LA DUCHA REIKI La “ducha” Reiki es una técnica con la que se baña todo el cuerpo con la energía Reiki, a fin de purificarlo y activar el cuerpo energético. Está técnica puede ser usada en cualquier lugar, como técnica para purificarse y elevar la consciencia. Asimismo, es efectiva como método de purificación del aura, de uno mismo y posibilita experimentar el efecto de meditación. Usos: ♦ Para descargar el exceso de energía pesada y, al mismo tiempo, recargarse. ♦ Crea un estado muy relajado y centrado para realizar tratamientos o auto-tratamientos. ♦ Se reduce el tiempo de la auto-aplicación de Reiki al haber una descarga de energía pesada originada por miedos, angustia, malestar, problemas, etc., por lo que se ahorra trabajo al aplicar Reiki, de purificar y equilibrar la energía, por ser un ejercicio de purificación, facilitando una mejor absorción de la energía. ♦ Con la práctica, sentimos que mentalmente estamos más relajados, y ello trae en consecuencia una mayor disposición a observar las cosas como son. ♦ Es muy importante, al inicio y al final de una sesión, tanto en el auto-tratamiento como los tratamientos a otras personas. Al inicio, para crear un estado relajado que nos ayuda a centrarnos más y, al mismo tiempo, favorecer un mejor tratamiento. Al final para liberarnos de cualquier exceso de energía o resto que pueda quedar en nosotros mismos, evitando malestares innecesarios. ♦ Suele ser suficiente entre 3 y 6 pases para descargarse. Si se siente un ligero dolor de cabeza suele ser por un exceso de energía, por eso no hay que abusar en los pases, si se empieza a notar un sutil dolor de cabeza terminar el ejercicio y realizar unos minutos de respiración. ♦ Este ejercicio es mejor realizarlo descalzo. Desarrollo: 1. Se toma una postura cómoda, ya sea sentado o parado. Se cierran o se entornan los ojos y se respira naturalmente, sin reparar en ello. 2. Se pone en posición Gassho para conectar con la energía, luego se elevan las dos manos abiertas, imaginándose que las vibraciones (la luz) de Reiki lo están bañando como si fuera una ducha. 3. Se deslizan las manos con las palmas hacia uno mismo, desde la cabeza hacia la parte frontal de todo el cuerpo, sintiendo el Reiki emanado de las manos. De esta manera fluirá por los pies hacia el exterior la energía negativa y todo lo negativo. 4. Al llegar a la altura de la cintura, detener las manos imaginando que la energía desciende por las piernas y luego sale por los pies y es absorbida por la tierra para su purificación. 5. Al cabo de repetirlo varias veces, cada célula del cuerpo es alcanzada por la luz de Reiki, llenándose de ella especialmente los ojos, las manos y la boca. Se puede realizar el auto-tratamiento y el tratamiento a los demás, con las manos llenas de luz y con el cuerpo revitalizado de este modo. Cuando se efectúa esta técnica antes y después del tratamiento, no es necesario purificar el aura de uno mismo. ¡ÚNETE YA! a mi grupo: "Roxmar, Terapias de Luz" y LLÉVATE interesantísimos regalos!!!
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