2 Textos Para Selectividad 2e2vf
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Dos ejemplos de comentario de texto para selectividad
Los medios Ya se sabe que las cosas sólo existen si salen en las noticias, pero este axioma mediático parece ser cada día más verdadero. Por ejemplo, me pregunto por qué el caso de Marta del Castillo se ha convertido en un acontecimiento de semejante magnitud. Desde luego es una tragedia y, para los padres, un infierno absoluto. En su lugar, todos estaríamos igual de convencidos de que no ha sucedido nada más atroz. Pero, por desgracia, la vida abunda en atrocidades. A juzgar por los indicios, en el drama de Marta no parece haber habido el horror añadido que hubo en otras muertes, como, por ejemplo, la de Sandra Palo. Quiero decir que hay demasiadas historias espantosas, adolescentes violadas y asesinadas, mujeres apaleadas y quemadas, niños torturados hasta dejarlos inválidos, y ninguna de estas brutalidades se convierte en un asunto de prioridad nacional ni los familiares de las víctimas son recibidos por Zapatero como ocurre con Marta. ¿Qué ha pasado en esta ocasión? Puede que una pura casualidad informativa: alguien de la prensa local que se fija en el tema, alguien de la nacional que lo recoge porque tal vez esté flojo de noticias... Así se va formando una pelota histérica. Los medios construyendo la realidad. Más aún: los medios suplantando nuestra vida. La británica Jade, disparatada concursante de Gran Hermano y enferma de cáncer terminal, piensa morir ante las cámaras previo pago de un pastón. En esta sociedad somos capaces de chatear en directo con Australia, pero puede que no sepamos que nuestro vecino está moribundo. Cada vez huimos más de nuestras responsabilidades personales: nos escaqueamos del cuidado de nuestros enfermos y de sus agonías. Pero el final de Jade será contemplado por millones. Es como convertir la experiencia de la muerte en un descafeinado y manejable tamagotchi. Qué mundo tan raro. ROSA MONTERO 24/02/2009 (El País) Sugerencias para comentario de texto
1. Señale organización de las ideas del texto La estructura externa e interna coinciden: dos párrafos y dos partes. Esquema:
1. Idea (o tesis) 1ª: solo es real y verdadero lo que aparece en los MMdeCC (párrafo 1º) 1.1. Enunciación de esta tesis (línea 1 y 2)
1.2. Argumentos de ejemplificación y contraste: razones de la repercusión pública del caso Marta del Castillo (resto del párrafo) 1.3. Segunda enunciación de la tesis (frase conclusiva, final del párrafo)
2. Idea (o tesis) 2ª (ampliación de la idea 1ª): la realidad es sustituida por los MMdeCC (párrafo 2º) 2.1. Enunciación de esta tesis (línea 1)
2.2. Argumentos de ejemplificación y contraste: significado de la “agonía en directo” de Jade (resto del párrafo)
2.3. Segunda enunciación de la tesis, mediante una comparación (dos últimas líneas del párrafo, desde “Es como…tamagotchi”) 2.4. Cierre argumental: última frase.
Así pues, el esquema presenta dos grandes ideas en paralelo, la segunda desarrollando/ampliando la primera. Al mismo tiempo, cada una de las ideas muestra una organización encuadrada, o sea, a) idea, b) argumento deductivo c) repetición de la idea (con variaciones). Consejos importantes: - evita enrollarte sin hacer esquema de ninguna clase. Si haces una introducción redactada al principio, sé breve, pero inexcusablemente debes hacer un esquema. - el esquema, en su redacción, establecerá necesariamente las relaciones entre las partes del texto (lo principal y lo secundario; las ideas y los argumentos que sirven para justificarlas) - siempre frases breves (telegráficas); siempre indicando apartado o subapartado. - evitar las ideas terciarias (si es posible) - el esquema debe ser claro y ordenado, debe entrar por los ojos. - alude si quieres a la diferencia o similitud de estructura externa e interna, pero justifícalo. - la estructura externa son los párrafos de la prosa; las estrofas en los poemas; los capítulos en las novelas; los actos, escenas y las intervenciones de los personajes en el teatro; etc. La estructura interna es siempre el desarrollo de unas determinadas ideas, de un argumento, etc
2. Indique el tema y escriba un resumen del texto Tema (alternativas diferentes): - Extrañeza ante la distorsión y la suplantación/sustitución de la vida provocadas por los MMdeCC - Desmitificación del papel de los MMdeCC como transmisores de la verdad - Desfiguración de la realidad y sustitución de nuestra vida por el espectáculo creado en los medios. - Distorsión y evasión de la realidad provocadas por los MMdeCC - Alteración de la percepción social de la realidad provocada por los MMdeCC - Repercusiones perversas de los MMdeCC sobre la sociedad actual. Resumen: Como demuestra la atención concedida a recientes casos de violencia sexista, los ciudadanos solo consideramos importantes aquellos acontecimientos de los que se hacen eco los medios de comunicación. Además, estos están suplantando nuestra vida, como demuestra la enorme atención que prestamos a las tragedias ajenas siempre que aparezcan en televisión y lo poco responsables/sensibles que somos ante el sufrimiento de nuestros seres cercanos. Consejos importantes: - Hay que resumir (abreviar) lo literal, lo que pone el texto y solo lo que pone el texto. - Hay que resumir como si quien va a leer el resumen no hubiera leído el texto, no lo conociera. - Evitar resumir una parte del texto y dejar otras sin resumir; evitar dar opiniones, hacer comentarios personales, convertir el resumen en una explicación de ideas o del tema del texto; poner datos o cifras o hechos sin importancia. - Resume con un ojo puesto en el esquema de ideas. Si está bien hecho, te dará el orden que puedes seguir y las ideas fundamentales que no pueden faltar. - No empezar nunca el resumen con expresiones introductorias. Evitar cosas como “El resumen trata de…; “El autor refleja que…”; “El texto expresa/dice que…”; etc. Hay que entrar directamente en materia, ir al grano nada más empezar.
3. Comentario crítico sobre el contenido del texto (Propuesta de ideas desarrollables que no suelen aparecer en los comentarios del alumnado. Evidentemente no hay que decirlo, ni mucho menos, todo.) ASPECTOS DEL COMENTARIO OBJETIVO: LO QUE EL AUTOR DICE Y CÓMO LO DICE
- A lo largo de todo el texto, domina la subjetividad en el estilo de RM. La 1ª parte está planteada a partir de una idea (tesis) que la autora enuncia de modo impersonal (“ya se sabe que…”), como si no fuera opinión suya sino un hecho perfectamente demostrado y universalmente aceptado. Esto se consigue con el verbo en forma de pasiva refleja y después con el sustantivo “axioma” referido a esa idea, axioma como algo que entraña una verdad irrefutable. Es decir, RM quiere darle fuerza a su idea, y para ello nada mejor que desprenderla de sí misma, hacerla pasar por un saber comúnmente aceptado en el mundo actual. Desde este punto del texto, sin embargo, comienza la argumentación de la idea inicial, y con ella aparece con claridad el yo de la autora (y por tanto, el tono deliberadamente subjetivo). Este tono es conseguido a través del uso de la primera persona del singular y del plural (“me pregunto por qué…”, “todos estaríamos…”, “quiero decir que…”). El uso del plural, por supuesto, sirve para implicar al lector y universalizar el mensaje; y la primera persona vemos que funciona (me pregunto por qué… o quiero decir que…) como expresión del yo pero también como giros que ordenan y clarifican el desarrollo de los argumentos, es decir, la cohesión y coherencia textual. También vemos la subjetividad en el uso de perífrasis y giros modales con valor de posibilidad o duda (“parece ser…”, “no parece haber habido…”, “Puede que…”, “tal vez esté…”), que sirven para que las afirmaciones de la autora vayan envueltas en un aire de suposición, de cierta vacilación, puesto se mueve en el ámbito de las opiniones y los puntos de vista personales y no el de los datos objetivamente empíricos y demostrables. Otro recurso de la subjetividad es la adjetivación, que sirve para hacer valoraciones y expresar emociones implícitas (semejante magnitud; infierno absoluto; atroz; etc). Junta a ella, vemos que todo el campo semántico de la argumentación abunda en palabras que enfatizan connotativamente los significados de sufrimiento y dolor: tragedia, infierno, nada más atroz, desgracia, atrocidades, drama, horror, muertes, historias espantosas, etc. Por último, también el uso de un registro culto, literario, se combina con expresiones coloquiales que sugieren, implícitamente, que la forma de hablar (y de pensar) de la autora conecta con el sentir y el hablar del ciudadano de la calle: “pelota histérica” (metáfora, además) y “flojo de noticias” son buenos ejemplos. - Además, vemos que la argumentación de la 1ª parte está organizada por una tesis inicial (“las cosas sólo existen si salen en las noticias”) y por una argumentación deductiva que la desarrolla. Esta argumentación funciona sobre un ejemplo concreto (“Por ejemplo”, dice literalmente RM), el caso de MdelC, y dentro de él, sobre una doble fórmula de preguntarespuesta: 1ª, “me pregunto por qué…” y en el punto seguido siguiente comienza la respuesta; y 2ª, un poco más adelante, cuando RM dice “¿Qué ha pasado en esta ocasión”, para comenzar la respuesta en la frase siguiente. Con estas fórmulas la autora consigue dos cosas: ordenar la argumentación y, sutilmente, hacer partícipe al lector de su proceso de reflexión, invitarlo, tácitamente, a seguirla. Dentro de las respuestas a estas dos preguntas es donde podemos hallar razonamientos de experiencia (“todos estaríamos igual de convencidos…”) y de comparación (“no parece haber habido el horror añadido que hubo en otras muertes”). Terminada la argumentación, con finalidad conclusiva, RM repite la idea inicial pero lo hace con diferentes palabras -utiliza una frase nominal para enfatizar el hecho que enuncia: “los medios construyendo la realidad”, que enlaza directamente con la idea anterior de que las cosas solo existen si aparecen en los medios. - En cuanto al contenido y validez de los argumentos, RM no critica en esta 1ª parte a los MMdeCC, no los culpa de nada. Tan solo intenta objetivar que cumplen un papel de enorme responsabilidad social ya que son ellos los encargados de “evaluar”, “discernir”, “ponderar” la trascendencia de los hechos que van a poner a disposición de la sociedad. Lo que ocurre es que estamos en un mundo donde, parece darnos a entender la autora, la misma sociedad cede esa función, en exclusiva, a los medios, lo cual tiene una consecuencia que a veces puede ser perversa, y que consiste en que, con o sin intención, se pueden distorsionar los hechos, la verdad de lo ocurrido, y, entonces, lo que ellos dicen se alza como “la” única realidad de
referencia para los ciudadanos. Por eso dice RM que los medios construyen, crean, generan realidad. - La segunda parte del texto amplia la idea anterior con una nueva tesis o idea. Lo hace mediante el conector “Más aún”, que anuncia toda la argumentación que empieza aquí. Los rasgos de subjetivización del estilo de RM son muy similares a los del párrafo anterior, con especial énfasis en el uso del registro coloquial (chatear, pastón, escaqueamos…) y del plural generalizador de 1ª p (nuestra vida, somos capaces, nuestro vecino, no sepamos, etc). Ambos recursos retóricos son usados por RM para crear una complicidad moral y de experiencias con el lector, complicidad fundamental para que esta segunda argumentación tenga la fuerza de convicción adecuada. - La argumentación del 2º párrafo empieza de nuevo en la presentación de la tesis o idea: los medios suplantan la vida. Y a partir de ahí RM desarrolla otro razonamiento basado en un ejemplo, el caso Jade, dentro del cual establece un claro contraste entre el interés que muchos demostramos (experiencias comunes) por aquello que nos es lejano y ajeno mientras que “cada vez huimos más de nuestras responsabilidades personales”. Este contraste genera una conclusión que RM plantea en forma de símil irónico, casi sarcástico: vivir la muerte de la chica Jade como algo nuestro (cuando no nos importa aquella gente que nos rodea) es vivir una vida suplantada, una vida no-nuestra tal y como ha sido fabricada por la TV. Es como confundir la responsabilidad de cuidar a un tamagotchi con la de cuidar a un animal de verdad. Como vemos, la argumentación se cierra con la repetición (eso sí, con otras palabras, con más elaboración retórica) de la tesis inicial: la realidad virtual de los medios (el simulacro del espectáculo televisivo) suplanta la vida real como el tamagotchi virtual suplanta al animal de verdad. La frase final es un cierre que sirve para expresar la extrañeza, casi diríamos, la desalentada extrañeza, pesimista extrañeza de la autora ante una sociedad actual donde ambos fenómenos mediáticos, planteados en los párrafos del artículo, imperan sin restricción alguna. Casi el adjetivo “raro” suena a desolador, enfermo, deshumanizado. - En cuanto al contenido y validez de los argumentos, RM sí critica en esta 2ª parte a los MMdeCC. Y critica, sobre todo, la ausencia de valores éticos, morales, de raíz humanista, en los programadores de ciertos espectáculos de TV. Solo manda en ellos el dinero, es cierto, y la consecuencia es que la realidad del espectador es sustituida por un simulacro, un simulacro donde la dignidad personal y la compasión por el dolor ajeno son sustituidos, parece decirnos la autora, por el morbo, una sensación a la vez de repulsión y atracción que nos hace permanecer pegados al televisor para ver a alguien que nada tiene que ver con nosotros, aunque no nos importe absolutamente nada la persona que sufre a nuestro lado. ASPECTOS DE COMENTARIO SUBJETIVO: LO QUE YO DIGO SOBRE EL CONTENIDO DEL TEXTO (dos ideas) - Los MMdeCC es un concepto muy amplio. RM debería esforzarse por no meterlos a todos en el mismo saco. Un informativo no es lo mismo que un programa de famoseo, un reportaje bien documentado e imparcial (trate de lo que trate) no es lo mismo que un reality show. El caso Jade es posible, en principio, dentro del contexto de un reality, pero es difícilmente imaginable en el contexto de un telediario, por más sensacionalista que sea. Y son diferentes, sobre todo, por el tipo de público y por lo que ese público busca en cada clase de programa. Estamos de acuerdo en que hay una deshumanización en los MMdeCC y mucha trivialización y tendencia hacia el amarillismo, pero no podemos estar de acuerdo completamente con RM cuando dice que Gran Hermano puede, potencialmente, llegar a sustituir nuestra vida real por otra alternativa… ¿Alguien de los que han leído este artículo ha sentido eso? Yo creo que en este punto RM se desliza hacia la exageración.
- La fuerza imparable del mercado (que se rige por los anuncios y los índices de audiencia) frente a unos MMdeCC de raíz ilustrada que sean ejemplares y formativos (que no quiere decir aburridos) donde se fomente la dignidad y la responsabilidad, los valores humanos, la crítica y el debate, la divulgación cultural, etc. Este es el debate profundo donde ahora está el negocio de los MMdeCC. Necesidad, acaso, de códigos deontológicos de autorregulación para los MMdeCC, y necesidad de abrir debates sociales sobre estos programas, así como de formar a los nenes y adolescentes en estos problemas. Consejos importantes: - No es fácil, pero intenta no ponerte a escribir por escribir: entiende siempre antes, haz un verdadero esfuerzo por entender bien lo que has leído. Gran parte de los comentarios críticos mal hechos parten de una deficiente o nula comprensión del texto y del sentido de las palabras del autor/a. - Evita el usar el tú generalizador en la redacción de selectividad (es propio del registro coloquial-oral). Eso de “Porque si crees en lo que dicen los reality, entonces es que tienes que creer en todo” sería un error gordo en comparación con las formas correctas “Porque si creemos….” o “Porque si se cree en... es que hay que creer en todo”. - Lo informativo en los textos periodísticos de opinión es secundario. La función referencial carece de especial interés, si no es en los momentos expositivos. El punto de partida y llegada de los textos de opinión es siempre ofrecer un punto de vista propio y defenderlo con razones que convenzan al lector. De modo que las funciones dominantes son la expresiva y la apelativa. - La fórmula de pregunta-respuesta es muy utilizada en los textos argumentativos-expositivos. La pregunta puede aparecer de muchas formas, en estilo directo o indirecto, en forma de pregunta hacia sí del autor o hacia los lectores, pero nunca será una pregunta retórica, porque esa ni tiene ni espera contestación. - Si el contenido del texto no es de dimensión política, no hay que poner eso de que tal o cual periódico es pro o anti gobierno. Precisamente ocurre en este texto de RM. No viene a cuento. - El comentario crítico tiene dos grandes partes: una objetiva, en que comentamos aspectos que ofrece el texto (el autor, sus ideas y argumentos, su estilo), y otra subjetiva en que nosotros opinamos, entramos en el contenido y lo juzgamos y valoramos. Aquí hay tres grandes actitudes: a favor, en contra o matizaciones. Pero, pero, no vale con decir dos frases y fuera. No vale eso de “Estoy completamente de acuerdo con el autor porque”… y repetir más o menos lo que ha dicho el autor. Eso no vale para nada, más aún, nos bajan notan en selectividad. Eso es una falta de madurez muy grande. Yo me expreso a favor, en contra o con matices pero -para lo que sea- aporto razonamientos míos, nuevos, bien construidos, completos, en uno o dos párrafos, evitando tópicos, superficialidades, estupideces o naderías (que es decir la nada). Si no tengo nada que decir, pues casi es mejor no poner nada. - El estilo personal es importantísimo. De hecho, un mal comentario con un estilo bueno parece mejor comentario y generalmente aprueba. Efectivamente, tres tonterías bien escritas y el aprobadillo lo sacáis. En este sentido, cuidado con la repetición de palabras, es muy común entre vosotros. Lo mismo, cuidado con las frases muy largas, os hacéis unos líos tremendos y casi siempre dejáis elementos o concordancias sin acabar. Llevad cuidado con el uso del gerundio, si podéis evitarlo, mejor. También con la elección del vocabulario, y por último cuidado con la ortografía: un examen puede caer en el suspenso por faltas… - Expresiones y palabras que hay que evitar porque no dicen nada y suenan a superficialidad suma: - los adjetivos interesante, importante, positivo/negativo, deprimente, patético, etc - la expresión valorativa-ponderativa “es increíble que…” - el sustantivo cosa/s
Carta abierta a uno de la camada
1Peligroso adolescente: Reconozco que es mucho más emocionante acorralar a un miembro de una banda rival, que estudiar el cultivo de las fanerógramas. Y que las actividades colectivas, pandilleras, diluyen la responsabilidad y encuentras en ellas el calor que a lo mejor no hallas ni en la escuela, ni en la familia. Pero esto es un 5sueño pasajero, porque no conoces a ningún tipo que a los cuarenta años actúe en pandilla. Y un sueño que puede terminar en un correccional, primero, en la cárcel, después. La vida no está organizada para la pandilla, sino para el individuo. Te unes a una mujer tú solo, no la pandilla; te examinas tú solo, y solo acudes a la entrevista de trabajo, y solo tienes que hacer frente a la muerte, porque cuando muere alguien se muere él solo, sea de tu banda o de la banda rival. Y no resucita. En los videojuegos, los 10muertos resucitan a la partida siguiente, pero la vida real la muerte es irreversible. Lo siento, chico, pero esa actividad tan emocionante no tiene porvenir. Ni siquiera es valiente, porque la manada te protege, y la manada es lo que más le gusta al cobarde, puesto que es allí donde se diluye su cobardía y donde puede hacerse la ilusión de ser fuerte. Solo los valientes asumen su individualidad y su responsabilidad, y luchan con su inteligencia y su esfuerzo en luchas más dignas y con mejores 15recompensas, aunque tengan una apariencia menos sensacional. Y, lo malo, encima, es que te manipulan. Los jefes de la manada, que te abandonarán a la suerte de los jueces y las penas que caigan, y los delincuentes infiltrados que te consideran un estúpido y apasionado compañero de viaje. Desde luego, no es emocionante el estudio, ni el trabajo. Pero tampoco es emocionante pasar los días en un centro de reclusión, con la obsesión de aguardar el día de salida. Y, total, nadie va a hacer de ti un 20héroe, porque no eres carne de ídolo, sino de delincuente, a no ser que te separes de la camada. Luis del Val (Programa Hoy por hoy. Cadena Ser. Sección “Carta abierta”)
Sugerencias para comentario de texto* 1. Señale organización de las ideas del texto La estructura externa del texto (propia de una carta, con el saludo en el encabezamiento y dos párrafos en el cuerpo) y la estructura interna, no coinciden. Esquema:
3. Planteamiento: Saludo y coincidencias de criterio con (concesión al criterio de) un pandillero ((línea 1-4): 3.1. Actividad más emocionante que estudio
3.2. Actividad donde se diluye responsabilidad personal
3.3. Actividad con más calor humano que escuela y familia
4. Desarrollo: contraargumentación (refutación) del planteamiento inicial: condena (crítica, censura) del pandillismo (línea 4 Pero esto… - 17 …de viaje).
4.1. Idea (tesis) 1ª: El pandillismo: actividad pasajera y peligrosa (línea 4 – 11 …porvenir) 4.1.1. Pasajera porque solo está asociada a la adolescencia 4.1.2. Peligrosa porque puede terminar en delincuencia y cárcel.
4.2. Idea (tesis) 2ª: El pandillismo: actividad cobarde (línea 11 …porvenir - 17 …de viaje). 4.2.1. La pandilla encubre al cobarde 4.2.2. Los jefes y delincuentes manipulan al pandillero []
5. Conclusión: repetición de las coincidencias iniciales de criterio y advertencia al pandillero (línea 17 …Desde luego – final) Así pues, el esquema presenta una estructura analizante (deductiva) que coincide con toda la contraargumentación, la cual ofrece dos grandes ideas en paralelo, justificadas con una amplia variedad de argumentos, rematadas por la conclusión final que vuelve circularmente al mismo esquema del planteamiento.
…………………………………………………………………….. [] El apartado 2.2.2. puede perfectamente considerarse 2.3., es decir, la tercera tesis de la contraargumentación. Nosotros (plural mayestático) la hemos considerado 2.2.2. porque en el texto se dice, literalmente, Los jefes de la manada, que te abandonarán a la suerte de los jueces y las penas que caigan, lo cual describe una reacción absolutamente cobarde de parte de tales jefes. ……………………………………………………………………… Consejos importantes: - evita enrollarte sin hacer esquema de ninguna clase. Si haces una introducción redactada al principio, sé breve, pero inexcusablemente debes hacer un esquema. - el esquema, en su redacción, establecerá necesariamente las relaciones entre las partes del texto (lo principal y lo secundario; las ideas y los argumentos que sirven para justificarlas) - siempre frases breves (telegráficas); siempre indicando apartado o subapartado. - evitar las ideas terciarias (si es posible) - el esquema debe ser claro y ordenado, debe entrar por los ojos. - alude si quieres a la diferencia o similitud de estructura externa e interna, pero justifícalo. - la estructura externa son los párrafos de la prosa; las estrofas en los poemas; los capítulos en las novelas; los actos, escenas y las intervenciones de los personajes en el teatro; etc. La estructura interna es siempre el desarrollo de unas determinadas ideas, de un argumento, etc * En azul celeste, expresiones y términos sinónimos.
2. Indique el tema y escriba un resumen del texto Tema (dos alternativas diferentes):
- Desmitificación de las bandas juveniles para prevenir a los adolescentes - Advertencia a los jóvenes sobre el peligro de las bandas callejeras. Resumen: El autor se dirige a un joven pandillero para ponerle sobre aviso de los enormes riesgos que entraña pertenecer a una banda. Coincide con él en que puede tratarse de un estilo de vida lleno de emociones, pero enseguida le explica que, en verdad, es una actividad que se agota en la misma adolescencia, que solo es propia de tipos cobardes y en la que será manipulado. Por último le aconseja que, para evitar la delincuencia y la cárcel, se aleje de ella. Consejos importantes: - Hay que resumir (abreviar) lo que pone el texto y solo lo que pone el texto. - Lo que pone el texto es el mensaje explícito y el implícito, que forman juntos el “sentido” del texto. - Hay que resumir como si quien va a leer el resumen no hubiera leído el texto, no lo conociera. - Evitar resumir una parte del texto y dejar otras sin resumir; evitar dar opiniones, hacer comentarios personales, convertir el resumen en una explicación de ideas o del tema del texto; poner datos o cifras o hechos sin importancia. - Resume con un ojo puesto en el esquema de ideas. Si está bien hecho, te dará el orden que puedes seguir y las ideas fundamentales que no pueden faltar. - No empezar nunca el resumen con expresiones introductorias. Evitar cosas como “El resumen trata de…; “El autor refleja que…”; “El texto expresa/dice que…”; etc. Hay que entrar directamente en materia, ir al grano nada más empezar.
3. Comentario crítico sobre el contenido del texto (Propuesta de ideas desarrollables. Son solo sugerencias: a) no son incompatibles con otras cosas que el alumno redacte, b) el alumno no tiene que verse obligado a decir todo lo que aquí se dice) ASPECTOS DEL COMENTARIO OBJETIVO: LO QUE EL AUTOR DICE Y CÓMO LO DICE 1. Lo primero que llama la atención del texto es la estructura externa de “carta abierta”. Una carta abierta es un subgénero especial de texto periodístico de opinión que suele tomar la forma de una carta (de ahí el saludo inicial) enviada por alguien (el periodista y escritor Luis del Val) a un destinatario individual (uno de la camada o el peligroso adolescente) pero que al mismo tiempo se comparte con el público a través de los medios de comunicación (por ejemplo, prensa, o radio, como en esta ocasión: la Cadena Ser). El que sea una carta y no un artículo o una columna significa, básicamente, que el autor busca un tipo especial de relación o entendimiento no tanto con el destinatario (el peligroso adolescente) como con el lector u oyente. Esa relación especial se basa en la sinceridad y la verdad, como suelen ser las misivas de carácter personal, como si el periodista estuviera diciendo: lector, te voy a ser sincero y te voy a explicar aquello que considero más grave e importante del asunto de las bandas juveniles. A Luis del Val, por lo tanto, no le interesa hacer una reflexión sobre las grandes causas sociales o económicas de este fenómeno sino más bien centrarse en el impacto perverso de las bandas en la vida individual de sus . Igualmente, vemos que Luis del Val no se dirige a un pandillero con nombre y apellidos sino a cualquier pandillero, pero lo hace estableciendo con él una relación de cercanía, propia de una carta personal, que se ve en el uso de giros conversacionales propios del registro coloquial e informal (Lo siento, chico…; Y, lo malo, encima, es que…; Y, total,…) y en el uso mantenido de la 2ª persona (no conoces…, etc), representando al interlocutor imaginario del autor. 2. La actualidad del texto viene dada por los brotes de violencia provocados episódicamente por bandas urbanas callejeras en ciertos barrios de ciudades españolas. La violencia y la
capacidad destructiva de estos grupos, frecuentemente con víctimas mortales de por medio, ha hecho que los medios de comunicación los conviertan en portadas ocasionales de los informativos. Luis del Val, en este artículo, no parece centrarse en ningún grupo en concreto, con lo que podemos pensar que detrás de los términos de camada, pandilla o manada pueden estar muchos grupos juveniles que comparten los rasgos de comportamiento descritos por el articulista: los “ultras” de ciertos equipos de fútbol, las bandas juveniles de origen latinoamericano, los grupos llamados anti-sistema, tanto de tendencia izquierdista como derechista, e incluso, por qué no, los grupos independentistas que en el País Vasco protagonizan la kale borroka. 3. La posición del autor (completamente subjetiva aunque en muchas ocasiones se refiera a hechos o experiencias socialmente itidas) es de condena absoluta del estilo de vida de los adolescentes que pertenecen a estas bandas. Por eso vemos que en vez de decir banda o grupo, opta por llamarlas camada o manada, que son términos que se refieren a grupos de animales salvajes, con lo que da a entender que pertenecer a ellos es un modo de animalización del individuo. Esta condena se extiende no solo a los comportamientos de esta gente sino también a su forma de pensar, es decir, a la idealización o mitificación de esta forma vivir. Quizá este enfoque sea el más original argumentalmente, porque, en principio, como hemos expuesto en la organización de las ideas, el autor da la razón (reconozco que…) a los pandilleros cuando encuentran mucho más intensa y excitante la vida peligrosa de las bandas (es mucho más emocionante acorralar a un miembro de una banda rival) que las aburridas y disciplinadas exigencias de la familia y el colegio. Aquí L. del Val parece decirnos que comprende que la adolescencia es una época donde la necesidad de afirmación personal va asociada a la idealización de la libertad y la rebeldía (entendida como no-responsabilidad, actividades pandilleras que diluyen la responsabilidad) y a la pertenencia a un grupo que ofrece una verdadera calidez humana (encuentras en ellas el calor que a lo mejor no hallas ni en la escuela, ni en la familia). Pero enseguida, después de haber hecho estas concesiones parciales al adolescente pandillero, va a refutar con fuerza (desde el nexo adversativo Pero) los puntos esenciales del sueño (mito o ilusión) de esa clase de vida, o sea, va a enfrentar al joven con su más cruda realidad. 4. Si la fórmula de contraargumentación es formalmente lo más original del texto, desde el punto de vista del contenido, lo que ofrece más fuerza de convicción son los argumentos concretos con que Luis del Val desmonta el mito de la vida pandillera. Primero dice L. del Val que se trata de una actividad pasajera y peligrosa. Pasajera porque, como expresa en una frase lapidaria, no conoces a ningún tipo que a los cuarenta años actúe en pandilla, razonamiento de experiencia corroborado por la vida social se organiza para la individualidad y no para la pandilla, razonamiento corroborado por una frase lapidaria, , que es un contundente argumento de experiencia, lo mismo que el siguiente: la pareja, los exámenes y el trabajo, y la muerte son experiencias individuales. Y peligrosa porque no solo puede terminar en presidio sino en la muerte, una muerte de la que los pandilleros –según se deduce de la durísima crítica de nuestro articulista- tendrían una visión trivializada por los videojuegos, algo así como accidente banal en el que los muertos resucitan a la partida siguiente. Después se añade que los pandilleros son cobardes. El argumento entraña, si lo pensamos bien, casi un insulto porque estos tipos pregonan arrogantemente a los cuatro vientos que ellos son, antes que nada, temerarios y valientes. De hecho, el razonamiento del periodista enfatiza el contraste brutal que existe entre la valentía falsa pero sensacional (la llama ilusión) del que se esconde en el anonimato y la impunidad de la banda, y la valentía verdadera pero anodina del que se enfrenta con responsabilidad a luchas más dignas y con mejores recompensas. Por último, en el último argumento, Luis del Val apunta hacia la cúspide de estas organizaciones fuertemente jerarquizadas donde esa cobardía se extiende a los jefazos así como a los
criminales profesionales infiltrados en ellas. Unos y otros utilizan (manipulan) vilmente a los adolescentes para conseguir sus fines, y por supuesto no dudan en darles de lado cuando estos caen en las redes de la justicia. En la conclusión, el articulista cierra el texto repitiendo, en apenas cuatro líneas, el esquema contraargumentativo del principio del texto, lo que genera una impresión de estructura circular. Así, después de volver a aceptar que estudiar o trabajar no son cosas emocionantes, refuta esta afirmación con dos argumentos demoledores relacionados con las consecuencias de pertenecer a una banda: el primero que remite a que tampoco es emocionante pasar los días en un centro de reclusión; y el segundo, nuevo y muy persuasivo, en que el periodista juega con la expresión “ser carne de cañón” (o sea, ser gente explotada sin miramientos), para afirmar que el pandillero no será nunca carne de ídolo ni héroe sino más bien “carne de delincuente”. Sin embargo, en la última frase (condicional negativa, a no ser que), Luis del Val abre una puerta a la esperanza para el pandillero cuando le dice que siempre puede optar por separarse de la banda y, suponemos, rehacer su vida. ASPECTOS DE COMENTARIO SUBJETIVO: LO QUE YO DIGO SOBRE EL CONTENIDO DEL TEXTO (tres ideas: la idea 1 parte del acuerdo con el autor; y las 2.1ª y 2.2ª son leves matices a lo que el periodista dice en la carta abierta) 1. Creo que es un indudable acierto de Luis del Val plantear la cuestión de las pandillas urbanas desde el punto de vista de los mitos o ideales que los jóvenes proyectan en ellas. ¿Qué tipo de identidad o fortaleza hallan en estas bandas que no encuentran en las pandillas corrientes de amigos de edad? ¿Qué tipo de ideas, sentimientos y actividades les suministran estas bandas para que muchos jóvenes se sientan atraídos por ellas? Las explicaciones que, explícita e implícitamente, nos da Luis del Val me parecen muy atinadas: los pandilleros, en su mayoría adolescentes en fase de afirmación de la personalidad, buscan en la banda, en la identidad de grupo, una realización concreta de los ideales de rebeldía, libertad y acción que, en principio, son comunes a su edad. Es absolutamente normal que un adolescente se haga adulto oponiéndose y enfrentándose a las formas de vida, opiniones y actitudes de la familia y de la sociedad. Donde está el detalle significativo que introduce Luis del Val es, a mi parecer, en la forma en que este proceso se produce en la mente de estos jóvenes. Luis del Val sugiere – a mi entender- que los pandilleros idealizan o mitifican el mal, el lado salvaje de la vida, la furia violenta, como si estas actitudes fueran el modo natural de expresión de la rebeldía, de las ansias de libertad o la necesidad de acción. Se podría hablar, creo, de una exaltación de la irracionalidad, como si uno no pudiera afirmarse como persona o no pudiera ser rebelde y luchar por la libertad con actitudes reflexivas, con puntos de vista ponderados, con la fuerza de la inteligencia, el estudio y el esfuerzo. Yo veo aquí una especie de degeneración del romanticismo del siglo XIX, cuyo propósito era la exaltación de la libertad y la acción pero para construir un mundo mejor, más justo y más feliz, cosa que ni se les pasa por la cabeza a estos tipos. Hay un fondo irracional en el individuo que sería la verdad última de la persona, algo todavía silvestre y no domesticado por la sociedad, la familia y las instituciones del estado. Creo que dos ejemplos dispares pueden ser elocuentes: para los hinchas fanatizados de un equipo de fútbol ese fondo irracional sería el escudo del club entendido como una pequeña patria con un ejército y un territorio que defender frente a otras patrias y ejércitos de otros clubes. Para terminar, en los protagonistas de la kale borroka, el fondo irracional sería el sentimiento tribal y ancestral de la pequeña comunidad natural (el País Vasco, pongamos por caso) violada, ocupada y explotada por la nación opresora (España). 2. En cuanto a posibles matices a las lúcidas palabras del Luis del Val, nos atrevemos a indicar dos. Primero. Cuando Luis del Val hace la afirmación de que La vida no está organizada para la
pandilla, sino para el individuo, podemos estar solo en parte de acuerdo. Una escuela, una fábrica, un ayuntamiento, un hospital, una carretera, o sea, los lugares o ámbitos donde se establecen la relaciones humanas son, por definición, espacios públicos, espacios organizados para la relación social donde es tan importante el mundo subjetivo de la persona como los acuerdos de convivencia con los demás. El matiz estaría, creo, en que la vida es, por sí misma, social, pero que lo social no es lo pandillesco infantil o adolescente. Segundo. Cuando el articulista critica contundentemente la violencia de las bandas y pandillas, podría haber hecho, al menos, algún tipo de salvedad acerca del uso legítimo de la fuerza: ¿son violentos y delincuentes y peligrosos ciudadanos los jóvenes tunecinos, libios, egipcios que en grupos de estudiantes, trabajadores o parados han salido a la calle (y han tomado las armas) para derribar a los gobiernos dictatoriales de sus países? Quizá, algunas palabras estableciendo esta precisión no hubiera estado de más en este texto, por otra parte, tan breve como certero en su análisis del mundo violento de las bandas juveniles. Consejos importantes: - No es fácil, pero intenta no ponerte a escribir por escribir: antes haz un verdadero esfuerzo por entender bien lo que has leído. Gran parte de los comentarios críticos mal hechos parten de una deficiente o nula comprensión del texto y del sentido de las palabras del autor/a. - Evita el usar el tú generalizador en la redacción de selectividad (es propio del registro coloquial-oral). Eso de “Porque si crees en lo que dicen los reality, entonces es que tienes que creer en todo” sería un error gordo en comparación con las formas correctas “Porque si creemos….” o “Porque si se cree en... es que hay que creer en todo”. - Lo informativo en los textos periodísticos de opinión es secundario. La función referencial carece de especial interés, si no es en los momentos expositivos. El punto de partida y llegada de los textos de opinión es siempre ofrecer un punto de vista propio y defenderlo con razones que convenzan al lector. De modo que las funciones dominantes son la expresiva y la apelativa. - La fórmula de pregunta-respuesta es muy utilizada en los textos argumentativos-expositivos. La pregunta puede aparecer de muchas formas, en estilo directo o indirecto, en forma de pregunta hacia sí del autor o hacia los lectores, pero nunca será una pregunta retórica, porque esa ni tiene ni espera contestación. - Si el contenido del texto no es de dimensión política, no hay que poner eso de que tal o cual periódico es pro o anti gobierno. Precisamente ocurre en este texto de RM. No viene a cuento. - El comentario crítico tiene dos grandes partes: una objetiva, en que comentamos aspectos que ofrece el texto (el autor, sus ideas y argumentos, su estilo), y otra subjetiva en que nosotros opinamos, entramos en el contenido y lo juzgamos y valoramos. Aquí hay tres grandes actitudes: a favor, en contra o matizaciones. Pero, pero, no vale con decir dos frases y fuera. No vale eso de “Estoy completamente de acuerdo con el autor porque”… y repetir más o menos lo que ha dicho el autor. Eso no vale para nada, más aún, nos bajan notan en selectividad. Eso es una falta de madurez muy grande. Yo me expreso a favor, en contra o con matices pero -para lo que sea- aporto razonamientos míos, nuevos, bien construidos, completos, en uno o dos párrafos, evitando tópicos, superficialidades, estupideces o naderías (que es decir la nada). Si no tengo nada que decir, pues casi es mejor no poner nada. - El estilo personal es importantísimo. De hecho, un mal comentario con un estilo bueno parece mejor comentario y generalmente aprueba. Efectivamente, tres tonterías bien escritas y el aprobadillo lo sacáis. En este sentido, cuidado con la repetición de palabras, es muy común entre vosotros. Lo mismo, cuidado con las frases muy largas, os hacéis unos líos tremendos y casi siempre dejáis elementos o concordancias sin cerrar. Llevad cuidado con el uso del gerundio, si podéis evitarlo, mejor. También con la elección del vocabulario, y por último cuidado con la ortografía: un examen puede caer en el suspenso por faltas… - Expresiones y palabras que hay que evitar porque no dicen nada y suenan a superficialidad suma: - los adjetivos interesante, importante, positivo/negativo, deprimente, patético, etc - la expresión valorativa-ponderativa “es increíble que…” - el sustantivo cosa/s
Los medios Ya se sabe que las cosas sólo existen si salen en las noticias, pero este axioma mediático parece ser cada día más verdadero. Por ejemplo, me pregunto por qué el caso de Marta del Castillo se ha convertido en un acontecimiento de semejante magnitud. Desde luego es una tragedia y, para los padres, un infierno absoluto. En su lugar, todos estaríamos igual de convencidos de que no ha sucedido nada más atroz. Pero, por desgracia, la vida abunda en atrocidades. A juzgar por los indicios, en el drama de Marta no parece haber habido el horror añadido que hubo en otras muertes, como, por ejemplo, la de Sandra Palo. Quiero decir que hay demasiadas historias espantosas, adolescentes violadas y asesinadas, mujeres apaleadas y quemadas, niños torturados hasta dejarlos inválidos, y ninguna de estas brutalidades se convierte en un asunto de prioridad nacional ni los familiares de las víctimas son recibidos por Zapatero como ocurre con Marta. ¿Qué ha pasado en esta ocasión? Puede que una pura casualidad informativa: alguien de la prensa local que se fija en el tema, alguien de la nacional que lo recoge porque tal vez esté flojo de noticias... Así se va formando una pelota histérica. Los medios construyendo la realidad. Más aún: los medios suplantando nuestra vida. La británica Jade, disparatada concursante de Gran Hermano y enferma de cáncer terminal, piensa morir ante las cámaras previo pago de un pastón. En esta sociedad somos capaces de chatear en directo con Australia, pero puede que no sepamos que nuestro vecino está moribundo. Cada vez huimos más de nuestras responsabilidades personales: nos escaqueamos del cuidado de nuestros enfermos y de sus agonías. Pero el final de Jade será contemplado por millones. Es como convertir la experiencia de la muerte en un descafeinado y manejable tamagotchi. Qué mundo tan raro. ROSA MONTERO 24/02/2009 (El País) Sugerencias para comentario de texto
1. Señale organización de las ideas del texto La estructura externa e interna coinciden: dos párrafos y dos partes. Esquema:
1. Idea (o tesis) 1ª: solo es real y verdadero lo que aparece en los MMdeCC (párrafo 1º) 1.1. Enunciación de esta tesis (línea 1 y 2)
1.2. Argumentos de ejemplificación y contraste: razones de la repercusión pública del caso Marta del Castillo (resto del párrafo) 1.3. Segunda enunciación de la tesis (frase conclusiva, final del párrafo)
2. Idea (o tesis) 2ª (ampliación de la idea 1ª): la realidad es sustituida por los MMdeCC (párrafo 2º) 2.1. Enunciación de esta tesis (línea 1)
2.2. Argumentos de ejemplificación y contraste: significado de la “agonía en directo” de Jade (resto del párrafo)
2.3. Segunda enunciación de la tesis, mediante una comparación (dos últimas líneas del párrafo, desde “Es como…tamagotchi”) 2.4. Cierre argumental: última frase.
Así pues, el esquema presenta dos grandes ideas en paralelo, la segunda desarrollando/ampliando la primera. Al mismo tiempo, cada una de las ideas muestra una organización encuadrada, o sea, a) idea, b) argumento deductivo c) repetición de la idea (con variaciones). Consejos importantes: - evita enrollarte sin hacer esquema de ninguna clase. Si haces una introducción redactada al principio, sé breve, pero inexcusablemente debes hacer un esquema. - el esquema, en su redacción, establecerá necesariamente las relaciones entre las partes del texto (lo principal y lo secundario; las ideas y los argumentos que sirven para justificarlas) - siempre frases breves (telegráficas); siempre indicando apartado o subapartado. - evitar las ideas terciarias (si es posible) - el esquema debe ser claro y ordenado, debe entrar por los ojos. - alude si quieres a la diferencia o similitud de estructura externa e interna, pero justifícalo. - la estructura externa son los párrafos de la prosa; las estrofas en los poemas; los capítulos en las novelas; los actos, escenas y las intervenciones de los personajes en el teatro; etc. La estructura interna es siempre el desarrollo de unas determinadas ideas, de un argumento, etc
2. Indique el tema y escriba un resumen del texto Tema (alternativas diferentes): - Extrañeza ante la distorsión y la suplantación/sustitución de la vida provocadas por los MMdeCC - Desmitificación del papel de los MMdeCC como transmisores de la verdad - Desfiguración de la realidad y sustitución de nuestra vida por el espectáculo creado en los medios. - Distorsión y evasión de la realidad provocadas por los MMdeCC - Alteración de la percepción social de la realidad provocada por los MMdeCC - Repercusiones perversas de los MMdeCC sobre la sociedad actual. Resumen: Como demuestra la atención concedida a recientes casos de violencia sexista, los ciudadanos solo consideramos importantes aquellos acontecimientos de los que se hacen eco los medios de comunicación. Además, estos están suplantando nuestra vida, como demuestra la enorme atención que prestamos a las tragedias ajenas siempre que aparezcan en televisión y lo poco responsables/sensibles que somos ante el sufrimiento de nuestros seres cercanos. Consejos importantes: - Hay que resumir (abreviar) lo literal, lo que pone el texto y solo lo que pone el texto. - Hay que resumir como si quien va a leer el resumen no hubiera leído el texto, no lo conociera. - Evitar resumir una parte del texto y dejar otras sin resumir; evitar dar opiniones, hacer comentarios personales, convertir el resumen en una explicación de ideas o del tema del texto; poner datos o cifras o hechos sin importancia. - Resume con un ojo puesto en el esquema de ideas. Si está bien hecho, te dará el orden que puedes seguir y las ideas fundamentales que no pueden faltar. - No empezar nunca el resumen con expresiones introductorias. Evitar cosas como “El resumen trata de…; “El autor refleja que…”; “El texto expresa/dice que…”; etc. Hay que entrar directamente en materia, ir al grano nada más empezar.
3. Comentario crítico sobre el contenido del texto (Propuesta de ideas desarrollables que no suelen aparecer en los comentarios del alumnado. Evidentemente no hay que decirlo, ni mucho menos, todo.) ASPECTOS DEL COMENTARIO OBJETIVO: LO QUE EL AUTOR DICE Y CÓMO LO DICE
- A lo largo de todo el texto, domina la subjetividad en el estilo de RM. La 1ª parte está planteada a partir de una idea (tesis) que la autora enuncia de modo impersonal (“ya se sabe que…”), como si no fuera opinión suya sino un hecho perfectamente demostrado y universalmente aceptado. Esto se consigue con el verbo en forma de pasiva refleja y después con el sustantivo “axioma” referido a esa idea, axioma como algo que entraña una verdad irrefutable. Es decir, RM quiere darle fuerza a su idea, y para ello nada mejor que desprenderla de sí misma, hacerla pasar por un saber comúnmente aceptado en el mundo actual. Desde este punto del texto, sin embargo, comienza la argumentación de la idea inicial, y con ella aparece con claridad el yo de la autora (y por tanto, el tono deliberadamente subjetivo). Este tono es conseguido a través del uso de la primera persona del singular y del plural (“me pregunto por qué…”, “todos estaríamos…”, “quiero decir que…”). El uso del plural, por supuesto, sirve para implicar al lector y universalizar el mensaje; y la primera persona vemos que funciona (me pregunto por qué… o quiero decir que…) como expresión del yo pero también como giros que ordenan y clarifican el desarrollo de los argumentos, es decir, la cohesión y coherencia textual. También vemos la subjetividad en el uso de perífrasis y giros modales con valor de posibilidad o duda (“parece ser…”, “no parece haber habido…”, “Puede que…”, “tal vez esté…”), que sirven para que las afirmaciones de la autora vayan envueltas en un aire de suposición, de cierta vacilación, puesto se mueve en el ámbito de las opiniones y los puntos de vista personales y no el de los datos objetivamente empíricos y demostrables. Otro recurso de la subjetividad es la adjetivación, que sirve para hacer valoraciones y expresar emociones implícitas (semejante magnitud; infierno absoluto; atroz; etc). Junta a ella, vemos que todo el campo semántico de la argumentación abunda en palabras que enfatizan connotativamente los significados de sufrimiento y dolor: tragedia, infierno, nada más atroz, desgracia, atrocidades, drama, horror, muertes, historias espantosas, etc. Por último, también el uso de un registro culto, literario, se combina con expresiones coloquiales que sugieren, implícitamente, que la forma de hablar (y de pensar) de la autora conecta con el sentir y el hablar del ciudadano de la calle: “pelota histérica” (metáfora, además) y “flojo de noticias” son buenos ejemplos. - Además, vemos que la argumentación de la 1ª parte está organizada por una tesis inicial (“las cosas sólo existen si salen en las noticias”) y por una argumentación deductiva que la desarrolla. Esta argumentación funciona sobre un ejemplo concreto (“Por ejemplo”, dice literalmente RM), el caso de MdelC, y dentro de él, sobre una doble fórmula de preguntarespuesta: 1ª, “me pregunto por qué…” y en el punto seguido siguiente comienza la respuesta; y 2ª, un poco más adelante, cuando RM dice “¿Qué ha pasado en esta ocasión”, para comenzar la respuesta en la frase siguiente. Con estas fórmulas la autora consigue dos cosas: ordenar la argumentación y, sutilmente, hacer partícipe al lector de su proceso de reflexión, invitarlo, tácitamente, a seguirla. Dentro de las respuestas a estas dos preguntas es donde podemos hallar razonamientos de experiencia (“todos estaríamos igual de convencidos…”) y de comparación (“no parece haber habido el horror añadido que hubo en otras muertes”). Terminada la argumentación, con finalidad conclusiva, RM repite la idea inicial pero lo hace con diferentes palabras -utiliza una frase nominal para enfatizar el hecho que enuncia: “los medios construyendo la realidad”, que enlaza directamente con la idea anterior de que las cosas solo existen si aparecen en los medios. - En cuanto al contenido y validez de los argumentos, RM no critica en esta 1ª parte a los MMdeCC, no los culpa de nada. Tan solo intenta objetivar que cumplen un papel de enorme responsabilidad social ya que son ellos los encargados de “evaluar”, “discernir”, “ponderar” la trascendencia de los hechos que van a poner a disposición de la sociedad. Lo que ocurre es que estamos en un mundo donde, parece darnos a entender la autora, la misma sociedad cede esa función, en exclusiva, a los medios, lo cual tiene una consecuencia que a veces puede ser perversa, y que consiste en que, con o sin intención, se pueden distorsionar los hechos, la verdad de lo ocurrido, y, entonces, lo que ellos dicen se alza como “la” única realidad de
referencia para los ciudadanos. Por eso dice RM que los medios construyen, crean, generan realidad. - La segunda parte del texto amplia la idea anterior con una nueva tesis o idea. Lo hace mediante el conector “Más aún”, que anuncia toda la argumentación que empieza aquí. Los rasgos de subjetivización del estilo de RM son muy similares a los del párrafo anterior, con especial énfasis en el uso del registro coloquial (chatear, pastón, escaqueamos…) y del plural generalizador de 1ª p (nuestra vida, somos capaces, nuestro vecino, no sepamos, etc). Ambos recursos retóricos son usados por RM para crear una complicidad moral y de experiencias con el lector, complicidad fundamental para que esta segunda argumentación tenga la fuerza de convicción adecuada. - La argumentación del 2º párrafo empieza de nuevo en la presentación de la tesis o idea: los medios suplantan la vida. Y a partir de ahí RM desarrolla otro razonamiento basado en un ejemplo, el caso Jade, dentro del cual establece un claro contraste entre el interés que muchos demostramos (experiencias comunes) por aquello que nos es lejano y ajeno mientras que “cada vez huimos más de nuestras responsabilidades personales”. Este contraste genera una conclusión que RM plantea en forma de símil irónico, casi sarcástico: vivir la muerte de la chica Jade como algo nuestro (cuando no nos importa aquella gente que nos rodea) es vivir una vida suplantada, una vida no-nuestra tal y como ha sido fabricada por la TV. Es como confundir la responsabilidad de cuidar a un tamagotchi con la de cuidar a un animal de verdad. Como vemos, la argumentación se cierra con la repetición (eso sí, con otras palabras, con más elaboración retórica) de la tesis inicial: la realidad virtual de los medios (el simulacro del espectáculo televisivo) suplanta la vida real como el tamagotchi virtual suplanta al animal de verdad. La frase final es un cierre que sirve para expresar la extrañeza, casi diríamos, la desalentada extrañeza, pesimista extrañeza de la autora ante una sociedad actual donde ambos fenómenos mediáticos, planteados en los párrafos del artículo, imperan sin restricción alguna. Casi el adjetivo “raro” suena a desolador, enfermo, deshumanizado. - En cuanto al contenido y validez de los argumentos, RM sí critica en esta 2ª parte a los MMdeCC. Y critica, sobre todo, la ausencia de valores éticos, morales, de raíz humanista, en los programadores de ciertos espectáculos de TV. Solo manda en ellos el dinero, es cierto, y la consecuencia es que la realidad del espectador es sustituida por un simulacro, un simulacro donde la dignidad personal y la compasión por el dolor ajeno son sustituidos, parece decirnos la autora, por el morbo, una sensación a la vez de repulsión y atracción que nos hace permanecer pegados al televisor para ver a alguien que nada tiene que ver con nosotros, aunque no nos importe absolutamente nada la persona que sufre a nuestro lado. ASPECTOS DE COMENTARIO SUBJETIVO: LO QUE YO DIGO SOBRE EL CONTENIDO DEL TEXTO (dos ideas) - Los MMdeCC es un concepto muy amplio. RM debería esforzarse por no meterlos a todos en el mismo saco. Un informativo no es lo mismo que un programa de famoseo, un reportaje bien documentado e imparcial (trate de lo que trate) no es lo mismo que un reality show. El caso Jade es posible, en principio, dentro del contexto de un reality, pero es difícilmente imaginable en el contexto de un telediario, por más sensacionalista que sea. Y son diferentes, sobre todo, por el tipo de público y por lo que ese público busca en cada clase de programa. Estamos de acuerdo en que hay una deshumanización en los MMdeCC y mucha trivialización y tendencia hacia el amarillismo, pero no podemos estar de acuerdo completamente con RM cuando dice que Gran Hermano puede, potencialmente, llegar a sustituir nuestra vida real por otra alternativa… ¿Alguien de los que han leído este artículo ha sentido eso? Yo creo que en este punto RM se desliza hacia la exageración.
- La fuerza imparable del mercado (que se rige por los anuncios y los índices de audiencia) frente a unos MMdeCC de raíz ilustrada que sean ejemplares y formativos (que no quiere decir aburridos) donde se fomente la dignidad y la responsabilidad, los valores humanos, la crítica y el debate, la divulgación cultural, etc. Este es el debate profundo donde ahora está el negocio de los MMdeCC. Necesidad, acaso, de códigos deontológicos de autorregulación para los MMdeCC, y necesidad de abrir debates sociales sobre estos programas, así como de formar a los nenes y adolescentes en estos problemas. Consejos importantes: - No es fácil, pero intenta no ponerte a escribir por escribir: entiende siempre antes, haz un verdadero esfuerzo por entender bien lo que has leído. Gran parte de los comentarios críticos mal hechos parten de una deficiente o nula comprensión del texto y del sentido de las palabras del autor/a. - Evita el usar el tú generalizador en la redacción de selectividad (es propio del registro coloquial-oral). Eso de “Porque si crees en lo que dicen los reality, entonces es que tienes que creer en todo” sería un error gordo en comparación con las formas correctas “Porque si creemos….” o “Porque si se cree en... es que hay que creer en todo”. - Lo informativo en los textos periodísticos de opinión es secundario. La función referencial carece de especial interés, si no es en los momentos expositivos. El punto de partida y llegada de los textos de opinión es siempre ofrecer un punto de vista propio y defenderlo con razones que convenzan al lector. De modo que las funciones dominantes son la expresiva y la apelativa. - La fórmula de pregunta-respuesta es muy utilizada en los textos argumentativos-expositivos. La pregunta puede aparecer de muchas formas, en estilo directo o indirecto, en forma de pregunta hacia sí del autor o hacia los lectores, pero nunca será una pregunta retórica, porque esa ni tiene ni espera contestación. - Si el contenido del texto no es de dimensión política, no hay que poner eso de que tal o cual periódico es pro o anti gobierno. Precisamente ocurre en este texto de RM. No viene a cuento. - El comentario crítico tiene dos grandes partes: una objetiva, en que comentamos aspectos que ofrece el texto (el autor, sus ideas y argumentos, su estilo), y otra subjetiva en que nosotros opinamos, entramos en el contenido y lo juzgamos y valoramos. Aquí hay tres grandes actitudes: a favor, en contra o matizaciones. Pero, pero, no vale con decir dos frases y fuera. No vale eso de “Estoy completamente de acuerdo con el autor porque”… y repetir más o menos lo que ha dicho el autor. Eso no vale para nada, más aún, nos bajan notan en selectividad. Eso es una falta de madurez muy grande. Yo me expreso a favor, en contra o con matices pero -para lo que sea- aporto razonamientos míos, nuevos, bien construidos, completos, en uno o dos párrafos, evitando tópicos, superficialidades, estupideces o naderías (que es decir la nada). Si no tengo nada que decir, pues casi es mejor no poner nada. - El estilo personal es importantísimo. De hecho, un mal comentario con un estilo bueno parece mejor comentario y generalmente aprueba. Efectivamente, tres tonterías bien escritas y el aprobadillo lo sacáis. En este sentido, cuidado con la repetición de palabras, es muy común entre vosotros. Lo mismo, cuidado con las frases muy largas, os hacéis unos líos tremendos y casi siempre dejáis elementos o concordancias sin acabar. Llevad cuidado con el uso del gerundio, si podéis evitarlo, mejor. También con la elección del vocabulario, y por último cuidado con la ortografía: un examen puede caer en el suspenso por faltas… - Expresiones y palabras que hay que evitar porque no dicen nada y suenan a superficialidad suma: - los adjetivos interesante, importante, positivo/negativo, deprimente, patético, etc - la expresión valorativa-ponderativa “es increíble que…” - el sustantivo cosa/s
Carta abierta a uno de la camada
1Peligroso adolescente: Reconozco que es mucho más emocionante acorralar a un miembro de una banda rival, que estudiar el cultivo de las fanerógramas. Y que las actividades colectivas, pandilleras, diluyen la responsabilidad y encuentras en ellas el calor que a lo mejor no hallas ni en la escuela, ni en la familia. Pero esto es un 5sueño pasajero, porque no conoces a ningún tipo que a los cuarenta años actúe en pandilla. Y un sueño que puede terminar en un correccional, primero, en la cárcel, después. La vida no está organizada para la pandilla, sino para el individuo. Te unes a una mujer tú solo, no la pandilla; te examinas tú solo, y solo acudes a la entrevista de trabajo, y solo tienes que hacer frente a la muerte, porque cuando muere alguien se muere él solo, sea de tu banda o de la banda rival. Y no resucita. En los videojuegos, los 10muertos resucitan a la partida siguiente, pero la vida real la muerte es irreversible. Lo siento, chico, pero esa actividad tan emocionante no tiene porvenir. Ni siquiera es valiente, porque la manada te protege, y la manada es lo que más le gusta al cobarde, puesto que es allí donde se diluye su cobardía y donde puede hacerse la ilusión de ser fuerte. Solo los valientes asumen su individualidad y su responsabilidad, y luchan con su inteligencia y su esfuerzo en luchas más dignas y con mejores 15recompensas, aunque tengan una apariencia menos sensacional. Y, lo malo, encima, es que te manipulan. Los jefes de la manada, que te abandonarán a la suerte de los jueces y las penas que caigan, y los delincuentes infiltrados que te consideran un estúpido y apasionado compañero de viaje. Desde luego, no es emocionante el estudio, ni el trabajo. Pero tampoco es emocionante pasar los días en un centro de reclusión, con la obsesión de aguardar el día de salida. Y, total, nadie va a hacer de ti un 20héroe, porque no eres carne de ídolo, sino de delincuente, a no ser que te separes de la camada. Luis del Val (Programa Hoy por hoy. Cadena Ser. Sección “Carta abierta”)
Sugerencias para comentario de texto* 1. Señale organización de las ideas del texto La estructura externa del texto (propia de una carta, con el saludo en el encabezamiento y dos párrafos en el cuerpo) y la estructura interna, no coinciden. Esquema:
3. Planteamiento: Saludo y coincidencias de criterio con (concesión al criterio de) un pandillero ((línea 1-4): 3.1. Actividad más emocionante que estudio
3.2. Actividad donde se diluye responsabilidad personal
3.3. Actividad con más calor humano que escuela y familia
4. Desarrollo: contraargumentación (refutación) del planteamiento inicial: condena (crítica, censura) del pandillismo (línea 4 Pero esto… - 17 …de viaje).
4.1. Idea (tesis) 1ª: El pandillismo: actividad pasajera y peligrosa (línea 4 – 11 …porvenir) 4.1.1. Pasajera porque solo está asociada a la adolescencia 4.1.2. Peligrosa porque puede terminar en delincuencia y cárcel.
4.2. Idea (tesis) 2ª: El pandillismo: actividad cobarde (línea 11 …porvenir - 17 …de viaje). 4.2.1. La pandilla encubre al cobarde 4.2.2. Los jefes y delincuentes manipulan al pandillero []
5. Conclusión: repetición de las coincidencias iniciales de criterio y advertencia al pandillero (línea 17 …Desde luego – final) Así pues, el esquema presenta una estructura analizante (deductiva) que coincide con toda la contraargumentación, la cual ofrece dos grandes ideas en paralelo, justificadas con una amplia variedad de argumentos, rematadas por la conclusión final que vuelve circularmente al mismo esquema del planteamiento.
…………………………………………………………………….. [] El apartado 2.2.2. puede perfectamente considerarse 2.3., es decir, la tercera tesis de la contraargumentación. Nosotros (plural mayestático) la hemos considerado 2.2.2. porque en el texto se dice, literalmente, Los jefes de la manada, que te abandonarán a la suerte de los jueces y las penas que caigan, lo cual describe una reacción absolutamente cobarde de parte de tales jefes. ……………………………………………………………………… Consejos importantes: - evita enrollarte sin hacer esquema de ninguna clase. Si haces una introducción redactada al principio, sé breve, pero inexcusablemente debes hacer un esquema. - el esquema, en su redacción, establecerá necesariamente las relaciones entre las partes del texto (lo principal y lo secundario; las ideas y los argumentos que sirven para justificarlas) - siempre frases breves (telegráficas); siempre indicando apartado o subapartado. - evitar las ideas terciarias (si es posible) - el esquema debe ser claro y ordenado, debe entrar por los ojos. - alude si quieres a la diferencia o similitud de estructura externa e interna, pero justifícalo. - la estructura externa son los párrafos de la prosa; las estrofas en los poemas; los capítulos en las novelas; los actos, escenas y las intervenciones de los personajes en el teatro; etc. La estructura interna es siempre el desarrollo de unas determinadas ideas, de un argumento, etc * En azul celeste, expresiones y términos sinónimos.
2. Indique el tema y escriba un resumen del texto Tema (dos alternativas diferentes):
- Desmitificación de las bandas juveniles para prevenir a los adolescentes - Advertencia a los jóvenes sobre el peligro de las bandas callejeras. Resumen: El autor se dirige a un joven pandillero para ponerle sobre aviso de los enormes riesgos que entraña pertenecer a una banda. Coincide con él en que puede tratarse de un estilo de vida lleno de emociones, pero enseguida le explica que, en verdad, es una actividad que se agota en la misma adolescencia, que solo es propia de tipos cobardes y en la que será manipulado. Por último le aconseja que, para evitar la delincuencia y la cárcel, se aleje de ella. Consejos importantes: - Hay que resumir (abreviar) lo que pone el texto y solo lo que pone el texto. - Lo que pone el texto es el mensaje explícito y el implícito, que forman juntos el “sentido” del texto. - Hay que resumir como si quien va a leer el resumen no hubiera leído el texto, no lo conociera. - Evitar resumir una parte del texto y dejar otras sin resumir; evitar dar opiniones, hacer comentarios personales, convertir el resumen en una explicación de ideas o del tema del texto; poner datos o cifras o hechos sin importancia. - Resume con un ojo puesto en el esquema de ideas. Si está bien hecho, te dará el orden que puedes seguir y las ideas fundamentales que no pueden faltar. - No empezar nunca el resumen con expresiones introductorias. Evitar cosas como “El resumen trata de…; “El autor refleja que…”; “El texto expresa/dice que…”; etc. Hay que entrar directamente en materia, ir al grano nada más empezar.
3. Comentario crítico sobre el contenido del texto (Propuesta de ideas desarrollables. Son solo sugerencias: a) no son incompatibles con otras cosas que el alumno redacte, b) el alumno no tiene que verse obligado a decir todo lo que aquí se dice) ASPECTOS DEL COMENTARIO OBJETIVO: LO QUE EL AUTOR DICE Y CÓMO LO DICE 1. Lo primero que llama la atención del texto es la estructura externa de “carta abierta”. Una carta abierta es un subgénero especial de texto periodístico de opinión que suele tomar la forma de una carta (de ahí el saludo inicial) enviada por alguien (el periodista y escritor Luis del Val) a un destinatario individual (uno de la camada o el peligroso adolescente) pero que al mismo tiempo se comparte con el público a través de los medios de comunicación (por ejemplo, prensa, o radio, como en esta ocasión: la Cadena Ser). El que sea una carta y no un artículo o una columna significa, básicamente, que el autor busca un tipo especial de relación o entendimiento no tanto con el destinatario (el peligroso adolescente) como con el lector u oyente. Esa relación especial se basa en la sinceridad y la verdad, como suelen ser las misivas de carácter personal, como si el periodista estuviera diciendo: lector, te voy a ser sincero y te voy a explicar aquello que considero más grave e importante del asunto de las bandas juveniles. A Luis del Val, por lo tanto, no le interesa hacer una reflexión sobre las grandes causas sociales o económicas de este fenómeno sino más bien centrarse en el impacto perverso de las bandas en la vida individual de sus . Igualmente, vemos que Luis del Val no se dirige a un pandillero con nombre y apellidos sino a cualquier pandillero, pero lo hace estableciendo con él una relación de cercanía, propia de una carta personal, que se ve en el uso de giros conversacionales propios del registro coloquial e informal (Lo siento, chico…; Y, lo malo, encima, es que…; Y, total,…) y en el uso mantenido de la 2ª persona (no conoces…, etc), representando al interlocutor imaginario del autor. 2. La actualidad del texto viene dada por los brotes de violencia provocados episódicamente por bandas urbanas callejeras en ciertos barrios de ciudades españolas. La violencia y la
capacidad destructiva de estos grupos, frecuentemente con víctimas mortales de por medio, ha hecho que los medios de comunicación los conviertan en portadas ocasionales de los informativos. Luis del Val, en este artículo, no parece centrarse en ningún grupo en concreto, con lo que podemos pensar que detrás de los términos de camada, pandilla o manada pueden estar muchos grupos juveniles que comparten los rasgos de comportamiento descritos por el articulista: los “ultras” de ciertos equipos de fútbol, las bandas juveniles de origen latinoamericano, los grupos llamados anti-sistema, tanto de tendencia izquierdista como derechista, e incluso, por qué no, los grupos independentistas que en el País Vasco protagonizan la kale borroka. 3. La posición del autor (completamente subjetiva aunque en muchas ocasiones se refiera a hechos o experiencias socialmente itidas) es de condena absoluta del estilo de vida de los adolescentes que pertenecen a estas bandas. Por eso vemos que en vez de decir banda o grupo, opta por llamarlas camada o manada, que son términos que se refieren a grupos de animales salvajes, con lo que da a entender que pertenecer a ellos es un modo de animalización del individuo. Esta condena se extiende no solo a los comportamientos de esta gente sino también a su forma de pensar, es decir, a la idealización o mitificación de esta forma vivir. Quizá este enfoque sea el más original argumentalmente, porque, en principio, como hemos expuesto en la organización de las ideas, el autor da la razón (reconozco que…) a los pandilleros cuando encuentran mucho más intensa y excitante la vida peligrosa de las bandas (es mucho más emocionante acorralar a un miembro de una banda rival) que las aburridas y disciplinadas exigencias de la familia y el colegio. Aquí L. del Val parece decirnos que comprende que la adolescencia es una época donde la necesidad de afirmación personal va asociada a la idealización de la libertad y la rebeldía (entendida como no-responsabilidad, actividades pandilleras que diluyen la responsabilidad) y a la pertenencia a un grupo que ofrece una verdadera calidez humana (encuentras en ellas el calor que a lo mejor no hallas ni en la escuela, ni en la familia). Pero enseguida, después de haber hecho estas concesiones parciales al adolescente pandillero, va a refutar con fuerza (desde el nexo adversativo Pero) los puntos esenciales del sueño (mito o ilusión) de esa clase de vida, o sea, va a enfrentar al joven con su más cruda realidad. 4. Si la fórmula de contraargumentación es formalmente lo más original del texto, desde el punto de vista del contenido, lo que ofrece más fuerza de convicción son los argumentos concretos con que Luis del Val desmonta el mito de la vida pandillera. Primero dice L. del Val que se trata de una actividad pasajera y peligrosa. Pasajera porque, como expresa en una frase lapidaria, no conoces a ningún tipo que a los cuarenta años actúe en pandilla, razonamiento de experiencia corroborado por la vida social se organiza para la individualidad y no para la pandilla, razonamiento corroborado por una frase lapidaria, , que es un contundente argumento de experiencia, lo mismo que el siguiente: la pareja, los exámenes y el trabajo, y la muerte son experiencias individuales. Y peligrosa porque no solo puede terminar en presidio sino en la muerte, una muerte de la que los pandilleros –según se deduce de la durísima crítica de nuestro articulista- tendrían una visión trivializada por los videojuegos, algo así como accidente banal en el que los muertos resucitan a la partida siguiente. Después se añade que los pandilleros son cobardes. El argumento entraña, si lo pensamos bien, casi un insulto porque estos tipos pregonan arrogantemente a los cuatro vientos que ellos son, antes que nada, temerarios y valientes. De hecho, el razonamiento del periodista enfatiza el contraste brutal que existe entre la valentía falsa pero sensacional (la llama ilusión) del que se esconde en el anonimato y la impunidad de la banda, y la valentía verdadera pero anodina del que se enfrenta con responsabilidad a luchas más dignas y con mejores recompensas. Por último, en el último argumento, Luis del Val apunta hacia la cúspide de estas organizaciones fuertemente jerarquizadas donde esa cobardía se extiende a los jefazos así como a los
criminales profesionales infiltrados en ellas. Unos y otros utilizan (manipulan) vilmente a los adolescentes para conseguir sus fines, y por supuesto no dudan en darles de lado cuando estos caen en las redes de la justicia. En la conclusión, el articulista cierra el texto repitiendo, en apenas cuatro líneas, el esquema contraargumentativo del principio del texto, lo que genera una impresión de estructura circular. Así, después de volver a aceptar que estudiar o trabajar no son cosas emocionantes, refuta esta afirmación con dos argumentos demoledores relacionados con las consecuencias de pertenecer a una banda: el primero que remite a que tampoco es emocionante pasar los días en un centro de reclusión; y el segundo, nuevo y muy persuasivo, en que el periodista juega con la expresión “ser carne de cañón” (o sea, ser gente explotada sin miramientos), para afirmar que el pandillero no será nunca carne de ídolo ni héroe sino más bien “carne de delincuente”. Sin embargo, en la última frase (condicional negativa, a no ser que), Luis del Val abre una puerta a la esperanza para el pandillero cuando le dice que siempre puede optar por separarse de la banda y, suponemos, rehacer su vida. ASPECTOS DE COMENTARIO SUBJETIVO: LO QUE YO DIGO SOBRE EL CONTENIDO DEL TEXTO (tres ideas: la idea 1 parte del acuerdo con el autor; y las 2.1ª y 2.2ª son leves matices a lo que el periodista dice en la carta abierta) 1. Creo que es un indudable acierto de Luis del Val plantear la cuestión de las pandillas urbanas desde el punto de vista de los mitos o ideales que los jóvenes proyectan en ellas. ¿Qué tipo de identidad o fortaleza hallan en estas bandas que no encuentran en las pandillas corrientes de amigos de edad? ¿Qué tipo de ideas, sentimientos y actividades les suministran estas bandas para que muchos jóvenes se sientan atraídos por ellas? Las explicaciones que, explícita e implícitamente, nos da Luis del Val me parecen muy atinadas: los pandilleros, en su mayoría adolescentes en fase de afirmación de la personalidad, buscan en la banda, en la identidad de grupo, una realización concreta de los ideales de rebeldía, libertad y acción que, en principio, son comunes a su edad. Es absolutamente normal que un adolescente se haga adulto oponiéndose y enfrentándose a las formas de vida, opiniones y actitudes de la familia y de la sociedad. Donde está el detalle significativo que introduce Luis del Val es, a mi parecer, en la forma en que este proceso se produce en la mente de estos jóvenes. Luis del Val sugiere – a mi entender- que los pandilleros idealizan o mitifican el mal, el lado salvaje de la vida, la furia violenta, como si estas actitudes fueran el modo natural de expresión de la rebeldía, de las ansias de libertad o la necesidad de acción. Se podría hablar, creo, de una exaltación de la irracionalidad, como si uno no pudiera afirmarse como persona o no pudiera ser rebelde y luchar por la libertad con actitudes reflexivas, con puntos de vista ponderados, con la fuerza de la inteligencia, el estudio y el esfuerzo. Yo veo aquí una especie de degeneración del romanticismo del siglo XIX, cuyo propósito era la exaltación de la libertad y la acción pero para construir un mundo mejor, más justo y más feliz, cosa que ni se les pasa por la cabeza a estos tipos. Hay un fondo irracional en el individuo que sería la verdad última de la persona, algo todavía silvestre y no domesticado por la sociedad, la familia y las instituciones del estado. Creo que dos ejemplos dispares pueden ser elocuentes: para los hinchas fanatizados de un equipo de fútbol ese fondo irracional sería el escudo del club entendido como una pequeña patria con un ejército y un territorio que defender frente a otras patrias y ejércitos de otros clubes. Para terminar, en los protagonistas de la kale borroka, el fondo irracional sería el sentimiento tribal y ancestral de la pequeña comunidad natural (el País Vasco, pongamos por caso) violada, ocupada y explotada por la nación opresora (España). 2. En cuanto a posibles matices a las lúcidas palabras del Luis del Val, nos atrevemos a indicar dos. Primero. Cuando Luis del Val hace la afirmación de que La vida no está organizada para la
pandilla, sino para el individuo, podemos estar solo en parte de acuerdo. Una escuela, una fábrica, un ayuntamiento, un hospital, una carretera, o sea, los lugares o ámbitos donde se establecen la relaciones humanas son, por definición, espacios públicos, espacios organizados para la relación social donde es tan importante el mundo subjetivo de la persona como los acuerdos de convivencia con los demás. El matiz estaría, creo, en que la vida es, por sí misma, social, pero que lo social no es lo pandillesco infantil o adolescente. Segundo. Cuando el articulista critica contundentemente la violencia de las bandas y pandillas, podría haber hecho, al menos, algún tipo de salvedad acerca del uso legítimo de la fuerza: ¿son violentos y delincuentes y peligrosos ciudadanos los jóvenes tunecinos, libios, egipcios que en grupos de estudiantes, trabajadores o parados han salido a la calle (y han tomado las armas) para derribar a los gobiernos dictatoriales de sus países? Quizá, algunas palabras estableciendo esta precisión no hubiera estado de más en este texto, por otra parte, tan breve como certero en su análisis del mundo violento de las bandas juveniles. Consejos importantes: - No es fácil, pero intenta no ponerte a escribir por escribir: antes haz un verdadero esfuerzo por entender bien lo que has leído. Gran parte de los comentarios críticos mal hechos parten de una deficiente o nula comprensión del texto y del sentido de las palabras del autor/a. - Evita el usar el tú generalizador en la redacción de selectividad (es propio del registro coloquial-oral). Eso de “Porque si crees en lo que dicen los reality, entonces es que tienes que creer en todo” sería un error gordo en comparación con las formas correctas “Porque si creemos….” o “Porque si se cree en... es que hay que creer en todo”. - Lo informativo en los textos periodísticos de opinión es secundario. La función referencial carece de especial interés, si no es en los momentos expositivos. El punto de partida y llegada de los textos de opinión es siempre ofrecer un punto de vista propio y defenderlo con razones que convenzan al lector. De modo que las funciones dominantes son la expresiva y la apelativa. - La fórmula de pregunta-respuesta es muy utilizada en los textos argumentativos-expositivos. La pregunta puede aparecer de muchas formas, en estilo directo o indirecto, en forma de pregunta hacia sí del autor o hacia los lectores, pero nunca será una pregunta retórica, porque esa ni tiene ni espera contestación. - Si el contenido del texto no es de dimensión política, no hay que poner eso de que tal o cual periódico es pro o anti gobierno. Precisamente ocurre en este texto de RM. No viene a cuento. - El comentario crítico tiene dos grandes partes: una objetiva, en que comentamos aspectos que ofrece el texto (el autor, sus ideas y argumentos, su estilo), y otra subjetiva en que nosotros opinamos, entramos en el contenido y lo juzgamos y valoramos. Aquí hay tres grandes actitudes: a favor, en contra o matizaciones. Pero, pero, no vale con decir dos frases y fuera. No vale eso de “Estoy completamente de acuerdo con el autor porque”… y repetir más o menos lo que ha dicho el autor. Eso no vale para nada, más aún, nos bajan notan en selectividad. Eso es una falta de madurez muy grande. Yo me expreso a favor, en contra o con matices pero -para lo que sea- aporto razonamientos míos, nuevos, bien construidos, completos, en uno o dos párrafos, evitando tópicos, superficialidades, estupideces o naderías (que es decir la nada). Si no tengo nada que decir, pues casi es mejor no poner nada. - El estilo personal es importantísimo. De hecho, un mal comentario con un estilo bueno parece mejor comentario y generalmente aprueba. Efectivamente, tres tonterías bien escritas y el aprobadillo lo sacáis. En este sentido, cuidado con la repetición de palabras, es muy común entre vosotros. Lo mismo, cuidado con las frases muy largas, os hacéis unos líos tremendos y casi siempre dejáis elementos o concordancias sin cerrar. Llevad cuidado con el uso del gerundio, si podéis evitarlo, mejor. También con la elección del vocabulario, y por último cuidado con la ortografía: un examen puede caer en el suspenso por faltas… - Expresiones y palabras que hay que evitar porque no dicen nada y suenan a superficialidad suma: - los adjetivos interesante, importante, positivo/negativo, deprimente, patético, etc - la expresión valorativa-ponderativa “es increíble que…” - el sustantivo cosa/s
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