CRISTIANOS TIBIOS “Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.” Creo que todos hemos escuchado al menos una vez en nuestra vida lo que nos dice Apocalipsis 3:1516, pero, ¿Qué nos quiere decir verdaderamente el Señor en este pasaje bíblico? El día de hoy me gustaría que juntos podamos comprender mejor que nos quiere dar a entender con los términos “frío”, “caliente” y “tibio”. Sobre las personas “frías” vemos, por ejemplo, en 2 Corintios 4:34 : “Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.” Estos vendrían a ser aquellos que aún están “cegados” y no distinguen entre lo bueno y lo malo debido a que no conocen a Cristo. Personalmente considero que al hablar de las personas “frías” también se podría hablar de alguien que ha oído hablar de Cristo y su plan de salvación, pero que a pesar de esto ha decidido continuar con su vida de pecado a sabiendas de que esto es incorrecto; tomando como base para esto lo que nos dice Juan 15:22 : “Si yo no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado; pero ahora no tienen excusa por su pecado.” Por el contrario, las personas “calientes” son aquellos que están dispuestos y tienen el deseo de cuidar los intereses de Dios, aquellos cuyo modelo a seguir es Cristo, aquellos que dejan que el Espíritu Santo guíe sus vidas… Mateo 28: 1920 nos dice: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.” Una persona “caliente” ha entendido a plenitud que debe ganar almas para Cristo, si todos los cristianos hubiésemos comprendido esto ya tendríamos países, o incluso continentes enteros ganados para Cristo. Pero esto no ha sido posible debido a que existen las personas “tibias”, personas que han conocido a Dios, han aceptado a Cristo pero que no lo han hecho su Señor y el centro de sus vidas. Romanos 8:5 dice: “Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.” Estas personas saben perfectamente lo que tienen que hacer, guardar los mandamientos de Dios, pero no lo hacen porque su prioridad es ellos mismos; estas personas piensan que pueden servir al Señor, pero sin dejar de lado ciertos comportamientos o costumbres que “no son malos porque no le hacen daño a nadie”… Dios ha dejado claro en las escrituras que Él aborrece este tipo de personas, las aborrece tanto que le causan náuseas y terminará por vomitarlas… La palabra está dada, por lo que los invito a preguntarse ¿Cuál es mi estado? ¿Soy frío, caliente o tibio?... Si eres parte de las personas “frías” te invito a que aceptes a Jesús en tu vida, ríndete a Él por completo y empieza a ver su mano obrar en tu vida; si eres parte de las personas “calientes” te felicito y te invito a seguir adelante en los caminos del
Señor… pero, si eres parte de las personas “tibias” te invito a le pidas perdón a Dios, guarda sus mandamientos y comprométete a hacer lo que él te encomendó: “id, y haced discípulos”.