio camino. —Creí que ibas a quedarte en casa. —Decidí que quería un batido, así que aquí estoy. Estoy feliz de verte. — Trago y tomé una respiración profunda. Aquí voy—. Estaba preguntándome si querías hacer algo hoy. —Sus ojos se entrecierran y luego me sonríe dudoso.
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—¿Solo tú y yo? ¿Es una cita? —pregunta. —Sip, solamente tú y yo. —digo, sin responder deliberadamente a su segunda pregunta. —¿Que tienes en mente? —Podemos hacer lo que sea. Podemos ir a los bolos, al cine o a nadar a Blue’s, tú eliges. —Bueno, fuimos al cine la otra noche, así que tal vez a los bolos. Suena divertido. —Está bien, suena como un plan. ¿Necesitas ir a casa? —digo, porque aún lleva la ropa con la que dejó la casa antes del entrenamiento de fútbol. —Sí. Necesito tomar una ducha y cambiarme de ropa. ¿Y si nos marchamos de mi casa como en una hora? —pregunta. —Vale, estaré allí esperándote. —Nos sonreímos. Regresa con sus amigos un segundo y luego camina hacia la puerta para irse. Mira sobre su hombro y dice adiós con la mano. Me siento de nuevo en mi reservado mientras la camarera trae mi batido. Le doy las gracias y me siento en shock. Connor y yo vamos a salir solos. No puedo creer que esto esté pasando.
Miro en mi armario buscando algo que sea atractivo pero que luzca como si no hubiera puesto mucho esfuerzo en el conjunto. Finalmente me decido por unos jeans y una camiseta gris ajustada. Me siento en el sofá del salón esperando a que Connor termine de prepararse. Decidir qué canal ver me mantiene ocupada hasta que finalmente me detengo en NCIS, deseando que mantenga mi mente ocupada. Me siento nerviosa y mis manos están comenzando a sudar. Lo siguiente que sé es que oigo pasos bajando por las escaleras y que Connor cae a mi lado con su brazo sobre el respaldo del sofá. Apoya los pies sobre la mesita y se pone cómodo. —¿Te importa si solo nos sentamos aquí un momento? El entrenamiento de fútbol fue duro. Solo quiero relajarme un segundo o dos. —Difícilmente puedo prestar atención a sus palabras mientras me acaricia el cuello.
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—Está bien, no te apresures. Si prefieres quedarte en casa, no tenemos que ir a ninguna parte —respondo, deseando que no cancele nuestros planes. —No, quiero hacer algo, pero quiero sentarme por un momento —dice, mirándome. Sigue observándome, como si estuviera tratando de formar un puzzle. Nuestros ojos se encuentran y su mirada va a mi boca. Mueve su mano del brazo del sofá hasta mi pelo. Siento escalofríos bajar por mi espalda, y mi corazón late tan fuerte que estoy segura de que él puede escucharlo. Su otra mano comienza a jugar con los dedos de mi mano derecha. Solo sus dedos y ya me estoy volviendo loca. —Abby —dice tomando una respiración profunda—, he estado pensando… —Leah y Miles entran en casa en ese momento exacto. Connor suelta mi mano y deja escapar un jadeo mientras pone los ojos en blanco. Le escucho murmurar algo para sí mismo pero no puedo distinguir las palabras. Desearía poder hacer que Leah y Miles desaparecieran. ¿Por qué tenían que venir a casa ahora? —¿Qué están haciendo, chicos? ¿Viendo la televisión? —pregunta Leah. —Sí, genio, ¿no lo ves? —contesta Connor sarcásticamente. —Bueno, empezó a llover, así que nada de picnic. Imagino que solo saldremos con ustedes, chicos. ¿Se van a quedar vagueando en casa o quieren salir y hacer algo con Miles y conmigo? —No puedo creer mi suerte. Finalmente me olvido de los nervios y le digo a Connor de hacer algo y no puedo deshacerme de mi mejor amiga. Él mira hacia mí con el ceño fruncido. —Bueno, Connor y yo pensábamos en ir a los bolos. —Connor me frunce el ceño. —Eso suena perfecto para un día lluvioso. Gran idea, chicos. —Leah me da una sonrisa—. ¿Están listos para irse? Mientras me levanto, Connor me agarra el brazo y susurra—: Entonces, ¿imagino que “solamente tú y yo” se va por la ventana cuando Leah aparece? —Sale antes de que pueda responder. De camino a la bolera, echo un vistazo hacia Connor. Me lanza una mirada molesta. Le saco la lengua y recompongo mi cara. Él se ríe y se inclina hacia mi oreja—: Un día te tendré para mí solo. —Mis mejillas se sonrojan y me recorre un escalofrío. —¿Es una amenaza, Connor? —susurro mientras inhalo su olor. Siempre huele tan bien. Cierro los ojos y trato de pensar en algo aparte de cuánto
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quiero besarle en este momento. Cuando los abro, me está mirando con una mirada extraña. Empiezo a preguntarme si, tal vez, sabe lo que estoy pensando. Me da un guiño mientras Leah se gira y anuncia que es hora de jugar. La bolera está ajetreada considerando que es miércoles, pero, otra vez, no hay mucho que hacer en nuestra ciudad. Leah se sienta a mi lado mientras me cambio los zapatos, y me dedica su mejor fruncimiento de ceño. —¿Está pasando algo entre mi hermano y tú? —No que yo sepa, ¿por? —Por nada, solo una sensación que tuve antes. Abby, sé que te gusta, pero ten cuidado. No quiero que salgas herida. Connor sale con un montón de chicas diferentes. —Sé que lo hace. Solo pasábamos el rato y, ya que estábamos aburridos, pensamos que jugar a los bolos sonaba bien. —No hay ninguna razón por la que tenga que decirle a Leah que yo le pedí salir. Tiene razón sobre Connor saliendo con un montón. Realmente no estamos en la misma liga. Quiero decir, yo difícilmente consigo una cita mientras que él sale con una chica diferente cada semana. Leah asiente, pero sé que va a observarme como un halcón. Mientras Leah se va a sentar con Miles, Connor se desliza en la silla a mi lado. —Eh, tengo una idea. Vamos a hacerlo más divertido, ¿qué te parece una apuesta? El perdedor tiene que hacer algo por el ganador —Vale, tú primero. ¿Qué consigues si ganas? —Sé lo que quiero, pero digo que no nos lo contemos hasta que termines. Así será una sorpresa. —No puede ser algo demasiado humillante. —Le lanzo una mirada feroz. Él solo sonríe y pone su brazo alrededor de mis hombros. Me acerca a su hombro y me abraza a su lado. Baja la mirada hacia mí, con una mirada perversa. —Abby, ¿haría yo algo como eso? —Él se ríe y se acerca a mi oreja—: Definitivamente, voy a ganar. —Difícilmente puedo respirar con él manteniéndome tan cerca. Mientras se aleja, siento su mano bajar por mi espalda y mi culo. Le miro, pero él aleja la mirada. —¡Connor! ¿Acabas de…?
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—¿Qué he hecho? —dice inocentemente. Tal vez lo imaginé. Mientras vuelvo hacia nuestro carril de nuevo, vislumbro a Connor sonriendo para sí. Voy hacia él y le golpeo en el pecho. —Sabía que hiciste eso a propósito. —Él ríe. Le lanzo una mirada feroz y murmuro—: Mantén tus manos para ti. —Me siento un poco agitada sobre él tocándome así. Quiero decir, quiero sus manos sobre mí, pero me tomó completamente por sorpresa. —Lo haré —dice antes de agarrar una bola e ir hacia nuestra pista.
Una cena con los Spark es siempre una velada vivaz, y esta noche no fue la excepción. Allie relató su viaje al centro comercial, incluyendo una descripción detallada de todas las cosas que se compraron. El Sr. y la Sra. Sparks escucharon con una expresión de paciencia y amor por los niños. Leah les dijo acerca de nuestra partida de bolos y como Connor nos pateó a todos. Nunca habría apostado si hubiera sabido que era tan bueno. Puse los ojos solo de pensarlo. Connor captó la mirada y me sonrió sabiendo lo que estaba pensando. Después de la cena, me ofrecí a lavar los platos. Oigo a alguien silbar y miro por encima de mi hombro mientras Connor entra en la cocina. —¿Qué quieres? —Me estaba preguntando si ahora era un buen momento para recoger mis ganancias —alardea. —Sí, seguro, ¿qué quieres? —me río mientras termino con el último plato. —Quiero que te des la vuelta y cierres los ojos. —¿Por qué? —Solo hazlo. Me lo debes —demanda levantando las cejas. Camina hasta estar junto a mí, sin sacarme en ningún momento los ojos de encima. Se para justo delante de mí. Está tan cerca que puedo sentir el calor de su cuerpo.
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—No, tienes que decirme que vas a conseguir, ¿y por qué voy a cerrar los ojos? —Quiero besarte. Trago y tomo una respiración profunda. Trato de encontrar algo que decir, pero mi mente está completamente aturdida y vacía. Le miro a los ojos y veo que no soy la única que está nerviosa. Antes de que pueda decir nada, coloca las manos en mis caderas y se acerca más. Inclina su frente contra la mía, como si me estuviera dando tiempo para alejarme si quiero. Le miro a los labios y me siento tan nerviosa que me muerdo el labio. Connor gime y pasa suavemente su pulgar por mi labio inferior. Se inclina hacia adelante y toca suavemente sus labios con los míos. Me agarro a sus brazos para no perder el equilibrio, ya que todos los músculos de mis piernas simplemente se han vuelto líquidos. Connor aprieta su control sobre mí y murmura algo en voz baja acerca de tratar toda la semana, antes de profundizar el beso. Estoy totalmente perdida en el beso y mi cuerpo comienza a temblar. Por último, Connor se aleja y solamente me mira con incredulidad. Nos seguimos mirando en silencio hasta que oímos a Leah caminando hacia la cocina. Connor se aleja de mí y luego se da la vuelta y sale de la cocina sin decir una palabra.
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Capítulo 13 Traducido por Mokona & Gaz Corregido por Pily
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e siento en la mesa del comedor mientras Leah corretea hacia el refrigerador. Ella mira hacia mí e inmediatamente se congela. Yo aún estoy tratando de recuperar el aliento después que Connor me besara. —Eh, ¿estás bien? La miro por un segundo y sigo tomando profundas inspiraciones. ¿Debo decirle la verdad o guardarlo para mí? ¿Qué podría hacer ella? ¿Significó algo ese beso? —Sí, estoy bien. Solo pensando en cosas, nada importante. Continuó mirándome perpleja. —Estas ocultándome algo. Te conozco, y algo sucede. Escúpelo —exigió ella. —Leah, no es nada. —busco alguna manera de distraerla—. ¿Miles y tu son oficialmente pareja? —Sé lo que estás haciendo. Crees que puedes distraerme hablándome de Miles. Soy tu mejor amiga, Abby, sabes que puedes hablar conmigo de lo que sea. ¿Es sobre tus padres? ¿Qué hicieron ahora? —No, mis padres están bien. Hablé con ellos más temprano y están pasándola bien. Estaban hablándome sobre un luau al que fueron. Han estado diferentes últimamente, mejor. —Le sonrío. —Me alegro, necesitan ser mejores. Nunca dije nada, pero siempre pensé eso. —Se encogió de hombros. —Gracias Leah, eres una gran amiga —digo mientras la abrazo—. Bueno, es mejor que vaya y revise a Allie. También necesito terminar mis tareas, especialmente la de matemáticas. Tenemos nuestra última competición
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mañana. Amo pasar tiempo con todos, pero me alegra que esta sea la última. —Probablemente también deba revisar mis problemas de matemáticas. Creo que vendré y estaré contigo cuando revises los tuyos. —Ríe—. Dos cabezas siempre son mejor que una. —Entonces, Miles y tú, ¿son o no una pareja? —Eso creo. Vendrá con nosotros al juego de fútbol el viernes. ¿Iras esta semana, verdad? —Sí, pero Allie tendrá que venir también. Está en casa, aunque sus amigos irán para pasar el rato con ella. Hay un límite en lo que puedo soportarla. — Pongo los ojos en blanco. Cuando entramos en nuestra habitación temporal, Allie está estirada sobre nuestra cama haciendo su tarea. Levanta la mirada y le sonríe a Leah. —¿Cuál de ustedes me ayudará con mi tarea de matemáticas? —Oh, rayos, olvidé lavar mi camiseta de los Mateatletas —digo mientras agarro la cesta de la ropa sucia y me dirigo hacia la puerta—. Ya regreso, iré a poner esto en lavado rápido. Se siente un poco raro lavar la ropa en la casa de mi mejor amiga. Huelo mi camiseta de los Mateatletas antes de lanzarla a la lavadora; sí, definitivamente debía lavarla. Mientras me quedo ahí de pie en la oscura habitación de lavado escucho pasos bajando por las escaleras. —¿Leah, eres tú? —Nop, solo yo. —Connor sigue bajando los escalones hasta que se detiene en el último. Su cabello está pegado como si hubiese estado corriendo sus manos a través de él, y tiene una mirada decidida en su rostro. —Eh, ¿podemos hablar por un momento? —anuncia mientras se acerca más a mí. —Sí, claro —digo mientras me giro para cargar la lavadora. Lo escucho tomar una profunda respiración. —Bien, hace rato en la cocina… —Abby, ¿puedes lavar mis vaqueros también? —interrumpe Allie mientras baja los escalones y lanza sus vaqueros en la cesta de ropa sucia—. Me gustaría usarlos el viernes en el juego de fútbol. Ella nota a Connor, y mira entre nosotros. —¿Qué están haciendo aquí?
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—Obviamente, estoy lavando la ropa, Allie —digo con voz sarcástica. Connor habla sin pensar. —Solo necesitaba revisar algo aquí abajo. Bien, supongo que debo regresar —dice mientras sube las escaleras. Mira sobre su hombro hacia mí con el ceño fruncido. Me pregunto que me iba a decir sobre ese beso. Probablemente que fue un error y que no significó nada. Connor ha estado coqueteando conmigo por años, pero no creí que eso significara algo para él. Tenía para escoger entre las chicas de la escuela. Solo coqueteaba conmigo donde estuviéramos porque así es él. Pero hoy parecía distinto. Aún cuando me digo que no debo tener esperanzas, no puedo evitar preguntarme si Connor finalmente me había notado.
89 No sé si este día podría volverse peor. Camino a mi taquilla, antes de la escuela, me caí por las escaleras; y luego me tropecé con una silla y me di con la cadera contra una mesa. Definitivamente, me va a salir moratón. Para empeorar las cosas, Samantha ha decidido continuar donde lo había dejado en español el año pasado. Estaba justo a mi lado cuando me caí por las escaleras esta mañana, y terminó siguiéndome a mi taquilla con sus amigas. No estaban hablándome directamente, pero hablaban de mí para que pudiera escucharlas. Traté de ignorarlas, pero es muy difícil no prestar atención a tres chicas que se ríen de ti al alcance de tu oído. Por el almuerzo, estoy tan tensa como un violín. Me apresuro a mi casillero, esperando que Samantha haya perdido interés en su pequeño juego. Si esta tortura sigue tendré que hacer algo, ya sea hacerle frente o huir llorando. No sé cuál realmente sucederá. No me gustan ni una ni otra opción. Estoy tan concentrada en mis problemas que no me doy cuenta de que Connor está de pie junto a mi taquilla mirándome. —Abby, ¿pasa algo malo? —me pregunta agarrando mi hombro. Cuando me quedo en silencio, me da vuelta hacia él, poniendo las manos sobre mis brazos—. Abby, ¿sucedió algo?
—No, no es nada. Estoy bien —le digo, incluso mientras las lágrimas empiezan a correr por mis mejillas. —Abby, ¿qué es? ¿Qué ha pasado? —dice mientras me tira en sus brazos y me abraza. Se siente tan bien apoyarse en alguien y dejar salir mis emociones. Lo abrazo atrás por un momento, luego empujo contra su pecho para que me libere. —Nada, solo estoy teniendo un mal día. Es solo una cosa tras otra. —Sonrío débilmente mientras me dirijo a mi siguiente clase. Connor agarra mi mano. —Eh, la clase es por aquí, Abby, ya sabes, precálculo. ¿Estás segura de que te sientes bien? —Sí, bien. —Sigo evitando mirar a Connor porque sé que me está mirando con preocupación. Me aprieta la mano y la libera a medida que caminamos hacia la clase. —Voy a estar allí en un segundo, voy a ir a lavarme la cara. Gracias, Connor —digo mientras voy al baño. Después de lavarme la cara, me miro en el espejo. Oigo voces y aparto la mirada —Miren lo que tenemos aquí. Mirar fijamente tu reflejo no te hace ver mejor. Vas a estar horrible no importa lo que hagas, Abby —dice Samantha con una risita. —Déjame en paz —le digo mientras me apresuro por delante de ella para salir del baño. Me sigue por el pasillo y coge mi brazo. —Sabes, es solo patético verte con Connor. Él piensa en ti como en una hermana pequeña, y, sin embargo, haces el ridículo coqueteando y colgándote de él. No tienes ninguna oportunidad con alguien como él. Solo pensé que deberías saber lo que dice la gente. —Sonríe mientras se vuelve y golpea a Connor. Samantha estaba tan centrada en mí que no había oído acercarse a Connor. No lo había visto ni oído, porque estaba viviendo en la miseria. —Cállate, Samantha. Tú eres la patética. Abby no tiene nada de qué avergonzarse, sin embargo, tú sí. Eres una mentirosa y manipuladora perra que está molesta porque la dejaron por otra chica. No eres el centro del mundo, no eres nada especial —gruñe Connor. Entonces agarra mi mano y me jala hacia una puerta que conduce al estacionamiento. Connor me arrastra a uno de los bancos en frente de la escuela y se sienta. Me hundo en el banco y siento la humillación barrer a través de mí de una vez. Connor oyó todo lo que dijo Samantha.
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—Abby, habla conmigo. ¿Estás bien? —Cuando me niego a hablar o hacer o visual con él, se arrodilla frente a mí. Toma una de mis manos y comienza a frotar mis dedos. —Gracias —le susurro nerviosa—. Así que, ¿has oído todo lo que Samantha me dijo? —Sí, había ido a ver cómo estabas y fue cuando la vi al final del pasillo. Oí la mierda que estaba diciendo y sin embargo me quedé allí. ¿Por qué? ¿Por qué escuchar nada de lo que tenía que decir? —Sé que debería haberle hecho frente, solo me sobrepasa. Dice cosas que tienen sentido, incluso si no quiero que lo tengan —digo con la cabeza agachada. —¿Qué es exactamente lo que dice que tenía sentido para ti? ¿Qué eras patética? ¿Que te miro como a una hermana pequeña? ¿Que nunca podría gustarme alguien como tú? ¿Cuál de ellas tiene sentido? —Frunce el ceño. Sigo mirándolo con asombro. —¿Esas cosas no tienen sentido para ti? —pregunto. —Para alguien tan inteligente, eres idiota. Te besé la otra noche. Supongo que eso no significa nada para ti. Te miro todo el tiempo y déjame decir que nunca me sentí como tu hermano. Me gustas, Abby. Realmente me gustas, pero no puedo hablar contigo ahora. —Me fulmina con la mirada mientras se aleja de mí. Lo veo alejarse con una mezcla de sentimientos. Estoy confundida y, sin embargo, esperanzada de que tal vez haya una oportunidad con Connor después de todo, si no la he arruinado. Me apresuro a clase de matemáticas sabiendo que voy muy tarde y que voy a tener que tomar una detención. Al abrir la puerta, noto a Connor hablando con la señora McKinney, y ella asiente en mi dirección cuando entro en clase. Entonces viene a mi escritorio y me entrega una hoja de trabajo. Oh, bien, un examen sorpresa, justo lo que necesitaba para hacer mi día completo. Echo un vistazo de Connor varias veces, tratando de llamar su atención, pero evita mirar en mi dirección. El examen lleva todo el período de clase así que, mientras me voy, me detengo frente a la señora McKinney para explicar mi tardanza. Antes de que pueda explicarle, ella me pregunta: —¿Te sientes bien, Abby? Connor me dijo que no te sentías bien en el pasillo y que por eso llegabas tarde. ¿Estás bien? —Sí, ahora me siento un poco mejor. Solo quería disculparme por llegar tarde y asegurarme de que Connor no se metiera en problemas.
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—No, él me explico todo. Espero que te sientas mejor —dice ella mientras se aleja. Paso el resto del día en clases buscando a Connor para agradecerle. No puedo parar de pensar sobre lo que me dijo. Dijo que le gustaba, pero que al mismo tiempo estaba tan decepcionado por no estar a la altura de Samantha. Todo lo que sé es que necesito verlo y asegurarme de que estamos bien.
La competición de los Mateatletas fue igual que el resto de mi día. No pude hacer nada correctamente. Mi equipo terminó ganando, pero no gracias a mí o mi cerebro. Después de la competición el equipo decidió ir a Charlie’s una vez más y celebrar nuestra temporada. Tenemos a dos chicos del último año en nuestro grupo y queríamos darles un reconocimiento de Mateatletas antes de que se graduaran. El Sr. Y la Sra. Sparks nos prestaron su casa así no debíamos preocuparnos de nada esta noche. Solo disfrutar. Bajo circunstancias normales, eso hubiese sido fácil, pero después de este día, tengo que forzarme a sonreír e ir a Charlie’s Cuando los Mateatletas llegamos a Charlie’s miro a Blake, que está sentado junto a mí. —¿Tomaste mi consejo sobre Connor o te acobardaste? —Intenté hacerle frente, pero entonces Leah y Miles vinieron a casa y mi plan se arruinó. Está bien, estaba muy nerviosa. Él está decepcionado de mí, igualmente. —¿Por qué? ¿Qué hiciste? —Vio como Samantha estaba sobre mí. Se molestó porque no la enfrenté y dejé que me hiciera sentir mal. —Eso no suena como algo por lo que Connor se enojaría. Te pido que no te preocupes por nada. ¿Intentaste hablar con él?
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—Intenté buscarlo en la escuela, pero no lo vi por ninguna parte. Supongo que lo veré cuando llegue a casa. No puede esconderse de mí ahí, pero no sé qué voy a decirle. Blake rueda los ojos y suspira. —Debes decirle la verdad. Deja de ser una cobarde y dile lo que sientes. Ustedes chicos están haciéndose miserables el uno al otro con todas estas tonterías. —Frota y aprieta mi brazo—. Connor es un buen chico, recuerda eso. —Es difícil olvidarlo —acuerdo. Decido que ya he tenido toda la sociabilidad que necesitaba por un día y decido irme. Después de despedirme de todos, voy hacia mi carro solo para ser interceptada por Connor. —Oye —dice con un pequeño asentimiento—. Estaba por ir a tomar algo para cenar. Mis padres y Allie no quieren separarse, así que me enviaron a recoger comida. ¿Estabas por irte? —Sí, estoy cansada. Tuve un largo día y estaba lista para relajarme al fin. —Está bien, bueno, supongo que nos veremos en la casa —dice mientras se aleja. —Connor —digo. Él se gira y camina de vuelta hacia mí con una mirada interrogante—. Solo quería decirte gracias por lo de hoy en la mañana. No sé qué hubiera pasado si no hubieses estado. Solo quería hacerte saber que la voy a enfrentar. Solo me faltaba un poco de tiempo para encontrar el suficiente coraje. —Lo que necesites. Estoy aquí, Abby. Siento haberme enojado hoy en la mañana. Estaba frustrado por la situación —dice suspirando. —Estabas frustrado por mí. Por favor, no te molestes conmigo —suplico mirando hacia el piso. —Abby, no estoy enojado contigo. Estaba enojado por lo que te sucedió. Deseaba que la hubieras enfrentado. Es decir, si hubiese dicho algo malo de ti, le cortaría la lengua, solo no puedo entender por qué la escuchas, y mucho menos por qué crees lo que dice. —Entonces, ¿estamos bien? —pregunto preocupada. —Claro, estamos bien —responde mientras rueda los ojos—. Ten cuidado y nos vemos cuando llegue a casa. —Lo veo caminar hacia Charlie’s, y no puedo evitar notar su pequeño y sexy contoneo.
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Mi corazón está lleno de Connor mientras manejo hacia la casa de los Sparks, y mi mente me grita por no decirle la verdad sobre mis sentimientos. Siento como si estuviera sola cuando llego a casa. Pienso en ir al dormitorio de Connor más tarde, para hablar con él. Sigo escuchando sus palabras en mi cabeza. Me dice que le gusto y que nunca pensó en mí como en su hermana. También dice básicamente que el beso también significó algo para él. Cada vez que me acerco a su puerta, trato de planear qué quiero decir cuando entre ahí. ¿Qué quiero decirle a Connor? ¿”También me gustas”? ¿O “he estado enamorada de ti desde séptimo grado”? No quiero asustarlo. Así que finalmente decido dejar pasar la noche y dormir. Espero que todo se vea mejor por la mañana, y ojalá sepa qué palabras decir.
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Capítulo 14 Traducido por Celemg Corregido por Pily
B
ueno, hoy fue mucho mejor que ayer, incluso aunque mi cabeza y mi corazón estén tan rebasados de Connor que no puedo concentrarme del todo en la escuela. En el almuerzo, Leah está charlando acerca de sus planes para el fin de semana con Miles pero yo estoy completamente distraída. Puedo ver a Connor cruzar la cafetería y sentarse con sus amigos. Leah me frunce el ceño, luego echa un vistazo por encima de su hombro hacia Connor. —Así que ¿por qué no simplemente tienen una cita? —pregunta. —¿Quiénes? —pregunto alejando la vista de Connor. —¿Quiénes crees? Connor y tú. Los he estado observando por dos semanas y ambos actúan como idiotas. Es obvio para todos que se gustan. Incluso Samanta lo notó. —Espera, pensaba que no querías que me gustara tu hermano, ¿cierto? —le pregunto a Leah. —No, no es así, no quería que te hirieran. A Connor le gustan las citas. Eres un tipo único de chica. Connor no era tu tipo hasta últimamente. No ha estado con nadie desde Samantha. He visto cómo te mira y que siempre está rondando cuando pasamos el rato. Creo que cambió. Sé que te estoy alentando a que consigas enamorarte de nuevo, pero creo que ustedes dos estarían bien juntos. Así que, en nombre del bien, por favor haz algo además de lucir triste y confundida todo el tiempo. No lo soporto más —gruñe mientras se levanta y deja la mesa. Echo un vistazo a Connor y veo que me mira. Sonrío y dejo que esta vez mis acciones hablen por sí mismas. Camino hacia su mesa y me inclino junto a su oído. —Solo quería desearte buena suerte esta noche, y pensé que quizás cuando estés en casa podríamos ver una película juntos, si quieres. De todas
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formas, voy a estar alentándote en el juego esta noche —susurro mientras le miro a los ojos. Volteo para irme, pero Connor se para y toma mi mano. —Supongo que voy a verte después del juego. Asegúrate de elegir una buena película, ¿quizás una de terror? —sugiere con un destello en sus ojos. —Sí, quizás, porque voy a tener alguien con quien verla. —Sí, recuerdo que me dijiste que te gusta acurrucarte durante una película de terror si estás con el chico correcto. ¿Vas a acurrucarte conmigo si tienes miedo? —pregunta con una sonrisa. —Supongo que lo averiguaremos cuando me asuste, ¿no? —Me río entre dientes mientras me volteo y me alejo. Miro sobre mi hombro y Connor está parado ahí, observándome con una sonrisa boba. Estoy confundida el resto del día, completamente distraída por el hecho de que Connor y yo planeamos ver una película de terror solos esta noche. Casi sé que va a ser la oportunidad perfecta para que le diga lo que siento. Estoy emocionada, aún más nerviosa de lo que jamás he estado.
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—Supongo que no estoy invitada a ver la película después del juego — pregunta Leah riendo. Resoplo. —No, no estás invitada. Además, no querrás ver la película, es de terror. Mis ojos se mueven en círculos y busco en el campo el 45. No puedo creer que Connor esté realmente interesado en mí. Lo veo correr con la pelota varias yardas y no puedo contener mi alegría. Leah me mira, sacude su cabeza y ríe. Observo a Connor correr con la bola haciendo un touchdown y luego hacer su pequeño baile de celebración. Es adorable. Para el final del juego estoy tan nerviosa que apenas puedo sentarme. En el camino de vuelta a casa de Sparks, hablamos acerca de que mis padres vendrán a casa en un par de días y Allie nos dice acerca de su nuevo novio, Toby. Comienzo a reír porque ese era su compañero y lo odiaba. Continuamos burlándonos de ella todo el camino a casa.
Espero a Connor viendo televisión. Leah se queda conmigo, bromeando con que se quedará para ser nuestra chaperona. Terminamos viendo Underworld, que está en el cable. Para el momento en que Connor llega a casa, Leah dormita en el sillón. Connor camina a la sala de estar y mira desde mí hasta Leah, luego vuelve a mí. —¿Así que mi hermana va a ver la película con nosotros? —pregunta frunciendo el ceño. —Solo estábamos viendo televisión hasta que llegaras a casa —digo mientras me estiro y codeo a Leah para despertarla. Ella levanta la vista y ve a Connor, luego ríe. —¿Supongo que quieren que me vaya? —pregunta con un falso puchero. —Si realmente quieres ver la película, Leah, puedes quedarte. No nos molesta —digo, incluso mientras Connor me dispara una mirada que dice “¿En qué estás pensando?” Leah lo piensa por un minuto y luego dice riendo: —Solo bromeaba. Voy a ir a la cama. Los veo a los dos en la mañana. — Aprieta mi hombro y me sonríe mientras se va. Connor se sienta junto a mí y sonríe. —Así que finalmente estamos solo tú y yo. ¿Qué película veremos? —Fui por una película a la tienda de camino a casa desde la escuela y alquilé Paranormal Activity 4. Espero que sea buena. —Suena bien para mí —dice mientras agarra mi mano y acerca a él. —Antes de comenzar la película, necesito hablarte por un minuto —digo tomando un profundo aliento. Él asiente y me mira con una sonrisa. Sus dedos están enganchados con los míos mientras su pulgar roza mi muñeca—. Me has gustado por un tiempo, pero nunca creí tener oportunidad contigo. Quiero decir, eres popular, hermoso, dulce, adorable, todo lo que pedir de un chico. Últimamente comenzamos a pasar más tiempo juntos, y mis sentimientos por ti han crecido. Cuando me besaste la otra noche, creí que mi corazón estaba a punto de explotar. —Bien, antes de que sigas tengo cosas que decirte también. Pero hay algo que necesito hacer primero. —Me acerca tanto que estoy segura de que casi me sienta en su regazo. Antes de que pueda reaccionar a su cercanía, él levanta mi barbilla y se inclina hasta que sus labios tocan los míos. Corre sus dedos en mi cabello y me acerca más a él. Sus labios continúan rozando suavemente los míos. Levanto los brazos y los envuelvo
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alrededor de su cuello. Mi cerebro deja de funcionar completamente. Connor gime y me levanta, por lo que estoy sentada en su regazo. Continúa besándome como si estuviera hambriento por mí. Cuando finalmente retrocede, ambos respiramos agitados. Ríe y pone su mano en mi rodilla mientras la otra mano juega con mis dedos. —Bien, es tiempo de la verdad. —Respira profundamente—. He estado tratando decirte esto por un par de días, aunque debí decírtelo hace semanas. —Continúo mirándolo con asombro—. Todo esto comenzó cuando saliste con Blake. No podía soportarlo, así que me aseguré de estar en el cine esa noche también. No podía creer cuán celoso estaba, pero me mantuve creyendo que era porque habíamos estado pasando el rato más de lo normal. Luego comencé a tener momentos donde todo lo que podía pensar era en agarrarte y besarte. Esa noche en la habitación de Leah te habría devorado si ella no se hubiera movido. Lucías tan linda y sexy estando así en pijama. Todo lo que podía hacer era dejar el dormitorio. Luego, el otro día en el cine, casi no podía contenerme. Quería matar a Leah cuando te lanzó ese cuarto. Finalmente tuve que vencerte en los bolos para conseguir la oportunidad. —Ríe, aún mirándome con ojos inseguros—. Cuando comenzaste a ignorarme, pensé que estaba bien, ese sentimiento que tenía iba a alejarse, pero no lo hizo. Cuanto más tiempo estabas sin mirarme, más miserable me volvía. Mi corazón realmente se sentía como si estuviera roto. Eres una de las mejores personas que conozco. Eres inteligente, divertida, y me provocas de todas las formas posibles. —Estoy completamente aturdida y mi corazón está volando por las palabras de Connor. —Bien, una pregunta, ¿por qué actuaste de esa forma con Samantha en el festival de otoño? Y, ¿qué fue eso acerca del estacionamiento en el cine? —pregunto porque tengo que saber. —En el festival de otoño, Samantha me preguntó si pasaba algo contigo y le dije que no porque realmente no entendía mis sentimientos por ti. Sabía que habían cambiado, pero no estaba listo para hablar acerca de ellos. Perdí mucho tiempo esa noche. Todo el tiempo estuve peleando con ella y, tan pronto como se fue, todo lo que pude pensar fue que podía haber estado contigo. —Se inclina y me da un beso antes de continuar—. En el cine, me preguntó si estábamos en una cita y quería decirle que sí pero no estaba seguro de cómo te sentías sobre mí. Ella sabía que tenía sentimientos por ti; le dije cuando rompimos que había alguien más. Lo perdí por completo con ella en la escuela el miércoles. Me enfureció que hablara contigo así —dice mientras continua frotando la rotura en mi pantalón. Me inclino sobre su cuerpo y envuelvo mis brazos a su alrededor. Presiono mi mejilla contra él y susurro:
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—Traté de dejar de pensar en ti, pero no pude. Mi plan fue ignorarte y sacarte de mi corazón. Ese plan falló por completo. Todo lo que necesito es verte, o hablarte, y mi corazón salta. Cuando terminaste con Samantha por mí, supe que tenía que decirte lo que sentía. Envuelve sus brazos a mi alrededor e inclina mi barbilla con sus dedos. Acaricia mi cara y la inclina hasta que nuestras frentes se tocan. —Ahora que aclaramos el aire, ¿quieres ver la película de terror conmigo? —pregunta con una sonrisa. —Solo si hay que acurrucarse —digo mientras me abrazo a su cuerpo. Lo siento besar mi coronilla y correr sus manos sobre mi espalda. —En lugar de torpe, tengo otro apodo para ti. —Sonríe. Lo miro esperando por el apodo—. ¿Qué hay acerca de novia? Tiene un buen sonido. —Aunque tengo una condición, Connor. Solo voy a responder a ese apodo si prometes recogerme cada vez que caiga, y no puedes reírte de mí tampoco. —¿Es en serio, sin reírme? —Resopla—. Quiero decir, va a ser difícil. Te caes todo el tiempo. —Se ríe. Su cara se suaviza y corre sus dedos a lo largo de mis mejillas—. Sé que te llamé torpe, pero eso fue el mes pasado, tenía que sentirme como el único que estaba cayendo. —Connor —digo mientras me inclino más cerca de él—. Debimos ser una gran pila en el suelo porque tuve que caer por ti también. —Se ríe entre dientes y me acerca más contra él. Mientras me besa profundamente, sé que, por primera vez, no estoy cayendo sola.
Fin
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Traducido, corregido y diseñado en:
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