El reto de aprender a convivir Aristóteles decía: El hombre es “un animal político”. Con ello quería explicarnos que la soledad, no es su medio o su ámbito. La pertenencia a grupos de amigos, de trabajo, de familia, religiosos y de la comunidad en general, así como la pertenencia a un Estado, no es coincidencia. Los estudiosos e investigadores han comprobado, desde la psicología a la fisiología, desde la sociología a la medicina, que la convivencia es uno de los factores más trascendentes, no sólo para el bienestar y la felicidad, sino para el sostenimiento de la salud total. La convivencia
es un acto en el que todos participamos viviendo y
compartiendo nuestras experiencias y gustos con la comunidad que nos rodea, esta se va afectando con diferentes factores como: desacuerdos, malos entendidos, falta de tolerancia, no escuchar a los demás, etc.
El reto de “Aprender a convivir”, es superar los obstáculos que nos impiden convivir en armonía y en paz con los demás
El Reto De Aprender a Convivir
Convivencia
El ser humano tiene dos necesidades sociales básicas: la necesidad de una relación íntima, estrecha con un padre o un cónyuge y la necesidad de sentirse parte de una comunidad cercana e interesada por él. Somos fundamentalmente animales grupales y nuestro bienestar es mucho mayor cuando nos encontramos en un ambiente armónico, en el cual vivimos en estrecha comunión.
La investigación ha mostrado que cuando estamos solos estamos más predispuestos a sufrir accidentes, enfermedades mentales, suicidio y un amplio espectro de enfermedades.
Para la supervivencia es indispensable la independencia y la autoconfianza, pero en el discurrir de nuestra vida no podemos prescindir del apoyo y de la compañía de los otros.
Como señalan ciertos exponentes del existencialismo no puede haber un “yo”, sin un “tú”. Esta interdependencia social es mucho más que un abstracto concepto filosófico, constituye una necesidad humana fundamental.
Amor
Necesitamos amar y ser amados. Por un tiempo podemos arreglarnos sin afecto, pero si la privación se extiende demasiado tiempo nos enfermamos, nos sentimos infelices e incluso podemos llegar a morir prematuramente.
Esta fue la conclusión a la que llegó el doctor James Lynch, quien enumeró las consecuencias médicas de la soledad en su libro The broken Heart, en el cual advirtió: “Debemos aprender a convivir o aumentaremos nuestras probabilidades de morir prematuramente solos”.