Cómo vencer la tentación. Fondo Bíblico: Santiago 1:1-27 Verdad Central: Vencer la tentación y perseverar en las pruebas son distintivos especiales del cristianismo. Texto Aureo: Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.Santiago 1: 12 OBJETIVOS DEL APRENDIZAJE 1. Reconocer la naturaleza y el propósito de la tentación. 2. Descubrir en qué forma la tentación puede ser beneficiosa para el creyente. 3. Aprender como vencer la tentación. 4. Decidir a vencer la tentación con el poder de la Palabra de Dios. BOSQUEJO GENERAL I. Paciencia en la tentación A. Una paradoja B. Una promesa II. Descripción de la tentación A. La obra de Satanás B. La dádiva de Dios III. Poder sobre la tentación A. El que escucha la Palabra B. El que practica la Palabra INTRODUCCION La correspondencia de hoy no luce tan llena de interés humano ni es tan rica en contenido histórico y biográfico como las cartas del tiempo bíblico. Las epístolas (cartas) escritas por los seguidores de Jesús son consideradas por muchos como la mejor literatura del mundo. Sin embargo, como parte de las Sagradas Escrituras, éstas son más que cartas; son la Palabra inspirada de Dios. Las siete epístolas escritas por Santiago, Pedro, Juan y Judas se conocen, desde el tiempo del filósofo y escritor cristiano Orígenes, como las epístolas generales, o universales. Este nombre les fue dado para distinguirlas de las epístolas paulinas, las cuales fueron dirigidas a iglesia o individuos específicamente. (2 y 3 Juan también fueron escritas a individuos. Durante este trimestre estudiaremos las epístolas de Santiago, 1 y 2 Pedro y Judas. Estas cartas contienen referencias a todas las fases de la experiencia cristiana. La epístola de Santiago es intensamente práctica. Las cartas de Pedro respiran un mensaje de esperanza. La breve carta de Judas es un llamado urgente a los cristianos "para que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos". EXPOSICION BIBLICA I. Paciencia en la tentación Santiago 1:1-12 A. Una paradoja Gran parte de los últimos escritos del Antiguo Testamento contienen información sobre el cautiverio y la deportación de las doce tribus de Israel. Durante el imperio romano los judíos volvieron a ser esparcidos y se establecieron en numerosas comunidades. También durante la gran persecución que Saulo de Tarso dirigió contra la iglesia primitiva, los cristianos fueron esparcidos por doquier. Santiago dirigió su epístola a un pueblo que sabía lo que era "sufrir por causa de la justicia" (1 Pedro 3:14). Proverbios 27:1 era una constante realidad para ellos, porque nunca sabían lo que el siguiente día les habría de deparar. En cualquier momento podían perder hasta la vida ante el capricho de un emperador voluble y loco. Pregunta: ¿Cuál es el consejo inicial de Santiago para estos cristianos? 1
El versículo 2 es una aparente paradoja. Santiago exhorta a sus hermanos a considerar como un gran gozo el verse sumergidos en toda ciase de pruebas y tribulaciones. Esto no quiere decir que los creyentes tengan que desarrollar un complejo de mártires. Tampoco se pretende insinuar aquí que los creyentes nieguen la realidad del dolor y el sufrimiento. La aparente paradoja desaparece cuando se yen las pruebas pasajeras en relación con el plan general de Dios. Pregunta: ¿Por qué es tan importante tener una actitud apropiada durante los momentos de pruebas? Es increíble pero cierto que las tentaciones pueden convertirse en piedras de tropiezo o peldaños en la escalera de la vida. Las pruebas pueden traernos amargura o bendiciones. Pueden producir en nosotros confianza para la victoria o desaliento y fracaso. Cuando nos enfrentamos a las tentaciones con la actitud apropiada, éstas pueden llevarnos a la madurez del carácter cristiano. Cuando dejamos que la paciencia llegue al objetivo que debe alcanzar, nuestro carácter adquiere el nivel en que Dios quiere que estemos. Vale la pena observar aquí que la paciencia que producen las pruebas es algo más que una mera sumisión pasiva. Es algo más que la mera capacidad de sufrir. Es más bien la habilidad de hacer que las tragedias se conviertan en triunfos. En los días de la persecución de los cristianos primitivos, los paganos se asombraban al ver que los creyentes no morían con lamentos y gritos de angustia. Muchos se enfrentaban al martirio cantando y alabando a Dios. Enseñanza práctica La actitud con la que el cristiano se enfrente a la tentación determina su triunfo o su fracaso. En este caso la actitud es más que un mero estado mental: es el estado del corazón. lo que hace que un creyente se sobreponga en lugar de sucumbir bajo el peso de las pruebas es su condición terna. Pero ¿cómo se adquiere la condición apropiada? Eso se logra sólo cuando esperamos en el Señor y dejamos que El nos conduzca, como en a águila. Solo así podremos ver n’ pruebas y tentaciones desde una perspectiva: desde la perspectiva de Dios, lo cual nos permitirá con su verdadero valor para nuestro desarrollo espiritual. Cuando nos enfrentamos a la tentación con la actitud adecuada se desarrolla en nosotros un carácter con el cual podemos vivir en victoria y ser más semejantes al Maestro cada día Pregunta: ¿Cómo puede regocijarse un cristiano cuando le sobrevienen pruebas y tentaciones? La respuesta a la paradoja del versículo 2 es la sabiduría divina. Esta sabiduría sólo puede venir de arriba. Empieza con el temor de Dios 111:10; Proverbios 1:7; 9:10). en respuesta a la fe (v. 6). El mero sentido común no siempre provee una respuesta apropiada en momentos de crisis. La especulación filosófica y el conocimiento intelectual casi siempre resultan en tristeza y amargura (Eclesiastés 1:18) en lugar de soluciones satisfactorias. Sólo podremos progresar espiritualmente pongamos nuestra mente en el y aceptemos la generosa provisión de sabiduría que él nos ofrece. B. Una promesa El propósito de la tentación, entonces, es que el cristiano pueda desarrollar en todo. Si tenemos falta de sabiduría, Dios nos la puede dar en abundancia (v. 5). Si carecemos de una buena posición, Dios nos habla de nuestra exaltación en Cristo (v.9 y si nuestra angustia se debe a la falta de recursos materiales, Dios nos hace entender que todo lo que hay mundo es temporal y pasajero Pregunta: ¿No existen algunas ventajas cuando se cuenta con solvencia económica? La seguridad que dan las posesiones y las riquezas materiales es falsa. Todo puede desaparecer repentinamente, como desaparece "la flor de la hierba" ...cuando sale el sol con calor abrasador". Lo que en realidad cuenta es asumir una actitud sólida y firme en los momentos de tribulación. Las tentaciones del pobre tienen el mismo grado de peligro que las del rico. Ambas pueden resultar en desastre espiritual. 2
Bienaventurado el varón — escribió Santiago —, (pobre o rico, amo o siervo) que soporta la tentación y las presiones internas y externas de la vida, porque a el se le dará la corona de vencedor. Puede causarnos horror y temor, pero la verdad es que el cristiano puede perder su vida en Cristo y recibirla de nuevo en grado más pleno tanto en este tiempo como en la eternidad. Enseñanza Práctica Se dice que hay dos influencias poderosas que prueban la integridad del creyente: la adversidad y la prosperidad. Casi siempre la segunda constituye la prueba más severa. ¿Por qué? El que se enfrenta a la adversidad necesita ayuda de cualquier lado. Todo lo que le interesa es sobrevivir; pasar la tormenta. En su condición de pobreza o sufrimiento está más propenso a poner su confianza en Dios que en sus propios recursos. De ahí que su fe sea fortalecida y se establezca mejor su vida espiritual. En cambio, el hombre próspero en lo material siempre se ve en el peligro de creerse autosuficiente. No reconoce su necesidad de buscar la ayuda de Dios y siempre está tratando de resolverlo todo con sus propios recursos. Esto es sumamente peligroso. Es mejor, ya sea en abundancia o en escasez, reconocer siempre nuestra dependencia del Dador de toda buena dádiva y todo don perfecto. La promesa de Dios para el vencedor es la corona de vida. La Biblia asocia varias cosas con la corona: Victoria, gozo, vida, honra y dignidad. Gracias a Dios que no tenemos que seleccionar una de estas cualidades. Todas están incluidas en la recompensa que Dios promete a los que demuestren su amor por El en la forma en que soporten la tentación con toda paciencia y firmeza. II. Descripción de la tentación Santiago 1:13-18 A. La obra de Satanás El hombre ha sido siempre un experto para evadir los asuntos básicos. La tendencia es siempre a echarle la culpa de su condición actual de pecado a los compañeros, a las circunstancias, al tiempo, o aun a Dios. En el huerto de Edén, Adán culpó a Eva (e indirectamente a Dios): notemos sus palabras: "La mujer que me diste" (Génesis 3:12). Eva, por su parte, le echó la culpa a la serpiente. Pero cuando llegó el momento del juicio, cada uno recibió el castigo que merecía su acción personal. Pregunta: 祴¿Cómo logra entrarla tentación ala vida de una persona? Lo que le sucedió a Eva le pasa también a toda persona que permite que Satanás capte su atención en cuanto a lo que no conviene. Notemos los verbos descriptivos de Génesis 3:6: Eva "vio" el árbol prohibido, "codició" el fruto, "tomó" de él, "comió" y también lo "dio" a su marido. En Josué 7:21 vemos un proceso de desobediencia casi idéntico al de Eva. Allí fue Acán quien "vio", "codició" y "tomó" lo prohibido. Finalmente, en el Nuevo Testamento, Juan se refiere a "los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida" (1 Juan 2:16). Cuando el ser humano se deja engañar por el diablo y permite que el pecado siga su curso, recibe la paga del pecado, la cual al fin es muerte. Enseñanza práctica El gran peligro de las tentaciones es que son muy sutiles. Si no se eliminan a tiempo, las tentaciones pueden crecer pronto y madurar y si se les permite, pueden acabar trayendo muerte al individuo. Pablo nos amonesta de la siguiente manera: "Absteneos de toda especie de mal" (1 Tesalonicenses 5:22). Sólo cuando se hace eso se puede evitar la ruina espiritual. Debemos recordar que la tentación no tiene poder, a menos que nosotros respondamos a ella. Si anidan en nuestro corazón deseos malos o dejamos que los deseos buenos se perviertan, corremos el terrible riesgo de esa muerte espiritual que viene como consecuencia del pecado. B. La dádiva de Dios 3
Es intercsantc notar que Satanás ofrece una paga, mientras que Dios es el Dador de toda dádiva. El diablo es malo; Dios es bueno. El diablo está abajo; Dios está arriba. Satanás está relacionado con las tinieblas; Dios es luz. Satanás pervierte; Dios transforma. Satanás es el acusador de los hermanos; Cristo es nuestro Abogado. ¿Por qué, entonces, el hombre rechaza los dones que Dios le ofrece? ¿Por qué se niegan a venir al Señor para tengan vida eterna (Juan 1:11; 5:40)? Pablo señala que "el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios" (2 Conntios 4:4). Pregunta: ¿Hay algo que podamos hacer al respecto? Por supuesto que sí. Nuestra vida siempre predica un sermón más notable que nuestras palabras. Si ocultamos nuestro testimonio. lo estaremos ocultando de los que se pierden. Dios resplandece en el corazón de los cristianos. Jesús enfáticamente declaró que los cristianos son la luz del mundo Nuestro deber es dejar que nuestra luz alumbre delante de los hombres, para que vean nuestras obras buenas y glorifiquen a Dios. A veces un testimonio personal puede motivar a un incrédulo a aceptar el don de vida eterna que Dios ofrece. Pregunta: ¿Por qué nos amonesta Santiago contra el engaño? Dios permite que seamos probados pero no podemos culparlo por nuestros errores y fracasos. No podemos hacernos la ilusión de que podemos pecar y quedar libres de consecuencia Dios no puede pecar ni provoca a nadie a que lo haga. Aun cuando permite que seamos tentados, da también un forma en la que podamos triunfar sobre la tentación (1 Corintios 10:13). Las palabras "no hay mudanza ni sombra de variación" en este contexto significan que Dios, en contraste con todo lo demás, es inmutable. La luz del sol puede variar; la luna se puede oscurecer; pero en Dios no existe ni la más pequeña posibilidad de cambio Gracias a El por esa gran verdad. IlI. Poder sobre la tentación Santiago 1:19-27 A. El que escucha la Palabra Santiago señala que hemos nacido de nuevo mediante la Palabra de la verdad, el evangelio. El poder de la Palabra de Dios se puede ver en acción desde la creación del universo. "Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios" (Hebreos 11:3). La Palabra de Dios se describe como "la espada del Espíritu" (Efesios 6:17), "viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos" (Hebreos 4:12). Si los cristianos quieren saber cómo se puede vivir en el Espíritu y vencer la tentación deben prestar atención a lo que dice la Palabra de Dios. Pregunta: ¿En qué consiste este proceso de "oír" la Palabra? Mucho tiempo antes que Santiago escribiera las palabras del versículo 19, un antiguo filósofo dijo: "Tenemos dos oídos y una sola boca para que oigamos más y hablemos menos." Pero nos sucede lo contrario. Este es uno de los mayores problemas en el campo de la comunicación. Muchos quieren hablar y ser oídos, pero muy pocos son los que realmente quiere escuchar. El consejo de Santiago es que debemos ser prontos para oír la Palabra de verdad (v. 18). Cuanto más atentos seamos a lo que Dios dice en su Palabra, mejor preparados estaremos para conducir a otros por la senda de justicia. También debemos ser tardos para hablar. El libro de Proverbios abunda en referencias al peligro de la palabra apresurada (10:19; 13:3; 17:28; 19:20). Los cristianos deben tomar con humildad el lugar de un oidor. Pregunta: ¿Por qué se menciona la ira en este pasaje de Santiago? Desafortunadamente, muchas discusiones de carácter religioso terminan en disgusto y con una disposición de enojo y amargura. Hace más de veinte años, Alejandro Maclaren dijo: "Es mas fácil provocar a la gente a pelear por su religión que a vivir por ella." Una de las condiciones esenciales para escuchar la Palabra de Dios es tener la mente libre de 4
distracciones causadas por enojo y resentimientos. Muchas veces, la irritación del carácter produce una actitud caprichosa y renuente en lugar de producir arrepentimiento humilde. Es bueno recordar que las mejores de la vida las hemos aprendido en silencio. B. El que practica la Palabra Pregunta: ¿Como puede el cristiano ser un "hacedor de la palabra"? Para empezar, se necesita una entrega voluntaria. La frase "desechando toda inmundicia" significa despojarse o desvestirse de toda inmundicia y malicia, así como una persona se quita una ropa sucia. El término "inmundicia" se aplicaba en primer lugar a ropas sucias. Como cristianos tenemos que despojarnos de todo lo que puede estorbarnos para oír y obedecer la Palabra del Señor. El progreso espiritual se ye estorbado cuando el hombre trata de manejarse por sus propias normas. La única manera de poder ser hacedores de la Palabra de Dios es despojándonos de la ropa sucia de nuestra justicia humana y vestirnos "del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad" (Efesios 4:24). El sólo escuchar jamás ha salvado a nadie ni lo ha hecho un mejor obrero cristiano. El verdadero oidor se mira a si mismo en el espejo de la Palabra de Dios. Allí no sólo se da cuenta de cómo es, sino que también ye cómo puede llegar a ser con la ayuda de Dios. En seguida hace los cambios necesarios para ajustarse a la Palabra. El oír sin obedecer resulta en una religión inútil. Lo que aprendemos en la iglesia debemos practicarlo en el mundo. Bienaventurado el cristiano que no es un oidor olvidadizo sino un fiel hacedor de lo que aprende. Enseñanza práctica Un joven vivía al final de una calle empinada que descendía hasta desembocar en una carretera de mucho tráfico. Acababa de aprender a usar su bicicleta y le fascinaba pensar en lo agradable que sería dejarse ir calle abajo. Su madre constantemente le suplicaba que desistiera de pensar en tal cosa, porque no sería capaz de detener la bicicleta antes de entrar a la peligrosa vía. Pero un día, el muchacho quiso darse gusto y realizar la aventura deseada. Cuando iba hacia abajo, la velocidad que desarrollo fue tal que calculó no ser capaz de detenerse. No hallando otra alternativa, pensó dejarse caer. Así lo hizo; se arrastró sobre el pavimento y se laceró todo el cuerpo. Eso es lo que le sucede a todo el que sabe lo que dice la Palabra de Dios, pero hace caso omiso de ella. La indiferencia hacia las enseñanzas de la Palabra puede conducir a la persona al desastre espiritual o hasta a la muerte. Cuán importante es ser atentos a lo que enseña la Palabra y seguir su consejo. Practicar la verdad Tómese unos minutos esta semana para darle gracias a Dios por las pruebas y las tribulaciones, porque ellas ayudan a fortalecer su fe. Tome la determinación de resistir las tentaciones con la ayuda de Dios. Confíe en las promesas del Señor para los momentos de crisis. Luche por llegar a la madurez cristiana mediante una devoción profunda a Dios y sumisión a su Palabra.
5