Dos Cuartillas - Literatura De Denuncia 656v22

Cuando el pretexto para escribir una novela es la necesidad de denunciar injusticias y atropellos, si además se ha contado una historia verosímil, con buen estilo y coherencia, se ha logrado algo justo y necesario, más si se trata de una narración en la que los hechos parten de situaciones reales sufridas por el narrador de un texto que parece no soportar durante más tiempo el silencio obligado por temor a recibir el mismo trato que recibió su padre y la mayoría de quienes han decidido manifestarse ante las injusticias y atropellos que se cometen diariamente en Colombia con aquellas personas que defienden los Derechos Humanos, los que denuncian masacres, secuestros, torturas y desapariciones y señalan a quienes cometen estos hechos. El premio para los héroes es el secuestro, la desaparición forzada, el exilio o la muerte, cuando se da la opción de escoger entre el exilio y la muerte, es difícil imaginar qué será peor. De El olvido que seremos se pueden decir muchas cosas, pero nadie puede poner en duda que través de la lectura de los últimos capítulos ningún lector colombiano podrá continuar viviendo como si no importara lo que ocurre diariamente con aquellos valientes que se atreven a manifestar su inconformidad ante la situación actual de violencia e injusticia, la obligación a callar se ha impuesto y sin embargo, a través de esta novela cada lector siente que lo que allí se narra forma parte de su realidad, muchos de ellos saben lo que significa vivir pensando en la muerte, esperando el momento de la noticia que se presiente; cuando se sabe que han matado a un ser muy querido la culpa y la irresponsabilidad por haberlo dejado seguir actuando no se hacen esperar, sin embargo surge la pregunta: ¿es preferible callar y

vivir como si no pasara nada o es una obligación denunciar aunque la denuncia cueste la propia vida y el dolor de la familia? Fernando Vallejo dice que Colombia es el país de odio, vivimos condenados a una lucha sin tregua de todos contra todos, alguien ataca y el otro se defiende y en medio de la defensa nace una ideología y esta ideología condena al contrincante y la única manera de vencerlo es a través de la muerte; los pobres le hacen la guerra a los ricos, los poderosos a los débiles, el narcotraficante piensa en política, la guerrilla y el paramilitarismo se financian con el narcotráfico, se secuestran unos a otros para materializar, algún día, sus ideales, el gran problema de la lucha ideológica es que no hay espacio para la discusión sino que los discursos emitidos se contraargumentan con la muerte. La literatura comprometida no goza de prestigio en este momento en los libros de teoría o crítica literaria europea o norteamericana y esta es la teoría y la crítica literaria que se estudia y se acoge para escribir y valorar la literatura colombiana, al leer El olvido que seremos es posible pensar que si se escribieran más novelas de este tipo, no simples textos panfletarios sino obras literarias que nos hagan pensar más en la realidad social colombiana, si se pensará, en el momento de escribir literatura más en la sociología del arte que en la estética o en la hermenéutica, seguramente llegará un día en que a través de estos textos se pueda llegar de manera más efectiva a la mente de las personas indiferentes.