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BUSCANDO EL ROSTRO DE DIOS TEXTO 2 Crón 7:14

En la Biblia tenemos varios ejemplos de personas que se postraron ante Dios, y recibieron una gran bendición: MOISÉS – Éx 34:8 (ver v.10, 29).

Introducción La oración es un increíble privilegio. Cuando oramos, nos dirigimos al Dios eterno, soberano, glorioso, majestuoso. ¡La maravilla es que oramos tan poco! ¿Qué es el ayuno? El ayuno simplemente hace la búsqueda de Dios más intensa. El propósito es recibir algo de Dios. Ayunamos, no para torcerle el brazo a Dios, sino para indicarle cuan en serio estamos de lo que estamos pidiendo. En este pasaje, el tema es cómo recibir la bendición de Dios, luego de un tiempo de disciplina (2 Crón 7:13). Lo primero que debemos notar es que es DIOS quien está hablando. Él mismo nos dice cómo acercarnos a Él; cómo recibir algo de Él; cómo buscar Su rostro. En el v.14 Dios indica los pasos que debemos seguir si queremos acercarnos a Él, y en segundo lugar nos indica qué es lo que recibiremos, si seguimos esos pasos. 1. LOS PASOS A SEGUIR (v.14a)

Pero, en este caso, el contexto del pasaje indica que la humildad de la cual Dios habla no es simplemente la de postrarnos delante de Él, sino la de confesar nuestros pecados. El v.13 habla de un tiempo de juicio sobre el pueblo de Dios; juicio por el pecado. Por lo tanto, la frase, “si se humillare mi pueblo”, significa, ‘si reconocen su pecado y se arrepienten’. Reflexión Personal ¿Tenemos pecados de los cuales debemos arrepentirnos? No tienen que ser grandes pecados. A veces los ‘pequeños’ pecados son los más dañinos (Cant 2:15). Requiere mucha humildad hacerlo; pero es el camino a la bendición espiritual. ¡No hay otra forma de buscar el rostro de Dios!

b. Orar Estamos tan acostumbrados al verbo, ‘orar’, que a veces nos olvidamos de lo que significa. En este caso, el verbo en hebreo significa ‘suplicar’ o ‘interceder’. No es tanto orar por uno mismo, pidiendo cosas (de Dios) para ‘mi’. Es clamar por otros (ver el primer uso de este verbo en la Biblia – Gén 20:7, 17). En este caso, el contexto significa dos cosas:

a. Humillarnos El verbo en hebreo significa ‘traer abajo’, ‘postrar’, ‘doblar las rodillas’ (ver Juec 3:30, “subyugado”; Juec 8:28, “fue subyugado…y nunca más volvió a levantar cabeza”). Es la acción de un súbito ante un rey. Pero, aquí es Dios hablando. Nos indica la actitud o la manera en que debemos acercarnos a Él. Debemos hacerlo, postrándonos delante de Él. Es bueno hacerlo físicamente (arrodillándonos), porque eso nos ayuda a sentir que estamos en la presencia de alguien grande. Debemos seguir el ejemplo del publicano (Lucas 18:13). Eso es lo que Dios espera de nosotros (Miq 6:8).

i.

Orar por la nación; por todo el pueblo de Israel. Se podría decir, por la Iglesia.

ii.

Orar luego de un tiempo de haber ignorado a Dios. Orar verdaderamente, luego de un tiempo de simplemente ‘rezar’; pronunciar palabras, pero sin sentirlo de corazón.

Si queremos acercarnos a Dios, y recibir una bendición de Él, tenemos que aprender a orar. ILUSTRACIÓN: Orando en isla de Lewis (Escocia), por un avivamiento espiritual. Reflexión ¿Sabemos lo que es orar?

c. Buscar el rostro de Dios

a. Dios nos escuchará

¿Cuál es la diferencia entre ‘orar’ y ‘buscar el rostro de Dios’? En lo segundo hay una intensidad, y una determinación de acercarnos a Dios, y estar en Su presencia.

Parece sencillo; tan obvio. Pero nos hace recordar el tremendo privilegio de la oración. ¡Que Dios nos escuche! No es poca cosa.

ILUSTRACIÓN: William Temple (arzobispo anglicano), cuando le preguntaron cuanto tiempo oraba, dijo que pasaba 30 minutos de rodillas; 29, buscando el rostro de Dios, y un minuto orando. EJEMPLO: Moisés (Éx 33:18-20); Daniel (Dan 9:3-19). A Dios le encanta que tengamos ese sentir de Moisés. Él sabía mucho de lo que es ‘orar’; pero anhelaba ver el rostro de Dios. Reflexión ¿Sabemos algo de esta clase de experiencia espiritual? ¿Lo anhelamos?

Lamentablemente, Dios no escucha muchas de nuestras oraciones. ILUSTRACIÓN: A veces personas preguntan si Dios escucha a los pecadores, o sólo a Sus hijos. La respuesta es que Dios no escuchará a nadie que guarda pecado en sus corazones (Sal 66:18). Mientras el pueblo estaba en pecado, Dios no escuchaba sus oraciones. Más bien, les enviaba juicios (v.13). Pero Dios ahora promete escuchar sus oraciones, si tan sólo se humillaran, y reconocieran sus pecados, y los dejaran. ¡Qué hermoso cuando sabemos que Dios nos escucha! Reflexión ¿Estaremos orando en vano? ¿Realmente nos escucha Dios?

d. Dejar el pecado Es muy importante notar este cuarto paso, que Dios exige de toda persona que desea acercarse a Él, y buscar Su rostro en oración. Si no estamos dispuestos a dejar nuestros pecados, la oración se vuelve una hipocresía espiritual (Mat 5:23-24, en el contexto del pecado de la ira). EJEMPLO: Isaías 1:11-18; 58:1-5 Reflexión ¿Estamos queriendo orar, guardando pecado en nuestros corazones? 2. LOS RESULTADOS A ESPERAR (v.14b) ¿Qué es lo que DIOS promete hacer, si seguimos estos cuatro pasos, para buscar Su rostro en oración? Notemos las TRES cosas que Dios promete hacer.

b. Dios nos perdonará Esta es la segunda promesa, y es una gran consolación. Mientras no nos humillemos ante la presencia de Dios, y no confesemos nuestros pecados, no podemos esperar que Él nos escuche; menos que nos perdone. EJEMPLO: Sal 32:3-4. Pero cuando confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos (Sal 32:5, 1-2). EJEMPLOS de hombres perdonados: Acab (1 Rey 21:27-29); Josías (2 Rey 22:18-20). Reflexión ¿Necesitas que Dios perdone tus pecados? No hay mayor bendición que ello. c. Dios nos bendecirá El Señor está describiendo una situación en la cual Él había disciplinado a Su pueblo, por sus pecados (v.13). La tierra estaba sufriendo terriblemente. EJEMPLO: La sequía en el tiempo de Elías.

Pero cuando el pueblo de Dios se dispone a orar, y a buscar el rostro de Dios, entonces Dios promete sanar la tierra, y bendecir a Su pueblo otra vez. Reflexión ¿Estamos en la necesidad de ser ‘sanados’ (emocionalmente, espiritualmente, físicamente, etc.)? Conclusión Si queremos disfrutar de la presencia de Dios, debemos buscar el rostro de Dios Y para hacerlo, tenemos que seguir estas instrucciones que nuestro Padre Celestial nos da.