246323703-el-sueno-o-la-astronomia-de-la-luna-kepler-pdf.pdf 5m4s1n

Soens

1t-.'TI{()!)(I(;(:Jt)N

fue aliado y amigo de su abuelo (Escipion Africano) en la guerra contra Anihal, hacen que el nieto vea y oiga t.unbien en suenos al ahuclo, S610 el arranque es igual, porque el viaje de Escipion el Menor alas estrellas es del todo onirico y la vision del mundo supralunar es la de un fil6sofo, no la de un asrronomo'": todo cs puro y reluciente, incorruptible Y eterno. Es notable que para Kepler, a pesar de SLlS aircs humanisticos y sus simpatias hacia los metodos razonadorcs de un Plutarco, tenga 111UY escasa relevancia csa :tstronomia scuupoetica y teologizada que se trasluce en cl comcnt.u'io al Sueiu» de Iiscipum de un Macrohio, copiado y tcnido IllUY en cucnta a 10 largo de la Edad Mcdi:l, que ,~e manruvo en la idea de la Luna como antesala del mundo celeste, inmutablc Y perfecto. Y hasta aqui los modclos antiguos. En l:i Comedia de Dante (1.')()()) la Luna es el primer astro en I:i subida al ciclo ("b prima stella") y luce como pcrla indcsrructihlc ("I'ellcrna ruargurirn"):

ni hui") que se aprecian en la faz del astro y parecen contradecir su caracter de cuerpo incorruptible (Parad. II 4914m. Hay un nexo entre csta discusion racionalista y las suposiciones de Kepler sobrc las manchas oscuras (i,n1ar 0 tierra de Iabranzar). La dilercncia esta en que el experimento de los tres espejos que propone Dante (II 94-105) es simbolico y muy indirecto, micnrras que el telescopic de Galileo y Kepler permite ya una vision del ohjcto sin artificios intcrmcdios (aunquc no cvita la intcrfercncia de prcjuicios a la hora de intcrprctar 10 vixto), En cl canto XXXIV de xu b11loS0 pocma caballcresco Orlando [urioso, Ludovico Ariosto ([516) imagino que un intrido adcl.mtado, Astolfo, viajaha a ]a Luna montado en cl carro del profcta EIia,~. 1,:1de Ia Luna es un rnundo a la vel: real y Iuntastico. POl' un lado sus cosas vienen a ser tales como \;Is de la Tierra uunquc aquejadas de gigantismo i\ILri Iiumi,

.rhri bghi, altre campagne

sono ELSU,

dll'

!lOll

ult r: piani, altrl' valli,

Parc-v'u nu: chc nulx: nc- copris:«:

son qui tr:1 noi;

altre

montagne,

chan

k- citl:ldi, luuuio i castell: suoi, con else dl' Ic qU:li mai lc pill mngnc non vide il paladin prima nc poi

lucicla, spcss:!, xolid.: c pulita , quasi ad.unantc chc 10 sol IlTissl'

Ct'arad. II 31-33).

(estr. 72).

I( )Ims

IMl' parl'ci() <juc nulx: la cuhria

rfos y I:Lgos y campinas

ICLcid:L,cspcsa, s()lid:1 y pulid.r,

hay all:l arrib.r, no como los nucstros,

como de acer
()Iros llanos y v.ilk-s y monranas,

:1I11l:

cl sol lucia.]

ricncn ciududcs, ticncn sus castillos, con casas

Pcro Iu Luna cs un cucrpo mistcrioso que recibe en su interior a los viajcros "com'acqua rccepe / raggio di luce perma nendo unita". A pesar de todo, la teologia dantesca bene que demorarsc en dar puntillosas cxplicaciones -con cxperimentos incl uidos- sobre las manchas negras ("Ii seg-

que jalll:is vicra mayorcs,

ni :m(es ni Ck','JlllC'S, cl gran caudillo.]

Pero alii no raltan SllCCS()S cxtravaganrcs y rnagicos, Astolfo visita en un estrccho valle una oficina de ohjeto perdidos en la Tierra. almacen guarcla sohre to do hienes

m

intangibles: lH. Aunque Ciccr(l11, <:: <::s cl que en dcfinitiva habla a traves de perxonajcs, da :Llli a entcnder que conocc una teoria scnuhcliocenrrica (segun la cual, al 1ll<::110S los planetas interiores, Mercurio y Venus, giran en torno al Sol).

Le lacrimc e i sospiri degli arnanti, l'inutil tempo chc si pcrdc a giuoco, e l'ozio lungo d'uomini ignoranti,

SLlS

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29

I

FRANCISCO

SOChS

tos detalles, como la ayuda demoniaca y la narcotizaei6n del viajero, del viaje del liccnciado Torralba, un personaje real, mago que frecucnto la corte espanola en el siglo XVI, Torrallxl~1 habia nacido en Cuenca, Hacia 1500, a los quince anos de edad, marcho a Rorna y entro al servicio del obispo de Volterra, Alli los sores del otro mundo irrumpen en su vida cuando un dominico amigo suyo Ilamado fray Pedro le prescnta al .ingcl Zcquicl, que se deja vcr con el aspecto de un nino blanquirrubio, vesrido de rojo y negro, Zequiel asistira a Torralha durante afios pronostlcandolc cl porvenir y aconsejindolc. En ] 519 cl mago regres() a Espana y sc asent6 en Valladolid, desde donde, ayudado por su angel protector, viajo a Rorna. El transporte del cucrpo mortal de Torralba sc hizo sobre un baston nudoso, aunque al parccer tambicn intervino una nave Iulgurante que vol aha sol ire las agua,~ del mar, En una hora sc planto de un sitio en otro y, 1I11
vani disegni che non han mai loco, i vani desidcr i sono tanti, che la pill parte ingombran

di quel loco

(estr. 7'5). [De los "mantes lagril1las y lloros, cl ticmpo imitil que sc picrde en juegos, b holganza Iarga de los ignorantcs, dcsignios vanos nunca s.uisfcchos: tantos son l()s dcscos incumplidos, que arestan el pa rajc cisi todo.]

"Para Luciano y para Ariosto" -comcnta Jorge Luis Borges en un prologo alas Cronicas rnarcianas, el celebre Uhro de Ray Bradbury (un nicto lircrario de Kepler)- "un viaje a la Luna era simbolo 0 arquetipo de 10 imposible; para Kepler, ya era una posibilidad, como para nosotros". L~Imirada de Kepler c:s ditcrcntc, sus instrumentos y exigenci:ls son ya modcrnos. Pcro hay tambicn antecedentes ccrcanos, Quiza la semilia del lihro del Somnium kk-rinno 1:1 rcncmos en unas palabras del De immenso de (;iordano Bruno, obra pub!iclda en 1')91 (dos anos antes de: !as tcsis copernicanas de Tubinga). Alii cl genio visionario, dcscrihicndo el alcance de los cielos y la vcrdadera forma del mundo, hace un viaje a lu Luna y propene una dcscripcion de la Tierra vista desde la Luna: "en csta pcrspcctiva invcrtida, la Tierra, por una ilusion que no bene otra causa que la posicion del espectador, sc convicrtc en un cucrpo celeste incorruptible y de una purcza ahsoluta, en tanto que la Luna cs en definitiva el centro del univcrso"!", Ya antes pusimos al lector ante un texto del mismo Kepler que compara SLlobrita con las utopias de Mom y Camla, Hay antecedentes mas rams c indcmostrables. Marjorie Hope Nicolson:" sugierc que Kepler ha podido extraer eier-

"", el clI:11

asimismo dij() que cu.mdo ilxi por cl aire II:

mando cl diablo que ahricsc los ojos, y lox ahrio, y sc vio tan cerea, a SlI pareccr, del cucrpo de la [una, que la Pll-

19, De immcnso, IV, 3 (cit, por /Vl, 1)ucos, pp, 21-22, nn, 26 y 27 que sefiala t.unhien otras "visioncs de 101 Tierra dcsde Ia Luna" en Nicolas de Cusa y Leornardo da Vinci), 20. (948) p. 4'),

. 21. El pocta don Ramon de Cumpoamor k~ lkdic6 un pocma en ocho cantos: lit licenciado Torralba. Barcelona, Lopez editor, Ikk7, En .el prologo de esta cdicion se reproduce en parte un articulo de don Cayetano de Alvear sohre 'Iorralba publica do en hi Ilustracion Iispanola y Americaria. Suplcmcnto al num. 47, IH87, pp, 386-39l. 22, Luis Zapata, Carlo famoso, cantos }''XVIlI, XXX-XXXII,

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31

1

FRANCISCO

SOCAS

client asir con la memo, y que no os6 rnirar a la tierra por no desvanccerse" (Quijole, II, 41).

5.

CONS[])E[V\ClONES

EN T()[(NO AI. SIII':NO

Todas esas ohras mencionadas configuran el amhienre intelectual donde se condensa y toma forma el Sueno kepleriano. Ahora bien, como ya antes nnuncinrnos, la obrita de Kepler no se parece a nada. Monstruos.: mixtura de fantasia y cicncia, habra que examinarla en su soledad estrafalariu y preciosa. Por 10 pronto el autor no prcrcnde en modo alguno urdir un viaje imaginario con una finalidad moralizadora, a pesar de que caricaturizar (Luciano) () e111pcquericcer (Ciceron) las cosas de Ia Tierra ha sido y sera cl Iin perseguido por la mayor parte de las fahulas viajeras. 1<:1a stronomo , entre bromas y veras, con una buena carga de imaginacion pero a la vez con rnucha exactitud y rigor, prcicndc instalar a sus conternporaneos dcntro de la nueva ordcnacion del mundo que habfa discnado Copcrnico: I:t Tierra ya no es cl centro sino un punto de vista entre infinitos. Ponicndo al lector como espect.idor en lu Luna, con cl cOllsigu icntc trastorno de toda la cicncia y asrrononua rcrrestrcs, consigue que sicnta la grandcza y cl vertigo de un univcrso que se modifica en perspectivas siempre cambiantcs. Kepler, como cmpcnoso y h(lbil matemauco que es, rcsulta capaz de figurarsc la gcornctna de los ciclos lunarcs y dcscribirla en un cuadro del todo coherente, pero, cuando se pone a dcscribir el aspecto del suclo lunar y Ia vida de ese rnundo, desvaria un tanto. EI manejo de aquellos tclescopios primcrizos y rudirncntarios suministraba imagencs que hay que interpretar seglll1 patroncs tcrrcstres conocidos pero inservihies. En la Luna se deja cntrcver un mundo hermano al de la Tierra, al menos en cuanto a los rasgos mas llarnativos, como son las montafias y los llanos. Pero la hola grisacea cngana a las miradas con rnuchos otros detalles, Los observadores veri mares, pantanos, predios y urhes donde hoy sabemos que no hay mas que vastas solcdades. Con toc\o, estes dislates, ilusiones 0 equivOC()S de la vista que lanza sin criterio proyecciones de la realidad terrestre sobre la lunar, son en el libro 10 de me-

Ahora bien, al lado de la traclici6n de viajes fabulosos bay que poner las especulaciones filos6ficas. Porque es que el cielo ha siclo ante todo un lugar moral. Es la sede de 105 dioses y tarnbicn la fabrica que por ser inabarcable y estar a su manera ordenada despicrta una iracion que en los cspiritus mas scnsihlcs roza cl espanto. Seneca, en una de las cartas que dirigi
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J

Fl{ANCISC()

S()(:AS

nos=. Vienen a ser como toques de sabor local dentro de ese pintoresquismo que siernpre es creaci6n del observador extranjero, Y es que los intereses de Kepler son ante todo astronomicos, Quiere mostrar que una.astronomia lunar es tan legltima como una terrestre y hacer ver que s610 el carnbio de punto de vista, el dcsplazamiento del observador, pucde rcvclar el centro vcrdadcro eel Sol). Para !levar a cabo su proposito Kepler sc escuda detras de la dohie Cl]XI que le suministrun de un lado el expediente de un lihro imaginario (el que relata Ia aventura de Duracoto) y de otro el cnsuefio dOJ1(k:tal Iihro lIega a sus manos y se deja leer. Un conrcrnporaneo vio claro 10 que perseguia cl rccurso de Ia cnsofuicion: "La Ilarno Sueno en raz6n de las cspcculaciones pOCOortodoxas que contenia'?". De otra parte Kepler suministra a la vcz un texto y los mcdios para inrerprcrarlo. FI sabio (el tcxto mismo del SueI/() corrohora que esU dcnoruinacion lc hubiera complacido mas a su autor que 1:1fria y .mucrouica de 'cientlfico') condcscicndc :1 dccir vcrclades entre risas, no tiene reparos en aparoccr cntrcgado a un jucgo imaginativo aparentcmcntc V:1110,si con cllo logra dcsarruar las resistencias de Iccrorcs imhuidos en las doctrinas .istronornicas tradicion.ilcs. Kepler sc cntrega a la cspcculacion con la curiosidad, la alcgria y cl brio de un nino. Ticne un extrafio senlido del humor, algo pcdantcsco y profcsoril y a la vez un tanto ingenuo: "10 ejcrcc contra sus adversaries: todos los ignorantes, todos Los hombres de espiritu cstrecho quedan hajo los disparos de sus flechas sariricas. Y todos los que carccen de sutileza ticnen que pcrdonarle el ser aludidos. EL astronomo no sc perdona a SI mismo: vuelve sus bromas sohre SI y ora se burla de los astI/)!101110Sque 10 creen a el caido del cielo, ora torna a brorna sus afanes pecunia-

23. Las ciudadcs circularcs de la Luna ticncn a su ludo los canales de Marte como cjcmplo de error motivado por la imprecision del instrumcnto, la novcd:id del ohjeto obscrvndo, los prcjuicios del obxcrvador y sus de.seos de.dcscubrir algo de mayor inreres. 24. Se tr.ua de Jacob Ilartsch. La cita sc hall a en Frisch, VII, p. 439.

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INTR()l)lJ(;C:I()N

rios, dado que ese demonio que llamamos Astronornia C0111pensa muy mal, con su pasion por la ciencia, la falta de los bienes necesarios para el sustento. En otra ocasion se cia prisas cn corregir sus afirrnaciones ipor miedo a que un ciemonio no baje de la Luna y In contradiga' rel="nofollow">" Boy sabemos que La Luna es un mundo inhospito y muerto sobre el que, ayudado y a la vez estorbado por rams aparejos, el hombre ha estampado por breve instante su huella. A nosotros los hombres de hoy, que a traves de lentes y fotografias contemplamos los cielos como si estuvieran a nuestro lado, las visioncs de Kepler nos lIenan ell' risuefia complacencia, cuando vcmos su osada candidez y esa mezcla de acicrtos y disparatcs tan tipica de su epoca. Pese a ello, cl relate urdido pm Kepler sigue teniendo el encanto de una oscura profccia. nt suerio no anuncia la ficcion cicntifica como gencro literario (pues hay en el escasos elementos novclescos y demasiada doctrina), sino algo mas amplio y profundo la conciencia que el hombre modemo adquicre de que Sll conocimiento ~'s Ull conocimiento provincia no, pues la capital del mundo no csta en Ia Tierra. Si 10 imaginado es Iruro del desco, Kepler anora inteligcncias que, sicndo de csle mundo, 10 vcan como otro. El o con una intcligencia cxtraterrestrc supondria ante to do -eso se dice y ritc- la adquisicion por el hombre de una perspcctiva inhurnana (salvo que toda inteligencia sea la misma y por tanto forzosamenrc humana), La contribucion de Kepler al desarrollo ell' la astronomfa y la ciencia modernas sc ha visto como un episodic problcmatico, Kepler se nos muestra como un Jano bifronte, un hombre de genio que acumula descubrimientos con una mala filosofia y unos metodos s610 parcialmente eficaces (A. Koyrc). Pero en otros aspectos es nuestro riguroso contemporaneo. Si elMysterium cosmographicurn estaba contagiado ell.'un misticismo geornctrico que hace que en cl las leyes fisico-rnatematicas reluzcan COIllO pepitas de

25. Trarlucido de M. Ducos, p. 14.

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Kepler evoca claramcnte-" los enfrentarnientos que tienen Jos seguidores de Copernico con los defensores de una interpretacion literal de la Bihlia (que como hernos dicho es el conjunto general de los cristianos catolicos y protestantes), El pasaje en Cjue alza su voz en dcfensa de Copernico y contra la censura y expurgacion de libros afiade a su claro compromiso la graeia maliciosa de un igrama que no carece de cierta picantc dcsenvoltura:

oro entre aguas turbias, cl Somnium; a pesar de su vuelo fantastico, resulta paradojicamente: m{IS riguroso y cientifico. EJ postulado de una fuerza que ex plica las mareas terrestrcs y Ius giros de los astros es un acierto. Como ha sefialado Arthur Koestler: "Por prirncra vez desde la antigLkllad sc hacia un intento no solo de describir los movimicntos celestes en tcrrninos geometricos, sino de asignarlcs una causa ffsica"2(,.Lo que le capacito para dar pasos en la buena dircccion y llcvur a cabo hallazgos que brillaran indcstructiblcs en mcdio de sus razonamientos y discursos ya supcrados por la cicncia posterior es (y otra vez ccdcrnos Ia palabra a Koestler) "Ia incrcihle mezcla de temeridad y pcdante cautela que cxiste ell sus obras, su irritaliilid.id y su pacicncia, su ingenuidad y SLI profundidad filoxoficn: Y tambien Jo que Ie animo a formular preguntas que nadie sc hahia arrcvido a haccr sin rcmblar por su audacia, 0 sin rulx niznr:«- ante su cstupidcz aparente?"

6.

EFI':(:'!'()S

ClCia cual sufre su propio pcrjuicio. Al lihro de Copcrnieo Sobrc las reuoluciones cl prin.ip.rl pcrjuicio quc se lc causa cs cso que dieen los ignor:lntcs en cucstioncs de astronomfa Cejcrciendo la critka de libros IlO conform« :1 raz,>)J1sino a 10 loco) de que Sl' pucck- leer con tal de que prcvi.uncntc Sl' climinc I() del movimic-nto ell' Ia Tierra, 10 que cquiv.ik- :1 dccir que l'StC lihro 110 hay que lccrlo sin pn-vinmcntc qucmarlo. Como picn-«: que a cstIs gentes no hay qLle c()ntraclccirlas con argulllClltacioncs sino con hurlus, Ics he compucsio cstc igral~la: Ni: lasciuirc. potcrant

INF.'>I'FI{;\I)()S

Cuando t()davla cl h'I

S{((,I/()

cas/rare

j)()C/(IJl1;

testiculis dcnipti: tita SlIj}('I;"/CS crat . V(li' tibi el'//!a,t.;()}'{f, ccrebro qtt ijcrris abusus, rita m C() II cedn 11/, a ul« sed exccrcbrant.

circulaba entre amigos y co-

nocidos en m.muscrito y sin rccibir cl ultimo toque, vino a

scrios disgustos :1 su auto!'. I lay cntreverados en sus discusi()nl'S dos icmas que a nosot ros los hombres de hoy nos pucdcn parccer inoccntcs pcro que en aquellos ticmpos rcsultaban controvertidos y cspinosos: heliocentris1110 y brujcria. La dcfcnsa de la hercjia copernicana frcnte a la cornun doctrina de Arist()tdes y Ptolomeo cnccrraba peligro porque las iglesias cat()lica y protestante y las academias se sentian incomcxlas ante el novedoso sistema astronomico. Est:l claro que por una parte el mundo biblico encaja mejor en cl esquema ptolemaico y que pOI' otra 10s profesores, toclo el mundo 10 sabc, aborrecen cambial' de manual. ocnsionar

[Para que no rl'lo('c qucrrian cupar al pocta: sc qucdulxt sin tcsticuk», pcro sl'glli~1 vivo. lIy dl' ti, l'it:tgoras, PUl'S diccn que de tu ccrchro .ihusasr«: te pcrdonan la vida, pcro antes te dcsccrcbran.l"

El otro gran lema controvcrtido es cl de la brujeria. La intervencion de demonios y una hechicera en la trama del relato provocalxi rccelos en muchos si tenemos en cuenta que todo succdc en un tiernpo de histerismos colectivos y rnagicos cspantos. Sin dccir que nuestro texto este tan estrechamcnte Jigado a las circunstancias dramaticas del proceso inquisitorial de la madre de Kepler como para que 10

26.

1<)K9, p. 19K.

2K. Somnium,

27.

19K9, p. 20 I.

29. Somium,

nota (6) de Kepler. nota (7) de Kepler.

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I

I

IKI'I(()lltJ~:CI<)N

FI(ANCISCO SOCAS

reduzcamos a una simple consecuencia de el, 10 cierto y verdad es que hay trazas, las unas palmarias y claras y las otras solapadas y ocultas, de tan penoso avatar. "En 1615", refiere Michele Duces, "la madre del astronomo, Katharina Kepler, fue acusada de practicar la hechicerfa. Este proceso, se inscribe en cl cuadro m::is amplio de la 'caza de brujas' que se desato entonees: en estos comienzos del siglo XVII, la reprcsion es fortisima. Alcmania no se libra: en Leonberg, la aklea de Wurtemberg donde vivc Ia madre de Kepler, cinco hcchiceras fueron qucmadas en 1615. Esto revela la freeueneia de tales acusacioncs, Pleitos entre vecinos, habladurias diversas hicieron que se acusara a Katharina Kepler. En cuanto sc Ic inforrno, el sabio defendi6 decididamente a su madre. Consulto a [uristas, se hizo con 10s instrurncntos del proceso, rcdacto largos pliegos de descargo ]Xlra cl tribunal. En una de las comparecencias verbales, el cscribano sefialo que la acusadu 'habia comparecido' (jclarol) 'acornpafiada por Stl hijo, cl astronomo imperial'. La actividad desplcgacla por Kepler rue, pues, intensa: cartas, estancias en WtJrtelllherg sc suceden durante los seis an os que dura cl proccso. Katharina se refugio durante un tiempo en clsa de su hijo en Linz, r<..:gres() a Alemania, sufri6 un arrcsto de catorcc moses. LI obstinacion y la paciencia de Kepler, la actividad que desplcgo fucron finalmente caronadas por cl exito: cl astronorno obtuvo la libertad de SlI madre en 1621. Es precise scfialar 10 que de excepcional tenia un resultado scmcjantc: era cornpletamente extraordinario lograr la libcracion de una acusada. La salida de tales procesos es normalmente la muerte y la familia clebe considerarse muy dichosa si no se la compromete tambien'v". S610 un afan de perfcccion e independencia en materia de ciencia y litcratura explica que Kepler, en media de este peligroso temporal, no arriara vel as y eliminara cualquier alusion a duendes y hechiccrias en su librito.

30. Hernos traducido de M. Ducos, pp, 7-H.

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7. LA

LENGllA

Y EL ESTILO

A cornienzos del siglo XVII impera Ia lengua del Lacio en Ins cscritos cicntfficos y en la corrcspondencia de los sabios gcrmanicos. Kepler, plies, escrihio cl 13'1 sueno en latin, como hizo con la mayoria de sus obras y cartas, "EI Imperio aleman" -vito de un articulo sohrc cl tcrna de Catherine de BU:l.On- "queda, con los raises cscandinavos y la Europa central, como un bastion de rcsisrcncia del latin y de la rradicion cscol.isrica durante tr xla Ia nulad del siglo XVII, mientras que mas al ocste Ia cdicion en lcngua vulgar se impone ya clararnc-nu- soi>rl' la edicion btina"-'i.

Esta misma aurora enmarca ci(m hurnanistica del sabin:

en su amhicntc

la forma-

"Y sin embargo, par.rdojicarnentc, CS a la situaci(lIl paricular dc Ak-mani.. (:'11 I:t historia reiigios:1 de SlI ticmpo a la que Kepler dchc cl hahcr podido haccr csrudio» y adquirir Ull conocimiento profundo del l.uin, de Ull brill por 10 dennis nuix ci:"isico que cscolastico, La ncccsidad de formar un CUlTpO de past ores sclcctox GIJ1:lCl'Sde hacer buen pupcl Ircntc a SliS advcrsarios catolicos sc hahia traducido rcalrnentc en el ducado de WUrLl~l1lhl"rg, dondc vivia la familia de Kepler, en todo un sistema de ayudus para j(JVCncs poilrcs y honrados, y de una de estas ayudas se hencficio Kepler: se le cnvk: al scmin.uio mcnor de Aklclherg y lucgo al scnunario mayor de M:llilhrolln, con Ia idea de convcrtirlo en pastor, con 10 que 01 cstnba totalmcntc ell' .icuerdo. Cursos en Iatfn, ohligaci{m de los alurnnos de huhlar Iatin entre ellos, cstudio sistematico de !as grandes obras c1{lsicas y de la rctorica, Kepler s.iklr.i de allf con una pcrfcct.i familiaridad con 1:1 lcngua y una gran Iaciliclad para cscribirla. 1...1 En fj n, su inn-res por la anrigucdad sera 10 bastanrc intenso para hacerlc aprendcr el griego como autodidacto en la Historia uerdadera de Lucian·o. Este I

:\1. Traducido de C. de !luzon, 1976, II, p. 768.

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FI(ANCISCO SOCAS

I NTIH

del griego Ie permitirri preferir constantemente original, sobrc todo para los terminos maternaticos, frente a las tracluccioncs larinas a menudo equivocas'<.

conocimiento

jeto de vcrdadcro estudio lingliistic() sirve sin cmbarco ell.' blanco a los comcntansras, Cl~yas apl:eCiaciones :tsper~s sohrc su oscurid.id, su scqucdacl, xu pes.uucz y su intraducihilid.id no clist ingucn sicmprc entre Jo que l'S dificultad de comprcnsion del [iettsamicnu, de Kepler y Iallo de xu expresion">',

la exprcsion

Su latin cs funcional hlos y giros propios

>I){ :CCI()N

y tecnico. Guarda algunos vocadel aristotclismo escolastico y la astro-

nonua medieval, pero infunde a su prosa cierto aire culterano y barroco, meticndose cuando quiere en florituras de estilo. Puedc dccirsc, no obstante, que entre: Ios pJiegues de su sintaxis sc cscondc sicmprc una intdigencia rigurosa y dccidida. Las lincas argumcnralcs, s(')lidas y bien trazadas,

saltan por cncima de frases tortuosus y palabras sobreenl.endid:ls que poncn :1 prucba b s;lgacidad del lector. A pesar de cstc retorcimicnto hay que dejar claro que Kepler es 1Il1ly vcrsado en latincs, unto, que cuundo quiere es capaz de componcr, como sc ha visto, III) solcrune epitafio 0 un pocmilla hurlon en d m.is puro csrilo de Marcial-". Alguna vcz aparcccn vocables, junturus y Irascs virgilianas, cosa que no l'S de eXI ranar, plies Kepler tuvo que [recuentar por fllcrz;! ;t Virgilio cu.mclo en (;r~ll:, al no tcner alumnos de m.ucm.uicas, tuvo que dar cursos sohrc cl poeta latino. Antes que forjar un ncologisrno prcficrc dar un sesgo nuevo a un tC'rlllino tradicional. Galilco cscrihio en latin e italiano, y SLiS (CX(()S ell Ia lcngua materna SOil como piedra Rosetta para irucrprctar su latfn, qur..' ticnc adem.is un fuerte sesgo romance. En cambro Kepler no conocc otra lengua cientffica y filosofica que un latin, que, cnrcvesado pero castizo, se crigc en (mica clave intcrpretativa de SI mismo. "EI latin de Kepler" -de nuevo k- ccdo la palabra a De Buzon- "ticnc mala reputacion. Sill hahcr nunca sido ob-

El mismo Kepler era conscience de las dificultades que rrescntabu Ia ret/)rica propia del latin en rciacion con csc despojamicnto verbal que ex ige toda cicncia marem.itica. Sin embargo, era cI latin una lcnguu cxcclcntc para las expcculacioncx nlos()ricis a !as que Kepler sc cntregaba con tanto gusto. Nos dice justamcntc pOl' cllo: "Es hoy lila !lilly dura l.r conciicion de oscrihir lihrox matcm.iricos, paruculunucn«: :Istn >il'-"Ilic()s. En l'feno, si en l:ts proposicioncs, explic.u-ioncs, dCJl)osl"racioncs y conclusionc.' no sc ohscrva la precision dchiLi:I, cl Iihro no L'S 1l1:II"cIll:ttico. I'no si Sl' ohscrva, su lcctura IIcg;1 ;1 xcr muy dificIIl!os:l,

soi>rc- l.odo en lcngua l.uina, quv no poscc :11'_

k- faila la clonosura propi.r de Ia gricga I ... J. lncluso yo, que prorCS() como marcm.ir ko, in« canso con I:i 1t.,.lllr:1 lit' !lIi obra cu.mdo inn-nto h.iccrmc con cl svnudo til' !:is d('flloslr:lCioncs que, pcse a [olio, he inrorpor.rclo pc-rson.ilnu-ru« I'll !:is figllr:!s y el tcxto":". lindo

H.

LA

y a

1:1 "IIC

FOHTIINA

T:t1 vel: el Somium cmpczc'> .t tcner dcscendcncia antes que la imprenta 10 muhiplicara, cuando todavia circulaba incomplete y en forma de horrador rnanuscrito. EI pocta Ingles John Donne (1 ')72-1()31) cornpuso su Conclave ~~_ natianum, una :,atira cditada en Londres cl ano 16115(, en

32. I lemos traclucido de C. de Buzon, 1976, II, PI'. 7()i)-769. 33. Dos de elk», apareeen insertos en las notas (7) y ('i9) del SlU!I)U; un terccro, en la nora (52), puede scr una citn, procedcnrc .icaso de un Iibro de cmblcmas () algo asi. Al final del aparlado,1 de ('sta lnruxlurcion aparece el epitafio que para SI rcdacto cl asironomo. EI metro de [odas estas composicioncs es cl distico elegiac(), estrofa popul.ufsima en los medics humanisticos.

34. Traducido ck- C. de BUZOIl, 1976, n, p. 7(,1). Prefacio de la Astronomia Nova en G. tV, 111. 36. I1ay una cdicion moderna de una traclurcion ingk-sa del )(VII: If!.uatius I Iis Conclaoc, cd, de T. S. Healy, Oxford, 19(,9_ Sohre eI incidcnre

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3').

FRI\NClSCO

S()CAS

la que se cuenta no precisamente un viaje a la Luna sino un descenso alas honduras de la Tierra donde arden las llamas del infierno cristiano. Sin embargo, menciona a Kepler en tono hurlon, y es casi scguro que, en manuscrito, conocio una primera version -;JC;JSO el escueto relato del viaje lunar sin las "Notas"-- del Sucito. lln contcmponineo suyo, Francis Godwin 0562-1633), cdito orra historia fanuistica, que, esa si, hablaba de un hornbrc en la Luna". El escrito se rcducto en 1629, pero vino a puhlicarsc en 163H. El heme y viajcro, tal como queria Kepler, cs un cspailol fornido y rcscco, Domingo Gonzales, que, al igual que ()uracoto, cncucntra dcmonios en su suhicla a la Luna. EI mundo lunar no cs tumultuoso como en nuestro SUCll() sino tranquilo; solo la claridad excesiva, no cl calor, 10 vuclvc en ocasiones insoportahlc. Ath.inasius Kircher (l()01-16XO), aqucl jcsuita de curioxidacl omnivora y fantasia desbordantc, C011lpUSO en latin un Iter exstaticurn coclcstc. Se trata de un viaje por los cielos en compania de un cspiriru, pero esta (mica semejanza con el no prucha que conociera el relato de Kepler. {In pcrsonaj« quc nos recuerda en muchos aspectos al quijotcsco Torralba rue el estrafalario cscritor y nigromante don Diego de Torres Villarroel (1693-1770) que en pleno Siglo de /as Luccs vivio cultivando crusculares y arcaicas ciencias. Fruto de sus aficioncs astrologicas cs el Viaje fantdstico" que, segun cl "Prologo :1 quicn lcyere", compuso en ocho dias. Alli mismo sc mcncionan !as dos obras en que sc inspira. La una cs cl Iter exstaticurn de Atanasio Kircher y la otra cs acaso el Suerio ell' Kepler, al que como destructor hubla M. ll. Nicolson, l<)IjO, 268-272. Vease tambien W.. Applebaum, 1971, B2-B4. El lecror pucde conoccrla en esta edicion (bilinguc): L'bomme dans fa Lunc }(i38, cd. d'Annic Martin, Nancy, 1980. :\8. EI titulo complete rcza asi: Viaje Pantastico del gran Piscdtor de Salamanca . jornadas jJor uno y otro mundo, Descubrimiento de sus sustancias, generaciones y producciones. Ciencia, juicio y conietura del diet 22 de mayo de cste preseute aiio de 1724 ( . .J su. autorel bacbiller don Diego de Torres.

del sistema ptolemaico, que arnan y defienden por igual la ortodoxia astrologica y la cat6lica, no quiere ni nombrar. "El doctisimo Atanasio Kirquerio escribi6 con notable extension y dulzura este viaje en un libro, que despues intiurki Camino extatico, y en el dice que fue llevado del angel a registrar todas !as oficinas del orbe. Otro (de cuyo nomhre no quiero acordarme) hizo pacto con el demonio por que Ic dcsrubries« (as maravillas de esta c6smica maquina. Yo no soy tan hucno C0ll10 el uno, ni tan malo como el orro, porquc ni ha quericlo guiarme el angel, ni yo quiero que me lleve cl diablo. Los li[)s cscrihicron C01ll0 cspiritus, y yo como pobrc: hombre, con que sc discurre b dilcrcnci« que habra de sux papdes a cstc horton. Sin m:ts lazarillo que mi El11tasLJ, y clurmicndo a picrna suelra, he concluido las mismas jornadas, cs vcrdad que ha corrido la posta mi pcnsamicnto. Los dos, como llcvaban comparua de su gusto (y ljuc lcs haria cl gasto), pudk-ron detenerse en cl; rem yo, COIllO lIevaha jl(x"()s cuartox, no pudc cletenenne sin irreparable .uraso y dcscomcxlidad. Yo, lector de mi alma, te doy compcndiadas en estas cortas hojrs l:is m.uuvillas de una y orra csfera, IlO orniricndo sust:lIlcias que no ponga en tu noticia'':",

EI viajcro vivc toda su aventura, c6mo no, dentro de un sucno cvcxado en 1:1 rnodorra de una espanolfsima siesta. Tal como Dur.icoto, cree que la Iectura de un libro -d de Kircher justamcnteprovoca sus visioncs. En la cuarta jornada del viaje lIega a Ia Luna acompafiado por unos amigos. Rcfierc as! su experiencia: "Alii empezamos a discurrir por sus montes, valles y llanaclas, no vimos, ni en los mas ocultos rincones, aquellos vivicntes que dijo Pitagoras, con que tuvimos por apocrifa la opini()I1 de Sll cscuela. Ni virnos monstruo :tlguno; solo puclimos pcrcihir que era un globo l11uy parccido al de la Tierra en 10 desigual y cscabroso, pcro tenia movimiento"".

. )7.

»»

42

39. Diego de Torres Villarroel, Viaje [antdstico (v otras obras), con de Alberto Laurent, Barcelona, 1996, p. 15.

una inrr.

40. Ibid., p. S5.

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FHANCISCO

SOCAS

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maras redondas de cien leguas de ancho y 111[tS de diez de hondo (bien pronto se han resguardado contra el sol su cncmigo), porque son gentes m.is civilizadas que los villanos zafios y ruines que caminan sobrc cl suelo sin manera -privolvanos sc Ies Ilarna-, con los que estan ell guerra perpctua "'i. Bernard Le Bevier de Fontencllc (1(),)7-17'i7), en sus Eutrctiens sur La pturatiu) des mondes (16H7l, sc prcgunta U)1110 es que ciertos genios que pucblan cl (·t.er son capaccs de atravcsar cl airc cspeso que nos roclca". Consagra dos jornadas (1:1 scgunda y la tcrccra) a Lt dellloSlraci()n de que Ia Luna es una tierra hahitada. Sus :trgulllenlos, al pa rcccr, dcrivan del libro antes mc-ncion.«Jo de John Wilkins, si bien cs harto problablc que hicicra una lccrura dirccra del Sucno, plies habla de los gcnios que dcscicnden pm la sombra de la Luna y de lax clvicia(k's dondc

A este rnovimiento de esta luna ptolemaica sigue una tramoya de orbes deferentes y excentricos, de epicidos y esfcrulas, tan complicada que uno de los interlocutores interrurnpc: "Senor astrologo, yo no he entendido palabra de 10 que vuestra merced ha dicho":' I. En Ia Francia que alberg() cl movimicnto literario y filos6fico del libertinajc crudito, Cyrano de Bergerac (161916'i'i) escogc pact su satirico viajc a la Luna un media de transportc singular que consistc en una suerte de canana 0 cinturon donclc sc crubutc un bucn numcro de ampollas con agua de rocio. 1<:1 rocio, que por naturaleza propia sufre la atraccion del calor del sol, asciende y eleva al protagonis\;t por los uircs. Postcriorrncntc, cl viajero rompe unos cuantos frascos y ck-scicndc sohre lu Luna cuando se cruza en xu rutu. Nos illterl~sa rcscfiar que ul comicnzo de L'autre ntondc nombra a Kl'plcr y rccucrda que para el, la tierra vist~t dcsdc I:t l.unn p:trcce un s.uclitc":'. EI fil()sofo inglcs l Icnry More (161!f-16~7) escribi6 un tnsomuturn Pbilosopbicuni con ccos scguros del suefio kepkri.mo. Su contcruinco John Wilkins 06lli-l()72), obispo de Chest.er y hombre de cicncia, publico en 165H un opusculo tiiulado hi mundo de La Luna" dividido en dos libros. En el primcro dcfcndia que la Luna pucclc ser un mundo, En el segundo post ulal xt que lu tierra era ac)so un planeta. Toma muchas cosas prcstuda» del SUell() con rcfcrcncias explicitas a sus "Notus" y al "Apcnclicc". EI poeta Samuel Butler (]612-16H()), autor del famoso pocma quijotcsco Ihtdihras, tambicn haec rctcrencia al Sueno en su poema h'l4ante en La Luna: "Los habitantes de la Luna, a medio dia, hajo el sol ardicntc, se csconden en ca-

I~Idancs Hans ell. Andersen OH3'i) csccnifica una Luna cucnto, rcsplandecientc y blanca como I}iCVCrccicn caida. Un viujcro descuhre en ella una ciuclad ell, cdificios rransparcntcs y albuminosos, Con rccurso mil vcccs rciterado por los vcnidcros relates de ficci(JIl cientffica, los selcniras sc cornunican por tcleparia.

11. lbid., p. ')6. 1t2. "[e crois 1. .. 1 que la Iunc est un 1110J1lic comrnc celui-ci, a qui le notre sert de June L..] J'c:u,,, lx-au alleguer que Pvthagorc, Epicure, Del11()crite, cr de notr« figc, Copcmic et Kepler, avaicnt C·te' de eel avis ..." (citado pm M. Ducos, p. 167, n, tn. 43. IIay una traduccion Irancesa "Le Mondo dans la Lune" realizada por el Sicur de la Montagne, (Roucn, 1656).

44. Ci["do por I\. Koestler, J <)11<). p. 555. '1'). '·1':1jc m'cronnc bien que' ccux qui ont b folic de emirc que des genies v()rporcls hahitcnt I'air Ie plu-, pur Ill' clixcnt aussi que ce qui Iuit que ccs gl~nies nc nous rcndent qUL' dl'S vixi«,: Il'l'S rares ct In>s courtes, c'cst qu'i] Y en a peu d'entre eux qui sachent pl()Llgl'r ct CJUl' cx-ux-la meIlles nc pcuvenr lairc [usq'au fond de eel air '·'pais ()el nous sommes que des plongeons de ITes peu duree" (Iornad» tcrccr,,).

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vivcn

los sclcnitas.

Marie- Anne de Rournier 070')-1771), en los \I()}'U,t;es de Milord O;/ril/ dents Ics sept planeuos (Lt I (:tya 17()'), desertbe unos sclcnirus supcrfuialcs y ridiculos. No ricm-n cthci'.:t y mucstr.m una gr:t n hoca ell mcclio del pccho. Sus Cts:ts son purn aparicnciu, hcchas ran solo de r:teh:td:t con pucrtas y vcruanas qut' dan :II vacio. La gcntc se hcsa y s:t1ud:t COil mucstras de haiagos, siernprc dispucsin a ohtencr f:t vorl's.

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FRANCISCO

S()CAS

Kepler. La Luna, en efecto, aparece como un mundo desapacible y mortecino donde sc mucvcn animates giganteseos. La vegetacion, constituida por plantas espinosas y liqueries, crece durante una jornada para marchitarse durante la noche siguiente. Los sclcnitas llcvan una vida subterranea Todo coincide con Ius figu raciones el<: ..1 SW!flO hasta el punto que Cavor, el protagonista, no pucclc por mcnos de exclarnar: "[Kepler tenia razonl". En anos recientes tanto Kepler C0ll10 su Suciio se han convertido en argumcnto de obras litcrarias, y as! tenernos que cl novclista irlancles john lbnvillc 11:1compuesto dos relates que despliegan pm extenso cl «uadro social y la aventura cicntifica de Copernico y Kepler", micntras que cl ano 1970 John More puhlicaba una pieza de tcatro cuyo titulo en lengua alcmana 10 dice todo: Somn.iurn. Keplers Traum uon Mond.

Segun M. Ducos, a raiz de la publicacion de las obras completas de Kepler por parte de Christian Frisch, entre 1858 y 1870, Y la aparicion de las primeras traducciones del Sueiio, renaei6 el intercs por cl astronomo. Asi, un tal Louis Figuier haee a Kepler protagonist! de su drama historico Kepler (JU l'Astrologie et l'Astronomie. EI hombre que a fines del siglo XIX mas eontribuy6 a la popularizacion de la eiencia astronomica, Camile Flammarion (1842-192'5), hace mencion expresa de Kepler y sus visiones lunares en Les mondcs imaginaires et les mondes reels (]S64). En Ius prolegomcnos de cstc rratado Flammarion, como Kepler, idea una atronomia lunar y Ie toma prcstadas a nuestro autor las coordcnadas e incluso los palabras de su invencion que design an una y otra cara del satelitc: 'Privolva' (earn oculta) y 'Subvolvu' (cara visible). EI cclcbcrrimo Jules Verne (182i)-190S), -rodavia popular y lcido en nuestro tiempo- no haec mcncion alguna del Sucno en su novela De fa Terre (1.fa 1.1Ine (1865) donde nombra al Domingo Gonzales de Godwin y al propio Cyrano, pero no al Duracoto de Kepler. En cambia en Auteur de fa I.unc, Impey Barbaricane, el prcsidcntc del Gun-Club de Baltimore que tr.rs la guerra civil pn )pone a sus socios la loca cmpresa de Ilegar mediante un clil0naza a la Luna, rccucrda "la peculiar opinion de Kepler sobrc la formaci6n de cstos redondcles", en evidente alusion :l la idea, expuesta en cl "Apendice" del Sueiio, de que los cr.itcrcs lunares son murallas de inmensas ciudades circularcs, Poco conocido es el lihro de G. Ie Faure y H. de Graffigny, Auentures extraordinaires d'un savant russe (Paris 1889) que en su primera parte sc desurrolla en la Luna. Famoso y, ademas, lleno de ecos klerianos, es el relato de H. G. Wells (1866-1946) Thefirst men in the Moun (901). En el se cuenta que Cavor, celebre cicntifico, ha descubierto una sustancia dotada de propiedades antigravitatorias (a la que llama "cavorita"). Acompafiado por Bedford, escritor y hombre de negocios, construye una esfera de cavorita que le permite viajar a la Luna. Wells ajusta cntonces su historia a deducciones fisicas y bio16gicas sernejantes a las de

9.

PIINT()

FINAl.

A ]a contcmplacton de un ohjcto lcj:ll1o sigue cl desco de ~I('er('arsc y tomar posesi(lI1. jruncdiaramcnrc dcspucs de Ios primcros vislumbrcs telesc()pic()s de la Luna Kepler imagina un viajc que rcsolvcrfa lus incomodas incertidumhres:

"No hay 1ll;'ISrcmcdio <JlIC lTl'lT cstlS cos.is hasta que alglll1 cxplorador haga acto de pn-xcncia alii":". De este modo, la cicncia astron()[llica en su anhelo de aproximacion sugicre I11UY pronto k »: viajcs espacialcs. Todo viaje es ansia de espacio y cumple un proyecto trazado por !tri. Kepler. A Notel. l.ondrcs, ]l)Hl (hay lraducci(l/l espa1loia publicada por Edhasa). Vcusc F. Canon, "De h grande synt.rxc all lieu comrnun. llistoire ct meta fiction dans Doctor OJperniclis ct Kepler de .r ohn lsanviI.Ie", en M. Dupcrrav (cd.), t Itstoriciu: dm-l'!ct/lcli())) dans lc roman CO/ltemporain des lies Briturmiqucs, Aix en !'rovellCl\ Univ. de Provence, 1994, [lp. 1M-Un. 47 Somnium, nota (202) de Kepler

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1

deseos y anoranzas. AI hombre primitive 10 incitaba la vision real de las tierras proxirnas con SLl riqueza prornetedora. Pero al hombre de hoy no lc ocurre nada de eso. Viaja udonde quiere y porquc quicrc, Siempre inquieto, preicndio el ciclo, y cso a pesar de que cielos oscurecidos por la luz de las ciudadcs y los detritus gaseosos de la industria dcjan ver escasas estrcllas y planctas. Sin embargo, esa ilusion, natural 0 inducida por Ia idcologia del progreso, sc ha apagado mucho despucs de los primeros y cortos viajcs cspacialcs. Corrc por I:ts IXlginas de 10s inforrnativos y rcvisiax una ariccdota -que no acicrto a decir si responde a un SUCCS()comprob.ulo pcro que encaja a las mil rnar.ivillas en 10 probable y signil"icaliv()- que cuenta que cuando los rusos consiguicron, grad as un ingcnio costosisimo, ["ot()gr;lfi;lf la caru oculia de 1:1luna, los gobernantes pregUJ11aron a los experlos: "Dcciclnos con palabras claras y ,'-;l'l1Cillasque h.t logr;ldo l'J1 ck-finit iV;1csta cxpedicion". Y dlos contcsrnron: "i\verigu;lr :1 ciencia cicrta que la cara ontlt:1 de Lt luna cs igual que la otra que dcsde aca se ve". Con()cid:1 cs la scnrcncia de LIllOde los prirneros astronaut:IS amcric.mos quc desnil>i() la luna rccien pisada como "una vasta cxlensi()n de n.ula". 1';lra \;II viaje no necesita1l1()Salt'orjas tan caras, desde lucgo. Las exploraciones celestes quicrcn calmar cl prurilo que: dbs provocan; patean sohrl' sf mism.is para clar un brinco imposible. Por eso las inst itucioncs intcrcsadas en 1:1tarca y mctidas en estos trafagos intcrplanctnrios ticncn C01l10 lmico y principal argumcnro para coruinuarlos y p:lr:1 pcdir una nueva partida m.is gCllerosa cl que ya antes St' haya gastado mucho dinero. Por eso el viaje a las cstrcllas, protcgidas de nuestro asalto por distancias inhumanas, sicmprc ser~i un viaje literario m.is que cientifico. Lo que podcmos vcr () recoger de otros mundos es inutil, Todos esos mundos son similares a una parte de la tierra (y no la mejor) y si alguna vez se encontrara y se pudiera llcgar a un mundo como la tierra no seria mas que eso, una repeticion. Una de Ius lecciones que nos hu dado nuestra orgullosa cicncia cs que el universe 48

es de una monotona vastedad inconccbible. Ubique et sem-

per eadem. Ya se insinua en las gentes y los gohiernos cierto cansancio y des den en relacion a los viajes espaciales. Rafael Sanchez Ferlosio In dijo con gracia al cornienzo de un s{)nado ensayo donde blasfema contra los diose» insidiosos y cruentos del progreso: "EI dcxprcstigio popular del cspacio era complct.uncntc normal. Cuando las intormacioncs tclcvisivax prctondian ck-mosrrar documcntalmcntc que unos hombres hahian arrihado a la luna, Ia ohlig.uoria ohcdicncia al testimonio gr;lfico -mas autoritario que una irnpoxicion c\ogm;ltiC:l- forzaha, pOI' una parte, a los espcctadorcs .rl ~1C:ltamicnt:o, mientras, por otra, el contenido mismo de csc testimonio les infundia el oscuro sentimicnro de que, contra 10 pretcndido, nadie de este mundo hahiu alacanzado de vcrd.u.l b luna. Era un sentimiento que rcspondia, pOi' 10 de .. m.is, :! una vcrdad de Pero Grulla: b IlIn~1cs inhumana, y los homl ucs puedcn alcanzarla tan solo ell la misma medid:1 C11 la que sc mantengan apartados de clla. 1':11 ell'do, cl dcscomunal conjunto de las protesis absolut.uncnrc indispensables ·-holas lastrudas, trajes espccialisimos, l)(lI11hon.is de oxigcno, escafanclras etc--, ncurrulizando cl med io lunar y rraslad.mdo 0 rroduciendo cl tcrrcstrc, lcs pcrmitian cntrar en COI1Lacto con la luna jusr.uncntc merced :1 xu l':lpacidad para mantcncrlos ap.ut.idos de db, Si tc POIlCS un guante de g01l)a y Illego metes la mano en sos:! caustiGI, no puedes dccir que has tOCI(\O sos:! c.iuslie:! -IlO otra es la verdad de Pcro G I'llI/Oa que me rderi:t"·iH

Pcro no h:IY cuidado, los hechos sc impondr.in. Las descomunales c intransirables distancias dictar.in su ley. Dcntro de cien, mil, un millon de anos (otorguemoslc una cspcranza de vida larga a la especie), cuando ya Ia humanidad haya abandonado definitivarnente toda veleidad viajeru y, no resignada sino sabia, se cntregue a otras tareas de felicidad

48. Rafael Sflnchcz Fcrlosio, Mientras c{{Inl>iud(),l\!Iacirid, Alianza, 198o, p. 9.

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no carnbien losdioses,

nada ba

FltANClSC() SOCAS

y conocimiento, los museos guardaran los cohetes espaciales como oheliscos pretenciosos y monumentos consagrados a falsas divinidades pOI una civilizacion incornprensible: adquiriran para sicmpre el
Bn)LIOGHAFfA

(E1 nomhrc () sight que precede al signo = Sl' utiliza como .ibrcviaturu en las citas: en Los dcm.is CIS()S las rcfcrcncia» se har.in por nombre y ano)

O.

HEI'I'XI'OHIOS

IIIBJ.lOGRAFICOS

M. CASPAR, Bibliograpbia Klcriana,

Muruch, Beck, 1968

(2" cd., revisada por M. List).

M. LIST, "Kepler Four Hundred Years", Vistas in Astronomy, 18, 1975, 9')6-1005 [para cl pcriodo J l)07-197Sl.

1.

EI>IUONES

1.1. De ohras de Kepler G. W = foannes Kepler. Gesammelte Werke, bajo la direcci6n de Walther yon Dyck y Max Caspar, Munich, Beck, 1937 ss. rEi Somnium se halla en el t. XI, 2, pp. 319379; se adjunta un estudio, pp. 473-497, y notas, pp. 516538; la ed, esta a cargo de M. List y H. Grossing (1993)) FRISCH = [oannis Kepleri astronomi opera omnia, ed, Christian Frisch, Frankfurt-Erlangen, Heyder & Zimmer, 185851

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I

FU.:'\NClSC()

SOc.I\S

1~IBl.1f)( ;1~I\FfA

1871, 8 vols [Reimpresion en Hildesheirn, 1971. El Somnium se halla en eI t. VIIl, pp. 21-75J Somnium = Iob, Keppleri Matbematici olirn Imperatorii Somnium, seu. Opus Postbumum de Astronomia Lunari. Ditmlgatum a M. Ludooico KejJpleroji:ti(), Medicinae Candidato, tmpressum partirn SagaJli Silcsiorum, absolutum Francojurti, sumptibus beredurn authoris. Anno M DC XXXIV IZ:lgan-Frankl"url I ()3:11. IIl
E. ROSEN

'1Z?CDream, or Posthumous Translated with a commentary hy Edward Rosen. The I Inivcrsity of' Wisconsin Press. Madison, Milwaukee; and London, 1967. Somnium.

2.2. De otras obras y otros autorcs E. RADA GARCIA, Johannes

Kejiler. h'l secrete del u niucrso, Madrid, Alianza Universidad, 19l)2 [traduccion prologacia y anotada del Mysterium Cos1}wgraj)/?ic1f.nt.1 E. HOSEN, Kepler's Conuersation tnitb Galilee) sidereal Messcnoer, Nueva York, 196'). C. S( )LfS SANTOS, Galileo-Keplcr. U Mensa]: y el Mensa/em sidcral, Madrid, Alianza Editorial, ll)~;f [traduccion prologada y anotada del Sidcrctts nuncius de (~;dilco Y de b I risscrtaiio cum nuncio sidcn«) de Kepler, con unos Apcndiccs sobre las manchas solares y los primcros ricrnpos del telcscopio.1 (;AHcfA BLANCO y A. CANO, Claudio l 'tolonu-o La hij}(i/csis de losplanotas, Madrid, Alianza Editorial, 191->7. CAHLOS M[NC I JI·:Z y MERCEDES TESTAL, Copcrntco. S()brc Ius NerJo/lle/ou('s de los Orbes celestes, Madrid, Editora Nacional, ll)H2.

De otros

= Tvcbou!» ttrab« l ian! ()j)('r(1 Omnia, ed. J. L. F:. , Dreyer, Copcnhuguc, I <)l3-1l)2l). ()jJcre = 1,1' OjJcre di Galik«: Galilc), Horencia, 1890-1909 y roimpn-sic'm dc 1l)2l)-1aret; prol., edic. y trud. de l Inrold Chcrniss en PItttarch's Moralia, Londrl's-(;;\lII!Jridgc (M), Loch, j »vr, I. XII, Pl'. 1-223.

I)l{I':YU{

2. I.

= Kepler's

Wurk: on Lunar Astronomy.

I)e 1':1 SUl'li(l

I.. (; CINTIIEI{ = 1\'(1)lcl:, n'WIIII I'()/II Mond, tr. y ed. de Ludwis: (;ClIllher leipzio II->Wi(parci:tilllente reimpreso en j'h;"'i/mlisch(: I;kil/(:/~I ii, Il)'i~,:13.1--1/1 I). M. I)['IC()S = [Kepler, JI, /.('S(!Ilge ()II Astronomic lunairc, tcxtc c\ traduction Ip:II'1Michele DlIC()S, Nancy, Presses Univcrsitaircs de Nancy, 1l)I->:I. J. K. LA E, The Somniu m or F()SLhU11I()IIS Work on Lunar Astronomy, University of Columbia, English M. A., 1947. .J. LEAR = Kepler's Dream, By John Lear. With the full text and notes of Somnium siue Astronomia lunarisIoannis Kepleri. Translated by Patricia Frueh Kirkwood, Berkeley-Los Angeles, University of California Press, 1965. E. REITUNGER, "Kepler's Traum vom Monde", Sirius 4, IH71, 113-117, 121-12'1, 129-132, 137-144.

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FI{AN(:ISCO

S()CAS

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55

54

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(1634).

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CAKI'i\ DE LU[)WING

/II tlustrisimo y Excelentisinio

KEPLER

Principe y Scnor l ton Felipe,

/,(,"I(~r;ralle de Hessel, Conde de Catzonellenbooen,

Dietz; /'iq~enbeim y Nittau, etc. su Seiiory Principe Clemeniisimo, etc.

Ilusufsimo y Exccknllsimo Principe, Sciior Clcmcntisimo: Cuando mi padre Johannes Kepler, astronomo imperial, sc canso del movimicnto de b masa terrestre, se puso a sonar con la astronomla y cl movimicnto del globo lunar, pcro .no SC que mal prcsagio Ir;lla estc suefio consigo! Para nosoLros sus hijos rue dc«k- luego muy aciago, por mas agradahle que para C~l fucra y por mas que el dcscara asisrira su cumplimiento, Cuando nuestro Sueno estaba ya redactado y se encontraba en la imprcnra, nuestro padre, sumido, ay, en un sueno mas pcsado -como que era de muerLe-, volo con su alma mas alia de la region lunar hasta el eter (csa cs nuestra esperanza al rnenos), abandon.indonos

1. Felipe III (l'5Hl-l()!j3), landgrave de Hesse, ramhien llarnado Felipe de Hesse-Butzbach. Era gran aficionado a la astronomia y las marem.iricas, vease mfls ahajo La nota (17') de Kepler al Suer to. Kepler lc dedico su obra Cbilias logaritbrnorum de 1624.

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I

JOIIANNES

](1'I'LEI<

a nosotros sus hijos y dejindonos cxpuestos a los ultrajes de la guerra y alas miserias de cste mundo y privados casi de toda riqucza temporal:'. Un pcrsonaje muy famoso y sabio, Jacob Bartsch, doctor en mcdicina y profesor design ado de matematicas en la Llniverxidad de Estrasburgo, mi cunudo, sc hizo cargo de lu imprcsion del libro, cuanclo, sin habcrsc rcmatudo aun cl ncgocio, victima tambien Cl de grave cnfcnnedad vino a morir'. Durante e.'itc ticmpo yo, luego de un viaje que habra emprcndido en compaiiia de cierl() baron austriaco", regresc ;1 Ak-m.mi.i. Como no renin \a mcnor noticia sobre la situaei(>I1 de los mios ell-sell' 11;16:1 dos ;1110s, escribi desdc l-r.mkfurt a l.usacia", dondc Sl' hallal xu). rogandoles que 11K' hicicran saber como cstaban y si scguian vivos. Inrnediatamente mi m.rdrnstr«, que Sl' h:lhia que-dado viuda con CU:Itro hijos pcqucnos y sin dinero, ('ogi(') los ejemplares inaClhados del '<""te/I() y, en Il1OI11Clllo de t.inta agitaci6n y en COl11:1rCItan azolada por \a clresl[;I, vino a solicitar mi ayuda , sic-ndo ast que era lll:IS bie-n yo quicn necesitaba el soCotTO y apoyo dc 01 ros. Me nll'ga que haga por que se complctvn los l'jel11piares dd Si/C/{O. Pcro i.quc cosa bucna podi:1 c-spcrar yo de un Suc/i() que tanto para mi padre

como para mi cunado habria de ser el de la mucrtc? Y sin embargo, pucsto que la obligacion de un hijo no cs dcjar que caig:1 en el olvido cl nombrc de un padre tan cl~lebre y honrado, sino mas bien, caso de no podcr por su propio talcnto cngrandecer la fama del padre, manrcncrla en 10 que pucda , no Iui, pucs, capax de ncg.irrnc a sus pcticioncs, sino que Ilegue a ofrecerme a cllo de bucn gt':lcio. Sin embargo, Ia cmprcsa esta por a\JOLI falu de un p:'trocinador, Dificil scni cnconrrarlo en cstos ricmpos entre hombres de gucrra, que poco se cuidan de la ast ron 0111la de esa bola que cs la Luna, cuando [knell m.is bien que

cuidarsc de que no los hicrun y rnarcn hola» que disparun a rcabuces 0 Cai10tlCS". Por dlo no ill' podido cncol1l r.t I' pcrxona :tiguna que sea lllas digna que Vos, llustrisimo Principc, p;lr:1 conceder a es(e breve lihro cl hcncficio ck- VUl'SIro patrocinio. PlICS Vos sois el mas versado en los cCtJculos asll'Ol1(')lllicos, Vos estais muy ajeno a la kxura dL' I:t guerra y Vos sostuvisteis con Vuestro muy Clemente 1':111'0cinio a nucst ro padre mientras estuvo en cl mundo ck- los vivos. Ik csta sucrtc, sus hijos csperan con firmc C<1ll1'i:1111:1 quc Vos no ncgul'is vucstra Protcccion ni :1 sus pcrson:ls ni a l"~(C lihrillo". /\ IUVl'S de 1l1! cllos sc cnc(1Il1ic"llli:tn humikk-mcntca Vucstru /\Ite/.a llusrrfsim.: junto con cstc y dirigen ardicnrcs orucioncs a Dios gr:llldc y misericordioso p:II':1 que en su ck-mcnciu se dignc conscrvar ;1 Vucstra /\ile/.a Iluxtrixim« as! como a Vucstr« Ilustrisima ex-

SIICIIO,

2. Kler Illllri() cl elia I') de novic-mbrc 0 durante un viaj« que l'lllprcndi() par:1 ('ohr:lr los redhos de unos ('apilaks que habia <1<'poSil:ldo a inlL'rl's L'n cl Tl'soj"() dl' I<>sEslad<>s clc- 101 Alra Austria. [R) 3 . jacob lsartsch ( 1600-1(,32), 1Il:llcJll:ilico y dcx-ior en medicina, ClIy:1 mucrrc rcmprana corro una carl"l'r:1 "il'ntine:l, Sl' hubia casado en 1(,50 con una hija de Ke-pler llamada Susana ( 1(,02-!l. C"I:lhol/) con el suegro en alguna de sus obras. Aqui sc Ie lIallla "proksor designado" porque Sll .uucccsor en una citcdl:1 de maIL'IIl:ilicas no lleg(, a dejarla. En el allo 1(>51 tuvo que rcgrcs.u: a Lus.uia (hoy ,'Il cl sun)l'sl" de Polonia) de donde LTa oriundo y alii murio ck. b I,,'sle uno () dos .mos despues. Vease E. Rose-n, "Appendix A: Jacoh Bartsch", pp. 177-1 ')5. 4. Se rr.ua de Johann .Joachim von Sinzendorf a quicn Ludwig aC()Il1p:111" en 1(>:\2 hasla Ginchra una vel. que :Irregl(, lox asuntos del padre muerto y pudo lograr los dincros <jllL'k: dl'hb cl Tesoro. Ludwig regrcso a Frankfurt en julio de 16:\1\ y rue: alii dondc puhlio» el Suerio [D) 5. Donde estaha SlI hermana Susana dcsdc ·16:>l en cornpania del esposo Jacob Bartsch.

60

posa" bs Iucrzas del cxpiritu y del cucrpo y alcjur de VLlCSrcino todo .naquc cncmigo y todas las dcsvcnturas de

IH)

lu gucrra.

6. Son los pruncros :lIios dl' i:J terrible y larga (;lIerra dl' los Tn-inta :11')(>5.Felipl' de J ll'sse mostral»; Ull lalanll' p:ld!"i,"o y quiso lihrar a sus tcrritoriox
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.IOIIANNES

KEPLER

Mis saludos, pues, para Vos, Principe Soberano, en honra de Dios y la Patria. En Frankfurt del Meno, a 18 de septiernbre de 1634.

EI mas leal servidor de Vuestra Alteza Soberana, Magister Ludwig Kepler, Candidato al Doctorado en Medicina.

EL

SUENO

0 LA ASTRONOMIA

JOHANNES KEPLER

62

DE LA LUNA

J, EL SlJENO () LA ASTI{ONOMfA

KEPLEH

DE LA LUNA

Cua ndo llaeia cl .mo I ()O}{ ;\ rn.:ciaronlus dcsa vcncncias entre k ». dos hcrrnanos, cl cmpc-rador Rodolfo y cl archi-

duquc Matias',

comparalxinsc

p()r cloquicr

SliS

accioncs con

succsos de la hisloria de Bohemia. Yo, movido por Lagcncral y pClblica curiosidad, me ruse a leer con interes las cronicas de Bohemia. Habicndo topado con el C
I'

cl cmpc-raclor del Sano Imperio Romay Ilungr;a. Su hcrm.mo, cl urchiduquc Maf;as (I ,),)7-1()19), gohernador de Aust ria , .s" lc cntrcnto apoy.indo Ia suhIeV:ICi(lI1 de los hungaros (I C(7) Y :dl'nlando I:i rehclion de moruvos y chccos. Rodolfo :lell)(', ccclicndo :1Maths, en junio de 16oH, Austria, Hungria y Moravia. 2. Libusa l" una rcina legendari.. de Bohelllia que huhrfa vivido a comienzos del siglo VfJI y a la que Sl: lc atribuyc la Iundacion de- Praga. Segl'lIl el historiador Cosmas ell' Praga U - J 12,) en su Chronica Bohemorum, estabu adornada ell' muchas virtudcs pen> era pitonisa y capaz de udivinar el porvenir. Su nomhrc sc asocia tarubicn a la leyenda de la gueI.

Rodollo

no Gcruuinico,

II (1')')2-1612)

rra de !as mujercs,

I

l'S

rcy de Bohemia

Era que en

su corte no qucrn

1118S que mujeres,

ell'

.101 IANNI'S

EI.

KEPI.Ell

la cama y me quede profundamente dormido. Sofie que estaba leyendo un lihro traido de la feria", cuyo contenido era del siguientc tenor: "Es mi nombre Duracoto( 1), mi patria IsIandia(2) a la que Ios antiguos llamaron Tulei. Fue mi madre Fiolxhildet S), cuya recicnte rnuertet-i) me da liccncia para escrihir, cosa que dcsde hace tiempo ardicntcmcnte deseaba, Y es que micntrax cstaba en vida procure por todos los medios que yo no escribieraC '). Me dccia que son muchos los que abominan de la eienciaC(i) y, ante 10 que por pura pcreza mental no cornprcndcn, dun en lcvantur «alumuias y promulgar leyes perjudicialcs para la hum.midadr Z): que no pocos, COI1dcnacios(N) scgun esas lcyes, sc habian hundido en las simas del Hekla'(9). El nornbrc de mi padrctlO) nunca me 10 dijo db". Aseguraha que hahia sido pcscador y que hahra mucrto a los cicnto cincucnia ailos, cuando yo contaha unos tres ai10S de eclad y 01 llcvaba casado con ella alrcdcdor de setcnr.ul l ).

«tlL' cuando murio SliS :lIn~IZ(JIl:IS st' L'Ll(,l'ITarOIl en un rastillo para vivir :1I11} ('osa que no consiruic-ron lox V~II"ol1l'S, qUl' en lucha ahierta I:Is des,!ioj:lron. Eli" c-xplir.t vl mote quv k: da Kkr de "murimucho" (t'im.~(j). Ile la Cbronic« de COSIII'IS IHI!>o una cdici(lIl en vida de Kepler hecha en Ikn;11I en l607, con la h ixtori.: dc' l.iliuxa en Pl'· 1j-7; pucde il'l'l'."l· ramhicn en M,ItIIIIJI. (;<:1'111. i list .. n.s., :~, Ikriin, 1')25, p. I I. 3. Se tr.na de la feria anunl de l-rankfun del Mcno,' celcbrada desde la Edad Media hasta Ia aCllIalidad. A ella Ikg:lhan las novcdades editoriaks !,,,r,, ponerse a la vcnra. Es natural por uuuo que cl lihro maravilloso y nunr.i visto que el narrador lee en sucno-, 10 !Jaya adquirido alii. Que en 165'1 cl libro sonado sc convirticra ,I su vcz vn lihro real cditado y vcndido tarubkin en Frankfurt il'd'uerza la crc-c-ncia tan l,xtenditla de que los libros como los hombres tiencn xu propio dcstino? 4·. Los .mtiguos situul».n '" isla de Tulc al norte de las Islas Britanicas. Su identificacion con Islandia era «orricnrc, aunquc cl mismo Kepler (Sorllniutn 1634, p. 1W = Frisch, Vlll, 11')) discutc y conoce SlI identifiercion con otras lierLls (Ias islas Shetlancls () cl distrito noruego de TeleIll:lllt:f:1

mark). [R! 5. EI mayor y nuis conocido vole.in de Islandia .• 6. El padre de Kepler era soldudo de fortuna y pasaba te del tiempo fuera del hogar.

la mayor par-

SUENO

0

l.i\

ASTRONOMiA

DE

LA

LUNA

En los primeros afios de mi infancia, mi madre, unas veces de la mano y otras sobre sus hombros, solia llevarme por las estribaciones del Heklat l Z), sobre todo en los dias cercanos a la festividad de San Juan, cuando cl Sol, visible las veinticuatro horas del dia, no deja Ingar a la noche(3). Ella cogia con muchos requilorios ciertas hicrbas, las co cia en casa(14), confeccionaba 1I110S saquitos de pclIejo de cain-a, los rellenaba con el pr.uudo y los llevaba al puerto cercano para venderselos a I
7. Este obispo Odur Einarsson ('I 'i'i()-I ()3()) fue uno de 105 informaclorcs de Tycho Brahe y reaparecc en Ia nora (1.'») de Kepler. R EI asrronorno danes Tycho Brahc (1 ')46-!()()l) estuvo instalado en la isla de liven desde eI ano .I,)X). Federico J[ de Dinamarca Ie habia ccdido b isla con todas SlIS renras para que alii sc dedicara a sus observacioncs y rrabajos. Tycho consrruyo un castillo :II que llarno I Jraniborg que lc servia a la vez de observatorio. En el residian SlIS colahoradores, xc guardaha cl instrumental y lleg6 a inxralar una imprcnta. Alii vivio veinte anos, pero su brutalidad con los carnpcsinos y SlIS gastos excesivos hicie1'On que Cristi.in IV, cl sucesor de Federico II, k- rctirara el apoyo real. Tycho abandono su isla, marcho a Copenhague, luego viaj6 por Alernania hasta recalar en Praga, doncle fue nomhrado matematico imperial par Hodolfo II en 1598. Ya antes, en 1')')7, Kepler le habia enviado su arnhiciosa obra Mystcrium cosmograpbicutn y empezado un intercamhio de GUlas. En 159') Tycho 10 in vita a trabajar con el en Praga. En 1600 Kepler se instala en Praga, pero al ano siguiente muere Tycho.

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66

I

.I()! IANNI':S

KEI'I.EH

por el bamboleo de la nave como por el calor del clima, que para 1111,que no era mils que un mozalbete de catorcc ~lJ10S,era cosa desllsada(20). Una vcz que el barco toco pucrto en la isla, me abundono en casa de un pescadorr z l ), me dejo la carta, ptometio que volveria a rccogcrrnc y zarp(). Cuando lc cntrcguc Ia c.ura, Brahe, I1lUYdivertido, dio en prcguntarmct 22)" multitud de eosas que yo, por desconoccr su lcngua, no cntcndi, salvo alguna que otra palahra(25). De modo que cncorncndo l:t tarea de convcrs.ir conrnigo a los numerosos dixcipulos que lllanlellla(24). Gracias a la lilx-ralidad de BraiJd2,)), OCU1Ti() que con una pnicLica de pOG1Sscmanas hablnb.: yo ya mcdianarncntc cl dane's. Por rnucha prisa que me clieru en contarles cosas, 1ll;IS gan:ls ICI1i:tl1c\los de scguir prcguntando. Me maravillaba dcsdc lucgo de muchas cos:\.<;cxtrnfias para mi, a lu vcz que rl'Sl'lbha ouus muchas de mi parria ante cl asomhro de Illi auditork». Vol\ri() a1 cabo cl patron de la nave a huscarme Y p:lra mi goZ() lc dijcron que sc Iucra sin 111\(26). Me alraia cnormcmcntc la pr:illica de la astronomia, y I~rahc con sus discipulos, uiilizando aparalos mar.ivillosos'" o\JsLTvaha lloches «nteras" b I.una y los as,tros(27l, COS:I que 11K'hada rccordur :1 mi madre, plies tnmhicn clla solia charl:u 111:[Sde una ve». con la I.lIll:I(2~). l-uc pucs en csU oc.ision eu;! nclo yo, por nacimiento c:lsi un salvaje y por condicion mcnos que un pobrc, me inicic en csra cicncia exccls« quc me ahri() el camino a IlUyores euiprcsas. En cfccto, dcspucs de pasar algunos alios en csta isla, :11final me vinicron deseos de rcgrcsar a mi patria. Y es

que pensaba que no me scria dificil en 10 sucesivo hallar alg(tn predicarnento entre la genre inculta de mi tierra merced a la cicncia adquirida. Conscgui de mi anfitrion la venia para la parrida, me despedi de el y me vine a Copenhague. Alli cncontre companeros de viaje que por mis conocirnicntos de la lcngua y cl palS me tomaron gustosos bajo su patrocinio, y regrese a mi tierra a los cinco anos de haberla abandonado, La primera ventura de mi rcgrcso rue que halle a mi madre todavia viva y entregada alas mismas faenas de otros tiem pos, Regresando sano y salvo, pusc fin a su la rgo arrcntimicnto par haber perdido con su ligereza :1 L1nhijo. 1-:1at'io cstaba ya en el otofJ.o(29) y pronto Ilegarian aquelias nucstras largas noches, pues en el mes que corresponde al nacimiento de Cristo el Sol apenas se levanta sobrc cl horizontc al medio dia y de nuevo sin mas se eSCOT1c1d5(). Asi pucs, mi madre, libre en est a epoca de sus tarcas, sc me pcgaba y me acompanaba adondequiera que yo ih:1 con lllis c.utas de reeomendaei6n. Me preguntaha db hi en accrel de !as lierras que habia visitado bien acerCI del cic-lo, alcgrtindosc muchfximo de que huhiera aprendido la astronomfu. Comp.iraha 10 que ella sahfa con 10 que yo lc ib:1 conUndo(:) I) Y procla maha que conmigo alii no lc importuha morirsc, yu que podria hacer heredero a su hijo de unos conocimicntos que db sob poseiai 32). Yo, 1l1UYinclinado por car.icter :1 aprcnder cosas nuevas, lc preguntc a mi vez por sus sabcrcs y ClI{t!CShabian sido sus maestros en aquclla nacion tan apartada de las otras. A csto db, cierto db, tom.inclose espacio para hahlar, rcmcmoro la cuestion entera desde sus comienzos", mas 0 mcnos del siguicnte modo: "IIa avanzado el conociruicnto, Duracoto, hijo rnio, no solo en las otras regiones adondc has ido, sino tambien en nuestra patria. PLiCSsi bien nos acucian frios y tinieblas y otros inconvcnientes, que ahora que te oigo hablar de las

9. Esta Hamada dl: nota falta en Ia eel. original del Sotnninm (lIJ:\;j). to. Pero no toduvia cl rclcscopio. l.os msrrunu-ntos de Tvcho ll.un.rban la arcncion por numcrosos y grandes. :I1. Kepler profcs() sicmprc gran iracion a Tycil() Brahc, como "I hombre que con sus obscrv.iciones cominuas y minuciosas pcrmitio Liesvelar las rcalidack:s oculus de Ia naturaleza.

12. Una nota marginal del Soniniurn (10:\4) anuncia en este punto: Rerum causas apcrienn»: ("\)esvelarelllos las causas de todo"),

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Er. SlIENO

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bondades de otras tierras par primera vez percibo, tenemas en camhio abundancia de ingenios(33) y tenemos a disposicion los espiritus mas sabim;(34) que, hastiados de la mucha luz de las otras regiones y de la barahunda de gente, buscan nuestras sombras y viven con nosotros en cstrecha cornpania. Nucvc son los principalcs ele ellos(3S), uno de los cuales(36) conozco particularmente par ser el mas apacihle y cl mcnos danino de toclos(37) y al que conjuro con veintiun signos( 3m. Con su ayuda no pocas veccs viajo a otras comarcas(39) que yo lc digo. Y si la lejania de algunas me da miedo(!iO), pregunto sobre ellas y saco tanto provecho como si alla me hubiese marchadoi 41), La ma yoria de las cosas q lIC 0 vistc con tus propios ojos 0 aprcndiste en conversacioncs 0 sacaste de los Iibros el ya me Ius habia contado antes tal como tu a mi ahora, Tengo especial intcrcs en que conmigo contcmplcs una region de b que me hablo muchas vcccs, pues son pOl' dernas extranas las cosas que de ella cucnta. La dcsigno con eJ n0111br« de Levanb(;J2)". ito sin mas dilaciones que llame a su maestro y I1W sicnto a su lado dispuesto a escuchar todos los lances del viajc y la dcscripcion de aquella tierra. Era ya tiempo de primavcra y la Luna estaba con SliS cucrnos crecida, No mas cl Sol Sl~ hundio en el horizontc, rcalzo su brillo la Luna, pegada I~ al planeta Saturno en cl signo de TauroC43) . Mi madre se aparto un poco de rni(4;J·) hasta Llna proxima encrucijada'i(4S), pronuncio unas Irasccillas en alta voz(46) declarando su pcticion, curnplio ciertos requilorios, regreso(47) y, luego de imponer silencio con la palma de Ia mano derecha extendida hacia J1lJIO, se sento a mi vera(48). Ape-

0

LA

ASTHON()MiA

DE

I.A LlINA

nas nos habiarnos tapado(49) las cabezas con nuestras ropas (segun habiamos convenido), cuando he aqui que se presenta un viejo gargajoso de VOL: quebrada y ronca(50) y aJ punto se pone a hablar de este modo aunque en la lengua de Islandia:

El. J)EMoNlo(51)

DE LEVANIA(52)

"A cincuenta mil millas alemanasI6(53), en las honduras del ctcr", esta situada(54) la isla de Levania. EJ camino de aqui para alia 0 de alla hasta Ia Tierra rarisimas veces esta francot 'is) y, cuando 10 esta, para nuestro pueblo es fflcil(5(J), pero para 105 hombres supone un viaje Ileno de dificultades sin cuento y que !leva aparejado peligro de mucrtct S'Z). Nunca llamamos para que nos acompanen en csta travcsia a hombres sedentarios, nunca a gordos, nunca a canijos(SH), sino que escogernos a los que navegan con frccucncia a las Indias y estan acostumbrados a mantcncrse de gal1eta, ajo, cccina y alimentos repugnantes(59). Sohre todo nos son utilcs las vicjas resecas(60) que ya desde su infancia ticncn pm cosa trillada el modo de ir a caballo de neche sohrc cahroncs, horcas 0 mantos raidos'" y viajar

13. Se trata de 10 que tccnicarncnu: conoccn los ustonomos como una "conjuncion", esto cs, cuando dos astros est.in en la misrna longitud celeste y en latitudes proximas, de modo que parecen encontrarse sobre e! rondo de las constclaciones y estrellas fijas. 14. En la antigucdacl Diana, cliosa lunar, nocturna y demonfaca, recibia el epiteto de Trivia C'Ia de las encrucijadas"). 15. El silencio cs un requisite de las ceremonias sagradas, pues cualquier palahra exrrana puede interferir en el discurso sagrado; los ofician-

le~ de lu antigua Rorna ac.illaban a los fL'iigreses con la formula. [auetc hugl/.isf ("colahorad con vuestro silcncio"). 1<). Una milia alemana son 7,4 kms. 17. "<.:11 lax honduras del eter" (in aetbcris profunda), cs cxprcxion de rcsonancias poeticas. La palabra es de origcn gricgo t aithcr ~ "brillante") y designa el resplandor difuso de los ciclos. En la pOl'sfa latina aetbcreus, como aerius, son a veces terminos triviales para designar sin mas 10 alto () elcvado. Kepler entiende proplamcntc por "cter" una suerte de airc cnrarccido que envuelve a los asrros. En la ciellcia moderna el eter sc fuc despojando de substancia hasta scr la 111'15 sutil materializaci6n del cspacio abstracto todavfa unos anos antes de Albert Einstein y su teoria de la rclarividad. IH. Pluntea cierto problema csta figurucion de las brujas cabalgando sobre "muntos raidos" (trita palla), cuando Ia cabalgadura tradicional de las brujas cs la escobn (incluso en Martin del Rio, Disquisitiones magicae, II, Hi). Sin embargo M. Ducos (p. 160, n. 6) ha scnalado el precedente cercano de la Llistoria ton D. [obann Falls/en (Francoforte, apud Johann

70

71

I

EI. SlfEl':O

por espacios inmensos entre unas tierras y otras. Los alemanes no se prestan nada para tales viajes; en cambio no rechazamos a los espanolcs'" con sus cuerpos resecos(61). EI camino, con ser largo, se rccorre cntcro a 10 mas en cuatro horas(62). En consecuencia a nosotros, que siempre andumos muy atareados, la marcha no se nos consiente(63) con unterioridad al memento en que la Luna cornicnza a menguar por la parte de oriente. Cuando la Luna queda iluminada entcra y nos eoge todavia de camino, nuestro viajc fracasa. Una coyuntura tan pas.rjcra haec que tenga1l10S por compancros de viajc ;1 pocos humanos y estes de los m.is adictos a nos()tros(64). Abordamos en tropel a un hombre de cst;1 clasc y cmpuj.indolo todos por abajo 10 llcvamos en vola ndas hasta las alturas(6'i). EI arranque en particular lc cs muy Illolcsto«)() y sc vc atormentaclo no de otro modo que si, c1isparado con polvora, rebasara monres y lllarcs«17). l lay por cllo que ndormcccrlo rapidamenrc en csos primcros momcntos a hast' de narcoticos y opiaccos20(CJi) y cicspll'gar sus ll1iell1hros(69) a fin ell' que bs posaclcr.is no v;lyan rirando del tronco 0 cl tronco de lu

Spicsc, ISH7). EI Doclor FaLlsto traslada :I Ires nobk-s mozos dcsde Wurlclllhl"rg a Mt'1I1ichulilizand" Sl1 cap" de mago a m.uu-ru de alfomhra vo"'d(lra. .I'). IIn "sp:lliol, DOlllingo Conz:iles, cS cl h"me del lihro de Francis C;odwin sobrc- un viajc lunar puhlicndo en I (,5H (hay cd. modcrna: Annie Amariin, Francis G()d/llil/. I. 'bcnnrnc dans /" lillie (edit ion hilingue), Nan-

cy, l')HO). 11)1 20. M. Nicolson (V()yages t() th«: MoolI, Nueva York, !'>itI, p. 4'5) sugicre que Kepler ha podido rcccogcr <'SiC dct.ill« de la historia del liccnciado Torralb.i, m.igo castcllano del siglo XVI, que seglll1 una historia publicada en I ')66, halma viajado a manos de uu dcmonio, el eual, en ciertas versiones de la aventura, lc proporci()na un n.ircotico. A este Torralha 10 recuerda el muy k-ido Don Qllijote cuando a lomos de Clavileno cst" en pleno viaje astral y su aC()llllxli1:tnte sancho se quiere quitar I:t venda: "No hagas tal y acucrdate del verda den> cuento del licenciado Torralba, a quien Ilcvaron los diablos en volandas pur el aire, caballero en una cana, cerrados los ojos, y en doc" horas lleg6 :I Roma, y sc apco en Torre de Nona, que "s una calle de la ciudad, y vio todo cl fracaso y asalto y mucrte de Borbon, y por la manana ya estaba de vuelta en Madrid, dondc dio cuenta de todo 10 que Itabia visto; el eual asimis-

72

() [A

ASTHON()MfA

[J[.:

l.A LUNA

cabeza, sino que mas bien cl empuje qucde repartido entre todos y cada uno de los micmhros. En este punto surgcn nuevas dificultades, un frio intenso(70) y la imposibilidad de respirar(71). La primera dificultad la salvaruos mediante cierta fuerza innata en nosol.ros(72), la segunda poniendolc al viajero csponjas luuncdccidas junto a las narices(73). Una vcz realizada la primcra parte del trayecto, el viaje se haec mas f:"icilC74l.Entol1ces sacamos los cuerpos al airc libre y les quitamos nucstras manos de dehajo(7'il. Sc acurrucan como aranas los cuerpos que nosotros transport.unos sirvienclonos cusi unica mcntc de un balunceo'[(76), de manera que al fin su ruasa corporca ticnda csponuinc.uncnrc hacia cl lug.u: convcnidot Z?). Peru csta rendcncia" nos cs poco util, porquc cs dcmasiado dchil(78), ;ISI que acclcrurnos cl balancco, COl1l0hcmos dicho, y nos cokxamos luego delante del cucrpo para que con cl durisimo choquc contra la Luna no sufr.; duno alguno, Suelen los viajcros humanos quejarse al dcspcrtar de cierto incxplicablc cansancio en toelos los micmbros del que se reCLIperan dcspues de largo rato para podcr andar(79). Hay adcmas otras rnuchas dificultadcs que serb largo rcscnar aqui, A nosorros no nos ocurrc nuda lllaloW()). Y l'S quc poblumos dcnsamcntc Ia sombra de la Tierra a todo 10 largo. Una Vl'Z que la sombra loca Lcvania, estumos listos para sultar como de una nave :1 lu orillatf+l ). Allf nos

mo dijo 'life cu.indo iha por cl airc k- m.uuk' "I diablo que ahriese los ojo,; y los ailril), y se vio tan cere", a su p.ucccr, del cuerpo de la luna, que la pudicr.r usir con la mano, y que no OSl) mirar a I" tierra por no dc-v.mcccrsc' (II, ,ill, Tencmos aqui, ademas, otro viaje dcmoniaco hasta los :dcdanos de la luna. I\)I 21. D:UllOSaqui a Ia p.rlubra latina nutu el valor de "balanrco". RoSL'n en cnrnhio 10 inrcrprctu como "propension", aproximando xu scnrido :Ii moderno de "incrcia". veas" E. Rosen, "Appendix I: Kepler's Concept or Inertia", pp. 222-22:\. Ducos cscoge un senrido muy frecucnu: del termino: "volontc", Los demonios, seglln c-sro, empujarkm al hombre- solo con su decision. EI termino 10 usa Keple-r en cl Mvssorinm Cosmograpbictun (G. [\Y., VIII. 93). 22. El termino griego aqui usado, porn] indica Ja propension cspontanea de los ell"rpos.

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SUENO

0

LA ASTltONOMIA

DE LA LIINA

recogemos rapiclamenre en cuevas y lugares oseuros(82), no sea que el Sol al poco nos sorprenda en eampo abierto, nos corte cl paso hacia el cobijo deseado y nos obligue a ir tras la somhra al mismo tiempo que esta se va retirando(83). Se nos concede cntonces tregua para hacer 10 que conlormc a nucstras inclinaejones mas nos agrade: chartamos con los dcmonios de aquclla region, hacernos amistad con cllos y, en cuanto el sitio aqucl se queda sin sol(84), nos pascamos en tropcl por la sombra, Y si la sombra pOI la punta, cosa que OCUITC a I11ClllLclo(W,»), toea la Tierra, nos lanzamos con cl cjcrcito de nucstros aliados" hacia ella. No podemos haccr tal viajc sino cuando los hombres ven ;d Sol eciipsarse, De ahi que inspircn tanto terror los eclipses de Sol(H6), Qucdc csto dicho ;ICl'rCI del viajc ;1 Lcvania, Toea ahora h.iblar just.uncntc de fa J'< mna de Ia regi6n, comenzando al modo de los ge()grafos por 10 que cxurrc en sus cielos". Aunquc cl .ispccto de bs cstrcllus fijas en Levania cs del lotio scmcj.mr« al IllK'slro(87), sin embargo, los movimicntos de los planctas y sus canticlades son tan difercntcs de k ». que desde aqui divis.unos, que la organizacion de su ;lstrollOl1lla l'S por dCIll;!S dircrcnle de la nuestra. En declo, al igual quc nucstros ge()grafos dividen el gloho rcrniquco en cinco zonas"" scgCII1los fcnorncnos celestes, .ixirnixmo Lcv.mia consla de dos hemisfcrios(H8),el de Suhvolva y cl de PrivolvaOi<}). El uno disfrula continuamcntc de su Volva, que IXlfa sus hubitantcs haec las veces de nucstra Luna; el oITO, por el contrario, CSI;'!etcmamente privado de la vista de ]a Volva(<}O), Y cl circulo que divide los

hernisferios pasa por los poles del rnundo", a la manera de nuestro coluro solsticial", y sc denomina 'divisor'(yl ). Expondre en primer lugar aqucllas cosas que son comunes a uno y otro hernisfcrio. Lcvania sc ve afectada toda ella por 1a alternaneia del db Y la nochc al igual que nosotl'Os(92), pero carecen cllos de csta variabilidad nuestra a 10 largo de todo el afio(93), Porque en toda Levania los dias son por 10 general iguales alas neches, salvo que en Privolva todo dia es rcgularrncntc mas corto que su noche yen Subvolva mas 1argo(94), Mas adelanto se explicara ademas en que medida cambia a 10 largo de un ciclo de ocho anos. Pero sobre cada uno de los pol os, en lugar de la nochc, 10 que se observa cs que la nutad del sol asoma y la otra mitad queda oculta al ticmpo que va rodeando en circulo las montanas(9'5). Plies Lcvania les parecc cstar quieta :1 sus habitantcs rnicntras sc mucven los astros, no menos que a nosotros los hombres nos 10 parcel' nuestra Ticrra(9(»), La noche y cl db juntos cquivalen a uno de nuestros mcscs (97). Ocurrc que cuando cl S()l va a salir cada manana aparl:ce casi un signo del zodiaco entcro mas alia que cl db anterior, Y al igual que para nosotros en un afio cl Sol da la vuclta 3(>'5vcccs y la esfcra de [as estrellas Iijas 366 (0 con mayor precision: en cuatro anos eI sol cia 1461 vucltas y la esfcra de !as ('strelbs fijas 1465), asimisrno para cllos en un afio cl Sol (hi docc y la csfera de Ias cstrellas fijas trecc vueltas (0 con mayor precision: en oebo anos el Sol cia 99 y la esfera de las estrellas fijas 107) Sin embargo es mas habitual entre ellos el ciclo de 19 afios, pues en todo ese tiempo el Sol sale 23'5y las cstrellas fijas 254 veces(9R).

23, Otros demonios. 24, Para hacer cualquier loealizaci6n exact" de ticrras, lugares, ciuclades leigeografia necesita una serie de retcrcncias astronomicas: puntos carclinales, longitud y latitud. 25, En el Somniurn Scipionis el gloho terr.iquco eslft divklido en cinco zonas. En la cintura de la tierra hay una ccu.ttorial, ardiente e intransitable pard los hombres; por encima y debajo de db hay dos templadas, (micas que son habitablcs: quedan en los extremes los dos poles helados,

26, Los polos del mundo son los dos puntos en donde cl cje de lei tierra corra la csfcra celeste, En Ia astronomfa geocentrica cl cielo es una csl'era que gira en torno a lei tierra, Nosotros, segClIl la astronomia copernicanu, concebimos el eje celeste como una prolongacion ilusoria del eje rcrrestre y los polos del mundo COIllOuna proveccion de los poles terresIres en el ciclo. 27, Los coluros son circulos imaginarios sobre la estera celeste. EI solsticial pasa por los polos celestes y pm los solsticios, de ahi su nombre.

74

75

.I' HIA'N",' K".I'I.I'.I<

Sale el Sol para los hahitantes de la parte central 0 interior de Suhvolva cuando nosotros vcrnos la Luna en su ultimo" cuarto: en camhio a ios habitantes intcriores de Privolvu lcs sale cuundo VC1110Sel primer cuarto, Lo que digo de las partes ccntralcs dcbc cnicndcrsc de los scmicirculos completos que pasa n por los polos y por las partes centra-

lcs cortanclo

pcrpcndicnlarruemc cl divisor, scnucirculos que pc xlrian dcnorn inarsc 'mcdivolvan: )S'( l)l)), [lay adcnuis un dreulo a mcdio camino entre los polos <jlll' haec Ias vcccs de nuestro ccuador tcrrcstre y debc H.'cihir uuuhicu csc nomhrc. Conn en ck »: por puntos opucslos tunto :ti divisor como al rncdivolv.mo. De cualquier par:lje que ljUCci:1 sohrc l'sle circulo cI Sol pasa proximo al ecnil diariarncntc y por C'I cx.utamcntc en dos dias opucslos :II aho, CIl cl 1l1()lIlcnlo del mcdio dia. Para los demas que ilahil:ln a uno y otro laclo Iweia lox polos, el Sol al

. I~.:

zonas

terrestrcs.

Ahora

bien, la torrida

apenas

ticnc

10 gra-

dos, al igual que la fri:L EI rcsto todo es serncjantc a nuestras zonas templadustl (5), LI zona torrida pasa por la mediacion de los hcmislcrios, l:t mitad de su longitud cae dCI11'1'0de Suhvolvu, la otr.: mitud en Privolvu. De !as irucrscccioncs cnt rc los circulos ccu.uorial y ;1.0-

diacal naccn entre

tambicn cuatro PUIlIOS cardinalcs, 110S01T()S los cqu inocciox Y los solst icios",

ta I como y de csas

intcrsccciones arrancl cl comicrizo del circulo CtJ\2(l();j), Pcro clcsdc l"~I{' arr.inquc cl movimicnto csrrcll.is

fij:ls haci:1 los signos

zodiade Ias

xuccxivc»: cs 111UYr.ipido, pues

°

eli:1 dcclin« dcsclc cI ('C'nit( 1(0), 'l'icncn en l.cvania eicrla :tilernancia de vera nos c invicrnos, pcro no pucck: cOlllpararsl' :1 la v.uicdud de la nucs-

en vcimc alios tn'>picos"" sea, los que nlxuran ct\xtilllenlc un verano y un invicrno, rccorrcn cl zodiaco cnrcro, COS;! quc entre nosotrc», OCUITl' en algo ll1{lSeI~ 2(1,()()() arlos( 10')),

Ira ni, como en nuestro CISO, ticnc lugar en los miS1110S sitiox durante una misma OC;t del :1110, Pucs ocurrc quc en un esp:lcio ell' diez :1I10S cl verano de alii sc traxl.ulu de una p.urc del ;lrlO sidcrco:" a Ia parte opucsta, si tom.unos

Accrca del movirnicnto

mcclio

~:

dos. Se percibe mejor junto a los pol OS, que son parajes yen eI Sol un serncstrc sf y otro no, casi como entre nosotros quicnes viven en ambos poles. As! pues, cl globo de Levania se divide en cinco zonas que en cierto modo se correspondcn con nucstrus cinco que

en consideraci<'m un mismo sitio. En cfccio, en un pcrfodo dell) :tr10S si(iC-rcos -0 de 23'i dias- es verano en los polos vcintc vcccs cuarcnta vel'es(

y otras tlnlas 1 lay entre

J()J),

invic-rno,

y en cl ccuador

cllos" cada

LN, Scgun E, Rosen

(I',

IS, n. 2-1) c;s justamcnu-

cuarto cl sol sc lcrrata, pues, de uu clcsliz de la plurna de

y no en cl ultimo

en cl primer

(ultima quadra ) cuando

vanta para les mcdivolvanos. s" Kepler, 29, EI ano siderco l'S cl tiempo qUl' turda el sol en rcgresar a la misma posici(m quc en un momento dado lenia rcspecto a Ias eSlreibs fijas, :30, Los sclenitas 0 Icvanienses, 76

haste con 10 dicho.

ano seis dias

de verano, sicndo los seis rcsruntcs de invicrno, tal como entre nosotros Ius J1lCSCS(1()2), Estl altcrnancia apenas se pcrcibc en las ccrcanias del ccuador, ya que el Sol en esos parajcs no sc dcsvia :t un lado u otro mas que cinco gra-

tprima quadra )

prirnario,

La cxplicacion de los movimicruos sccundariox no cs mcnos difcrcntc de .rqucllo que :1 nosotros nos aparccc y mucho ll1;is COJllplicl(i;t que entre nosotros. En cfccto, al conjunto de los seis pl:lncl;ts" -Salurno, jupiter, Marte, cl Sol, Venus, Mcrcurio-. ;ldCIll:is de todas las irregularidades que compartimos con cllos, sc les anadcn allfl otras trcs:

51. I.os puntos l''1uin()cciail's sc h.rllan e-n la intl'rsecci()I) del ('('uador ('elesll' y Ia ecliplica; ;1 ')0" de l'SI()S punros, sicmpn: sohrc la l'dfptica, sc c-ncuc-ntr.m los xolsricios. :)2, 1-:1 ;t,odbco es una !'ranj;! de- la esfer,r celeste clondc ticncn lug;!r los movirnicntox aparellil's del sol, la luna y los planctus. Su .mchur« ex dell", 55, Un ailo Ir6pico ('s l'l innrvuk: de ticmpo <(lie transcurre entre dos pasos succsivox del sol )lor cl cquinoccio de primavera 0 punro vernal. :\-1, Eslc conjurito lk sl'is pbndas l:S exrr.uu: para cl lector moderno. No est.in Ura no, Niuno y I'IUI(>I1,claro cs, porqu« toclavin no se ha"fan dcsl'ul,il'rI(), Es[;i cI Sol porque ell la astrononua rradicional se le considera un planera ll1;is, No esl;l Ia Tierra (0 Volva ), hien porquc Kepler la da pOl' Supllcs[a 0 porque la considera COIllO sateIite de b I.una, 77

.JOHANNES

EL

KEI'I.FH

SUENO

0

LA A,'mONOMiA

DE

l.A LUNA

I.

Pues si cl retardamiento sueede en Privolva en mcdio de la noehe, se acumula su exceso sabre el dia, Si por cl contrario sobreviene de dia, cntonces se igualan mas cl db y la noche, cosaque ocurre una vez cada 9 anos. Entre los subvolvanos ocurre a la inversat l l-f). Hasta aqui, pues, los acontecimicntos que en cierto modo son cornunes a los dos hemislcrios.

dos de Ja longitud -una diaria y otra en un ciclo de 8 aODS y 1/2 - y una tercera de la latitud en un ciclo de 19 anos. Pues los que ocupan el centro de Privolva tienen un Sol mayor en su medio dia que en su amanecer, estando to do 10 dcmas igual, mientras que Ios de Subvolva 10 tiene menor(106): unos y otros cstan de acuerdo en que el Sol dedina de la ccliptica " algunos minutes alternadamcnte, ora hacia unas ora bacia otras cstrcllas fijas(l()7). Estas oscilaclones, segun he dicho, vuclvcn en un cspacio de 19 afios sobre sus pasos inciales. No obstante, la dcsviacion se mantiene un poquitin m{ls en Privolva y algo menos en Subvolva( JO~). Y aunque respccto al primer movimiento el Sol y bs estrcllas fijas sc supone que marchan a la par alredcdor de Lcvania , sin embargo, cl Sol ,LI medio dia en Frivolva apcnas avan:r.a respccto a las csrrcll.r« fijas micntras que ell Suhvolva va cnronces Il1UYr.ipido. Y al reyes a media nochc. I':n conscrucncia cl Sol parccc rcspccto alas estrelias fijas ir por asi dccirlo a saltos, dando un salto cada diaCl (9). J.o Jl1iSLl10 sc cumplc para Venus, Mercurio y Marte. Con JlLpitl'r y S:Lturno apenas son percriblcs estes fcnomcnos( 1 U». Pen> ni siquicru cs igual a S! mismo cse rnovimicnto diurno en las mismas horns de todos los dias, sino que a veccs es mas lento -as! cl del Sol como cl de Ias cstrcllas fijas todas- y en la parte opuesta del ano, a la misrna hora, mas r.ipidorTl l.). Y esc retarclarnicnto sc dcsplaza a 10 largo de los dtas del uno de manera que ya alcanza la estacion vcranicga ya la invcrnal, que cl ano anterior habia ex perirnentado aceleracion, completando un ciclo a 10 largo de 9 anos 0 poco mcnost l l.Z). Y as! () es cl dia cl que se alarga (par causa de una retardacion natural, no como entre nosotros en la Tierra por causa de un corte disparejo del circulo del dia natural) 0 10 es a [as veces la nochet l l.S).

EL

LIEMISFEHIO

IlE

PmVOLVA

Lo que Ilcvarnos dicho de uno y otro hcmisfcrio suponc ya una cnorrne diversidad entre ellos. Porque no s610 la presencia 0 ausencia de la Volva ofrece cspectaculos muy dispares, sino que incluso Ios fcn()D1e110Scornuncs ticncn cfcctos l11Uy d ivcrsos aC:l y a 115, tanto, que C]U i:r.a poclria liamarsc con r:L:r.{lIl al hcmisfcrio de Privolva 'dcsrcmplaclo" y al de Suhvolva 'rcmplado'. Rcalmcnrc en Privolva la nochc cs tan larga COLllOl S () 10 dias naturales de los nucstros, cspanrosa con sus tinichlas inacahables, tan espesas COLllO!as que entre nosorros hay en \as noches sin luna, y:Lque ni siquicra la iluminan januis los rayos de Ia Volva. En consecucncia to do esui cuajado en hiclos y car.imbanost l.l 'j) y encima can vientos muy frios y reciosrl Io). Vicnc rras db el db tan largo como 14 de los nucstros 0 poco menos(l17), durante los que hay un Sol granderltx) y Icnto bajo las estrcllas fijas(119) y cesan todos Ios vientos(120). 1':1 calor cs por cllo intensisimo. De modo que en el espacio de un mes de los nuestros, que es un dia en Levania, en un solo y mismo lugar, hay un calor quince veces mas ardientc que el africano y un frio mas intolerable que el de Qurvira". 36. En cl Defacie de Plurarro, que inspiro tanras ret1exiones de Kepler, cI hcmisfcrio oculto de la Luna qucda privilegiado con la presencia en CI de las alnus de los bienavcnturaclos: "Sc llama a la parte que mira al Sol el Llano E1isio" (944c). La desolacion que pinta Kepler se correspond" m.is COil las realidades de la asrronomia. 37. EI nombre de Quivira provienc de las informaciones de un guia indfgena malinterprcraclas por los espanolcs durante la expedicion de FWIl-

3'). Desdc un punta de vista geosrarico, Ia ccliptica es un circulo imaginario sohre la esfera celeste descriro por la aparcnte circunvolucion anual del sol.

79

78

I

It'.

J 011ANNES KEI'Ll'J(

EJ.

Hay que senular particularmcnte que el planeta Marte a los que estan en la mediacion de Privolva, a media noche -y a los dernas en In parte corrcspondiente de su noche-, se lcs aparcce a las vcccs casi cl doble de grande que 10 VCJ1l(),-; nosotrostl.Z'l ).

'I

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1

I •

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III

ell ('iCTUS l'PoelS Sl' Ics aparccc cl dohlc de grande que a J1osotros( 12,";), sohn- rodo a los que vivcn junto al polo nor-

1.1'

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>.

Lt VISion 1ll:1shermosa de rcxlas en Lcvania es b su VOIV:I, de l'lIya vista disfrutun dlos en compcnsacion una Luna COIlHJlu nucstru que ni clk »: ni los de Privollic'ncll( 12,)>' Y pOI' b cOllstallle prc'sellcia de csta VoIV;J Pcro

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1:1regi('JIl sc ck-nominu 'xubvolv.ma, al igual quc Ia otra cleuouiinasc: pOI' su carcnciu 'Privolv.i', l'S(O l'S, que esLi priv:ld:1 de la vista de la Volva.

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LA

ASTRONOMiA

DE

l.A

LUNA

A nosotros'" los habitantes de la Tierra nuestra Luna, cuando esta Ilena y se levanta sobrc Ios tejados a 10 lejos, nos parcce tan grande como tapadera de tinaja, pero cuando sube a 10 alto en la mitad del cielo, apenas alcanza cl tamafio de una cara. En carnbio a los subvolvanos la VOIV;l en la mitad del cielo justamentc (lugar en el quc Ia yen los habitantes del centro u ombligo del hcmisferio) sc les aparece con un di.imetro casi cuatro vcccs mayor que a nosotros nuestra Luna, de manera que, si sc comparan sus discos, su Volva es quince veces mayor que nucstra Llllla([26). Los que tiencn a la Volva siernprc- pegada al horizontc la vcn como si fucra un monte ardicndo que de lejos se divisa, Porquc al igual que nosotros distinguirnos rcgioncs segllll las clcv.icioncs rnayorcs y menores del polo"; aj:Il'O (cl Pcz Volador)" y la

Al p:lsar :1 esU parte cmpiczo pOI' los habitantes de sus lilllilcs que pucblan cl circulo divisor. Ticncn ellos en exclusivn cl podcr corucmplar elongacioncs:IH de Venus y Mercurio rl:spl'cto del Sol mucho mayorcs CjlLe las que COIltcmpl.unos nosotrostl 22). i\. cstos mismos tambicn Venus

!

StlENO

cis(,o V:i/.qut'z tit' COI'OIl;ldo ( I')iio··in. St' Ir"l"ri" dl' un rcino quv L'sl'trI'l xitu.ido ('11 10 '111l' lioy es b p"rle ('l'nl'1':l1del cSI""o de "'Illsas, cnronccs poblado pOl' los illtiios Wid iita. Corolla do il1l(>rIII(')e-n unu carla .rl rcy dc 20 de o('[IIIm' ck- 1<;..{ I '1Ul' (Juivira sc- l'ncolHraha 'I ·{O" ck: l.uitud Y quexu clin u: Y suclo ('1':111p'lrlTidos ,I los dl' \-:sp:llia. Lo misn«: riu- Fr'IIl' cisco I,()PL'Z de C;,illl'lr" en xu t listoria ,~('It('ml de tas lndias (Larag()Z:I, 1<;<;2·';:\ = Mndrid-Harcclon« 19:12, I. II, p. 2:\<». Kepler dehia ignorar es· los dclalles v noticias. 1><:otr« paru- e-n los mapas COnle
45. Constclacion austral, dcsignada tambien con doblc nomhrc. Pas· ser y Piscis rolcms.

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39. EI rcxio del Sonuuun) lis. Frisch

10 cnmienda

(1()5'{, p.l(» trac aqui un incongrucntc NO, ell nobis y Rosen en nobis. A cstc ultimo seguj·

1IlOS.

40. La altura del polo celeste, mcdida en grados da Ia latitud de un lugar dcu-ruunado 41. Constclucion boreal. 42. Constciaci6n austral. Kepler da dos nornbres, y cI vulgar ("Ia Dowda").

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el ['ecnico (Xiphiu)

EI. SUENO 0 LAASTItONOMiA DE LALi INA

JOIIAN~.I'.,KEPI.ER

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consideran un dia y una noche el tiempo en que se realizan todos los crecientcs y menguantes de su VoLva, nosotros llamamos a ese cspacio 'mes'. Nunca casi, ni siquicra en el novivoJvio, se oculta la Volva para los subvolvanos, a causa de su grandeza y luminosidacl(I41 J, particularrncntc par~ los habitantes de jos polos privados cntonces del Sol, para Los que la Volva, justamente en cl intervolvio!" :1 medio dia, vuelve sus cuernos hacia arribat H2), Pucs generalmcnte para Los que vivcn sohre cl circulo mcdivolvano, entre La Volva'? y Los polos, el novivolvio cs senal del medio dia, cI primer cuarto 10 cs del atardcccr, cl plenivolvio sara dos miracles iguales de la nochc y el ultimo cuarto true de nuevo el Sol(143), En cambio para los que ticncn la Volva y Ius polos situados en el horizontc, y habiran en cl punto de interseccion del ecuador con cl divisor, la 111anana y la tarde tienen lugar en el novivolvio y cl plcnivolvio, y cl mcdio dia y la media noche en los cuarios. Calculese a partir de ahi Ja situacion de los que vivcn en I:ts 1.( )f1;tS intcrmcdiasf 144), Durante el dia distinguen Las horas segun Las dilcrcnrcs fases de su Volva, de manera que cuanto mas se aproximan cl Sol y La Vulva, tanto mas cerca esta para aqucllos cl mcdio dia, para estos cl atardecer 1I ocaso del Sol. En GI111bio durante la noche, que rcgularmcnte dura 10 que 14 dias de los nucstros con sus nochcs, esb n mucho mejor prarados que nosotros para medir cl ticmpo. Y cs que .rp.ute de aquella sucesion de rases de La Volva, entre !as que el plenivolvio, como dijimos, indica la media noche en cl mcdivolvano, esta tambicn que La VoJva por Sl sob ya lcs indica a ellos Las horns. Pues aunque en modo aLguno se la vc moverse de su sitio(145), sin embargo, sicmpre alli, ul contrario de 10 que hace nuestra Luna, gira(46) y

Nubecilla Mayor" unos pequefios circulos alrededor de Los poles de La ecliptica(130), Ya que estes polos distan de su Volva casi un cuadrante de circulo, de manera que pucde asf localizarse cualquier punto tanto en relaci6n a esos polos como en relacion a la VoLva(31), queda claro, pucs, cu{mta mayor comodidad ticncn cllos que nosotros al efecto. Como que indican la longitud de un lugar por referencia a su VoLva inm(wilC132) y La latitud tanto por referencia a su Volva como a los polos(l33), micntras que nosotros para !as longitudes no tcnemos nada si no cs La dcspreciabilisima y apcnas dislinguihlc dcclinacion magnetica'i'i(13,i), Asi pues, ticncn cllos quieta su Volva como si estuvicsc clavacla en cl ciclo con un clavo. Su posicion no varfa y por cncirna de ella los dennis astros y tambicn el Sol pasari del orto al ocaso(l3'il sin que haya nochc en la que ;t\guna de las ('stTclbs f'ijas que estan en cl zodiaco no Sl' cxul«: tras La Volva y ap;m:I,(;1 a las vecl'S por la zona OpUl'St;I( l3(l). Pcro no toclas !as nochcs huccn esto Las mism.is cstrcllas( 1371, sino qUL~ sc iurnan todus !as que distan ell' b ecliptici unos () () 7 grados(13H) y sc produce un cicIo de I() anos, Una vel. transcurrido cstc, sc- vuclvc al principiu( 13l) Y su Volva crcce y decrcce 110 de OITOmodo que nucstr.i l.unat lifO), La causa es en uno y OITOxitio La ll1iSl11~1: xi cl astro cstl 0 no ilurninado por cl Sol. La dur.uion, si Sl' .u iendc a la natur.ilcza del proccso, 1:II11hiencs la misma , aunquc cllos la millen de un modo y nosotros de otro, Ellos '11·, T.:I Nubccu!a Maicn, conocidn 1;1111l>i('11 ('OIllO "Gran Nuhc de Mngallal1es" pact diferl'l1ci:trl:t de ot ra dc mellor r.uuano, no cs una COI1Sfl'I:tci<'Jn sino un cumulo dl' l'strellas proximo a lu Via I.:kll'a quc :t !a 'vista produce la sens:tl'illl1 de una nuhccill.; (de alii cl nomhrc). Se cncucntra en cl hondo sur y llcva d. nomhre del marinoro porrugue« que I:t dcscubrio durante su viaj« en tOI'OO:t la tierra. 4'1, La aguja de la hrujula no sdi.ala exactamente cl polo norte geogrMil'o sino cl polo magnl'tico, De estc modo la dircccion de la aguj:t imantada y cl mericli.mo del Ingar donde sc hall.i forman un {tngulo al que se lc dcnomina "dcclinacion magnetica", Sobrc los intcntos, al parceel' va nos, de usar la declinacion magnetica para calcular lu longitud geogr:Hka de un punto vcase la nota (134) de Kepler:

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16, Este termino "intcrvolvio" L:st:t Iorjado sobre cl habitual en .isrro110111l:t"inrerlunio", que designa cl intervale entre dos lunucioncs marcadas pOI' cad:t luna nueva, 47. Desarrollcs« la concis.: expresion del narrador como "cl punto que ricne :I la Volva sobre SlI venice".

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BfftliOTECA

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CENTRAL

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EL SUFi:O

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va presentando sucesivamentc una usombrosa variedad de manchas que una y orra vcz transcurren de oriente a occidente(147). Un giro de esos, cu.indo regresan las mismas manchastl-Ix), rrcscnta para Ios subvolvanos una hora de tiempo( 1/19), cquivaiicndo a algo 111:ISde un dia de los nuestros con su nochct 1')0). Y cs esta Ia unica medida de tiempo consrantct 1') I L Y~I antes'S sc dijo, en efccto, que el Sol y Ius astm.s giran clda db para los lunicolas irregularmente, pm 10 que el giro de I~I Volva es 10 que mas lcs

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sirve a ellos, .si con c'l .Sl' comparan las distancias de las estrellus fij~ls respl'Cto de Lt Luna: 1,)2l. En genera I LI VOIV:I, por 10 que haec a Sll parte superior y noricna, p~lrl'cc tCI1lT dos miradcs: I ')3), una mas ()Scura y cul )ierLI de una .sunle de m.inchas conriuuasr 1'11), la otra un P()CO m.is d:lr~l( I'1'i), sep~lr~ld~ls pOl' un cinturon luminoso <JUl' C(lITe' CIlI rc: ~lll1has en direcci(m .rl nortet I '1(). Su forma es dil"lcil ck: dl'.snihir. No ohstant«. la parte m~is orientalt I'in ~Iparl'cc ('01110 cI huslo de un cuerpo humano cortaclo p()r Lt.s :lxil:ls( I'ii») inclin.mdosc para hcsar a un.i muchaciiat I 'i()) de 1:1rg:ls Ltld:ls( I ()O) que- c-xtiondc una mano hacia atr:is( I()I) p:lr:1 llam.u a U11 g~lt() en actitud de xu ltar(162). Por contra, LI jXlrte mayor y 1ll:IS cxtcns.t de 1:1 mancha: I():,) Sl' l'xlicl1lk' !t:ICia occidcnte sin una forma ck.terminadut l rvi). En la otra mitad de Lt Volva cl hrillo(I6'i) esta m.is l'xll'mlillo que LIS nunclus( 166l. Sc diria que l'S la silucra de una CII11P:II1:I( I()l) suspc-ndid.: ell' una cucrda/l 6H) y voltc:lci:l( I h()) Il:lci~1 occidentd I7()). A 10 que quecia por cncim.u

171) Y por dd):ljo(

serncjanzn. Y no cs bast ante

que

172) no calx: buscarlc

de este modo

una

la Volva lcs indi-

que las horas del dia , sino que adem.is lcs suministra indicios nada oscuros de I:ts estaciones del afio eon solo que preston alguna arcncion, y «llo casu de que :1 alguien sc lc escape la disposicion de !as estrcllas fijas. En la oca en que cl Sol esta en Ci nccn 173), la Volva muestra claramen-

4?l. En cI conrcxio ek- los aviso» de nota ([Om, ([0')

84

Y adclante.

() LA ASTRONO.'vlIA l)E JA LUNA

tc el polo norte de su rotacion. Hay, en declo, cierta maneha pequefia y oscura(174) colocada ell mcdio de una zona cia ra(175) por cncima de la silucta ell' Ia muchacha, que dcsde la parte mas alta de la Volva( 176) sc 1l1L1l'VCbacia oriente y luego, tras bajar en cl disco, hacia occidcntet 177), desdc donde otra vez sc retira a 10 alto de la Volva en direccion de oriente y asi se Ia ve constantcmcntct 178). En camhio, cuando el Sol est.i en Capricornio cst:! mancha no por ninguna parte, toda vez que d circulo cntcro polo se esconde tras el cucrpo de la Volva. Y por en estas dos ocas del :1110 Ias manchas sc dirilinea recta hacia occidcntci 179), IIIicntra que en las intcrmcdias, cuando cl Sol esb en Aries '" 0 en Limanchas subcn 0 bajan al travcs en linea un tanto inclinada. POl" esta razon conoccrnos que los pok »: de cstc gin), rnicnrras se mantiene en su sitio cl cx-ntro de la VolV~I,clan la vuclta en el circulo polar alreck-dor de I()s polos de los lunicolas una vez por ano(180). Los m;is ohservadores se percatan t:lmhiC'n de que no sicmprc ]a Volva prcscnta un mismo tam:1I10. Rcsulia que, en aquellas horns del db en que los astros son r.ipidos, cl di.imctro de Ia Volva es mucho mayor, tanto, que cntonces aparccc con su supucsto gen en OGIS bra, !as

sohrasa cuauo veccs al de nucstru Lunar 181 L ;.Que' dire, a continuacion de los eclipses de Sol y de Volva que OCLIITen en Levania y ocurron :tdem;'ls en los mis1l10S instantcs que aqui en cl gJoho de la Tierra los eclipses de Sol y Luna, aunque justa mente en cl ordcn invcrso? Efectiv;tmentc, cuando nosotros contcmplamos un eclipse total de Sol, conternplan e110s uno de Volva, y a su vez, cuando contemplamos nosotros uno de nuestra Luna, se cclipsa para ellos el Sol(182). Sin embargo no cuadran todos, pucs ellos ven a menu do eclipses parciales de Sol en mementos en los que para nosotros no falta ningun pedazo de la LunaOK3); y, al contrario, no pOCIS vcccs Sl' pasan sin eclipses de Volva en morncntos en los que noso'I'). EI tcxro del Somniunt de 16.1'1. dice Oriente (y manticnc Frisch) en Ingar de Arictc que es 10 que cxigc cl scntido (y corrige Rosen)

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JOIIANNES

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KEPLER

tros tenernos eclipses parciales dc Sol(W4). Los eclipses de Volva sc dan entre ellos en los plenivolvios tal como entre nosotros 10s de Luna se dan en los plcnilunios, los de Sol se clan en el novivoJvio tal como entre nosotros se dan en los noviluniost l S'i). Y pues tienen dias y neches dcrnasiado largos, experirncntan ensomhrecimientos muy Irccucntes de ambos astros, Asi como entre nosotros gran parte de los eclipses se traslada hasta nucstros antipodas, los antipcxlas suyos pOl' cl corurario, esto ex, los privolvanos, no vcn ninguno y s610 los subvolvanos los vcn todos. lln eclipse total de VO\V~I no 10 vcn nuncai 186), sino que vcn pasar a travcs del cuerpo de la Volva una suertc de manchirat 187) roji/::\ por Jo» iJordes(J88) y por cl medio negra( 1St». La mancha pcnctra por cl oriente de la Volva Y .~ale pOI' cl cxtrcmo occidenta\CI<)O) siguiendo el mismo CImino que LIs manchas propias de la volva, si bien a 111;1 yor vckxidad y adelanui ndoi:ts( I <)I). Dlira cl tr.insito la scxta parte: ck- una de sus horax 0 «u.uro horns de ias nuestras(192). La CllIsante ck- los eclipses so\;tres cs para ell os la propi;1 Volv.r, cxactamcrue igual que para nosotros 10 cs nuesIr;1 Luna. Siendo ast que la Volva ticne un diametro'" CU,Itro vcccs mayor que cl del Sol, es inevitable que cl Sol, al pas;lr pOl' cl sur, ell su manha de oriente a occidcnte, ccrCI de la Volva inmovil, unnscurru I11UYa mcnudo pOI' deIr;ls de la Volva, que oculta pOI' [a nto una porcion () la toralidad del Sol. Aunquc frccucnto, es muy notable el eclipse total de Sol, pucs dura varias horas de las nucstras(193) y haec que sc cxtinga a la ve». la luz del Sol y la de la Volva'", 10 que para los subvolvanos es un acontcciruicnto grave, toda vez que, a causa del brillo y el tarnano de la VoJva siempre presente, disfrutan de noches no mucho m.is oscuras que los dias mientras que durante el eclipse de Sol .unbas luminarias, el Sol y la Volva, se apagan.

SlJENO

0

IA

ASTHONOMiA

DE JA LIINA

Tienen sin embargo entre ellos los eclipses de Sol la siguiente particularidad: muy a menudo sucede que, apcnas oculto el Sol tras el cuerpo de la Volva, por la parte opuesta surge un resplandor como si el Sol se alargara y aharcara el cuerpo cntero de la Volva, pese a que realmente es de otro modo y cn todas partes el Sol se ve mas pequeno que la Vo\va(l94). POI' consiguiente, no siempre se origina una oscuridad total, salvo que los centres de los cuerpos se alineen muy ccrca el uno del otro(l9'S) y adcmas \0 permits la distribucion del mcdio diat~ll1o(19()). Pen> ex que ni siquicra la Volva se oscurecc tan de repentc que dejc de verse del todo(197), aunquc el Sol sc oculte entero tras db. Solo 10 haec en la coyuntura media del eclipse total(1911). En cambio al principio del eclipse total la Vulva siguc hrillundo en ciertos parajes del circulo divisor como carbon en ascuas cuando se extingue la llama. (In:1 vcz que sc :Ipaga ese hrillo, se esta en Ja mitad del eclipse total (pucs en cl eclipse que no es total no se ap"ga esc hrillo), y una VCI.que vuclvc cl hrillo de la Valva (en los lugares opucstos del circulo divisor), cs que de nuevo St:' va a dejar vel' cl So\. De csic modo, ambas luminarias sc :tp:tgan por as! dccirlo a la vez en I;i mitad dcJ eclipse total(199). Y hast« aqui accrca de ios fcnorncnos que sc dun en uno y otro hcmisferio de Lcvania, cn el subvolvano y en cl privolvano. 0 cs dificil colcgir de ello, aun sin decir yo nada, \0 mucho que Subvolva se diferencia dc Privolva en cuanto a lax dernas condiciones. En cfecto, aunque Ja noche de Suhvo\va es tan larga como 14 de nuestras jornadas", sin embargo, la presencia de la Volva ilumina aquellas regiones y las protegc del frio. Plies tan gran masa, tan gran brillo, no pueden dcjar de calcntar(200).

SO. Aparcnte, segun 10 yen lox selcnita» () lcvanienscs. SJ. Evidcnrcmcntc, cuando lu Tierra 0 Volva oculta el Sol a 10.' lunicolas, 10 ricne a sus espaklas y, por tanto, la cara que les muestra aparccc oscurccida,

'52. Tradu:«:o :lsf, aqllf y en adelanto, cl tcrmino griego del original nycbtbemera = 'coujunto del clia y la nochc', 10 usa el autor ciertamentc porquc cl tcrmino lutino dies rcsulta tan ambiguc como el castellano 'db', que cs a la vcz 'una [ornada' y 'la parte de ella que goza de la luz del sol'.

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JOHANNES

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cual como puede. Muchos son buccadores; todos los seres de naturaleza viva toman alicnto muy despacio, pues habitan en las profundidades de bs
Y a su vez, aunque el dfa en Subvolva tenga Ia molesta presencia del Sol durante 15 () 16 jornadas de las nuestras, sin embargo, el Sol, empequefiecido, no tiene tan tcrrihlc fuerza(201) y la conjunci6n de las luminarias arrastra las aguas todas hacia aqucl hemisfcrio(202), cuhriendo el suelo de mancra que muy poco de el at1ora(203). EI hemisferio privolvano es por el contrario scco y frio, ya que se le ban quitado rodas lus aguas(204). Cuando se haec de noehe en Suhvolva y de db en Privolva , un hcmisferio tiene una lurninaria y otro b otra saradarnente. Se saran'" cntonces tamhien 1:ts agll:1S, y Ius campos de Suhvolva qucdan al dcscubierto, micntras que :1 Privolva se le suministra liquido como pcqucno alivio del calor(20,»). Y pcsc a que Levania cntcra no .ibarca una circunfercncia mayor de mil cu.urocicnras millas alcmanas -Jo que :1 la postrc vicnc :1 scr una cuarta parte de nucstra Ticrra(20(l )-, ucne sin embargo montes aILlsill1os(207) y valles prolundisimos y diIatados(2()H), por 10 que le va muy a la I'.aga :1 nuc-stra 'I'icrra en cu.inro :1 la pcrfcccion de su redoudcz. AI mismo ticmpo es porosa tcxla db y esta como agujereacl:i por cavcrnas y sinus que se comunican unas con otras(20<), sohre to do ell los rcrritorio« de Privolva, lo que constituyc para sus hahitanlcs(21() cl principal rcmcdio contra cl calor y cl frfo(211). Todo 10 que de aqucl suclo n:1CC 0 sobre aquel suclo camina(212) cs de un tam.uio monstruoso. EI crecimicnto L~S rapidisimo y todo ticnc una vicla corta lucgo que alcanza su cuerpo masa tan dcscomunalt 213). Los de Privolva no tienen nido fijo ni vivicnda scgura, I':n cl espacio de un solo db reeorren en tropel todo cl gJoho, parte valiendosc de sus piernas, que las tiencn mas largas que nuestros camellos, parte valiendose de alas. Otros acompanan en harco alas aguas fugitivas. Si necesitan qucdarsc mas de un dia en un sitio, en ese caso, se metcn en las cuevas, cada

da(219).

Con el calor del dfa algunos pierdcn el alien to y la vitalidad, rccohrando ambas propidades al lJegar la noehe,

53. EI texto del Somnium (1(;34) trae diuidantur C'que se separcn", o "se separarian") errata que corrige frisch en dluiduntur, que es 10 tra ducido.

'j.1. Parccc que cst" idea se ]a d" .lose de Acosta, que ell su Historia natural y moral de las tndias Occtdcruales (1[, 12) ufirma: "La prolundidad in mensa del mar imp ide 'I Ins rayos del sol recalenrarlo". In1- Mas noticias sobre Acosta en las notus (216) y (222) de Kepler y en nuestras notus explicurivus de alii.

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89

I

10 contrario

de 10 que entre nosotros Ies pasa alas 1110SAd! y alla dispersos por eI suelo se hallan unos hurujos en forma de pinones, cuyas cortezas sc tuestan durante el dia y que al atardcccr, cuando la salida de Ius Cdvcrnas qucda por aSI dcculo franca, los animales col11en(221 i. EI principal alivio del calm en cl hernisferio subvolvano son los continuos nublados y las lIuvias(222) que de vez en cuando sobrevicncn por la regi(m central y basta m.is all:t(22:1) ... "" A csle punto Ikgul' en mi sucno. Un cstrito repent ino de vicnto y lluvia me dcspcrto y horn) a let vez el final del libro traido de Frankfurt. ASI plICS, dcj{~ al dcmonio narraclor y ;\ .~usoycnrcs, Duracoto cl hijo y l'iolxhilde la matire, con sus cahezas tap;\das como cstaban y, al volvcr en mi, hall{~ <[lIC e-n rcnlidacl ICIli:t yo clhcza y cucrpo liados en la nlmohad.. y \;ts \11;II1[:\S'('.

cas'\220).

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clan hi noiiciu l'aslll(lsa

dc que las

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ahngadas

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sucirnu si Sl' lus mere entre l'l'llizas tihias. 'i(). Eslo cs Ull paralclo hU1lloristico con

la situ;ocj(m ck- Duracolo y su madre, a la vcz que una rl'fercncia al succso del mundo de la vigilia que ocasiona en la mente dd sotlador la imagen del SUCi'lO. Es corriernc en los rclatos tic sucno» maravillosos que cl prorugonist« traiga algun ohjcto 0 sei'lal del rnundo onirico. En camhio en los sucnos de car:tcter realist" hay siempre un succso trivial que al despcrtar cs la explicucion de

Tico Brabe entre los instrumcntos de sa ohseruatorio ( 1587)

todo.

90

I

NOTAS

Sf Ih'N()

ASTRONOMIC()

])E

J.

KJ<:PLEl{ AL

ESCIUTAS S\ICESIVJ\MENTE

1620

ENTHE LOS ANC)S

y

1630

I~Sll' nomhre se me OClIITi() pcnsando en nomhrcs propi()s dc 1:1 historia de F:-;cociaI que sucnan IlIUY pare('ido,~, PUl'S esta region se hulla en frcntc del mar de lslandia. 1':11 nucst ra lengua alcman.i suena alga aSI como "TicITa de hiclos". En csta isla remota imagine yo la localiz:ICi(')J) de mi sucfio y mi cnsuefio par irnitar a los fil<')soroS en este genero de literatura. Sabido es que

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(2)

I.

Kl'Jllcr conoce Ius asunros de beoda

nista (;corgt' (1'.23)

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a Iraves del lihro dvl huma-

RenJlII Scoticaru m bistoria

(Edimhuruo

sosliene que hay semejanzas entre vocahlos

I';S2). Alii

de gal()s y brirones

(:1111 iguos pobladou-s de Escoci«). Entre ellos, ell efccto, ha Y muchos que 1'01" 'dur', prefijo que, scgun Buchunun, 'I" icrc ck-cir 'aguu' COIllO l'jelllplo St'
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ck-l si~lo XIX, I rur.uuc:

l:t Edad Media

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pl:lI'·'l1i('o

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s:lo:rdo(c egipc.:io qu« st' 1()cuc-nta :11 dt.' un

Ke..'pler 11:lh1:1

SIIl'(){).

ha~la principk» rue 1:ll11l>i('11 1II11y

ln J\1l:'il1lida sc: I,,'[I:! e-n cl 'fill/eo

I I:\t'-I'2 l c), donclc-

Sl' p()n,'

de

de los muertos

<[Ul, I'lutareo

en purificacion.

maneja una topografin

grie~o conociera

la presencia

lOll'cree que: la isla Ogigia, Cl1 dlas de navegaci6n

U'll'-

qllt'

d<.' :1111vinic-ton

y "dM. (en Somnium sen, "Appendix

otr.: parte

tcrrcstr«

que seglll1 I'lutarco

Kl'pler

nada illlaginaria, (,).j

hacia poniente

despen()

I.A

It JNA

cncucntra como ,sj cl

I a) se encllentra

a dn-

desde Ingiaterra,

no eS

tanto su interes qlle In traLiujo, anoll) of Plutarch's

Moon", pp, 20l)-21 1,

i I

I I I

1:1 ,II

i;

/,1'

I S, Christoph

Besold

(1577-1638)

fue companero

de csrudios

dc' h~,'-

plcr en Tubinga y, aunque rnostro algun interes por la axrronomi.r, :lClilt'. ~radll'lI1d()se y sicndo profesor de leyes. Como amigo y consejno, inte-rvicnc en l:I vida familiar de Kepler (casamiento de b ln-nn.mn Margaril:t y proceso de la madre acusada de hrujeria). Vease E, I{osen, "Kepler and WilchLTart Trials", Tb« Historian. 28, 1966,447-4')0 [J{l. (1. Veil Mulle-r (1')61-1626), prolcsor de Tubinga, era un fcrvicntc anticopcrnicano l' irnpidio cl debate y cxpoxicion de las tesis qlll' lucgo sciruegrarf.m

en el Silerio,

Kepler

no rompc

I11UlllO, Veasc E, Rosen, "Appendix pp, 207-20M, FJ debate era :ligo vivo: pOI"

profesores,

alumnos

blal1los ya el1 nuestro

en hi vida

expon;a

Y pllhlico

con 21 a pesar del desapego

C: Kepler's Lunar Dissertation

(disjllIlali(})

cl cstudianle

7, De cst a ohrila

16.H, ff.97-I.H'1 = Frisch, V][], 76-12:l), Vease E, [{o-

[), Kepler 'i'r:mslalinn

»E

gr:1I1dcs

de islas y lielTas ell d t\11;"lI1tico,En p:tlticu-

marchando

orra que Islandia, EI Iihrito

Ill'

)NOMJA

ck: 1111

1't'f'lIcrzos tsuhsirlia). En rvnlid.ul los .nl.nuvx, <[Ill" u-in.ilxm dcsck: m.is :tll:'1 ck: las coillmn:!s ck- IllT(,lIll's hasla Lil>ia Y 1':ll'lIria, se cnfn-nraron con t\1l'I1:1S y l'sla ciud:u] sali(, rdol'z'I ido es que una Gli':lslrofc :lcab" con la Atkintid.r pen' no COI1los ilumin.u h»: <[UC la busc.m. 4, Plutarco (46-120 d,e.) ,"nihi'" 1111 trat.ulito Sohn: fa cant '/11" s(' /1" ('II el disco lunar (Defacie (/"tl<' in (Jib" lu nac (I/i/IlI},(,t). Cuando discutc l:t posibilidud de que la luna l'slt' 11:1l>il:l([", concluyc: qlll' alia 11101':111 I:ls .inimas

LA ASTIH

Soh"lI1. No se ir.ua, puvs,

;ltcnil'IlSl'

()SL'lIr:II11t.:lltc

en l xxu

0

Iimircs al ver como a la sazon mi ensueno 0 cucnto me ha salido tan parigual. Porque yo recuerdo con toda exactitud cl momcnto en que compusc calla una de !as partes de mi ficcion y no todas derivaron de b lectura del tal libro. Tengo en mi poder un papcl yu viejo, cscrito, oh nobilisimo Christoph Bcsold", pm ru mano en 10s tiempos aquellos en que, hasandorc en mis conferencias de 1')93, ideaste !as casi vcintc tcsis sohre 10s fenomenos celestes en ]a Luna y para discutirlas, si el daha su consentimiento, sc !as cnscnastc al senor Vcit MOiler, por cntonces presidcntc ordinario de !as discusiones filosoficas'', En aquellos ticmp().~,claro es, aun no huhia visto yo las ohras de 1'11Itarn), Despues tope con la Ilistoria oercladcra de I.uciano", cscrita en gricgo y que consta ck: clos partes, Me h:lhia buscado csta ohrita para pract ic.rr 1;1 Ivl1gu;1 nyud.indornc de 10 gusroso de su argumcnto lIlas que oxado y que, sin embargo, sugiere de alguna m.mcra b naruralcza del univcrso mundo, C;)I1l() l'I mismo Luciano adviertc en cl pr()logo, Tamhicn el sc adcnt n·) en cl oceano navcgauck» Il1;1S alia de las COIUIllIl;IS d\.' llcrculcs y xc vio arrastrado en volandas con su navepm un torbcllino de vicnto, viajando asi basta la LIII1;1. Estrs fueron las prirncras trazas del viaje que P()CO

Ciceron se marcho al Africa para sonar', que Platon cdifico su Atlantida:' prccisanicnrc en el oceano occidental, de dondc pudo convocar funtasticos refucrzos en ayuda del valor guerrero, y que Plutarco en su rraradito Suhre to cara de fa I.uua, dcspues de una lurga inur xlucx.ion, sc planta en los mares de America y nos describe unas isl:ls que cl gcc)grafo modcrno prolxiblcmcntc siruarta pOl' bs Azores, Crocnlandia y la Tierra del Labrador, rcgionc« sit uadas alrcdcdor de Islandia', A dccir vvrdad, cuanras vcccs rclco cste libro de I'Iutarco, otras 1;1111;ISsoy presa de una ndmiracion sin

ill~,~i

SllENO

EL

.JOIIA~NI'SKI'I'I.EI<

SliS puntos

universitaria

of l'i\):l",

de enlonces

de vista y lOCI rehatido

en gl~neral.

del alegre escrilor

de Sam6sata 025-19'1

d,C)

ha-

pr(rlogo,

95

94

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JOHANNFS K,:PU:H

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12, 1,,, kYl'llda irl.uu k-s.: ck-l pllI'galmio de San I';,lrieio SC'silt'", en un islo«: dd L()ugh [)('rg ('0 I.ago I{ojo) dondc tod.ivfa sc cnscn« a romero-, y perc'grinos cl pozo del santo ell clIY"s honduras Sl' mctio cl calxrlk-ro Owciu para obtcncr cl perdon de los pccados, cntrx-ntandosc al diablo y al cspccraculo terrible de !as penns de ultratumba. Los lances de esrc viaj;- sc cucnt.rn ell cl Tractatus de /!iit:~{(I()ri() S, Patricii compucsto a fines del siglo XII por el rnonje cisrcrrk-nsc I L di Sallrey (SCgl111M, P. Ciccaresc, "l.c pill anriche reppresentazioni del purgatorio, dalla io Perpctuae a lla linc: ,lei IX sec.", en /((!}}(tl/lOharharica 7, 19H2, p, 33 y A. Currayne, 1.(!I1,~/J /J('rg, St Patricle's Puryatorv: Tralcc, 19'06), Parace que cl santo nunca visito c-l i)omkga], en '" ('osla norocckk-ntnl de Irlanda, donde Se halla el Lough l)erg (L. Ilider, The I.ifo and legend ofSt, Patrick, Dublin, 1949, p,26 k.it. por Rll [Adcudo los detall"s de csra nota a la amahilidad del prolcsor Antonio Maya, cdiror nu-rkuloso v sabio de tcxtos mcdievalcs]. 1:\, PI(1larCO, Defacie, lJ4:lc. En rcalj~lad cl purgatorio plutarquiano cst" en una zona intcrmcdia entre la tierra y la luna, En eI flotan Ias almas de racionalcs c irracionalcs y, una vcz purificadus, entonces suben pOl' fin :1 la luna, que es incorruptible y pcrtenccc propiamcnte a la regi('m del ciclo. 14 V(-ase la nota 0.1) de Kepler. I'), En los aDOS sucesivc». de 1594,9') Y 96, expedicionarios holandeses capitancados por William Barents frucasaron en tres intentos de abrir una ruta hacia China viajando por cl Oceano Artico en direccion a levante y quedaron detenidos un invicrno en la isla rusa de Novaya Zemlya (Nueva Zcmbla). Un marino llamado Gerrit de Veer, publico en Amsterdam cl al10 ] 'i9ll un info1'1ne de estos viajes redaetado en lengua alemana quc inmediatamentc se tradujo al latin con cI titulo de /)iarillrn nallticum sell vera descriptiO trillrn navigationum irabilium et nunquam audita rum, Un amigo de Kepler, Colmann Zehentmair, Ie envi6 un ejemplar 1'124 de mayo de 1599, [R] [D]

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Sll mucru con cl utulo d,' '/Z,('()ri({w I/()I'(/(' jJ[(//WIIiFiIIiI (NiI"lhIS lcorias de losplanctas). 1':rasIll0 I{dllllOld (1~11"I,)'i:\) COIlll'"S" IIIl C()1l\('lllad() ul m.muul (Wil .. ICIlI)('rg 1'i:i2) anadil'lldo un ellsayo s()lm' la IIiZ lunar ("Il(' illumin.nioucI.UIl;Il'''), Alli h.rbl.. (Ie- bs rl'i'(T('llcia" '1lJ(' los "Sllleli()s()s dclicilla l'0dr;;1l h.ill.u C'Il l'Iut.uxo y lli("gclll's i.:Il'rci(), 1\('1'11'1'1"llia ('11 gran ;1Jl1'l'cio la 11ll1Y

1I1l0S

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obr.. dl' Reinhold, 11{111l1 ,). Its", olir.t la (,OIllP"S() Kepler "11 I'raga, I"TO st' pul ilko ('11lrnnkfurt ck-l Me-no en cl aJ1() quc' dice cl u-xto. xu t itulo C()IllI'!cIO reza: Pa rali] 1(1 , 1I1l'J/{1 v'itellor«! qtt ibn» Par: 11slrollUlili<1<' ()jJlic(/ traditnr. Yilcl(,n () Vitclo C'Scl nomhr« lalilli:cado ck- Wild(), sahi() lraladisla pol.uo del s,XIII, Kepler titula su libro COnH) si se tr.u.tr.. de 1I1lxupk-mc-nto a la obra ck- Wile10, pcro en realkbd v.t lll:ts "11,, y COil d ccila los cimicnu» de la l"plic" moderna. En ci libro hay cllorcl' rd(.'rl'llcias a l'lutarco. II{IID], 1(), Gabriel Rollcnhagcn publico c-! ali() 1(,0:\ en M"gdehurgo Vier Bucher uiu ndcrhalicbcr '" tecvsc» cc.uatro libros sobr« riaji« maranillosos ) el tereero de los cuales es con dccto la ttistoria u-rdaclcra de Luciano, George Rollenhagen 0542-1 ('09), su padre, fill' un po cIa muy !cido y fa1ll0S0, [R] 11. San Brandau el Navegante fuc una sucru- de Uliscs irlanclc» que parrio en compariia ell' catoree monj.-s en husca del Par.uso Tcrrcnal. Su vida se transmite a traves de I" Lcycnda Dorada y sus viajcs se narr.iron en una obra latina compuesta en Ias ('crcanias del Rin durante 1'1s, X. La obra se perdj() pero dej6 eI raslro en historias 11111ylcklas durante la Edael Media, Hay una puesta en castellano: Ilcnedcit, m uiajc de San Branciiin, trad, y pr6L de Marie Jose, Lemarciland, Madrid, Siruela / Selcocci(l1l ell' Lecturas Medicvales,

IJE LA LUNA

gatorio de San Patricio" en Ios subterraneos del Heckla, el volcan de Islandia, Puesto que tarnbien Plutarco conforrnc a la opinion de Ia teologia pagan a habra situado cl pu rgatorio de las animas en la Luna '" me parccio bien a mi, en el memento de zarpar bacia la Luna, soltar arnarras precisamcntc en Islandia, Una razon mayor que me aconscjaba la elcccion de esta isla rue un rclato de Tycho Brahc del que se hablani 111a~ adelantc!'. Tamhien cumplio su papcl cl rccuerdo de mis Iccturas sohre aquella historia del invierno que pasaron UI10S holundcscs en la helada Nueva Zernbla". Esta historia suministra adem.is por sI soia muchisi-

tiempo despues emprencJeria yo hacia Ia Luna, En Graz por primera vez el ano 1595 me hice con el librito de Plutarco cuando tuve noticia de cl leyendo el Comentario de Erasmo Reinhold a las Teorias de Peurhach'' del que tOI1lC~ muchas cosas para la Seccion de Optica de la Astronomia en Praga cl aDo] 604'J, Sin embargo, no porque las islas mcntadas por Plutarco estuvicran por los mares de Islandia escogi e~la tierra para los supuestos de mi cnsucnu, sino que la razon rue que pOl' aquellos dias estalxi a la vcnta cl librito de Luciano sobrc d viaje en barco a la Luna traducido al aleman pOl' cl hijo de Hollcnhagen'O y junto con cl sc cditaban las hisiorias de San Israndrin' y la del pur-

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LA ASTROKOMIA

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mas de 105 ejercicios astronomicos trasladados por mi a la Seccion de cJptica de fa Astronomia del afio 16041(,. En mi habitacion, que usaba por gracia de Martin Bachaczek, rector de l:l Univcrsidad Carolina!", colgaha de la pared un mapa de Europa muy antiguo en el que sc lc aplicaba a Islandia la denorninacion de Fiolx!". Cualquiera que fuesc su significado, 111egust
16. En su (J/J/ic({ Ke-pler dedi,,:! un «apitulo U;.\\!'.. II, 12K-I:\2):! una ohsl'1'va"i,'lI1 rciliz:!d:! pm los liobndcs,'s ck: 11'lrl'l1ts,que luc: que tras ta ncxhc polar 1'1sol k-s :!parcci(-, scis dbs dcspl" __ 's cil' 10 quc cspcral xm. IDI 17. LI t Inivcrsid.rd dc Pr'lg;! Ii:!hia sido fund:!c\;! e-n I:\~7 pOl' cl CI1lpcr.idor C:!rlos IV, de ahi su nom hn- dc, Academia c.arolina. Martin 11:!chacz"k, ustronumo y m.ucm.irko, c'ra rector de l'stel univc-rxid:id cunndo Kepler vivia en Pl'ag;!. La amistad entre los dos estudiosos liege') a tanto que Martin ofreci6 a {ohanncs nloj.unicnto ell su Gisa y lc construyo una torrecilla de madera para quc hicicrn sus o!>sel'vaciones ((;. nY., XJl[, 16'), :\34) [D] lil. Islandia se llarno a vcccs "Fixlanda" y "lrixlandia". nunca COil csc nombre de "Fiolx" que trae Kepler. Rosen (p.:\S, n.Z6) sugtcre que nucstro autor, corto de vista, se confundio con el vocablo "Fji"I'Eir"(= fiordo ) que apurece en localidades de la isla. I'). En]a antigua lengua alernana cl termlno "] lilt" designa el combate. EI tormino mas moderno "Hilde" que solo .ipurccc en nornbres Ierneninos valia acaso por "amazona" () "guerreac\ora". ZO. Rccordemos cI proceso por brujeria que sufri<')la madre del propio Kepler.

SUENO

0

LA AS'['l{()NOlvlfA

DE LA LI TNA

aguardar la madurez de Ius afios para que como de consuncion y vejez acabe Ia Ignorancia por rnorirse. Puesto que el blanco al que apunta mi Sueno es poner en pie un argumento en favor del movimicnto de la Tierra mas bien una solucion a las objecioncs quc por doquier le ha puesto la genre, crcfa que esa vicja Ignorancia estaba ya suficientcmente muerta y arrancada del recuerdo de Ios sabios, aunque est.i claro que su alma todavia se debate en la union con sus dilutados , union muy rcciarncntc trahadu a Jo largo de muchos siglos, sobrcvivicndo en Ias univcrsiclades como una madre cargada de ,1t10S.Sin cmb.ugo vivc de manera que mas lc valdrfa cstar muerra ". (Falta Ia nota 'i) Algo as! me ocurrio en un recicntc viajc", y no ;1 mi solo, sino tamhien a un grupo de muchos que pl'tlsalxm como yo. Un teologo de la Confcsion de Augshurgo",5 nos ataco can gran celo y ercia hallar en las Escrituras arrnas para derrotarnos. Encorajado ;iI fin con nuestras replicas, a voz en grito y jurundo pOI' 10 m.is sagrado, proclam6 que nuestra tesis iha contra toda razon, En este punto yo, rornpiendo al fin mi contumaz silcncio (pues hasta aqui aguardaba sentado como Il1C],Ooyente), dije: "No es extrano que CxlO dcsazonc a la gente de vuestra secta como a ignorantes. Porquc si en la estrcchez de vucstra razon alcanzarais a comprcndcr la utilidad, ncccsidad y posibilidad de este principio, ya haec ticmpo que vosotros mismos, mediante una interpretacion a pro-

°

(6)

21. Todo csto tiene el aire de una alcgoria 0 miro raclonal .il cstilo platonico que simboliza la lucha entre la juvcutud lurninosa de \a tcoria copcrnicana y la vetustez del sistel11:t geo('entrico. 22. Una nota marginal en la edkion ]():\4 del Somnium rcz«: Anno 1620. En el orono de este uno Kepler viaj{) dcsdc Linz en cl norte de Austria hasra Wurtembl'rg a fin de prestar apoyo a su mad 1'" y dcfcndcrl.: de las arusaciones de hechiceria. No regres:tria a I.inz sino al cabo de un ano largo. IRI 2:\. Esto cs, luterano. La Confesion de Augsburgo, redactada por M,,lanchton en ] '5:\0 y lucgo lcvcinent« retocacla, cs cl credo de los lutcranos.

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posito, como no pocas vcccs soleis hacer en otros casos, habriais derivado un menton de argumcntos extraidos de !as Escrituras. Peru ahora la flaqucza de tu razon es tan grande, que no ves que tambicn entrc nosorros hay una partccilla de razon. Y cs que no va coni ra tocla razcm un xupuesto que no va conIra la razon de astr()1101l10S y fisicos, Lo que no ale\llz:! a comprcndcr uno, 10 :dcanz:! otro mas expcrto en LI materia":". C:I<.ia cual sufrc xu propio perjuicio. AI libro de Copcrnico Sohre ias rcoolucioncs'? cl principal pcrjui.io que sc lc causa e.'i cso que dieen Ius ignorantcs en cucstioncs de asironomia (cjcrcicndo la crftica dl' lihro-. no conformc a raz(lll sino a 10 loco) de que se puccle leer COil tal de que proviamcntc sc eliminc 10 del movimicnto de la Tierra, 10 que equivale a dccir que este libro no hay que lccrlo sin previarnenrc quemarlo", Como picnso que a cstas gentes no hay que

(H)

contradccirlas con argumcntacioncs sino con hurlas, lcs he cornpuesto este igrama. Ne lasciuire, poterant cas/rare poctam, testiculis demptis uita superstcs crat. Vae tihi Pythagora. cerchro qttiferris ahttsus, vitam conceduiu, ante sed excerebratu. ["Para que no rctoce qucrrian cupar al pocta: sc quedaba sin tcsriculos, pew segu!a vivo. Ay de ti, I'il:igoras, plies dicen que de tu ccrchro abusastc: le pcrdonan la vida, pero antes rc dcscercbran"}" Me cquivcx.o () el .uuor de IIn:1 s:'ltira pr()caz titulad« h'f couclaoe ignaciano" 1I:I!>!a conscguido un cjcrnplur de esta obrita,

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pinch.i mcnrandome pOl' mi

nombrc ya dcsdc cI principio del lihro. M:is :ldei:IJ1lc llcv.i :II pobr« Copcrnico ante cl tribunal de Pluron al que Sl' lIcga, si no me cquivoco, a traves del crater del l Ickl.r". Vosotros mis amigos, que teneis COJl{)cirnicnto de mis circunstancias y de cual fue la raz(lI1

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2/1. Lurcro y Mclnncluon se opusicron u-nuuumtcmeutc ~l las lL'orias copcrnic;tnas. Kepler, qllc sc sl'nlb un crisrinno rcforrnado sinn:fo, 11iVO problvmas a 10 largo de su vida y pnrticularrncnrc en Linz, cuyo pasror lc negl') la comunion y k: ohlig() a salir a una aldca ccrcana para rccibirln dl' otro EI capillilo ~ dl' b primcra gran obra ustronomica de Kepler, cl M),s/(,!'iuIII (:()SIl1(),~nll)!>icllm ('I'tliling:l '1'1')(,), L'S una dcfens« h':lnc:I dv ]a n')lllp:lliilililbd c-nrrc- \;! Ilihli:1 y b leoria copcruirun«. Un ",studio dctallndo dL'1('onllil'lo SL' hall:!l~i en E. Rose-n, "Kepicr and the Lutheran Attitudv Towards Copcrnicanism in IhL' Context or the Siruggl", between Sciencv and Religion", Vistas in Astronomy, IH, 197\ PI'. :\L7-:\:l7.IHJ [DI 2'1. S", trata del f)(' rcrotntionibu« orhiu m coelcstium cditndo en Nuremberg cl uno 1');i:l, la obru de Nicol:'s Copcnuco que da el primer y publico gran golpe en el dcrribo del cdificio gcoCLOntrico 0 ptolcruuico. Copernico muere en "'s'" mismo :1110de '1')4:1. Ill'SU obra magna hay una rraduccion castellana: Minguez, Carlos, y Testal, Mercedes, Copernico. Suhre Las Reooluciones de los Orbe: celestes, Madrid, Editora Nacional, 19H2, 26. "A tin de que esa clase de opinion no sc difunda ya ell adelanto en dctrimcnto de la verdad catolica", en 1616 la iglcsi« romana prohibio el De reoolutionibus de Copernico "hasta que sca enmendado" (tal rezaba cl dccreto de la Congregaci6n del Indice; una tr.rduccion inglesa del decrcto cntero se puede leer en G. de Santillana, Tbe crime fI/ Galilee, Chicago, University of Chicago Press, 1955, p,123). Scgun Ducos (p.176, n.9) las correcciones fueron publicadas eo I62(),

'!.7. I':stl' l'pigrailla de ll'ngll:1 ;dgo durn Y humor \':..;('obr nos <1:1una idea de b r'lIlIiliari :1Vl'I'SO IL'lnTO, COli 1111u-rmiuo dcsllsado Vi'!'!'is = dic"ris) L'S IIl:dillterprl'lado por igual ell lux dos lradll('ci()ll<.'s <[lll' tt'ngo :1 1:1vista: "lll~I:ls. l'ylli:lg()H.', toi clont i'csl'ril a l'll- L'I1('l1allll'" (1'1, l)lIce),,); "t\bs, () I'yl],:tgor:ts, / Wlll,sL' t hinking wore out iron ch.rins" (F. R(lsl'n), I'or .o..;UPLIL'sto i>iljg()r:ls L'S ;(Cjlll 1:1 In:lsclra <.iv Copl'l"nico, a quicn s~I('<.:rdoll..'sbn:il icos y s:lhios ru: iJl;lrios quisivron descLTl'hl:lr. 2X. l.:I ohra Couclcux: Igncu! fuc puhlicada COIllO anoniuia I'll I.ollclrcs al .mo I()II. Kepler ignora aqui que su autor ex john Donne (1')7.1··1(>:\1), qUL' IlIcgo akanzarfa fama como cxquixin» poc.:la lirico y mordaz s:.lIlrico. En cl ('{)IIc/(I/'<' el narrador, ("-'PIICS de desdellar Ia rcgi(>n de los ciclos (plies din' que: iras la mucrtc de Tycho Hr.ihc, sc Ia dej;1 a (;,dik·o y Kk-r, que est.in I11UYanrentos a cualquicr novcdad que alii ocurrci, i>aja a lox intiernos donde se encuentra con Copcruiro, I'aracelso, Maquiavclo y, finalmenrc, S'1I1 Ignacio de Loyola, qUL' L'S cl Ign:tcio del titulo, J Jay una edicion moderna del panflcto de I ionn«. T S. l lcaly, ~~l/(llills I Iis Conclaoc, Oxford, 196'), Yl'aSl' lamhiC:n F. Rosen, "Appendix E: Kepkr and Donne", pp. 212-21:) Y M. ()[lCOS, "lntroduction", I'P, JIi-I~. 2<), Ell la cdicion del :\4 Kepler rcrniu- .iqui en un parcntcsix a cuatro de SlIS propi"s nota." 3, \ fl, 9. l'an:Cl~ dcscu it\o dd "utor 0 los cciilores, pues s()lo en la not" 9 SL' hahb del Ill'kl;1 (Ia nora 'i ni siqlliera sc rcdact(».

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de mi reeiente viaje a Suabia'", sobre todo si alguno de vosotros topo antes de ahora con el manuscrito, pensara que el librito ese fue de mal aguero para mf. No digo que no. Desde luego que es un estupendo aguero de muerte el que se haee ante una herida mortal 0 tras beber un veneno: no menos estupendo pareel' el agucro de mi desgraeia familiar heeho tras la divulgacion de este eserito. Pensarias que una ehispa ha caido sohre lena seea, esto es, que esas palabras surgen de almas de siniestras interioridades, eapaces de sospechar toda clasc de cosas siniestras, El primer ejernplar fue llevado de Praga a Leipzig y de all! a Tubinga cl afio 1611 pm el baron yon Volkersdorf" y por los maestros que Iormaban su caracter y su mente. i.Estarcis lejos de creer que en las harberias" (solire todo porque para algunos el nornbre que he dado a la ocupaci(m de miFiolxhikle es de mal aguero) se haccn comentarios de mi historieta? En mi ciudad y dornicilio surgicron habladurias calumniosas sobrc mi persona en los afios inmediatarnente sucesivos. Oidas pOl' alrnas inscnsibles levantaron a la postre un incendio de rnalcdicencia atizado por la ignorancia y fa supersticion. Si no me equivoco, as! pcnsareis que 11a-

30. Es el viaje a Wurtemberg que Kepler mencio[u L'11 la nota (6). 31. Parece que se trata de \X7ilhelm von volkersdorf (1 'j')'i-1612), tercer bar6n de su nomhre. E. Rosen (p. 10, n. 42) aventura que visito Praga antes de marchar a Italia (dondc moriria jovencisimo) y prest() algtm tipo de ayuela 0 proteeci6n a Kepler. EI nomhre, hajo la forma Volckerstorff, esta impreso con letras g()ticas en cl Somninm de 16;"\4. 32. « •.. en 1615, el hijo del duque de Wurtemherg vino a cazar a Leonburg; estaba acompafiado de su lxirbero que resulraba ser cl hermano de la peor enemiga de Katharina Kepler; eran los dias cuando se empczaba a dccir que esta era bruja. EI harbcro intent" convcncer a Katharina para que curara a su hermana mediante la magia. Katharina Kepler rehuso, planreo querella y tal fue cl coruienzo del proceso, donde este personaje dehi6 jugar un papel importante. Procedia de Tubinga y fue all.i, dice Kepler, donde empczo el escandalo" (M. Ducos. p. 177, n. 7). De todas maneras Ius harberos son proverhialmcnte murrnuradorcs (d. Horacio, Sat., 1,7,3). 102

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bria sido posible por una parte que mi casa sc viera libre de un vejamen de seis :tI10S y yo por otra del recicnte viaje anual, si no hubicse desobedecido las ordenes sofiadas de rni Fiolxhilde'". As! pues, me parecio bien que este SUCtlO 11110 sc tome el dcsquite en cl asunto ese de Ia publicacion del lihro, 10 que sera un segundo castigo para mis adversaries". La descripcion del volcan l Iekla cs conocida pm lox mapas y libros de geogral"ia1S. En cl tipo de suplicio atcndi a la leyenda, pues como tal la considcro, del famoso Empedocles contada por ])i()genes Lacrcio": sc dice que, para alcanzar cl titulo de dios, suhio al Etna y se arrojo en cl crater, cntrcg.indosc vivo ;1 las llamas, cuando 10 m{ls probable cs que Iucra a la hClsqucda de una cxplicacion para csc fuego incxtinguihk: y, cegado, avanzara tcmcrariamcnte hastu un punro de dondc ya no le era posible regrcsar: se rcsquchraj() bajo sus plantas Ia costra de cenizas solidificada y, arrcntido ya tarde de su curiosidad y sin cl mcnor cuidado por la fama, rindi6 entre congojas 1:1 vida a pcsar suyo. Un final parecido fue el de G.Plinio, quc en cl desastre de la erupcion del Vesubio, para invcstigar sus causas, se hizo trasladar hasta Pompeya entre lluvias arnenazadoras de pavesas y piedra pomcz y se ahogo con el hedor del azufre y las cenizas que

53. Kk-r sup" del l'ncausamic1l\() ele la madre por una carra de su hcrmana Margarita en 1(, I 'i Y cl proCCS() no acabana hasta la lilx-racion y dcclaracion ell' inoccncia ell J('21. Sl'is '"10S de problemas, plll". 1<:1 rcgrcs() a Linz en noviembrc clel 21, tras un ano de auscncia en Wurtl'lllberg, nos cia 1622 como fccha ek est a nota (8). [R] 54. I In segundo ('a Sligo -dicc- porquc sus adversaries han pagado ya un primcro .il tcncr que correr con Ias lres cuartas partes de los gastos del proccso. [D] 3'i. Olao Magno en su Historia de W'lllilms Sej)/enlrirmalihus (Roma l'i')'i), lib. II, cap. 2, afinna que eI vokan l lekl» era tenido como un lugar de cxpiacion para las almas del purg.uorio. De Olao proccdcn otras noticias que da Kepler sobrc his tierras del norte; vease mas ahajo las notas (12), (I '») y (39) iD] 36. Vida y opiniones de losfilosotc»; VIII 69 Y 75 (donde sugiere que no fue suickla prctcncioso de morir como un dios sino victima accidental).

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Ie taponaron los conductos respiratorios". Tambien de Hornero, por la adivinanza que Ie pusieron unos pescadores'", y de Aristoteles, ernpenado hasta la tortura en explicar las corrientes alternas del Euripo'", cucnta la leyenda que se suicidaron tirandose al agua. Muchos aS1, pagan su amor a la ciencia, quedando pobres y suscitando el aborrecimiento de los ricos ignorantes". (10) Hago alusion a las costumbres lxirbaras de los lcgos. Pues si se convicrte la Ignorancia, como antes dijeil, en madre de la Cicncia, su padre ha de ser la Razon. Es evidente que a tal padre 10 ha de ignorar u ocultar una madre como aquclla. (11) En la descripcion historica de Escocia y las ()rcadas'2, ell yo autor es Buchanan, se haec mencion de un pes-

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cador que a los 150 aI10S de edad tuvo de su mujerhijos". Porque mas arriba empiczan Ias nicves y los pefiascales, y en la cumbre se halla el fuego procedcnte de las cntrarias de la tierra, scgCI11tcstimonian los libros de historia natural. Porque Islandia esta situada junto al circlllo polar. Tal le 01 contar a Tycho Brahe, que rcscrio cstos pormcnores a partir de una relacion compuesta por un obispo islandes". Los cstudios de medicina y de axtronomta est.in C111parentados por provcnir ambos de la misrna Iucnrc: cl afan de conoccr la natur.rlcza. Ahora hicn, la herholaria practica Ileva las m.is de las vcces ap.ircjadas consigo crccricias supcrsticiosas. Es corricntc entre los ge()grafos !a opinion -vcrcbdera 0 Ialsa, no 10 sC'- de que los timonclcs de los harcos que vicncn de Islandia sacan del odrc .ihicrto de los vientos cl vicnto que quieten IO.Si uno idcntifica csto con Ius rumhos de la rosa de los na vega nil's, con cita joven algunos

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( IS) :'7. El rclaro de la mucrtc- del naturalisra Plinio 10 hizo su xol irino ('Ii~ a jlctid(lIl del historiador Tacito. EI reportaje, viviclo y dl,t" ll.u lo, sc hall.. ell !as c.arias, VI, I (). :\N. I." mucrr« de I Iomcro esta en Pscudo-Plu.arco, "Sol ire: I" vicla y los poem"s de I Iorncro" t Mi»: VII). La arlivinanza de lox pescado!",'s, que sin pcscar nuda habian csrado cspulgandose en la mar, rez"ha asi: "1.0 que hcmo» cogido 10 h.-mos dejado atr{ls y 10 que no hc-mos ('"ogillo 10 tracmos COil nosotro-," (solucion: Ius piojos), Homcro murio e-ntre tortu r"s intck-ctualcs pm 110 salx-r resolver cl "ccltijo. Kepler conrulllic xu IUlICI·te con cl ahog.unicnro de Aristotck»; :\1). Sobrc ellcgendario suicidio de Arist6tdes (mucrro cl :\22 a.e.) vl·asc E. Rosen, "Appendix F: Kepler legendary of' Aristotle's ])c"th·', pp. 124-215. 1'1 Furipo, cuyos flujos y rcflujos no alcanzal»: a COllljlrellder cl torturado filosofo, cs cl delgado cstrecho que sqxlu \;t isla de I'll I)(";1, al norte ell' Arenas, del coruincnr«. Como en el caso de llomc-ro, ,'L' tr.ua de otra fabulilla sobrc los limitcs angusriosos del conocimicnto hum.uio. 40. Si aquf enrnendamos e! texto rccihido del Sotn.nium, lcycndo prooocati en lugar de prouocatis. el scntido de la frasc cnlazari« mucho mcjor con la mcncion de los suicidas -Homero y Aristotclcs- que lc precede: "Muchos asi, incitados por la pobreza y d aborrccimicnto de los ricos ignorantes, pagan con su pro pia persona cl arnor quc Ie ticncn a la cicncia", 4l. En la nota (4). 42. En I(rOOKepler, pur habcr rehusado hacerse catolico, deV) dc ensellar y, antes de cntrar en cl circulo de Tycho Brahe para investigaciones astronomic-as. quiso dcdic.us« a la mcdicina y liege'>a pcdirle apoyo para clio a Maestlin, SLlantiguo profesor ek Tuhinga (G. W. XIV, 1')1). lH.J

~'i.). Aquf la memoria de Kepler redondea y emhellece los ,\;ttos de una "ntigll~1 lccturu. C;corgc lsuch.man en su l Itstor» 0/ Scotlauc! hahla, en decto, de un hombre "qu« se cast) ,k·SpUl;S de los I()() al1os. Cu.mdo ten,,, 1·10 ~lI)OS.uostumbrnl». " pcsca!" en ,SlI lxrrquilla en nu-dio ckl mar encresp~ldo'·
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eI indicador magnetico y con el manejo del timon, se hallara que resulta poco mas 0 menos cierto. Hayen efecto 32 vientos catalogados, de los que 16 soplan en un hcrnisferio y 16 en otro. Si la pericia del timonel se supone, con la guia de la rosa y el mancjo del timon, la nave ira por el c.lerrotero previsto dentro de su hcmislcrio. Ahora bien, los vientos del hemisferio opuesto, sarandosc hacia Ios lados una y otra vez (fenomeno que en la jerga murincra llarnan 'harlovcntear':"), cntrcchocan lcvcmcnte hasta que se transferman en uno de los vicntos del hemisfcrio contrario. (16) De .icucrdo con csto, cl obispo islandes cornunico a Tycho Brahc que l~lsmuchachas islandesas, micntras oycn la palahra de Dios en !as iglesias, suclcn escrihir con incrciblc dcstrczu, bordandolas en un canamazo con aguja l' hilo de color, algunas de las cxprcsioncs y frascs que oyeron. (17) I'asantio de largo junto a Escocia y las ()rcadasi7 en el Mar del Norte. (IH) Comoquicra que cstc IlO tenia su saquito para aITOSrrar \os cmb.itcs del vicuio norte, no pudo atracur en Norucga, qllc era su punlo de destino. (ll)) Scglln d rckuo de Tycho mcncionado antes en la nota 13. (20) Accrca del rcno, una cspecic de ciervo nordico, Tycho Brahe cOJ11UniClal l.indgravc de IIessc·iH que no sohrcvivc en liinamarca porque csa region, pese a ser bastantc fria, cs sin embargo mas tcmplada que Botnia, Finlandia 0 Laponia, donde sc cria el animal. Es 46. EI texro dice lauare, latiniz.uion por semcjanza de un t.('rmino como el aleman 'lavieren' 0 eJ franees 'louvoycr', que valen ror navegar .iprovechando vientos contraries. E. Rosen traduce 'tacking' ("to change the direction of a sailing-ship so th.uthc wind blows from the other side", scgll11 define el Dice. de Oxford). it7. Las antiguas Orcadas son hov las islax Orkneys. itH. Wilhelm IV (1532-1592), gr,111 aficionado a la astronomia, recomendo a Brah« ante el rey de Dinamarca y cruzo con el astronomo una nutrida correspondencia. EI landgrave comunico en una ocasion a Brahe que un rcno que tenia procedente de Noruega se lc murio al no peeler rcsisrir los calores del verano. []{\ [D]

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16gico, pues, atribuir a Islandia, que tarnbien esta situada junto al circulo polar artico, las misrnas temperaturas rnuy frias, (21) Esta isla, por ser esteril y pedregosa y poco extensa, no tiene mas habitantes aparte de unos cuarenta pescadores que en ella viven". (22) Esta costumbre de preguntar, aprender, estirnar los relatos de esta dase, rumiarlos constanternentc y aplicarlos alas doctrinas naturales fuc sicmpre propia del individuo autenticamente filosofico, (23) Sc trata, claro es, de la misma lcngua gcrrnanica, aunque sus dialectos son muy diferentes en Dinarnarca c Islandia. Esta ultima, scgtin parccc, cs colonia de noruegos, hajo cuyo podcr cstaba haec den anos junto con la vccina Groenlandia'". Mas todavia, sabcmos con scguridad por cl rclato de cierto mcrcadcr de Vcnccia, n.iufrago, que tambicn en las ()rcadas sc ascntaron \as costumbres y la lengua gernuinicas haec doscicntos anos']. (24) (27) Raras veces menos de dicz; en ocasioncs hasra trcinta. Solia entrenarlos en eI manejo de instrumcntos diversos para la obscrvacion de los astros, en el trazado de dihujos, en pruclxis con fuego>' y otras tareus de la ciencia scmejantcs. it<). La isla duncsa

de f lvcn no era tan inhospit« como dice Kepler, cuarcnta pescadores n-xulran scr, .,ew'lll cl plano que de clla lev.uuo Tycho Ilrahe (vcas« nucsrra n. H al tcxto del Somnium), cuarcnta CaSl'i·\OS.IDI 'i0. Los noruegos se ancxionaron Islnnclia en 12()2; en J.')X() fa isla past) a 111 a nos de los daneses, II) I 'i1. Probablernente se trata de Antonio 1."110. (In libro sohrc las pretendidas aventuras de Antonio y xu padre Nicolo, corridas den anos antes del viajc de Colon, se publico en Vcnccia en 1SSH, confundiendo a ge()grafos y cartografos sohrc las ricrrus y gentes del Atl.intico norte. EI libro 110 habla de lus Orcadas, aunque se lus idcntificaba con algunas de sus islas fanulsticas. EI dominie norucgo sobre estas islas duro hasta 1468. pucs

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52. EI tcrrnino latino del tcxto es pyronornica. Tal vez experimentos pirotccnicos 0 mctalurgicos. E. Rosen ve una alusion a investigaciones quimicas.

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(25) Era clue no de cuantiosas riquezas heredadas que dispensaba gencrosamente en pro de la ciencia. Vencedor adcmas de todo aburrimicnto y perseguidor incansable de las cuestioncs que gencralmente se clan pOl' imposibles, como dernuestra su metodo de observacion exactisimo en que la vision humana se enfrcnta y supera a 1<1naturalcza misma. (26) Una de las divcrsionc« de csrc pcrsoruije era el sorprcnder de Vl~Z en cuando a los que estaban a punto de marcharsc y ya se hahi.m despedido. Veiansc estos rcchazados incspcrad.uucnte por los barqueros y, salvo que aprcndieran a volar, rctcnidos mas tiernpo del que querian. i( 27) Vease Ia nota 21i.1 (2~) l~st;lha leycndo yo pm cnronccs cl libro de Martin del Rio Cucstiones de magia», I-:sconocido ademas cl verso de Virgilio: carmiua lie! caelo possunt deducere Lunam . l"pucdcIl conjures luccr lxijar 1;1Luna del ciclo'"]" Pero sohre todo me venia muy bien la regi()n del cic10, ya que en Islandia a rncnudo hi Luna, cuando para !as otras n.uioncs eSlJ lk-na, no sc dej~1vcr, Los escritorcs" vicncn dicicndo que los pueblos nordicos l'Suin farniliarizados con !a magia, y l'S de crccr que los l'spfrit us de l.rs tinichlas los accchcn en medic de las consabidas nod ll·S prolongudas, ya que Islandia csui apartada allJ en las remoras rcgioncs septentrionales. 53. EI jesuita Marlin Antonio lkl Rio ( I'i'i l-160!,;) e-x .uuor de: uno de los libros de mayor exito en xu ticrnpo, los Disqulsitionunt ma,~icanlll/. lihri sex (Lovaina, 1599-16(0). un n-pc-rrorio erudite ck: CISOS y cosas de 1I1'lgiacan pretensiones de manual para uso del inquisidor y del jucz perseguidor de la hechicerfa. Se edit6 una y 011"1vc». de modo implacable a 10 largo de 150 afios. Sobre la vidu, ohra y fallu de este autor pucde leese Coil provecho J Caro Baroja, "Martin del RIO Y xus Disquisiciones I!uigicas", en Hl senor inquisidor y (11m uidas por oficio, Madrid, Al ianza, 196s, pp. 171-196. 'i4. Bucoiu.as, VIlJ, 69. )). Olao Magno, Historia, lib. III (dcdicado casi exclusivamente alas pnicticas hcchiceriles de estos pueblos). IDI

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Es evidcnte asimismo que los ocios en esos crepusculos y nochcs interminables son muy a proposito para la filosofia. El Ilmo, Julius Frederick, duque de· Wurtcnbcrg, que en un viajc memorable rccorrio precisamente los territories del norte, confirma esta opinion dicicndo que por doquier se cncuentran alli hombres maravillosamente instruidos y que ante 10s forasteros que estan de paso demuestran sus saberes con una gcntilcza desusada entre nosotros'". (29) Considerc que esta epoca del ario era la 11lJS convenicntc para navcgar desde el punto aqucl del rcino de /)inamarca hasta Islandia. (jO) I-:sto sc dcsprcnde de 10 dicho en la nota I j seglll1 la tcoria de la esfera, (511 Vuclvc atnis y mira fa nota 2~. tudicibus lites, aurigae somnia currus, (32) tfuasqu.e die quaeris, nocte potiris opum. I"SlIefia cl juez con pleitos y el carretero con SlI caITO, y las riquezas que de dia buscas, por la noche las tienes"]'7 (33) 1':1obispo antes mencionado aseguro a Tycho Brahe que los islandcscs son gente de mucho talento. (jll) Estos espiritus rrcscntan las ciencias,que cs donde sc dcsvclan lax causas de todo. Me inspire) esta alcgoria la voz griega griega 'daemon' que vicne de OUlE:LV que significa 'conocer'. Decir 'daemon' es como

'i6. Este viaje del duque Julius Frederick (1 'iHH-]('i3'»), emprendido en 1616, lc romo dos anos completes. No se sube que nadic 10 relatara, par In que ex de suponer que comunico de viva voz a Kepler sus experiencias.IRI ')7. Este distico, que no he podido determinar si es del aurar a ajeno, recog« la idea de que las rareas y conversaciones diurnas son responsablcs del argumento de nuestros SUCI10S (como se afirma en 105 primeros pas()s del Sueno de Hscipum ciceroniano). Aqui eI Kepler anotadar insinua que las uveriguacioncs de la madre Fiolxhilde sabre viajes y astros ocasionaron eI sucno lunar de su hijo Duracoto.

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decir 8all1lWVsH, Con estos presupuestos lee ahora la nota 28 desde donde dice "Es evidente asimismo que"," (35) La razon genuina de estc numero se me escapa. ~Pense tal vez en las nueve Musas porque tambien eran ellas para los paganos diosas, tal como es para mi un dios el espiritu? ~O acaso con ese numero aludi alas siguientes disciplinas: 1. Mctafisica. 2, Flsic;t, 3, Etica. 4, Astronomia. Gcomctria.

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5, Astrologia.

6, Optica,

7, Musica,

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9, Aritmetica?

(36) Estoy seguro de que en este punto me rondaba por Ia cabeza no se si Urania, que cs una de las nueve Musas, () tal vez Ia Astronornia, quc es una de las ciencias. En efecto, si no fucra porque el frio priva a los nordicos de muchas de las cosas necesarias para su susrcnto, yo dirla que cstas gentes estan mejor dotadas quc Ius otras para la astronomia, toda vez quc Ia distincion entre los dias y las neches es entre ellos mas ncta, cosa que invita a la astronomia, (37) Si estas cosas se diccn de Ias Musas, hay que reconocer que a Ias otras" se les reprocha algo de vanidad. Ahor.i hicn, si se aplica alas Ciencias, la Fisica cnsc11aa componer venenos y tambien, cuando opera sin discrecion, engendra alquimistas; la Metafisica pretenelida a destiempo ensoberbece y, con sutilezas excesivas e inoportunas, perturba las doctrinas comunmente itidas; la Etica recomienda una largueza que no es buena para todos; la Astrologfa es abogada de su-

58, Kepler sigue las err6neas cspcculacioncs ctiruologicas de Platon en el Cratilo (398b). La linguistica historic.: mock-rna conccta cl terrnino daimon can el verba daiomai, "partir", sicndo en un principio los daimemes repartidores del destino, c()ncehido asi COIllOIote que a cada hombre corrcsponde. Es de notar que «l griego historir-o coservaba clara mente esta acepci6n de la palabra: ethos antbropo daimon, "el caracter es para cada eual su destino", dijo la sabiduria presocnitk:a (Heraclito, Ir, 119), idcntificando daimon con ellote de la suerte. Sin embargo Pluton no tuvo muy en cuenta tal sentido. 59, Que no son la Astronomer.

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persticiones, la Optica engana, la Musica se pone al servicio de arnorios, tal como la Geometria haec otro tanto con el poder tiranico, y la Aritmctica con la avaricia. Sin embargo puede tomarse en mejor sentido: si todas por si mismas son apacibles y poco dafiosas (aunque no esos espiritus apostates y malvados que tienen trato con magos y hechiceras y de cuya safia y nocividad cia testimonio irrefutable su propio patrocinador Porfirio'"), mas 10 sera la Astronomia pm Ia propia naturaleza de su objeto. lndagando que motive me inclino a poncr csrc nLImew, no veo otro que cl hahcr hallado que tal es cl numero de Icrras 0 caractcrcs de las palabras Aslronomia Copernicana y que otras tantas son las forrnas de las conjunciones de Ius sietc planetas tornados de dos en dos, Y sc aflade la Feliz circunstuncia de que ese cs cl numero de tiradas que sc puedcn haccr con dos dados, comoquicra que 21 cs numero triangular con base Ud El scntido alegorico del conjuro 10 romo de Del Rid'2 Y de la magia, pero subyace en cl un scntido gramatical: 'conjurar' significa 'intcrpclar?'.

()(), I'orfirio (2,~,F)():1) luc- un hl,'"o!'o ck- la escuela Il.uuada ncopl.uonica 'Ille hi:«: comen!'1 rios 'I la vcZ, de obras de Arisrorclcs y I)lolollleo, COIllO todos los pbt(')nicos St' OCllp() con k y c-xrcnsanu-ruc dc' b cuestic'lI1de los dainumes. I':n una ohr.r suya, hccha dcsap'lrccl'r pm ('I emperador Tcodosio. ataca a los cristbnos, San Agllstin 10 critica y k: n-prochu Sll dcfcnsa de la realid:rd demoniaca cLa ciiulad de I !ius, X 227), A "csar dc que aquf Kepler parcel' hacerse eco del santo, profcs,') gLm .idmiracion a I'orfirio e incluso cmprcndio una traduceion de sus obras. 11)1 61, 1,:1concepro de "nunu-ro triangular" cs habitual en la m.ncm.itk-a pil'lg()rica y griega pefO extral10 a nuestros habitos, EI m:ts pcqucno es 3 (~1+2), cuya base seria 2, y lucgo se cxtrac la seri« sum.indo Ia Ilamada hase aumcnruda siempre en una unidad. EI siglliente numero triangular cs, pues, 11 (l +2+3) con base :), El icrnuno "base" se ex plica porque imaginahan, por cjcmplo, el numero 2 I del texto como un triangulo grafico , con 11 puntos en la parte inferior y sohrc clla sucesivas lincas de 5, 4, 3, 2 Y 1 puntos, 62, Mcncionado ya en la n. (2H) de Kepler, Vease nuestra 11, 5,) alii. 63, En la traduccion los rcrminos 'conjuro', 'conjurar' e 'interpelar' quieren v.ilcr pOl' eoocatio, cuocare J' enu nciarc del original. 111

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(39) Esto tarnbien 10 dicen Olao y otros acerca de 10s fineses, un pueblo del norte, y de los lapones'". Peru yo 10 he adaptado a la doctrina de los db naturales, las zonas y los dimas y a la experiencia de los 1101andeses en cl oceano glacial!>'. Estos ultimos hallaron todo de acucrdo con 10 que ;1('[1abajo nosotros Ius astrL1l1011l0S sabernos y venimos cnscnando desdc haec ya muchas generaciones. (liO) Lo anterior se referia a las rcgiones de la tierra accesiblcs al hombre. Esto de ahora apliqucsc a las rcgioncs del ciclo. (11) Es un dicho corricntc: "Mcjor crccr que ir a ver" Son lIllIC/JOStambicn los que prcguntan ,~i los astronomos aCah;Il110Sde bajar del cicio. 1\ estos lcs In rcspondido mejor para sus cntcndcdcrus cI Mcnsajero de las estrellas de Galilco'", Sin embargo, mas poderoso cs el dictamen de Ia ra Z(JI1, que cs sin salvedad alguna cl testigo mas fiablo, como ban podido comprohar los holandeses en su famosa invernada (ver nota 39). (42) La Luna cs para Ius hebreos 'Lebana' 0 'Levana'. Pudc muy bien Hamada 'Selenitida', pero los vocables he-

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breos, mas raros para nuestros oidos, gozan en las cicncias ocultas de un prestigio supersticioso mucho m;IYOL (43) He aqui como los imperativos de mis propios presupuestos me arrojaron a esa costa que Plutarco escogio. Tambien el hace mendon del regreso de Saturno al signo de Tauro'". Con todo, el proceso de rni decision fuc el siguiente. Rernede el estilo de los astr6logos Y coloque cl Sol y la Luna en sus dignidades?" particulares. En efccto, el Sol, antes de qlll' Duracoto vol viera a su patria, cstaba en Leo, que es :;11(";\'~:Ipropia. De no haber sido asi, pudo colocar.«: ("I s()1 en ese signo, y la Luna, menguante y con ,'11' 'rll' I.';, en Cancer, que cs asimismo su casa, Pcro 11;\1 )j:1 IIII inconvenicnte: me vela obligado a coloca r "1 s,)1 I)()r dchajo del horizonte oriental, pues, para (,1 ,':\.~'), 1:1 ncxhc parccia mas adccuada, A causa de (..~I(· ill'()11 vcnicntc horrc cl signo de Cancer y descchc c-l .111') en que Saturno estaha en Cancer, asaber, el ano 1'-,q'" que rue justamcnte cuando tLI, Besold, copiasrc 1)(>I propia manu la discrtacion sobre la Luna. Todavia "11 mis originalcs sc cncucntran las tachaduras, De olr:1 parte, una vcz que mi Duracoto paso el invierno en su tierra, clcgi para e'l cl l11CSde rnarzo, con el Sol en cl cquinoccio; en L1n bucn signo astronomico y a punto de entrar en Aries, que cs su cxaltacion. Asi pues, si la Luna debia aparccer con cucrnos, csto es, en un signo vecino al Sol, no tenia ciertamcnte tanta dignidad en ningun otro signo eomo en SLl exaltacion en Tauro'".

64. Otro recuerdo borroso de una vieja lectura. Olao Magno, autor del Iihro Ilcno de verda des y maravillas sobre las nacioncs del norte de Europa citado en una nota anterior, 10 que dice es que finesl"s y lupones cran capaces de dar cuenta al intresado de cualquicr acontccimicilio que le sucediera a un familiar 0 amigo, aunque se cncontrara 'I 'iO() 0 WOO millas del lugar; ello 10 lograban mediante Ull trance () cnsucno (lib. Ill, cap. 16). Puedc que la noticia !legara a Kepler una vez mas a travcs de Martin del Rio. [R] [D] 65. Vease al final de la nota (2). 66. Se trata del Mensajero de las cstrcllas 0 Sidercus nuncius (Vcnccia, marzo de 1610), el primer libro que describ« observacioncs astronomicas realizadas con el tclescopio. AI mes siguiente de su publicacion lanza Kepler su Discusi6n con el mensajero celeste (tornando la otra accion de la palabra latina riuntius). Sobre el trasfondo contra el que se perfila la reaccion de Kepler ante esta obra de Galileo, veasc E. Rosen, "Galileo and Kepler: their first two s", Isis, S7, 1966,262-264. Tamhien puede verse la traducci6n inglesa del mismo E. Rosen (Kepler's Conucrsation with Galilee sidereal Messenger, Nueva York. 1965) y la espanola ell' C. Solis Santos t.Calileo-Kepler. El Mensaje y el Mensajero sideral, Madrid, Alianza Editorial, 1984).

67. Plutarco. Defacie 941c. 6H. El rerrmno dignitas design a la posicion de un planeta alli donde SLI int1uencia aumenta, Kepler crcc mode-radamcnrc en la astrologia. Escribe a Macstlin: "Como astr()logo lutcrano descarto los absurdos pero retengo Ia substancia" (G. W., XlIJ, IH4). [citado por Rosen]. 69. Los astrologos con Ptolomco a la cabeza consideran el signo de Cancer como la cas" de la Luna, mientras que Leo alberga al Sol (Tetrabihlos, I, 1Hl. FI Sol por SLI parte ejerce su mayor influencia en el signo

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jcllIANN]·" KEPLER

De manera que para que pudiese aparecer junto alas otras estrellas convino colocar el Sol bajo el horizonte de su puesta, en los comienzos de la noche. Y ello fue de propio intento, particularrncnte en los signos de descenso'" largo, en los que, pur su posicion, es visible por entero el cuerpo de la Luna comprendido dentro de los cuernos luminosos, segun dije en la Optica" yen rni Discusion con elMensajcro de las estrellas" de Galileo y, en fin, en el Epitome]'. Para que tambicn Saturno se uniera a la Luna, 10 que cons ideran los astrologos un tema relacionado con las ciencias ocultas, hubo que poner igualmente a Saturno en. Tauro, As! se llega a la epoca en que mayor auge ihan tomando las observaciones de Tycho Brahe?', el 11/

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EL

SllEN()0 LAAST]{(lNOMiA ])1', LA LUNA

2FS de marzo de 1589, por la tarde, momento en que adernas la conjunci6n cae por las Pleyades, constelaci6n que si esta junto a la Luna multiplica la imaginaci6n del nacido entonces, como ya iti en Ios Harmonicos": Mas todavia, los metodos astron6micos recomiendan esta constelaci6n para observar la Luna en creciente. Vease una observaci6n de esta clase en el capitulo XI de mi Optica, foi. 347, correspondiente a los dias 8 de abril y 27 de julio de 159877 (44) (46) (47) Estas son tambien cercmonias magicas, con las que tiene que ver el modo en que sc ha de ensefiar la astronornia, que no puede ser rutinario ni improvisado, sino que en esta ciencia toda respucsta pronta necesita de calma, concentraci6n de Ius sentidos y palabras meditadas. En la practica particular de cierta observaci6n que yo repetia en Praga por aquellos anos?", siempre que se reunian conmigo espcctadores 0 espectadoras, tenia yo por costumbre rctirarme previamente de su conversaci6n bacia un rcscrvado que habia alii cerca en la casa elegido por mi para tal proposito. Lo dejaba a oscuras, disponia un vcntanuco en forma de agujcro pequenisimo, rccuhria la pared de tela blanca y, acto seguido, Ilarnaba a la

de Aries, por scr cntoncc-s cl dia m,]s largo y m.i-: intcnso cl «alor, V la Luna haec otro tanto en Tauro (ibd.). El Tet rabihlos () Cllacirij)(lrlill! es cl evangelic: de la astrologia, obra del mismo Ptolomc-o que explico la m.iquina geocl'ntric;] durante lll'lS de un milcnio. [R[ 70. Durante los scis llleses entre el equinoccio de orono V cl de primuvcra las nochcs son rn:ls largas que 10s dias. Entonccs Ios seis signos del zodiac() visibk». en la noche descienden 0 b.rj.m hac.ia cI horizonrc m.is lcnr.uucnrc quc los otros seis signos diurnos. Estc es cl Il.un.ulo aqlll 'dcscen:«: largo'. [R[ 71. "AI t icmpo del creciente, se deja ver una 11iZ difusa en todo c-l cuerpo de la luna junto a los cuernos" (C. IV, 11,22:\). 72. Kepler se dirige a Galileo en cstos tcrminos: "En la pagina ')7. no menos ingeniosamente abordas la observacion del disco lunar cuando lc salen los cuernos por vez primera y ensenas c()(110 raparlos con la interposicion de un tejado a fin de que resulte la parte rcsranre del disco. Este procedimiento de observaci6n me resulra muy fumiliar" (C. Solis S,llltos, GalileoKepler. El Mensaje y el Mensajcro sidcral, PI'· H 1-1:\2; cr. E. Rosen, Conversation, p. 32). 73. Es un breviario de la astronornia copcmicanu cdirnclo por partes: libros HII (1618), libro IV (1620), libros V-VII (]621) [1)] 74. Tycho Brahe dio una importancia grande a IDS instrumentos de observacion V a las observaciones sistematicas trcnr« alas ocasionalcs, pem nunca lleg6 a publicar sus resultados, rcnu-roso de que algun orro compusiera el sistema del mundo que cl pensalxr componer como coronacion de sus labores. A su muerte el "Tesoro de observaciones" pas() a manos de Kepler y le perrnitio dcscubrir sus farnosas leyes sobrc el movimiento de los planetas V publicar sus Tablas Rodolfinas (de titulo similar a las mcdievales Tablas Alfonsinas). [R]

7'). 1'1 calcndario gregon.mo, que cs cl que actuulmcnrc segll imos, es fruto de los reroques que al llamado calcndario juliano dio en cl ,ltl0 1SH2 cl papa Gregorio XIII. EI cambio mas llamativo era la suprcsion de diez dias para acompasar el ano burocratico con el solar. Sin embargo no todos los paises aceptaron de momento la reforma y por eso Kepler, que cscribc para todos, da la doble notaci6n de los dias, siendo la cifra mayor la del viejo calendario juliano. 76. Los cinco libros ell' la Armenia del Mundo (J Iarmonices Mundi) sc cditaron en Linz el ano 1619 con una dedicatoria al rev Jaime I de Inglaterra; contienen la tercera Icy del movimiento planetario, En el lib. IV, cap. 7, hahla de que tal era jusrarncntc la posicion de la luna en el signo de Tauro por el dia de su nacimiento V que hallaba que secumplia en su persona 10 que la astrologia prcdice (tener una imaginativa llena de fantasias). [R] 77 C; W, II, 297. 78. 1600-1612.

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J

KELlum

concurrencia. Estas eran mis ccrcmonias, estos mis ritos. i.Quereis tarnbien signos? En una pizarra garabateaba con tiza 10 que me parccia mas apropiado para mis espectadorcs. Utilizaba letras mayusculas pero invirtiendo los trazos Cab! ticnes 10 magico del rito), tal como se cscrihe en hebreo; Colgalxi la pizarra fucru al aire Iibre frente al Sol, con las letras del roves, para que as! Jo que yo habia escrito se rcflejara dcntro sobre la pared blanca al derccho, Si un vicntecillo sacudb Ia pizarra fuera, dcntro Ias letras rroducian en la pared aqucllos movirnicntos desacompasados. (4') Los que de mis espcctadorcs vivan tcxlavia veran con su imaginacion, cuundo rccapacitcn, cu.il fuc csta CI1crucijada en mi casa, Pero aqui sc cnticndc ahora la cncrucijada astronomica en cl esquema celeste supucsto. Y clla cs dobk-: la una cs \a del Sol siiuado en d punto cquinoccial en cl que sc cntrecruzan cl eCU;Idor y la senda ccliprica del So\. Y consta en los manuscritos de Brahc una obscrvacion de la altura del Sol en ese mismo punto equinoccial rcalizada esl' dia". La otra cncrucijada es el nodo descendcntc de 1;1 Lun.t o cola del Drag(m'O, que entonces qucdaba hacia c] final de Acuario. A ella ha ell' atender cl astronomo para saber cuando la Luna esta en sus Imutes" 1. Entonces pOl' caso estaba la Luna en el limite austral, hacia el final ell' Tauro, posicion que invita a los asrronomos a observar la latitud de sus limites. [(46) (47) Vease la nota (44)]. (48) Precisarnente solia ariadir estas bromas tanto m{ts agradables para los espectadores cuanto que cntcndian que eran eso, bromas. (49) Siguiendo este rnismo ritual (iY que rcquetern.igicol), habiarnos observado, poco antes de que yo proyccta-

7'). Tvchonts Brabe ... opera, XI, :lJ7. lEi. RO. L;)s nodos de la luna son los puntos dond.- su orbita corta la ccliptica.

m.

Limitcs: puntos situados a un cuadrarue de distancia de los nodos .. 1I()

EJ. S[n~N() () LA

Ac.;TRONOMiA

DE LA LUNA

ra escribir la presente obrita, un eclipse de Sol el 2/ 12 de octubre de 160,). to recordareis vosotros que estuvisteis presentes en la observacion, ernbajadores del Conde Palatine de Neoburgo'". en la terraza ell' la casa de recreo sita en Ios jardines imperiales carecla1110S de camara oscura, por 10 que tuvimos CjLlC cuhrirnos con unas camisas Ius cabezas para asi aislarnos de la luz del dia. ('50) No creo que sea irnposiblc reproclucir con diversos instrumentos cada una ell' las vocales y consonantcs en una imitacion del lenguujc humano, Sin embargo, sea cllo como sea, habra de ser m:1S parccido a un ruido 0 carraspco quc a una vcrdadera voz. Y en csta rnecanica pienso que sc esconden ciertas (Ll1111);IS para los supersticiosos y creduJos, de modo que en algun.rs ocasioncs pucdcn dar en creer que les estan hablando demonios, cuando se trata de un puro artificio que rerncda los prodigies ele la magia. Aunquc scguralllentc otros podr.in afirrnar 1a realidad de esto COil 111;].$Iund.uncnto que yo, que no la he cornprobado, pucdo acaso ncgarla, Pcro se me vicnc ;1 la caheza en este punto cl grato rccuerdo de Matthias ScifLlIt, de feliz memoria, dejado por Tycho Brahe a sus hijos como corrcligionarid". Este hombre emplc() t l'l'S mcscs en calcular Ias efernerides de Ia Luna para un solo aI1()," C0l1fOr111e a Ias reglas de Tycho, Tenia en SLI poder una voz no muy cliferente de la que digo. Le sohrcvino un mal

i'i2. EI conde palatino es Philip Ludwig "I que succdio su hijo Wolfgang Wilhelm (1 S7R-16S:\ I. Uno de sus cml »ijadarcs Iu« Johann Zeschlin, padrino dclcgado en d lxrutizo (Id hijo de Kepler. En octubre de 1605 Wolfgang y Johann viajaron a la corte imperial en Fraga, donde, como se vc, asisten a las observ.uiom-s asrronomicus. Kepi<:r habria de componer una Carla sohre eI eclipse- solar jirodllcid() ell el tnes de octubre de 1605 (~ (J W. IV, :i7-S:\J IEll])1 R:I. El termino del tcxro es cl hclcnisrno svmmystes, propiamcnr« '\,1 companero iniciado en los ritos secreto," de Ia ciencia. R4. 160:\.

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J OIlANNES

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KEPLE!(

melancolico 0 frenetico que no le permitia cledicarse a estos entretenimientos y que desemboco final mente en mortal hidropesia'". (51) EI saber acerca de la apariencia de los astros: de SaLEL]), saber". (52) Se le mado venir'" desde la Luna, en la que dentro de la ficcion estaban puestos nuestros ojos. (53) A un grado del circulo maximo terrcstre corresponden 15 millas alemanas, Y como la altitud polar" en Roma es 41" 50' yen NUremberg 49° 26' sobre un mismo meridiano poco m{IS 0 menos, hay 114 millas de la una a la otra y 100 hasta la ribera del Danubio. LI altitud polar en Restock cs 54" lO'. POl' tanto de NCIt'cmberg a Rostock hay 71 millas, De esta manera b difcrencia entre los 4H" 16' de altitud polar de l.inz y los 50" 6' de l'raga e.'; de 1" 50', 10 que representa 26 millas'", Si un grado ticne 15 millas, el radio de cse circulo, que cs cl radio del globo tcrrcstrc, mcdira H60 rnillas'". Y en cl Hiparco" dcmuestro y en el Bj>[/mNe de Astronomia Co/>crllicand)2 dcduzco de 10 anterior que la Luna en su apogeo dista de la tierra unos 59

LA AST1{ONOMfA

])1.: LA

Lt JNA

radios terrestres. Multiplicando 59 por 860 resultan 50740 millas, (54) No esta situada sino que mas bien flota, si cs que atcndemos a su semejanza con una isla. Pero es que aqui fue forzoso hablar segCII1 las apariencias. En efccto, quien estuviera en la Luna cstarfa convencido de que la Luna esta quieta en su sitio, (55) Sc da una razon fisic~l, con su migaja de broma, para explicar por que to.'; eclipses de Sol y de LlIn~1actrrean tantas dcsgracias. Y cs que diccn que los malos espiritus son podcres de fas tinicblas y del aire. Uno sc sicnte inclinado a pcnsar, en consccucncia, que estin condenados y c.omo dcstcrrados alas regiot1es somhrias, dcnrro de csc cono de somhra que lu Tierra proyecta. Cuanclo d COllOde sombra roza la Luna, en csc momcmo, los dcrnonios Ia invadcn en trope I ayud.indosc del cono de sombra como de unas l'selleras, A su vcz, cuando cl co no clc sombra que proyecta Ia Luna roza Ia Tie-rra duranl~~ los eclipses totales de Sol, los dcmonios rcgrcsan pOl' cl ;1 Ia Tierra, scgCIl1 se vera nuis adclanrc en ]a nota H6. Pcro cstas ocasioncs son ranis. Al10LI bien, en tanto ell cu.into en cste pasaje 'dcrnonio' se toma por 'ck-ncia de hi astronomia', vaklra la afirrnacion de quc la mente no tiene otro camino hacia la Luna quc a travcs de la SOlllbra ell' la Tierra y todo 10 dennis que de ;111( sc desprcnde. Vcase Ia Sciatnctria, que es una seccion del

HS. Matthias Seiffert «nrro ell «ontacto con 'l'yciHl Ilrahe despul's de que csle viajara a I'raga en 1S99. En abril ck-I .mo siguicnte, cu.indo las relacioncs entre Kepler y Brah« cstuvicron a punto de rompcrsc, l'studiaba ya con el ultimo de cllos. Durante los .rnos suhsiguicnn-s tral"lja con Kepler, que mcnciona sux c.ikuk». y ol)selvacioncs CI1 algunas de sus obras. Tarnbien rue su .nn.mucnsc. IHI 86. Cf. la nota (54). 87. Kepler dice accersita, en cl gencrD fcmcnino, con 10 que se supone que estc demonio es hcmhr.i. 88. Segun M. Ducos (p. 186, n. 8), la altirud polar cs la altura del polo celeste en un lugar dcrerminaclo y es igual a Ia latitud de csc lugar. H9. Aqui hay un redondco a la baja tan generoso que parece m.is bien un dcsliz, ya que I" SO' x IS ~ 27,S. 90. 360" x 15 ~ 5.400; 5.100 : 2IT ~ 860 millas alcruanas (con redondeo al alza), 91. El manuscrito de est a ohm inacabada (cuyo titulo complete era Hiparco () los tarnanos y distancias de Ios Ires cuerpos, el Sol, la LUria y let Tierra) 10 imprimio pOI' vez primera Frisch (III, 520-'549). [Rl 92. G.W, VII, 279-280.

93. Sciamctria quierc dccir "medida dt: las sombras", pucs justamcntc el comienzo del Hiparco contiene dcfinicioncs, teorernas y problemas en torno a la cuestion de las sombras de la tierra y la luna durante los eclipses.

1.18

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Hiparcd" .

(56) Si pcrsistimos en la alegoria, cs J':icil para la razon apoyarse en la Sciametria, como en su instrumcnto, con miras a conocer las cosas del cielo, Pero .,;i pcnsamos en la naturaleza de 10s cuerpos y cspiritus, igualmentc cs clara la razon de 10 afirmado. Y ito en hue-

.. J 01 IANNES

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KEI'LEH

na hora hacer aqui bromas, por supuesto con la mente preparada para un raciocinio de indole fisica, aunque de sosJayo con mis dardos satiricos apunto en derredor hacia Ins confiados espectadores. ('i7) Esto 10 entiendo al modo Iisico, caso ell' que un cuerp<1, con su propia pesantcz, se vca arrastrado hacia 10 alto 12,O()() millas en el transcurso ell' una hora. Anadase la carcncia de aire, sohre la cual se hablar.i en la nota 71, mortal de neccsidad para el hombre, como 10 es para el pez la carencia de agua, Porque entre los principios que aduzco como itidos porfisicos de primcru fila esta tamhicn cl de que la superficie cxicrna de la atmosfera esta situada a la altura de las cumbres montanosas mas «lcvaclas () inciuso les quecia pOl' dcbajo'". ('i:-l) Mcnudcan en J()S cscrito« de Tycho Brahe Ius reprochcs lanzados contra esa clasc de hombres qUl' sin cmp.icho prcsu11len de sapicncia, frcntc a los cuales d pone SIIS personates cslucrzos y neches en vela, ('i<) Tuvc ante mis ojos cl epigrama que en son de brorna compusc haec anos sohrc la complexion corporal de Macstlin'", profesor rnio pOI' aqucl cntonccs: Quo lcuius gracilifer: corpore [xmdus, hoc citius supcras cuola: ilk: do mos , I"Cuanto mcnor peso arrastra en su cucrpo dclgado, tanto m;IS veloz lcvanta 6J su vuclo :1 Ias rnoradas de

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LA ASTROl\()['v1iA

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La delgadez es caracteristica de los ingenios sutiles, Y de paso que me perdoncn Ius puntillosos'", (00) iAqui ardc Troya con el sacrificio en Aulide'" y la alianza de los reyes! Pero mi intencion era solarncnrc brorncar o argumentar bromcando. Si cs verdad, digo yo, 10 que tantos tribunales proclarnan accrca de las hrujas, de que son capaces de viajar pOl' Jos aires, sera entonces igualmente posihlc que, como en este caso, un cuerpo sea arrancado de la Tierra y transportado a Ia Luna, (61) Las hromas llevan aparcjado consigo cl que cuando crecs ganarte cl aplauso de los unos a costa de otros oycntcs, hicrc-, a Ius de :IC:t y ~I los de all.i. Con todo, Alcmania sc Ilcva Lt P:"I11;\de la corpulcncia y la glotonerin, tal como Espaha se llcva Ia del talcnro, cl huon juicio y la frugalidad, As! plies, en Ias cicncias sutilcs, como l'Sl:l de la astronomfa .v sobrc toclo Ia lunar, hasaela e-n una pcrspcctiva cxrran«, COtnOsi aJguien 10 viera todo dcsde la Luna), si por igual sc cmpcnarun alemanes y cspafiolcs, cst os Ctiti1110S irian muy pOI' dclanIe ck: los otros. Y en COIl:;ccucncia dcjo dkho que cst! obritn habra de dar risa a 10,<; ak-mancs, micntras <JUC l:t h.in de tenor en cicria extima los csp.molcs'".

'H, Crecncia erronca, dcducida del progresivo enrarccimicruo del airc a mcdid« que se sub« a las montanas. Dado que las m'ls altas cumbres cstahan por cntonces sin cxplorar Ia dcduccion GlrCc1a de comprobaciones. Desde la antiguedad se crcia que tras la dcsap.uicion del aire ocupaba en los ciclos su lugar una suhstancia sutilisima: cl ctcr. 95, Michael Macstlin (1550-1631) cnscno matcm.iticas y asrronomia a Kepler en la Universidad de Tuhinga y 10 incinicio U1 cl conocimiento y aprecio de la teoria copernicana. Vease arriba nucstra n. 44 a la n, (14) de Kepler.

,)r" I'idl' disculpas [lor'lUl' ;!lah;1 a un maestro y porqlll' t.unl iic-n l-l pertcncCl' a la corradi:1 dl' Ius sutik.x. Kkr hubicr» siclo un l nu:n pasajero l'n cl viajc a la luna. (:1 mismo Sl' descriile, confornu- a su tc-m.t asrr.il: "Su cucrpo CS :igil, cntc.o. hicn proporcionad». (;usta de rocr huesos y cortezas dl' pan duro, Sc contenta t.unhk-n con una alimcntacion de 10 1Il;'ISfrugal" (cit. pm Frisch, V,17(l-'177l, Y ell una cart;1 de 1~')') dirigitia a su protector cl Cancilk-r de I~avil'ra l k-rw.ut von l lohcnburg. "Rocr iJUCS()S, COl11er pan duro, dcgustar alimcruos agrios () <.llllargos cs para mi un placer, pascal' pOI' p;lrajes csclhrosos, sohr« tajos y a traves de la mak-za, una dc-licia" «(;,\\1, XIII, 51 I, n" 117l, [RJ[])J ')7, Sc t r.ua del sacrtfkio de Irigeni:I, Ilcv.ido a clho por su padre Agamonon a instancias de los otros reyes griegos, sus aliados en la expedicion incipicnu- contra Troya. Rccon.lcmos que lu e1iosa air.ula contra los griegos, ell euyos altarcs dcbcn inmolar a lfigcnia. es Diana, identificada sieuiprc con la Luna, Ifigeniu susrituvc aqui :1 la madre de Kepler, puesta en peligro por cl hijo con sus alcgorias brujcriles. 9~, Porque scgun la tipologia de las naciones que entonces andaba en hoga los alcmanes eran espesos y k-ntos al razonar mientras que los espanolcs gozahan de una inteligeneia seca y p<:netrante,

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(62) La duraci6n del eclipse central de Luna desde su comienzo basta su final, cuando los luminares estan situados en sus apogeos, concluye muy pocos minutes despues. La paralaje'" del Sol es, en efecto, 0' ')9", la de la Luna 5R' 22" Y ]a SUl11a de ambos 59' 21". El radio del Sol tiene 1')' 0", por 10 que el radio de la sornbra tendni 44' 2] P Si se lc anade el radio de la Luna, que ticne 1')' 0", la suma vuelve a dar 59' 21P Ahora bien, el movimicnto horario real de I,L Luna equivale a 29' 44", cl del Sol a 2' 23". La difercncia entre el de la Luna y cl del Sol es 27' 21", cuyo cllIplo, obtenido al multiplicar por dos horas, se susrrac, y resultan Ij.' 39""11'. Pcro Ij' 33" 30'" sc realizan en 10 minutos y cl resto, 5" .~()''', en 12 segundos. En COJ1sccucncia, 1,1 dur.icion total cs de q horas 20' 2')". Sin embargo, csta dULICi(lIl prolongada es rarfsimu. Por tanto, si un cucrpo, s:ilicndo des de la Tierra, sc dispone a viajar h
comentaristas arabes':". Si no me equivoco, nos estan senalando un conocido pasaje del libro II, . 12, de SlI obra Sobre el cielo'?', acerca del eual puedc Iccrse en el libro IV del Epitome de Astronomia Copernicana'", Pero la prueha mas evidcnte de este parentcsco est{l en cl t1ujo y reflujo de las mareas. Vease al respecto rni introduccion a los Comcntarios sobre los rnouimientos de Marte'": La Luna, situada en cl vcrtice del Oceano Atlantico, del llamado Oceano Austral, del Oceano Oriental 0 del Oceano Indico, atrae las aguas que mclean el gloho terraquco y cstc arrasrre hace que las aguas por doquier se prccipitcn hacia los espacios abiertos y Iibrcs de ticrras continentales que estan situados bajo la perpendicular de Ia Luna, dejando al dcscubierto las costas. Pcro, cntretanto, micntras csuin de camino, :11 alcjar-«: 1:1 Luna de la vertical de un oceano, la corricnte de !as :lgllas, 1:1I1i'.;1I1:1 contra la orilla occidcnta I, qucda libre de la c:tusa atractiva, retrocede y a xu vcz sc dCrralll:1 en bs costas orientales'?". En los Harmonicas, Iihro lV, o ulti-

102. EI «omcntartsra .uubc J\verroes (l12(,-1 I'm) .urihuyc-, ell declo, a J\ristlltdes la nocion de que la luna, p"r scr oscuru Y proccck-r su brillo de otro cucrpo (d sol), l'S similar a ln tierra. Peru en rcalicl.«] J\rist
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99. La paralajc es el .ingulo forrnado pOl' dos lineas rectas dirigidas la una del centro de un astro al de la tierra y la orra desde eI centro del astro hasta el ohservador. [D1 100. 2 x 27' 21" ~ ')4' 42"; 59' 21" - ')4' 42" ~ 4' 39". 101. Plutarco, Defacie, 934a-9Y;c.

TO.). Arixrotcle», ])e caclo II [2 (2<)21>,20-21). 101j·.(/.W VI[, 2').1. "Kepler se cquivoca al peusar que Avenues ricne en mente un pasaje del Sobre el ciclo. I{eallllcntc cl comcnrarista :'u'ahc csU dilucidando La genemcilin de los anirnales [JI [J 06[il, U-22)" (E. koscn, p. (,H, n. 141J. 1O~. G. W., III, 26. EI titulo completo de la OIJr:l rcza: Astrtmomia n/WUCI explicada jlor causas. () Fisica celeste, exjn iesta en Comentarios sobre los mooimientos de Marte. En ]a introduccion se expone una tcoria acertada Y cabal sobre las marcas. [D] ioo. Esta es lxisicamenre la misma explicacion quc se cia hoy en db sobre la naturaleza de las mareas, si bien la ciericia actual la hasa en los cimicntos rnatematicos de la gravitaci6n universal. Plutarco tDefacie 940a) mcnciona la tcoria de que las rnarcas dependen de una accion licuefac-

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nares, ellos tienen el valor de intentar con tales escaleras la subida a la Luna 0 la indagacion de la naturaleza y el cursu de los astros. En la ruza humana cs una parte pequenisima la de los que fi\osofan y, entre los fil6sofos, apenas uno 0 dos sc cmpcnan en dilatar las fronteras de la astronomia. (6') Vuelvo aqui por via de ficcion a la tcorfa de la naturaleza ell' los cuerpos. (66) Defino yo la gravedad COIllO una propicdad parecida a la magnctica, una atracci()n mutua. Ahora bien, Ia fuerza de esta atraccion cs mayor entre cuerpos proximos que entre cuerpos alcjudos entre si. Por conxiguicntc, cuando dos cuerpos est.in llIUY proximo», ofrecen gran resistcncia a su saracion 111') (67) No hay golpe que sea Iucrtc cu.mdo cs clpaz de LTdcr cl cucrpo que 10 rccihc. POI' cso rccihc un golpc Il1:1S rccio la bola de plomo CjUL'la de piedra, pucs al tener aquclla l11:1S peso of rcce mayor resistcncia. Como nuestros cuerpos son pcsados, ofrcccr.in rcsistcncia al movimienLo, y el golpc de un choquc a tan gran vclocidad seni por tanto violcnrisimo. «()l'{) Aqui yo rare al mcnos en I:t .igudcza del dolor. Cuide otro de la intcgridad del viajcro IXlra CJllL~no 10 hagan picac1illo, da igual si dormido 0 dcspit-rto. «()9) En cl cuerpo apelotonado las partes proximas a la ClUsa impelente, al estar oprimidus por cl peso de las partes que descargan sobrc ellas, sulrcn 1ll:1S. (7() Nuesrros cuerpos se calicntan con la tihicza de los vapores que continuamcnte manari de las cntranas de la Tierra'!". Tales vaporcs cacn 0 bien en forma de lluvia 0 bien condensados durante la noche, sin cl COIl-

he reflexionado todavia sobre otra causa del flujo y reflujo de las mare as que esta muy relacionada con la expuesta'?", Pero 1a que aqui toco basta para mis propositos ahora. Porque si los demonios no huhitan en otro sitio que cl cono de sombra, cahe imaginal' que arrastren en voland as un cuerpo hacia el vert ice del cono. Evidcntemcntc, si la Luna al mismo tiempo no cruzara a traves del cono, se quedarian solos sin ayuda, se farigarian, sudarian, reventarian, esta claro. En camhio, si emprendcn la tarea con lu Luna a su favor, al colocarsc db en la sombra favorcccra los intentos de los demonios con su atraccion magnctica de cucrpo cmparcntado. Vcase mas adeluntc la nota 7R ((i3) Ill' aqui otra razon para klccr corto el ticmpo del rraslado, no dcrivad.i de la dur.uion del eclipse suficicntcmcntc largo, ni de 1:1 n.uuralcza del cuerpo, sino de la mente del transportador. (64) Toda csta ('rase encaja dcnrro de 10 alegorico. Pucsto que los eclipses grandes y Il.unauvos son rams, y raras las oportuuidadcs de ohscrva rlos, la cicncia astronomica (UIlO de los cspfrilus) no se da a conoccr gcncralmcntc merced a los eclipses. Pcro hay nh')sofos que sin ahorrur csfucrzos cultivan tod.is las cicncias filosoficus (rrcscntadas en esa familia de cspiritus): cllos, rito, accchan cl memento de los eclipses IllmaI07,

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SUENO

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iora de la luna. Kepler al comcnt.rr eSIC' y ouos pasajl's del gril'go prodama que ha skin ('I quicn pOI' vcz primcru ha dado l.t cxplicacion buena. En una carra de 1607 habl« del libro de un alcm.in, euyo nombre -diccsc h" perdido, dondc lcy« aIgo parccido. (;alilco rechaz(, con mcncion l:xprcsa de Kepler la teoria, pOI' parcccrlc <JUl' prcsuponia "cualidadc» ocultas y otras nociones infantik-s semcjantcs" «()jJcre, VfI, /+96). [HI 107. G. W, VI, 270. 108. Aqui Kepler anade a su ccrtcra tcorfa de las marcas dcralles (·Iue ocasionaron el desden de Galilco. Segllll Kepler la rcspiracion de cuadrupedos y peel's, y el ritmo del sueno y Ia vigilia son movimicntos que se suceden y explican en conformidad con las marcus. De otro lado la tierra como 105 planetas esta dotada de un alma y respira al com pas del sol y la luna (G W, VI, 270, 23-26). IRI

109. SCglll1 E. Rosen, esta nota cs poco mcnos <Juc una Iormulacion prc-newtoniana de la graved ad ("Appendix 11: Kepler's Concept of (;ravity", pp. 21il-221); contra M. Ducos, p.It-i9, n. l. 11 O. Todo esta nota (70) es de inspiracion aristotclica. La tcorfa de los v h) ID.I

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curso de 10s rayos solares, en forma de rocio 0 escarcha. La piel, escamondada de este tibia vapor externo, empieza a ponerse aspera. EI vapor ernanado deJ CLlerpo, ante la perdida del calor en virtud del cual transpiraba, se rcagrupa y se vuelve materia fria, adquiere pOl' obra de la coagulacion un movimiento hacia el cuerpo de donde brota y mete frio en el cuerpo al metcrsc en el. En fin, la brisa del erel', abandonada por los rayos solares, es fria pOl' privacion de calor. Al ser sutilisima, adquiere as! un frio de muy pOGI cfectividad sicmpre que esta quieta. Empero, el movimiento que lc sobreviene le confiere de paso un cierto aurncnto de densidad, de manera que cuanto mas rccio cs su cheque contra el cuerpo volante 0 el del cuerpo contra ella, tanto mas densa y penctrante (merced a SLIsurilcza) y fria se vuelve luego. El frio se convicrrc en una cualidad activa a causa de Ia condensacion de lu materia, que, cuando no esta aun condensada, iro que sea fria solo en un sentido privativo. El paso de la forma privativa a la activa III se 10 dejo a olros para que 10 cxpliqucn, Vcase una especulacion al rcspccto en rni Optica+", donde se procede pOI' una semcjanza basada en la luz y en el color negro, y en la medida en que mi intento sea fallido, procurcse haccr pOI' que se descubran las causas. (71) V case arriba la nota ')7 (72) Esto solo Jo dices pOl' ti misrno!". La naturaleza 111e abandona: poncrse a bromear en asunto serio no sc si hara gracia. De otra parte Ia alegoria resulta fria, EJ demonio aquel que rresenta a Ia Astronomia, con

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LA ASTJ{ONOtvliA

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LA LUNA

su fuerza ingenita de ardiente fervor poria especulacion, suple algo friamente la falta de Ius vituallas necesarias para cl propio sustento. No puede uno dejar de rnencionar aquella historieta de Aristoteles, que viene aqui tan a cuento, acerca de unos fil6sofos que se encararnaron sobre cl monte Olimpo de Asia para ampliar horizontes Iii. Evidentcmcntc cuando cl cuerpo ya sc ha alcjado de la esfera de atraccion magnetica de la Tierra un Irecho tan gr:lt1dc que ya predomina la atruccion magnetica de ]a Luna. Cuando pOl' mutua oposici6n las atraccioncs magncticas de la Tierra y la Luna se contra rrcst.m, succdc que ya cl cucrpo no ticndc a ninguna de l.is dos partes. Entoncc-s cl cllerpo en cucstion, C01ll0 un todo, atrae a SllS propio» micmhros, ya que son partes menorcs que el todo. Aunque no hast:1 en absolute la propension. I [ace Iulta empujar toclavia. Y es que todo cuerpo, ell razon de su materia, POSL'C rcspecto al movimicnto Lilla cicrta mercia que k- proporciona al cucrpo repose ell cualquiet lugar clonck: sc coloquc lejos de !as rUCl'z:lsarractivas. Esu: impulso 0, mejor dicho, inert-ia es mcnestel' que sea su perario por quicn quicre mover un cuerpo de su sitio I h. EJlo es pOI' supuesto cuando pur su proximidad prevalece la csfcra de atraccion de la Luna. En cfecto, convinienc.lo en que cualquier masa de la Tierra cquivalente al gloholunar atracria con Ia misma tuerza un

111. "forma privativa y activa": terminos aristotclico» y CSCOl'ISticoscon los que al parecer Kepler no se siente comedo. Segtm Aristorele» en la Metafisica la carencia 0 privacion no pucde scr causa de nada. 112. Cap. I, prop. 15 y 37 ~ G. W, II, 23-24 Y 37. [R! 113. Frase oscura. DllCOS traduce: "Ceci est dit seulernent pour la forme". Nuestra traduccion se basa en suponcr una ornision: hoc tantum dicis causa. Acaso confundc Kepler los pianos hablando consigo mismo.

114. "Es imposihk- vivir en cieltas monran:is a mcnos que se ponga uno una esponjn en las nnriccx, seglII1 indica Aristotclcs en Sll Mctcorol«: gia" (Kepler, Optica ~ U. W.. II, 12'i; Y algo parccido dice en cI i!j)it()l11(, ~ G.1V, VII, 63). El dato no CSt:1en Aristotek-», pero aqlli tien« incluso unos dctallcs circunstanciados. Estos filosofos que hacen alpinismo vionen a ser naturalistas 0, como sc clccia cntonccs, fisicos, hombres intcn-sados en hallar las causas de los kn6menos. [R] ll 'i. Veas« E. Rosen, "Appendix I: Kepler Concept of Inertia", pp. 222-223.

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JOHANNES

KEPLER

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cuerpo colocado entre los dos globos de tal manera que Ia proporcion de sus distancias a uno y otro sea la misrna que la de los cuerpos entre si, ese cuerpo permanecera inrnovil, ya que atracciones opuestas se anulan, Por ejemplo, si dista de la Tierra 58 1/')9 radios terrestres y de la Luna 58/59 radios terrcstrcs, Ese mismo cuerpo, si se acerca un poeo mas a la Luna, se dejara llevar ya pur la atraccion de la Luna al predominar en razon de su proximidad la fucrza de esta ultima.

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(78) Al principio es poco util, peru en la proximidad de Ia Luna 10 es muchisimo, como cs hidl de ver. Igualmente es poco util para quicnes no cmpujan nada en ahsoluto, mientras que a los que empujan para lcvantar bacia arriba el cucrpo Ics ayuda inciuso cuando todavia predomina la Tierra. Vcasc arriba la nota 62. (79) Vc.msc las notas 67, ()!) y 6<). Pcro procure c-l viajcro llegar con su cuerpo ell tal grado de integridad, que pueda pese a to do despcrtarsc. Aqu! la alcgoria suministra a quienes obligados pm voto de castid.icl se enfrentan a sus instintos naturales una mcdicina probada: Ia investigacion atenta, continua, fcrvoros.i. (He) Lo que, segun la nota 6211(" es complctamcruc contrario y opuesto a la naruralcza de los cuerpos y hasta imposible. (81) Para mi fue muy divcrtido cuando cncontre que Plutarco ya habia escrito poco mas 0 menos estas mismas palabras!". (82) Porque se Haman cspiritus ell' las tinieblas, scgun se vio antes en la nota SS. Pcro la alegoria rrcsenta con el viaje a traves de la sombra Ia ohservacion de los eclipses, con el Sol las cuestioncs politicas, con las cuevas umbrias de la Luna la soledad y las sombras de la vida acadernica, con la estancia en las cue-

116. El texto de Somnium de 1634 sc rcmitc a la nota 6. Enrnicndo siguiendo a Ducos (p, 191, n.o). 117. Plutarco, Defacie, 940f-941d.

(81) (85) (86)

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1"'- ASTHONUMIA

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LA LUNA

vas la investigaci6n continua basada en la observacion de los eclipses. Era mi morada en Praga una casa en Ia que ninguna estancia habia mas adecuada para la observacion del diarnetro del Sol que una bodega subterranea de cerveza des de cuyos bajos, a traves de un agujero en el techo, solia dirigir el tuho astronornico descrito en mi Optica hacia el Sol de mcdio dia durante las jornadas del solsticio!". Peru esta parte de la alegoria la clesarrolla mas extensamcnte la nota numero 8.3 que viene lucgo. (Falta la nota 83) Lo que sucedc al sL'ptimo II octavo db luego del eclipse de Luna, scgCIIl se vera mas abajo"
11k. El tuho astronomko no l'S c-l relescopio sino un canuto sin lenres urilizado p"ra ol iservnr ios eclipses proyccrando la imagen del sol en UDa parualla dcntro de I" C'Ullara oscura. seglll1 reficrc cl mismo Kepler en una carra CC;.W., XVII!, :\K9) Y CIl la Opttca (G. W, 11,2Hk-290). [R] 119. No Sl' vcr.i, porque () cI autor olvido volvcr sohrc cstl' punto 0 los editon-s pasaron sin tran.scrihir la cxplicacion. 120.1'1 tcxto del Somniu.m (J(,.\4) trac "qui iocus ("hro111"")que Frisch corrige en locus C'pasajc") con scntido y quiz.is con razon. Pero vease la nota ('is) de Kepler, doncIc se hahl.. de una ratio pbysica loco mixta. G. W rctoma la cnmienda de Frisch. 121. G. W, Vll, 2H'i. El limite del mundo es el ciclo de las estrellas fijas, Kepler rerhaza cxpresa mcntc un universo infinito por ser algo que ni siquiera la mente puedc abarcar (De stella nova ~ G. W, I, 257). [HI

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estrellas fijas; el del cielo en el que se halla la Tierra con su Luna apenas la veintemilava parte y eI radio de la esfera lunar es 1/'59 del radio de este ultimo cielo, As! pues, los intervalos desde las cstrellas fijas hasta la Tierra varian en no mas de un diezmilavo. Y asi, las desviaciones de la Luna suponen alrededor de una treintava parte dcntro de esta variacion tan pequena. De esta mancra, cualquier desviacion de la Luna respecto de las cstrellas fijas se vuelve imperceptible. (110) La Luna sicmprc nos muestra las mismas manchas a nosorros los hahitantcs de la Tierra. Entcndcmos pi)!' cllo quc gira alrcdcdor de Ia Tierra como si estuvicsc ~Ilada a cl la con un hilo, ocultando su hcmisfcrio 0 parte xuporior y cnscnundo sicmpre cl otro, (119) (90) A la que nosotros sus habitanrcs llamamos 'Tierra' sc me ~lI1t()V) a mi llamarla 'Volva' conformc a la perccion de los pueblos lunarcs, Al igual que entre nosotros, a CILIsa de SLi color hlanquecino, eI luminal' nocturno rccibc en hchrco cl nornhre de 'Lchhana' y en la lengll~1 Cl rLiSGI (dcrivadu segCm creo de Ja punica) 'Luna', y en griego 'Selene', de (JEAne;, que significa 'rcspl.indor blanco', pucs a nosotros los que vivi1110Sen la Tierra sc nos aparccc de csc modo, ;IS1 uunbien entre los pueblos luna res cs r.izonablc asignarle una ck-no niin.u-ion ~I nuesrra Tierra, que P:ICI ell os haec Lis vcccs de una luna, clcrivada de su aparicncia cxtcrna 12l, Pcro a ellos cl gloho tcrniquco sc I'cs aparccc en cl cido giranc.lo continua mente en torno a un ejc inrnovil. Es posihle que tengan un indicio de est' giro en las manchas, segun se cxplicara 1ll(IS adelantc!". De modo que cl nornhre 'Volva' derivarla de

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I.A A'TIlONOMiA

124, EI movimiento primero los rerrninos de una [ornada.

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es el movimiento

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LA LUNA

'voltearse', Y 'subvolvios' 0 'subvolvanos' son los que yen la Velva, mientras que los 'privolvanos' son Ios que estan privados de la Volva y su vista, (91) osotros aqui en el globo de la Tierra consideramos polos del mundo aquellos clos puntas de la esfera de las estrellas fijas opuestos entre sf en los que incide el eje de la Tierra prolongado hacia una y otra region del cielo. Estos dos puntos, dentro de la aparicncia del movimiento primero!", los vernos como inmoviles. Sin embargo, 10s habitantes de la Luna no los consideran los polos del mundo, ya que cl ciclo cstrcllado no se les muestra en tan breve espacio de ticmpo como a nosotros, que creernos que gira alrcdcdor de ellos en vcinticuatro horas de Ias nuestras. En rcalidad ocurrc que cl eje del cuerpo lunar, perpendicular, 0 casi, al plano de la ccliptica, incidc, si xc: prolonga, en puntos del ciclo de lus estrcll.is Iijas proximos a los polos de la ecliptica: csos son para los lunfcolas los polos del mundo, da(i<) que la csfera de las estrcllas fijas, en el espacio de ticmpo que nosotros llamamos mes, para ellos se deja vcr dundo la vuelta sohrc cstc cjc, pOI' aquello de que rcalmcntc cl globo mismo de la Luna gira alrcdcdor de este xu eje y de sus dos extremos C0J110 si estuvicran clavados en su sitio. Pues, aunque el globo de b LUI1:1, Y con el tambicn su ejc, sc mucvc alrcdcclor del gloho de la Tierra en cl espacio de un rues, no obstante, el eje como tal conserva mientras en todo lugar un paralelisrno consigo misrno y, por tanto, a 10 largo de un giro sefiala casi los mismos puntos en el ciclo de las estrellas fijas, ya que el tamano del orbe lunar ('0111parade con la esfera de las estrellas resulta imperceptible. Por otra parte, que el circulo divisor pasa por estes polos del globo lunar, eso sc ve claro porque, en to do el ticrnpo que dura la circunvolucion men-

·122, Las ctimologias que aqui trac Kepler son todas aceptahlcs salvo la de la palabra Luna, que procede de [
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sual, miran hacia la Tierra las mismas rnanchas lunares. Y es que en la medida en que nuestra vision del gloho lunar es como la de alga inmovil, con tanto mayor fundamento decimos que gira alrededor de dichos puntos. (92) Si el gloho lunar gira alrcdedor de la Tierra de manera que siempre ticnc vuelto hacia ella el mismo hernisfcrio (que podriaruos considerar como su fachada), est.i claro que cuando la Luna se encuentra entre d Sol y la Tierra, que para nosotros es la Luna Nueva y sc nos aparccc con los cuernos finos, cntonccs da Ia csp.ikla al Sol y lc oculta su fachada. En cambio cuando para nosotros cs Luna Llena, a sailer, c.ua ndo cstamos entre db y cl Sol, da la espakla a bs cstrelias fij;l.~, ocult.indoscl.r :11 Sol, y prescnta SLLf:ldwd:l al Sol y a b Tierra. Ahora bien, en todo el mundo la prcsl'llci;t del Sol SLL pot1e c-l db Y su auscncia 1:1 IlOchc. En cosccucncia a'mhas caras tiencn su dia y xu nochc pcn) no una [ornada cornplcta':" tall coria como la nucstru. En ctccto, rodo cl ticmpo de un Illes nuestro suponc para cllos b extension de 1I1l dra y una neche. (93) La variacion entre noxotros del dia y la nochc en las iornadas que no corrcspondcn a los cquinoccios provicnc del hccho de que los polos del mundo nos parczcan cst.u IllUY alejados de los pol os de la ccliptica. Los huhitantcs de Ia Luna no ricncn los rnismos polos del mundo que nosotros, sino que ucnen orros muy cercanos a los polos de la ccliptica. Si L'S que hay alguna variacion dcrivada de su pequenisimo apartamiento de los poles de la ecliptica, no se la pucde comparar con Ia nuestru y desde luego no cs 10 hastantc perceptible. Par tanto, gozan ell' un equinoccio casi continuo en to do su globo, al igual que tambien entre nosotros en la Tierra durante la jornada equinoccial es equinoccio para todas las regiones del orbe. 125. "jornada cornpleta"

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LA

ASTRONOMiA

DE LA

LUNA

(94) En mis Efemerides'": 13 fase de la Luna en doble hOZ127 difiere de la cuadratura 12" de la Luna con el Sol a 10 sumo en un espacio de dos horas de Ias nuestras y 10 minutes, y cllo es as! porque la proporcion del orhe lunar rcspecto al solar (0 terrestre) es ell' 1 a 59, por supuesto en el apogeo. Pero el db nacc para los hahitantcs de la parte central de Subvolva!" prccisamente cuando esa parte del globo de lu Luna sc sinia en el circulo de iluminacion ell' la Luna que forma la fuse, no cuando pasa cl centro del globo de la Luna por la cuadratura del Sol. POI' consiguicntc, puesro que en amlxrs rases la Luna qucda nuis cercI del Sol que' Ia Tierra (adcmas, cl traI110 de la orbita de Ia Luna que rodea la Tierra pOl' la parte exterior de es(os confines es m.is largo que el tramo que V,I por dcnrro entre la Tierra y cl Sol, y el rr.uno exterior midc cI elfa para los h.rhiranrcs de lu zona central de SuiJvolva y p.ira los hubitantcs de la zona central ell' Privolva midc la nochc), rcsulta que cl dia para l()~ suhvolvanos y la noche para los privolvanos, apartc del mcdio rues que ya hemos calculado, Ies supone adcmas alrcdcdor de cuatro horns de lax nucstrus, y Jo mismo de ticmpo sc les quita a Ia nochc de los unos y al dfa de los otros. Evidenrcmcntc 10 que vcnimos dicicndo accrca de los habitantcs de la zona central de caela hcmisferio vale tambien para los que cucn hacia lcvanie y po-

126. Esta cspccie de calcnd.uio .istroncunico ab"rca"" desde los anos H>l7 " l()."I(, Y Iuc publicado en Linz y I.agan en dos rirad.rs comph-meu[arias (cdicion parcial en Frisch, VII, ,.J7<)-{,()(,). IJ{I 127. "VI1 doblc hoz" ~ bifalcata. 1.2H. S,-, dice 'Jue la luna y cl sol cstan en cuadr.itura cuando las lincax rcctas que salen de estos dos «Sims y Sl' prolongan hasra la tierra como xu verrk-c forman un .ingulo recto. 129. Est" "parte central" no es un punto en mcclio del hcmisfcrio sino una zona que transcurrc a 10 largo de la linea que longitudinahucnte 10 divide en dos partes igualcs. "Algo m.is de un hemisterio del gloho lunar esra ilurninado en todo 1110111entopor cl Sol. Est;] zona ilurninada queda limitada por un circulo que, por tal ruzon, se denomina circulo de iluminacion" (C W, VIl, 471). [DI

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l30, En cl Epitome (G, W, VII, 44Hl Kepler llama "lunacion" al penodo de tiempo que va de una luna nueva a la siguiente, EI rcrmino equivale tarnbien a "mes sinodico", mientras que cl "mcs sideral" discurrc desdc que el astra esta en un punto de la esfera de Ius estrellas fijas basta que regresa a ese mismo punta, [R]

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LA

LUNA

el fin del periodo de 19 afios: cuando las mismas estrellas nacen exactamentc en el mismo orden que al principio. (99) La denominacion 'medivolvanos' cquivale, enticndasc, a la de nuestros 'meridian os'. I'CfO aqui entre nosotros los mcridianos son muchos, micntras que para cllos el mcdiovolvano es unico, l'sto cs, cl que pasa a traves de solo dos puntos opuestos entre Sl en los hemisferios que rccibcn su nornhn- de la Volva. Sin embargo, estos mcclivolvanos no v.ilcn pOI' nuestro» meridianos, sino que tambicn iicncn los hahilanles de Ia LUIl:l sus propios mcridianos, trazados a travcs de los polos y los vertices de los Iligares, una suerte de companeros del mcdivolvauo <JUl' l'sl{1en d medio de todos ellos. Nucstros mcrklianos Il'rrcslrcs no ricncn un funclamcnto natural, micntras que SLiS meridianos sf 10 ticncn, a sailer, c-l mc-divolv.mo que esl:l en el mcdio de rodox cllos, plies en (oJ mcidcn cl So1 y la Volva a la veZ en un mismo momcuto, micrurax que en 10s otros mcridianos no 10 harcn en un mis1110morncnto sino en dilcrcntcs. ( lOO) Pucsto que la Luna cs un gloho, toclo 10 pcsado alii sc dirige hacia cl centro de clla, los cuerpos Sl' apoyan en su suclo en {l!1gulo redo y scnakm su propio ccnit entre las cstrcllas fij:lS en cl punto dondc incide una recta truzada dcsdc cl centro del gloho lunar y que pasa pOI' b huclla de esos cuerpos. A cualquier estrclla quc sc apartc de l'Sl' punto -clcl ccnit del observador situudo en la J.UIl:l-, se lc asignar::i una dcclinacion. Estc cs el Iundamcnro de la reprcscntacion deJ ecuador situado a rnirad de camino entre los poles y de la dcclinacion del Sol respccto al cenit de 105 lugares. Y C0l110 se su pone que cl Sol en todo cl ano no pasa diariamente pOl' cl ccnit de aqucllos que viven en cl ccuador, sino solamcnte en db deequinoccio, por consiguiente, el cjc del globo lunar, alrededor del cual gira, no COITe paralelo al cjc de la ecliptica, sino que esta alga inclinado respecto a el: dica

niente, can esta sola variacion: cuantos grados de longitud diste del centro cualquier lugar, otros tantos el globo lunar sobrepasa el sitio en el que para los de la zona central cornenzaba el dia. Tal como es Iorzoso que succda en el globo terraquco junto al poll> durante la jornada del equinoccio. He aqui cl supuesto de todo cl sucfio, a saber: una prueha en favor del movimiento de la Tierra, 0 mejor, una rclutacion del argumcnio que niega tal movimicnto basandose en cl testimonio de los scnridos. Si el db st.:.define por la presencia del Sol y cl Sol cst.i presentc alli dondc un paraje aparecc iluminado pOl' su luz, cs cvidcntc que durante 1') dias cntcros !as mismas manchas de 1:1 Luna en cl medio de ella Sl' nos aparcccn continuarncnte iluminadas, sin IlWdiar nochc ninguna. Ll l.una Llcna, en efecto, nos prescnta csas manchas a nosotrox, quietus en un mismo sitio, durante 111{IS de 16 horns, I..' incluso cuando 1:1 Luna, a CltlSa de la rcdonck-z de I:t Tierra, sc- cxulta hajo cl horizonte, otros sigucn vicndolas. POI' unto, su db cs tan largo como quince jornadas de I:ts nucstras y su ncxhc cquivalc a orras elloree y :tigo mas, Si en la Tierra nosotros (pOI' supucxto no la gcntc del couuin sino los astronomos) contarnos en H aflos 99 mcses 0 en 19 afios 25') rncscs, a pes:!r de que I:ts lunaciones!" naturales no se mezclcn en nucsiros asuntos con la misma ohligatoricdad que los dias y las neches, ;.que otra cosa pock-mos imaginal' de los pueblos que suponemos que en Ia Luna hay, sino que se atiencn a esos mismos nurueros, si es que alii hay seres capaces de entencler Ius numcros, pues otro dia no tienen ellos? Ademas tiencn una sefial que lcs in-

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JOHANNES

KEPLER

EL Sln~N()

o dicho de otro modo, siempre se alza en angulo recto sobre el plano de la 6rbita lunar que ella en to do tiempo atraviesa, de manera que, por estar inclinada respecto al plano de la ecliptica, su eje esta tambien inclinado respeeto al otro eje. (101) Los nodos'?' de la Luna dan la vuelta en movimiento retrograde a 10 largo de 19 afios yendo al encuentro del Sol. Dan la vuelta, pues, tambien los 11l11itcsll2en ese mismo tiernpo, as! como los poles de Ia orbita de la Luna, que para los habitantes de la Luna hacen las veces de los polos del rnundo, rnoviendose en un pequcno circulo cuyo diametro tiene 5 grados. Por consiguicnte, en 19 afios sidercos transcurrcn para cllos 20 anos tropicos. De csa mancra, en 9 1/2 afios sidercos, csto cs, en 10 afios tropicos, a aquellos a los que en un principio lcs sobrcvino cori cl Sol en la constelacion de Cancer, Ies sobreviene el dccimo verano con el Sol ahora en la constelacion de Capricornio, Algo as! tambicn nos ocurre a nosotros en la Tierra, pero mucho mas despacio. En efccto, nuestro verano haec dos mil afios acontccia con cl Sol en Ia constelacion de Cancer y con cl Canto, salicndo junto con cl Sol: hoy nuestro verano ha avanzado hasta la constelacion de Geminis, si bien esa porciclnU, del zodiaco conserva su antiguo nornbre de Cancer!". (102) De estos seis dias solo uno 0 dos son rca lmcnte veraniegos, Ios otros primeros y ultirnos van aproximandose Icntamcnte a la duracion del dia equinoccial.

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LA

AST1{ONOMJA

LUNA

(03) Apenas me atrevo a Ilamarlas realmente ternpladas. No hay en la Luna ternplanza, como sc veral3(,. (04) Comparten con nostros el zodiaco. Nuestro zodiaco viene indicado pur el movimiento annal de la Tierra alrededor del Sol. Es as! que la Luna gira ademas en torno a nuestra Tierra tal como nosotros la habitamos tocla alrededor. Luego para unos y otros Ia base para la rresentacion del zodiaco es la misma. 0(5) Estos extremes sc corresponden con 10 que se dijo en la nota 101. Es natural y logico que la importancia del afio tropico, aunquc no sea tan grande como entre nosotros, sea al menos considerable entre los lunicolas, habida cuenta de su propio ann tr6pico. Repara sin embargo aqui en el supuesto de este lihrillo y date cucnta ell' que para nosot ros LIs principales rcfcrencias de nuestro mundo todo ·-Ios doce signos celestes, los solsticios, los equinoccios, los ;tt1US tropicos y sidercos, cl ccuador, los coluros, los tropicos, los circulos pol arcs, los polos del l11unclo- se cinen todas al pequenisimo globo de la Tierra y se basan unicarncntc en la perspectiva de los rcrncolas, de manera que si IllUd:1l110S csa perspcctiva a otro globo es preciso cnronccs carnhiar todos los conctos. 0(6) Porque el orbc lunar 0, mejor dicho, la distancia de la Luna a la Tierra en cl apogco es 1/')9 de la distancia del Sol a la Tierra. As! plies, cuando los privolvanos tienen el Sol en su meridiano, qucdan mas cerca del Sol que los tcrrestrcs en 1/59 de la distancia total, y cuando les ocurre 10 propio a Ios subvolvanos, quedan estos otro tanto mas lejos. La Luna Llena dista del Sol 60 partes, la Tierra ')9, la Luna Nueva 58. Ahora bien, con la disrninucion de la lejania aumenta la imagen aparente!? del Sol. Sin embargo, en sus cuadraturas, la Luna y la Tierra distan 10 mismo del

1:\1. El nodo de la luna aparecc en la nota (4~) de Kepler. Vease alli nuestro nota cxplic.uiva. 132. El concepto de 'limite' astronornico aparccc pm ci final de la nota (4') de Kepler. VC,ase «m nuesrra nota explicariva. 133. Otro nombre de la estrella Sirio, la mas hrillanr« del cielo, situ ada en la constclacion del Can Mayor. 134. El original trae aqui la palabra griega latinizada dodccatemortum; que quiere decir doceava parte y equivalc, pues, a un signo zodiacal (Ptolomeo, Tetrabiblos 93). 135. El fenomeno aqui descrito es la Hamada precesion de los cquinoccios, causante de que los signos del zodiaco ya no correspondan a las constelaciones que les dan nombre.

136. En las notas de Kepler que van de la (207) a la (217). 137. "imagen aparente' = species.

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Sol. Y en las cuadraturas hernos dicho-" que el Sol sale o se pone para Ins habitantes de la zona central, tanto privolvanos como subvolvanos. (107) La Luna se aparta a un lado y otro de la ecliptica unos '5 grados vista desdc la Tierra, pero vista dcsde el Sol se aparta otros tantos minutes poco mas 0 menos, ya que la proporcion de SllS orbes es algo mayor de 60 a l. (10m Cuando los privolvanos yen el Sol en su mediodia estan I11fts cerca del Sol que los terrestres, cuando 10 yen los subvolvanos cstan mas alejados, algo mas de la sexagesima parte, y, por tanto, los subvolvanos estin 111{IS lcjos que los privolvanos 1/30 del total. Y, en consccuencia, si cl Sol dcclina para los privolv.inos a 10 111flS ')' 30", JXlr:l los sulwolvanos dcclin.uti ')' 2()" U''. Y no sc dice csto porque csa variacion sea grande y notable, toda vel, que a nosotros mismos en Ia Tierra nos es casi imposiblc observar la scxta parte de un minuto, sino para cliruinar la sospecha de una mayor variacion a partir de cstc c.unbio de latitud de la Luna. Si maruuvicra yo la proporcion entre los orbcs que con los antiguos enscna Ptolomco'!", est a declinacion ak'anl,:l ria los 1') minutos. (109) Pucsto que Ia Tierra y la Luna avanzan alredcdor del Sol en su movimicnto annal, y la Luna, micntras, gira a su vel, en torno a la Tierra, sucedc que la Luna, situ.ida a mcdio camino entre cl Sol y la Tierra, cuando la considcramos como Nueva, se muevc en direccion contraria a la de la Tierra. Sin embargo no sc

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LUNA

mueve en SlI direccion tanto como la Tierra en sentido opucsto':". La Tierra, en efecto, recorre diariamente 1/365 de su orbita, la Luna s610 1/300 de Ia suya, que al ser poco mayor de la scxagesima parte de aquclla, en consecucncia, 1/3()0 de csta scxagesirna parte es poco mas () mcnos 1/1800 de todo el recorrido terrestre y, asi, Ia quinta parte de l/3(l'). Por tanto, la Luna, cuando la vel1JOS Ilcna, completa 6/'5 de 10 que completa la Tierra v. cuando b veruos nueva, 4/">, y aSI este movimicnto cs 2/3 de aqucl, l'ero hay que advertir al lector qUl' cl Siunu: se l'Sl'l'i!Ji() antes de llevarse a cabo los ultimos .ijusrcs en bs proporciones asignadas a I:ts orhita», cu.mdo .uin adrniria yo con los antiguos que el Sol dixtalxi alredcdor de 1200 radios terrcstrcs y la l.u na 60, y de l'Sl' modo la proporcion entre las orbitas no l'.'i de sl'sl'llla a uno sino de veintc a uno. Pucsto que la (,rIJiu de Ia Luna sc sup one pm ahi que cs l!20 ell' la (',.rhita de la Tierra, el movirnicnto diario de Ia Luna sni:l li30 de l!20, esto es, 1/600 dL' la orhira de 1:t Tierra y por tanto mas de la mitad del movimicnto di:lrio de la Tierra. En consecuencia, cl ruovinucnto diario de la Luna Nueva seria inferior :1 1:1 mitad del ck: Ia Tierra respecto a las cstrcllus fij:lS, y cl dl' la Luna Llena una vez y media cl dl' ):1 Tierra; l'S dccir, la Luna Llcna avanzaria cuarro vcccs mas nipid.i que la Nueva. Sin embargo, como la Luna COJllO tal k-s parcel'. a sus hahitantes estar quieta, sera 111:ISbien cl Sol el que aparcntara poseer tal movimicnto y tal vclocidad irregular en su avarice':", A este punto se rcmite mas adelante Ia nota 1')2.

13K En cl tcxto del Suerio, inmcdi.rramcnre despucx de la dfra (<)H). 139. 5' 30" 30 ~ 11"; 5' 3()" - 11" ~ 5' 19" (pen> esta cllltidad sc redondca en 5' 20"). 140. Claudio Ptolomeo 0 Tolomeo (s.lI d.C) fuc a la vez .istronomo (y astrologo), matematico y geografo, dejando en todos cstos campos obras, que, si no originales, encerraban gran parte de IDS conocimicnros antiguos y sirvieron de manuales durante siglos. Su libro de astronornia lleva nornbre a la vez arabe y griego tAtmagesto ~ "El mayor") y con su teoria de los cielos, epicielos y deferentes rue la obra de mayor autoridnd entre los astronornos hasta el triunfo del sistema copemicano.

111. "sc mucvc en dircccion ... sl'ntido 0plIesio". i\qui, huscando claridad, cl rraducror cia LIlla vl'rsi'lI1 algo xuclt.t. M,is lileral seria: "sale al IXISO del movimicnto de hi Tie-rra. Sin embargo, no se k- acerea tanto como hi Tierra avanza" (ohuiel motu! tclluris. Nt nt tamen obuicutantum, quantum tellus progrcgitur). 112. Estos salt os del sol para los sclcnitas xon rncnos aparentcs de 10 que cree Kepler debido a que su d lculo de la distancia del sol a la luna es erronco por defecto.

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.JOHANNES KEPLEH

(110) EI movimiento diario de la Tierra en el Orbe Principal14.1es atribuido con mayor sencillez por los terricolas al Sol, en sf cornpletamente inrnovil, y los lunicolas hacen 10 mismo con el movimiento de la Luna respecto al Sol, compuesto del rnovimiento anual de la Tierra y el mensual ell' la Luna. La atribuci6n es mils complicada en cl caso de Mercurio, Venus y Marte, a causa, cs a saber, de 10 intrincado de sus particulares movimientos aparentcs. l'orque si la Tierra y la Luna en Sll movimicnto anual y la Luna en cl suyo mensual sc detuvicran del Indo, parcccrian no obstante moverse estos planetas, Marte por todo el Z()diaco, muy lentu cuando acornpanu al Sol, muy r.ipido en oposicion ~l Cl; en carnbio Venus y Mercurio, no por rodo cl zodiaco sino en Ia vccindad del Sol, parcccrian movcrse amhos con movimicnto acompasaclo de UIlOSgCldos Fijos, ya udcla ntando ya ycndo a la zaga del Sol. Con los movimicntos aparcntes propios de estos planetas sc mczclan para terrestres y lunicolas los movimicntos con que la Tierra y Ia Luna sc lrasladan. (11]) Si los rnovimicntos de Ia Luna en su cursu sc trazan entre las cstrcllas seglll1 los cnganos de la vision aparente, cs claro que entre los movimicntos de la Luna estara tamhien aqucl que vuclvc a la Luna en su apogeu lenta y en su perigee r.ipida. Sucede, ernpero, que la Luna es muy lenta tanto Llena como Nueva y Bifida WI, Y en todas las fuses sucesivas. Ahoru bien, cuando es Luna Llena, para Ios suhvolvanos de la zona central es la bora del mcdio db; cuando cs Luna

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LA

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DE LA LUNA

Nueva, la hora de la media noche, y para los privolvanos al contrario, (112) Tan grande es el movimiento del apogeo a traves del zodiaco!". (113) Supuesto que una recta TR, trazada a travcs del centro de Ia Tierra C cayendo en angulo recto sobrc la que une los centres del Sol S y la Tierra C:, separc dos arcos en la orbita lunar -el diurno TNR, que afecta pur ejcmplo a los privolvanos, del nocturne TPR-, la ccuacion maxima! ie, de la l.u na en sus cu.idraturas T y R cs con seguridad 7 1/2", sicndo cl doble ell' csta canticlad IS". El arco, pucs, que ticnc cl apogco en su mitnd sc complcia en un ticmpo de 195", el rcsto en un ticm po de 1(15"'17 Es(o cs 10 mismo que si .~l' dijcra que nucstra nochc dura 13 horas y cI dra II ° al reyes. Aunquc l'S otro cl 0(1mcro de !JOLISen ambos. (1 J 4) El retardamicnto sobrcviene con Ia Luna situada en el apogeo. Los habitantes de la ZOIU central de Privolva ticncn su media ncx-he por cI ticrnpo en que nosotros los rcrricolas contemplamos cl pk-nilunio, Conque, si se Linen plenilunio y apogco, los privolvanos tiencn una nochc acumulativ.uuentc 1:lrga. En carnbio si ]a Luna Nueva coinciclc con cl apogco, a los privolvanos sc lcs igualan rn{ls los di:lS con las noches, ya que causas contrarius se unulan entre sf. 11'5. la misma y, como unitorme

En su movimicnto en torno a Ja tierra la lunu no guarda sk-mpre distancia. EI punto de su mayor Icj;1l1ia sc ck-nomlni« "apogeo" dice Kepler, sc dcspb7.a a tr;lvl's del zodiaco COil movimicnto haci« eI cstc, rcgrcsando al mismo punto ell poco menos de ')

anos (hj)/tomc

~ (/. W.. VII, iki6l.

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Jli(,. Kepler llama "ccuacion"

143. EI Orbe Principal CorNs maonus) es el de la tierra alredcdor del sol, lIamado as! por Copernico y los copernictnos "en vista de su extraordinaria utiliclacl a la hora de explicar los movimientos aparcnrcs no 5610 del Sol sino tambien de los dernas planctas" (Kepler, F.f!itonu.! ~ c. W, VII,403). 144. Este termino es hoy desusado y sc rcficrc al momcnto en que la luna, en fase menguante 0 crecicntc, muestra dos cucrnos finos. E. Rosen traduce "halved" y M. Ducos "en forme de croissant".

i acquutio ) a la dl,.wiaci(m 0 saracion angular entre c-l movimiento nu-dio y cl ap.ucntc. 1'1tl'rillillo, que se prcsta a c-onfusion, cquivale al m{ls prcciso y frccuente rcrminc: griego "P1'OSt;lleresis" (segl\t1 M. Ducos. p. I()S, n. I). E. Rosen, pues, traduce cl pasuje como "the moonri's greatest inequality". 1·17. ISO" + 1'5" ~ 19'5", ISO" - 1'5" ~ 16')". Kepler cxplica en cl FpflOme «(;: W, VII. 124) que Jas 3(,Oavas partes del circulo se dcnorninan grados (gracius), pero que "en cl caso del ccua dor sc Haman ticmpos (temporal". [I{]

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(115) Si se supone que pueblan la Luna seres vivos, se ha de itir tambien que surgcn del cuerpo de Ia Luna evaporaciones para que lox sustenten y animen. Ahora bien, un vapor sutil en un media frio se condcnsa en cop os de nicve que dan lugar a la cscarcha. (110) En un sucno se rcquiere liccncia para imaginar turnbien de vcz en cuando algo que no haya estado en nuestros scntidos nunca, ASl, conviene aqui suponcr que se levantan vientos, por aquello de que los glohos van al cncucntro de la brisa ctcrea, ca uxu que rccucrdo no hahcr rcch.tzado a la hora de cxplicar por que cl ticmpo de la manana cs m.is grato y saludablc para lodos los seres vivos, as! animales como plantas!", () igualmentc por que en bs cumbrcs de los montes mas altos, induso los de la zona torrida, suck: huber nicvcs perpetuas I,,). ( I 17) AI db de los privol vanos lc atrihu yo solo 11[ db.,,>de los nucstros y 1') nochcs, dado que las linens SL y SY trazadas dcsdc cl centro del Sol Shasta hacer o con la tlrhit:l de la Luna en L y V SCJXlran su parte exterior LPY de b interior LNV h.icicndo lll:lS larga aquella que est«, segun ci modulo de proporcion de las orbitas, en cuatro grados poco Ill:'!S () 111enos. Pero ya en to do el arco exterior los habiranrcs de la zona central de Privolva se hallan en la parte somhreada de la Luna, micntras que en I()s puntos de o L y Y, que son d primcro y el IIIIi1110, estan siendo iluminados por los rayos del Sol, y de ellos clislrutan en lotio cl arco interior LNV.

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J()lfANNES

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(118) Al Sol 10 vernos desde la Tierra con una magnitud de 30 minutes. La Luna durante el novilunio llega a cstar 1/59, 0 poco menos, mas cerca del Sol que nosotros y nuestra Tierra. Por tanto adquiere el Sol en el hemisferio de la Luna que a la sazon esta iluminado un tamafio aparcnte algo mayor, esto es, de aproximadamente medio minuto m{ls''io. Sin embargo los antiguos'?' crcycron que la proporcion entre las orbitas era rnucho rncnor, a saber, como de uno a dieciocho, 10 qLle oGlsionarla un agrandamicnto de poco mcnos de dos minuros!", (] 19) C0l110 antes sc dijo en la nO!;1 109. Y es que cl Sol lcs parcel' un tcrcio m.is lcnto a los privolvanos en SLi mcdio db que a los suhvolvanos en el suyo, (120) Una VC/. SliplICS(()S lo.s cxtrc-mos que fijarnos en b nota 116.

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1:1l.unu durante el novilunio r()za IIl:lS dcspacio con La hrisa ctcrca que la Tierra y lll:lS dcspacio que clla misma durante cl plcnilu-

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(]21)

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Yo dirin qlle casi el clohk-. La distancia del Sol a la Tierra">' en d ap()geo es de10L.800, La ell' Marte al Sol en cl pcrigco l;)8.215. Si, por otra parte, LaTierra en cl aldio y Marte en cl pcrihclio sc juntaran en la

1~O. :\0' : ~<) ~ 1/2' (rl'dondl':lndo a la "aia) l S] . Arislarco (:\I()-2:\O a.e.) ell I:t proposici()n VlI de SlI ohm So/)I'(, cl tamcuto r las dista ncias del sol I' /" tuna L'slablcee la disianci« de la tierra :II sol' <"<)IlIO cquivak-mc a m;\s de IH vcces pcro menos de 20 vccC's la distancia de I:r tierra" la luna. Ptok nnco, a quien sigue Kepler en su nota ( I()'», rcdondca la proporcion en 1/20. EI u-xro de Aristarco ell Th. 1Icath, Aristarcbtts ofSarni»; Oxford, 1')15 (roimp. I')')'», p. 577 (cil. pOl' E. Rosen). 1')2.50' : 11l= 12/:,0. 1'i'\. Est:\ distancia st' toina como unidud astronomica Se lc asignuba un valor convcncional de IOO.OOO(que lucgo apart'ce rcrrecido en el "pogco pm cl car.icrcr cliptico de 1:1orhita terrestrc). Sc usaba para dar, como aqui, las distancias relutivas de los planctas. Dice Kepler que tales cifras las derivo de las observaciones de Ticho, pew segem E. Rosen (p. 91, n. 222) Ius habia derivado de Copernico antes de tener a dich:1S observaciones.

144

EL SUI':"'O 0 IA

ASTHONOMiA

DE LA

LUNA

misma longitud, quedaria un intervalo de 36.4431;4. Supon ahora, conforme a la opinion de los antiguos, que, comparando sus diarnetros, la 6rbita de la Luna es exactarnente l/W de la del Sol, y que es Luna l.lena, de rnanera que los privolvanos en su media nochc tengan cerca a Marte. 1/18 de 101.800 es 5.6'55, y ese tanto estarian ellos mas pr6ximos a Marte que nosotros los terricolas. Es asf que la proporci6n de esta ultima cifra respecto a 36.443 es todavia menor que un sexto, por tanto los subvolvanos, durante nuestro novilunio, que para cllos es su plenivolvio, verfan a Marte mcnor en menos de un tercio de 10 que 10 ven los privolvanos durante nuestro plenilunio, que para ellos es su media noche. As! pues, usando una relacion m:ls ajustada entre las orbitas, como la que maneje en las Tahlas Rodolfi1/(4S '0, tal proprocion sc aminora de modo que el acercamiento de la Luna a Marte no seria 1/21 de la distancia al Sol, y por tanto la difere;'cia de como les aparece a los unos y a los otros seria poco menos que 1/11 del total. (122) l.as elongacioncs"" de Venus y Marte rcspccto al Sol pucden scr ohscrvadas tarnbicn por los suhvolvanos de la zona central, pero en una posicion de la Luna tal que no diste mucho mas del Sol que la misrna Tierra. En cambio, a los habirantes del divisor se les aparece el Sol en el horizonte justamcnte cuando Ia Luna 0 es Llena y esta 10 mas alejada del Sol, 0 es Nueva y est::i 10 mas cercaria al Sol. Las clongaciones de esos planetas se ohservan justo antes del 0110 0 J

l'i-i.U8243 -101.800 ~ Y)4H I'i~. Llam.idas asi en honor del empcrador Rodolfo fl. Kepler trabaj6 en ell as de forma intcrrnitcnn- dcsde 1«n, uno en que el mencionado emperudor to nornbro matcmatico () astronorno imperial. Las acab6 en 'I(,24, pe\'() xc puhlicaron tres :1110S despues. En I 969 se integraron en el t. X de (,' W. 1')6. "clongaciones"

~ digrossiones. longilud entre un plancta y el sol.

La elongaci6n

145

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es la diferencia

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EL SUEN(J

KEPLER

justa despues del ocaso solar, sohre to do la elongaci6n de Mercurio. Hay, pues, de acuerdo con la proporci6n real de las orbitas una diferencia entre Ias distancias rectilineas del Sol y la Luna que es poco mas 0 menos 1/30 del total y, pOl' tanto, la variacion en esas elongaciones no es mucha. (123) Para que Venus les parczca mayor a Ios lunicolas que a los tcrricolas, ticnen que cstar Venus cerca de la Tierra y la Luna ccrca del Sol. Es asi que cuando csta Ia Luna cerca del Sol, durante nuestro novilunio, los suhvolvanos del centro, pOl' Sl~rpara ellos la media nochc, no vcn al Sol ni a Venus, luego esta vision qucda rcscrvada para los habitantes del divisor. Son por otra parte un poco mas nota hles las difcrencias en la vision aparcntc de Venus para los subvolvanos que Ias de Marte para los de Privolva (si bien los poblack )res del divisor pucden disfrutar de Ia vision de uno y otro plancta), y;1que en el mayor accrcarnicnto de Venus y la Tierra qucda un intervale de 2').300, dcntro del cual (en tanto que intervalo rncnor que cI de Marte, que arriba"? se dijo era de 36.!J!J3) cl di.imetro de la Luna es una port-ion mas considerable. CI2!J) 1,:1 circulo divisor ha sido antes IoN clcfinido C0ll10 pasando por los polos del giro mensual de Ia Luna. Ahoru bien, la orbita de la Luna ticnc una latitud por un lado hacia el norte y por el otro hacia el sur, y se supone que el eje cuyos extremes son cstos pol os corta en angulo recto el plano de ]a orbita «xccntrica. Porque aunque ninguno de los dos polos de la Luna se incline mas que cl otro hacia cl Sol, sucede, sin embargo, que el polo de nucstra ccliptica, que nosotros considcrarnos como cl centro de la ecliptica, difiere del polo de la orbita de la Luna, dado que este gira alrededor de aquel en el espacio de 19 anos. Asi pues, cuando se observe a Venus situada entre la 157. En la nota (121) 158. En la nota (91) y en su conrcxto del :·'IIe/ID.

0

LA AS'J'l(ONOMIA

DE LA LIINA

Tierra y el Sol, es necesario que este planeta se yea entonces no por la elongacion en longitud, sino unicarncnte por Ia latitud. Pero su limite austral esta en cl signo de Piscis y su afclio no mucho antes, en el cornicnzo de Acuario. Sin embargo, se ve entonces desde la Tierra y la Luna en los signos opuestos de Leo y Virgo. Si, en efccto, el polo de la Luna se inclina bacia estos sign os de la ecliptica media, sc inclina bacia el norte, y pucdc, inclin.indosc asi, divisar mas en linea recta y con mayor claridad a Venus bajo cl Sol pOI' su Iatitud, ya que precisamente la Iatitud es mayor en cl afclio que en cl perihclio, 02'» Est.in privados de la vision de la Luna, enticndasc, como cuerpo que dicurrc entre Ius dem.is astros, plies, como vivcn sohr« cllu, segll11 vcnimos imaginando, la ven del mismo modo que VCll10S110S0troSnuestra Tierra. (126) Se trata de los diamcrros aparcntcs, no de los rcales. A decir vcrdad, cl radio aparcntc-dc la Luna en su apogeo midc 1,)1, micnrr.is que su paralaje en csa mis111aposicion cs de SH 221', algo monos de 60, que es el cuadruplo de 1'). Ahora bien, cuanto midc la paralaje de ]a Luna, tanto mcdiria cl radio de ]a Tierra si el ojo cstu vicse en la Luna. De mancra que la proporcion cs poco mcnos que de 4 a I y, si sc eleva al cuadrado, poco mcnos que de 16 a I, esto es, poco mas que de 1') a 1, para los discos apurcntes. ASI: 1

5HI 221' logaritmo logfstico!" 2.761 1')1 01' logaritmo logistico 13H.6291i>O

I')<). Los lognritmos Iuc-ron idcados por Neper ell 1614. Kepler se interes() en cllos a instigaciou de su amigo cl rclojcro suizo .lost Burgi y en 162" publico una ohra titulada Quiliada 0 HI millar de logarilmos donde propone otra solucion difcn-nt« a la de Ncr. El concto de numcro Iogisrico, que aqui sc .uiadc ul de logunrmo, 10 define en un Suplcmento ala QuiHaciCl (G. w.. IX, 3(1) como opuesto al numcro absoluto, en cuanto que el logistico rrcscnta una medicion. [1<.] [DJ 160. En cl Somnium de 1634 se lee la cifra 138.681; Frisch la corrige en 138629 segun diculos del propio Kepler, remitiendo a la "Parte sexa147

746

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La proporcion es igual a 135.868 Dupliquese para que de 271.736.

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ASTRONO!'v1fA

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LlINA

(29)

Estc numcro, como indica su Jogaritmo logistico, es 3' 58". Luego si el disco de la Tierra mide 60', el de la Luna medira 3' 58". Como "I' O" cs 1/15 de 6o, la proporcion cs en consccucncia algo mayor. (127) Pucsto quc la Luna dirige hacia Ia Tierra siempre las misruas m.mchas, sc sigue que Ia linea que unc los centros de b Tierra y la Luna corta la superficie lun.ir :.;icillpre en la misma mancha, y los que vivcn en l'sa mancha ticncn a nucstru Tierra, esto cs, a su Volva, .-;il·mprc sohre d ccnit, Cuanros gracios del circu10 mayor disra de l'.'ita mancha cualquicr Jugal', olros t.inros gLldo.-; en cI cicio parccc dcclinar 1a Volva de xu ccn it. ( 128) Se produce un cicrto giro del cucrpo lunar en cl espacio de un Illes, aunque durante toda esa circ.unvolucion prcscnia la misma ':;11';1 ;1 la Tierra, seglll1 nos 10 confirmn 1;1 pcrsistcncia de !as manchas, Pcro como ]a Tierra, 0 sea, la volva, en c-l cspacio de un mcs parccl' dur b vucltu pOI' toclo cl zodbco, t.uubicn la elLI de b Luna da la vuclta [unramcntc con clla, volvicndosc ora hacia C:It1Cl'r OLI hacia cl signo OpUl'Sto de Capricornio, y cllo SUpOt1l' girar. Sin embargo a los que l'stan en la Luna no lcs parl'cl' que clla girl', sino que la consideran quieta, tal C0l110nosotros cree11l0Sque nucstra Tierra pcrmanccc quieta. As! pues, en vcz de la Luna, parccc que cs cl cielo mas bien el que gira en sentido contrario. Sc sigue, pues, que hay adcmas dos puntos del cielo alrededor de los cuales, como si Iueran inmoviles, cl cielo les pareec a ell os girar una vel: por meso Estos puntos se denominan polos.

Si el cje de la Luna permaneciera paralelo al eje ell' Ia Tierra durante to do el giro, conternplariamos nuevas manchas en Jos alrededores de los hordes septentrional y austral de vez en cuando, es a saber, siernpre que vicrarnos la Luna en oposicion al Sol en los signos de Cancer 0 Capricornio. En efecto, Ia linea trazada desde el centro de la Tierra a traves del limite de la zona torrida y cruzada con el zodiaco en uno y otro punto solsticial, corta cl ejc de la Tierra en angulos desiguales, Cortaria , pues, cl ejc de la Luna, de ser paralelo al de la Tierra, en angulos tamhicn desigualcs. En tal caso, por tanto, uno de Ios polos de la Luna sc dejaria vcr, y en la parte opuesta del afio 10 haria cl polo opucsto, Como no sc dejan ver, rcsulta qUl' el cjc del gloho lunar no es paralclo al de 1;1 Tierra, sino que qucda cortado SiC111prl'en .iruzulo recto por la linea que parte del centro de b Tierra. POl' consiguiente, no se prolonga hacia los misrnos puntos que el eje de la Tierra. Es as! que el cjc de la Tierra sc prolonga hacia los que llamamos polos del mundo, Luego cl eje de la Luna no se prolonga en csa misma dircccion. ( 130) Los polos del giro y traslacion mensual del globo lunar no son los misrnos que Ius polos de Ia ccliptica, sino que Ios primeros rodean a cstos en unos pequet10S circulos, cuyos radios miden ')", y completan una vuelta en scntido inverso'?' a 10 largo de 19 afios, como Iuego se explica. As! pues, dado que no se apartan de los polos de la ecliptica mas de ')", con razon se dice que estan en sus ccrcanias y tamhien en las cercanias de aquellas estrcllas fijas que son indicadoras de Ios polos de Ia ecliptica. (31) Aunquc Ia Luna en su traslacion describe Ia orbita de cuyos polos tratarnos -y Ius polos de cualquier cir-

gC'sima de la Cbilias II()gariliJmorum/' que sc halla en cl vol. VIl, pp. 391 ss. de su propia edici6n. E. Rosen (p. 9'), n. 23) y G. W'. (Xl, 2, 3/l9) aceptan la cnmicnd:r.

161. "en scntido inverso" Un anteccrlentia). E. Rosen traduce "in the reverse order of the signs", sobrcentendicndo, como se ve, signa (las constclucioncs del zodfaco). /vi. Ducos cxplica (en n. 3, 1'.197): "vers i'Ouest".

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JOHANNES

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KEPLER

culo maximo de una esfera distan justamente un cuadrantes de cualquier parte de la circunferencia-, sin embargo, la orbita de la Luna no es un circulo perfecto: en las cuadraturas las latitudes de su 6rbita estan aumentadas, esto es, se des plaza ella mas alia hacia los polos que como suyos contempla en sus c()pulas1('" y, aS1, dista cntonces de esos polos de sus copulas no un cuadrante calxilmente complete sino casi un cuadrante. Pero tal recorrido sinuoso de la Luna alrcdedor de la Tierra, inrnovil por asi decirlo en el centro del mundo, los hubitantcs de la Luna, a causa de la imaginaria quictud de su morada, 10 traspasan aC{1 ;1 la Tierra, es decir, a su Vulva. (1;)2) Ya se dijo en la nota 127 que todo circulo maximo que a travcs de la Volva se Ir:\za dispone de ella como de cosa inmovil y que sus difcrentes grados vicncn indicados por fa difcrcntc altura de la Volva. De otra parte, dentro de ios circuios maxirnos se incluye aqucl que a mcdio camino de Ios polos lunares corrc de ponicntc a lcvantc. Por tanto, tambien en el sc podra haccr Ia distincion de lugares segun gracios de altura de la Volva hacia poniente 0 Icvantc. Pcro csto es una clifcrcncia de rneridianos 0 de longitud. (33) Evidentemente Ia altura del polo entre Ius lunicolas proporciona los mismos medics de obscrvacion que aqui en la Tierra 0 no muy difcrcntes. Esta altura del polo puede servir para la latitud de los Iugares pur igual en todos los meridianos, ya que todos confluyen en Ios polos lunarcs. No obstante, la altura de la

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SUENO0

LA ASTRON()MiA

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LUNA

Vulva es realmente muy facil de observar, si bien no en todos los meridianos sirve por igual par" determinar la latitud de un punto. En efecto, de todos los meridianos, unicamente en aquel del centro que se traza sicmprc a traves de la Volva, y dcntro unicamente del semicirculo que divid~ a los subvolvanos de la zona central, la altura de la Volva cquivalc sin mas a la latitud de un punto. Fuera de ese primer mericliano bay que anadir un dllculo a la altura de la Vulva, sumandole su distancia respecto del primer meridiano: cl mismo c.ilculo que haccrnos cuando, a partir de la altura del Sol, situado en el cquinoccio pero movicndosc ya fucra del mcridiano, busc.unos la altura de nuestro polo tcrrcstrc. (I YD Tcnemos por supucsro los eclipses y las conjuncioI1CS de la Luna con las cstrellas fij.is, pcro cstc l'S un metodo muy tralxijoso l' inscguro. I)e otra parte, la declinacion magnetica, por Ios dfas en que yo estaba redactando III astronomia de fa LUIlCl, gozaba de cicrta estima, como si en general sirviera para calcular la longitud" de un punto. Era que por cstc ticmpo se habra publicado una Mccornciria de cicrto autor fran('es1(". Sin embargo la tcoria Illagnc'tica de William Gil-

162. "en sus copulas" (in copulis). E. Rosen traduce: "at the syzigies", y M. Ducos: "au moment de la syzigie", corncntando lucgo en nota que este termino, algo anticuado, dcsigna la conjunclon 0 la oposicion de la luna, es dccir, cl momento que corrcsponde a la luna nueva 0 a la llcna. "Syzigia" es palabra griega que sc corrcspondc con la latina copula, pero cs esta ultima la que aparccc en cl tcxto de Kepler. Kepler cntiende pOl' "copula" cuando dos cuerpos ell cuestion csr.in "en cl mismo sitio 0 en sitios opuestos" (respecro a un tercer cuerpo), y distinguc adem.i-. la "copula mas remota" (oposicion) de la "copula mas cercana" (conjuncion) (Epitome, G. W, VII, 450).

1(d. EI texto del Somnium (J (J:I;j) rr.«- aqui latit.udincs. Nucstra rraduccion recoge la cnmienda longtt udincs de Siegmund t;iintlll'r, que discute cl pasaje en "Iohannes Kepler und del' tciluriscll-koslllischc Magnetismus", Geugrapbische Ahhandlurnicrt, :\, INN'), 1'. 2N7, n. 2. La correccion es gencralmcntc actada (no pm Frisch, t. V Ill, pSi). 164. Se trata de (;uiliaulllL' Nautonicr, senor de t::lstclfranc ell Languedoc, autor de una obra ritulada IYIe'coln"'rie (Toulousc-Vcncs, 160216Wi), que, segl'm procl.uua cI subritulo, intcnta Iaciliar cl c.ik-ulo de la longitud geogr:ifica de cuulquu-r lugar mediante cl magncrtsrno, hacicndo la opc-racion tan scncilla como h.ill» r la latirud. Como cs sabido, cl gran problema del navcgante en mar abicrto era en aquclla l'pOGl dctcrminar la longitud (cllo dio lugar que cl gohiL:rno holandcs ofrcck.ra un cuantioso prcmio en oro a quiL'n dcscuhriera un proccdirnicnto utilizable). Kepler no mcnciona a Nautonicr por su nornhrc tal vez pol'que al s sc lc acusalxt de babel' extraido su mcrodo de lihros anteriores. Didier ])OUIlO( 0574-1(140), autor de la primcra traducricin completa de Euclides al s, afirrno en una requisitoria (de 16] 1) que el merodo de la de-

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bert'?' y la comprobacion repetida, sopesadas cuidadosamentc, han probado que esos intentos son crrados y vanos. Porque no hay en el globo terrestre un punto fijo fuera del subpolar al que senale la aguja magnetica, pero hay macizos montanosos en ciertas regiones hacia los que la aguja no deja de scntirsc atraida J(,,,. 03S) Ticncs aqui cl supucsto lxisico insinuandose en pleno discurso. Nada de particular tiene que nosotros los tcrricolas crcarnos que la llanura sohrc fa que nos ascnrarnos y con clla bs cupulas "? de !as tortes pcrrnanczcan inmovilcs, micntras que los asrros sobrepusan csas cupulus en su m.ircha de oriente ;1 occidcntc, Pero ni mucho monos por csto prescribe o qucda ck-rogada la vcrclad. Asi tambien los lunicolas considcran que su pl.micic lunar y esa C(IPUla que es la volva cncar.unada en las alturas sobrc cllos l'St:11l quictas en su sitio, pesc a que sabemos con CC'ltCZ:1 que la l.una cs uno de los astros moviles. (36) Esto no solo cs verdad en !as cstrcllas mas IX'qUC'll;!S e imperctibles, sino tambicn en las m::is hrillarucs

clinacion Ilugnctica propui-sto p"r Nauronic-r hahia sid" yu publicad" pur Toussaint de Ill'ss"rd VIl su I Jilfl(l,~II(, d" 1(/ IUJlgi/lld est-ouest (He iucn I S7,1).

IRJ J6'). William Gilher: puhlin',

en l.ondrcs cl uno 1600 una obr.t t itulada De mautune que un tricnio dcspul's estudi,i y asimilo con cmusiasmo Kepler. Gilbert afinnaha alii que la tierra es COIllOun giganlesco im.in. En eI lib. V sc OClIP" de la dcrliruuion lllaglll'tica, a la que no d" validez como base para un mcrodo de ,'stahlecLT la longitud porqlle tal proccdimiento queda esrorbudo pOI' las irregularidades que prcscntan las Ilusas que forman la esfera no uniforme dc la ucrra. A partir de esta lcctura Kepler ab.mdonc: su idcu previa (corrccta) de que habi« un polo m;'gnC,rico difercnte del geogr;\fico. En cl fiji/lome (C;. 117, VII, 254) dcclara Kepler que k-vanta cl cdificio de Sll astronornia sobr« Ires pilures: la nueva concepcion de Copcrnico, las ohscrvacioncs de Tycho Brahc y la ciencia del magnetismo de Gilbert. [R] If)] 166. Gilbert, De magneto, lib IV, cap. 1 (cd, 1600, f. 1')3). [RI 167. "cupulas" ~ pilas. Pucdc trararsc de bolas 0 esferas remarundo las cupulas de ciertas tortes de iglesias 0 palacios, con 10 que la cornparacion es mas pcrtincnte. 152

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y de primcra magnitucl. Realmente para ellos una noehe es tan larga eomo quince neches de las nuestras, y durante ella les parece que la Volva recorrc 1/ 25 del zodiacot(,\ esto es, 14 grados, toda vez que en un ano se incluyen casi 2S semimeses naturales'?'. Ahora bien, en 11 grad os es logico que le salgan oportunamente al encucntro algunas csrrcllas fijas, pues se hallan en cI cielo rartidas por todos sirio» (137) Cualquier porcion que la Luna nos tapa a 110S0troS Ios tcrricolas en un momcruo dado, la misma les lapa a los lunicolas en lu parte opuesta del ano su Volva, esto es, nuestra Tierra. Cosultcnse .ihora mis hfiml(;rides para Jos allOS vcnidcros t71i y se vcr.i haciu cl finalla correspondcncia entre las cstrcll.is fij.rs. IInn determinada estrclla fija qucda oculta por Ia Luna en un momento dado durante la mayoria de Jos mcscs del afio; al aJ10 siguicntc pcrmanccc visible y cs otra estrella la que cone su sucrte. CL3R)EI centro de la Luna sc aparta de le ccliptica, que ex su senda, SO IH' a 10 sumo. A esc arco Sl' lc anaclc, en razon de la p.uulajc, alrcdedor de IS', y:1 que cl radio de la Luna es algo mayor que 1;1 cuurta parte del radio de la Tierra. EI radio uparcntc de b Volva, en efecto, ocupa casi cl cu.idruplo del radio .rparcnte de la Luna, de modo que sera tanto mayor cu.mto menor sea lu paralajc de Los radios rcalcs en iguul proporcion. As! bacia un lado y otro sc akanza una suma de 6 graclos y un tercio!" aproximadarncntc. (139) Sc regresa con gran Irccucncia a !as mismas, cs verdad, pcro no en eI mismo ordcn, salvo una vez com-

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I [()S. 1') : 366 1/1 ~ 1/2') (rcdondcando). '[()C). 36()" X 1/2') ~ ]'1" (rcdondcando). Por 11K'S natural Kepler enticndc cl Illes sinodico de aproximadamcnrc 2') dfas y medic. [R] 170. Las Iifemerid:» de Kepler alcauzan haxta el ano 1636, como dijirnos en nuestra primcra nota ;1 la nota (')Ij) de Kepler. J 71. La cxprcsion latina tricns C'cuatro de doce", 1/12) vale por 1/3. Ello enca]a con los calculos del autor, veasc, si no: 5" IS' + (4 x 15') ~ (i 1/4" (con rcdondco a la haja).

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pletado el ciclo, La causa de esta perrnuta es la vuelta que dan los nodos lunares durante otros tantos arios en sentido retrograde. (140) A proposito de esta teoria vease un esquema en el Epitome Astr. 1'01. 560172 (141) Efcctivamente, si entre nosotros la Luna a mcnudo, cuando en dia de novilunio ha avanzado arenas unas po cas horas fuera de los rayos del Sol, cs sin embargo visible IlO ya en sus cuernos ilurninados sino tarnbien en (olio su cuerpo, ('osa que sc sahe que ocuITe porquc ]a Tierra ilumina cl hcrnisfcrio lunar oj1uesto :11 Sol, y
172. C.W, VIl, 322 ~ Frisch, VI, 364.

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DE L(I. LUNA

desviaci6n hacia un lado respecto al camino del Sol, mostraria pur su parte a los lunicolas con quince veccs mas claridad que cl que la Luna nos mucstra a nosotros Ius tcrrlcolas. Y a cste cuerno de la Volva sc refiere especial mente la palabra 'casi'. Porque cuando la latitud se anula, no queda, ni siquicra en el trance de la conjunci6n, nada del cucrno. (42) Pues en los dcmas lugarcs de Ia Luna, durante el no' I y Ia \lvO Iva. ,S· 'Ill vivolvio, aparcccn a la vcz e I So I aqul -, debido a la claridad del Sol prcscntc, no se ve cl cuernccillo que a causa de Ia latitud lc queda :1 la Luna, cllo sucede por raZ()!les dl' Ia vision. En camhio para los que habiian entre los polos del c.uuino de la Luna y cl del Sol, cl Sol en cl mcdio dfa pcnnal1ecc bajo cl horizontc y la Luna un poco pOI' c-ncima del horizonte: tanto mas clur.uucntc visible, plies. (1;j3)171 Si se considera cl COl1lil'IlZ0 del db cuanclo cl Sol asoma por cl horizontc, evi<.ienlc1l1ente con la Luna en L movicndosc en l'l primer cuadrante, cuando el :'ingul0 SLC, formado por las que uncn con cl centro de la Luna LIDS ccntros del Sol S y de la Tierra C, es recto, l:lmhicn los ingulos, en SGL, de las tangentes SGI7'i en coruucto con cl cucrpo de la Luna seran casi rectos. Y si cl radio t ral'.ado dcsdc el centro del Sol tocara la supcrficie de Ia Tierra, se pensara que el Sol asoma pOI' eI horizonte de csc lugar de la Tierra que indica el punto de o. Por esa misma razon, pues, tamhicn en ese mismo lugar G de la Luna quc SG toea, sc pcnsar:t que el Sol asoma por el horizonte, y ]a recta trazada dcsdc cl centro de la Luna L a travcs del punto ell' o G en direccion a la Tierra indicuni el vertice de ese lugar de la Luna. Lucgo quicnes ticncn la Volva en el VCl'-

1TI. En la Volva 0 Tierra. 174. Vcr figura en la nota (11:). 17,). Y Ia otra SL. 155

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tice, esos tienen el Sol en el horizonte, esto es, para ellos comienza en ese precise instante el dia, (144)17(, A su vez los lunicolas que durante el tiempo de la cuadratura yen aparecer la Volva en su horizonte, por ejemplo en 0, habitan una region en la que los rayos de la Volva CO tocan el orbe lunar y la recta LO trazada desde el centro de la Luna L pasando por cl punto de o 0 forma el angulo recto O. De mancra que cuando csc o sc cxticnda hasta casi cl circulo maximo cntcro del cuerpo lunar habra alglll1 punto a traves del cual la recta prorcdcnude L incida en la ccliptica. Sea cse punto 0, Para los lugarcs situados por dcbajo de la ecliptica los polos de la cclfptica qucdan en cl horizonte. Conquc, si l'S cl morncnto ell' una cundratura, C01l10 adem.is en l'SC trance cl .ingulo LOC scria recto, por fucrza en l;ri Iugar 0, que ticne en cl horizonte tanto los polos de' la ecliptica C01110 la Volva, la linea LO ha de llcgar ccrca del Sol, y asi cl Sol ha de estar entonccs colg;ldo en cl vcrticc y ha de scr la hora de medio dia. ( 115) Rcalmcntc cl gloho rcrrestrc cambia de sitio recorricndo cl zod.faco en cl espacio de un uno, peru ;1 los lunicolas lcs parccc que esta complctamcntc quicto en su sitio, y~1que no ticncn ningllll mcdio de pcrcibir con SllS scntidos tal movimiento. Por tanto, crccn que es mas bien cl Sol cl que durante dcxe [ornadas y media de las suyas realiza cse movimiento hacia la zona opucsta del ciclo, que cs justamcntc 10 mismo que nosotros los tcrricolas pcnsarnos del SoL (146) El globo terrestrc tambicn gira en los tcrrninos de un dia una sola vez sohrc su eje. Estc movimicnto de la Tierra esta expuesto a las miradas de los lunicolas y no hay para ellos una razon cvidcntc para sospechar que la esfera ell' la Volva no de vueltas alrededor de su eje, sino que 10 haga mas bien cl munclo entero

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(como quicre entre nosotros la opinion mas corriente) y con el la Luna su morada camine en torno a la Volva contcmplando sucesivamentc todas las partes de SlI esfera, aunque esto es a la verdad mas exacto, Considerese cl caso de las manchas que aparcccn en el SoL Vemos que en un espacio de 2() dias aproximadamente giran en torno al SolJ77.,;Quien pod ria jamas adherirsc a la opinion de que las manchas del Sol escin quicras micnrras esa neve en la que viajamos y que Haman Tierra nos llcve en un cspacio de tiernpo tan corto alredcdor del Sol para revclarnos Sl.lcesivamente las diversas partes y manchas de SlI SlIperficie? Incluso los copcrnicanos, que est.in convcncidos de que en Ios tcrminos de Ull at10 viajan ulrcdedor del Sol, pOl' cso mismo est:in tamhicn segufos de que en 2() dias no complctan sel1lejante viaje, plies ello entrana contradiccion. Es asi que la vista nos proporciona una prueba firmisima de la rotacion solar; luego tumhicn a los Iunicolas la vistalcs garantiza que su Valva gir;l ell torno a su cjc. Y;I los cnganc la vista 0 ya los ccrciorc cabalmcntc de la vcrdad, tanto da 10 uno COIllO 10 otro: csr.i claro que los lunicolas, si los hay, dehcn cstar convcncidos de b rotacion de la Volva, scgun prctcndiamos dcmostrar. Pcrc: por 10 que toea a cicrtas miras mas sccrctas de est;1 historia, surge aqui ante nosotros un divcrtido rcrorcimicnto. Proclaman todos que est.in a la vista los movlrnicntos de los astros alrcdcdor de b Tierra y 1;1 quictud de la Tierra; responde yo que para los lunicolas est{l a la vista la rotacion de nucsrra Tierra, que es su Volva, y la quietud de su Luna. Si dijeran acaso que Ios sentklos luruiticos de mis gentes de la Luna yerran, con cl misrno derecho lcs responderia yo que yerran sin tino los sentidos terrestrcs de los tcrricolas.

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177. Las mancbas solarcs Y Sll pcriodo, quc cquivale al pcrlodo de rotacion del astro, Iucron dcscubicrtos pOl' Galilco, que los dio j: conocer en una Glrla imprcsa (J 61.:\). Kepler 11iVO conocimicnro del hallazgo a traves de Marcus Welser, que Ie cnvio cl comunicudo de Galileo. iJ{j

176. Ver Figura en la nota 01:»,

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JOHANNES

KEPLER

(147) Par las rnanchas de la Luna conjeturamos Ia forma de la superficie lunar, mezcla de agua y seco. Y no es vana la conjetura. Demostramos, basandonos en principios de optica 111UY firmcs, que la diversidad de manchas y Iuces es indicio de asperezas y Ilanuras en la superficie, de modo que Ias partes Iurninosas habran de ser elevadas y montuosas y las oscuras llanas y bajas. Peru esto supone una separacion de las tierras y Ias aguas, Ill' ahf 10 que sabcmos nosotros los terricolas sobre la supcrficic del globo lunar. Aplic.indolcs cstc misrno razonamicnto a mis lunicolas ocurrc con cllos que, como la superficie de la Tierra ticnc rnontanas y mares, habra de prescntarles la111bien a estos lunicolas su reflcjo en las manchas de Ia parte iluminada: veasc Ia nota (l')iJ). (Hi)) La supcrficie de la Tierra vista desdc su centro gira alrcdcdor de Ull eje de ponicntc a Ievant«, per<> vista pOl' cl cspcctador lunicola la parte que mira hacia la csfcra lunar parccc ir de lcvante a ponicntc segCm aqucl axioma de la Mccdnica de Aristoteles que dice que \as partes opucstas de un circulo (0 csfera) parcccn marchar en scntido contrario si sc Ias obscrva desdc cl cspacio exterior al circulo!?". ( 119) Si la presencia del Sol rrcscnra cl db y su auscncia la noche, cs claro que la estancia dcmasiado larga del Sol sohrc cl horizonic de los parajes lunares exigc una subdivision en partes mas pequefius. Porque si nuestro dia con su noche, que a la postre es poco menos que la veintinueveava parte del db y la noche lunar, si ese espacio tall breve de ticmpo, por razones practicas, se subdivide en 2iJ partes, cu.into mas tendra necesidad de particion aquclla jornada tan larga de Ios lunfcolas. Y eso que a nosotros los terri-

Er. SUNO

0

LA ASTl«)NOMfA

IlF l.A LUNA

colas la naturaleza nos ha dejado sin apoyo, pues 10 que nuestra mente y buen juicio disciernen no 10 puden distinguir nucstros ojos: nada hay por parte alguna que en el espacio de una hora de las nuestras vuelva sobe SLiSpasos, En cambio en la Luna los subvolvanos vcn discurrir ante SLiSojos el movimiento de la Volva alrededor de su eje, movimiento que va presentanclo las manchas de la Volva en idcntica sucesi6n, y cllo catorcc vcccs en los tcrrninos de una noche lunar. Por tanto, cs complctamcnte invcrosimil que a los IUI11co]as se lcs haya pasado pOl' alto hacer esta obscrvacion. Cabe por aqui apreciar hasta cierto punto la pobrcza y soledad de los privolv.mos, que, por estar privados de la vista de lu Volva, carecen de tal insrrumcnro IXlra dividir su ricmpo. (l SO) Tres rosk-ioncs'?" de la supcrficic de la Tierra 0 Volva hay que distinguir aqui: una, cuando cl mismo lugar de la supcrficie qucda de nuevo hajo una misma estrella fija; tal rosicion ocurrc en algo menos de L1ndia y una nochc naturales de los nuestros. La segunda, cuando la reposici(m sc haec atcndicndo a la linea trazada dcsdc LI na miS111aregi(m de la Tierra a traves de los ccntros del Sol y la Tierra; csra rosicion se corrcsponck: del todo con cl db y lu nochc naturales h.isru cl punto de scr su causa. La tcrccra, cuando la rosicion sc haec atcndicndo a la linea tirada desde cl centro de lu Tierra a traves del centro de la Luna; csta ultima rosicion pone una y otra vez las manchas de Ia Volva a Ia vista de la Luna. Calcula su longitud del siguicntc modo. En 7() arios hay 940 Iunacioncs'?' en tanto que las cstrellas fijas

178. La ohra cirada aqui como autoridad est't considcrada por la erudici6n modern a como un producto de la cscucla aristotclica y no como obra del maestro. La proposicion dice cxactamcntc. "Un circulo ticn« !l10vimientos opuestos al mismo tiernpo, un extreme del diarnctro ... se mueve hacia adelante, mtcnrras que el otro ... hacia aU'ClsW48a, 20-22). IRJ

179. "rosicioncs" ~ n-stinuioncs IHO.Las "lunacioncs" SOil IlK'Sl'S. ILly, en cfecto, c.ilculos parccidos en cl F.jiltome (G: W.• VII. 4(4): "La Luna complcta 12 rcvolucioncs en rclacion al Sol, un poco antes de que cl Sol rcgrcsc al comicnzo de su recorrido. Por cso hacen falta trechos de ticmpo m.is largos para que el rccomicnzo sea con una simultancidad mayor. De ahi, a partir de las observacione» de los paganos r~ antiguosl, arranea cl cicio de 3 anos, que

158

159 I!

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JOHANNES

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EL

KEPLER

han completado 19 veces 1465 vueltas, esto es, 27,835 vueltas, que suponen 10,020,600 grades. Como en ese espacio de tiempo discurrcn 27,759 dias de los nucstros, resta las 940 lunaciones y quedaran 26,H19: tantas veces regresan las mismas manchas de la Volva ante las miradas de los lunicolas, Divide el monro de los grad os por 26,H19 y rcsultan 373 2/3: tanto tiempo del ecuador!" transcurrc mientras los lunicolas yen recornenzar la succsion de las m.rnchas de la Volva , Una hora de los lunicolas, cs a sahel', dura 10 que una noche Y un db de los nucstros y poco m.is de su trcintaava parte, esto es, casi 2') horns de las n 1I('''~1ras. ( 1')1) Pucs el misrno giro de la Tierra rambicn a nosotros los telTcstrcs nos cia una idca del primer rnovil, cuyo movimicnto concihcn los asrronomos C01ll0 ctcrnamente uniforrnc':". (1')2) Vcasc en la nora 109 ]a Indole y causa de csta irrcgularidad del movimicnto solar tal como 10 ohscrvan lox lunicolas. ('I ');-)) Las dos miradcs son lax dos partes del Mundo: Ia una

la del Viejo, que :Iharca Europa, Asia y Africa, y b otra l.t dd NlICVO, cuyas partes son !as Arnl'l'icas s-

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prl'ci....;o apl'n~IS; c-l ciclo dc H ;ll10S, qUl' d xiguic-nt« cicio dc H :alios en c:.:1 1l1l'S ;II)OS, qlle coni i,'n(; 1:\6 moses; Y m.is l'X:lCIO agrl'ga csros dox ultimos, cl de .I<) .uros, que que una di"':r(,ll('i;1 de li'i, de db pvrsis«: :I(IIl, r('west' a xu posid")l) original, Calipo cuadruun periodo de 7(, .mos, que incluyc-n <)!(() Illl;qUl'

c.'S

(,()ll)l.'I1:t.antio

centl'simo; cl ciclo de 1I que rodos cllos cs cl que incluye 2:\') Illl'SCS, Plil'sio anl<,s de que b luna !lUCV;! plico cl rnimero, formando sex". [H] IHI, "ticmpos del ecuador" (lempo/'CI acquatoris) = grados del l'(,U;Idol'; ('01l10 explica el mismo Kepler, lox grados "on cI caso del ecuador s(' llarnan ticmpos itenipora) " (fijJ{tome ((i:\V, VrI, 124). Cr. nucstra n. 1(1 a la nota (11:\), 11>2, Tanto la nocion de "primer movil'' como la de "movimienro ctcrnamente unitorrnc" pertenceen a la asrronomia prc-copcrnicana y sc rcfieren a la esfcra mayor del mundo que conricna a todas las otras. Kepler seiiala aqui d car{lter ilusorio de estas nociones, derivadas dd l1lovimici1ro terrcstre, 160

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SliEN() ()

LA ASTW)N()Mf/\

I)I~ 1./\ LlIN/\

tentrional y austral. El huber yo rcstringiclo mayormentc al norte la distincion entre las mitadcs, se de be a que la region Magall.inica, que sc cxiicnde inmcnsa hacia cl sur, l~S desconocida y se cree que es toda sin intcrrupcion un mismo contincntc que Ilega basta cl uno y cl otro hcruisferio, as! cl del Nuevo como cI del Viejo Mundo?". (154) Este parrafo 10 alcguc en mi Discusion con el Mensa[ero celeste de Galilco cditada pOI' Ill) en ('raga cl ano l()lO con su corrcxponclicntc critica'''', Me cnsel](i Galilco que las partes :dus y ll1ontail(),'i;IS de Ia Luna no cran manchas sino clandad, micntras que los mares clcsparrum.rdos pOI' lus I,otlas l1l;,\s 1]( )I1da,~ prcscnraban un colorido negro y aspccro de m.mchas':". 1.0 I

IK:;' I':n Ios llupas (I•.. 1:1 (""P()CI ,'i(".' soli:1 rl'J1n..'SCIlt:1I" 1111 v:Isl0 conti .. ncnu: <Jill' ('orr!" pOl' 10:; 11};II'l'Sdel .'\11' dl',sdl' 1\11 ,,"ri(,;1 I""S\:I Ai'ricl, I.;I.S cxplonuioncs posu-riorc» 10 irian dl'sgajando en I;: Ant.ut ida, NUl'V;1 I,l'lunda, Australi«. 11>'1, "i.(.1u<:din' dl' III l'xaclisilll:l disl'usi';11 ck: lax allligu:ls m.mchas de la l.una? lIabicnck: .ulucido en 1;1p:igil1a ,61 1= Frisch II, 21>71 de mi libro IO/,/it'a] ln afinnacion ck- Ptlll;II','O que- inu-rpn-t.t l'sl:lS Ill;llll'ilas antigll~l~ ck: b 1.1In~1 ('<)lllO bgos U 11I;1I"C. ...'S y I:IS P:II"1<.'S hrill:lllt<:S COIIIO coruint'lltcs, no dude en OPO],H.'rtlll' y, con I';tZoI1CS C()1l1r~lrias,PlI:-;Vconl incnIL"S CI1 1:1:-; mauchax y ;lgU:I l'll b /'()ila lk IH'ilblltc PUl"l':t,:I, I() (llIl' 111('"V:Ili(") l'1 fn'Clll'llLl" :lplalIS() dl' W!J'lt'kl'r. ; os t..:IIS:lrZ:llllo,"i l'll l'SI~1 diSl'llSi(")l1 l'i ve-rano p;l.s:ldo (uro <Jill' por<Jlll' 1:1n:llur;IiL'/,,, urclia ":llil'ml!)sl' ck: nosolros In mixmo que obtuvo poco dl"spu('s v;dil"lIdoSl'

tit..'

(;alill'o), lk' modo

qlll' p;lra compl.u'cr :II propio W;Khk,'I' ineiliso ('umlt" una a",ronomi;l nuevn como si ruesl.." para aqucllos que hahitun 1:1LUIl:I, asi l'OIlIO lIl1~1 gcografia cxcluslv.uucruc lunar, entre Cll)'OS tund.uuc-nros s<' hallaha csto de que Ias manehas son conrincnrcs )' Ias P;II'i<'Shrilbnll's 111:1res, 1.0 que me 1110vi.-) a contr.tdccir a Plutarco l'll "Sic punro pucd •. verse ell Ia p"gilla 251 l= Frisch, ll, 21>71 de mi lihro I()p/ical l'sto l'S, Ia l'xperil'lld;1 alii aducida reali/,:ld:l ell el monte Scheckel dl' Estiriu, ck-«lc d que me parccia que el rio de nbajo hrillal xi, sicnck. la tierra m.i» oscura" (true]. de C. Solis Santos, (;aN/e()-Kel,/e,: !!I Mcusaje y e//J!lclIslljer(J, PI', t 21t; cl. E, Rosen, Kepler's Oml'eJ"a/i(}Jl, PI', 2~-26, Y tcxro lutino ell Frisch, 11, PI', 496 s.). Suhre Wack her von Wackentds, <,I olkial ;lInigo de Kepler, vcasc nucsrra Introduccion. .I}is, En l'l Mensajero celeste (Sicie}'ulls JlJI ncillsl t;alileo afinna de la luna que "la parte brillante representa nu'ts propiaml:nte la superficie de sus lien'as), 1:1parte oscura la supcrficie de las aguas" (Opere, [11,6'»), [R]

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161

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1

JOIIANNI'S KEI'I.EH

rnismo cabc decir, pues, del globo terrestre: el oceano y los mares interiores daran una imagen oscura, mientras que los conticncntes e islas, con la luz del Sol, daran un vivo resplandor. Si antes sostuve la opinion contra ria fuc porque la supcrficie de la Tierra prcscnta colorcs variaclos, en tanto que las aguas se picnsu que son incoloras. Ahora bien, todo color (excro cl blanco) es un grado mayor 0 mcnor de negrura. Y las rcverbcrucioncs de b luz sob I' son analogas a la oscuridad de la superficic dondc rcbotan. Las agu:ts proporcionahan

que

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":11, I

otro argulllento. Sicmprc

~l

conrcmplan dos superficies de agua y tierra PUl'St;IS una al Lido de la otra, son !as ticrras bs (JUL' prcscntan un tono oscuro y las aguas las que brillan. [':n Ia Ojlfica, fol. 2,)] I."" pucdc verse una prucl xi realiz;I(LI ohscrv.uido el 1'10 Mur dcscie cicrto monte Schi')ckd 1><7 en I':sl i ri.t. Considcraha yo ca us.. del hri110 la uniformidad COOlO de espcjo que olrccc la supcrficic de Lis agllas ly Cillsa de la oscuridad 1"1 la .ispcrcza propia de 1:1Tierra. En cI clpitulo Ivlr de la Ojllia/IH') he tcoriz.ido larg.uncnu- accrca de l'sl:IS

,!,

callsas.

~ t'l~ L';'f';!

Sl'

pucs, tengo qUL' desh:lr:ll:Ir cstos arque y:1 hicx: de p.isuda en mi Discttsiou, fol. I') I'>') y d.rr raz(lI1 de esa opinion contraria I':n 1;1 prcscntc,

gUlllentos

(10

EL

SUENO

0

LA A,,)TI{ONOMfA

DE LA LUNA

que di par buena en mi Discusion cuando la propuso Galileo. Por 10 que toea a los colores de las tierras, seria mas exacto decir que todos los colores excepto el negro son grades de luz pura, Respecto a la ausencia de color en las aguas hay que decir que Arist6teles la nicga en su opusculo Sobre Los colores'?' defendiendo expresamcntc que cl color del agua ticnde al negro. Basa su razonamiento en el scntido de la vista, ya que cualquicr clase de tierra, cuando la moja la lluvia, sc vuclvc mas OSClIr:L, micntras que, cuando el Sol lc sect su humedad, brilla lll[lS clara. He anadido yo orra prucha improvisada. En cierta 0('<1sion estaba conmigo sohre un puente de Praga cierto hombre de lctras insistiendomc accrca del hrillo que despidcn bs agu;ls para aSI rcfutar la afirrnacion de Galileo. Le rogUl' que rnirara la imagen de las casas reflejada ell cl 1'10 Y que la cornparara con la imagen real: era patcnrc 1;1dilerencia de claridad y que la imagen del rio era lll;tS oscura, ASI pucs, cl primer razonarnicnto mio accrca del color de las aguas y las tierras qued.i invalidado y vuelto del reyes. POI' 10 que hace a 10 otro del hrillo, cs de modo que ya ell otro pasaje de Ia (iptica?", dondc traro sohre Ia ilurninaci6n de la Luna, be dcslxrratado toda su Iundarncn-

kel luc ell d ano )(,01. H17. J~I cdkion del Sonnriu n) de J(d,i [r:Jc in montcSecnlo, lariniza<'i()n ulgo raw del moure- S('hiickel. No obstante la identil'ic:lci(-)J) l'S clara pOI' las rcfcrcncias a es['as misJll:Js ohserv'lciolles ell olr:ls ohr'ls de Kepler. )XX. Restiluyo ell cl texto lariuo cl rr.imo et ohscuritutis cattsam omiriclo pOI' '" auror 0 SllS cditorcs. 11',9. G. W .. II, 2()3 Y 211',-2.20. L:I cnmicnda [VII cs una propucsta de E. Rosen, p. 110, 11. 21',0, en vista de que CIl cl cap. I de la ()jJlicu no sc habla de la cnestion. sino en el VI. 190. "Ahora bien, en el propio margen de la p,igill:J siguienlc se explica 10 endcble de las razoncs aducidas. A sahel', el rio no brillalxt ('01110 la tierra debido a Ia luz cornunicadn por cl Sol, sino dehido a la luz relle-

jada pOI' el aire luminoso. POI' ese moi ivo, no tuvc exito en cl cxamcn de las causas de la expcricncin. Ell d'eCIO, en contra de las cnscnanza» de Aristoteles en el libro sobr« los colores, alirme que las aguas parricipan de l:J oscuridad rnenos
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163

Hl6.

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I.f'.. II,

no ~ Frisch,

II, 21',7.Alii s<' sl'11ala que la subicla ;)1 S('hi',c-

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JOliANNESKi'l'I.EI<

EL

taci6n. Porque si el GlSO de las aguas vistas de cerca se lo aplicamos a cuerpos redondos alejados de nosotros por intervalos inrnensos, nos apartamos mucho del buen camino aducicndo una explicacion que no es explicacion, Que Ias agu
SIIJ':~U

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LA ASTRON()i'vlfA

DE LA

LU:'\A

en rni Discusion con eJ, fol. 161')(', as! como en la Astronomia Copernicana, lib. Vl, Iol 1{311')7, yaqui en la nota 147 de mas arriba. Una vez asentadas estas prcmisas para la neccsaria cautela, paso a desarrollar las razones de cada uno de los particulates de csta descrlpcion. Primcramcntc be dado al Viejo Mundo un aspccro 1ll;'IS oscuro en la idea de que, COlllO
1')5. c, IV. 11,221, .rl m.uu.-n, y Frisch, II, p.'i:-;7. 1')·1.Se solia contcmplar b cxistcnci« de Ircs d"s"s ck- 11IZ,b dirccta o iriciclcntc, ]a reflcjada y la rcfractad.r. "I'm mi p.utc" -dicc Kepler- "he introducido Ull cuarto tipo de luz, a la que IlC dado cl noml irc de 'lu» cornunicada '. Sc, origina en b luz rcl'iejada y e-n b rdractada" (OjJlica. G. lV., II, 2021. lRi 195. "Dc cste modo, si alguicn quisiesc resllcilar Ia antigua opini(m de los pitagc'lricos seglm ]a Cll~i1]a Luna seri" ,dgo ;Isi como otra Tierra, Ia partl' mas luminosa de clla reprc'sentari" m'ls bien Ia sllperficie s()licla,

muntra-, que la 111as OSClILt serb cl agll~l. Por mi p;lrtc numa !H' dud.ido dc que, en el globo terrcsrn- visl" des"" kj"s cu.uulo s\' I""I:! ilumin.ulo p()r I"s rayos solares, hi supcrlki,' ,Ie- la ricrra sc o(reC(' :I hi vis!;1 Ill"!.' luminosa y la liquida m.i-. ():-'Cllr~l. Otroxi, bs grandes IlUnl'll:l.o..; .'-il' veil l'1l lei Luna mas drimidas que: las rcgioncs Ill"S d"ra." CIL" (ILld. (Ic C. Solis Santos, Galilee-Kepler. FI Mt-nsa]« y 1'1Mcnsa/,').·()' pp.hi(). Tcxtc: original en Galileo, Opcr«. Ill, 1l2). 196. "Para que seguir? SUp('l11que la Luna l'Sll' cOlnpu"sl" Jlor lie'rra blanca, tal y como sucedc con I" d:! de Crc(" ("I Il,,)do en que Luciano il Hstoria uerdadera. II, :ll nfirrn.i quc b Luna cs una tivrra SCIl]('j'lI1ll' " un qucso), y habra que conceder que' ell virtue] de Ia ilumiu.uion del S()I nspl.mdccc con mas claridad que I()s m.nx-s, nun clI:ll1ci" IH) SC' h.ilk-n IC'llidos de oscuridad, POI' consiguienll', en "I>sollll() nil' illlpi"c mi lil iro prc-starte oidos cuando disLTep:ls de nu y adu('('s 'lI'gullll'nlos 1l1:!lc'll1:ilicus en favor de Plutarco con irrefuul>lc y 1l111ypCllC'lranlc' ckducci(in. Asi' pucs, las partes brillantes ofrccen much.r« cavkladc's, !as 1);llkS hrillantcs sc iluminan segun una linea tortuosa, las p:lrlL's I>rill:lI1l('Sprcscnull cnor11K'S prominencias gracias a !as l'uall's Sl' ilumin.m ;lilIes CJlll' l:ts zonas vr-cinas: !as partes que miran hacia ('I Sol SOil brill.uitcs, y lenC'ill'().S:lSlus quc k: vuelvcn la cspakla, todo 10 cu.rl convienc a un lug.u sc'co, solido y clcvado, pero no a uno Iiquido. I'or c-l contrario, Lis parle'S 1(,11Ch1'Osas conocidas dcsde la antigucdad son uniformcs y sc' iluminun 11l:istarde, lo que hahla en favor ell' su hundimicnro, dado que !:is promincncias circundantcs brill.m ya .unplt.uncnrc, dislinguiC'ndosc' de las p"rle., oscuras iluminadus mediante un cicrto llegror a modo ck- somhra. En las cundr.rlULlS, la linea de iluminacion cs rCTia pOI' Ia p.urc- tCllcilrosa, ('osas rodus ellas que compctcn a xu Vl'Z a lox liquid"s que ticndcn a 10 hajo y pOI' su peso se cxlicndc>n ltorizollta1cmcnlc" Orad. dc' C. Solis Santos, Galileo1(e1)/er. FI MCllsa/e y ci Mensa/c}'() sideml. Pi)· 12~-12('>:('I'. E. Rosm, Kepler's Omuersalioll, Pl'. 26-27; tl'xto miginalen Frisch, II, p. 'i·<)'». 197. La Astronol1zhl copernicClna es cl hj)itome; cl pasaje aludido est'l Cll G. W, VII, 47,'1 y Frisch, VI, p. 1kS.

l(yj

165

do. l'cro a horn p:lr('('('n ell' il'jos

los cuerpos

cl'icstcs

en modo

:tigUl10

ilumin.idos pOl' b luz del Sol y visihles desdc I:t rcfk-xion ell' los rayos solarcs

~I CIILS~I

ocurrida conlormc a bs !eyes opticas de Ius cspejos, sino ~I causa de la lul. cornunicada pOI' cl Sol (asi Ia ck.nominc en mi (}j!/iC(fI') y hccha y~1propia de csos I )

:1 CILI.S;I de la aspcrel.~1 de SLiS superficies. Y c.s pOI' impcrativos de su propia ck-finicion 111:ISfucrrc en l.rs ticrr.rs que en l.is :lgU:IS. Con ('slo lusl:1 para rclutar ('I argulllento conrr.irio. En fav()r de l.t ckxtrina vcrdadera quc CnSCl1a que las ull'rpos

('sta

I.onas

1111.cornunicada

manchadas

SOil

COIllO mares

y lagos,

ma-ntras

!as luminos.ts cquiv.ilcn a 1:1 parte .irida del contincntc y a Ias islas, ticncs ;lrgul11cntos absolur.uncnte prohatorios en m mcnsajero celeste de Galilco!" y que

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(l55) EI aspecto de la mitad en que cae el Nuevo Mundo dije que era algo mas brillante a causa de ese mismo error mio, ya que posee extensiones enormes ocupadas por mares y por el oceano tanto exterior como interior'?", Tales extensiones estrechan por su mitad a America en un istmo tan angosto que casi la deguellan. (156) EI Occam) Brasilefio, cl Atlantico, cl Deucaledonio'?', el Glacial, que se cxtiendc hasta el estrecho de Anian2lx, y da al Oceano japones y Filipino, al de las Molucas y al de Jas islas de Salomon. (57) Rcspecto a la mencionada franja 0 al Oceano Atkinrico. (J ')m Africa (] ')9) Europa. (16m Sarmaci;l, Tracia, las comarcas del Mar Negro, MosC()Vi;1 y Tarraria. (61) Bretana. 0(2) Escandinavia () Dinamarca, Noruega y Suecia. (63) Asia, Tartaria, Catay-?', China, la India, etc. 0(1) Asia sc cxticndc dcsdc Europa hacia oriente. Pcro, como b Luna recorrc alredcdor de la Tierra cl mis-

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l')H. EI mar interior m'ls extenso tic- Ame'rica cs cl C:arihe; lox lllarl'S cxtcriorcs son, claro cs, cl AII{lI1lic() y cl I'adlko. 199. "M:is alhi dc la zona stcrurional de Alliirm , la isla iJril;lnicl, xv halla el oceano ll.unado Duccaledonio" (Prolomeo, (;('(Jwajia, II, :I). Observe cl lector dcr.rllista que Kepler cscrih« "Dcuc.rlcclonio", no "Ducrulcdonio", ya que en los nomhn-x propios, Y m.is rrar.indos« de lugarcs rc" ruotos y poco frecuentados, hay muchas vacilaciones en Ja rradicion. La cnumeracion en seric de los mares que haec Kler, no deja sin embargo lugnr a dudas de que sc rrata del nomhrc tolemako. 200. Este mftico estrecho uniriu cl Pacifico con cl Oceano Artico. Provienc de una mala interpretacion de un pasaje de Marco Polo. 201. Catay 0 Catayo es cl nombrc que Marco Polo dio a la China. Procede del vocablo Kitai que los conquistadores mogolcs aplicahan al norte del pais, micntras que a la parte meridional de China la Ilamaban Mangi. Catay persiste en la memoria geogrMka de Europa, como se ve, hasta muy tarde. A China esperaba llegar Colon, y as! 10 creyo cuando en Cuba oy6 a los indigcnas hablar de la provincia de Mango, que tan pare, cido a Mangi sucna.

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LA A"iTI{ONOMiA

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LA

Lr Jr-.'A

disco. (177)

C0!110

202. lloy

en las noLIS 169 y 164.

cO-;

una ciudac! clc Colombia,

vincia del inlperio cspanol. 20.1. Vease la figura de \a nota (] 13). ]67

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DE

1110 carnino que la supcrficie terrestre alrededor de su eje, sucede que el hcmisferio inferior de la Tierra o Volva les parece a los lunicolas que discurre hacia occidente. (65) Uno y otro Oceano, seg un, claro es, la hipotesis falsa. (66) EI continente americano. (67) America del Sur. (J6H) Nicaragua, Yucatan, Popay;tn202. <1(9) Veasc la nota 164. En cfecto, Brasil pm oriente esta mirando a Africa. (170) Brasil. (171) America del Norte. (172) La Tierra de Magallanes. (1T-) )20.i Con el Sol situado en Cancer, cl polo B de Ia Tierra 0 del primer movil, csto es, el del giro de la Volva, solo CSt:1 sarado del Sol 6() 1/2 grados en d .ingulo SCR, y as! tambicn del centro de su propio disco, los lunicolas dcsdc una linea N que pasa pOI' los centros del Sol y de la Volva. Y es que el disco de la velva TR va 1ll;IS alia de su polo B a 10 largo de 23 1/2 grad os contados, claro es, en ;tngulo. Por tanto, tal COJllO cl radio CR del disco vale ()O', igualmente la linea que va desdc cl centro del disco hasLa lus ccrcanfas del polo II vale ')')' (174) Tulc 0 Islandia, pen> segLIl1 la hipotcsis falsa, como si las superficies seCIS de la Tierra Iucscn m.is oscuras que: las humedas. (17') Hacia d Oceano del Norte. (176) EJ circulo polar .irtico toea cl horde del disco de la Volva. Pero Islandia qucda junto a ese drculo, de manera que en cada giro de la Volva, cuanclo el Sol esta en C;J[1cer, viene a Clef alguna vez en el borde del

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(178) Esto tiene validez a la invcrsa?', siempre que el Sol, situ ado en Cancer, sea visible para todos los habitantes del circulo polar durante una vuelta complcta del primer movil. Pur tanto, tamhien el circulo artico sera visible siernpre para el Solo para el ojo situado en la linea trazada a traves de Jos centros del Sol y Ja Tierra, en la que justamente est.in los lunicolas, (179) Pucs cl plano trazado a tra ves de los ccntros de la Luna y la Tierra, cortando en .ingulo recto cl circulo de la ecliptica, pasa cntonccs tamhicn por los polos de giro de la Volva. Pcro cuando cl Sol esta situado en los puntos cquinoccialcs, el polo de la Volva queda al bdo dl· CSl' plano. En consccucncia , d ccuaclor de Lt Volva cst.i cortado cntonccs por db ell :lngulos oblicuos. Fs ck- olra parte gracioso obscrv.ir L'sto mis1110 t.uuhicn CIl !as manchas del Sol prccisa rncntc, como escrihi en ]a elr!;l a lbrtsch del :tt10 1()2l)"" :lccrGl de las obscrvacioncs del llustrisimo Principe y Sc{lor Felipe, l.mdgravc de l Icssc-?". (tHO) Es forzoso que los Iunicolas :Lsigncn un movirnicnto anual a Jus polos de su Volva , ya que ignoran que giran con db en movimicnro anu.il hajo Ias csrrcllas fijas. Pucs aunque cl eje de la Tierra al c:ti)() de un ano [uxto rcgreS:1 a !as mismas estrcllas l"ijas,sin CI1l-

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(lH4) 2(}t. En gricg( >: <1l'(inUALv.

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hargo, como los lunicolas distan del polo de la ecliptica y la Tierra en carnbio viaja junto con la Luna por la ecliptica, guardando la Tierra siernpre una distancia igual respecto a los polos de la ccliptica, pero ora acercandose alas estrellas fijas en las que esta el polo de la Volva, ora apartandosc de ellas, sucede que el lugar del polo de la Volva les parece ir alas voces mas aca 0 mas alla del polo de la ecliptica y, de esta rnanera, girar alredcdor de ellos. La variacion del diamctro de la Volva vista desdc la Luna es exactarnentc Ia misma que nosotros COilS ideramos en Ia paralaje de la Luna. Asf pues, el radio de la Volva ell xu apogco midc ,)H' 22" Y en su perigeo, cuando cl Sol va r.ipido, 63' 11", rnientras que a nosotros nos aparcec cl radio de la Luna en su apogeo como de 1')', cuyo cuadruplo cs ()()'. AI Sol nos lo tapa la Luna, a la Luna lc damos SOIl1lira nosotros mismos, esto es, el gloho de nuestra Tierra. Igualmcnte a nucstra Tierra, () :<;caa su Vulva, le clan sombra allf los lunicolas mismos, 0 sea, su Luna, mientras que aqui su Vulva, que es nucstra Tierra, les oculta a ellos el Sol. Sin embargo, palidcce tamhien entre nosorros entonccs la Luna, sobrc todo por aquella parte que tiene m.is cerca la sornbra. Ello cs cuando cl centro de la penurnbra=", que las mas de las veces csta ocupado por la sombra espesa de la Luna, no Sl' adentra en el disco de la Tierra, 0, ineluso cuando se aderitra, pero no hay sornbra ninguna de la Luna sino que queda un circulo remanente de Sol. Si bien en el primer caso los Iunicolas no ven

20'5. Esta carra lu« public;l(Li en ;:ag;lll con Cecha de [(,l'). Vl'a,se E. Rosen, "Appendix A: .Ia("pi>Bartsch", p. J N l , 206. Eslas obscrv.u.ionc-. bs hacc en ]a 1()l";t1idaddl' Butzh;tch, donckc-l landadgravc, adem'ls de olms instrunu-ruos, dispone de un brgu tub" de 'i0 pies de brgo y con una .ilx-rtura superior no mayor que .-l t.unnno de una lcnte]a para obscrvucioncs de las muncha-, solares rucdi.uu« pmyeccion en pantalla -seglm rcficrc Kepler en la carla ahicrta a Bartsch de 162<), concluycndo. 'Las im,igencs rcsCl1"das a me-dic: db en nu uha., jornadas sucesivas rcvelan que bs manehas Sl' clcsplazan en una linea. Est" linea cs perpendicular "I mcridiano en los solst icios. En los cquinoccios esta inclinacla en un .ingulo complcruc-ntario a la ohlicuidad dc la cchptica, mientras que en 10s cquinoccios opucsn », 10 haec en la dircccion opucsta. Entonces csta linea de dcsplazamicnto sk-mpr« corta cl plano de la eclictica" (texto en Frisch, VII, p. 'iNn

(umbra) y 'penumbra' (pede la Luna' Por cl termino 'sombra' de ]a Luna se cntiende la cnrcra porcion circular del disco de la Tierra ... para la que el Solqueda compk-rurncntc oscUl"ecido por la Luna. En camhio la 'penumbra' es la entera por.ton del disco () supcrficie de la Tierra para la que alguna parte del cucrpo del Sol qucda oscurccido en ese instante" (Epitome ~ G. w', VIl, '197) lXI

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207. ""Que' significall los (l'rminos 'sombra'

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ninguna sombra neta en el disco de SLlVulva, no obstante, veri cierta palidez y oscuridad en el extremo ocupado por la penumbra; 0 si en el segundo caso el centro de la sombra as! dispuesto traspasa, ven alrcdcdor del centro una sombra indccisa, como causad a por una niebla tenue 0 un velo transparentc, sin Iimites prccisos, no de otro modo que cuando aqui en la Tierra las CCIPUlasde las torres clevadas no proycctan sobrc cl suclo contiguo una sombra ncta, sino mas bien diluminada por ohra de los rayos solarcs. ( l~,) De ma.ncra que, pesc a todo, no hay que olvidar que para nosotros es novilunio en cl precise insrante en que para cllos cs plcnivolvio, y para nosoiros cs plcnilunio cuando para cllos cs novivolvio. (]~() Esto l'S a.sf porquc cl disco de la Tierra (0 la volva de dins) ticnc un radio que midc de ();-\'11" a ')~' 22", mk-ntras que la sombru de la Luna, que es la que ocasiona para los lunfcolas los eclipses de su VolV:I, a CIU.S:Ide la rn.rgnitud=" del Sol, se va achicando dcsdc la Luna hasra cl disco de la Volva, de mancra quc nunca ticnc un radio mayor de I' 22" Y a mcnudo no ,'S n.ida. (l~7) 1\ salx.r, nunca es mayor de una cuarenta y scisava parte del di.imt-rro de la Volva. (lHH) A CILlS:1de ]a disminucion de los rayos solarcs. Atcndi a 10 que ocurrc en la camara oscura cuando cntra un 1'ayo de Sol por un :Igujero muy pcquefio. Pcro en clla la orb sucle prcscntar L1ncolor rojizo porque Ia rodca sornbra ncta y la luz del Sol queda dcntro de la orla, sicndo cl contraste nuis fuerte. Por cl COt1trario, en cl disco de la Volva la sombra de la Luna cae dentro y es de dimensiones despreciahles, mientras que poria parte de fuera reluce todo el disco de la Volva. De cste modo, en contrastc con la claridad circundantc, es forzoso que la rojez desaparezca. Mira

208. La rnaginitud

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t.unano del Sol vale aqui tambicn por su distancia.

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ASTRONO[vlfA

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las prisas que me c.Ioy en corregirme, no sea que algun observac.lor de estos fenomenos haya bajado haec poco de la Luna y me contracliga. (1~9) C()1110es el aspecto de la sombra sohre una llanura terrosa que el Sol ilurnina con sus rayos, es Iacil para cualquiera comprobarlo si a medio dia en verano mira dcsde un lugar elevado. Pues la Tierra que nosotros los terricolas Vl'!110Sde cerca y ell os los lunicolas yen de lejos y lla \11;\11su Vulva es la misma. Sin embargo, el lugar cubicrto por la sombra sera mas oscuro cuando durante cl eclipse de Sol nos invade una noche cspcsa, 10 que sucede a vcces pOI' circunstancias del .iirc () brisa celeste que rodca al Sol. Vcasc h'jJilome de Astronotnia C()jJcrnicana, foJ. ~9')211'). (90) Como antes en Ias notas 161, J()l) Y 177. Pucs la xupcrficie de Ia Tierra, la Luna, situada sohrc db frcnIe al Sol, y la sombra de la Luna proycctada sohrc la superficie de la Tierra, que imaginamos conuunplada por los Iunicolas, sc mueven en un area que es una y Ia 111 isma . (l9l)21(1 Veanse los eSCjLlC11laS de eclipses solar: .... s considcrados en general que sc incluyen en los prolcgorncnos de mis Iifemeridcs'", Estos esqucmas son Il1UY adccuados para representar los eclipses de volva que conternplan los lunicolas, mas todavia cuando en ellos, por necesidades de la dernostracion, se supone que cl ojo csta en la Luna. Tomcse el espacio de una hora: el ccuador terrestre habra girado 1') grados en la zona media del disco de la Tierra A. Ahora bien, la Luna habra recorrido medio grado de su orbita y Ia sornbra de la Luna habra cornplctado poco

209. c. w., VII, ')08-')09 ~ Frisch, VII, ')12. 210. Vdlse figura correspomliente a b de Frisch (VIII, 60, fig. 2), E. Rosen (p. 119) 0 M. Ducos (pp. Ll Ovl Ll ). 211. Estos diagramas cstan rroducidos en la edicion de Frisch, t. VII, pp. ')06, 5.30, 53S, ')50, ')')9, ')73, ,)77, 5S7, 59S, 603, 614. 171

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mas en el disco de la Tierra, por ejemplo, el tramo PC. Pero una mitad de grado en La orbita de la Luna equivalc casi a 60 mitadcs en la Tierra scgun La proporcion que guarcbn los diarnetros del globo tcrrestre y de la orhita lunar. Luego La sombra de ]a Luna PC recorrer.i en una hora de las nuestras m{IS de 30 grados del ecuador terrcstrc sabre el disco de LaTierra, cuya supcrficie habra girado unicarncnte l'j grados, y as! la somhra PC es cl dohlc mas vcloz que Las partes de la Tierra proximas al centro del disco A, que cacn [rente a los lunicolas. Pcro la sornbra cs incornparablcmcntc rn:is vcloz en H y S, puruos scsgados del ccuador tcrrcstn-, () en F y C, ultimos puntos visihlcs del disco. ( I S>2) Entonccs toda via no cstah.m disponibk-s h'i Tablas teodolfinas'". Vease no O\JS\;lllte ell los tiias H de ahril y :) de oct uhrc cl :ti1o J(6:i cjcmplos de conjuncioncs Gisi centrales. Los ricmpc», cuadran :1 la pcrfecci(m"15 Pc-ro l<:~llgase prcscntc que Cll~mt() mas lcjos del centro pasa ]a sombrn ck 1:1 Luna, tanto mas corta sc haec su estancia s()hn: eI disco. (1S>:i) Nuestros eclipses de Luna SOil para los lurucolus eclipSl~Sde Sol. lIn eclipse de Luna puedc durar de principio a fin ;(. horas de l.is nucstras y 20'. Pcro clla se man ticnc toda entera dcnrro de la sornhra tcrrestre 2 horns y })'. Vcase cI Epitome. de Astronomia Copernicalla, tol. })()l)l'.i. Luego tumbicn para lox Iunicolas eI Sol pucdc ocultarsc lotio cntcro otras tuntas horas. (] s>1) Ticncs un esquema en cl capitulo ell' mi Oplica sohre los eclipses de Luna, dondc represente let refraccion de los rayos solares en cl aire que rodea LaTierra-". Aqu] los rayos rcfractados pcnctran dcntro de

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212. Public.adax en 1(,27. 213. En ]as l!/i'lIu;riries (= Frisch, VII, (,()D. 214. lipitonu: (= C. \j:'~, Vll, 0194; Frisch, VI, ~()l. 21'S. EI autor se: refierc al cap. 7 de SlI OpUca que Ileva cl titulo "Sohre la somhra de la Tierra". EI diagrama corrcspondicnte se reproduce en G. W., II, 23'). I RI 173

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10s limites de la sombra desde la parte, por ejemplo, oriental, continuan todo hacia 10 hondo del cono de sombra y salen por la parte occidental. De esta manera, al arribar la Luna al extremu occidental de la sombra, le salen al paso los rayos del Sol refractados proceclentes del limite oriental de la Tierra. Pero estos se vuclven rayos visibles y crcen pur ello los lunicolas que est.in viendo una pcqucfia parte oriental del Sol 111:1Salb de su Volva, cuamlo en realidad cl Sol clsi cntero aparece tamhicn delante de la Volva en su .ircn occidental'''''. Y esto OCUlTe en aqucllos lugarcs de la Luna que vcmos durante su eclipse poncrsc 111UYrojos. La GlUS;1de csta rojl'z cs por ot r;1 parte la rcfracxion de los rayos solarcs. Y pOI' SUpllcSto con la Luna lIeg;lml();1 Sll ;1]1oge(). Porquc mcdiantx: obscrvacioncs sc ha comprolxido y sc salle que: Ius rayos del Sol rl'i'racudos .u ravic-s.m por dcb.ijo la sombra sin ukanzar a la Luna en su ;1{10gC(). Evidente11lcl1tc ILly ;1 vcccs en la materia misma de Ius vapor(\~ de ria luz cxtraria que no proccdc del Sol, sea mediante rayos priru.rrios () sccunciarioscl7 Si csto ocurre en c-Iairc tcrrcstr«, pucd« t.unbicn ocurrir del ll1iS1l10modo en cl lu nar. Porquc lu Tierra 0 Volva se ilumina tambicn con 1;1 Luna Llcna y adquicre con esa iluminacion cierta blancura. Durante cl ticmpo, pucs, en que no toda la Luna se qucda sin 1;1vista del Sol, sino unicamentc uno de sus dos hordes, csto es, la parte oriental 0 Ia occidental del cfrculo divisor, tal11pOCOla Vulva junta-

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mente con el Sol se vuelve del todo invisible, sino que le hurt a por completo el Sol a csa region extrema de Ia Luna, mientras que clla, gracias a la blancura que sobre sf de la Luna recibc, cs pOl' contra visible a los lunicolas. Esto que acabo de cscribir se presta a confusion y no debe entcndcrsc como referido a un tipo de eclipse de Volva, sino a su oscurecimiento ordinario durante cl novivolvio, tal como para nosotros sc oscurecc Ia Luna en cada novilunio. ( 1(8) Esta 'rnitad' tomcsc aqui no en rclacion a ningun punto particular de la Luna, sino a la estancia de la Luna toda entera dentro de la somhra rerrcsrrc. Porque entonces la Luna, c.ircruc- clla de luz, IlO den-una luz ninguna sobre la Tierra 0 Volva, dado que esta ultima le tapa a roda la Luna cl Sol toclo, (ll)l)) Tornense tambicn ;ICJUlestls expresioncs del sigllicnte modo. Los eclipses de Sol entre Ios lunicolas son rnaximos y no m.iximos, y sc corrcspondcn con los eclipses de Luna entre los terrcstrcs, que I()s hay totales y parciales. En rcxlos estos C1S0S rcficrasc- la voz 'eclipsamiento' 0 'eclipse'!" al Sol; rdiC'rase ;1 la Volva unicamente en tanto en cu.into, a causa del eclipse solar, tarnbicn falta 1a luz del Sol reflcjada por cl globo lunar sobre la Tierra () Volva. POI' tanto, la Volva se queda sin la luz primaria proccdcntc del Sol a causa del habitual novivolvio y sc C1ucda sin la luz secundaria procedentc de la Luna tarnhicn a causa del Sol eclipsado para los lunicolas. (200) EI calor de la luz lunar, allnquc csta luz sea quince veces menor que Ia de Ia Volva, podernos exarninar10 mediante el tacto, ayudandonos, claro ex, de nuestro ingenio. En cfecto, si se recogen los rayos de la

2]6. "occidental" es una cnmicnd.t de E. Rosen (p.121, n. j W) que accepto; Kepler esnihil') oricntali. 217. En cl hili/utile (G. lV, VlI, 49(» Kepler define "los rayos secundarios del Sol" como aqucllos que "son refractados dos veccs en eI airc 'Iue circula nlrcdedor de nuestra Tierra, una vez en cl camino de entrada, y de nuevo en el camino de salida". Prohahk-nu-nrc (scg(l11 I,. Rosen, p. 121, n. 320) "los rayos que son refraetados en cl camino de entrada" son los que Kepler llama "rayos primarios".

21S. 'cclipsarntcnro', 'eclipse', ~ clefoctionis, dc/eetlls (que propiamente significan 'falta', 'carcncia', pero dcsignaban cl fcnomcno astronomico ell la lellgu'l lircraria y familiar latina). En cl crmtexto aparecc rarnhicn por supuesto cl prcstamo griego habitual eclipsis, que en loci as las len guas rnodernas acabo imponicndosc.

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EL SPENO () l.A

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Luna Llena en un espejo concave parabolico 0 incluso esferico, se siente en ellugar del foco donde confluycn Jos rayos una suerte de h.ilito tihio+". Tal me acontecio a mi en Linz+" cuundo me dedicaba a haeel' otra clase de cxpcrimcntos con espejos, sin pensar para nada en cI calor de la Iuz, Me ruse de pronto a mirar a mi alrcclcdor para vcr quicn me cstaba cchando cl alicnto en lu mano.

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Que cl rcsplandor de la Volva (0 sea de nucstra Tierra iluminadu pm c] Sol) t'S del gencro de los que cmiu-n calor, no ncccsita ck-moxt ra rsc, pucs a VCCl'S durante cl verano Ia fUl'rz:1 de los ruyos solau-s l'S tanta que: ard« cl monte y Sl' inccndian los tcchos de madera, en 1:11110que b genle Ie cella l.t culpa :1 ill" <.'Cf1(li;lrios.~()ll(: import.i, pOI' consigllicf1IC, qUl' la Luna csl(' :1 cincucilla mil millas dc csrc calor, si su k-janiu Ia cntrcnt« Lic clr:1 a una parte del gl()ho 1\.'" rrcsrrc IIlUY cxtcnsa, l'S 111:IS,Gisi run cxicnsa COIllO un hcmislcrio? (20 l) Eslo pOl' sl s<')lo es poco; sin embargo, ell cl conjun[0 de GIUS:IS, no dche ul vez pasarse por :t\IO. Y es que d Sol dur.uuc d noviv: )Ivi() disla de los subvolv.mos un di.imctro cntcro dd cicio de I:t Luna 1ll:IS que 10 que dista Lie los privolv.mox durante xu IIK'dio dia. (202) Ex una conjctura prohahlc. IlO una dcmostracion fchaciente. Ensei'wn los cxpcrtos en navcgacion que las mareas son m.ryorcs ell 1:ls ('()puias22) de los luminares que en sus cuadraluras. Pen> !as elus:ls de bs 1ll:treas maritim.is parcel' que son los cuerpos del Sol y

21<). Plurarco (f)e [acic, ')29a) P:II'CCC'que aludc a lIll calor de!>il COIllO c;te (co [ lermino h,ilil;' sc clcbc a lIn;! l'nlllil'llda ch- Frisch, P"CS cl S()IIInium de 16:\,j trac babitum). SCglll1 F. Rosen ( p. 12:\, n .. ~22) Kepler cs el primero que us() rcrmino 'foco' (/iiCIiS = 'hornilla) en su (J/)lic{/ «(/. W.. II, 91, 11-17). 220. Kepler vivio en LiD/, de 1612 a \(Jl7. 221. Sobre cl termino "copula" (c()/lit/a) vl'ase mas arriba nuesrra nota 162 en la nota (1:\]) de Kepler,

A!'ITHONOMiA

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la Luna que atraen las aguas del mar por una suerte de fuerza parecida a la magnctica. Ahora bien, el cuerpo de la Tierra no deja de ejercer arraccion sobrc csas rnismas aguas y a eso In llamumos 'gravedad'22l. (Que irnpide, pues, que digamos que la Tierra ejcrcc atracci6n igualmente sohrc las agu:ls lunarcs tal COIllOla Luna hace con lax terrcstrcs? As! las l'OS
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scopic y las observaciones de Galileo mencionadas en mi Discusion (fol. 20)22H,asi como otras observaclones mias: promontories que se levantan en perpendicular desde el suelo hacia arriba cinco mil pasos comienzan a verse a partir de cuarcnta y cinco millas alemanas (vease el Epitome de astronomia copernicana, fo1. 2Y29). Ahora bien, si echas una rapida ojeada a todos los informes de navegaciones oceanicas, dificilmentc hallanis un intervalo mayor desdc donde se vea tierra, pues ningun monte se alza sobre la superficie de lns aguas por encima de la milla grande alemana. Vcase el Erauistcnes bolandes de Sncllius':", ACefG1 del tamafio y la altura de los montes lunares y acercu ell' cU{Il1La disrancia, con la Luna bifid.i, hay entre la linea que sara la parte iluminada de la sombrcada y los puntos luminosos que se clcvan dcsdc 10 hondo de la sombra hacia la luz de los rayos solares, vcase en el Pesador que Galilee escrihi{) contra Sarsi2.'I, y en sus otras 'obras en general. Cuando en mayo de 1612 contemplaha yo un eclipse de Soj2,2 proycctando los rayos a tr.ivcs de un te-

media nochc en ausencia de los luminares es igual de grande el Ilujo de la marea que a media dia con los luminares presentcs. Luego vacila tarnbien en este punto mi barrunto, a no ser que hagas derivar nuestras rnareas oce.inicas nocturnas del rebote sobre las costas americanas, contra las que la Luna, arrastrandolas tras de si, arroja las aguas, y a la vez del choque sohre las costas de Europa y Africa en cl correspondicnte reflujo, que la Luna frcnariu al regresar al dia siguiente con un nuevo arrastrc+". Es mcnestcr eliminar en la Luna tales cheques de las ;Igu:ts contra las costas que dan lugar a los rcflujos, si de vcrdad se quiere dcjar sin agu:I ninguna a los privolvunos durante su media nochc. (20'i) Ciertarncnte durante las cuadraturas ricncn Jugar un f1ujo y un rcflujo de la maroa casi unpcrctihlcs, como si se proclujcra UD cquilihrio entre cl tiron del Sol suhicndo y cl de la Luna alcj.indosc de la mitad del ciclo, 0 al contrario. (206) EI diameiro terrestrc, al igual que el circulo maximo, esta respccto al duimctro lunar en una proporcion de 389 a 100 U{jJiforne de astronomia copcrnicana, Iol, 48Y2,). Lucgo cl di.imctro lunar cs ;dgo m.is que la cuarta parte del tcrrcstrc. (207) Este detalle del Sueno ticnc l11{tS cdad que el telcscopio holandes+" y sc 10 debo sin genero de dudas a Maestlin, profesor mio en materia de ustronomia. Es en efecto un detallc de Ius Tesis ya antes mencionadas en la nota 2. Tamhicn Ia inclui en la Optica, fol. 250227 La cofirman estupcnd.uncntc cl L1S0 del telc-

224. Sobre las marcus ya h:fhl() Kler en la nota «(,2). 22~ = G. W, VII, 281; Frisch, VI, 52H. 226. EI texro dice tclescopiunt IJe!.r;icllnI, hacicndo valer el tcrmino "belga" en el sentido antiguo y humanistico, intcrcambiablc para la actual Welgica y Holanda. Pero sabemos que el apararo proccdia de est" ultima. 227. = G. W, II, 220; Frisch, Il, 2H6; alii sc aludc a unos pasajes del De facie de Plurarco donde el griego defiendc que el cuerpo de la luna es de naturaleza terresrre (922d, 9341', 93'icl Y montunoso (930d, 9)'ia). fi{1

p. 31. 22'). = U \\i'., VI!, 35; Frisch, VI, 130. 250. Willebrordlls Snellius 0580-1626) fue profcsor de ruarcrn.uicas ell la l lnivcrsidud de Leyden. En 1600 viaj6 a Praga y conocio a Kepler. Puhlic6 trahajos inrentando completar la obra del matcruatico y gC(lI1letra gricgo Apolonio. Publico un libro titulado [ustumcntc tiratostbones Bcaa/JI/S (Leyden 1(17), que es el que aqui llama Kepler /Je(~iC1ls con adjcrivo sinonimo: en el (lib. II, cap. 17) estudia la cuestion de como calcular la altura de !as montaiias. 231. Galilee public6 It SC/PJ~iut()re (El Pesador) en Roma el ufio 1623. Lo unico que en ':;1 dice de las montanas lunarcs cs que lc parece probable y casi seguro que las haya (Opere, VI, 319). Lotario Sarsi cs el anagram" de Orazio Grassi, padre jesuita, profesor del Colegio Romano, que en 1619 public() la Libra astronomica (La Balauza astnmomica), una refutacion del sistema copcrnicano. Contra l'I sc dirige ante todo Galileo con su SaggiatoYe, ya desde cl titulo, que quiere decir pcsador de metales prcciosos y de lxilanza de precision (frenre a la balanza rudimentaria del clerigo Grassi). 232. De este eclipse solar del 30 de mayo de 1612 cia cuenta Kepler en LIllacarta a un particular (G. ~v.,XVII, n° 850). lRJ

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2m. E. Rosen, Kepler'S Conversation,

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I doble lente sohre una pantalla blanca, sornbra lunar, esto es, en la muesca que la interposicion de la Luna producia en la imagen del Sol, vi, repito, pur la parte convcxa del disCO, dos .ibombamicntos clarisirnos que sobresalian de la sornbra, csto cs, de b Luna, y se dirigbn hacia la parte concava c iluminada de la imagen. Y no digas que luc culpa de los vidrios 0 una ilusion oprk:a: l:ts lescopio

can

vi en el disco de

protubcr.mcias

co solar y , , ,~~

11:]1 'I rl fl"il

se mantuvicron

10 Iuoron

un r.uo dcntro

a

rccorrivndo

mcdida

del dis-

que

b l.una

,~c 1l10Vi:1 h:lsta que :Icaha ron por s:ti ir una II':IS orra. Si quicrcs

saber I:t proporcion

t() al di.uucrro imposiblc gl'silll:1

dl'

la

Luna,

de ,~us alturas

tL' dig()

pcrcil lirias de no aknnzar

parte

clcmasiado moncd.i

lX'qudlo,

IlO mucho

de plata.

rcspcc-

huhicsc

al monos

Porquc: cl

de L'se di.imctro.

impcrin]

que

sido

l.t SC)\:.I-

r:ldio

1l1ayor que cl

cru

de una

l l.ry pOI' t.mto montes

L'll

alguicn los mirara desde las alturas del cielo al ponersc cl Sol. Pew en proporcion el valle lunar es I11Ucho mas hondo y cmpin.ido. Y para que no falten razones de asombro, en cicrra parte de su rccorrido pareee menos urnbroso, como si 10 salvara algun puente. Pero estas ohscrv.uioncs son mas recientes que mi opusculo. Tanto Il1:lS por ello me divicrte el habcr con anos de antclacion harruntado la vcrdad, animumque gereus null.n.ntqt u: uirilem. ["con corazon y porte de valil'l1te·'.I~\(' C~()<))En puridad este barrunto mio no proccdc solo de consklerar que 10 prolongado del db ticnc que dar lugar a grandcs ('alores, y que: :ISI, claro cs, los scres vivos de la Luna poclrian huhitur alii, sino que es que yo, basandornc CIl su movimicnto, tenia ya formadas unas conjcturas sohrc la porosidad del cucrpo lunar. I)i ulL'nl:1 de uks cOlljL'lllr:ls en mix Conicntarios so17(('

que SUplT:1I1 1:ls ocho milla» de :titur:1 C01ll0 minimo, y:1 que el di:.illll'lt'
',J

clondcz

perkT\;!,

Illill:\.~ ak-manns hcnclicluru

COIllO si Iuvr.t :Irtil'ici:ti, de di.imctro.

I:trg:1 y xinuosa como

lcste

Sll mitud

de

Culik-o,

180

181

les C:l'cio'~" () el valle del Inn a truvcs

de los mon..

de los Alpes

xi

,"

I "

2:>:>. En la nota UO(,) "<'ptn rija t:1 proponion c-nuc- los di.uncux», dc' 1:1licrra y 1:111111:1 ell :\:-W/tOO('1/1 rcdondcando) Por ()II~Iparte en cl "/Ii(oII/(' (= (;. W .. VII, ..io) ",ticllia c-l r.rclio Inr<'slrc ell X(,Olllillas nk-m.mas. Si cl di.imctro n-rm-srn- ex "1l10IlCt'S de x(,o x 2 = t720, b cu.uta parte, C()lTl'Spondu-ntc al di.unc-tro IUll:U-,sni:t dc 1i50 millas. Ell 1:1nota (0) del il/'('mliCl' «-doruk-a cst a <'il'ra a la ":lj:1 l'll !rOOmill.is. I'cro a<]ui la atza a ')00 milias; este di.inu-tro esti en proponic'm til' (,O/! con Ia altura m.ixirna ck- l.ts montunas: pOl' tanto Ias lllot:ulas lun.ms :tiC:IIlZ:1llsoo.«: = Ii t/:; milla-, II{I 2:;1r. En cl cuerpo del Apcndice y en la not.i (0). 2:;'). [i. Rosen 'Inola csrc p.isajc como sigm': "i,Cu:-ties d monte Ca,'cius? i.l'rl'iencie xcr un cqniv.rlcntc larino de 'K:t!kgehirgc" En lu !iSla de Arnold Mylius de nombres geogr:lfic()s antiguos y modcrnos inscrtadu por Ahr:lh'ltn Ortelius en su iZ?etllrtl/1/ ()r/Jis (el'rarll/II (Al11heres,1 ')70l '(;:leelUS' e<[uivalc :1 's('hiickd'. Pew en W()It:~ang Lazius (1')1'1-'1'06')), cuyo

:1 Iravl's

!

que,

IlI:lp:t LIe Austria fue usa do por Kepler, 'Ccci: iuga' se corrcxponck- con un bosqu« cerca del Paso de Semmering, que est'l uproximad.uucmc a tu-int.r millas del nordeste del monte Schock«!' (p. 127, n. OS40). Tal vcz d cxtruno nombre 'Caecius' proccde de una mala grat'i:I de 'Cakius' l.urnizad6n sin m.is del Kalkgcbirgc. EI dcsliz eSlarfa yu en l:ts rUL'IlICSde Kc-picr, que m.is de una vcz SL' queja de l'slos crrorcs en los nomhrcs gcogrMicos «(;.W., XVII, 17')) 25(1. La ella es de Virgilio, h'lIcit!lI. IX, .)1I (cambiando "rosrro" -11'11./111111pOl' "abin" -curann. 2'17. Publicaclo en 1609. El p:ls:lje uludido esni en G. W., III, 2it'). 2:\H. 16LO. 239. El relieve lunar cxupa una brg'l scccion del Sidereus nuncius. V(-asc: C. Solis S:lntos, (;"li/co-Kl'/J/cr. 1:'1 Mvnsajo » cl Mensa/em sideral, [1p.4J-')!>. Tcxto en Galilco, ()/Jere, Itl, (J'i ss. El pasaj« aludido reza en la trad, de C. Solis S:llltoS: "Esta supcrficie tunal' que sc ha11a cubicrta de manchus como una cola de pavo real de ojos ccrulcos se ascrueja a aqucJlos vasitos de vidrio que, mmcrso-. :HIIl cnlicntcs en agua fria, adquiercn una supcrfiell.! agrictada y ondul:td:l, raZ(lll por b euaJ la gente Ins denoll1ina copas de hido" (p. 4')).

cl valk: dc' l~nl1s ,~crpelltl'and()

I'

de esas /loyas,

lIlla

erl'() que :lpan.:l'l'rl:1

l

sali() HI nicnsajcro u:-

a partir de obscrvacioncs mlly que por SlI abundancia haccn de la Luna algo scmcjanto a cola de pav() real, ha venido a corrohorar mi aserto=". Yease mi t riscusion daras

quc ricnc diez

I lay en

Morlec.\7. AI :1t1()siguil'lltl,~'K

II

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II I

EI. SllENO jOIIANNI"

con el Mensajero celeste, fol. 14210 Tambien tiene que ver can esto toda la carta que he anadido como Apendice a este Suerio junto con sus clemostraciones. (210) A estos privolvanos [arnas los vio ojo alguno?". Sin embargo, ahi tienes la explicacion que al mencionarlos cloy. Esta cxplicacion eviclentemcnte vale sobre todo alii donde el clima es menos templado y el contrastc entre grandes calores y grandes frios es mas violento. (211) Esto era pun> raciocinio, limpio de todos los datos de \as ohscrvacioncs. Porque si cntonccs hubicsc tcnido yo constancia de qut' Ia Luna tenia r.mtas lagunas hajas como revelo cl tclcscopio de (;;tiileo, 0 si huhicra lcido a 1'1utarco2U cuando cucnta cl cuento de Ia cavcrna de Ileclle, lTC() que huhicsc escrito mix .ifiuuacioncs con pluma m.is sucl!:a. (21.2) Me rcficro a lu tierra sclcnitn . Pcnsaba quc los sores vivos eran tan grandes como montes. Vcase la Astr()nomia, secc. (>j>tica, Iol. 2')02'5 Y no s()lo sus cucr-

2.io. Cf. c. Solis Santos, "jl.cil, p.l22 Y I':, I(ost'n, "/I.cil., p. 21, «on Ll misma com!,ar;l('i,'", ck- 1;1('()Ia de pavo: "C()niit'so que pucclc hailer pn1l:-('t~llnl'ntL' t~llL'S v~dll':-; en Ia Luna, l'XClvat!()S pOl' I{)~60S Lon los xiuuo:« » flicgllcs de Ins 11)(mtvx. Max, pucsio que, ai1~ldl'st son Ian aliund.mtvs eSlas manch.rs que haccn que 1;1parte brillantc del cucrpo lunar parl'zea la C()1a del pavo real adornard.t con divcrsos cspcjos eual ojos, Sl' lilt' ocurrc si araso csas manehas de I:t Luna no indican algun;1 otra CO,,;!, Ell efccto, tenCII1()Saqui en la Tierra no pocos valles sinuosos que sc exticnden adem.is un gran trccho siguicndo cl curso de los rios y prcscnrando una prolundidad nada dcsprcciabl«' Orad. de C. Solis Sanlos). 241. Esto ful' vcrdad basla que cl 7 de ocuibrc de I')')') un ingcnio sovietico, carapultudo c()n co hell'S al otro lado de Ia luna, lcvanto un mapa fotografico de I:t cara oculra y, por dccirlo a 1,1manera de Kepler, comproho que los privolvanos () nunca hahian l'stado alii () se hahian mar-

,"

0 I.A ASTRONOMiA

DE LA LUNA

KEPLER

pos guardan esa proporcion respecto a los nuestros terrestres, sino tamhien sus funciones: respiracion, harnbre, sed, vela, sueno, fatiga, descanso. Lo dcmuestra 10 enorme de sus obras, segun ha de verse con dctalle en nuestro Apendice'", 10 dcmuestra igualmentc cl exceso continuo de calor y frio ylo raro de las rcanimaciones. Vease sobre el particular en el opusculo de Plutarco el fol. 17302i'. (213) Esto esta sacado de las Tests de Tuhinga'?", Vienc a ser tambicn dictamen de analogia, de la que soy ficl seguidor dcsdc mis anos mozos. Esta proporciun del movimicnto, lcntisimo para nosotros, de lax cstrclias f'ijas rcspccto a los period os de clda plancta y al de lu Tierra misma, diariamcntc tan breve, cs la quc yo crco que guarda la vida del hombre con la pcqllclla masa de su propio cucrpo. Por cso a su VCI'. en la Luna, como las csrrclla» fijas vuclvcn a su posicion inicial mas rapidarncruc que Saturno, mienrras quc cl db es treinta veces mas largo que cl nuestro, considere que habia que atrihuir a los scrcs vivos de :t1I;l vida breve y crecimiento dcsmcsurado, d« modo que nada llcgue a sazon y folio pcrczca a mitad de xu Ci'L'cimiento. En las Tesis pase alas cuestiorics de su organizaci6n social: todo 10 suyo est;l expucsto en general a trastornos Irccucntcs y radi-

21'1.

Ajl('ildice

y

noru (r)

24'). l'lurarco, t iejaci«, l).')l)IJ,.ifirma que la luna ticnc- una cstacion tcmplad.r, "muy parccida ;I.la primavera", entre bs ti()S de calor y frio «xrrcmos. Fstas palabras induccn a pcnsar en la posil iilid.ul de rcviviscencias pcriodicax. Kepler, de otra parte, rehusni manuscritos, cdiciones y rrudurcioncs de Plutarco jlorque 1;1version latina de Xyl.indcr (Basilea , 1')70) no lc satisfacia. I.a edicion cuya pflgina sc cita aqui parece ser la de H. Sleph;lI1us de 1,)72, en H", que contiene cl Defacie ell cl V()1.3, PI'· [()96-1712. Todu 1<1 cllesti(in sc discutc <;11 .E. Rosen, "Appendix D: Kepler's Translation of Plutarch's Muon", Pl'· 209-21]. '216. Que integraban la disertacion keplcriana de 1';')3 sobre la luna, de la que Christophorus Besold cxtrajo una veintena de tesix, segllll sc vio en la nota (2). Vease E. Rosen, "Appendix C: Kepler's Lunar Disserta-

chaclo para sicmpre. 242. "Tambien estan los rajudos y profundos valles de la Luna; y se le llama ul mas grande de los tres 'la sima de Hecate', donde las alrua« sufrcn y hacen sufrir los casrigos de los males que ban hecho 0 padecido desde que nacieron" (Plutarco, De facie, l)4·k). Kepler cmprendio la leetura ell' la ohrita de pluta reo en 1')9)· 243. C. IV, II, 220.

lion of 1')93", pp. 207-20H".

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BIDUOTECA CeNTRAL

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.TOIIANNES KEPLER

cales y la hacienda de los particulares es con frecuencia cuantiosa?". (214) Puesto que deje sin agua a Privolva, viendorne obligado a deducir cambios descomunales de frio a calor y viceversa en coyunturas de tiernpo muy proximas, cai en la cuenta de que es()s tcrritorios no podian tener habitantes, al menos a la intcmpcric. Muy oportunamcnte afluian las aguas en momcntos fiios del dia y, como de nuevo se retiran, di ordcn a los seres vivos de que las siguieran. Para que puclicran hacerlo a tanta vclocidad, dote de larg;ts paUs a lI110S, y a otros de Ia capacidad de naclar y sobrevivir en cI agua, sin que, no obstante, dcgcncr;tr;111 en pcccs. Nada de esto Ie parecera incrciblc a quicn hayu lei do 10 de Cobs, cl homhre-pcz de Sicilia""'. Tamhkn

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considere que no hay en la Tierra nada tan nocivo para cl hombre que por don de Dios no 10 pueda tolerar alguna especie animal: toleran cl hamhre y el calor africano los leones, la sed y los desiertos inacabables de Siria y Palmira los camcllos, cl frio Ios ()SOS polares, etc. (21 ')) Sobre la base siguiente: toda materia, en CLI;\l1tomateria carcntc de alma, cs en sf misma fria y, si por una causa externa se calicnta, rcgresa cspont.incmente a su frialdad propia, LIlla vcz que ante cl cesc de la causa se consume cl calor ariadido. Est(t claro aquf que la superficic de las aguas de Privolva rccogc cl calor abrusanrc de los rayos solarcs, micntras quc a las partes mas hondas y cscondidas, crco yo qUl' por su prolundidad, ya no IIcgan scgur;Ullentc' los rayos del Sol. U (6) 1\ todo hahfa que darlc una aplicacion pr.icrica, cstaha claro, El hervor de la aguas sc dcduc1a de 10 prolongado de la jornada lunar y de un C
247. Toda ,-,sa parte dl' la disl'J'taL'i()J1 de I '><)5 no paSt' al SI/('}i(), t.rl vez conlenia trasposicioncs c1emasiados atrcvidas lit- I:i politic:! dl,1 IlW mcnro al mundo lunar. El tcxto aqu! .uk ik«:c- dL' l'sa V:lg'll'Lbd Ian propia de la lircratura oracular y de horoscopox; 10 d()y junto L"1l 1:ls illlerp''''I:! cione» de otros: ttniocrsalia crcbris J//{/X;JJliSIIII(, I'iciSS;/llililli!iIIS ('ss(' ()"noxia, priuatorum resfrequenter }}/(I,£.:lIl1S. E. J{OSL'1linIL'rprc-I:1 as!: "supposing thai the commouwcalth was rreqllcnllv suhjcct 10 very grL'at CiI:UI" ges hut private fortunes were often large" (I'. 1511), Y IVI. I)uc()s: "ell alfirmunt que les Elats sont SlljL'ls 'I dl's bouk-vcrsc-mcnts Ire.s import.uu-. c-t trc,s frequents er, souvcni, les bien des partk-ulicrs, lors<['I'i!.s xont gr:lllL!.s". (p.l19), 248. La figura de Col:Is 0 Nicol.is CS la del hombre [lez de Sicilia, que: no falta en el foklorc de divc-rsos Iugare«. El medico, marc-m.itko y filL',sofo milanes Hieronymus Cardunus (1 S01-J 'i7() ell d lil». XI de su "hr:1 de polimatia De suhtilitatc, cditada enI SS() r~ cd. Ch. SpOil, l.ugcluni (l.ion), 166.5, t. III, f. 'i54aJ, en un tono sc-mirracionalixta -coino si eI homhr« I"'z hubiera sido sin mas un buccaclor con mucho aguante- h.rhla de Colano, "un huceador, vecino de Catania, que es ciudad de Sidli:1. Es hicn CO!lOcido que vivio poco antes de nucstr» epoca 0 mejor acas() en clla. Perm.mecia debajo de agua tres 0 cuarro horas, como un pcz", Kepler tenia en gran aprecio a Cardano, eonsicler:l11dolo uno "de Ius llljS dcstac:ldos filosofos de este tiempo" (\.\i.U, II, 120). Es posible que el conocimic-nto de Cardano Ie llegara a traves de su cnconado cnemigo .Julius Caesar Selliger (1484-1558), que en un imponentc niamorreto pnhlicado COIllO xi fuera el libro XV de unas Exotertcae excrcitationes (1557) :ttad, sanudamente el De subtilitatc de Cardano. La exercttatio 262, en c-l tono h.ibitual ell' desprecio de quicn se tiene pOl' mejor Iatinista y mas eruclito que

su oponcnu-, .se burl» no de qUl' CarLiaoo crca en eI formidabk- submarinista sino de que llame solemn l'!l1l'llll' al hombre-pez CO/UilIIS y no Cola, abrcviarur« popular de Niccoli) 0 NicoLis. xobre la polemic« EscaligeroCarLiano, v(,ase F. Socas, "Presencia de la Antigucdad en la vid.i Y la obra de (;. Carclano", en F Gasc()-F. F:d'lul' (cds., La Antigz'ied{{d rccttpcrada, Sevill:t I <)')2, PI'. 102- J 0·1; y en general sobr« Cardano su autobiografia Mi rida, Madrid, Alianza Ed., IL)')I. 21<). Esta uoticia 1:1.sahe Kepler de un auror hispano que cirar.i en la nota (222). Se trata de Jose, de Acosta U54()-I()()() que publico en Salamanoa (I S8C:) un libro con dos ohrns suyas, un [)e natura uooi orhis y un /)(' jiroJl!III.£.:({li()J/e evaJ/gelii apttd barbaros siii« de procurauda Indorum salute. Ellihro compicto sc reimprimc en Colonia (1'><)6) Y en la p. 84 de esta cdicion es donde Kepler traha conocimiento de las c:didas lIuvias tropic:dcs. [R]

184

185

~--------

-------~----

JOI-IANNI'S KEI'LEI'

y pozos profundos en Los que durante el verefrescamos nuestras bebidas. (218) Los antecedentes de esto son las diversas -pues divcrsas son Las previsiones de aturaleza- cortezas de nuestras plantas y frutos, son los caparazones que siryen de escudo a ostras y torrugas, son las callosidades de nucstros pies y, en Los auimalcs, 10s cascos y bodegas rano

pczufuis.

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(2 L9) Bahia leido yo en Arnohio cl Africano''?" que entre Las divcrsioncs de sux paisanos sc cucnta que tambien cst:'l cl pOllersl' ck-snudos al Sol para culentarse, como haccn los Iag~lrl()S y crco quc tamhicn Los cocodrilos, cuya natur.ilcza supong() que «ompartcn los africanos, plies son bichos de SlL misma tierra. Porque para nosotros los curopeos l'StoS hat10s de Sol sedan m.is hi en un gl'llerO llL- tormcnto. (22()) Tal se cscribc de los puchlos de l.ucomorta?", ck-pcndcncia de b 1':scit.i~1 Bore;tl2'2. Hay :1111quicncs ul comicnzo de la larga nochc polar sc qucdan como rnuertos y al volvcr cl sol rcvivcn; huscan al erecto escondri jos segu ros, no sea q LlC cua ndo cstcn aletarg~ld()s lcs cxurrn algo dcsagr.idahlc. Vcasc sobrc cstc particular \a disLTt;lci(\n de M:lrtlIl del Rio ell sus Disq I tisicu INt'S mdg icasi",

EI.

SIIENO

()

1.1\ ASTI(ONOMiA

DE

LA LIINA

(221) Refiere Escaligero en sus Bjercitactones'r' que de La resina que con el calor del Sol rezuman las tablas de los navies se forman unus bolas pegajosas y nacen UllOS anades cuyos picos es 10 ultimo que de sus cuerpos maclura para ya libres echarsc al agua. Es conocido y visitado por rnurhos un arbol de Escocia que produce identicas criaturus'". Durante el verano de 1615, que fue muy seco, vi en Linz un retono de enebro traido de 10s p.iramos del Traurr'?" al que le habia nacido un insecto de cxtruno aspecto, del mismo color que cl cscarulxijo cornudo: tenia ya fuera La mitad de Sll cuerpo y sc movia con movimiento quedo, la parte de arras de la rama cstaba pegajosa de resina de cnebro>".

I

moda y gustosamentc?" IRI 2~1. EI texto del Somninm (16:-;1j) rrac- Lncu.moria. Frisch cdita C'lI!Omoria, de acuerdo con otrus mencioncs de Kepler a este lugar con cl nomhrc Cuccnnoria, Pew en 1:1lucnt« del auror, que no es otra, como sc dice :11final de la nota que cl fumoso libro del jcsuita Martin del Rio, L'I toponimo sc deIerrea t.ucomoria. 252. Nombre clasiciz.mtc de Rusia 0 Moscoviu. 253. E. Rosen ("Appendix M: The People of Lucumoria") ha perseguido eI origell dL' la lloticia. Martin del t{io la toma de Ulla Sarmatit-le Europetle descriptio (Cracovia, 1')7Hl del militar y viajero Alessandro (3uag-

n ini ( I'",H--I()I-i ), qlle sirvio en c-l cjc:rcilo pola('() dv Rusin. (;uagnini a xu Vl'Z sc I)as:l c'n vi inforrnc mucho 111:'ISvcr:lz v informndo de Siglllund von l k-rlx-rsu-in (14S6-1 S(,(»), cmhajador del SanD Imperio ante cl I.ar y .uuor de lo.s [(<'rt/-III Moscoottarnm comntentarii (Vicu« ]')Ij'»). Estos dos ,'diilllOS .rntorc-x [oman la historia de lox hombres :dL'largatios como una consL'ja I;II\I;;:-;Iica, micnrras qUL' Martin del Rio no h.ux: comcntario es('c'piico ninguno: "Cicrtas genies que habitan en b ('olll;lrl:a de Luc01l10ri:l en Hlisia mucrcn GKb 27 de novicmbre a causa de la inrensidad del rrio iuvcru.il, ('())IlO hacen las golondrinas y lax ranas, Y luego, cuundo rc'gresa Ia primavcra, cl 24 de abril, rcsucitan de 11l1L'VO"(] nsquisiuones 1I'}(t.~ic(/(', IiI>. II, quaest. 29). A Kepler no le intercsa tampon) suhrayar d (""r:icll'r S()SPC'cll()SOdel cuento, 2').-1."En d Oceano Britanico causa iracion tambien un p.ijaro, dL'scollocido pa ra nosotros, tiene el aspccto de un pato. Se cuclga por cl pin) dv l.is I:Ihbs podrid.is de los navios que naufragan basta que se despcga y va a husrar los pL'eL'S qUL' le sirvcn de alimento ... Los briianos 10 ll.uuan 'lx-uuuh-s'" Uixotericae excrcuationes, excrc. ')9, pars 2). 2~,). ((epkr, porquc lc convicne, acepla y repite aqui la lcycnda medieval LiL'los :!!lades qUL' nacen en un .irbol, a pcsar de qUL' en cl relato del vi.ijc :irlico de los holandcses compucsto por Cerrit elL'Veer se recha/.a t.rx.uiv.uucnto aquella falsa kYl'llda y sc da como su causa eI caracter migratork: dc' UIlOS p:'ijaros -llarnados rolgtlllsen en la lengua holandesacuyos huevos nadic logra vcr en Ias zonas rcmpladas. ]{L'cuerdese que :11 final de la nota (2) Kepler dio claras mucxtras de huber estudiado bien el breve Diarittm uauticum (1 ')')S) de Gcrrir de Veer. [R[ 2')6. Aflucntc del Danubio que discurrc por Estiria en el norte de Austria. 2'57. Kepler habra estudiado con cuidado eI variopinto lihro de Giovanni BaLl';sla dL'lla Porta sohre ]a magia natural -una obra l11ucho miis

.186

187

2~O_ Autor crixti.mo qUL' luuia vi :uio :-100 C()IlIPUS() un tr.uudo Contra (Ado"!:>IIS 1It//i(}II"S), ell cuy() lihro I, cap. l) sc Ice una gcner:llidad sohrc Ios h:ui()s de sol ((11)ricali(}lIes) que b memoria kCI()I~I, sicmpre inquicta. de Keple-r ha rCLTl'ad" a su m.mcrn: "Si alguien acostumbrado a tomar banos dL' sol y sccar b picl Sl' qUl'j:l dc que l'spcsas nubcs lc quirau cl placer de 1111db daro, I.dirclllos l'nlonces qUL' las uubcs olrcccn una cubierta ingrala porque no pcrrniton adquirir un hronccado c{)-

1,,-, g('lIli/('s

Ii

I

JUI[ANN!'SKEI'LEI<

(222) Acerca de las dependcncias be Jose de Acosta identicos

EL

del nuevo Mundo escriVease mi Discusion con el Mensajero celeste, fol, 11)2'i<) , (223) Esta conjetura Ia hice a a partir de cierto debate que presidio Maestlin y sc edito cl ario [60S eon el titulo Vicisitudes de los pianctase", a clla aludo tambien en mi Discusion, fol. 192(,', No obstante, cs un punto que

',I

188

'ENO0

LA

ASTIloNOMIA DE

LA LUNA

merece rccogerse intcgramente aqui pOl' SU afinidad con to do esto, As! que nos vamos a dar un breve pasco por el. El
Sr

pasado" {'(J

(t

r:u.l. (Ie- C. solis Santos, (/alilm-/('1Jicr.

sideral, PI', 129-150; cf. E, Rosen,

h'! Mensaje y el Mensaje-

/(I'/)Iel'\ Ccnuersation.

p, 26,

262, ~ pussic).

265, Para cstc concro usa Kepler los tcrrninos experimentum y doSc lrata de comprobaciones de tipo experimental u observacional acompaflaLias de cxposiciol1es !llostrativas 0 demostrativas, Cllmenillnt,

189

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JOIIANNI'~' KF.I'LEH

10 que del aire lunar iluminado en derredor sobresale del cuerpo. En cambio cuando la Luna cubre al Sol, 10 haee sola, sin ayudarse para nada de esta capa de aire, ya que los rayos solarcs pueden atravesarla sin ser estorbados () interctados. Esta prueba hasadn en observaciones realizadas durante un eclipse soiar2(,\ es desde luego fortisima y Ilcg() a convcncer al mismo Tycho Brahc para que cnsenara que cl diamctro de Ia Luna Nueva cs menor que cI di.imctro de la Uena2(6. Tambicn I.ongherg deficnde cstc punto de vista del maestro en su Astronomia danesa'": Truro asirnismo extcnsamente esta cucstion de la capa lunar cl astronomo Frisio David Fahricio21,7, cuyas opinioncs vcntile en Ius prolcgomcnos de mis 1!/i'IIU'rit/cs2(,". Por demas vcrdadero cs, rito, cl hcxho ck- quc en lu im;Igcn del Sol cclipsado, proyect;Ida a Ir;IvC's de Ull pcqucno ;Igujero, la c.ircunlcrcncia convcxa cs una porci(m de un circulo mayor y Ia c(mcava 10 l'S de uno mcnor, xi bien la cxplkacion ;Iducid;I por mi irucrkxutor no cs la adccuada. No cs mi intcncion ncgar el aire lunar, pucs 10 it! CIl 1;1 (>jJfiut, Iols. 2'i2 y j022(,", Y en la Dis-

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rutu lIL- un edipsl' ocurrido cl :1'i de k-hrLTo de 1')9S. Gunther strau,», p.l,j(,) In rctl~IS:1un ano. 26'). Tvchcm is Brat»: ()I}('/'{/, VIII, 'i'i, Y Keple-r, W.(;., XIII, 2XO Y Sl'

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°, pero la verdad es que el aire lunar no produce los efectos que mi interlocutor pretencle. La explicacion del fcnomcno es otra: cl radio del agujero por el que pasan los rayos solares, Una franja luminosa tan ancha como el radio de la abertura sc anade en t0fJ10 a la imagen falciforrne del Sol incluso por las puntas de 10s cuernos, que se van volvicndo romas. Una vez que esta orb luminosa sc ha sustraido, queda una imagen limpia, cuya circunfercncia exterior es ahora mas cstrecha y Ia interior y c6ncava max dilatada. Asi plies, lucgo de suministrar csta purga, hall.unos que cJ dirimctro de la Luna que ClIbrc el Sol cuadra con cl diarnctro de la Luna Llcna. Esta solucion 1l11a del problema, extraida de la ()j)tica que por aquel ticmpo-?' publique, la aducc en unn nota :1 la tesis [1461 prccisamcnrc el pcrsonajc que hi:«: las Vl'CCSde ohjctor272. 1~1 la ;1 prucha act.mdo III i ncgacion de la difcrcncia entre l:t Luna Nueva y Ia I.Ien:1. Pesc a todo, no suprimio en las pruehas del aire lunar esta primcra, probablcmcnte porquc pens6 que. era el lector el que tenia que dccidir, 0 ;Ic;ISO porque considero que se hahia valido de un aglljl'rll 10 suficienternente pequeno como para que pm (I tarnbien los cuernos de la imagen salicran 10 lxistante agudos. Y eso que yo no Ie presto al personajc cxcexivo credito, pues es grande la difcrcncia entre cusion, 1'01. 1827

323 266. Chnstianus Sevl'rini l.ong'"11onlanus, Astronomia l tanica, 2" ccl., Amsterdam, 161/0, pars 2, IiI>. I, Clp. I), PI'. 1.')7 Y 500. 267. EI astronorno "OI:I1K""" David Fal>ricius ( 1,)(,1/-1 () 17) inauguro una rama (I<:la astronomia: cl csrudio eIe las cstrcllas variables (c-l 5 de agost:o de I '596 dcscubrio en la Con.sldaci(·lI1 de la Hallcna la variable Il.imacla hoy Mira Ceti). Tyeho Brahe incorpoJ'(i al manuscrito de su Tesoro de ohseruaciones el informc corrcspondk-ntc de Fahrk'ius con otru seri« de cllas. Fahricius adcmas cruz() con Kepler una nutrida corrcsponelcncia que Sl' inicio el 25 de junio de 1601. Es posihle que Johannes, un hijo de David Fabricius, hicicra en presenci:1 del padre la primcr.. ohscrvacion de las manchas solarc« (17 ell' fcbrero de 1(,1], segun cl calembrio [uliano). Veasc E, Rosen, "Appendix K: David Fabricius", pp. 22(,-232. 26il. Frisch VII, 4il9. 269. ~ G. W, II, 221 Y 261.

272. "Dos :1f)OS dcspue» de la publicacion de mi ()jJliut aparecio un debate sohr« lax irn-gularidadcs de los movimicnros celestes, que fue prexidido pOl' Michae-l Macstlin, profesor de matcm.iucas ell Tuhinga, en runto que Samuel lIafenrc-ffcr hizo de ohjctor" ((;. IV., IV, 83). La discusion academic:! tuvo lug~l1-los dias 21 y 22 de lcbrero de 1606 y, cuando sc imprimio, lIafcnrcffcr cnvio un cjcmplar a Kepler el 4 de octubrede ,-,se mismo uno. Como era habitual cl debate toma forma de tesis sucesivas y el numero [11(,1 que E. Rosen suple en el texto del Somriium es cl de la corrcspondicnre al asunto tratado. Hafenreffer se dedicarfa mas tarde a la mcdicina. I.Rl

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:170. C Solis Santos, Galileo-Klcr. Jif Mensajcv cl Mensajcro sidcral, pp. 129-'1:\'1; E. Rosen, Kel,ier:, Com ersatiou; p. :1X-29. 271. 1(,01/.

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la propofClon de los diarnentros que cl autor alega, basandose en Ia obscrvacion del eclipse de Sol del 2/12 de octuhre de 160'), y la que yo deduzco de ohscrvaciones similares. Hay que advertir, por tanto, a los observadores que Ia pantalla en la que se proyccta la imagen del Sol eclipsado dche estar a resguardo de cualquicr traquctco y siempre dcbe colocarse perpendicular y a la nusrna distancia del agujeroo Porquc, si sc incl ina, los rcdondclcs de la imagen luminosa sc distorxionan y de circularcs degeneran en clipticos. Ve:l, pues, el ohjl'lor si ha tcnido suficicntcmcntc: en cucuta esta pcga. POI' 10 que hacl' al hccho aducido como causa de LI disrninucion del di {IInerro, pucsto que' yo en si mis1110no 10 nicgo, tcngo que dcmostrar .thorn por que, no cs causa dc t:1I disminucion, El10 cs rnnyormcntc porquc !as p.utc-s tr:lsilicidas, :11col()carse soi>rc eI Sol, haccn somhra , 1.<>dcmostrc en 1a ()jJ/ica con los cxpcrimcntos de 1;1bola lie' crisral IIcl1;1de :lgua275 Esta hola deja pasar los rnyos solarcs y los condcnsa tallto que quc m.m Ia ropa y haccn quc Ia polvora prenda. Ailor:1 bk-n, produce una inflexion en los rayos que deja p:l.sar. A 1:1V('Z los m.irgcncs de lu hola proycctan su propi:1 sombra en linea recta a partir del Sol. Y si pm dondc pucclc pasar la Iuz del Sol, de alii no vicnc sombra ninguna, i.C[UC ocurrira en los eclipses de I.una que :1 mcnudo contcmpl.unos cuando los dos luminarcs cstan por cncima del horizonte? La ILlZ del Sol atravicsa en tal caso nuestro airc y llega hasta la Luna sin que lu Tierra 10 impida, toda vez que uno y otro luminar csuin en 10 alto. i.QlIC es 10 que envuelve de sornhra cntonccs a la Luna sino

273. "Como cl a ire tumbicn conticne algo opaco, esta somhra cs de cualidad opaca, cspccialmcnte en torno a los hordes, tal como toda bola llena de agua, cuando Se la ex pone al sol, haec sombra" «;. IV., 11, 256). Kepler utilizaba una esfer« de vidrio Ilcna de agLLa como instrumcnto experimental t Optica, cap. '>, see. 5 ~ G. W. II, 1(2). fRl 192

la marcha recta de los rayos solares? La apariencia falseada del Sol a traves de los rayos que atraviesan el airc y en 61 se refractan no anula, no anula, repito, la sornbra del aire terrestre ni tarnpoco, por tanto, anulara la sombra del aire lunar. Y haste ya de hahlar sobre la primera prueha de la existencia ell' airc en la Luna. La segunda prueba de que hay airc en torno a la Luna se halla en la tesis 14R. Cuando la Luna dividida en luz y somhra empieza a ocultar una cstrclla con su parte somhreada, 1a cstrella parcel' cstar mas cerCI del centro lunar que la franja luminosa opucsta. La Luna Llcna a punto de oculrar cstrcll.is parccc que las acoge primero dcntro del abombamicnto de csta capa lurninosa suya, hrillantes todavia :l traves de clla, y que lucgo por fin las cscondc rras su cucrpo y las oculta por complcto. Ticnc cl lector una obscrvacion de csta clasc en las Tablas 1(ouolji1'1.as, prccto L;);), p. SlIt27i, para la conjuncion de la Luna y Venus. De csta cIasc es tarnbicn Ia cu.irta prueba de la tcsis 1')0: succde que la Luna nucicntc, cuando sc la vc con una luz debil y sucia por todo cl cucrpo y con su CUCrt10 U hoz bien iluminado, succdc cntunccs, digo, que la circunferencia de la hoz luminosa tienc una aparicncia mucho mas dilatada que 1:1circunfcrcncia opucsta del cucrpo. EI poncnte picnsa que la luz clara de b hoz proviene del cornplcmcnto del aire lunar que xe extiencle mas alia del cucrpo, Amidase tambien la quinta prueba contenida en la texis 151: el hecho de que al cuerno lunar nunca se le considere mas fino que un dcdo de ancho, aunque a veces en un mismo dia aparczca Llena y Nueva, can la parte

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nuestro aire al impedir

27·1. Frisch, VI, 40 I. Kepler PUS() en la cabecera de sus Tablas Rodolque hacian Ins vcccs de manual de instrucciones. Las Tablas sc puhlicaron en 1627; como aqui se da la pagina de la edici6n, ello quiere decir que esta nota es posterior a ese ano y la mas tardia del

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iluminada ocupando apenas la octogesima parte del diarnetro. El ponente de nuevo pretende que esta capa de aire que sohresale del cuerpo sea entonces visible. Yo no considere adecuadas cstas trcs pruebas para demostrar una prolongacion tan desmcsurada mas alla del cuerpo lunar. Achaque la causa del Ienomeno a la naturaleza de nuestra vision, pues no s610 es que de nochc sc dilata la pupila del ojo en un movimicnto csponninco y la luz procedente del punto luminoso visible cntra 1ll:1S aprctada y empapa arnpliamcnrc los vaporcs de la vision en la membrana rct iforrne, sino que adenuis ocurre eso ta mhien de db cuando :1 b saZllll dirigimos cl ojo a una 11Iz. [)e cstc modo lu imagen del ohjclo visible sc altern 'en Ia mcmbruna rctiformc ya que las partes luminosas se dilutan l' invadcn ]a zon:1 OSCllr:1 circlIlldallle. Ahor« hicn, con csta imagen Iormacla en la cavidad de la reulormc dcntro del ojo sc corresponck- de la otra p:lrtlJJ' la vision cxtcrna del objcto visible. Ikcogc t.unhien esta solucion cl autor en nota a la tesis l,) I sin nomhrarlIIC y la redlaz:l, lod:1 vcz que que el fcnomcuo Sl' d:1 tamhicn de db. Pcro .iqucllo por I{)que yo desburato Lacxplicacion, si bien ell lu nochc l'S m(ls cvidcntc, t.unbicn ex v.ilido par:1 cl LIra. Sin embargo, de alii, partkularmcntc de las pruehas cuarta y quinta, no se cxtrac ningunu dcmosuucion del aire lunar. Pucs, dado que los rayos del Sol 10 atraviesan ilurninandolo sohrcmancra, aunquc por 10 demas la Iranja no ticnc por que ser incapaz de proyectar una sombre, con todo, db impresiona en exceso la vista a causa de esta luz de la que sc ha ernpapado; con este exceso se corrcsponde aquel pa-

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decimiento de la retiformc y su tenido difuso, y de ahi tarnbien la apariencia de una anchura mayor en la parte luminosa del ohjeto visible, que, aunque no es la de la anchura real, sin embargo, con su eficacia real y con su luminosidad ocasiona la salida aquella ternprana de la Luna. La anchura visible de la hoz real, insisto en ello, no ocasiona la anchura aparcnte, como equivalente a ella, sino que la claridad real ocasiona Ia anchura faJsa y cxcesiva dcbido al fuerte tefiido de la membrana rctiforme, Vcasc una discusion mia parccida contra obscrvaciones no 1l111Y diferentcs de David Fabricio en los prolegomenos de mis Iifemerides'": . Me salte la prueha terccra. 1<:/ponente la inscrta en la tesis 149. El borde de la Luna iluminada es claro y neto y sin mancha, micnrras que en el mcdio la Luna aparecc cornplctamcntc manchada: cllo cs porquc cl aire lunar en el mcdio del cuerpo es ralo y vade able hasta el suelo curvo, en tanto que en Ios margenes se ofrece a nuestra vista en toda su profundidad. En efecto, de este mismo modo en las llanuras de la Tierra el aire que hay sohrc nuestras cabezas, aunquc este iluminelo por el Sol, no impresiona nuestra vista elemasiaelo y no oculta las estrellas de mayor tarnafio a quien las observa desde un pozo profundo-". Por contra, el aire elesparramado alrededor ele las montanas lejanas, debido a que ofrece a la vista un recorrido largo y profundo, muestra un color blancuzco y tine los montes que tras ella cstan de un matiz sucio basta desdibujarlos por complete; ese mismo aire, al ponerse el Sol, llega a ocultar en su niebla alas estrellas mas Iurninosas cuando empiezan a brillar. De

275. E. Rosen (p. 145) traduce la exprcsion cxactissime ex opposiic. como alusiva a la inverxion de hi imagen en la retina: "exactly and inverredly", pero el sentido es ambiguo, y "sf !V1. Ducos . 127) inrcrprcta. "l'image ... est exactcmcnt opposee".

276. Frisch, 1I, 113. 277. xegun E. Rosen Kepler ticne "qui prcsente un fa111050 pasaje de Arisrotelcs (Soi?re fa generacion de los animates, V, 1 [7ROb, 21-22]): "A veces las estrellas sc dejan vcr pOl' hombres rnetidos en pozos o cisternas".

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no corrientc, sino que oeupaha cerca de la mitad del diarnetro. Y es justamente el recuerdo de tal cosa 10 que completa la parte final de 111i Sueno. Tambien yo acabo estas notas mencioruindola de nuevo.

este modo, las nubes, cuando estan encima de nosotros, suelen ser invisibles () ralas y transparentes, mientras que hacia cl horizonte, por muy pOGtS que haya en el cielo, se las ve espesisimas. Estas son las demostracioncs del aire lunar que da Maestlin, esle es su alcance. Tras cllas coloca la tesis 152 y pcnultirna del opiisculo, en la que compara el aire lunar con cl aire nuestro que rodca la Tierra, cornpara la claridad de la susodicha Iranja, que es la causa de csas apariencias cxtrafias, con nucstra aurora, y lcvanta nucstros ojos haciu las alturas C0l110 yo los lcv.mto hacia la Luna, para que luego rcconozcan en esU nuestro Tierra ap.iricncias muy parccidas. Finalmontc anadc una .rposrill.: que dice: "Acaso cl airc a sCJl1ej:lIlza del nuest ro sc condcnsa en nulx-s quc por su opacidad tcndrian dccididall1cntc el aspeeto de cuerpos solidos y, de est;! m.mcra, aparcccrian rcsplandccicntcs 0 de color de fuego, como entre nosorros al salir cl Solo ponersc: ;lh1 qucda dicho cso. Desdc Iucgo la obscrvacion nos cnscna quc esa aureola rcsplandccientc aparecc m.is 0 mcnos clara en disrintos momcntos". Y ;ulade una pruclxi que cncaja en mi hipotcsi«: "EI aho 160'i, la vispera del Domingo de l{alllos, en cl cucrpo de la Luna cclipsada, que prcscntaba un color como de hierro al rojo vivo, hacia cl norte, se vio una suertc de mancha negruzea y mas oscura que cl rcsto del cuerpo: se diria que era un nublado sobre un extenso tcrritorio con su carga de lluvia y tempcstades, como los que no pocas veces dcsde la crcsta de los montes m{IS C111pinados podemos vcr sobre los parajes mas bajos del valle". Fui poco despucs27H a eritrcvistarmc con el y me aseguro que la rnancha aquella no era de tama-

Fin de las notus de Kepler a "El Suefio"

27~. E. Rosen afirrna que "esta convcrsacion pudo ocurrir en I10VieIllbre 0 a comienzos de dicicrnbrc- de 1617" (1'.117, n. 399) pero la exprcsion del texto ("aliquanto post") parace inadecuada para un aconlecimiento ocurrido 12 anos desplles de 16o'i, fecha del eclipse nu-ruionado. 197

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Venerable y sapientisimo scfior, mi protector y amigo: Apenas hay nadie con quic-n allow prefiricra yo discutir de astronornia antes que con listed, si apartc del disfrutc de tal charla se trasluciera algun:1 ganancia mas de mi

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L Paul Guldin (I S77-1643) intercarnbio una nutrida corrcxponduncia con Kepler. Ensci){) marcmaticas en la Universidad de los Jesuitas en Graz desde 101(, a Ifll'). Por culpa de su mala salud paso a b (k Vicna en 1621 par" cjcrccr como profesor un sexenio. Es alii dondc red ill' este Apcndtce dc' Kepler en Iorm« de carta. S610 una de las cart as de Guldin sc conSl:J'V'1J1.lnrcnto v.mamente atraer a Kepler, que era un rcformado sincero, hada cl c.uolivismo. Reficre E. Rosen en unas p{'gin,1S'Iue en xu traduccion del Suctu: Ie dedica ("Appendix L: Paul C·uldin", Pl" 233-23')) su mtervcncion en el caso Gnlilco y en b dispura sobre la preccdencia en cl dcscubrimiento de las manrhas solares. "En 161(, la Iglesia Carolica Rornana suspcndio cl De rev()/uti{)lIihus -hasta nueva correccion- y umonesto a Galilee para que abandonara Ia teoria copernicana. Federico Cesi, uno de los amigos de Galilee en Roiua, rccibio poco despues la visita de Guldin .• Mosrro gran carino par ri-, contaria luego Cesi a Galileo, "y mucho enfado ante el resultado del rcciente proceso". Habiendo reclamado

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Iacustresce). En ellos los paisanos de Endirnion? suelen acotar areas para sus ciudadcstf) a fin de protegerse(g) tanto contra la humedad pegajosa(h) como contra los ardores del So\W, y en ocasiones tambien contra sus encmigostk). EI trazado de la fortificacion cs C01110 sigue. clavan un palo en el centro del espacio a fortificart l), a ese palo atan cuerdastrn) mas 0 menos Iargas(n) segun la extension de la ciudad; las mas grandes que he dcscuhierto millen') milias alemanasto). Una vcz que la cucrda esta arnarrada van recorricndo la circunfcrcncia de la tutura murallat p) que vicne trazada por cl extreme de la cuerdatq), Entonccs acuden en tropcl" a construir la rnuralkur). La anchura del foso no es mcnor de una milia aleman.us). El material cxtraidott) 10 mctcn Lollo dcntro en algul1:l.~ ciudadcstv), en OILtS dejan parte fucra y parte dcntrot x) de manera que rcsulte una murulla dohlct y) con un fos() en medio profundisimotz). Cada muralla sc cicrra sohrc si misma como lrazada a COIl1p.is y con pcrfecta redondczt :la). Esto lo consiguen gracias a la igualdad de la cucrda quc va desdc el palo ccntrak bb). De estc modo ocurre no s()lo que b rosa esta profundamente hundida, sino tambicn que el centro de la ciudad, cual ombligo de un vientrc hinchado, aparccc ahierto a manera de lagunarcc), en tanto que todo cl circuito de alredcdor sc eleva hacia 10 alto pm la acumulacion de la materia cxtraida de-l fosof dd). Y l'S que desdc cl foso husta el centro la distancia del intervalo cs tal vcz dernasiado grande para saclr fucra todo el matcrialfcc). En el foso se recoge la hurnedad de! llano en fungadotff) , mantcnicndose scco as! toclo cl cspacio que qucda desde el foso para adcntrotgg). Cuando hay agua dcmasiada, cl foso se hace navegablcrhh): cuando hay scqula, es transitable como pista de tierraiii). Siempre que lcs invade el fuerte calor del Sol, los que esuin en" cl medio del cspaciot ll) se rcfugian en

viaje" en esta epoca agitada, cuando la corte toda no tiene otra preocupaci6n que la guerra". Tanto mas por ello me agrado el saluda que Vuestra Rcvcrcncia me ha mandado a traves de la gente de su orden que aqui reside. En particular el Padre Zun.:hii no podia entregar Sll estupcndo rcgalo, me refiero al tclcscopio", a nadie que con tus trabajos en cste terrene disfrutara mas que yo. Y pLlL~Susted es cl primcro que me dice que cste tesoro pasar.i a scr de rni propicdad, creo que ha de scr listed tambicn cl prirnero en sacar aJglll1 provccho y dclciu: ck- csrc cscriio dcrivado de bs ex[x'ril'ncias rcaliz.rdas con Sll rcgalo. Pcro ~por qlle: no hahrin de dccirlo? Voy ~l dcmostrarlc a usn-d, si .uicnck-, que: Vl'O ciudacics ell Ia lunaf a), Las cavidadcs lu na res dl:,~ulbicrtas prinu-ro p()r (;:11 ilco" ticncn m.is quc n:ld:l ~lp:lril'nci:l dl' uumchastb). Son, ~I te-nor de mi dc-mostr.uicin, zonas hajas en la supcrficic plana del SUl'10, como [os marl'S e-ntre noxotroxt d. l'cro de 1:1 form:l ck:

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II: rrvsion

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II, 'ISt'l1tad" en Vicn.r, (e-

mb qUl' una nueva ('oalici"'11 .uui-inux-rial cmpczar.r a tounarsc Y a opcrar. ii. iccoli, Zuc<,hi ( I 'iX(,-16701 entre: en cont:«:to con Kepler cuundo, .icompanando como ('onksor al cIrlknal Alessandro Orsini en UI1 viajc a Alcmania, lc llevo, de P;II'll' del .uuor, eI Anti Tvclu» de Scipione Chiara111011ti,del que puedc k-ersc m;b ahajo ell nuesrr.r nota a la now (a 1, n" XXXI, dc estc Apcndice. Zuchi publico IIn;1 FilClS()f/a lijl!ica (Lion 1(''i2'i6) en la que fccha en 1616 :iUS va no, intcruo» ck- construir IIn rclcscopio reflector

(con cspcjos

'i. El t6rmino Media talllhil'n

o.

concave»

latino

en Iugar Lie lentes).

ahora es jJ('rSjJicilhlll'l,

il, En gricgo: jJundemei.

9. Frisch (VIII, 6H) corrige un
la Baja Edad

Sl' usaha para las ga ras.

Vea,e Ia nota (1 'il\) de Kkr

al

orden alfaiJct:ico inverso

SII(,IIO.

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pOI' ncccsidadcs

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7. Los paisanos de Enclimion son los sclcnira». Endimion fue un gU;IpO !l10Z() del que sc en arnoro b Luna, ,cgem rontalxm los mitos griegos.

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JOIIANNES KEPLER

extrema de los rayos del Sol tocan la Luna, de tal manera que la parte iluminada de la Luna del lado de ad se inclina hacia el Sol, mientras que la parte oscura y sin iluminar del lado de alla, a causa de su convexidad, sc inclina hacia la parte opuesta al Sol, y que por tanto, dada una esfera lisa y perfecta, una seccion en la cuadratura dcbe ser una linea recta del todo perfecta 0 bien una perfecta clipse si la secci6n cac antes 0 despues de la cuadratura: sc seguira dccididamcnte que dondc la seccion no cs una linea recta pcrfecta sino una IIne:1 rota como por unos dicnres luminosos que sc adcntran en la parte oscura, alli cl globe de b Luna no es perfccta mente csferico, que estos dientes brillantcs son alturas que se clcvan por cncima de la superficic de la parte oscura, () bien que las manchas constituycn drcsiones en contraste con Ias partes claras que est.in junto :1 cllas, aunque esos l11iSl1lOSrayos de Sol que no pucdcn alcanzar las partes cubicrtas de manchas situadas del lado de alb de la linea de separacion (plies la convcxidud de esa zona sc 10 impidc) alcanzan esas partes () dicntcs hrillantcs, dado que cllas estan mas elevadas en rclacion al centro del gloho lunar y no es su convcxidad 10 que Ias hurta al Sol (si fucra axi b linea de s.uucion las conaria t.unbicn en linea recta), sino que la altura de estas promincncias aumenta a medida que se avanza bacia la rnitad oscur.i de la Luna. III. Aparicncia: La linea de la particion trazada pur Ius partes luminosas se quiebra a mocio de sierra 0 como cl corte de una rama rota al hies. IV. Por tanto, dondc la Luna csta complctarnente iluminada, algunas porciones junto a la particion se alzan hacia 10 alto; otras partes ccrcunas, junto a csa misma particion, muestran pcndicntes hacia uno y otro lado. Pero esto es la definicion de escabrosidad, Luego en la supcrficie':' de 1£1 Luna las partes que brillan con luz pura son realmenre escabrosas,

aquella parte del foso circular a la sombra de la muralla cxteriorfkk), mientras que los que estan mas alla del centro en la parte del foso enfrentada al Sollo hacen a la SOl11bra de la muralla interiortmm). De esta suerte, durante los 1S dias que el Sol abrasa sin parar ese sitio, van siguiendo la sombra, se vuelvcn -pm decirlo con cl rcrrnino apropiado- peripateticos'", a fin de poder soportar el calortnn). Tenga usted aqui cstas propuestas mias enunciadas a modo de problemas, que habra que dcmostrar punto por punro a base de obscrvacioncs hechas con cl telescopio(oo), sicmprc que dbs estcn de acucrdo con mis condusiones dcntro de los presupuestos de la optica , l.t fisica y la mdaf\sica( pp). Pcro csto no cs 111;JSque un juego, etc.

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(;1) \':ste cs en cierto modo cl plantearuicnto y cl resumen de lax tesis que siguen. Pucsto que, en la nota (00), he promctido intcntar dCl110slrarbs a base de obscrvaciones y, en la (pp) haccrlo dcntro de los presupuestos de ]a (>ptica, la f1sica y Ia I1lclartsica, proccdcn: en esUs notas a Ik-varlo a cabo. L Aparicncia: en la supcrficic de la Luna, cu.mdo juzgamos que est:1 dara111ente p.utida en dos!', !as partes iluminadas sc adcntr.in () sigucn m{ls all.i de la linea recta de la particion trazada por !as partes somhrcadas y pcnctran en la otra parte OSCLlrade la Luna. Il. Si a esta aparicncia le aplicas presupucstos cicrtos, tales como que los rayos del Sol son rcctilineos, que la Luna es un cuerpo csfcrico, que esa particion de Ia Luna no cs otra cosa que el limite de la ilurninacion solar, donde el

10. En griego: peripatousin, que ell ctecto quicrc- dcclr "merodcudores", "que pasean en circulo" (el pasajc tienc rcsahios de chiste escolar 12, Frisch (VlII, 6S) corrige superficiem perficie como pide la grunuitica.

sobre el nornbre de la secta aristotclica). 11. En griego en cl original: OlX<')TDIWC; 202

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del Somnium

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V Apariencia: de otro lado, cuando La linea de particion pasa a traves de las partes manchadas de la supcrficie lunar, es completamcntc recta. VI. Luego las manchas de la Luna son porciones Llanas y perfcctamtente esfericas de Ia supcrficic. VJI. Apariencia: cuando la particion pasa pm las manchas, apareccn dentro de La parte iluminada de la Luna una sucrtc de rajas oscuras que provicncn de b parte oscura ck- la Luna y que casi saran con un corte !as manchas de las partes bien i luminadas, Vl ll . Por tanto, los r.ryos ck: Sol ilumin.rn bs partes hriIhlllles y las !xlrtes munchadas del laclo de aCI y del lado dc' all.i de esas r~lj~ls oscur:lS de la mitad iluminnd.i, pl'ro

chanu-ntc

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los rayos del S()I Y sc vc iluminacla nuis intcn-

Vl' «nronccs quc csos puntr »: pcrtcncccn a la parte hrillantc de la Luna, no :1 bs manchas. Xl. l'or tanto, cs ncccsario que en esa parte de la supcrficic que .uin no loean los rayos solarcs Sl' ak.cn algunos picos :1 una altura tan grande que pucclan as! ser toealios por los rayos sol.ires, y que a su vcz todu esa regitm vccina de tales picos sea m(IS clevada que 1a parte manchada de la supcrficie. XII, Aparicncia: los fcnorncnos oxpucstos en los numcros I y VII se perciben tanto en la primcra cuadraturu como en la ultima, exactainente junto a una misma mancha, al ser atravcsada por una y otra linea lie particion, si bien cada cual a SLl tiempo y en sentidos opuestos. XIII. POI' tanto, las manchas, que son dresiones segun II y llanuras scgun VI, esnin rodeadas todo alrededor

samcntc que el rcsto de 1:1llanura exterior. XVI. Apariencia: tales hoccs brill.intcs son de considerahlc 1:1l11:1110 y llcgan a alClIlI.:lr con sus cucrnos l:t lmca de pankion. A d1as se oj1()lIe, en La parte iluminada, una supcrficic ahOll1hada y oscura, como recortada de !as hoces formando un circulo perfecto, I':stos contrastcs de sombras y luccs circularcs sc invicrtcn en Ias cuadraturas opucstas. XVII. Por r.uuo, tamhien ell La mitad oscur« bay hoyas 0 cuvidadcs cuyos cnormes rcbordcs «urvilincos cnfrcntndos al Sol proyccran su sombra soll!'c cl fondo de la cavidad. En carnhio la mirad del rehordc quc corrc dcsdc cl Sol hacia la mitud OSClIr:l de I:t Luna, rccibe los rayos solares que cntran pOl' la ahcrtura () hucco del rchorclc opuesto. XVIII. Las causas que entre nosorros los tcrricolas cooforman La supcrfici« de la Tierra son de dos tipos: causas que dcrivan de La intciigcnciu, como la agriculuua, la construccion de edificios 0 la canalizacion de rios, y causas que dcrivan de los cambios que sufrcn los elementos. Yaqui las cualidadcs de los elementos que dun lugar a [as earnbios y transformacioncs son humcdad y sequedad, dureza y friabilidad. Las partes humcdas, en cfecto, se escurren bacia los sitios mas proximos al centro de la Tierra hast a que se llega a una situacion de COmll11 equilibria; las partes secas, puestas en o con las aguas de escorrentia, cuando son bastante duras, aguantan mas, cuando son

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20'5

no iluminan sin cmlxirgo la rcgitll1 que 1:1raja lTU/.a. IX. Ahora bien, Sq.!;l'lnil, Lts P;lltl.:S hrillantcs SOil elevacioncx y b,~parll's 111;lilclladas lirl'siolll's: IlIcgo eS;ls raj:ls no son otra cos:1que I:t somhra dl' P:lrlCS luill.tntcs, ('slo ex, de montes

\

por zonas brillantes, que son elevadas segun II y escabro sas segun IV XIV Aparicncia: en la mitad iluminada, cerca de la par ticion, se ve un nutrido grupo de pcquefios sernicirculos II hoces oscuras con los cuernos dirigidos hacia la linea de particion. Frente a estas hoces oscuras y tocandose par los cuernos hay, digumos, otras hoces opucstas pero de luminosidad 1115sintensa que la de b zona que [as radea. XV. Por tanto, en la mitad iluminada hay depresiones circularcs LI hoyas .idondc los rayos solarcs no pucdcn llcg:lr por la parte cnfrcntada al Sol. EI resro de la hoya que sc alza en aspcrczas frcnre a la parricion sc opone clere-

0

:ICll1libdos,

proyeclada sohre

la muncha

C0ll10 ,~ohre un llano 0 1l1:1r. X. Aparicncia ('11 1;1parte oscura de b Luna en nccienrc, [unto a b parucion, sc vcn unos PUIlIOS hrillantcs que en c1 espacio de unas horas sc vuclvcu 1Il~IS dams hasta que se Iundcn con I:t parte iluminacla junto a 1a linea de p:lItici()Jl y se

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alga blandas y deleznables, se van poco a poco resquehrajando. Me voy a servir de un ejemplo evidente. [fe gustaria saber quien levanto las colinas que salpican los llanos de Bohemia alii donde el pais se ve rcducido a una estrecha franja junto a las sierras que lindan con Meissen?':' Si desde una montana elevada las miras a 10 lejos colocadas unas tras otras, dirias que es ohra de gigantcs, una serie de sepulcros, tumulos 0 algo as!. Yo re dire quicn cs el constructor. Es cl rio Elba que, habicndo encontrado un paso mas abajo entre los montes, Iue hundicndo y cxcav.indo a partir de ahi su caucc, Es una brg:l cdad la que con infinitus lIUVi:lS caidas sobrc la gleha cspcsa de la rcgi(lIl llana la ha ido l.ivando y ha trnnsporrado b tierra crosionada hasta d Elha. Estan lucgo unas rexas que .mrnno cran subtcrninca« y hoy, clcspojadas de hi tierra, sc alzan COIllO ll10nlaibs y, merced a su durcza, han pcrsisrido, pcsc a que ]a gleba de .rlrcdcdor, pm qucl iradiza, Sl' h.thia ido dcspcdazando. Est:1 cs la raz(m de por que en l.rs cumhrcs de 1;1mayor parte de !as montanas se hallan Ill:IS;IS de rocas. Los utolondrados diccn que es que en ticmpos huho ;"11 fortificacioncs, Esla l'S la raz(m de por que hay mucha» rocas esparcidas ae:, y all.i en los llanos dc Silcsia':'. Y \.'S que cu.mdo d suclo l'S llano" los nos son poco torrcncialcs y unicamcntc los pcqucnos valles 0 vaglladas sulrcn la crosi(m causadu por eI percnnc manar de los manuntialcs, en tanto qUl' las mcsctas m.is clevadas no fa sulren, salvo en la mcdida en que las lluvias crosionan los campos en toda SLlextension. Una vez que los valles sc vacian del todo y fa Ilanura al cabo de un largo trecho de tiernpo sc rchunde, qucdan al desnudo las rocas que antafio yacian enterradas hajo el suelo"'. J 3. Villa situada junto al Elha ell hi comana de Drcsde. J 4. Kepler viajo a Ia ciudad de Zagan en Silesia c! 26 de julio de

XIX. Puesto que la inteligencia es productora de orden y jamas dispone cosa alguna en desordcn y confusion, a no ser que de propio intento suclte !as ricndas a causas instrurnentales ajenas a ella, sc sigue. de ahi que 10 desordenado en cuanto desordenado precede ell' los camhios que sufrcn los elementos y de la neccsidad de Ia materia. XX. As! pues, como en ]a supcrficie del cuerpo de la Luna, al menos en las partes m{l.'i visibles, se ve cierta COI1fusion, con zonas elevadas y zonas hundidas, unas Hanas y otras escabrosas, es necesario que en cl cuerpo lunar h.rya algo an{t\ogo a nuestros elementos y a sus cualicladcs mencionadas. Podcmos llarnarlas con los mismr »: nombrc-s, de modo quc scan durcza, fragilid.«], scqucd.td y hurncdad, XXI. As! pucs, las manchas de la Luna rresenran algun;1 cbsc de HCjuido. Estc liquiclo con xu coloracion y blandeza cmhota b luz del Sol y, por ('stir a una distancia pareja del centro de la estern, da lugar a ('sa suporficic haja y Ilana. Hay tambicn montanus que por su scqucdad y durcza rcllcjan claramcntc la 11iZ que rccihcn 'del Sol, sc clevan a !as alturas por cncima de Ia xu pcrficie de las agu:ls y con Ja dcsigual ck-vacion de sus partes clan un aspcc\o eSClhroxo a la xupcrficic. XXII. Aparicncia: entre las m.mchas hay difercncia tocantc a oscuridad, dado qUl' hay unas m{IS oscuras que otras. lJay, en clccto, una rnanchu :1ciCJ1a distancia del centro en dircccion sur que tienc cl aspccto de un escudo austriaco. Sus cxtrernos superior c inferior son de un negro intcnso, micntras que en el medic> sc halla partida por una franja de anchura sicmprc ]a misma y algo menos oscura que el espacio rcstantc, aunquc mcnos hrillante que las partes hrillantes de la Luna. XXIII. As! pues, en la Luna, !as partes manchadas, 0 sea, Ius zonas luimedas, difieren en grado de humedad, unas

1<1. E. Rosen (I'. 15<1, n. 3) cree que La teoria de la formacion de las montunas por erosion de suelos blandos pudo tomnrla Kepler del arabe

Aviccnu, plies una traduccion condcnsada de una obra suya tituluda De conuelatiotu: (del ano 1(20) acotnpan;lha a la Meteorologia de Aristotelcs, que salx-mos con certeza que IcyCl cl astronomo. Otra posibilklad es que proviniera del lihro de Georg Agricola De ortu et causis subterraneorum (Busilcu 1546, y otras tres ediciones en 1612).

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son mas secas y otras en carnbio m.is humedas. Hay, por tanto, unas partes analogas a nucstras murismas y otras analogas a nuestros mares verduderos. Tambien en nucstras marismas crece Ia grama, cl carrizo, cl junco y la cana y se exticndcn aeet y alki arenales duros, sccos y blaoquecinos que reflcjun con mayor claridad IDS rayos del SoL XXIV. Apariencia: a traves del mcjor telescopic el aspccto de LIs manchus situadus junto a la linea de hiscccion cs para el ojo IllUY scmejantc :1 una cara de nino picada de viruclus y con una crupcioo de granos, con rul de que :1 csta elr:1 hinchuda lc de l;t luz con sus r:lyos incidicndo al sesgo Y;I de una parte 0 de la orra, a saber, desdc cl Lido dcrccho cuando la imagen sc Vl' ell Ia primcra cuudr.uura 0 dcsdc cl izquil'rdo cuando en Ia segunda. AI igual que en \;II elra t()cio,,; los gr
17. Al s.rlir dd l'a!i()n; luego (scglin cl pcns.uuicnto de I" <"pol'a) iria l'ayendo dehitlo a I" H.'sislcn<'ia ofrccida pOl' cI airc. st',I" hasla 1()52no sc probara «lIC la IraYCl'loria del proyccril cs paraholica incluso en cl vado. E. ROSl'1l (p. I 'it), n. 'i) <'ila un trul ujo extenso sohrc cl lema: A. Rupen) lull, Ballistics in {lie Sl'l'enleenth c.cniurv. Camhridg«, CUI', 1')52, pp. 3K, K3, K6, [Ill lK. 1'''1''' Kepler I" 11I7., sin materia ni peso, toma una vckxidad infinita (la misma idea de "qui aparel'c en la Optica = G. W., II, 21). [t). AM. Ilucos (p. 21'1, n. 2 ad loc.) le llama la atcncion <[uc Kepler no traiga aqui otro ejcmplo conxpicuo de cstructura sexungular en la naturalcza. Ios cristale» de nicvc. Kepler Ilcg6 a conocer estas formaciones y a ocuparse de clla en un pequcno lihrito: Strenae sett de nioe bexangula, Frankfurt, 1'i91 (rrad. Iranccsu de J{. l Iallcux, Paris, Vrin-CNHS, 1t)75).

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ten dispuestas as! pur alguna causa dotada de inteligencia. Vamos a aclarar este presupuesto con ejcmplos. Una linea recta es algo ordenado. Una bala de plomo disparada por una escopcra sigue una linea recta en Sll trayectoria 17, Este movimiento 110 proviene de ninguna inteligencia sino de una ncccsidad de la materia, En efecto, la materia nitrosa de la polvora de canon, en o con la llama, explota y empuja a la bala por donde csta se opone a su expansion; es aSl que sc lc opone a todo 10 largo del canute de hierro, luego ejcrcc a truvcs de el una violenta presion que rcvicnra en linea recta. Igualmentc cl movimicnto de los cuerpos pcsados es rectilineo, si bien csra cspccic de orden, me rcfiero a la linea recta, es en cicrto modo propia de los cuerpos pcsados y mas propia todavia de los rayos luminosos, que son una sucrte de cucrpo inm.ucriul qlle sc IllUCVC instant.inc.uncruc'". ASl tarnbien I:t concha del c.uucol mucstr« una forma ordcnada de helicv, que sin elUbargo no provienc de una Intcligencia constructor» sino de una ncccsidad material. En invicrno cl caracol sc cnrosca sobrc sl mismo en forma de cucurucho; sobre el caracol asi rctorcido sc dcrr.una un humor viscose que lucgo forma una l'().~lr;1dura y V:I ariadicndo rcdondclcs con cl(Ja nuevo tonimicnro Igu.rlrncntc las ccklillas de las abcjrs resultan hexagonalL~s por una nl'cL'sillad material de los cucrpos ul apretursc unas contra otras 10 mjs posihlc'". Por cl contrario cl qu inario de !as tlorcs cs aIgo ordenado y, COIllO

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EL SUf.NO 0 LA ASTRONOMiA DE LA LUNA

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no puede provenir de la materia, se atribuye a una facultad conforrnadora participc en cierto modo del numero y por tanto del calculo. Esta cuestion la discuti ya en mi libro Sobre la estrella nueua, caps, 26 y 27, piantcJnc\ome si la organizaci6n de series arrnoniosas que a menudo hallaIl1()Spucde atribuirsc al ciego azar'". xxvn, Aparicnciu: las cavidades rehundidas sobrc las munchas de Ia Luna son pcrfcctamcntc rcdondas segun alcanzan a vcr nuestros ojox; sin embargo no todas ticncn b misma exrcnsion. 1by r.unhicn un sitio dondc sc las vc en una cspccic de disp()sit'i(')J1 ordcnadu, como si cstuvicscn ('olocad:ls al trcsholillo. XXV.III. Si :lpliclIllOS cl ax ioma antes cnunciudo :1 esL:1S ;1p:lrionciux, rcndrcmos las sigll icntcs conclusi( H1C~S: en tcrminos genn:ilcs, sohre I:t supl'I'ficie dd gloho lunar, COIllO 10 clcmucstrn 1:1Illl'/.colanz:l de parlcs ('Icvadas y haj:ls, d()min.m vi :l/.ar y Ia nccc'sid:ld m.ucriul; I:t tierra c's .rrranca(\:1 de sus costillas rOCOS:lSsubtcrrrincas y los valles sufrcn <:rosi('lI1de nun<:r:l qlle sc: lcv.mran monte-s, I:ts :lguas sc eSCUlTc'n hacia !as zonas b:lj;t,~, rresentadas pOl' las mancitas, y alii qucd.m en equiliilrio merced al impulso rcctilinc-o de l.oci:1SSllS P:lrlCS h.ui.t un mismo puruo central del gloho 11In:lr·~I;en camhi(), en l.rs parles numchadas de I:t Luna, Ia forma pc'rkctanll:ntl' circular de !as Clvidades y su disposici(lI1 a intcrvalos rcguiares scri.m :t\go artificial y obra de una intdigcnci:1 construClora. Porquc esa cxcavacion en forma de drculo no pucde habcrsc hccho cspont{mementc por ninglll1 movimicnto de los elementos, a no scr que se dijcra que la supcrficic de Ia Luna est:l tapizada de una grllesa capa de arena, que sc Ita pmcticado un agu-

20. Esle [ra!>ajo de Keptn (/ Ie stcllc: nooa) [0111" pic de I" aparicion, cl ,,';0 '[()()li, cn eI pic del SLTpen["rio, de una eSlreib des('onocitia 0 nova. Esta irrupciou de 10 catusrrofico 0 incspcrado ell el orclcn cdesle es inaclmisihlc para Ia mcnralidad proviliencialista de Kepler y suscita inevitablemente !a cucstion del a/.ar (G. IV., I, 2<)1) 1])111<1 21. Dado que la luna ex una csfcra, los cucipos se dirigen a su centro (rnientras que en la cos!llologia precopcmicana el lugar natural de !as masas es cl centro del mundo coincidente con cl de la tierra). 2.lU

jero en el suelo y que bajo la corteza hay un espacio vacio en donde va cayendo la arena. Ahora bien, el numero XXI estorba semejante suposicion, ya que cs liquido 10 que ocupa tales partes y, si al liquido se lc da una salida, escaparia dejando esas partes al descubierto, de modo que de oscuras se volvcrian blancas y hrillantes. Mcnos aun podria la disposicion relativa de rnuchas de esas manchas provenir de un movimiento de los elementos. XXIX, De 10 anterior parecc que hay que concluir que en la Luna hay criaturus vivientcs dotadas de la intcligencia neccsaria para la cjccucion de tales obras, aunquc no poseedoras de una musa corporal comparable a esos montes, plies en ellos no sc trasluce ordcn a lguno. En cfccto, tarnpoco los hombres sobre la supcrlfcic de la Tierra haCCIl montes () mares (pocos son los .Jerjcs22, pocos los Ncrones".' y, ni .uin en el C:lSO de cstos, sus ol irax puedcn cornpurarsc con los montes y mares naturales), sino que construycn sobre ella castillos y ciudades en los que cabc rcconocer ordcn y calculo, Por esto mismo, claro ex, la supcrficie de los glob os parece entrcgada al cicgo azar, a fin de que en la ordenaci6n y embellccimicnto de ciertas partes haya lugar para el ejercicio de la razon, XXX. Apariencia: si observas con detcnimiento tales cavidudes e imaginas una linea recta que parta del Sol y pase pOI' cl centro de la cavidad, tendras scis contrastes. tres de luz y otros tantos de sombra, como si hubicra otra cavidad

22. Jcrjes, rcy de mcclos y persas, hahia excavado el istmo del monte Al.os en el none del Egco para facilitar el paso de su flora durante unas opcracionc-s de castigo contra Grecia (Las Ilarnadas por los grit:gos "Guerrax Mcdicas") a principios del siglo V a.C. (el rclaro de la cxcavacion csui en Hcrodoto, Vll, 22-2';). Pero es mas probable que aqui sc aluda "I intcnto fingido que hizo el rey persa de levantar un terraplen en la isla de: Salamina tras la dcrrota de sus naves en !as cercanias (I Ierodoto VIII, 97) 23. Ncron y otros allies que el interuaron sin cxito abrir un canal en el istrno de Corinto, pues !as naves para evirar el largo periplo del Peloponeso eran a veces trunsportadas de mar a mar nor tierra (Suetonio, Vida de Nerem, XIX, 3; Plinio el Viejo, Historia natural, IV, 4). 211

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dentro de la cavidad. La parte sombreada de la cavidad mayor y extern a sc curva dando sus espaldas al Sol; en carnbio los cucrnos brill antes miran haria el Sol y hacia la parte sombreada, mientras que la curvutura se aleja del Sol. EI miS1110aspccto ofrece la pcqucna cavidad interior, pero cll.i, pOl' Iuera, cara al Sol, est;'1 lxmadu de luz en sus espaklas que miran al Sol, micntras que del otro lado est{l cuhicrta de soruhra y prescnta SlIS cucrnos dirigidos al So\. Tamhicn junto a l.t franja cxtcrna sc dcscuhrc cierla diversidad. En unas cavid:ldcs est:1 Iranja no estj bien dcfinida y es mcnos hrillantc que la zona exterior (que, C0ll10 vcngo dicicndo, pcrtcnccc a !as manchas luuarcs), y :t\ punio, con aqucl grado de Iliz con que lirillnn bs manehas, comicnza Ia ncgrllra curvacla; y del costaLio OPlIL'StO, cI del Sol, tr:ls la ck-ns.. luz de la pared que Sl' cnfrcnta dcrlTl1a a los r.ryos solarcs, SUl'l'de una claridad mcnor que sc l'OIltinua l'11 la zon:1 dc \;t m.mrha. En otr.is cavid:HiL's, :11contmrio, I:t fr:lI1ja exterior frcnte al Sol cSt:'1 hordc.ida por una fin:1 IfIll'~1 de 11I/. 1lI1Iy hrtllantc, mk-nuus qUl' del l.rdo opucsto :11 Sol esl:t \Jorcie:ld:1 por una fin.i Ifnea dc .~(»uhru que s:lra la lranja de 1:1zon:1 rcstuntc. XXXI. Pm :111,Sl' ckmucsu'a qUl' en vi rondo ck: b cavidad sc alza una colin« quc e-n su centro, CO\110 un ombligo, se rchundc de nuevo en forma de hOY:I, scgLm ya indiqu« cl ~1I10 1()2'"i en h'I cscudcro de Tvcbo" [ol. 121. Y l'1lrrc bs cavidades hahria unas que sc hundcn a partir de la xupcrficic sin Ill:!S y otras que pm usi decirlo est:'in fortificadas frcntc al cspacio exterior pOl' una murullu que sc eleva a \as alturas. XXXII. La multitud de ohrus de artificio aisladas sugicre una multitud de llSOS para cllas, bien scan muchos los usua21. Se Irata del Hvperaspistcs 'tvcbonis que fuc rcductado en 1(,2S en rcspuesra ul opusculo de Scipione Chiar.unonti tituludo Auti-Tvcho (Venccia, 1(21), un desgraciado intcnto de refutar la opinion de 'I'ycho de que la (".hil:1 de los comctas est;1 muy akjada de la tierra, pm cncim« de la esfem lunar. Alii dice Kepler qlle las k-ntes del rclescopio "pcrmnen vcr muy claramente un ombligo 411ese eleva ddr:'s de esl" mancha, como si huhiera un:1 fosa circlIl"r" «(;. IV., VlIl, :\(6).

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rios 0 bien sea un solo que las utiliza en mornentos diversos. Sin embargo, donde hay divcrsidad de obras la razon exigc una analoga diversidad en los rnomentos de su utilizacion. De este modo cl ordcn que rcina en csta multitud de obras exige una razon unica que las abarquc todas. XXXIll. De cste axioma y del XXIX dcducimos sin difjcultad que en la superficie de I" Luna hay alguna raza dotada de 1:1 inteligcncia necesaria para 11:I('el' cstas cavidades y que esa raza esta rrcscntada por muchisimos individuos, de mancra que una parte conxtruirfa y utilizarIa UIl:lS cavidadcs y otra parte OWlS, y:1 que I:ts cavidades sc prescntnn ante nucstros scntidos COIllO Illlly scmcjautcs entre sf y dispuestas en ordcn scgun ciertas lcycs, COS:I que demucstra un mutuo ucucrdo entre los constructorcs dc las divcrsas cavidadcs. XXXIV. A esto .uuu!c la «omprobacion deserit:1 en cl 111jorme" sobrc mis ohservaciones de los planet.is jupitcrinos, que llcva en la cahcccra cl innpropiado titulo de "Prcfacio al lector":". Escriho en el fol. 17"': "N() pucdo

pasar sin

hicn c-l cspccuiculo

d:II'IIll'

cl gusto

de

que nos ofrcci{) I:t Luna

n- (e-n los (\[:lS inmediatos

dcscrihir (:11\1ell

mcngu.m-

al plcnilunio'"). J lay sobrc cl ojo lzquierdo ell' b Clr:1 til' Ia Luna, Ircntc pOl' Ircnu: de nue-stro propio ojo dl'rcdlO, una 111:I11CI1;1 pcquesiguictllcS

2,). Se Iral:1 til' la Narratio dt: OI)s(,J'I'{flis a S(' ,!I/ClIIWI' louis satcllitibus crronibus (16Ill. r lay qlle notal' que si Ilien en CSlc ApC:ntii('e h:,jlla Kepler tic "plane-tax", ell c-l lilUI" del fJlji,rll/(' ck- II>II, ('01110 sc VC', aplka a los satciitl's de .Iupitcr cl nomhrc m.ix conuiu y adccu.ulo. [1<1 26. EI informc cmplcza (,on la pabl"~ls huhituak« en los pr61ogos y canas introducrorias Amicc) l.cctori salutcn: (C;. Ill'.. IV, 517), que, como reCOilOCl'Kepk-r, Ilarn.m a engat1o, ya que no hay prcfario ninguno y se cntra ell materia dirl'C!amenlc. [Rl 27. En cl f. 1v" «(/. IV.. IV, 520) Sl' lialla la "hsvrv:Ic(6n aqui rclcridu. EI tcxto qlle siglll' (dcsck "Escribo en "I tol, IT husra "en Frankfurt el ;ltio 1611") 10 omite Frisch en su cdkion del Apcndice (vol, VllI, p. 72), xuponicndolo ya·editado en la Narratio (vol. H, p. ')11). 2X. La Irase entre parenresis falta en cl Informe (Narratio); e.s adid(m eventual de Kepler. 21,)

212

r

I

EI.

J< )lJANNES

'I

da por las costas. EI istmo se veia clarisimo. La imagen se aserncjaba a la de la peninsula de Crimea." en el mar Negro 0, mcjor aun, a la del Peloponeso. Estaha separado (del coruinente") a uno y otro lado por dos golfos OSClIros, si bien en un frente largo y perpendicular al lago y no como la mencionada peninsula que se adcntraba en el lago en angulo agudo. Era tres veees mas largo que ancho. Y algo asombroso: en La peninsula unidu pOl' cstc ist1110a la costa montuosa aparecia un punto brillantisimo a m.incra de montana. Frente pOl' frente, en cI conrincnte CJue en sus orillus relucia, se divisaba un punto sombrcado, indicio tal vez de un valle a travcs del cu.rl la materia de .iluvion dositada en cl lago ha iclo formanc1o una peninsula, seg(\l1 razona Herocloto sobre los .iluvioncs de Egiptoo5 ;.0 acaso eS;IS son trazas de algllll Nerori" abricndo istmos 0 de algll11 Cleombroto" amurallando peninsulas contra no se que ejercitos de jcrjcs?".

fiita, a manera de punto negrbimo, de todos conocida. Nunea pense que esa manchita fuese otra cosa que una profunda cavidad. Cuundo la Luna esta en creciente es 16gico que esa caviclad se vuelva mcnos visible, ya que va movicndose hacia dondc Lt Luna sc comba, y alli se enfrenta m{ls dercchamcntc al Sol que en el ClSO de que la Luna esiuviesc llcna. Y cs que entonces, al dcclinar la luz del Sol, se ensornhrcce mas. Esta mancha, en la tarde del dia 4 de septicmhre (del :U10 161()2") , tal como aparecfu muy aumcnrada en mi inslruJl1cnto, era de un color fcrrugiento y estab:l rodeada de una Iranja de luz clarisima. En cambio en 1a manana ck-l ') de sticmhrc la Ir.mj« ya se ahria en clircccion a Ia parte oscura de la Luna. En d:ecto, cl circulo 0 limit« de b iluminncion ya se Irai'.aha sohre la manchu con linea dl'Cidid:IIlIClllC curv.t, micnuu» que b lran].. hrill.mtc ,Sl' :Idl'ntr:lha con sus dns hr:lzos m:.ls :i1I{1 del [imiu: de 1:1I\lZ h:lci:1 1:1 zona de sornbra". Los hr:lzos l'st:lban dohbd()s y :lplast:lllos ilacia :Idl'ntro como los promoniork » quc, en punr« cstrccha y curvadu, forman los pucrtos de Ancona, Mesilla, Ccnova y orr.is ciudadcs. Era ]a viva imagen de un lago y pOl' su forma uno hahri:t dicho que sc lrauh:1 de! mar Caspi«, si hicn pOl' su e-xtonsi(m era 1ll{ISscmcjauu: al 1ll:11'Negro 0 al mar jonio. En cfccto, hahia e-n ('Sl' mismo I:lgo, pOl' l:t parte que: mira hacia d interior del cucrpo lunar, un rcdondclito ll1:ts hrill.mtc unido pOl' un istmo :1 Ia costa, <Jue brillal1a aun m.is. [)e m.mcra que Sl' distinguian Ires nuuices de luz: UIlO muy brillantc en lox montes y costas, otro fcrrugiento y oscuro ell la mancha () bgo <jUl' Sl' oxticndc hasta los lirnitcx de Ia iluminacion, y un rcrccro intcnucdio, aunquc 111:ISproxi1110 al oscuro del Ltgo, rc-prcscntado pOl' cl bl.mcor del rc-

l Iasta aqui el Inforrne cditado

por

1111

en Frankfurt

cl

ano 1611.

EI original rrae cl top6nimo antiguo "(JlIerSOl1l's() Ttiurico''. OtTO .uuidido mas al texto primitivo. ''1...1 salta a los ojos de cualquier atcnto ohscrvador, .umque jahayu oklo de antemano, que el Egipto cs una cspecie dc t,'!TCI10 postizo, y como L1n regale del rfo miS1110",[... 1 "La mayor parll' (Ie- dkho pais, scgun dcci.in Ios sacerdotes, y segun tambicn mi parecef, e,,,; una tierra recogida y .madida lentamente al antiguo Egipto. AI contemplar aqucl valle csrrccho entre los dos montes que dominan la ciu(bd de Mcnfis, se me Iiguralxr que hahria sido en algun ticmpo un scno de mar, COJllO 10 fucron Ia com.irca de I1i6n, la de Tcurrania, la de I~h:so y la llanura del Meandro, si no dcsdicl' la comparucion de tan pcquenos efcctos con aquel tan irable y gigantcsco" (1fl'!-(,doto, II, ') Y 30; uuduccion de Bartolo31. 52. 33, mas 10

dondelito. Poria tarde a Ias <), cuando la Luna salk) de nuevo, Ia luz habia abandon:«lo Y;I d lago pm entcro y se vcian las costas con su csrupcnda curv.uura, como si la Luna cstuviese cortada () cxcavada. (lniclJ11cntc la peninsula que di[imos estaba todavia iluminada dentro de la cuenca limita-

me Pou). Ner. XIX, 3; Plinio, HN, IV, 4. 3'). Durante Ia segunda gucrra medica (1180 a.Ci) las ciudades del Peloponcso, ante lu inminenre invasionde los persas tras el fracaso del espartano Leonidas en las Tennopilas, acudlcron al istmo de Corinto y a propuestas de Cleombroto, hermano de Leonidas, se pusieron a cerrarlo con un muro en el que trabajaron sin cesar dia y noche (Herodoto, VIII, 34. Suctonio,

29. ueva adicion sobrc cl tcxto original delluj()rme (Narratio). 30. Kepler altera el orden dentro de esr« frase rcspecro a la cdicion dellll/brme

Sur,No () LA AS'J'I{ON<J,v!iA DE U', LUNA

KEPt"-"

71).

(Narratio). 215

214

-r

-~-~---,-----,-----

EL

]OHANNICS KEPLEJ<

"En la pnrticion occidental dc la Luna (que cs, cnticndasc, una linea comb.id« 0 cliptica) sc distinguf.. L1n:1costa y un acantilado clcvado y sinuoso pr()ycctand() SLISOl11hr.: en LIlla xucrt« de mar (ell dirccci('m del CUCrIlOde la l.una :d,and()nado y:1 por la ILIZde-l Sol). La luz en 1:1partc' ck: CSIC mar sl'guia l11:is:t1I::ide la soml nu por cl mcdio dcl oolfo ("()ntinu:ll1do lucgo hasta i:l parricion. {In poco Il:Ici~ cl ~llr \lahia 1111:1 csp:'('iL~ de isttllo luminosc», si hicu e-n vi acantil:l(\o brill.uuc rcs:t\tall;t 1111punto I1cgr() y a SLI Vl·i'.delr:'!s de ('I, ell cl IIIa 1', un monte rclucicnu' y bie-n visihk. l.ox ,'Xlrl'I11OSluill.mtcs dd :lCantil:ldo sc :d:lrg:lh;tn C()IllO Pl'<1I110111()ri()s; Ia p:lrlici"1I1, :11:Idelltr:lrsc t'n vi mar, Sl' vt·i:1 rota l'll cicr\o !lI()do pOI' c-l c-xtrcmo inferior: una Vt'i'.sohrc-pas:ltio vi c-xtrcmo rt'('upn:lh:1 su [<>rIll:1(c·liptiC:1 o cOIllI,ad:I):1 10 largo de ()tr:1 ill:lIlcha", \

I bsU <[qui 10 dvl 22 de Sl~plil'lllhre de [622. V()y a rcncr cl guslo, sin cmb.ugo, de tr.mscrihir tarnhiC'1l un.i obvc-rvacion cntcru, de Ia que se ban tornado ;dgunos dctalk-s par;1 lu anterior dcscripckin de aparicnci.rs, porqllc todavia nos cnscfU mucho y porquc en db sc conticncn ciertos rudimcntos de l'ste ;Ip(ndice epiSL()br, en la

dernostracion de cuyus "E! media 2 con chi".

partes

.md.uuos mctidos.

db 17 ck: [ulio de 1(;25 (contando su comivnzo a nochc) cstuvc ohscrv.mdo la Luna desdc l.i 1 a l:ts las lenrcs de gran alcl1ll'e del Padre Nicol.is ZucAparecian muchus cuvicladcs rcdondas, pcro en las

36, La 'flartici6n' se dice aqui en griego:

TOI1~.

Pew usa antes y des-

flUl's cl autor la forma latina sectio. 37. EI de Zucchi no rue el primer tclcscopio de que dispuso Kepler. En 1610 y 1612 habia mnncjado orros .ipar.uos. En un principio no que-

()

LA A"iTRONo.vt[A

])E LA LllNA

zonas inferior y superior de la Luna eran casi elipticas, pues se ofrccian a nuestra vista ladcadas a causa de b convex idad del globo; tamhien se veian unas somhras de valles en forma ell' medialunas, algunas al sesgo de !as elipscs I1lUYclar.uncnte, de manera que ,,(,lo por din podrla con b vista pcrcihirse la convexidad del globo lunar. Las zonas m.mchadas de la parte inferior cst.iban scmbr.idas de cicrtos circulos hrillantes que aharcahan dcntro de sf caviclades y sombrax, si bien c;stos t'ircu\()s cran CSGISOS, Se diria que cran zonas lacustrcs () p.rntanosas de la Luna, sohr« las cualcs se hahian :dZ:I(\O es()s terraplcncs circulares, a mancra de hrocalcs de P()Z(), a fin de dcj.u Iucra I:t humcdad circundante. Una de cll.rs, que se cxtcndia haci:1 la parte 1ll:IS .ilra de la Luna, ()stcntaha I:t formn clara ele una hendiduru algo m.is :lhitTt:1 liacia su mit.«l. No en tod:ls \as cavidaclcs sc disunguia cluramcntc su borde del resto del cucrpo lunar (m.mch.ido 0 p.intanoso), sino que pOl' causa de la contiuuidud y uniformidad de su iluminaci(lll cl horde se iha :Ipaganclo hasta cl cspacio ahicrto de \a sombra, Casi todas las cavidadcs de gran tarnano prescntalxin en su centro una imagen parccida :1 la de csos cristales redondos que sc usun en nucs(ras vcnrunas, es decir, en el suelo mas bajo de cada una de est:ls clvidades se alzaba un monticulo, aunquc no hast:l Ja altura del rcborde exterior. A su vez estos monuculos tenian un rchundimiento en el centro a mancr.i dc' omhligo en un vicntrc hinchado 0 Cy este ejernplo es Ill:!S cxacto) cr.itcr de un vole.in como el Etna, segun rcvclaha su sombra. Y aunque las cavidades no estaban aprctad.rs unas contra otLIS, ni siquicru pegadas, sino que cacla eU:11cstaba ap.ute en su sitio, sin embargo, en la parte haja de l.t linea de p.uticion (quc est a vez se presentaba combada) las sombras ell forma ell' pcquenos crecienics sc cOllt inualxm Ull:1Scon otras (cort.inclosc entre sf, seglll1 se ha dicho), de tal rnanera que ya con csta ordcnacion suva tomaban la apariencia de un arco cliptico de sombra. Asi tambien sc dibujaban dos hcndiduras ell' somhra, ccrcanas la una de la otra,

Halla en observaciones del db 22 de stiembre de 1622 una descripci6n similar, sin duda aJguna de la misma mancha, ya que la Luna cstaha tarnbien en mcnguante, cuando la llnca de particion" corta un estrecho cuerno en la cara occidental de la Luna. Mis palahras eran:

II

SI :\':NO

dc', muy imprcxionado pOI' Ia uulidad y las prcsracioncs del instrurnento. Sin embargo el telescopic de I.ucchi le hizo vcr 10 que se podia avanzar en las observaciones.

[!{I 217

216

--r

I

JOHANNES

que clesde la linea divisoria de luz Y sombra pcnetrabun en la zona brillante doblada a su vez. Con todo, como lie dicho, las hendiduras cstahan cortaclas adl Y alki 1'01' rrozos brillantcs que !as cruzaban a trechos sin interrupcion. Se diria <Jue cs un valle larguisimo que COITe de ac.i para aWi. entre montes sinuosos y que cuando sc mira estos montes al sesgo parcccn recuhrir el valle".

,I

\.

I~: ~. I

Hasta aqui 10 del 17 de julio de 162:~. As! pues, estas son \as ohscrvacioncs y cstos los axiomas a partir de los cualcs del11ostrarC' cada una de las purres del apendicc episto\:tr marcadas con una lctra". (h) EI que las cavicladcs estcn siiuadas mayormcntc en las manchas y no en \as partes brillantcs, l'llC:lj;1dcntro del numcro XXIV y tamhicn se deduce de lu mcru obscrvacion con Ia vista. (c) Que las partes manch.idas

son Ill:'S h;ljas «lIC \as hrillantcs, sc siguc scglll1 10 dicho en XU\. (d) (c) En \a mancha de ncgrura l'spl'sa conjcturo 111;1reS (XXI) y en las de un negro m;'t;; dcsvaido paruanos (XXII,

III

•

(0 Si cllos acotan ospacios cs que .lcbc huber un acucrdo entre cllos, scglll1 sc dcsprcndc de xxxnr. (g) Es propio de la razon lender a un fin dcrcrminudo. Porquc uunquc tam hi en sc cntrcga al jucg() para m.uar cl ticmpo, sin embargo, las ohras rcalizadus con miras al jucgo nunca son cquiparablcs pOl' su tamaiio a !as obras que ticncn C0l110finalidad b propia conscrvacion. Ahora bien, cstas ohms son cnormcs, toda vez qlle a una distancia de 50.000 millas no escapan a nucstros scntidos. (h) Porque algunas de las cavidades estill rodcadas por una muralla exterior y porque estas cavidadcs sc hunden en territories de manchas ennegrecidos por el liquido que

:ii>. Frisch (YlII, 73) cambia aqui cl tcxto del Soninium (1654) cscribicnclo Humeri" ("pOI' un numero") en lugar de litcris ("por una lctra"), Y lucgo precede a carnbiar las lerras indicadoras, de la (h) a Ia (PP), por los correspondientes numeros, del (2) al OH). Nosotros m.mrcncmos el aspecto original del tcxto, 21H

SUENO

IA ASTI

0

DE LA

LII:;A

10s ocupa; de ahi colijo que la muralla se opone al liquido e1 liquido que huhiera de la muralla para adentro, 10s paisanos de Endimion han aprendido a extracrlo probablemente de nuestros holandeses. En mi Discusion, fol 17, vaticine 10 contrario: que las fosas se hundian quiza para extraer el liquido de 10 hondo". Pero entonces todavia no habra observado como ahora que las cavidades sc hallan en las zonas manchadas y no en las brill.mtes. (i) EI Sol cs su enemigo declarado e incontroverrible", Sohrc cste punto cscrihi en la Discusion, fo1. 17"1, 10 siguiente:

externo: en cambio

"Sicndo as! que ticncn luz del db durante quince jorn.idas ck: 1,Is nux-suns, sufren calores insoportables y tal vcz carcccn de piedras para levuntar ahrig()s contra el Sol, micruru-, que alas vcccs deben tenor un suelo pegajoso como los que ;IGi conorcmos" de arcillu, scguir.in por tanto cl siguicnte procedimiento a la hora de construir: excavan un ;ir<.:a muy cxtcnsa, .unonron.mdo

Ia

XXIII). I

EL

KEI'LEI<

tiCIT:I

sornhm

que sacan· en 10 hondo, I

."

alrcdcdor en circulo

para de est« sucrte cscondcrse a la dctr.is de los raludcs quc alzaron, y

alli dcnrro seguir cl movimicuto

dd

Sol d.mdo

l.t

vuelra

en pos de Ia sombra. Esto vicnc a scr p.uu cllos una especic de ciudad subrcrulnca, sicndo sus casas un sinfin de cucv.is cxcavadas en cl talud circular. Los sembrados y pastizalcs los poncn dcntro del circulo, rara no tener que alcjrrsc mucho de sus haciendas cu.indo huycn del Sol".

Y). La cita de 1;1 c.onrvrsacu»: apar('('c ahajo l'l1 extenso, pero suprimicndo justamcnrc esta lrasc Ul1f1110ris (' profuud« cliciendi causa) que l'i autor considcra Y;I inapropiada. fin. En griego: anamfiicluos. It l. Tcxto en c. W .. IV, 299 (con pcquenas modificaciones de las que xcnalamos las 1ll;IS imporrarucs): rraduccion en C. Solis Santos, Galileo Ke1'/1'1'. m Mcnsa]« y el Mensajero sidcral, pp. 127-128, Y E. Rosen, Kepler's conucrsation; p. 2H. 42. "como los <jue ac;\ conocemos" (nos/rae) es una adicion al texto primitivo. 43. Aqui en cambro suprime la Frasedel original: bumoris in pro/undo elicicudi causa C'para extraer el agua de 10 hondo").

219

j()IIANNI"

KI-:I'I.I'.I(

Estas cosas ya cntonccs las pense yo aSI, sin habermc percatado todavia de que en el centro de las cavidades se alzahan unos monticules con su omhligo rehundido y que la muralla estaba pucsta alredcdor de ciertas cavidades pm su pa rtc exterior. Mi razoruunicnto era en efccto que cllos poclian sacar mas provccho de csa larga somhra sin cxcavar la i:tguna, luuinindosc Ian solo a amontonar fuera la Ik-rra l'xtraida

para ~Isi dcfenderse

raz(')11 prcclsa

pcro

tcni.m

quc

Il'S. ILly SL'glJl)

haccr,

cso mismo

que eSlahkn:r

.ulvicrtc:

11()\;t .uucrior

para

si 10 haccn

0 conlr;1

por una yo que

cOHohoran

Y

10 uno

.. 1

ck:

P:lrlVS L'sclrp:l

y Ill()lllall0sa,~

lidas

,II '1

de b.mdolcros

1:1 Luna son

s:tlv:ljes

g()S ele los m.is civilizados,

ck:

ILlS 1':11':1prolegersc OhSl'rV;LCi('JI1 n:cogida

Pcro

que

COlli ra una

(I) LIS cavidadcs tr:lza

a partir

i nvuxion

tic-ncn forma

entre

m: COS:lS

C'1.1bs olras

«olocar parscnin cncmi-

lcv.uuur.in

mura-

apliquc:«: uqui la

IlO pucdc

de circulo.

Convicnc,

sea hicn visible y cuentc mcdir los intcrvalos que hay (m) La igualdad

xol

c-xpluarsc

cncmiga.

de uu centro.

tro

de \;1 LUIl:1 y

que a lli haya fortifka-

dc ot ro modo si no cs considcramlo cioncs

de

Estos

a SLI vcz

XXXIV,

l.i

<Jut' VL'!I](),~ que las

h.ibrcmos

sus alaqul's,

ell

gL'nlcs crilcrio

civiliz:lcI:IS,

y sin Icy, que

del Sol, seglill

10011'0, en un IL'rlllino

entre Sl Sl'1l1l'j;lnz:1. Pliesio

P;lrlCS Illanclladas

ojos y k-n-

la humcdad,

mcd in. ( k ) \ ln.: VL~ZpUL'SloS;1 «omparar las Lts (k- 1:1'I'icrr.r, a 1'1iCIIll()S un mixmo <JUl' gU;lrd:lll

ahor.t

paru pro\cgcrse

Ia nol~l (i ), 0 conlr~1

(it),

que,

mi, pcnsuba

del Sol. to

dc,,~col1ocida

COf)

entre

cslos

plies,

tin circulo que

sc

cstc cen-

alglln instrumcnto para 61 y la circunfcrcncia.

intcrvalos

pucdc establecersc si no cs mediante (n) Dado que los di.unctros de las

una

tan

grandcs

unas

160 millas".

EI diiirnctro de esta mancha equivaJe a un dieciscisavo de la capacidad ell' mi luego est:! claro que nude 10 millas alcmanas

aproximadamente instrumento:

Y su radio 5i1,. (p) No pensanis de dibujarse

que

un

circulo

de '5 millas

de un irazo con la punta

de radio

de un comp.is,

puea IlO

scr que sc tenga a disposicion un dihujante que y
IlO tun dist.mtcs

que

no se yea una

otr.r. Y PCSL'a u xlo, cl mcdidor

la estaci

tendni

SCI1:1i deslie

que ir clda

1:1

vcz dcs

hasta cl circulo

d:1 ~I fin de que

con un carro cargado COil 1:1cucrella Ie baste para la distancia a cul irir,

( r) Dc XXIX se desprende que 10s individuos de la 1'al.:\ lunar no son equiparables en cuanto a la masa de sus cucrpos con las montanas lunares; ahora l iion, de XXXIII Sl' dcsprcndc igualmente que son multitud. Como !as ap.rric-nci.tx d:1n lest imonio tel' qllc

sc

de sus construccioncs

lICVl' a cabo

llcva

a clho

plus,

de :dglilla

r.uuick-s oxistcntc protege

gr:lcias

gracias a su

a SLI corpulenciu.

cnormcs, I1lll11eI'O 10

cs mcncs-

que

Sirv:1I1 como

IlO

sc

cjcm-

mancra similares, la torre de lsahcl, lus piLIlla larguisima carrctcr.i pavimcntada en bs dcndeucias del Perlii7 () la muralla que a los chinos contra los t.irtaros. de

I·:gipto,

no

cucrda.

ca vidades

son de

dis-

tintn longitud. (0) Pucsto que mi instrumento abarca en un solo goJpe de vista 12' de los 30' de la Luna, que ticnc un diametro de 1[00 millas alemanas", mi instrumento abarca pm tanto

4,l. Sobre cl Ui{lI11eiTOck- b luna vcase la nota (207) al Sueno.

·1'>. 12: 50 ~ I(,() : 400. ,ill. ioo . 1('~ 10; 1():2~S. ,0. Los incas h"hbn c-onstruido cxcclenres y larguisimos caminos pavimcm.ulos de los que Kepler pudo tenor conocimiento a travl-s de lOSt' de An)Sla 0 de la Descripcion de Ias Indias occidentales (Madrid,160 I, cap. 16) de Antonio dl' Herrera, que tuvo el honor de dos ediciones en traduccion latina pOI' los dias del Sueno (en Amsterdam 1622y Frankfurr 1(21). IRJ

221

220

L

JOIIANNES

,./

f

~ I

II,: I'j

FJ.

KEPJ.En

(s) En aquella hoya enorrne, que mide 10 millas alemanas de ancha, buena parte del diametro est a ocupado por cl espacio abicrto que se exticnde entre el reborde y el monticulo central, y cualquiera que diga que no mide mcnos de una milia alcmana estara de acuerdo en que es algo mayor, segCIll corrobora la vista. Por ahi puccles calcular la masa de sus cuerpos, que, aunque no sea cqu iparable con sus rnontafias, supera en mucho a la masa de los nucsrros, como cabc colcgir de sus consrruccioncs. que son mucho mas numerosas que las nucstr.is. Lsto mismo 11K' .urcvi a afinnarlo ya en la OptiC(~, ro\. 2,)(),iS,has{lI1do!l1c cxclusiv.uncntc en la cornparaei(')Il de !as montana» luna res con l:ts nucstras, He aqui nus pulabras: "COil ra;;.(·>11 PllIt:IITO dicc que l'I cui-rpo de la Luna l'<

(jUL" cu proporcion

i

I

a su gloilo, aquclk»

monies son des-

lit' IlIcgo 1Il:lyores que los dc la Tierra e-n proporcion

.I

L'S

1I11p:lr:lillc :iI Lie la 'I'icrr.r, irrq.~ul:lr y mont.mos«, nun-

slIyo. Y pOl' scgllir hrolllc:llldo

:II

COil I'l1itarco: PllCS\O que

entre nosotros L'" corricnu- quc hombres y :Inilllaics concucrdcn con cl C:lr:il'ler Lll' su .uuhiro () tcrritorio, hahr.i

I

pOI' t.uuo en b LUIl:1 cri.uurus vivicnrcs tic mucha corpuk:ncia y tit' complexion

mayor

muvho m.is recia que la nucs-

Ira, L'Il'." I I

,,

(I) l'ucsto que sc vcn lIn:IS rOS:IS (segllll XXV) y udcm;\s son cosa artificial (segl'1l1 XXVIII), cs imposihlc que se hagan por otro mcdio que cxtraycndo material. Y ello es porquc en !as mismus hoyas no oncucntran donde cntcrrarlo. No cabe aniquilar esc material, 10 misruo que de la nada la tecnica no pucdc extraer algo corporeo. (v) Esto seria verdad en cl caso de las cavcrnas que, sin ningun rehorde brillnntc, parecen no tencr una hoya fortificada por su parte externa, segun 10 dicho en XXX y scgun la observaci6n del ano 1623 dcscrita luego en el

0

1./\ ASTRONOMiA

DE

LA

LeNA

XXXIV. La presencia de material amontonado en el interior se desprcnde de la vision de esos monticulos elevados sobrc cl suelo y del axioma mctafisico de que nada sc haec sin causa. Tal altura se levanta en mcdio de la hoya, luego tiene su propia causa. Ahora bien, no hay causa para ello mas probable que el arnontonarniento del material que antes reUenaba la fosa cercaria que se ve todo alrededor, y adernas no es sencillo imaginarsc otra causa. (x) Se desprcnde de ello que parte ell' 1£1materia extraida de las cavcrnas cubiertas pm cl rchorde brillantc sc ha amontonado fucra. Y de ella prccisamcntc esta hccho cl rehorde. Yo dirla que se ha emplcado toda la materia si la rosa estuvicsc limpia y no se all.ara en su suclo cl monticuio. Por tanto, all.i adcntro, dondc se alza cl monticulo, es de crcer tambicn que hayan amontonado parte d« clla. (y) Aqui hay una dohlc muralla, puesto que, como he dicho, el n-hordc exterior forma b primcra murallu, mientras que lu que sc levanta dcntro viene a ser la muralla no de la rosa exterior (a la que desdc dentrono amcnaza ninglill peligro), sino de la laguna que se halla en cl ombligo centra I del monticulo. (I.) Que la rosa es harto profunda, 10 atestigua la abundancia del material cxtraido, que cs tanta, que no s(llo el t.ilud exterior que va dando la vuclra toclo alrededor es de altura considcrahlc, sino que t.unhicn el monticulo interior ex por dcnuis visible, (aa) Ello sc desprcndc dc Ia obscrvacion recogida en XXVII y del mctodo de construcx.ion que hasta aqui bemos idcado, Una vez supuesto que todos los puntos alredcdor cquidistan de la cstaca y que la rosa se va construyendo desdc un punto determinado hasta otro, acabara par trazarsc un circulo complcto con la fosa y, por tanto, tambien con cl talud exterior y cl interior, segun advierto en la nota (bb). Porque una vel. supuesta una criatura dotada de un cierto grado de inteligencia, ya no resulta chocante con ella la utilizacion de cuerdas iguales extendidas en todas direcciones. (bh) [Faltal

4H. G. W, II, 220.

223

222

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SUEJ':O

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I

J()J[ANNES

(cc) La mente no haec nada en vano. Ahora bien, excavar la curnbre del monticulo interior u ombligo parcel' eosa supcrflua, siendo as! que la misma acumulacion del material extraido de la rosa, a medida que el talud interior va crl'ciendo, deja pOl' si sob una laguna en su centro, segll11 advicrto en (del) (dd) !Fallal. (cc) E.'-:lotambicn

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EL

KEI'LE"

nos 10 dictan nuestra mccrinica y arquitccturu tcrrcsrrcs, yes uno de sus principios bJsicos, y~l <JlIC~11:1I)L' a la parte principal de toda obra, cspcci:d1l1L'ntc cuanclo Sl' cch.m Ius cimicntos. (Ill Ya tcniamos marismas en la Luna segllt1 XXIII. Las l'L'sUnlc.'-:conclusioncs nos bs proporciona nueslra agrinilturn, a sJhcr, que si n KlclS una zon~l pantanosa con LIlla 1'()S:l profunda, d ~lgll~ldl' Iucra y cl :lglla incluid~l en c-l ccrn) 1'.'-:CUITCtl haci~l 1:1fosa. (gg) Aunquc L'I drcnajl' de ]a z()na no Sl':l I() !la.stante prolundo, l'l l11all'rial de I:t fosa que se arroj.i cncillU form.t r.i una mesa 10 hast:ll1tc alta como p:lra que c-l agua no loqlll' su supcrficic. ( hh) I'~naquc.llas COS~IS<JUl' la intciigellcia organiz:l no suck- haccrsc tlada en vano. Aquf, Sl'gl'll1 consU en l.t hip(')1l'sis de CStl' /Ij}(;ndice en forma dl' carta, hay una fO.'-:~1 pr:lclicJtia pOI' criaruras intcligentcs cap~lz dL' rccoger las ~lgU~ISy adem.is circular. ;,Y para que dcmonios iln a servir un canal circular sino para l1evegar pOI' sus aguasl (ii ) l.o largo de cstc dia cdllroslsitno garantiza l'i sccado de !as agllas clsi ~l cliario. En cstc trance, plies, la rosa Sl' utiliza con otra finalidad: dar la vuclta caminando sohre su fondo, (kk) La finalidad de csrc peregrinaje cs rcfrcscarse. No cs mcro pasatiernpo () jucgo (Ias construcciolles son demasiado importantcs para cllo, segllll cl tipo de conjeturas que hemos actado antes entre los axiomas), sino una l1eccsidad irnpcriosa de agazaparse y protcgcrse contra los rigores del SuI a la sombra de la muralla, Y para poder hacer esto en todo momcnto, ticncn necesidad de una rosa rcdonda por donde ir trasladandose a medida que el Sol 224

SUENO

0

LA ASTI{(

)N(

),\111\

I)E

LA

LI iNA

haee otro tanto. La reeorren ya na vega ndo con poco esfuerzo, ya carninando a pie can mayor molestia. (II) Ello es porque los que estan < .n la fosa tienen de un lado el montieulo y del otro el talud exterior. POI' tanto, si eJ Sol qucda del lado del talud exterior, el mismo talud les proporciona sombra a esos. (nn) En cambio, si estos 0 sus oponcntes tienen el Sol del lado del monticulo, los que estan en la fosa se esconden a la sornbra detras del monticulo 0 del talud interior. (mrn) Pues a los que estan en el crater del monticulo el talud exterior no lcs proporciona sornbra ninguna; se la proporciona el talud interior y ello sin esfuerzo por su parte, ya que cl sitio esic del centro tiene un rondo angosto y en un breve pasco van sus moradores desdc las partes requemadas pOl' cl Sol a las umbrias. Y si el talud, cuando 1'1 Sol al mcdio db cae a p[01l10 sobre sus cabezas, no da sombra, es l()gico pensar que hayan exeavaclo en la pendiente del talud unas cuevas donc1e esconderse y evitar cl Sol de mcdio dia. (oo

[Falta].

(pp) Ifialtai'}I.

Creo, plies, que queda demostrado todo 10 que en el Apendicc en forma de carta se contienc, segun prorneti en el punto (00), y adernas mediante axiornas varios y nurneI'OSOS,scgun el punto (pp). Y ya es bastante 10 dicho sobrc estc Apendice, con cuyo rernate acaha tambien esta obrilla mia, Invito ahora al lector a que lea el opiisculo del autor antiguo que viene luego'". Fin de Ias notas al "Apendice"

49. Las notas (00) Y (1'1') son en realidad los .'34 puntos de la nota en el comienzo de la misma. 50. Se trata del De facie de Plutarco,

(a), tal como se anuncia

225

r

INDICE DE NOMBRES l'ROPIOS

[C = Calla; S = Sucno (aqui cada numero indica la nota (Il- Kepler que sigue mas de cerci al nombrc rcsefiado); NS = Noms al Sucno; 1\ = Apcndice (cada klTa indica Ia nota proxima siguiente); NA = Notas al I\pcndin:1

Brahe, Tycho: S 20, 22, 2'5, 27; NS 2, 13, 16, 19, 20, 33, 43, 50, 58, 223 Br.mdan, San: NS 2 Brasil: S 169, 170 Bn:tafia: NS 161 Brunilda: NS 3 Buchanan: NS 11

Acosta, Jose de: NS 222 Africa: NS 2, 154, 158, 169,204 Alcmania: NS 61 Alpes: NS 20H America: S 2, 155, 167, 171 Ancona: NA ;, (XXXIV) Ani.in, cstrccho de: NS 156 Arabia: NS 1')1· Arnohio: NS 219 Aristotelcs: NS 9, 61, 148, 154 Asia: NS 73, 1')1, 163, 164 Atlantidu: NS 2 Augshllrgo, Confesion de: NS 6 Aulide: NS Azores: NS 2

Ii

Curay: NS H'i3 Cccio: NS 208 Ciccron: NS 2 Cicncia: NS 4 Clc(imhroto: NA a (XXXIV) Colas, el hombre pez: NS 214 Columnas de Hercules: NS 2 Copenhague: S 29 Copernico: NS 7, 8 Crimea, peninsula de: NA a (XXXIV)

nO

Buchaczck, Martin: NS 3 Bartsch, jacob: C; NS 179 Bergen: S 17 Besold, Christoph: S2 Bohemia: S 1 Botnia: NS 20

Chile: NS 216 227

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J,

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Ei, JOIIi\NNF.,

SUE!>:()

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ASTRONOMi,\

DE I.A

LUNA

KEI'I.ER

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NS 'i3

Enns, valle

de:

Fsc:digl'r():

NS 221

S 20H

I':scandin:lvia: NS 162 Fsciti:l: NS IS/f, 220 I':s<'()('i:l: NS I, II, 17,221 I':sp:ni:l: NS

63

Neohurgo: NS 49 Nicaragua: NS loB Noruega: S 17, 19; NS IH, 162

!',tn:l: NS l) Euripc» NS <) Europa: NS :"\,1

l-inl.mclia:

Jl'rjl'S:

A a (XXXIV)

S 2

NS S3

C

S ,i2, S2, 'is,

HI,k7,Hk,l)/I,%,

101, 10:\,

121,

IH2, 200,

NS IS''!

(XXXIV)

NS 11, 43, 151, 207, 209,211; A h Genova: NA a (XXXIV) Gilbert, William: NS 134 C;raz: S 2 Grocnlandia: NS 2, 23 Guldin, Pablo: A a

NA a (XVIII)

Mcsina:

NA a (XXXIV)

'Iubinga

(Tubingcn):

1'Iat(1l1: NS 2

Ilrani:t: NS 23

NS

Plutarco.

» S 2, '1:1, (i l , HI, 211;

NA s Pluton:

NS H, 215

] 71

Tule: S 3;NS

NS H

Vl'nCci:l: NS 23 Vcsllhio:

NS 9

NS 2H Volkcrsdorf, baron von: NS H Virgilio:

Volva (= Ti(;ITa): S 90, 11'i, 12')127, 131-133,

15'), 136, 140,

JA2-HS, 152, I'i5, 166, 173, 174, 176, 17H-H)7, 190, 193,

Yucatan:

Razon: NS io Reinhold, Erasmo: S 2 Rodolfo, cmperador: S 1 Rollenhagen: NS 2

Martin del Rio: NS 2H, 3H, 220 Matias, archiduquc: S" Matikle: NS 3 Mcissen:

Traum: S 221 Troya: NS ()()

194, ] <)H-2()O

Macstlin: NS 'i9, 207, 223 Magallanes, Tierra de: NS 172

G:dileo:

NS 160, H1:\ Tiiu rico, Qucrs()nl'so: vc'asl' Crimea, pcnfnslIi:t de Tolornco: vcasc Prolomco

Quivira: S 121

Lusacia: C

NS 2k

S H

Succia: NS 1()2

Ptolomco: NS lOH

Luciano: NS 2 Lucollloria: NS 220

NS 207

Suchia:

PelirhaciJ: NS 2 Pil;lgoras: NS 7

Pompcya: NS ') PopaY;I11: S l(lH Porfirio: NS )7 Praga: NS 2, H, 44, S3, H2

t.ibusu: S I Linz: NS S:-S, 200, 221 \.()Ilglx'rg: NS 225

Snell:

Tracia: NS 1(,()

Plinill:

12/1,

Silcsia: NA a (XVIII) Siria: NS 214

Puk-stinu:

NS 21"l

NS 'i0

NS 214

Tartaria:

San: NS 2 l'eolopoll(;so: NA :l (XXXIV)

t.aponi«: NS 20 l.c'ipzig: NS X l.cv.uua (= l.un.i): 10<),

Matthias:

Olimpo: NS 75 O\ao: NS :W Orcadas: NS 11,17,2:1

Pa lmira:

206,

NS 20

(WClltwmherg):

S

2H

Zucchi,

Nicolas:

(XXXIV)

Rostock: NS ')3

229

,

NS 16H

Wurtemherg

Roma: NS ')3

228

:f

Zl'mhla:

Nt'tremhl'rg:

NS 1 S4

Seilfart,

NS Ii·

l.ailr:ldor, 'I'icrr« dd: NS 2 S-1, I S<),I ()'i,

17<)

l'rcdcnck , Julius:

ucva

Kepler, Ludwig:

l'iolx: NS J l'iol x hildc: S ), al final; NS k Frankfurt: C; S '[ Y al fin.rl; NA :I

20

S 1()3

17S Igllor:lncia:

NS 156

Sicilia:

Ingl:tlerra: S I') Inn, vulk: clcl: NS 20H Isblllli:l: S 2, 19,
IIa!Jrici(), D.rvid: NS 223 Felipc', l.mdgruvc de I Jesse: C; NS 20,

NA a (XXXIV)

Klcr, joi1:lIl11 cs: C

20/f

,,

r Iomcro: NS <) r lvcn, isla de: S

Mclucas:

Patricio,

Estiria: NSI S'l 1':str:ls!Jurgo: C

I

Sciliickd:

India:

NS <)

Elha: NA a (XV[lI)

I

Hesse: vcase Felipe Hiklegard: NS:\ Ililtrud: NS 3

162 Dunuhio:

1':ndill1itJn: A f; NA h J':gipt(): NSI S!i; NA a (XXXIV)

,

Sarsi: NS 207

Hcrcxloto:

Empcdoclc»:

I

MOller, Veit: NS 2

Mur: NS l'i4 Musas: NS 35-37

Dinumarca: S 19; NS 20, 23, 29,

13

I

Salomon, islas ell': NS 156 Sarmacia: Ns 160

Hecate: NS 211 Hekla: S 9, 12; NS H, 9

Di()g(;nes Lacrcio: S9 Duracoto: S 1, 33 y al final; NS

"1

Moscovia: NS 160

China: NS 163

A a; NA a

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Se acab6 de imprimir

1.;1Suc(jo () 1.1

Astronomis de 1<1Luna el dia 16 de Diciernbrc de 2001, festividad de Santa Adelaida, en los tallcrcs de Artcs Graficas Bonanza y estando al cui dado de la edici6n el Servicio de Publicacioncs de la Universidad de Huclva

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