Consecuencias negativas de la reforma gregoriana Introducción Antes de contestar específicamente la pregunta de la ficha de trabajo, creo bueno enmarcar el tema en las consecuencias de lo que se ha acabado llamando el “Siglo Obscuro del papado”, que puede datares entre los años 882 y 1046 aproximadamente. Ante todas las vicisitudes de este periodo obscuro del papado se dieron dos corrientes reformistas dentro de la estructura de la Iglesia: la reforma monástica, promovida fundamentalmente por las órdenes religiosas de Cluny y de San Bernardo y la llamada reforma gregoriana, promovida directamente desde el Papado, que es la que nos interesa ahora. La llamada reforma gregoriana de la Iglesia fue promovida por el Papa Gregorio VII en los años de su pontificado, entre los años 1073 y 1085, aunque tendría continuidad con sus sucesores, Victor III (1086-1087), Urbano II (1088-1099), Pascual II (1099-1118), Gelasio II (1118-1119) y Calixto II (1119-1124) por lo que bien podría ser llamada “reforma pontificia”. Cabe notar también que el propio papa Gregorio VII surgió del monasterio de Cluny del que era monje, por lo que su reforma estuvo influenciada por la reforma monástica. Este proceso de reforma fue debido a una situación social, pero también eclesiástica, de decadencia de la época feudal en la que habían existido una infinidad de centros de poder no demasiado extensos, donde cada príncipe o señor feudal pretendía y en muchos casos conseguía influir en el nombramiento de los cargos eclesiásticos de su zona o provincia, entre ellos los obispos y abades. En el ámbito eclesiástico tres eran los grandes males problemas que se daban, fundamentados en el olvido del fin sobrenatural de la Iglesia. Estos 3 males eran el nicolaismo, la simonía y la investidura laica o nepotismo. •
El nicolaismo era el nombre dado a la situación de concubinato vivido por una parte del clero, el cual provocaba un doble problema, el dogmático pero también el económico. El dogmático porque en esta época esta acción no era solamente inválida, era ilícita según el Derecho Canónico, pero aun así, éste o no se aplicaba o se hacía de forma laxa. Un sacerdote casado, buen esposo y buen padre, no siempre era juzgado de forma desfavorable. Solamente sería a partir del concilio de Letrán de 1059, con el papa Nicolás II, cuando se daría un primer signo claro e importante de la reforma sobre este aspecto.
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La simonía era el nombre dado a la compra/venta de favores eclesiásticos, entre ellos cargos o favores como celebraciones de misa u otros. La forma más frecuente de simonía era la venta de obispados o abadías por parte del rey o el príncipe, aunque también se daba simonía en niveles más sencillos, como las parroquias.
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La investidura laica o nepotismo, intrínsecamente unida a la anterior, llegó a ser un gran problema puesto que los señores feudales se entrometían en el funcionamiento de la Iglesia y sus instituciones, llegando a nombrar obispos, abades y otros cargos eclesiásticos, basándose en sus propios intereses más que en el bien de la Iglesia y la evangelización. Era una forma de unir lo espiritual con lo terrenal, con el perjuicio del primero.
La llamada Dictatus Papae de Gregorio VII del año 1075, se convirtió en un documento que buscaba no tanto el poder de la Iglesia sino su libertad frente a los poderes externos, como el del poder civil, que se querían inmiscuir en ella. Con ella, el papa potenció la organización, centralización y burocracia de la Iglesia, cosa que se iría potenciando entre los siglos XI y XVII, en contra de lo que había sucedido hasta el momento, en que se funcionaba más como una confederación de provincias eclesiásticas dirigidas cada una por su obispo y siguiendo la norma de los diversos niveles jerárquicos. No sería hasta pasados unos 50 años y varios pontífices en que se pondría fin a esta lucha de las investiduras con el concordato de Worm, momento en que empezó una época, más estable en la que la Iglesia y el Imperio pudieron colaborar.
Consecuencias negativas de la reforma gregoriana (s.XII) Hecha ya esta introducción de lo que fue el siglo negro del papado y de las bases principales de la reforma gregoriana paso a enumerar y comentar algunos aspectos de los que he encontrado a medida que he ido investigando y leyendo libros de la bibliografía ofrecida por el profesor. Aun la extensión final de la lista que presento, entiendo que debe haber muchos otros aspectos, puesto que mi tarea ha sido de recopilación no sistemática, sino a medida que leía y encontraba algún aspecto lo anotaba. − Gregorio VII fue un renovador que empezó su pontificado en abril de 1073, con un plan de acción bien claro, pero fue muy dominante, incluso demasiado. − Su plan de reestablecer el Evangelio a través de una Iglesia poderosa, le hizo dominar a los hombres, cosa que quizás iba en contra del mismo evangelio, lo cual llevaría a consecuencias funestas para el ejercicio de su misión de guía espiritual. − La lucha por el celibato y contra la simonía fue, en definitiva, una lucha cristiana, dirigida a liberar lo interior, lo religioso, de los apetitos sensibles y del poder material. El modo indiscriminado como fue llevada a cabo, sin embargo, muestra que ella misma no estuvo exenta de medidas objetivamente injustas. − Se tuvo un tiempo de unos 50 años aproximadamente (desde la entronización de Gregorio VII, en el año 1073, hasta la firma del acuerdo de Worms por el papa Calixto II en 1122) de una lucha férrea entre el poder temporal y el espiritual.
− Aunque empezó su pontificado informando al emperador de Alemania, Enrique IV, lo que suponía una aceptación de la doble condición divina-material del liderazgo del imperio, no dudó posteriormente en enfrentarse a él por las investiduras. − Consideraba que gran parte del mal de la Iglesia provenía de la injerencia en ella del poder político temporal. Por ello luchó para llegar a ser como un señor feudal de ámbito mundial, aunque su objetivo fuera el del Reino de Dios. − Se dedicaron muchos esfuerzos, económicos y humanos, en obtener y posteriormente mantener la soberanía papal. − La medida de deposición contra los sacerdotes y obispos que habían llegado a su cargo por simonía, así como la prohibición al pueblo de asistir a actos religiosos celebrados por clero que viviera maritalmente, no hizo más que dividir al pueblo. − Con la generalización de la castidad obligatoria, realizada en la Iglesia por primera vez a nivel mundial se judicializó esta práctica, oscureciendo así su objetivo carismático − El documento Dictatus Papae, con sus 27 proposiciones, pone por encima de todo y de todos la figura del papa, con algunas afirmaciones difíciles de aceptar por la mayoría o la totalidad de los príncipes de la época, por ejemplo la número 9, “Que todos los príncipes deben besar los pies solamente al Papa”. − Hubo un choque catastrófico con el rey alemán Enrique IV debido fundamentalmente a la investidura laica, puesto que los obispos allí eran al propio tiempo funcionarios y príncipes del Imperio y era evidente que el rey no podía conferir ninguna jurisdicción eclesiástica pero tampoco se le podía exigir que pasara por que el papa nombrara a sus más altos vasallos. Incluso se le llegó a excomulgar y aceptando posteriormente su pedido de perdón se le levantó la excomunión. − Esta lucha continuada con el reino alemán y el sometimiento final de éste al poder papal sería una de las posibles causas que siglos después llevaría a la reforma protestante. − Tal y cómo concebía Gregorio VII la primacía espiritual frente al poder temporal hizo que pretendiera hacer depender directamente de la sede romana toda una serie de instituciones políticas, al estilo de los señores feudales de la época, es decir que para conseguir el poder espiritual, utilizaba los poderes temporales, contra los que luchaba. Se convirtió así en un rector monárquico de la Iglesia. − En los reinos de Castilla y Aragón el papa Gregorio VII apoyó a los reyes en su labor de la reconquista contra los árabes.
− Se prohibió, bajo pena de excomunión, que los clérigos recibieran de manos de laicos la investidura de obispados, abadías o iglesias. Incluso también esto se llevó a cabo hasta con eclesiásticos de menor rango diseminados por la Europa cristiana. − La lucha descrita, además conllevó el supercurialismo de tiempos posteriores, que nuevamente significaría el debilitamiento de la posición de los seglares dentro de la Iglesia, cosa que se mantiene aún en muchos aspectos, pese a los cambios introducidos en el Concilio Vaticano II. − El sentido religioso despertado por la reforma gregoriana y la conciencia de poder eclesial que ya se tenía estimaron la prohibición de a los santos lugares de Jerusalén, a partir de la segunda mitad del siglo XI, como una ignominia, descrédito a la Iglesia Occidental. − El papa Urbano II (1088-1099) segundo sucesor de Gregorio impulsó la primera cruzada en Tierra Santa en el concilio de Clermont de 1095, a pedido del emperador bizantino Alejo I Commeno, convirtiéndose así, solamente 10 años después de la muerte de Gregorio VII, en el jefe de los guerreros por la fe y contra el Islam, el jefe de Occidente. En este movimiento de las cruzadas convergen las energías del papado universal con las de una gran parte de la caballería occidental y es lo que hace que toda Europa viva una eclosión al servicio de una gran idea. Ya para terminar y como colofón, se puede decir que la verdad de Jesucristo, revelada en la Iglesia y por su mediación crece siempre, en toda época histórica, necesariamente mezclada con las instituciones e ideas de este mundo, pero éstas, a su vez, enturbian necesariamente a aquélla y le imprimen un determinado sello histórico que constituye un grave lastre para su verdadera y propia misión. Y en esta época histórica que se ha dado por llamar de la reforma Gregoriana, esto ocurrió demasiado fuertemente.
Bibliografía Para responder esta pregunta he utilizado la siguiente bibliografía: •
Apuntes del profesor Diego Molina, tomados durante la sesión de clase del 5/4/2014.
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GREGORIO VII, Papa: Bula “Dictatus Papae”.
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HERTLING, Ludwig, “Historia de la Iglesia”, Biblioteca Herder Sección de Historia, Barcelona, 1989.
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LORTZ, Joseph, “Historia de la Iglesia Católica en la perspectiva de la Historia del Pensamiento”, tomo I Antigüedad y Edad Media, Ediciones Cristiandad, Madrid 1982.
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MITRE, Emilio, “Historia del Cristianismo II, El Mundo Medieval”, Ed.Trotta, Granada 2004.
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SÁNCHEZ HERRERO, José, “Historia de la Iglesia II, Edad Media”, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 2005.