Nombre del estudiante: Silvia Alicia Cabrera Torres
Nombre del trabajo: Estudio de caso de la Película No te prometí un jardín de rosas” Fecha de entrega: 3 de junio de 2016 Campus: Lomas Verdes Posgrado: Maestría en Terapia Familiar Sistémica Cuatrimestre: Sexto Nombre del maestro: Dra. Sandra Niesvizky
ESTUDIO DE CASO “NUNCA TE PROMETÍ UN JARDÍN DE ROSAS” DATOS GENERALES Nombre de la familia/integrantes: Jacob, Esther, Deborah, Susana Blake Etapa del ciclo vital: Matrimonio con hijos adolescentes Nombre de los Terapeutas: Silvia Alicia Cabrera Torres (terapeuta), Rosa Ma. García, Silvia Zamudio, Ángeles Villaseñor y Ma. De los Ángeles Palomino (equipo).
FICHA TELEFÓNICA Derivante: Persona que hace la llamada: Razones para solicitar la terapia: Apellidos: Dirección y teléfono:
Dr. Hall Esther Blake La solicitante comenta que su hija fue diagnosticada con esquizofrenia y ha tenido un intento de suicidio, por lo que no saben cómo tratarla. El Dr. Hall los canaliza al centro para su intervención. Blake Maryland, United States. 1 410-542-1900
Composición de la familia nuclear:
Padre: Jacob Blake de 40 años de edad, empresario, estudió LAE. Tiene una hermana con la que vive su madre. Madre: Esther Blake de 40 años de edad, ama de casa, estudió LAE. Es hija única. Fecha de matrimonio: mayo del 1998 Hijos: Deborah de 16 años y Susana de 10 años. Otros de la casa: La familia vive sola.
Composición de las familias extensas:
Familia paterna: Jacob y Amy Blake. Padre finado y madre vive con una hija en San Francisco. Casi no frecuentan a la familia, pero sí hablan por teléfono. Familia materna: Steve y Susan Green. Ambos viven en Tennessi. El padre padece de diabetes y está controlado. Mantienen o telefónico y los visitan dos veces al año.
El problema:
Citados a la primera sesión:
La madre refiere que desde que Deborah era pequeña ha sentido celos hacia su hermana Susana. También comenta que cuando Deborah tenía 2 años de edad la madre tuvo un aborto, por lo que se deprimió mucho y que fue ahí cuando Deborah empezó a aislarse de los demás. Desde los 11 años empezó a mostrarse rebelde en casa y a no hablar con la familia; se mostraba como “en otro mundo” y lo adjudicaron al cambio de etapa (adolescencia). Hace 4 meses Deborah intentó quitarse la vida, trató de cortarse las venas de la muñeca por lo que la llevaron al hospital. Estuvo internada por 2 semanas y finalmente la dieron de alta. Desde ese momento se ha mostrado más callada, no permite que la toquen y pareciera que “está ida”. La llevaron con el Dr. Hall porque ha tratado de lastimarse, pero como la vigilan mucho no ha pasado más que a hacerse algunos rasguños. El Dr. Hall diagnosticó esquizofrenia y recomendó que inicie tratamiento en el centro para trabajar conjuntamente dicho diagnóstico. Jacob, Esther, Susana y Deborah
FAMILIOGRAMA
Símbolos del genograma JACOBO BLAKE
ESTHER BLAKE Masculino
2000
2005
16
11
DEBORAH BLAKE
SUSANA BLAKE
Femenino
Leyendas de relaciones familiares 1
3
1 Desorden físico o mental
CONFLICTO RELACIONAL Esther y Jacob llevan 18 años de casados. En ese tiempo han mantenido límites rígidos. Al parecer no existe una buena comunicación con Débora. Por un lado, el padre se ha mostrado muy estricto por el cambio de etapa que presenta Deborah (adolescencia), por lo que se muestra muy enérgico, casi no habla con ella, la trata de controlar y proteger del medio externo y ella lo percibe como “enojado con ella”. La madre de Deborah fuma mucho por la angustia que siente por su hija, y tampoco se comunica abiertamente con ella. No es tan estricta como el padre, pero también trata a Debora en forma muy sobreprotectora.
Motivo de Consulta: Intento de suicidio y esquizofrenia.
Resumen de sesión: La familia Blake asiste a sesión terapéutica solicitada por la madre. Acuden en forma puntual en excelentes condiciones de higiene y aliño. La paciente identificada, Deborah, de 16 años de edad aparente a la cronológica, bien conformada, marcha de características normales, viste de acuerdo a su edad, sexo y ocupación. Los indicadores de programación psiconeurolingüística no son congruentes a sus intervenciones verbales. No se muestra
orientada en tiempo, espacio y persona. Casi no habla y no permite que la toquen. De acuerdo con sus padres, ha estado así desde hace aproximadamente 4 años, y lo relacionaron con la entrada a la adolescencia, pero hasta ahora le prestaron más atención debido al intento de suicidio de Deborah. Se les preguntó qué es lo que hacen en un día normal, a lo que refirieron que el padre se va a trabajar temprano y la madre se queda en casa al cuidado de sus hijas, las lleva a la escuela y a la salida las recoge. Menciona que Susana si tiene actividades por las tardes, mientras que Deborah se la pasa encerrada en su cuarto. Que a la hora de la comida les pregunta cómo les fue en la escuela, pero Deborah se queda callada y casi no les habla. Cuando regresa el padre por la tarde Deborah se pone muy nerviosa y se esconde. No lo saluda al llegar y casi no le dirige la palabra. Cuando él les pregunta cómo les fue en el transcurso del día Deborah se limita a mirar su comida o sus manos. El padre en sus comentarios dice “qué bueno que no hablas, así no serás una de esas jóvenes que solo les interesa salir con los chicos”. La madre comentó que cuando era muy pequeña Deborah era muy sociable y muy risueña. Le gustaba bailar a su corta edad. Cuando tuvo el aborto fue cuando Deborah empezó a ser más callada y menos sonriente. Que muchas veces se dormía en sus piernas y ella le pedía a la nana que la llevara a su cama porque no podía cargarla. También refiere que, al nacer Susana, Deborah sintió celos de ella y que se la pasaba junto a su cuna observándola, por lo que a la madre le daba mucho miedo que le fuera a hacer algo y le exigía que se saliera de la recámara. Susana comenta que a veces va al cuarto con Deborah para que jueguen o porque quiere platicar con ella, pero que le ha dicho que “el Dios de Yr no quiere que hable ni juegue con ella”. Menciona que quiere que la lleve a donde ella va, pero Deborah le dice que no puede ir allá porque no es la “elegida”. Cuando se le pregunta a Deborah sobre este “reino” desvía la mirada, y cambia la conversación. El padre le empieza a decir que son patrañas y la madre trata de contenerlo. Deborah empezó a gritar ante la situación y se le normalizó. Se les pidió a los padres y a Susana que salieran por un momento y se platicó únicamente con Deborah.
Al pedirle a Deborah que describiera el reino de Yr, se limitó a decir que el dios la castigaría, y de repente se puso muy pensativa. Se le comentó si estaba lo suficientemente calmada para que regresaran sus padres a lo que respondió que sí. En ese momento se le comentó a Deborah que tenía la opción de estar en el mundo real o de pertenecer al reino de Yr. Se realizó un coro Griego en el que dos terapeutas del equipo estaban en favor de que Deborah podría pertenecer al mundo real y otras dos a favor de que se quedaría en el reino de Yr. Se dejó como tarea un ritual en el que escribiría en un papel “Reino de YR” y lo metería en el congelador. Cada vez que ella se viera en la necesidad de estar en el reino de Yr, iría al refrigerador y sacaría el papel para que la familia supiera que se encontraba ahí, mientras los demás estarían observando qué fue lo que detonó el que se fuera a ese lugar. Ella también debería observar (en la medida que pudiera) qué la llevaba a pertenecer ahí.