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> de SatanAsse adaptan d'e una manera extiaordinaria al cegado <
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ha causado mucho mal. El <
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La capacidad para recibir y conocer las cosas de Dios no se adquiere en las escuelas,porque hay muchos sin letras que la tienen, mientras que hay muchos bien instruidos que no la tienen. Es una capacidad engendradapor el Espiritu Santo que reside en el coraz6n. Por tanto, el Espiritu ha sido dado a los salvos para que ellos puedan conocer las cosas de Dios que les son dadas gratuitamente. Sin embargo, hay algunos cristianos que su desarrollo es limitado a causa de su carnalidad. Ellos son incapaces de recibir el <<manjars6lido>debido a su carnalidad m6s bien que a su ignorancia. La Palabra divina no clasifica a los no salvos. porque todos son llamados hombres naturales. Pero entre los salvos hay dos clases, y segfin el pasaje bajo nuestra consideraci6n,el <
EL HOMBRE CARNAL El ap6stol (Pablo) eontinria en el capitulo tres con la descripci6n del hombre <
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uno dice: Yo soy de Pablo; y otro: Yo soy de Apolos; lno sois como hombres mundanos?>> Asi es, que algunos cristianos se llaman <
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sigue los guias humanos.Este pecadono seria curado aunque todas las organizacionesreligiosas pudieran ser barridas instantAneamentede la tierra, o reunidas en una. En la iglesia de Corinto estaban presentes <
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El orden progresivo del contexto entero es muy evidente: Primero, la revelaci6n divina ha sido dada. Dicha revelaci6n concierne a las cosas <
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ser de otro modo siendo que 6l tiene
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DEL ESPIRITU El cristiano es cristiano porque est6 bien relacionado con Cristo; pero <<elhombre espirituab>es espiritual porque estA bien relacionado con el Espiritu, adem5sde su relaci6n con Cristo en la salvaci6n.por tanto, sigueseque cualquier esfuerzo para descubrir el hecho y las condicionesde la espiritualidad verdadera debe basarse sobre un entendimiento claro de la revelaci6n biblica concerniente al Espiritu y Susdiferentesrelacionescon los hombres.Paiece qu-e la invenci6n m6s moderna de Satanfs es causar confusi6n tocante a la obra del Espiritu, y dicha confusi6n se encuentra entre los creyentes mhs pios y fervorosos. La calidad de la vida del creyente es de trascendental importancia delante de Dios, y naturalmente el poder de Satan6s est5 dirigido en contra del prop6sito de Dios. Satan6s no podria hacer otra cosa mejor para lograr sus fines que promover la enseflanzade ciertas doctrinas que no aciertan con los temas fundamentales, o que establecen el error en una forma positiva, y de esta manera impedir el entendimiento correcto de la fuente de bendici6n que Dios nos ha provisto. Esta confusi6n general en cuanto a las enseffanzasde la Biblia sobre el Espiritu se hace sentir en nuestroshimnos. Los expositores de la Biblia est6n de acuerdo al lamentar el hgchq de que muchos de los himnos acerca del Espi ritu Santo no son conformes a las Escrituras. Hoy,
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tambi6n se manifiesta esta confusi6n entre algunas 99ctas que enseffan teorias desequilibradasy antibiblicas. RELACIONES VARIAS DEL ESPIRITU SAN?O El prop6sito de este libro no es intentar una expo_ sici6n completa de las enseffanzasbiblicas concLr_ nientes al Espiritu de Dios, pero si hay ciertos as_ pectos de la revelaci6n total que deben entenderse y recibirse antes de poder comprender y experi_ -pro_ mentar inteligentemente la vida que Dios ha y visto el andar conforme al Espirltu. Las ensefran_ zas de las Sagradas Escrituras relacionadas con el Espiritu puedendividirse en tres aspectosgenerales: ! El. Espiritu segrin el Antiguo T-estamento;2) el Espiritu segfn los cuatro Evlngelios y los Hechos h_asta10:43; 3) el Espiritu seerin el resto de los Hechos y las Epistolas. 1.
El Espiritu segin el Antiguo Testamento
Tanto en el Antiguo Testamento como en todas las Sagradas Escrituras, el Espiritu de Dios se manifiesta como una Persona, y no meramente como una in_ fluencia. Se revela como una persona igual en deidad y en los atributos que caracterizan a las otras dos Personas de la Trinidad. Sin embargo, no residi6 en forma permanente en el coraz6n del hombre antes de la muerte de Cristo, aunque se mantenia incesantemente activo durante todos los siglos que precedieron aquel gran evento (Juan ?:B?_89;14:ie, r/). Muchas veces vino sobre hombres escogidosse_ $in se revela en los eventos del Antiguo Test-amento. Vino sobre ellos para cumplir ciertoJfine, v tos a"jO libremente euando la obra estaba eonsumada, de ia misma manera como habia venido. Hasta donde se
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nos revela en la historia biblica, ninguno tenia elecci6n ni esperabatenerla en cuanto a los movimientos soberanosdel Espiritu durante todo el periodo del Antiguo Testamento.A veces se cree que el profeta Eliseo y David son casos excepcionales.Pero no es muy claro que Eliseo pensaba en el Espiritu Santo que tenga cuando suplic6 a Elias y le dijo: <
El Espiritu segrinlos cuatro Evangelios y los Hechos hasta 10:43
Durante el periodo de los evangelios el car6cter esencial de la relaci6n del Espiritu con los hombres fue de transici6n, o de progresi6n, entre las antiguas relacionesya referidas del Antiguo Testamentoy las relaciones finales y permanentes de esta dispensaci6n de la gracia. Instruidos en las doctrinas del Antiguo Testamento, los discipulos hallaron la enseffanzade Cristo de que el Espiritu se recibia pidi6ndolo (Luc. 11:13)como cosa completamentenueva; tan nueva que segfn lo que se sabe por la historia sagrada nunca hicieron esa petici6n. El Seflor les dijo: <
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can, caracteriza un paso adelante en cuanto a la relaci6n progresiva del Espiritu con los hombres durante el periodo de los cuatro Evangelios. Poco antes de Su muerte dijo Jesris:
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y recibieron al Espiritu residente; no obstante, se Ies mand6 quedarseen Jerusal6n y no salir de ella. No pudieron emprender ninguna clase de servicio ni cumplir cualquier ministerio hasta que el Espiritu hubiesevenido sobre ellos para que tuviesen poder. <<Masrecibir6is poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espiritu Santo; y .ser6is mis testigos.>> Esta es una revelaci6n de condicionespermanentes. No es suficiente que los siervos y testigos hayan recibido al Espiritu: es menester que El venga sobre ellos, es decir, que los llene. El Dia de Pentecost6s Por lo menos tres cosas se efectuaron el Dia de Pentecost6sen cuanto a la relaci6n que el Espiritu sostienecon los hombres: 1) El Espiritu hizo su advenimiento al mundo a fin de permanecer aqui por toda esta dispensaci6n. Asi como Cristo est6 sentado a la diestra de Dios, aunque es omnipresente, de la misma manera el Espiritu, quien es igualmente omnipresente, ahora permanece locamente en el mundo, en un templo o morada de piedras vivas (Ef . 2:19-22).Tambi6n al creyente se le llama el templo individual del Espiritu (1 Cor. 6:19). El Espiritu no saldrS.del mundo, ni dejarA ninguna piedra de aquel edificio hasta que se cumpla el prop6sito de Dios para esta 6poca, que es la formaci6n de aquel templo. EI pasaje en Efesios dice asi: <
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creciendo para ser un templo Santo en el Sefior; en quien vosotros tambi6n sois edificados (os est6is edificando) juntamente, para ser morada de Dios, en virtud del Espiritu. rel="nofollow">> El Espiritu vino al mundo el Dia de Pentecost6s, y ese aspecto del significado de Pentecost6sno volveri a repetirse como no se repetir6 la encarnaci6n de Cristo. Actualmente no hay ningrin motivo para pedir al Espiritu que uenga, porque El ya est6 aqui. 2) Ademis, el Dia de Pentecost6ssefial6 el principio de la fogmaci6n de un cuerpo nuevo, u organismo que se llama, segfn su relaci6n con Cristo,
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un cuerpo de vitalmente unidos a Cristo y habitadospor el Espiritu; y precisamenteesta uni6n Ios convertia en un organismo y los compact6 por medio de vinculos m6s estrechosque cualquier vincu!o humano. Otros eran <
saci6n: muchos fueron bautizadosen Cristo; los discipulos fueron fortalecidos de una manera sobresalientey efectiva para la obra de predicar a Cristo. El que esiudia cuidadosamentelas Sagradas Escrituras puede distinguir un paso mAs en la completa transici6n entre las relaciones del Espiritu segfn la revelaci6n del Antiguo Testamentoy las que son permanentes en la presente dispensaci6n.Mucho de lo que ha sido mencionado hasta aqui, en esta 6poca, es permanente. Este riltimo paso trata del hecho de que durante lo3 dias en que el evangeliose predicaba exclusivamente a los judios (es decir, un periodo aproximadamentede ocho affos desde el Dia de Pentecost6shasta la conversi6nde Cornelio), el Espiritu fue recibido, en un caso por lo menos, por el rito judio (Heb. 6:2) de la imposici6n de manos (Hechos 8:14-17).Aunque dicha ceremonia humana se observ6 en unos euantos casos despu6s en conexi6n con la plenitud del Espiritu y con la dedicaci6npara el servicio (Hechos6:6; 13:3;19:6;l Tim. 4:14;2 Tim. 1:6), el Espiritu habia de recibirse, bajo las provisiones definitivas para esta edad, es decir, por fe en Cristo para la salvaci6n (Jn. 7:37-39).Esta condici6n final para recibir al Espiritu principi6 con la predicacibn del evangelio a los gentiles en la casa de Cornelio (Hech. 10:44; comp. Hech. 15:7-9,14)y ha continuado durante toda la 6poca presente. No se registra nada que implique que se pusieron las manos sobre los creyentes en la casa de Cornelio. El Espiritu
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I V6ase tambi6n la p6g. 38.
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Las relaciones finales y permanentes del Espiritu para con los hombres en esta dispensaci6nse revelan bajo siete ministerios; de los cuales, dos son para el mundo incr6dulo; cuatro son igualmente para todos los creyentes; y uno es para los creyentes cuyas relacionescon Dios son ajustadas.
LOS MINISTERIOS DEL DSPIRITU Los siete ministerios son como sigue: Primero, el mtnisterio restrictiuo del Espiritu. El fnico pasaje que trata de este aspectode la obra del Fspiritu (2 Tes. 2:6-8) no se interpreta lo mismo por todos los estudiantes de la Biblia. En dicho pasaje, el Ap6stol acaba de exponer el hecho de que, inmediatamente antes del regreso de Cristo en Su gloria, habrA una apostasia y el <
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tiene mencionadaaqui, pero Su poder soberanotanto sobre toda la tierra como sobre las fuerzas de las tinieblas la identifica como una de las tres Personas de la Trinidad. Siendo el Espiritu el Agente activo en la presente dispensaci6n,se deduce que este pasaje se refiere al Espiritu de Dios. Satan6s puede tener suficiente poder; pero no lo usar6 en contra de si mismo. <Si una casa se divide contra si misma, no puede permanecer aquella casa.> Es evidente que es el Espiritu de Dios quien detiene los proyectos del hombre de Satan6s hasta el tiempo sefialado por Dios. No hay sugesti6n alguna de que Satan6sse retirarS. o ser6 quitado antes de que dicl,o hombre pueda ser revelado; pero si hay un sentido en que el Espiritu ser6 quitado. Aquella relaci6n particular o Presencia que comenz6con la Iglesia y ha continuadocon ella cesar6 naturalmentecuando sea quitada la Iglesia. Siendo el Dios omnipresente, el Espiritu quedari en el mundo, pero Su ministerio presente y Su permanencia en la Iglesia habr6n sido cambiados. El Espiritu estaba en el mundo antes del Dia de Pentecost6s; sin embargo, se nos dice que aquel dia El vino conforme a la promesa de Cristo. Vino en el sentido de que inici6 una permanencia distinta en la fglesia -el cuerpo de creyentes-y un ministerio nuevo en el mundo. Este ministerio se terminar6 cuando la Iglesia sea arrebatada, y Su permanencia concluir6 cuando Su templo de piedras vivas sea quitado. Asi se puede concluir que la retirada del Espiritu seri la reversi6n de Pentecost6s, y no implica Su ausencia completa del mundo. Antes bien volver6 a sostenerlas mismas relaciones y obrar lo mismo como lo hizo durante la dispensaci6n anterior. Hay evidencias irrefutables de la presencia y poder del Espiritu en el mundo despu6s del rapto de la Iglesia. La influencia restrictiva se retirarS y la Iglesia ser6 arrebatada en un tiempo
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futuro que s6lo Dios sabe, y entonces a las fuerzas de las tinieblas se les permitiri venir a su manifestaci6n y juicio finales. Una evidencia del poder del Espiritu para detener el mal puede notarse en el hecho de que los hombres por profanos que sean no blasfeman en el nombre del Espiritu Santo. Hay un poder en el mundo que impide el desanollo completo de la maldad, y este es uno de los ministerios del Espiritu. Segundo,el rninisterio del Espiritu al conoencer al mundo de pecad,o,g de justicia, g de juicio. Este ministerio, por su propia naturaleza, tiene que ser una obra con el individuo, y no con el mundo entero. Juan 16:8-11dice asi: <
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propios a mejorarse. Hay una justicia de Dios, lo cual es para todos y sobre todos los que creen. Es cosa muy extrafia a la sabiduria de este mundo que una justicia perfecta puede ganarse simplemente por creer, y creer en una Persona invisible que est6 sentada a la diestra de Dios. Sin embargo, cada alma perdida debe sentir, hasta cierto punto, esta gran posibilidad, si ha de constrefiirse a acudir a Cristo y abandonar toda confianza en si mismo. 3) Asi, de la misma manera, en este triple ministerio del Espiritu, el hombre no salvo se ilumina en cuanto al juieio divino que ya se llev6 a cabo; porque <<elprincipe de este mundo ha sido ya condenado.>> Mediante dicha iluminaci6n el inconverso reconoce que el problema no consiste en lograr que Dios se haga misericordioso en cuanto al juicio de sus pecados: al contrario, los pecadoreshan de creer que este juicio ya se efectu6 y solamente les toca descansar en la victoria inapreciable que ha sido ganada para ellos. Todo poder de Satanis sobre el hombre a causa de sus pecados ha sido roto, de tal manera que Dios, quien es santo hasta el infinito, puede ahora recibir y salvar a los culpables. Los principados y potestadesfueron vencidos en virtud de la cruz (Col. 2:13-15). Indudablemente, es el prop6sito de Dios que el Espiritu se valga de los instrumentos que se digna escoger para iluminar al mundo con respecto al pecado, la justicia y el juicio. Puede usar un predicador, una porci6n de las Escrituras, el testimonio de un cristiano, o un tratado; p€ro tras todos estos medios humanos est6 la operaci6n efectiva del Espi ritu. Tercero, el ministerio regenerador del Espiritu. Este y los tres ministerios sucesivosdel Espiritu se relacionan con la salvaci6n de aquel que cree en Cristo. Es nacido del Espiritu (Jn. 3:6), y ha llegado
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a ser un hijo legitimo de Dios. Ha llegado a ser participante <de la naturaleza divina>>,y Cristo,
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traci6n exterior se manifest6 para evitar que algunos pensaran que el Espiritu no fue dado tan completamente a ellos como a los judios. Leemos: <<Mientras Pedro estaba arin hablando estas cosas, cay6 el Espiritu Santo sobre todos los que oian la palabra. Y los creyentes que eran de la circuncisi6n, cuantos habian venido con Pedio, quedaron irados de que sobre los gentiles tambi6n fuese derramado el don del Espiritu Santo; pues que los oian hablar en lenguas extrafias, y engrandecer a Dios. Entonces respondi6 Pedro: lPuede alguno vedar el uso de agua, para que 6stos no sean bautizados,los cuales han recibido el Espiritu Santo lo mismo que nosotros?> (Hech. 10:44-47).Tocante a la explanaci6n que hizo Pedro de su ministerio a los gentiles, leemos: <
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que manifiesta d6nde est6 el Espiritu ahora en relaci6n al creyente. Es menester que se entienda y se crea de todo coraz6nque el Espiritu reside ahora en el verdadero hijo de Dios, y que lo hace desde el momento que se salva. 1) La Biblia lo ensefra explicitamente, y 2) a la luz de otras revelaciones la raz6n lo exige: a) Segfin la Reuelacidn.Se cdnsiderar6 ahora el hecho de que el Espiritu mora en el creyente sin hacer referencia a los dem6s ministerios de El. Cualquier ministerio del Espiritu estudiado aparte de los demis seria incompleto; pero es de particular importancia que este ministerio sea comprendidopor si mismo. Unos pasajes de la Escritura bastar6n para indicar la enseflanzabiblica en cuanto a este tema. Juan 7:37-39: <
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vaci6n y se recibi6 el Espiritu como una parte vital de dicha salvaci6n. Rom. 5:5: <
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vuelvan a una vida de santidad y pureza por esta 6nica raz6n. Hubo realidades m6s hondas afin para aquelloscristianos pecadoresen cuanto a su relaci6n con el Espiritu; pero no tenian necesidadde recibir al Espiritu, pues ya moraba en ellos. 1 Corintios 12:13:
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quien Dios ha dado a los que le obedecen.> Esto no se refiere a la obediencia diaria del cristiano, sino que constituye una exhortaci6n a los inconversos para que obedezcan el evangelio. El contexto ensefra claramente que el Espiritu se da a aquellos que obedecen a Dios por fe en Su Hijo como su Salvador. 2) Hechos 8:L4-17,ya se ha considerado.El incidente registrado aqui sucedi6 durante el breve periodo entre el Dia de Pentecost6s y la primera predicaci6n a los gentiles. Las condicionesexistentes en aquel entonees no debieran interpretarse como las relacionesdefinitivas entre el Espiritu y todos los creyentes durante esta edad. 3) Hechos 19:1-6: <
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sobre ellos el Espiritu Santo; y hablaban en lenguas extraffas, y profetizaban.>> La imposici6n de las manos, como las dem6s sefiales que siguieron, se relaciona con la plenitud del Espiritu o el hecho de que el Espiritu vino sobre ellos; pero no deben confundirse con el hecho de que ya habian recibido el Espiritu cuando creyeron. Por lo tanto, no hay ninguna Escritura que contradiga el consistentetestimonio de la Biblia de que todos los creyentes de esta dispensaci6n tienen el Espiritu en ellos. b) Seg{tnla Raz6n. Una vida santa, la cual tiene que depender siempre del poder capacitador del Espiritu, se exige tanto de un creyente como de otro. No hay una norma de vida para un grupo de creyentes y otra norma para otro grupo de creyentes. Si hubiera un hijo de Dios sin el Espiritu debiera ser exento, con toda raz6n, de aquellas responsabilidades que anticipan el poder y la presencia del Espiritu. El hecho de que Dios se dirige a todos creyentes como si tuviesen el Espiritu es evidencia poderosade que en verdad lo tienen. Por consiguiente,se puede concluir que todos los creyentes tienen el Espiritu. Esto no implica que todos han experimentadotodas las bendicionesposibles de una vida llena del Espiritu. Reciben al Espiritu cuando se salvan, y no se registra ninguna palabra en la Biblia que sugiera que El jam6s se retire. Su presenciaperrnanececon ellos para siempre. Qutnto,eI ministerio del Espiritu en bautizar. Ya se ha hechoreferencia a este ministerio del Espiritu en conexi6ncon la discusiondel Dia de Pentecost6s. Toda la enseflanza biblica sobreestetema se presenta e n l o s p a s a j e ss i g u i e n t e s M : at.3:11; Marc. 1:8; L u c . 3 : 1 6 ; J n . l : 3 3 ; H e c h . 1 : 5 ; 1 1 : 1 6 ;R o m . 6 : 3 ,4 ; 1 C o r . 1 2 : 1 3 :G 6 l . 3 : 2 7 : E f . 4 : 5 : C o l . 2 : 1 2 .D e e s t o s
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solamente uno desarrolla el verdadero significado: <
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do creen. Lo esencial es descubrir el significado exacto de la palabra como representativa de un ministerio particular del Espiritu. Setto, el ministerio del Espiritu en sellar. <
3 LA PLENITUD DEL ESPIRITU O LA VERDADERA ESPIRITUALIDAD Se ensefiaen la Biblia por medio de varios t6rminos que hay dos clases de cristianos: los que permanecen en Cristo, y los que no permanecenen El; los que andan en la luz, y los que andan <segfn los que andan en <novedad el uso de los hombres>>; de vido>, y los que andan <<segfinla carne>>;los que tienen el Espiritu <<en> y <sobre>ellos, y los que tienen el Espiritu (<en>> ellos, pero no <sobre> ellos; y los que son <
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La transici6n del carnal al espiritual se trata extensamenteen la Biblia. Pero es posible conocer la doctrina sin apropiarse de sus bendiciones;y por otra parte, es posible haber experimentado hasta cierto punto la realidad de esta vida victoriosa sin Esta ensefranza conocerla doctrina correspondiente. de la liberaci6n ha sufrido mucho por causa de aqt:elios que han procurado entehder sus principios analizando alguna experiencia personal, ignorando de las Escrituras. El peligro de dicho las ensefranzas error es obvio: Ninguna experiencia por si misma seria jam6s una verdadera o perfecta representaci6n del prop6sito completo de Dios para cada cristiano; y si asi fuera, nada menos que la sabiduria infinita de Dios podria interpretar tal experiencia con toda exactitud. Por falta de instrucci6n en la Biblia, muchos han inventado t6rminos y frases antibiblicas cuando procurar describir su experiencia; por lo tanto, son invariablemente tan err6neos como cualesquiera conclusiones de la mente humana al tratar con las realidades divinas. Seria intitil procurar clasificar las diferentes experiencias; pero cuando uno ha encontrado paz, poder y bendici6n por rendirse de una manera definida a Dios y por confiar tinicamente en Su potencia, entonces la Biblia asigna elaramente la causa como una manifestaci6n m6s amplia de la presencia y poder del Espiritu. Se dice que tal persona es <
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estudio de la Palabra de Dios; pero de nada sirven aquellos t6rminos hechos por los hombres como <
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habita, pues es el resultado de la plenitud del Espi_ ritu. Saulo fue salvado mientras iba en el camino de Damasco, y podemoscreer que fue entoncescuando recibi6 el Espiritu como <
dleno del Espiritu Santo>(Lucas 4:1); cada uno de los de una familia entera, es decir, Zacarias, Elisabet y Juan, eran llenos del Espiritu (Luc. 1:15,41,67); y los discipulos fueron llenados del Espiritu repetidas veces despu6s del Dia de Pentecost6s (Hech. 2:4i 4:8,31; 6:3; 7:55: 9:17; ll:24: 13:52.N6tensetambi6n'todoslos pasajes en que se dice que el Espiritu estaba sobre los creyentes). Segundo,en cuanto al precepto: Se encuentra en el Nuevo Testamento un mandamiento directo: <
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Testamento el efecto de las bebidas alcoh6licas se contrapone a la vida llena del Espiritu (Luc. L:15; Hech. 2:12-21;Et. 5:18). Como el alcohol estimula las fuerzas fisicas y los hombres son inclinados a tomarlo para que les ayude en sus situaciones dificiles, de la misma manera que el hijo de Dios, enfrentando la responsabilidadsobrehumana de un andar y servicio celestial, se dirige al Esiliritu quien es la fuente de todo poder y suficiencia. Cada momento en la vida espiritual se presentan demandas sobrehumanasy existe una necesidaddesmedidade parte del creyente. Por tanto, es menester recibir y emplear constantementela provisi6n de poder y gracia que se nos ofrece. <<Segfntus dias, serAn tus fuerzau (Deut. 33:25). Ser lleno del Espiritu es tener el Espiritu cumpliendo en nosotros todo lo que Dios propuso que hiciera cuando nos lo dio. Ser lleno de El no es el problema de recibir mds del Espiritu: antes bien, es la cuesti6n de que el Espiritu tome nrris de nosotros. Nunca tendremos m6s del Espiritu que la unci6n que cada cristiano ya ha recibido. Por otra parte, el Espiritu puede controlar todo el creyente y asi manifestaren 6l la vida y el car6cter de Cristo. De manera que la persona espiritual es aquella que experimentael prop6sito y plan divino en su vivir diario por mediodel poder del Espiritu que le habita. El cardcter de dicha vida ser6 la manifestaci6n de Cristo. La cuusa de ella serA la obra del Espiritu no impedidoen nosotros(Ef. 3:16-21;2 Cor. 3:18). Se pinta claramente en el Nuevo Testamento lo que el Espiritu produciria en Llnavida bien ajustada, y esta revelaci6nen su totalidad constituye la definici6n biblica de la verdadera espiritualidad. Tales empresas se asignanespecificamenteal Espiritu, y son Sus manifestaciones en el cristiano y por medio de 61.
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SIE?E MANIFESTACIONES DEL ESPIRITU Las manifestaciones del Espiritu son siete, las cuales se experimentanrinicamentepor los creyentes llenos del Espiritu; porque en las Escrituras, estos resultados nunca se rclacionan con cualquier minis'con terio del Espiritu sino el de la plenitud. Las siete manifestacionesdel Espiritu son: L.
EI Espiritu produce un cardcter cristiano
<<Masel fruto del Espiritu es amor, gozo,paz, longanimidad, benignidad, bondad, fidelidad, manse(dominio sobre si mismo) (G61. dumbre, templanza>> 5:22,23). Comprendidaen estas nueve palabras tenemosno solamente una declaraci6n exacta de lo que es el car6cter cristiano, sino tambi6n una descripci6n del proceder de Cristo mientras vivia en la tierra. Tambi6n, es una revelaci6n de aquella norma de vida tan elevada que El desea que experimente el cristiano ahora mismo. Estas nueve palabras forman una definici6n biblica de lo que significa la frase, para mi el vivir es Cristo.> Aunque el mun<
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do puede hacer, ya que por medio de 6l puede alcanzar ciertos logros dentro de la esfera de las sombras que el mundo ha escogido como sus ideales. El hijo de Dios no afronta meramente las sombras que son los idealesdel mundo, aunquepor ignorancia pudiera ser que asi lo creyera. Lleva la responsabilidad de manifestar <
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del Espiritu, dicha demanda no es sin raz6n, porque las mencionadas virtudes no se esperan como una obra de la carne, sino que Dios ha irecho una provisi6n completa para que sean producidas por el Espiritu. Sin embargo, el hecho de que El ha destinado que ellas sean <
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-espiritu, alma y cuerpo-. De aquella fuente, es decii. de la carne, no puede haber ningrin <
r V6ase tambi6n la prig. 134.
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plina, El cristiano puede realizar inrnediatamente las virtudes celestialesde Cristo: no por sus propios esfuerzos; sino por un ajuste debido al Espiritu que le habita. Esta es una reoelaci1n muy extrafta, seg0n el modo de pensar y de actuar de los hombres,y para muchos de ellos es una <<palabradura>>.Esta posibilidad tan tremenda,'comose revela en la Palabra de Dios, no parecer6 ni arin razonable al que no ha acabado con la duda en cuanto a la posibilidad de que lo sobrenatural se experimenteen cada momento de la vida. Los que dudan, s6lo porque les parece irreal, no deben negar que el andar por el Espiritu es la provisi6n de la gracia de Dios para Sus hijos. La revelaci6n de que el verdadero carScter cristiano se produce directamente por el Espiritu se funda en las p6ginas de la Palabra de Dios, en donde se hacen declaracionesclaras al respecto, pues la ensefranza biblica sobre este tema es directa y no complicada. Tambidn hay muchos testigos gozososque testifican de que es una realidad en su propia experiencia. Los efectos del crecimiento cristiano no se incluyen en esta victoria inmediata. Es sencillamente el resultado de entrar en la completa voluntad de Dios para nuestra vida. Estas nueve palabras que definen el carActer cristiano pueden seguirse a lo largo del Nuevo Testamento, y se encontrar6 1) que siempre se presentan como caracteristicas divinas, aunque a veces tienen una sombra de su realidad en las relaciones y los ideales del mundo; 2) que Dios espera que se manifiesten en la vida del creyente; y 3) que siempre se producen finicamente por el Espiritu de Dios. Cada una de las nueve palabras pudiera considerarse extensamente; pero por falta de espacio solamente se tratar6 la primera. Lo que se descubre respecto a 6sta puede indicar, hasta cierto punto, lo que se descubriria en cuanto a las dem6s.
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El Amor Hay un amor humano que es muy real; pero todo el amor cristiano, conforme a las Escritutas, es claramente una manifestaci6ndel amor divino medtante el coraz6n humano. Esto se declara en Rom' 5:5: <<porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones,por medio (producido o causado por) del Espiritu Santo, que nos ha sido dado>. Esto no es la operaci6nde los afectos humanos,sino la manifestaci6n directa del <
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para el mundo de hombres perdidos, o sea, la compasi6n de Dios que no conoce limites. Lo que se llama a veces <<elespiritu misionero>>no es otra cosa que esta eompasi6n, que hizo venir del cielo el Hijo de Dios, <<derramada> en un coraz6n humano. El inter6s en la salvaci6n de hombres perdidos no se despierta por el'desarrollo intencional de los afectos humanos: sino que se realiza inmediatamen. te en el corazfin cristiano, cuando existe una relaci6n conecta con el Espiritu de Dios. Un deseo para la salvaci6n de otros es el primer pensamiento de muchos despu6sde nacer espiritualmente. Tercero, el amor de Dios detesta el presente sistema mundial. <
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mis discipulos, si ten6is alnor los unos a los otros>> (Jn. 13:34-35).Tal amor divino constituye tambi6n la prueba de nuestra fraternidad en Cristo: <<Enesto conocemosel amor, por cuanto 6l puso su vida por nosotros; y nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.Pero aquel que tiene bienes de este y ciemundo,y ve a su hermanopadecer.necesidad, rra contra 6l sus entrafras de conmiseraci6n,lc6mo podrAhabitar el amor de Dios en 6l?>> (1 Jn. 3:16-17); <<nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a (1 Jn. vida, por cuanto amamos a los hermanos>> 3:14). Quinto, el amor de Dios es sin fin: <
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por nosotros.>> Por lo tanto, sigue que <<nosotros poner nuestras vidas por los hermanos>> 9gbemos (1 Jn. 3:16). A continuaci6ndimos el testimonio del ap6stol San Pablo:
El Espiritu produce servicio cristiano Al dejar la raz6n humana para conocer la ense_ fianza biblica, se descubre aqui tambi6n que el servi_
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cio cristiano ha de ser el ejercicio directo de la energia del Espiritu por medio del creyente.
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dichas capacidadesnaturales; pero el <<don>>. confor_ me a su significado biblico, describe el empefro o manifestaci6n del Espiritu obrando por medio del creyente. Es m5s bien el Espiritu qu-eriendolograr un fin, y usando al creyente para hacerlo; y ni el creyente deseandohacer algo, y pidiendo la ayuda de Dios en la tarea. Es <
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Espiritu, repartiendo a cada cual conforme 6l quiere>> (1 Cor. l2:4-ll). Por lo tanto, un <<don>> es una <<manifestaci6n del Espiritu>, o un servicio divinamente producido por el Espiritu <
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tales como la rinica realizaci6n del pleno ministerio del Espiritu. Las referidas personas,quienes se llaman cristianos, se atreven a condenar la espiritualidad de los cristianos consagradosde todas las generaciones que no aceptaron sus enseflanzas.Evidentemente les falta el conocimientoy la debida consideraci6n de aquellos dones que se nos presentan en las Escrituras como de importancia primaria en contraste a los de menor utilidad. Todo lo que se haga para renovar las manifestacionesPentecostales debe hacerse a la luz de todo lo que se enseflaen 1 Cor. 14. Si Dios est6 llamando a Su pueblo a una renovaci6n de todas las primeras manifestaciones del Espiritu, epor qu6 se limita este llamamiento a una pequefrasecta, cuando hay millares y millares afuera de ella que se han rendido al Seflory est6n dispuestosa hacer Su voluntad,pero l'runcason guiados a semejantesmanifestaciones?Si es SatanAsquien est6 usandola cuesti6n de las primeras manifestaciones del Espiritu como Llnaoportunidadpara confundir y dividir a los cristianos,todo su poder sobrenatural se desplegar6y sus engaflosmds sutiles se impondr6na fin de producir lo que puclieseparecerse a la obra de Dios. Muchosque se han librado de estas creencias y manifestaciones<
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confiados a los creyentes, que se cumplen solamente por medio del poder impartido por Dios. El ministerio de la restauraci6n se limita rinicamente a los creyentes espirituales,segfn GAl. 6:l: <
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rendidos al Seior casi no hacen caso a la instaneia humana. La audacia que es suficiente para inducir a otro a que emprenda una obra en la energia de la carne no es la condici6n del verdadero servicio cristiano. El tinico requisito es que eI coraz6n y la vida se rindan a Dios. Entoncesel Espiritu que Ie habita manifestar6 Su gran'poder por su medio. La espiritualidadno se gana por medio del servicio: es para el servicio. Cuando uno es verdaderamente espirituai, todo esfuerzo en la energia de la carne se evita para que el servicio real se rinda en el poder del Espiritu. La espiritualidades obra de Dios para Su hijo: el servicio es la obra del hijo para su Dios, la cual se efectfa fnicamente en el poder del Espiritu que le habita. 3.
El Espiritu ensefia
El ministerio del Espiritu como Maestro que ensefla al creyentese describepor las palabrasde Cristo en Juan 16:12-15:<
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verdades divinas ocupar6 nuestra mente y nuestro coraz6n por toda la eternidad; pero ahora mismo los cristianos pueden entrar y hacer adelantos en este reino de verdad y gracia. <
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tancia. No se trata solamente de la cuesti6n del placer y provecho en las maravillas de la Verdad divina: comprende las realidades del saber, o de la ignorancia; la obediencia, o la desobediencia por falta dc entendimiento; el poder, o la debilidad; el espiritu de ayudar, o el de dafiar en la vida y testimonio del creyente, Quien en virtud del Espiritu que mora en 6l pueda conocer e impartir a otros algo de la Verdad ilimitada de Dios. No hay educaci6n humana que pueda corregir dicho defecto. La difi cultad primaria es la carnalidad, y cuando se sana, <
El Espiritu promueve alabanza y acci6n de gracias
Inmediatamente despu6s de la exhortaci6n que se encuentra en Ef. 5:18 a que seamos <
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dando gracias siempre, por todas las cosas, en el nombre de nuestro Sefior Jesucristo, al Dios y Padre nuestro.>>Todas las cosas cooperan juntas para el bien del hijo de Dios, y es muy razonable que 6l d6 gracias siempre por todas las cosas. Esto se puede hacer por medio del Espiritu quien conoce <
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El Espiritu guia
Puesto que toda la discusi6n concerniente a la vida del creyente en el Espiritu, segtn la Epistola a los Romanos, culmina a principios del capitulo ocho, lo que sigue en ese capitulo debe considerarse como una descripci6n de aquellos cuyas vidas han sido relacionadas bien con la vida m6s amplia y el andar conforme al Espiritu. Hay tres distintas manifestaciones del Espiritu que se encuentran en esta porci6n de las Escrituras, y sirven para completar la revela-
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ci6n entera en cuanto a la obra precisa del Espiritu en y por la persona a quien llena. Se nos dice en Rom. B:14: <
Bt Espfritu da testimonio con nuestro espiritu
Se nos dice en Rom. 8:16: <<ElEspiritu mismo da testimonio juntamente con nuestro espiritu, de que somos hijos ile Dios.> Segrin el significado primario de este versiculo, el Espiritu da testimonio coz nuestro espiritu hacia Dios. Tambi6n, es muy claro que El da testimonio o nuestro espiritu tocante a todo lo que tenemos en virtud de nuestra relaci6n con Dios
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como Sus hijos. Este ministerio de dar testimonio de parte del Espiritu se mencionaotra vez en G6l. 4:6: <
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est6 cerco>, y que nuestra eterna comuni6n con El en la gloria puede realizarse en cualquier momento. En Su gracia infinita Dios ha provisto que cada uno de Sus hijos puedan experimentar en su coraz6n esta experiencia; pero solamente aquellos que permanecen en El conocerin dicho 6xtasis de vida. 7.
El Espiritu intercedepor nosotros
La promesa aI respecto se registra en Rom. 8:26, y se refiere a una particular forma de oraci6n. La intercesi6n debe considerarse como limitada al ministerio en que uno se pone entre Dios y su pr6jimo. Es una oraci6n a favor de otros. Bajo tales condiciones, no sabemosc6mo orar como se debe, pero el Espiritu ayuda nuestra flaqueza. En si mismo eI creyente estS menos preparado para orar por otros que cualquier otra cosa, pero la intercesi6npor sus semejantes es uno de los ministerios mis grandes que le han sido encomendadosal hijo de Dios. Podemosfamiliarizarnos con la Palabra que predicamos; pero el campo de la intercesi6n es nuevo, desconocidoe inescrutable. Muy pocos cristianos han entrado en dicho ministerio de oraci6n; pero todos pueden en' trar. LO QUE ES Y LO QUE NO ES LA ESPIRITUALIDAD Al concluir, se puede decir que un cristiano espiritual es un cristiano lleno del Espiritu, en quien el Espiritu no contristado manifiesta a Cristo, produciendo en 6l el verdadero caracter cristiano, que es <<eIfruto del Espiritu; dando poder al verdadero servicio cristiano por medio del ejercicio de un <don del Espiritu>; por medio de instrucci6n personal en
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la Palabra de Dios; inspirando verdadera alabanza y acci6n de gracias; guiando al creyente en un continuo andar <<en el Espiritu; convirtiendo en un verdadero 6xtasis celestial del coraz6n, todo lo que ha sido aceptadopor fe, es decir, las posicionesy posesiones en Cristo; e inciinando, iluminando y habili tando al creyente en la oraci6n de intercesi6n. La espiritualidad verdadera comprende las siete mencionadasmanifestacionesdel Espiritu en y por medio del que llena. No es meramente la cesaci6n de las cosas que se llaman <<mundanales>>, sino la producci6n de la vida divina. No consiste en lo que no se hace, sino en lo que se hace. No es supresi6n, sino expresi6n. No es mantenerse en el <
invento de Satan6s para hacer las bendiciones de Dios repugnantes deiante de los j6venes que estSn Ilenos de entusiasmo,energia y vida. Es lamentable que haya algunos que dan mucho 6nfasis a lo negativo de la Verdad hasta producir la impresi6n de que la espiritualidad se opone al gozo,libertad y naturalidad de expresi6n en pensamientoy vida en el Espiritu. La espiritualidad no es una postura piadosa. No es tanto una prohibici6n, como una vida de actividad para la gloria de Dios. Asi se abren las puertas que conducen a la bienaventuranza, energias y recursos eternos de Dios. No es bueno eliminar de la vida el elemento de diversi6n y expansi6n. Si descuidamos este factor vital en la vida humana, no podremos ser normales fisica, mental ni espiritualmente. Dios ha provisto que nuestro gozo sea completo. Tambi6n es digno de notarse que una de las caracteristicas de la espiritualidad verdadera es que desaloja los deseosy asuntos de menor importancia. El remedio biblico, y la vez prictico, para Ia <<mundanalida$> entre los cristianos consiste en llenar el coraz6n y vida con las bendicioneseternas de Dios de tal manera que haya una preocupaci6n gozosa por sus cosas y distracci6n u olvido en cuanto a las cosas no espirituales. Una hoja muerta que permaneciera pegada a la ramita despu6sdel verano con sus vientos y calores caer6 silenciosamenteal suelo cuando la savia empiece a circular nuevamente en primavera. La hoja caer6 porque hay una nueva manifestaci6n de vida empujando de adentro para afuera. La hoja muerta no puede quedar en donde sale el nuevo brote, ni puede continuar la mundanalidad cuando fluyen las bendicionesdel Espiritu. No somos llamados a predicar en contra de las <
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Cuando and6is conforme al Espiritu, no podrdis hacer las cosas que otra manera hariais. Es la obra del Espiritu producir en el creyente una vida de car5cter celestial. Dicha vida es inimitable; sin embargo, comrinmente se supone que la espiritualidad consiste en luchar para observar ciertos reglamentos,o para imitar un ideal celestial. La espiritualidad no se obtiene luchando: tiene que aproptarse. No es la imitaci6n de un ideal celestial, sino la imparttci6n del poder divino que tan s6lo puede realizar ese ideal. <
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os ha hecho libres, y no os sujet6is otra vez bajo el yugo de la servidumbre>>;<
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renacidoque perteneceal cielo. Hay mucho en comtn entre los tres distintos cuerpos de verdad que son completosen si, y a causa de este hecho se ha supuesto que los varios mandamientosy exhortaciones que se hallan en todos los c6digos ya mencionados han de unirse para formar una vasta obligaci6n que descansesobre el creyente. Combinar dichos sistemas y aplicarlos todos al creyente de esta edad, seria presentar obligacionesque son confusas y contradictorias en algunos puntos, y pasar por alto las distincionesvitales entre la ley y la gracia. La gracia no solamentepresenta la manera divina de salvar y guardar los pecadoresindignos: tambi6n les ensefta como debieran vivir. <€orque ha sido manifestada la gracia de Dios....instruy6ndonosa fin de que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos sobria y justa y piadosamente, en este siglo presente, aguardando aquella esperanza bienaventurada, y el apareeimiento en gloria del gran Dios y Salvador nuestro, Jesucristo; el cual se dio a si mismo por nosotros, para redimirnos de toda iniquidad, y purificar para si mismo un pueblo (Tito de su propia posesi6n,celoso de buenas obras>> 2:ll-1,4). Las ensefranzasde la gracia que anticipan todo el andar y lucha del creyente se encontrarin en porciones de los Evangelios, Los Hechos y todas las Epistolas del Nuevo Testamento. Es un sistema completo, que no requiere ninguna adici6n de la ley. Incolpora muchos de los principios que formaban parte de la ley, pero estos principios se presentan bajo la gracia en una forma nueva de tal manera que armonizan precisamente con la posici6n y libertad del creyente que es <<enla ley de Cristo>. Ningrin cristiano est6 bajo la ley como norma de vida. l0u6ntas veces se nos dice asi en el Nuevo Testamento! Tampoco est6 el creyente <<sinley>>,conforme al tema constante de las Epistolas. Las discu-
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sionesrespecto a esto cesarian si todos los creyentes entendieran Io que significa estar <<enla ley de Cristo>. Estar <<enla ley de Cristo> significa estar bajo las ensefianzasde la gracia con las provisiones correspondientespara lograr la victoria. No es dificil abandonar la ley como norma de vida cuando se descubre que ha sido provisto otro sistema completo que concuerda exactamentecon las posicionesde la gracia. Hay dos aspectosde las enseflanzasde la gracia que son fundamentales: Primero, anticipan una manera y calidad de vida que es sobrenatural. Estas normas no son otra cosa En vista de la presente que <
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Cristo> ha de llevarse a cabo por el poder capacitador del Espiritu que mora en el creyente. Como se ha visto, baio la ley ningrin auxilio fue provisto. El pecado tenia dominio sobre los que estaban bajo la i"y, y la ley los conden6.En cambio, bajo la gracia se ha provisto que <<elpecado no tendr6 dominio <<Sisois guiados por el Espiritu, no sobre vosotros>>. estiis bajo sistema de ley.> El hecho de que eI poder eficaz para el vivir diario se provee en un sistema y no se provee en el otro es la distinci6n definitiva y m6s importante entre la ley y la gracia. Aunque no est6 bajo la ley como norma de vida el cristiano lleno del Espiritu esth en una posici6n donde no puede hacer las cosas que de otra manera haria (G5i. 5:1?). Esto tambi6n se debe a que est6 Estando bajo eI poder y domi<<en la ley de Cristo>>. nio del Espiritu, no puede hacer las cosas que de otra manera haria a causa de los deseostransformados de un coraz6n que el Espiritu llenado. El poder de Dios estiir obrando en tal creyente <
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la gracia el cristiano normal ha de ser lleno del Espiritu. Asi, se ha decidido y provisto divinamente que cada deseo del coraz6n del hijo de Dios sea impulsado por el Espiritu que mora en 61. Esto es la provisi6n divina para una oraci6n prevaleciente: <<Sipermaneci6reis en mi, y mis palabras permanecen en vosotros, pedir6is cuanto quisi6reis, y os (Jn. 15:7). Bajo dichas condiciones,la ser6 hecho>> libertad m6s completa puede ser concedida. Asi es que segfn el plan de Dios el cristiano lleno del Espiritu tiene plena libertad para hacer todo lo que su coraz6n le jmpulse hacer; porque al ser lleno del Espiritu solamente quiere hacer lo que agrada a Dios, y asi se cumple <
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como el mundo y alta como el cielo- de la mariposa. La mariposa no necesita una ley que le prohiba regresar al estado anterior; pero descubrimos afin con tristeza que tenemos presente en nosotros la carne, la cual tenemos que guardar en completa sujeci6npor medio del poder de Dios' Para lograr esta victoria nuestro Dios es suficientementepoderoso. Se nos dice que estemosfirmes en la bendita Iibertad que tenemos en Cristo. Dicha libertad no consistesolamenteen ser libres de' la ley, pero tambi6n en el hecho de que tenemosel poder capacitador y vivificador del Espiritu. Sin uua dependenciacompleta de Dios nos eucontraremoscnredadosen los esfuerzos carnales (ltle son un regreso a los principios y requisitosde la ley. iCuSn importantees la exhorllenos del Espiritu>>!lCu6n granclees el taci6n <<Sed la insignificanciahumana y la sufientre contraste ciencia divina, tan reales la una como Ia otra! Es posible ser nacido del Espirittr, bautizado con el Espiritu, habitado por el Espiritu, sellado con el Espiritu, sin experimentar la plenitud del Espirittt. Los primeros cuatro ministet'iosse cumplieron perfectamente en cada creyente desde el momentoen que fue salvado; porque dependende la fidelidad del Padre para con Su hijo. El irltimo ministerio que acabamosde mencionar,o sea,la plenituddel Espiritu, no se ha experimentadopor todos los cristianos; porque este ministerio dependede la fidelidad del hijo para con su Padre. La espiritualidadno se gana en contestaci6na una oraci6nconstante;porquepoco se revela en la Escritura que justifique al creyentea que ore por ia plenitud del Espiritu. Es la obra normal del Espiritu llenar al que se encuentrabien relacionadocon Dios. El cristiano siernpre ser6 lleno mientras haga posible la obra del Espiritu en su vida.
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Asi, tarnbi6n la espiritualidad, o sea, la plenitud del Espiritu, no depende de una paciente espera. Los discipulos esperaron diez dias el advenimiento del Espiritu al mundo, y El vino tal como se les dijo que esperasen. Pero no esperaron solamente su propia y personal plenitud, sino el comienzo del nuevo ministerio del Espiritu; el cual se inaugur6 el Dia de Pentecost6s. Cuando vino, todos los que estaban preparados en su coraz1n y en su vida se llenaron instant6neamente del Espiritu, y desde aquel dia no ha sido necesario que ningfn cristiano espere el Espiritu. Por lo tanto, ni la oraci6n ni la espera son r:ondiciones de la espiritualidad. De las tres condiciones biblicas por las cuales el crjstiano puede ser espiritual o lleno del Espiritu, dos de ellas se relacionan directamente con el asunto tle pecado en la vida diaria del creyr:nte, y la otra se relaciona con el rendimiento de la voluntad a Dios. A continuaci6n se consideralhn estas tres condiciones.
4 (NO CONTRISTEIS AL
ESPIRITUSANTOD La primera condicidn de la ver dade ra espiri t ualidad Se ha establecido que los cristianos vivan cada momento de su vida en compaffia del Espiritu de Dios. Para ellos la vida es una uni6n vital, momento tras momento, con Aquel que es infinitamente santo. Por lo tanto, el pecado en el cristiano es diametralmente opuestoa las manifestacionesverdaderas del Espiritu en la vida. IQUE ES LO QUE CONTRIS?A AL ESPLRITU? El pecado destruye la espiritualidad. Necesariamente es asi; porque cuando el pecado se tolera en la vida diaria del creyente, eI Espiritu que le habita tiene que dejar Su ministerio bendito por medio de 61,y principiar un ministerio de sriplica a 61. No se enseflaen la Biblia que el Espiritu se retira a causa del pecado en el creyente a quien habita: mhs bien se contrista por el pecado. El hijo de Dios vive o con el Espiritu contristado o no contristado. Con mucha raz6n se puede dudar, a la luz de la Palabra de Dios, si la persona salva, despu6sde haber recibido aI Espiritu, vive por los dictados de su conciencia. Las normas de la conciencia humana tienen que ceder su puesto a una norma de juicio moral infinitamente m6s elevada.
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La manera de vivir del cristiano o contrista o no contrista al Espiritu de Dios. El ap6stol San Pablo escribe del hecho de que su conciencia daba testimonio consigo en el Espiritu Santo, y es muy probable que el Espiritu usa la conciencia como una facultad humana; pero le imparte seguramente la nueva norma de la infinita santidad de Dios. Se les exhorta a los que son habitados por el Espiritu asi: <
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pecado o de los pecados que le contristan. Entonces se trata finicamente del problema de un pecado conocido; porque ninguno puede tratar inteligentemente con pecado desconocido.Esta primera condici6n de la espiritualidad verdadera concierne a cosas especificas,es decir, un pecado que ha llegado a ser un problema definido a causa del entristecimiento del Espiritu; porque la frase <
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entera de Su gracia salvadora, como el perd6n, y apropiarse de 6l apart6ndolo del todo indivisible. Por lo tanto, es un error lastimoso dirigir a una persona inconversa a buscar el perd6n de sus pecados como una cosa separada. El pecador sin sus pecados no seria un cristiano; porque la salvaci6n es mucho que substracci6n: es adici6n.
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limpios por medio de la palabra que os he hablado.>> En esta conversaci6nanticipa las nuevas condiciones y relaciones que habian de aplicarse despu6sde Su muerte (Jn. 16:4). Es importante observar que Su primera ensefranzaconcerniente a la relaci6n presente del creyente con Dios fue con respecto a la limpieza de la contaminaci6n. dando asi a entender su importancia segfin la opini6n divina. Se ha revelado el plan de salvaci6n en los capitulos anteriores; pero a partir del capitulo trece, est6 hablando a los que son salvos, y trata del lavamiento divino de la contaminaci6n de ellos. Se levant6 de la cena, y quitindose la vestidura de encima, tom6 una toalla, y se la cifr6 (la insignia del siervo), ech6 agua en un lebrillo y empez6a lavar los pies de los discipulos.Aqui se ve la gloriosa obra de Dios en miniatura, cuando el Seftor Jesucristo se levant6 de la comuni6n con Su Padre en el cielo, y dej6 a un lado las vestiduras de Su gloria y se humill6, tomando la forma de un siervo, haci6ndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz, para que nosotros fu6semos lavados por medio del lavamiento de la regeneraci6n (Tito 3:5). En este lavamiento uno se lava del todo: en el de Juan 13 se trata de un lavamiento parcial, el cual se tipifica en el lavado de los pies solamentede aquel que est6 del todo limpio. Esta doble limpieza tambi6n se tipific6 por los lavamientos prescritos para el sacerdotedel Antiguo Testamento.Al principio del ministerio de este sacerdote se celebr6 una solemne ceremonia en la cual se le daba un baflo completo (Ex. 29:4). Sin embargo, se le exigia lavarse las manos y los pies en el lavacro de bronce antes de cada ministerio y servicio (Ex. 30:17-21).Asi, el creyente del Nuevo Testamento, aunque ha sido limpiado una vez para siempre en cuanto a su salvaci6n, tambi6n necesita
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ser limpiado de toda contaminaci6n, y Cristo es el 6nico que le puede limpiar. Segundo, la contesi6n es la {tnica condicifn de comunitn, perdtn g limpieza (1 Juan 1:l-2:2). 1 Juan L:I-2:2 es el segundo pasaje principal que concierne al tratamiento del Padre con Sus hijos que han pecado. Juan, el experimentadotestigo con respecto a la bienaventuranzade la confraternidad y comuni6n inquebrantable con el Padre y con Su Hijo, nos escribi6 estas verdades para que tuvi6sees luz>, mos nosotrostambi6n dicha comuni6n.<
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el perd6n del Padre se extienda a Su hijo de acuerdo con la justicia m6s perfecta. El perd6n divino nunca es un acto de lenidad. Dios puede perdonar conforme a la justicia solamente cuando las justas demandas de Su santidad han sido satisfechas. El significado primario de la palabra <
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y con Su Hijo. El perd6n paternal se limita completamente a Ia familia de Dios, y la restauraci6n tiene por fin eI goce perfecto de aquellas bendiciones. No es restauraci6n a la cah'dadde hiio -de la cual no se dice nada en ias Escrituras- sino a la comunitn. La contaminaci6n del cristiano puede perdonarse y limpiarse mediante una sola condici6n, que es la confesi6n impulsada por verdadero arrepentimiento del coraz6n. No somos perdonadosde nuestrospecados, porque pedimos a Dios que nos perdone. Cuando confesamosnuestros pecados es cuando somos perdonados. No es correcto sustituir la oraci6n por la confesi6n,aunque la oraci6n pueda ser el medio por el cual se expresa el verdadero pesar por el pecado' Hay muchos que buscan el perd6n por medio de la oraci6n, sin haber hecho una confesi6nde su pecado. No se encuentraningrin versiculo de la Biblia que justifique tal sustituci6n, para el hijo de Dios. La verdad encerrada en este pasaje no puede aplicarse a las personas no salvas' Ellas serin perdonadas como parte de la salvaci6n entera cuando crean. El hijo de Dios es perdonadocuando hace su confesi1n a Dios. Tercero, iuzgd,ndosea si mtsmo se eoita eI castigo (1 Cor. 11:31-32). El tercer pasaje principal que se relaciona con la curaci6n de los efectos de pecado en la vida del creyente se encuentra (sin hacer referencia aI contexto que es muy importante) en I Cor. 11:31-32:<<Massi nos juzg6ramos a nosotros mismos, no seriamos juzgados. Pero cuando somos juzgados, castigados somos por el Seflor, para que no seamos conden'adoscon el mundo.>>La importante revelaci6n adicional que se desprendede este pasaje se presenta en el orden siguiente: Aqui el Padre se presenta esperandoque Su hijo desobedientese juzgue a si mismo y confiese su pecado; pero si el hijo
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no se juzga a si mismo mediante una confesi6ncompleta de su pecado, entoncesel Padre tiene que juzgarlo. Cuandoel hijo es juzgado asi por el Padre, es castigado.Debe notarse que dicho castigo tiene a la vista un fin muy noble: <<Paraque no seamos condenadoscon el mundo.>> El hijo de Dios puede sufrir el castigo de su Padre, pero la condenaci6nnunca jam6s. La gracia maravillosa del?adre se manifiesta en su buena voluntad de esperar hasta que Su hijo se haya juzgado; pero como Padre justo, no puede pasar por alto el pecado no confesado de Su hijo. Si el hijo se deseuida en juzgarse a si mismo, el Padre le istrari el castigo. Cuarto, el castigo constituge la comecci6n g la disciplinade suhijo pecador(Heb. 12:3-15). El pasaje central de la Biblia que trata del castigo se encuentra en Heb. 12:3-15y debe incluirse como uno de los pasajes principales en cuanto a la curaci6n de los efectos del pecado en la vida del cristiano. Por esta Escritura entendemosque el castigo es la correcci6n paternal d,e todo hijo; porque se nos dice: <
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En 1 Cor. 11:30leemostocanteal juicio del Padre a causa del pecado de Sus hijos: <
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El pesode la mano de Dios es como un dolor incesante del alma. No es m6s que el Espiritu entristecido; pero Su mano amorosa puede sentirse m6s pesadatodavia, si no decimoscomo David: <
Sexto,el amepentimiento,conlesitn g restauraci6n de un santo del Antiguo Testamento (Sal. 51:1-19). Comose relata en el Salmo 51, David nos proporciona el m6s notable ejemplo de arrepentimiento y confesi6n verdaderos de parte de un santo del Antiguo Testamento.En las Escrituras se expone su pecado juntamente con su coraz6n quebrantado y contrito. Fue salvo (sea como fuese bajo las relaciones del Antiguo Testamento); porque o16 y dijo: <(iRestiNo pidi6 que se le tilyeme el gozo de tu salvaci6n!>> restituyera la salvaci6n. Sabia que su salvaci6n, que dependia fnicamente de la fidelidad de Dios, no habia faltado. Rogaba por el retorno del gozo que habia perdido a consecuenciadel pecado. Tambi6n habia perdido su testimonio. Anticip6ndosea su restauraci6n, dijo: <
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a V6ase tambi6n el Capitulo 4.
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perdida, una moneda perdida y un hijo perdido. Aunque se relatan tres incidentes, hay un solo prop6sito fundamental. El valor particular de este pasaje, en relaci6n con el tema bajo nuestra consideraci6n,estriba en que revela la compasi6ndivina demostrada hacia un hijo pecador. Mediante la par6bola se hace descorrer el velo del coraz6n del Padre. El 6nfasis recae mis bien sobre el Pastor ciue sobre la oveja; sobre la mujer que sobre la moneda perdida; y sobre el Padre que sobre los de hijos. Al considerar dicho pasaje, hay que tener presente que estos relatos concuerdancon las condicionesque prevalecian antes de la muerte de Cristo. Por lo tanto, tienen que ver principalmente con fsrael. Los israelitas eran el pueblo escogido del pacto durante el tiempo del Antiguo Testamento, las ovejas de Su pasto, y su relaci6n con Dios no cambi6 sino hasta que se hizo el nuevo pacto por la sangre de Jesfs. Siendoel pueblo del pacto, podian volver a gozar de las bendicionesde 61, si dichas bendicioneshubieran sido perdidas a causa de pecado, mediante el arrepentimiento y la confesi6n. Segrin las Escrituras, el mismo procedimiento se exige a los que en todas las dispensacionesse relacionan con Dios por un pacto, como ya hemos visto. Los pactos que pertenecen a Israel difieren en car6cter del <
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cristianos bajo el nuevo pacto se hace posible por el hecho de que la manera de reconciliarsecon Dios por arrepentimiento y confesi6n es la misma bajo los dos pactos. De manera que tenemos a Ia vista en esta parSbola un cuadro del coraz6n de Dios hacia todos los que est6n relacionadoscon El por un pacto divino cuandopecan. La par6bola comienza asi: <<Mastodos los publicanos y los pecadores se le iban acercando, para oirle. Y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este recibe a los pecadores,y con ellos come.>>Aqui se '*e la llave de todo lo que sigue. <
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llos se justificaron por obras, del lado humano; 6stos son justificadospor fe en la obra consumadade Dios. I-os fariseos y escribasmurmuraron cuandovieron que Jesfs recibia a los publicanosy a los pecadores y comia con ellos.Por lo tanto les dijo esta par6bola a ellos. La par6bola se dirige precisanrentea aquellos murmuradores,antesque a todosen iodas partes del mundo. La verdad encerradd en ella ser6 rnuy poco entendida a menos que tengamospresente su prop6sito primario, o sea, el porqu6 se les habl6 asi. Al ocuparnoscon la interpretaci6n de la par6bola, tenemosque considerar brevementela impresi6n casi universal de que esta parAbolanos proporciona un cuadro de la salvaci6n.Aunquenos presenta un cuadro bendito del coraz6n de Dios, evidentemente tiene que ver mAs con la restauraci1n que con la regeneraci|n. La primera divisi6n de la parAbola trata de un hombre que tenia cien ovejas. <;Quien hay de vosotros que teniendocien ovejas, si perdiere una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va en busca de la perdida, hasta que la halle?> No se dice noventa y nueve ovejas y un cabrito, sino cien ovejas,y las <
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bre vino a buscar y a salvar lo que se habia perdido>; pero en las tres partes de esta parAbola, se trata de buscar y hallar, antes que buscar y salvar. Debe obno o <(salvar>> servarse que la palabra <<salvaci6n> aparece ni una sola vez en esta narraci6n. Si se da por sentadoque esta par6bola trata de la salvaci6n, no hay ninguna manera'de escapar el error del <
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el caso del ap6stol Pablo. Los mismos fariseos y escribas, a quienes se les dirigi6 la paribola, eran de ese grupo. Dentro de las demandas exteriores de la ley de Mois6s no tenian necesidad de arrepentimiento. El arrepentimiento, que significa cambio de mente, es un elemento vital en nuestra presente salvaci6n; pero ahora se incluge en el acto de creer; porque hay m6s de ciento cincuenta pasajes de la Biblia que presentan como la finica condici6n para ser salvo la necesidad de creer, o su sin6nimo, fe. No se usa ni una sola vez la palabra <<arrepentinienfo> en el evangelio de San Juan, que fue escrito especialmente para que creamos que Jesris es el Cristo, y para que creyendo, tengamos vida en su nombre. Hoy dia los inconversosse salvan por la fe, que evidentemente implica un arrepentimiento tai que pueda producirse en los que est6n <<muertos en delitos y pecados>>. El arrepentimiento significa cambio de mente, y ninguno puede creer en Cristo como su Salvador sin cambiar su mente con respecto a su pecado, a su estado perdido y al hecho de confiar para salvar>>. en Aquel que es <<poderoso La segunda divisi6n de la parAbola trata de la mujer y la dracma perdida. Es la misma narraci6n de buscar y hallar lo que se habia perdido. Esta di visi6n de la par6bola da 6nfasis especial al gozo de la persona que halla. Es el gozo de Aquel en cuya presenciaestin los Sngeles.Otra vez, se presenta un pecador que se arrepiente antes que a un pecador que cree, La tercera divisi6n de la parS,bolatrata de <
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jo): el otro murmurd cuando el pecador fue restaurado. Para los judios no habia cuadro como eI de un hombre apacentandopuercos para demostrar la degradaci6n hasta lo sumo. Aqui el Sefior nos declara en t6rminos de aquellos tiempos que el hijo extraviado puede regresar a su Padre por confesi6n, antn de las m5s bajas profundidades de pecado. Fue en en el campo con los puercos en donde el hijo <
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fracaso completo? Pero no fue castigado. El hecho de que no recibi6 ningrin castigo nos revela a los de esta dispensaci6nla gloriosa verdad de que el Padre celestial puede recibir a Su hijo, y en efecto lo recibe, sin castigo, en virtud de la obra de Cristo consumada en la cruz. Los requisitos para efectuar la reconciliaci6n son fnicamente una confesi6n sincera que brota de un coraz6n quebraritado.La culpa del pecado fue cargada sobre Cristo cuando muri6 en nuestro lugar. La confesi6n del hijo fue hecha primero delante de Dios, y despu6sde su padre. Este es el orden verdadero de toda confesi6n.Primero se hace a Dios, y despu6sa los ofendidos por la falta de nuestra confesi6n. Grande es el poder de la confesi6n de un coraz6n arrepentido. Seria increible que el hijo pr6digo volviera a pedir a su padre dinero para regresar a la vida disoluta de pecado despu6sde haber sido restaurado y despu6sde gozarse nuevamentede las comodidadesy comuni6n de su hogar. Tal procedimiento seria enteramenteinconsecuentecon la confesi6n que habia hecho de un coraz6n quebrantado. La confesi6nverdadera es real y tiene poder transformador (v6ase2 Corintios7:11). Ela hijo durante todoslos dias de su ausenciade la casa. Si hubiera fallecido en el campo con los puercos,habria muerto como hijo. En cuanto a la ilustraci6n que esta par6bola nos proporciona del estadode un cristiano, se puede deducir de este pasaje, y de todos los demis que tratan de este tema, que el cristiano imperfecto, como todos lo somos, ser6 recibido en el cielo despu6sde su muerte, aunque sufra la p6rdida de todos los galardonesy de mucho gozo,y aunquetenga que hacer su confesi6n,
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hasta alli descuidada,al Seflor cuando lo encuentre cara a cara. Se puede deducir de los siete pasajes principales que la curaci6n de los efectos de pecado en la vida espiritual del hijo de Dios, se promete al que haga una confesi6ngenuina de su pecadocon el verdadero arrepentimiento del eotaz6n. El pecado es siempre pecado a la vista de Dios, y no puede ser menos culpable cuando se encuentra en la vida de un cristiano, ni puede ser curado en ningrin caso sino por la redenci6n que hay en Cristo Jesris. En virtud'del hecho de que el precio de nuestra redenci6n ya ha sido pagado con la sangre preciosa de Cristo, Dios puede salvar a los pecadores que solamente creen y restaurar a los hijos extraviados que solamente confiesort. Ninguna parte del castigo que cay6 sobre nuestro Sustituto caerA jam6s sobre el hijo de Dios ni sobre el pecador. Puesto que Cristo llev6 toda nuestra culpa, solamentela fe y la confesi6npueden ser exigidas conforme a la justicia. Mientras no haga confesi6n, eI creyente desobedienteest6 siguiendo el mal camino, y por consiguienteno est6 de acuerdo con el Padre, porque no pueden andar juntos a menos que est6n de <<dos acuerdo>.Dios nunca puede estar de acuerdo con el pecado,pero el hijo puede ponersede acuerdo con su Padre, y esto constituye el arrepentimiento verdadero que se expresa por la confesi6n sincera. El arrepentimientoes cambio de mente, por 6l dejamos el pecadopara buscar a Dios. La bendici6nno dependede la perfecci6nabsoluta sin pecado: es cuesti6nde no contristar al Espiritu. No se trata de pecadosdesconocidos:es una actitud de coraz6n que est6 siempre dispuesto a confesar todo pecado en el momento que se reconozca'<<Si confesamosnuestrospecados,6l es fiel y justo para
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perdonarnos nuestros pecados, y limpiarnos de toda iniquidad.>>El cristiano que hace confesi6n completa de cada pecado conocido habr6 quitado uno, si no todos de los estorbos que impiden la plena manifestaci6n del Espiritu. <
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(NO APAGUEIS AL ESPIRITUD La segunda condicidn de la ver dadera espiri t ualidad <
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voluntad de Dios conviene a los que son <
(NO APAGUEIS AL ESPiRIT(]>
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de los resultadosde la caida adAmicaes la independencia de la voluntad humana hacia Dios; emperoel hombre es tanto m6s espiritual y m6s conformadoal prop6sito de su Hacedor cuanto m5.sse ofrece a la voluntad divina. eQu6evidenciam6s patentenecesitamos de la caida del hombre que el hechode que es necesario luchar para ofrecerse a Dios? iQu6 sentimiento de victoria tenemoscuandopodemosdecir: <
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est6n muy lejos de ser un ruego>> Las palabras <
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CRISTO, EL MODEI,C) Una de las perfeccioneshumanas del Seflor Jesucristo fue Su rendici6n completa a la voluntad de Su Padre. Las Escrituras abundan con testimonios al respecto. En Heb. 10:5-7 dice asi: <
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puede traducirse <
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revelaciones hermosas, se desprendenpor lo menos tres verdadesque puedenmencionarse: Primero, Cristo estaba dispuesto a ir a dondequiera que le enviase Su Padre. El cielo fue propiamente Su lugar, y alli estaba en Su elementonativo; pero vino a este mundo con una misi6n y con un mensaje de gracia. <