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EL ARTE MINOICO Y SUS CONEXIONES CON LAS CULTURAS DEL MEDITERRÁNEO ORIENTAL DURANTE EL BRONCE MEDIO. Recientes descubrimientos en Tell el D’aba, Tell Kabri, Qatna y Alalakh. Cora Dukelsky
Saltador de toro encontrado en Tell el Dab’a
Los conocimientos sobre Egipto, Creta y el Cercano Oriente en la época del Bronce Medio se han visto alterados por una serie de descubrimientos espectaculares. A raíz de ellos, los expertos discuten problemas relacionados con la cronología, con el estilo artístico, con las culturas que poblaron el Mediterráneo Oriental a mediados del II milenio a. C. y si bien se han incrementado los datos que surgen a partir de los documentos y artefactos hallados; también aumentan las teorías y las dificultades para encontrar algo de claridad en la maraña de información. ¿Dónde se originaron los motivos que decoran las paredes de los palacios y casas encontrados? ¿Quiénes son los autores? ¿Cuál es el recorrido de las evidentes influencias que se han reconocido? Estas preguntas aún son muy difíciles de responder y los especialistas continúan elaborando hipótesis, teorías que amplían nuestra comprensión de la época de modo asombroso.
LOS DESCUBRIMIENTOS Tell el Dab’a La actual localidad de Tell el Dab’a, la antigua Avaris, está ubicada en el norte de Egipto, en la zona del Delta. Durante el Segundo período Intermedio en Egipto, reyes extranjeros llamados Hicsos dominaron la región del Delta estableciendo su capital en
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Avaris. Los Hicsos gobernaron como faraones conformando las dinastías XV y XVI en la zona norte del país, mientras la dinastía tebana XVII gobernaba en el sur. El último faraón tebano fue Kames. Su hermano Amosis logró expulsar a los hicsos y con él se inicia la dinastía XVIII. Desde el año 1966 el sitio está siendo excavado y estudiado por el Dr. Manfred Bietak y su equipo del Instituto Austriaco, que ha revelado estratos de ocupación desde el Primer Período Intermedio. Cuando los Hicsos invadieron el país construyeron allí su capital, la fortificaron y elevaron palacios. El terreno cubría un área de alrededor de dos kilómetros cuadrados. En la década de 1990 se encontraron, en los jardines de un palacio Hicso 1, llamado Ezbet Helmi, numerosos fragmentos de pintura de estilo y técnicas claramente minoicas en tanto los modos de construcción de la arquitectura y sus materiales eran egipcios. Los os entre egipcios y minoicos se evidencian desde el Reino Antiguo, de modo esporádico y se intensifican en la época del Imperio. En Tell el Dab’a los primeros indicios se ubican en el contexto de la dinastía XIII. La población resultó ser de extranjeros mayormente identificados como canaanitas, originarios de la zona de SiriaPalestina que establecieron un próspero centro comercial. Los habitantes en este período utilizaron el lugar como una base comercial y estaban bajo el control de un funcionario egipcio. Pertenecientes al período de la dinastía XIII se encontraron en Tell el Dab’a fragmentos de cerámica de Kamares (Minoico Medio I y II) que resulta el primer hallazgo indudable de interrelaciones con la isla de Creta. En el período de los hicsos y a comienzos de la dinastía XVIII los os se hacen más intensivos. En el sector de Tell el Dab’a llamado Ezbet Helmi, la ciudadela de Avaris, de aproximadamente cinco manzanas, se encontró la pintura mural minoica que mencionamos. Bietak, en el momento del descubrimiento, la ubicó cronológicamente en la etapa de los hicsos, sin embargo, en 1995, en conjunto con Nanno Marinatos anunciaron que podía pertenecer tanto al período hicso como a los comienzos de la dinastía XVIII. El tema cronológico aún no está resuelto.
Reconstrucción de las pinturas de saltadores de toro encontradas en Tell el Dab’a
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Actualmente se considera perteneciente a los comienzos de la dinastía XVIII y no a la época de los hicsos. Pero la controversia continúa, no hay confirmaciones.
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Existe unanimidad entre los estudiosos respecto a la pertenencia de las obras al arte minoico. Las razones son las siguientes: La técnica de la pintura mural que combina fresco y secco es típica de la pintura minoica y desconocida en Egipto. Los temas y características del estilo son absolutamente minoicos. Los colores (blanco, amarillo, rojo, azul, gris y negro) son los usados en la pintura minoica. Resulta particularmente excepcional la cantidad de representaciones de “salto del toro”. El tema, hasta ahora, se suponía restringido al palacio de Knossos. Y los ejemplos son todos posteriores a los encontrados en Tell el Dab’a, pertenecen al Minoico Reciente II pero debieron existir ejemplos anteriores que no han llegado hasta nosotros. Los personajes tienen faldas, cinturones, joyas y botas minoicas. También el peinado es minoico así como la convención de pintar de azul las cabezas rapadas de los adolescentes, notable paralelo iconográfico con los jóvenes de ambos sexos representados en las pinturas de Thera. Se encontraron trazas de un fondo laberíntico, similar al encontrado por Evans en el palacio de Knossos y que ha sido interpretado como un símbolo del poder del gobernante del palacio. En tabletas de la lineal B se menciona una Señora del Laberinto, o del palacio.
Reconstrucción de fragmento con un toro. Tell el Dab’a Asociados a las escenas de salto del toro encontramos los ornamentos laberínticos y además semi-rosetas. Motivos laberínticos hay en Egipto pero las semi- rosetas son exclusivamente egeos y tienen, aparentemente, connotaciones religiosas. Cabeza de toro frontal, como en copa Vapheio, en sellos y en el toro atado arriba de la mesa de sacrificio del sarcófago de Haghia Triada. Posiblemente la visión frontal estuviera asociada al sacrificio. Toros de gran tamaño. Las poses acrobáticas de los saltadores de toros son semejantes a las representaciones cretenses tanto en pintura como en sellos. Por otra parte las posturas resultan casi idénticas entre sí por lo que se asume el uso de patrones o plantillas. La elección de colores es también minoica, por ejemplo el pintar los cuernos de toro de color azul. Las convenciones egipcias del color de la
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piel claro para las mujeres y oscuro para los hombres parece haber sido un rasgo que el arte minoico imitó. La excepción surge en uno de los saltadores de toro que tiene la piel pintada de amarillo. Rasgo totalmente inusual para arte el minoico, sin embargo hay un ejemplo del uso de este color para la piel en los muchachos del santuario Xeste 3 en Thera. Como sólo pocas pinturas han sobrevivido de este período en Creta, pudo haber sido una convención de color que hasta ahora escapó el reconocimiento de los estudiosos. El amarillo puede ser el símbolo de la juventud extrema o pre-adolescencia. Un hombre con barba acompañado de una palmera se encontró en Tell el Dab’a. Hombres barbados aparecen en Creta identificados como sacerdotes, en su mayor parte en los sellos de carácter ritual. También se evidencia en Thera en el conductor de la flota, en el santuario conocido como la Casa del Oeste. La convención del “galope volador”, típica de la pintura minoica.
Grifos2 muy similares al representado en Thera en Xeste 3, que aparece junto a la diosa de la naturaleza. Los grifos son incluso de mayor tamaño que los encontrados en la sala del trono de Knossos y también están acompañados por lirios por lo que Bietak cree que podría tratarse de una sala de trono decorada con grifos heráldicos.
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El grifo es un animal fantástico compuesto por cuerpo de león y cabeza de pájaro, puede tener alas. Su origen debe buscarse en el Cercano Oriente. Los grifos encontrados en el área de Siria son anteriores a los minoicos.
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Ala de grifo del fresco de la “Señora de los Animales”, Xeste 3, en Thera. En el recuadro inferior, subrayado con rojo, Bietak le superpuso el ala de grifo encontrada en Tell el Dab’a demostrando una extraordinaria coincidencia. Para explicar la presencia inaudita del estilo minoico en un palacio egipcio3 Bietak elaboró una teoría que no está fundamentada en ningún documento arqueológico pero que pudo haber sido cierta en el contexto de la política de Cercano Oriente. Propone que el faraón4 se habría casado con una princesa minoica, quien habría decorado sus habitaciones con el estilo de su país natal. La política exterior egipcia de esa época favoreció los casamientos interdinásticos. En la misma línea de pensamiento, Niemeier y Marinatos han propuesto que la sala del trono de Knossos no era para un rey sino para una reina ya que los grifos están representados en pintura y en las artes menores como compañeros de una diosa o de una reina que sería considerada como la “señora de los animales”. Quizás esto pueda aplicarse en Avaris y confirmaría la conexión dinástica que Bietak plantea. Otros han refutado la postura de Bietak argumentando que el entorno de una princesa extranjera involucraría cientos de personas sumado a un equipamiento doméstico y ritual del cual no han quedado vestigios. Por otra parte los frescos decoraban al parecer el flanco oriental de un edificio, probablemente cercano a la rampa de mientras otro de los sectores servía como ornamentación de una puerta de una muralla exterior y no estaban en las habitaciones privadas de la realeza. En Alalakh y Tel Kabri, también se encontraron grifos ubicados en los muros de un sector ceremonial o ritual de palacio, no en las habitaciones privadas de reinas o princesas.
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Ya sea que consideremos que perteneció al período del Imperio Nuevo o a los hicsos, ya que los faraones extranjeros adoptaron las costumbres y estilo artístico egipcio. 4 Un faraón hicso o el fundador de la dinastía XVIII, Amosis.
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Thera Ubicada en las Cícladas la isla de Santorini, Thera en la Antigüedad, fue sede de una floreciente comunidad hasta que fue destruida por un terremoto y cubierta de lava conservando, de ese modo, un rico tesoro arqueológico. El arqueólogo griego Spirydon Marinatos comenzó el estudio sistemático del sitio. Las casas-santuario que albergaba la ciudad de Akrotiri estaban pintadas con temas de carácter ritual. Ver más imágenes de las pinturas murales de Thera en http://www.therafoundation.org/wallpaintingexhibition/
Casa del Oeste. Flotilla
Xeste 3. Sector con la “Señora de los Animales” acompañada por un grifo y un mono azul. En la izquierda jovencita recolectando azafrán, con la cabeza rapada, indicado por el color azul y un mechón (similar concepto al del mechón de la infancia egipcio) a modo de cola de caballo. La fecha de la erupción del volcán es aún hoy objeto de una intensa controversia. En las últimas décadas ha habido grandes polémicas en torno a la cronología tradicional egea que elaboró el descubridor de Knossos, Sir Arthur Evans. Betancourt y Manning, a partir de 1987, realizaron estudios en base al radiocarbono en los restos de la erupción del volcán que sepultó a Thera y propusieron que el Bronce Tardío en el Egeo habría empezado considerablemente antes que en la cronología tradicional. Desde ese momento la discusión no ha terminado, no hay consenso. El rango de fechas para la erupción del volcán abarca desde el 1500 a.C. al 1625 a.C. Los problemas de una cronología absoluta son sumamente complejos. En los últimos años los científicos han empezado a cuestionar la datación a partir de aspectos estilísticos. Paul Rehak5 cita varios ejemplos como el del análisis de la arcilla de 5
Rehak (1997: 401)
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recipientes “canaanitas” en Kommos (localidad minoica) que reveló que por lo menos una parte son imitaciones locales, o el de vasos de piedra “egipcios” en el Egeo que aparentemente son sirios. Además debemos considerar otros factores como el valor de ciertos objetos que se van pasando de generación en generación y transmitiéndose entre civilizaciones como elementos preciosos. Manning analiza el problema considerando que los objetos fueron comercializados a través de largas distancias y pudieron estar en circulación por largos períodos antes de alcanzar el lugar final. Además, los objetos o estilos pueden imitarse si se perciben como valiosos o exóticos, los objetos viejos pueden considerarse interesantes, poderosos; pueden haberse reciclado y vueltos a depositar mucho más tarde que durante el período original de su manufactura. El ejemplo más notorio son los escarabajos (considerados como amuletos y además de pequeño tamaño, lo cual favoreció su circulación). Muchos han sido encontrados en contextos cientos de años posteriores a su producción6.
Tel Kabri Ubicada en Israel, Tel Kabri fue una importante ciudad canaanita en el período del Bronce Medio. Las excavaciones7 realizadas a partir de 1986 por Aaraon Kempinski y Wolf Niemeier permitieron descubrir los restos de una ciudad fortificada dentro de la cual se hallaba un amplio palacio que cubría posiblemente un área de 10 kilómetros cuadrados. La zona tiene una larga historia de prósperos asentamientos, por lo tanto no era de extrañar encontrar allí estas construcciones. Sin embargo lo verdaderamente extraordinario fue el hallazgo de pinturas al fresco en pisos y paredes de claro estilo minoico. El pavimento pintado fue encontrado en un cuarto ceremonial y estaba decorado con motivos florales y la imitación de losas marmóreas.
Las líneas rojas representan los intersticios entre las piedras similares a los encontrados en varios pisos minoicos, en Creta, en Thera y también en Alalakh, y en el palacio de Mari. Los motivos florales azules son también del tipo encontrado en murales y cerámica decorada minoica. La imitación de losas ha sido interpretada como parte de una corriente de conexiones artísticas en el Mediterráneo Oriental, una especie de “estilo internacional” que se extendió por un vasto territorio. Algunos estudiosos (B. Muller) 6
Manning (1997: 315) El yacimiento fue descubierto en 1950 pero las campañas arqueológicas anteriores a 1986 no dieron resultados interesantes. 7
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proponen que el movimiento dominante de está circulación fue desde el Oriente hacia el Egeo, otros (Niemeier) fundamentan el origen en el área cretense en el hecho de que las losas de piedra se usaban efectivamente en los palacios minoicos8 mientras que los mesopotámicos utilizaban adobe. En el muro se pintaron botes, un ala de grifo, golondrinas9 y casas que resultan muy similares a las de la Casa del Oeste encontrada en Akrotiri. La representación de la arquitectura en Tel Kabri muestra el mismo tipo de sillares que los del fresco de Thera.
Casa del Oeste. Fragmento de la flotilla
Casas en Tel Kabri
Alalakh Leonard Woolley, el arqueólogo británico que descubrió la ciudad de Ur en 1935 también excavó en otros sitios de la actual Turquía donde localizó la antigua ciudad de Alalakh. Allí desenterró dos palacios, en uno de ellos, el de Yarim-Lim, encontró fragmentos de pintura mural realizada con la técnica del fresco. Woolley sabía que en todo el Cercano Oriente se utilizaba la tempera o pintura al secco, mientras que sólo en los palacios minoicos se había pintado al fresco, por lo tanto concluyó en 1939 que estaba en presencia del origen de la pintura minoica. Su teoría de que la influencia artística había fluido desde Siria hacia Creta estaba sustentada por una cronología actualmente en desuso que proponía que las pinturas del palacio de Yarim-Lim antecedían en un siglo a los ejemplos cretenses del mismo estilo10. Hoy se cree que las pinturas cretenses son anteriores. A la luz de los descubrimientos en Tell el Dab’a y Tel Kabri, Niemeier reexaminó 8
Los ejemplos que conocemos son del MR, sin embargo las pinturas que imitan pavimentos marmóreos de Festos y Mallia sugieren que en Creta había ese tipo de pisos desde el MM, alrededor del 1900 a.C. 9 En el complejo conformado por cuatro casas de Thera conocido como Delta está el fresco de la Primavera donde se representó una pareja de golondrinas posiblemente asociadas al concepto del inicio de la primavera, el renacimiento, la fecundación. 10 El palacio de Yarim-Lim se ubicó en la primera mitad del siglo XVIII a. C. y las primeras pinturas minoicas conocidas pertenecen al siglo XVII o más tarde aún. La datación de Woolley estaba equivocada, hoy día se cree que son de alrededor del 1600 a.C. El problema para la datación de pinturas en Knossos se basa en la carencia de hallazgos en un contexto estratigráfico. Con la excepción de un fragmento con una pata de toro que Evans encontró estratigráficamente debajo del piso del sector de los Vasos con Trípode y que probablemente es de un momento de transición entre el MMIII y el MRI, ninguna otra decoración figurativa puede ser estratigráficamente datada antes del 1600 a.C. de acuerdo a la cronología egea tradicional. Niemeier (1997:71)
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los hallazgos de Woolley11. Dos sectores responden claramente a la corriente estilística minoica. Uno de ellos contiene bandas onduladas que conforman la típica “composición concéntrica” del paisaje minoico encerrando posiblemente la figura de un grifo. El otro nos muestra una cabeza de toro entre cuyos cuernos se observaría una doble hacha, objeto ritual-ceremonial en la cultura minoica.
Fragmento y reconstrucción, según Niemeier, de un fresco de Alalakh con una cabeza de toro frontal y posiblemente una doble hacha entre los cuernos.
Qatna Localizada en Siria, la ciudad de Qatna fue, durante la Edad del Bronce uno de los centros más importantes del Cercano Oriente debido a su ubicación estratégica respecto a las rutas comerciales. Fue la capital de uno de los reinos más importantes de la región en la primera mitad del II milenio que contaba con una refinada cultura y escritura cuneiforme. La misión arqueológica, proyecto conjunto entre Siria e Italia, encontró en las últimas campañas de excavación espléndidas obras de arte y un precioso archivo de tabletas cuneiformes. Por otra parte, en un sector del Palacio real se evidenciaron fragmentos de pinturas parietales que muestran frisos con espirales, hojas de palmera 11
Hoy en el Ashmolean Museum en Oxford
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azules, paisajes con rocas, tortugas y peces. Los motivos decorativos, la elección de los colores y la técnica de ejecución resultan afines al estilo de pinturas minoicas. Esto podría indicar que la corte qatnita sufría una fuerte influencia del arte minoico o bien que artistas egeos fueron llamados a Qatna para decorar el palacio Real12.
Akrotiri (Thera) Pintura mural de un “africano”.
Qatna. Fragmento de pintura mural con hojas de palmera de color azul.
LAS CONEXIONES Es probable que las pinturas de Tell el Dab’a y de los otros sitios del Cercano Oriente formen parte de los intercambios de ideas y formas artísticas que fueron internacionales y multidireccionales. Existen influencias egipcias en las pinturas minoicas y a la inversa. El motivo del gato cazando un ave es posiblemente de origen egipcio, en el contexto de las escenas de caza en el pantano; podemos verlo en Knossos en el gato que acecha un faisán. Hay tocados en las tumbas egipcias similares al del Príncipe de los Lirios de Knossos. Una jarra de alabastro con el cartucho del rey hicso Khyan fue encontrada en Knossos, también otros objetos pertenecientes a este rey fueron encontrados en Hattusas en Anatolia y en Mesopotamia. Lo cual indicaría que Khyan tuvo os diplomáticos con sus vecinos. Y estos os son anteriores al Imperio Nuevo cuando las relaciones entre minoicos y egipcios son indudables. Los cretenses, llamados keftiu13 por los egipcios, son representados en cinco tumbas tebanas de 12
Morandini (2006: 55) No sabemos exactamente cómo se llamaban a sí mismos los cretenses. Los egipcios los llamaron Keftiu, en el Antiguo Testamento aparecen como Caftor, y en un documento hallado en Mari, Mesopotamia, los mencionan como Caftoritas. Castleden en 1990 unió los anteriores datos y supuso que Kaftor podría ser el nombre de Creta. 13
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mediados de la dinastía XVIII. Los motivos pictóricos viajaban a través de objetos transportables, textiles, sellos (el salto de toro es muy popular en la glíptica), joyas. Y también pudieron viajar los artistas. Niemeier sugiere que los frescos de Alalakh y los de Kabri fueron pintados por especialistas egeos viajeros, y lo mismo piensan Bietak y Marinatos, para los frescos de Tell el Dab’a, argumentando que el estilo y ejecución de las pinturas son de extraordinaria calidad. Otros estudiosos han aceptado esta teoría (Morgan, Warren, Cline, Negbi, Davis) mientras algunos no están de acuerdo (Hankey, Kaiser). Niemeier sitúa el fenómeno Alalak, Kabri y Tell el D’aba en el marco de las relaciones diplomáticas y de intercambio de regalos entre gobernantes del antiguo Cercano Oriente en el cual los gobernantes de Creta cuyos palacios están en el sector más occidental de una larga línea de palacios, palacios-templos y templos que se extiende desde el Éufrates y el Tigris. De hecho, hay evidencia (no escrita, por problemas de desciframiento escritura minoica) de que Creta estaba involucrada desde MM en una serie de intercambios de regalos con el cercano oriente y con Egipto, hay espléndida cerámica de Kamares, preciosos recipientes de metal, textiles ricamente decorados y posiblemente joyas. De gran interés son los archivos del palacio de Mari. Niemeier dice que, como ha argumentado convincentemente Cline, lo que llevan los Keftiu en las pinturas tebanas no son tributos sino regalos de los gobernantes de Creta a los gobernantes de Egipto; considera que, de acuerdo a la ideología egipcia, el faraón era no sólo el rey de Egipto sino tambien el divino rey del mundo. “los egipcios, sin embargo, con su característico y egocéntrico sentido de superioridad, habrían presentado esos regalos como tributo”(Schulman). Varios especialistas hablan de una koiné14 del Mediterráneo Oriental para explicar las coincidencias. Niemeier está de acuerdo con Sherratt que los frescos de Alalakh, Tel Kabri y Tell el-Dab’a/Avaris deben verse “en términos de una koiné de elite –artística, iconográfica, ideológica y tecnológicamente- en las circunstancias de la intensa interacción marítima entre las áreas costeras del Mediterráneo oriental. Resulta esencial para la existencia de una koiné artística el intercambio de ideas, motivos, iconografía, técnicas pero también de personas vivientes. Como ha demostrado Zaccagnini el envío de artesanos especializados está bien atestiguado en el marco de las relaciones diplomáticas entre los gobernantes del antiguo Cercano Oriente y se insertan en la dinámica y el aparato formal de la práctica del intercambio de regalos. Los artesanos viajan porque las elites buscan artífices de localidades distantes para realzar sus reputaciones con su presencia y los productos de sus habilidades. El adquirir conocimientos esotéricos del exterior tiene un importante rol en este tipo de conexiones de larga distancia. Esto puede explicar las connotaciones religiosas de los temas de los frescos de Alalakh, Tel Kabri y Tell el-Dab’a y el hecho de que más tarde muchos de los 14
El término koiné es una palabra griega que quiere decir “lengua común” y definía al dialecto ático que hablaban las clases cultas, los comerciantes y los emigrantes. Fue cambiando al mezclarse con las lenguas de otros pueblos y se extendió por todas las áreas de influencia griegas. En el período helenístico se impuso como lengua literaria en los territorios conquistados por Alejandro. Implicaba no sólo una lengua sino también una cultura en común. En este último sentido se utiliza el término en el contexto que estamos analizando.
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objetos egeos llevados por los Keftiu en los muros de las tumbas tebanas tengan funciones cultuales en el Egeo: ritones de diferentes formatos (cabezas de toro, cabezas de león, ritones cónicos) y estatuillas con forma de toro. Este “Estilo Internacional” fue aparentemente un fenómeno de corta duración, desde el punto de vista de la historia egipcia cubre el período hicso y un muy breve período del comienzo de la dinastía XVIII. Más tarde, en los palacios de Amenofis III en Malkata en Tebas y los de su hijo Amenofis IV (Akenatón) en Amarna, encontraremos pinturas de escenas de la naturaleza que parecen tener el espíritu minoico. Sin embargo, están ejecutadas en la técnica del secco y ciertamente no fueron pintadas por artistas egeos. Futuras excavaciones, hallazgos y nuevas interpretaciones pueden cambiar el panorama hasta aquí esbozado. Por ahora podemos concluir con las palabras de P.P.Betancourt cuando señala que sólo un pequeño porcentaje de las pinturas al fresco se han descubierto y que “estamos tocando la punta del iceberg de una amplia serie de talleres interrelacionados, que trabajaban en Knossos, las islas del Egeo, la costa del Asia Occidental y Egipto, quizás viajando ida y vuelta, quizás ocasionalmente intercambiando personal o volviendo a Knossos para aprender las novedades”15.
BIBLIOGRAFÍA Bietak, Manfred. “Connections between Egypt and the Minoan World. New results from Tell el-Dab’a/Avaris.” En DAVIES, W., SCHOFIELD, L., (ed.), Egypt, the Aegean and the Levant, Interconnections in the Second Millenium B. C., 1995. ---- “Problems of Middle Bronze Age Chronology: New Evidence from Egypt.” American Journal of Achaeology. Vol .88. nº 4. 1984. pp. 471-485 Bigelow, Robert. “Time Trials: Implications of the Thera Volcano and Tel el-Dab’a for Egypt, part I.” The Ostracon. The Journal of the Egyptian Study Society. Volume 16, nº 1, 2004-05 ---- “Time Trials: Implications of the Thera Volcano and Tel el-Dab’a for Egypt, part II.” The Ostracon. The Journal of the Egyptian Study Society. Volume 16, nº 2, 2005 Caubet, Annie. “The international style: a point of view from the Levant and Syria”. En The Aegean and the Orient in the Second Millenium. Proceedings of the 50th Anniversary Symposium. University of Cincinnati. 1997. Doumas, Christos. Santorini. A guide to the island and its archaeological treasures. Athens. 1995. Laffineur, Robert. “From West to East: The Aegean and Egypt in the Early Late Bronze Age” En The Aegean and the Orient in the Second Millenium. Proceedings of the 50th Anniversary Symposium. University of Cincinnati. 1997. Manning, Sturt. “From process to people: Longue durée to history” En The Aegean and the Orient in the Second Millenium. Proceedings of the 15
Citado en Niemeier (1997: 93)
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50th Anniversary Symposium. University of Cincinnati. 1997. Morandini Bonacossi,D y otros. “Qatna. Storia di una metropoli”. En Archeo. Anno XXII. Nº 6. 2006. Morgan, Lyvia. “Minoan painting and Egypt. The case of Tell el Dab’a”. En DAVIES, W., SCHOFIELD, L., (ed.), Egypt, the Aegean and the Levant, Interconnections in the Second Millenium B. C., 1995. Niemeier, Wolf-Dietrich and Barbara. “ Minoan frescoes in the Eastern Mediterranean” En The Aegean and the Orient in the Second Millenium. Proceedings of the 50th Anniversary Symposium. University of Cincinnati. 1997. Rehak, Paul. “Aegean breechcloths, kilts and the Keftiu paintings” en American Journal of Achaeology. Vol .100. nº 1. 1996. pp. 35-51. --------- “Interconnections between the Aegean and the Orient in the Second Millennium B.C.” Review article in American Journal of Archaeology. Vol .101. nº 2. 1997. pp. 399- 402 Seeber, Rudolphine. “The technique of plaster preparation for the Minoan wall paintings at Tell el-Dab’a, Egypt. Preliminary Report” in The Wall paintings of Thera: Proceedings of the First International Symposium. Thera. 2000. Warren, Peter. “Minoan Crete and Pharaonic Egypt”. En DAVIES, W., SCHOFIELD, L., (ed.), Egypt, the Aegean and the Levant, Interconnections in the Second Millenium B. C., 1995.