El Positivismo Y El Racionalismo 41563m

UNIVERSIDAD YACAMBÚ VICERRECTORADO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO DOCTORADO EN GERENCIA SEMINARIO AVANZADO DISEÑO DE INVESTIGACIONES EN GERENCIA I

EL POSITIVISMO Y EL RACIONALISMO

Autor: Ing. Rixio Nuñez

Lechería, Febrero de 2014

UNIVERSIDAD YACAMBÚ VICERRECTORADO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO DOCTORADO EN GERENCIA SEMINARIO AVANZADO DISEÑO DE INVESTIGACIONES EN GERENCIA I

EL POSITIVISMO Y EL RACIONALISMO Presentado como requisito parcial para aprobación de la Unidad I del Seminario Avanzado Diseño de Investigaciones en Gerencia I

Autor: Ing. Rixio Nuñez

Lechería, Febrero de 2014 ii     

ÍNDICE GENERAL

pp. Introducción…………………………………………………………….....

1

Parte I - Positivismo……………………………………………………..

2

Fases del Positivismo anteriores al Circulo de Viena…………..............

3

Características de la corriente positivista……………………………….

6

Reacciones adversas al positivismo……………………………………..

6

Positivismo y modernidad………………………….…………………...

7

Parte II - Racionalismo…………………………………………………

8

Características del racionalismo………………………………………...

9

Polémica entre los representantes del Racionalismo Crítico………….

10

Postura Crítica…………………………………………………………….

13

Referencias Bibliográficas………………………………………………..

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iii     

INTRODUCCIÓN

El pensamiento científico comenzó a gestarse desde que el hombre, primeramente de forma muy rudimentaria, intentó comprender el mundo que lo rodea. Luego fue evolucionando paulatinamente y con él, fue avanzando la ciencia con sus primeros descubrimientos. Posteriormente los hombres de ciencia realizaron aportes formales en los siglos XVII y XVIII, hasta la construcción y demostración de teorías y leyes en los siglos XIX y XX. Dentro de este marco, entre muchas otras, hay dos corrientes filosóficas: racionalismo y positivismo, las cuales plantean el problema del conocimiento, pero desde diferentes fundamentaciones científicas.

El racionalismo fundamenta el conocimiento en la razón, la cual es natural e innata en el ser humano, por lo tanto, igual en todos los hombres. Emplean el método deductivo tomando como modelo las matemáticas. Se considera que el único medio para la construcción del conocimiento es la razón, entendida como la capacidad de decidir cual es el camino correcto así como distinguir lo verdadero de lo falso. Por su parte el positivismo fundamenta el conocimiento en la experiencia e incorpora el método experimental, propio de las ciencias de la naturaleza, cuya influencia para la humanidad fue notable ya que se estableció una manera de percibir el mundo, de concebir la realidad, de observar y estudiar la naturaleza y al hombre.

Este ensayo fue preparado con la intención de resaltar algunos elementos significativos de dos Escuelas de Pensamiento, más importantes de la ciencia. En este sentido, el trabajo consta de dos partes y en cada una se esbozan algunos temas de interés, muy necesarios para comprender el largo camino de evolución que ha llevado a la ciencia, con todos sus adelantos científicos y tecnológicos así como sus errores, al lugar donde hoy se encuentra.

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PARTE I

POSITIVISMO

En el largo proceso histórico del conocimiento científico y tecnológico, la corriente positivista, ha jugado un papel protagonista en la forma de vida de gran parte de la humanidad, ya que la ciencia ha sido y es, la herramienta fundamental para la resolución de la mayoría de los problemas del ser humano y con ello tiende a mejorar su calidad de vida. Para Kolakowski (1988), citado por Meza (2009), “el positivismo es un conjunto de reglamentaciones que rigen el saber humano y que tiende a reservar el nombre de “ciencia” a las operaciones observables en la evolución de las ciencias modernas de la naturaleza” (p.1)

Por su parte, Wikipedia (2014), considera que el positivismo es una corriente o escuela filosófica que deriva de la epistemología que surgió en Francia a inicios del siglo XIX del pensador francés Saint-Simon primero, de Augusto Comte segundo y del británico John Stuart Mill, así como también Bacon, Locke, Hume, Berkeley y el Círculo de Viena. Posteriormente se extiende y desarrolla por el resto de Europa en la segunda mitad de dicho siglo. Con relación a su fundamentación epistemológica, continúa Wikipedia, para el positivismo, el único conocimiento auténtico es el conocimiento científico y tal conocimiento solamente puede surgir de la afirmación de las teorías a través del método científico.

Otros autores como Moulines (1979), sostiene que los orígenes históricos de la filosofía positivista, deben buscarse en los trabajos de las ciencias empíricas realizados antes y sobre todo después de su supuesto fundador Augusto Comte. En este sentido, Moulines considera que pueden distinguirse tres grandes fases del positivismo anteriores al Circulo de Viena, el cual fue creado en 1922 y cuyos integrantes sostenían la idea que la filosofía era una disciplina encargada de distinguir 2     

entre lo que es ciencia y lo que no, así como también debían esforzarse por el desarrollo de un lenguaje común entre todas las ciencias.

Estas fases, de acuerdo con Moulines (op. cit.), son: Protopositivismo o positivismo germinal anterior a Comte ubicado en Francia desde mediados del siglo XVIII; Positivismo clásico de Comte y el positivismo crítico alemán del último tercio del siglo XIX, predecesor del positivismo lógico del Circulo de Viena. En atención a lo expuesto, a continuación se presenta una breve reseña de cada fase.

Fases del Positivismo anteriores al Círculo de Viena

Protopositivismo

Esta etapa tiene su origen en los físicos matemáticos ses del siglo XVIII, formados en la efervescencia de los desarrollos científicos y filosóficos de esa época, entre otros aspectos, por la confluencia de tres corrientes encontradas: la física newtoniana, el mecanicismo geométrico cartesiano y el empirismo británico, considerándose para entonces, que una característica fundamental del positivismo lo constituía el hecho de presentarse como una filosofía de las ciencias empíricas y no como una teoría del conocimiento ordinario al estilo de los empiristas clásicos. Otro aspecto característico de los protopositivistas del siglo XVIII, era su estrecha conexión con la investigación matemática de la naturaleza. En este sentido, D'Alembert, destacado representante de esta corriente, fuera a la vez uno de los físicos matemáticos más importantes de su época; y sus mayores esfuerzos estuvieron dedicados a la clarificación lógica de los fundamentos de la mecánica y criticase enérgicamente el concepto contemporáneo de fuerza (lo cual sería también el leitmotiv de los trabajos positivistas de fundamentos más de cien años más tarde).

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En resumidas cuentas, fue claro que los protopositivistas tomaron sus ideas metodológicas exclusivamente de la física matemática, lo cual con el cambio de siglo fueron entrando otras ciencias en la perspectiva positivista. Primero la química, luego la medicina, la fisiología y finalmente también las ciencias sociales.

Positivismo clásico

En esta fase, es incuestionable citar a Comte como fundador del positivismo, como sistema filosófico y como metodología de supuesta validez universal. Se propuso lograr una aplicación axiomática del método de las ciencias naturales, la cual ya había hecho notables progresos en otros campos, al dominio de la historia y de los fenómenos sociales, destacando además el interés por crear una ciencia para la sociedad aún por construir más que los fundamentos de las ciencias naturales.

En este sentido, Comte consideraba que las ciencias naturales de su época, sobre todo la física y la química, eran “maduras” y no esperaba algún hecho relevante en este campo. De ahí el tono dogmático, acrítico, casi sacerdotal y en definitiva, aburrido con que Comte y sus discípulos exponen las bases de las ciencias naturales, en total contraposición con las fases anteriores y posteriores del positivismo. Esto explica también por qué el positivismo en esta fase tuvo mayor significación para el desarrollo de las ciencias sociales e incluso de la literatura, que para las ciencias naturales. Explica Moulines (op. cit.), que Comte aseguraba que todo desarrollo en la sociedad humana depende en última instancia del desarrollo científico por lo tanto, la historia de la ciencia es el núcleo de la historia general de la especie humana. Esta evolución sigue tres estadios: el teológico: es cuando el hombre intenta explicar que los fenómenos naturales provienen de la voluntad de fuerzas sobrenaturales; el estadio metafísico: se interpretan los fenómenos como efectos de fuerzas abstractas, 4     

ya no más personificadas; y el estadio positivo: es el de una ciencia o de una sociedad maduras, que describen y predicen con toda exactitud los fenómenos mediante leyes naturales sin buscar explicaciones casuales de dichos fenómenos.

Como último aspecto a destacar en esta fase (positivismo clásico), es la ley enciclopédica, que trata acerca de la ordenación dinámica de las ciencias, fijando un orden temporal en las ciencias según la complejidad de su objeto, con lo Comte complementó la ley de los tres estadios.

Positivismo crítico

Considera Moulines (op. cit.), que esta fase del positivismo, fue influenciada por los trabajos sobre fundamentos de la ciencia, especialmente en la mecánica, desarrollados primeramente en Alemania, para luego tener repercusión en Gran Bretaña y Norteamérica. Aunque no existe una fecha exacta del surgimiento de esta fase, los trabajos más destacados fueron: “Definición de la masa” en 1868 por Mach; “el principio de economía epistémica” en 1876 por Avenarius y nuevamente Mach con el “Análisis de las sensaciones” en 1885.

Ya en el siglo XX, los fundamentos de la corriente positivista, se presentaron centrados alrededor del Círculo de Viena entre los años 1920 y 1930, para entrar en una nueva fase quizás la última fase histórica del positivismo, ofreciendo aspectos totalmente novedosos que poco o nada tiene que ver con las corrientes anteriores. De igual forma es indudable que muchas de las tesis y de los puntos de vista centrales del nuevo positivismo, sobre todo por lo que respecta a la filosofía de las ciencias empíricas, están contenidas o prefiguradas ya en las formas anteriores, particularmente en los trabajos críticos de los físicos alemanes del último tercio del XIX.

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Características de la corriente positivista

Para Dobles, Zúñiga y García (1998), citados por Meza (op. cit.), el positivismo se caracteriza por postular lo siguiente: 1. El sujeto descubre el conocimiento. 2. El sujeto tiene a la realidad mediante los sentidos, la razón y los instrumentos que utilice. 3. El conocimiento válido es el científico. 4. Hay una realidad accesible al sujeto mediante la experiencia. El positivismo supone la existencia independiente de la realidad con respecto al ser humano que la conoce. 5. Lo que es dado a los sentidos puede ser considerado como real. 6. La verdad es una correspondencia entre lo que el ser humano conoce y la realidad que descubre. 7. El método de la ciencia es el único válido. 8. El método de la ciencia es descriptivo. Esto significa, según Abagnaro, que la ciencia describe los hechos y muestra las relaciones constantes entre los hechos, que se expresan mediante leyes y permiten la previsión de los hechos. 9. Sujeto y objeto de conocimiento son independientes: se plantea como principio la neutralidad valorativa. Esto es: que el investigador se ubique en una posición neutral con respecto a las consecuencias de sus investigaciones.

Reacciones adversas al Positivismo

Esta concepción positivista de la ciencia, tuvo sus opositores. Al respecto, de acuerdo con OEI (2001), entre los filósofos que realizaron férrea oposición y duras críticas a la visión de las ciencias empíricas destacan: Thomas Kuhn, Paul Feyerabend, Norwood Russell Hanson, Stephen Toulmin y Willard Quine.

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Esta reacción antipositivista manifestaba la existencia de problemas como por ejemplo: La carga teórica de la observación, es decir, se cuestionaban las expectativas

y

prejuicios

que

podía

tener

el

observador;

También

la

infradeterminación, ya que planteada una teoría o hipótesis para tratar de explicar un determinado fenómeno, siempre es posible producir un número indefinido de teorías o hipótesis alternativas que serán empíricamente equivalentes con la primera, pero que propongan explicaciones incompatibles del fenómeno en cuestión. Más adelante, T. Kuhn con sus obras de invalorables aportes a la ciencia, se convertiría en uno de los principales antipositivistas al argumentar lo siguiente OEI (op. cit.): “el análisis racionalista de la ciencia propuesto por el Positivismo Lógico es insuficiente y es necesario apelar a la dimensión social de la ciencia para explicar la producción, mantenimiento y cambio de las teorías científicas” (p.20)

Positivismo y la modernidad

Con el surgimiento del positivismo a principios del siglo XIX, la humanidad fue paulatinamente comprendiendo su entorno y entendiendo que los fenómenos de la naturaleza tienen una explicación racional sin necesidad del componente divino, es decir, valorando lo pragmático y colocando en segundo plano lo subjetivo (las creencias).

La ciencia trasciende a los hechos con la aplicación de infinidad de métodos y va más allá de lo observable, tratando de crear nuevas y mejores soluciones a la humanidad. El positivismo actúa de manera directa en la ciencia y la tecnología, porque el método científico permite que todos los hechos y fenómenos, sean explicados con base en la experiencia y la técnica, para demostrar su veracidad. Vemos como son innumerables los avances tecnológicos en el campo de la medicina, comunicaciones y otras áreas que se han desarrollado y articulado de tal forma, que impactan notablemente en la dimensión económica, política y social del planeta. 7     

En este siglo, hemos visto como el desarrollo acelerado de las Tecnologías de Comunicación e Información (TIC), ha impactado todas las áreas del saber, generando como es lógico, implicaciones en toda la estructura de la sociedad y por ende en el campo de la gerencia. Sin embargo, a pesar que las nuevas tecnologías suscitan grandes esperanzas, surgen muchas dudas, motivadas en la desigualdad que existe (y pudiera agravarse aún más), entre los países desarrollados y los países en vías de desarrollo

Finalmente, considero que el progreso del hombre y de la ciencia basada en el positivismo, ocupan un lugar sobresaliente en la historia universal, ya que la humanidad ha podido solucionar la mayoría de sus problemas frecuentes, con el apoyo de las innovaciones tecnológicas e infinidad de descubrimientos que se originaron a través del análisis y la experiencia de fenómenos percibidos por el ser humano. PARTE II

RACIONALISMO

Es una corriente filosófica desarrollada en Europa continental durante los siglos XVII y XVIII, siendo René Descartes su precursor, en su intento por darle valor a la razón y la ciencia. Su principal fundamentación fue que la adquisición de conocimiento se basa en la razón, porque se cree que el ser humano posee contenidos innatos, es decir, que nacemos con conocimientos solo que tenemos que recordarlos y esto no deriva de la experiencia. También se defienden las ciencias exactas, en concreto las matemáticas. Se emplea el método deductivo para alcanzar sus objetivos. Otros exponentes de esta corriente filosófica fueron: Platón, Baruch Spinoza y Gottfried Wilhelm Leibnitz. Sus principales opositores, los empiristas británicos John Locke y David Hume, quienes creían que todas las ideas procedían de los sentidos. 8     

En este marco de ideas, Martínez y Ríos (2006), consideran que esta escuela epistemológica sostiene: “el conocimiento tiene su origen en la razón, afirma que un conocimiento sólo es realmente tal, cuando posee necesidad lógica y validez universal”. Por su parte, Hernández, Romero y Bracho (2005), opinan:

La concepción racionalista tuvo sus antecedentes en dos vertientes distintas: La platónica o cartesiana y la kantiana. La primera postula que por medio de la razón es posible establecer los principios más generales que regulan la naturaleza y a partir de ellos deducir la realidad. La segunda sostiene que la razón pura es incapaz de alcanzar conocimiento alguno sobre el mundo exterior y que se requiere de la experiencia de nuestros sentidos, pero que esta experiencia sólo la conocemos después de que ha sido elaborada y estructurada. A pesar de que las dos vertientes del método a priori‐deductivo son tan distintas, ambas postulan que nuestro o con el mundo exterior no es directo sino que ocurre a través de estructuras previamente establecidas, en el primer caso por la razón pura y en el segundo caso por la razón crítica (p. 194)

Características del Racionalismo

Dentro de esta perspectiva, la visión racionalista de la ciencia dirigía todas sus baterías para demostrar, que la construcción de conocimiento estaba asociada directamente a la razón y en abierta oposición a otras instancias como la fe, la autoridad, la vida, lo irracional o la experiencia empírica. De acuerdo con esta premisa y la opinión de algunos autores, se pueden resumir las caraterísticas del racionalismo en: • La razón es la única fórmula que puede llevar al ser humano al conocimiento de la verdad. • Los primeros principios del conocimiento ya están en nosotros (ideas innatas) y no provienen de la experiencia. • En la construcción del conocimiento, se opone a los sentidos, a la imaginación 9     

y a la pasión, ya que estos pueden ser engañosos. • Aspiración a crear una “ciencia universal”, válida para todo ser racional. • iración por las “matemáticas” como modelo ideal de sabiduría humana, en cuanto a que se fundamenta en principios evidentes o axiomas y de ellos se deducen otras verdades (método “axiomático – deductivo) de las matemáticas.

Polémicas entre los Representantes del Racionalismo Crítico

Para Hernández, Romero y Bracho (op. cit), dentro de esta corriente de pensamiento existieron numerosos filósofos que contribuyeron a sus tesis fundamentales pero entre los más influyentes Karl Popper, Thomas Kuhn, Imre Lakatos y Paul Feyerabend, se presentaron diferencias las cuales se reseñan a continuación:

Karl Popper - Thomas Kuhn

K. Popper presentó notables contribuciones a la epistemología y uno de los más destacados y polémicos, fue su obra La lógica de la investigación científica publicada inicialmente en alemán el año 1934, la teoría del falsacionismo, en la cual básicamente se proponía un mecanismo para poner a prueba teorías buscándoles falsadores potenciales con el fin último de lograr el crecimiento de la ciencia. Por su parte T. Kuhn, también publicó varias obras pero sin duda alguna la que marcó un hito en la historía científica fue La estructura de las revoluciones científicas, publicada en 1962. Kuhn orientó sus aportes científicos en base al desarrollo de tres conceptos: Paradigma, ciencia normal y revolución científica.

El tema central de la discordancia entre las teorías de Popper y Kuhn se observa en que la corriente popperiana con su tesis de “falsación”, determina la naturaleza científica de una teoría si logra superar las pruebas experimentales de refutación de la 10     

misma, si es refutada debe ser rechazada. En el caso de la corriente Kuhniana, considera que la ciencia normal al intentar adecuar la teoría a la práctica, pueden resultar discrepancias, que si no son resueltas se convierten en anomalías. Si éstas se acumulan, se produce una crisis que genera el derrumbe de ese paradigma pero inmediatamente es reemplazado por otro paradigma incompatible con el anterior, lo cual representa una revolución científica.

Imre Lakatos - Thomas Kuhn

I. Lakatos de cierta forma fusiona la lógica de Popper (Falsacionismo) con las teorías de Kuhn (Paradigma), a través del desarrollo de su teoría Metodología de los Programas de Investigación Científica. En este sentido, apoyó los postulados de varias tesis de Kuhn, siendo el de mayor relevancia el que trata el hecho que una teoría sólo podrá ser refutada por otra teoría rival, ya que siempre la una, resultará sustituida por otra, aunque no por cualquiera de entre todas las que proliferaron en la fase de la crisis del paradigma, sino aquella que, en primer lugar, incluya lo fundamental de la anterior, pero que además la supere.

Para Hernández, Romero y Bracho (op. cit), Lakatos no estuvo de acuerdo con Kuhn específicamente en el hecho que existieran refutaciones que den lugar a anomalías, la teoría no tiene que ser rechazada debido a que las mismas pudieran tener una explicación a posteriori, es decir, por el hecho que una teoría presente “anomalías” no significa que haya diferencia entre ciencia normal y extraordinaria, pues pudiera presentarse el hecho que estas “anomalías” desaparezcan en el desarrollo de la investigación y de esta forma, la teoría original quedaría ratificada.

Karl Popper - Imre Lakatos

I. Lakatos, matemático y filósofo húngaro, fue un gran seguidor de Popper, razón 11     

por la cual sus nociones de explicación y falsabilidad son muy similares, aunque influenciadas por el paradigma de Kuhn, como se explicó anteriormente. La diferencia fundamental con el principio de falsabilidad de Popper es que, Lakatos no aprobaba el hecho que se probaran o refutaran las teorías a través de procedimientos exclusivamente empíricos ya que, no existe una demarcación natural (psicológica), entre las proposiciones observacionales y las proposiciones teóricas, y otro aspecto era que ninguna proposición fáctica podrá ser probada mediante un experimento crucial, porque toda prueba conlleva una deducción lógica y las proposiciones sólo puedan derivarse a partir de otras proposiciones y no de hechos.

Otro aspecto en la controversia Popper – Lakatos, es la confrontación entre el esquema de los programas de investigación y el método hipotético ‐ deductivo de Popper. Al respecto, Hernández, Romero y Bracho (op. cit) explican: “para Popper la unidad funcional es la teoría, mientras para Lakatos es un conjunto de teorías organizado en un núcleo central y rodeado por los cinturones heurístico positivo y negativo (o sea un programa de investigación científico)”.

Paul Feyerabend - Thomas Kuhn

P. Feyerabend aunque está de acuerdo con el concepto de la inconmensurabilidad de los paradigmas científicos de Kuhn, rechaza la idea de períodos cíclicos de ciencia normal y revolución, arguyendo que ni existen ni han existido nunca, por lo que de ninguna forma, pueden explicar el crecimiento de la ciencia.

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POSTURA CRÍTICA

Es evidente la evolución socio-histórica, universal y humanista, que ha tenido la ciencia. Y es innegable el efecto que han tenido las dos corrientes estudiadas, aunque tampoco puede negarse la contribución de muchas otras. Lo que llama mi atención es que hoy, en pleno siglo XXI, la humanidad todavía percibe los aportes provenientes del racionalismo y positivismo, en los grandes avances mundiales en todos los órdenes.

Por ejemplo, el aporte del racionalismo a las ciencias sociales, cuyos enfoques epistemológicos han derribado cualquier cantidad de paradigmas, ya que se ha logrado la concepción de otras formas de conocimiento en nuestras sociedades, reconociendo el legitimo derecho de la ciencia a tomar en cuenta el conocimiento social y experiencias propias de los pueblos, como autenticas expresiones creativas. O el impacto del positivismo, en el auge en la implementación de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), las cuales definitivamente han forzado la creación de un nuevo enfoque de la estrategia empresarial, basada en la utilización de las redes de comunicaciones para desarrollar actividades comerciales (e-commerce), lo cual a su vez, ha introducido un nuevo modelo de gerencia de negocios que ha provocando un cambio drástico en la forma tradicional de comercializar y publicitar sus productos.

Dentro de esta perspectiva, operan las sociedades que como organizaciones complejas, están integrada por personas que a su vez son complejas y tienen visiones del mundo completamente distintas aunque muchas veces no tengan conciencia de ello. Es por ello que la ciencia, debe funcionar como catalizador entre el conocimiento que se va desarrollando producto de las investigaciones científicas y las personas que utilizan ese conocimiento (adelantos tecnológicos), para resolver sus “problemas” de la vida rutinaria. 13     

Es necesario que los científicos y responsables del avance de la ciencia (Gobierno, Universidad, etc.), generen estrategias metodológicas eficaces que permitan estandarizar el proceso del conocimiento, estrechando aún más los ejercicios transdisciplinarios los cuales hoy más que nunca, son necesarios para explicar los fenómenos sociales que enfrentan los países en vías de desarrollo, producto de políticas globales dirigidas con una visión meramente financiera, sin tomar en cuenta la afectación irreversible que está teniendo nuestro medio ambiente.

En atención a lo expuesto, quizás lo que hace falta en nuestro países “en vías de desarrollo”, desde el punto de vista epistemológico, es provocar una ruptura de postulados (racionalismo, positivismo y otros), que fueron concebidos fuera de nuestras latitudes razón por la cual, no pueden conocer mejor que nosotros, sus ciudadanos, las realidades que aquí vivimos. Algunos autores denominan este hecho “eurocentrismo” ya que ven nuestra América Latina desde una perspectiva Europea, cuando éramos sus esclavos.

Finalmente nuestro reto, desarrollar las capacidades del conocimiento de forma integral a cada uno de nuestros hermanos, en las Escuelas, Liceos, Universidades y Centros de Trabajo, con el único propósito de fomentar patrones de creatividad, motivación y deseos de mejorar día a día (innovación continua), como forma de superar todas nuestras necesidades y mantenernos competitivos en una economía globalizada como la de nuestros días,

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Hernández, L., Romero, J. y Bracho, N. (2005). Tesis Básicas del Racionalismo Crítico. Cinta moebio 23: 193‐203. [Artículo en Línea]. Disponible en: www.moebio.uchile.cl/23/hernandez.htm. [Consulta: 2014, febrero 6]. Martínez, A. y Ríos, F. (2006). Los Conceptos de Conocimiento, Epistemología y Paradigma, como Base Diferencial en la Orientación Metodológica del Trabajo de Grado. Cinta moebio 25: 111-121. [Artículo en Línea]. Disponible en: www.moebio.uchile.cl/25/martinez.htm. [Consulta: 2014, febrero 6]. Meza, L. (2009). El paradigma positivista y la concepción dialéctica del conocimiento. Escuela matemática, Instituto Tecnológico de Costa Rica. [Artículo en Línea]. Disponible en: http://entremaestros.files.wordpress.com/2010/02/el-paradigma-positivista-y-laconcepcion-dialectica-del-conocimiento.pdf [Consulta: 2014, febrero 5]. Moulines, C. U. (1979). La génesis del positivismo en su contexto científico. C. U. Moulines (Ed.). Cátedra de Geografía Humana, Facultad de Geografía e Historia, Universidad de Barcelona. [Artículo en Línea]. Disponible en: http://josemramon.com.ar/wp-content/s/Moulines-Carlos-Ulises-Lag%C3%A9nesis-del-positivismo-en-su-contexto-cient%C3%ADfico.pdf [Consulta: 2014, febrero 4]. Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) (2001). Ciencia, Tecnología y Sociedad: una aproximación conceptual. [Artículo en Línea]. Disponible en: http://www.ibercienciaoei.org/CTS.pdf. [Consulta: 2014, febrero 6]. Wikipedia, La enciclopedia libre. (2014) Positivismo. [Artículo en Línea]. Disponible en: http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Positivismo&oldid=72247948. [Consulta: 2014, febrero 5].

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